Ensayo: Sobre el paso de la modernidad desdibuja y la posmodernidad incierta en

México

El tópico que podemos encontrar en las seis lecturas es el problema de las civilizaciones de
la periferia por la falta de tiempo para culminar su ciclo de modernidad. Siempre está
presente la afirmación de que ante el crecimiento y desarrollo de los países europeos, se ha
pasado de una época de modernidad a una época de posmodernidad. Pero esto sólo deja en
claro el contraste existente con las demás civilizaciones que no forman parte de esa urbe, tal
como podría incluso ser el caso de México.

En esta nación, y en otras tantas, el concepto de modernidad sigue estando desdibujado, sí se

pasó por un momento de desarrollo pero no alcanzó el fin que se espera.

Las lecturas nos hablan de una serie de condiciones que se tienen que cumplir para que la
característica de “moderna” pueda ser adjudicada a una civilización:

- Tienen que haber mejores condiciones de vida, igualdad.

- Un desarrollo en la economía
- Avances en la ciencia y tecnología

Claro que estas características están bajo los parámetros de Europa, pues se sabe que es este
continente el primero que entra a esta etapa de modernidad después de imponer su yugo a las
civilizaciones americanas recién conquistadas y tener ciertos avances en la tecnología y la
escritura que le permitieron dar a conocer el dominio que tenía. Si nos regimos a esas
características podemos analizar a nuestra nación, México, para ver qué tan modernos hemos
llegado a ser.

En cuanto a la igualdad de condiciones de vida, a través de la historia se ha comprobado que

es casi imposible lograr dicha igualdad. Pasado el tiempo han surgido programas, estrategias
y demás proyectos que han buscado que las personas marginadas obtengan mejores
condiciones de vida pero por diversos factores nunca se logra o se logra mínimamente,

Puede ser desde que la corrupción se entromete en cuanto a la repartición de recursos, pero
también depende de la cultura que tengan las personas que reciban la ayuda. Hasta ahora no
se ha encontrado un programa lo suficientemente eficiente para que los índices de pobreza
extrema disminuyan.
Los programas de beneficios piensan en soluciones a corto plazo, como dar dinero o regalar
algo, pero se deja de lado la inteligencia emocional o el contexto social y cultural de las
personas “beneficiadas” por lo que se vuelve un ciclo sin fin.

Otra opción viable podría ser cambiar de un sistema capitalista a uno socialista y aunque en
condiciones de vida sí hay una mejoría para un sector, las clases altas no disfrutarían perder
sus privilegias por lo que surgiría un descontento social, entonces seguimos concluyendo que
es complicado cambiar la situación económica del pueblo.

Seguramente que el desarrollo, sea como sea que se dé, sí beneficie a algunas partes
especialmente en la alta sociedad pero entre más modernidad, peores condiciones para la
clase marginada. Por ejemplo, hoy en día estamos tan absortos en la tecnología que
dependemos casi totalmente de ella, es raro encontrar personas que no usen teléfonos
celulares o la televisión y eso sólo ocasiona que las personas que menos tienen se endeuden
por querer tener este tipo de objetos, cuando incluso no se tiene lo que realmente es
primordial, un buen sistema de agua y luz.

Esto sólo realza el hecho de que como tal la modernidad que nos ha alcanzado ha cobrado su
factura con las personas que menos tienen y entonces no podemos hablar de igualdad, dado
que las condiciones de vida parece que sólo empeoran para los pobres.

Y en cuanto a este aspecto también podemos ver un ejemplo en las redes sociales, pues lo
que ahora importa más es vender una imagen de éxito, de materialismo, donde la búsqueda
de fama o prestigio solo deviene en más deudas, en el mejor de los caso, pero llegando incluso
hasta el suicidio.

Si hablamos de un desarrollo de la economía, también notamos que en este país no hay tanto
avance por la misma cultura de corrupción y egoísmo que hay él. En cuanto al diseño hay
esfuerzos por vender cosas de calidad, pero la mayoría de los habitantes buscan el camino
fácil, desde crear sus propios artículos con todas las aplicaciones prestablecidas disponibles.
Se da la piratería y la desestimación de las cosas originales sobre las genéricas. Se prefieren
también las cosas manufacturadas en el extranjero (China, por ejemplo) al ser de un costo
accesible. Se ha desvalorizado el trabajo de personas calificadas para hacer algún trabajo y
en cambio se ha recurrido a los turoriales de internet. Todo esto no ayuda a que la economía
fluya, sino a que estemos estancados, en cambio siempre se buscan culpables en lugar de
presentar soluciones.

