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UNIVERSIDAD

JOSE CARLOS MARIATEGUI

ESCUELA PROFESIONAL DE
PSICOLOGIA

MATERIA:
PSICOTERAPIA II
DOCENTE:
Mgr. Psi. VERÓNICA ISABEL PINTO JUÁREZ
ALUMNA:
YOVANA CCAMA GALLEGOS
OSWALDO FLORES MANCHEGO
CONSIGNA:
CONSEJERIA GRUPAL
CICLO:
VI - A

MOQUEGUA-2018
INTRODUCCIÓN
Este documento muestra el alcance que puede tener el desarrollo del trabajo en equipo tales
como: liderazgo compartido, en el que cada miembro del grupo se convierte en un proveedor
y destinatario de apoyo, la afirmación de una comunicación horizontal y el crecimiento de la
confianza de los miembros para afrontar las problemáticas y retos que surjan que
necesariamente involucra la consejería y orientación grupal.
INDICE

Contenido
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................................2
INDICE...................................................................................................................................................3
ORIENTACIÓN Y CONSEJERÍA GRUPAL .....................................................................................................4
CONCEPTO DE ORIENTACIÓN Y CONSEJERÍA GRUPAL .........................................................................4
ROL DEL ORIENTADOR COMO LÍDER EN LA CONSEJERÍA GRUPAL ......................................................4
DIFERENCIAS ENTRE ORIENTACIÓN, CONSEJERÍA Y PSICOTERAPIA. ...................................................5
NORMAS DE LOS GRUPOS ....................................................................................................................5
FINALIDAD DE LOS GRUPOS EN LA CONSEJERÍA GRUPAL. ...................................................................7
FACTORES TERAPÉUTICOS DE LA CONSEJERÍA GRUPAL ......................................................................8
ETAPAS DEL PROCESO DE GRUPO ........................................................................................................9
DIFERENCIAS ENTRE GRUPO EFICAZ Y GRUPO INEFICAZ .................................................................. 10
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................... 12
ORIENTACIÓN Y CONSEJERÍA GRUPAL

CONCEPTO DE ORIENTACIÓN Y CONSEJERÍA GRUPAL


Es un proceso colaborativo que facilita el progreso psicoeducativo de la persona hacia metas y
objetivos comunes entre el grupo de iguales.
Situación de aprendizaje orientado a la solución de un problema en particular: educativo,
vocacional, social o personal.

ROL DEL ORIENTADOR COMO LÍDER EN LA CONSEJERÍA GRUPAL


El orientador es un profesional que posee una formación holística la cual le permite
interactuar exitosamente con diferentes grupos de niños, niñas y jóvenes y, a la vez, cumplir
con los siguientes roles en su praxis educativa:
El orientador es ante todo una persona que ha aprendido a vivir consigo misma y aceptarse,
reconoce sus sentimientos, es consciente de sus potencialidades y limitaciones; es un ser
emocionalmente maduro que se siente seguro en sus relaciones y tiene confianza en sí mismo,
en sus conocimientos, habilidades y actitudes.
En lo que se refiere a las relaciones con sus orientados y con el personal escolar, el
orientador siente interés hacia las demás personas; las entiende, acepta y respeta. Confía en
ellas y aprecia los atributos individuales necesarios para el crecimiento y mejoramiento de
cada persona.
Es un profesional que identifica y reconoce las diferencias existentes entre su propio
trasfondo cultural y en el de sus orientados. En sus relaciones con éstos, les estimula para que
expresen sus pensamientos y sentimientos con libertad y asuman con responsabilidad su
propio crecimiento. En esta forma los ayuda a desarrollar un concepto realista de ellos
mismos.
En su relación con los estudiantes, el orientador intenta ver los problemas como ellos los
ven. Por otra parte, los profesores ven al orientador como parte del equipo docente y sienten
que el orientador entiende sus problemas, su forma de sentir y pensar. El orientador, por su
parte, se ve como un trabajador más en la institución educativa. Como él reconoce y respeta a
sus compañeros, puede crear una atmósfera de trabajo que estimule a los maestros a participar
en distintos aspectos del programa y a los estudiantes en la búsqueda de sus servicios
profesionales.
El orientador es una persona competente. El tipo de formación que se recomienda para este
personal hace de la inteligencia una característica indispensable para el orientador efectivo.
Además de inteligente, el orientador es flexible, esto es, representa un punto medio entre la
excesiva receptividad de influencias exteriores y el tradicionalismo estrecho que no admite
una idea nueva o una necesidad diferente.
Emplea destrezas de liderazgo efectivo para planear, organizar y suministrar estrategias que
satisfaga las necesidades de los orientados.
Comprende el impacto de las influencias ambientales sobre el desarrollo y logros de los
educandos, facilitándoles el desarrollo de estrategias que ayuden a enfrentar aquellas
situaciones que pueden perjudicar su aprendizaje.
Demuestra aprecio por la diversidad humana mediante el suministro de servicios
equitativos de orientación para todos los educandos, promoviendo un clima de mutuo respeto
en el cual los estudiantes aprenden a valorarse ellos mismos y a los demás.
Ayuda al estudiante tanto a nivel individual como en grupo, en su planificación del
desarrollo académico, de la carrera y personal/social.
Implementa programas de orientación de desarrollo global que sistemáticamente habilita a
cada educando para manejar competencias de tipo cognitivo, afectivo, social y de la carrera.
Aplica la evaluación formal e informal para suministrar información acerca de los
educandos y a éstos mismos para monitorear el progreso tanto propio como de sus
compañeros, y recomendar modificaciones al ambiente educacional, con miras a ayudar a
todos los estudiantes a lograr éxito en todos los aspectos.
Consulta con el personal de la institución, aporta experiencia profesional, y establecer
relaciones de colaboración que promuevan el crecimiento de un sistema de apoyo para la
comunidad educativa.
Desarrolla relaciones de colaboración institución hogar que promuevan y faciliten el
crecimiento académico, de la carrera, personal y social de los educandos.
Establece fuertes y positivos vínculos entre la institución educativa y la comunidad para
extender los sistemas de apoyo de los estudiantes e incrementar las oportunidades de estos en
cuanto a crecimiento, más allá del escenario de la institución educativa.
Proporciona servicios a través del uso efectivo de la orientación en grupos pequeños,
consulta y destrezas de remisión.

A manera de resumen podemos decir que el orientador necesita saber que él es un ser humano
con virtudes y con defectos. Los orientadores necesitan la experiencia, la tolerancia