Sobre los avances en la ciencia y tecnología podemos retomar ciertas cosas tratadas
anteriormente como la baja valoración que tiene el trabajo profesional. Hay buenas
instituciones educativas, buenos estudiantes y buenos egresados, el problema se da cuando
no se da la oportunidad a las nuevas generaciones de mostrar el talento que poseen o es mal
pagado y es entonces cuando las personas, por necesidad, eligen entre buscar posibilidades
en el extranjero, conformarse a un trabajo donde no pueden desenvolverse de manera
creativa; o tratar de adaptarse a las nuevas necesidades que surgen por la industrialización,
aunque esto los aleje de su área de conocimiento.

Es muy común que el talento mexicano termine en el extranjero, lo que llamamos “fuga de
cerebros” y entonces nosotros mismo nos cerramos a innovar en el área de la ciencia y
tecnología porque finalmente el reconocimiento de los avances de estas personas es para la
nación que otorgó el apoyo.

En el caso de las personas que se tienen que adaptar a nuevas áreas de trabajo, desperdician
todo el conocimiento que podría servirles para innovar, con tal de sobrevivir, pues los medios
digitales los han sustituido en gran manera, es un irónico avance tecnológico.

A pesar de que hay muchos aspectos negativos, la verdad es que los tiempos han cambiado
y sí hay características positivas que pueden hacernos pensar en la modernidad de nuestro
país, como es la libertad de expresión a través de las redes sociales, los derechos de las
mujeres (que a la vez también es un tema complejo de tratar, pero cabe mencionarlo), la
cultura que se está tratando de difundir sobre la pervivencia de las poblaciones vulnerables
como los indígenas.

Entonces tenemos que no podemos establecer como tal un criterio exacto, razones de peso
hay para pensar en que la modernidad nos ha alcanzado , pero también las hay para pensar
que no, entonces concluimos que si bien podemos mencionarla en nuestro país no es
equiparable con la modernidad que se vive en otras culturas y civilizaciones sino que cada
país e incluso cada entidad o zona debe tener sus propios parámetros y pensar la mejor manera
de llevar a cabo sus objetivos cuando se trata de impulsar el desarrollo sea cual sea su
categoría.

En las civilizaciones que comenzaron con este movimiento de mordenidad encontramos que
las situaciones negativas que acontencen en la periferia no se dan, en cuanto a la educación
hay mejores instituciones desde los niveles más básicos, entonces dado a esos beneficios, los
estudiantes llegan a los niveles superiores con un mejor nivel de disciplina.

En México tenemos una situación lamentable donde hay personas que desde una edad muy
temprana tienen que trabajar y esto afecta en su educación, pues los puestos laborales a los
que aspiran no son muy buenos, a menos que cuenten con la habilidad del comercio.

Pensando en tecnología también es obvio que las civilizaciones centrales han alcanzado
niveles más altos que las civilizaciones en la periferia, porque ellos sí apoyan a sus habitantes
talentosos, no hay una necesidad de salir en búsqueda de oportunidades de crecimiento,
además de que importan a personas de las civilizaciones de la periferia para trabajar con ellos
a cambio de mejores condiciones de vida.

Otra situación que pone en tela de juicio la condición de modernidad en nuestro país es la
necesidad de ser modernizado de manera acelerada, es decir, que con tal de pertenecer a la
posmodernidad se dio como terminado el período “moderno” sin escudriñar la realidad de
las cosas. No hay un avance como tal, pero se presume uno.

Volvemos entonces nuevamente a pensar en si realmente podemos decir que somos

posmodernos, ante eso, uno de los autores de la lectura decía:

“Quiera o no, Latinoamérica ya participa en el nuevo juego. […] La entrada de Latinoamérica

en la posmodernidad se podría explicar, pues desde una doble perspectiva. Por, un lado,
habría de considerar el desarrollo modernizador que algunos países latinoamericanos
consiguieron en distintas épocas del siglo XX que los situaría en los umbrales de la
posmodernidad. Por otro, el desarrollo dependiente de éstos y del resto de países
latinoamericanos al entrar en diálogo con las prácticas políticas y económicas externas. “1

1
Villena Francisco, La posmodernidad como problemática en la teoría cultural latinoamericana,
México, es un país posmoderno, bajo sus propios estándares y bajo sus propias condiciones,
avance ha habido y desarrollo también, y aunque tengamos una etapa de modernidad
incompleta cuando se compara con las civilizaciones más centrales, las condiciones que
permiten tener una sociedad posmoderna se han cumplido. Incluso la desigualdad parece ser
parte de esa condición, pues aunque la modernidad nunca la tuvo como objetivo, en más de
una civilización se ha dado de manera casi natural e intrínseca en el proceso de desarrollo.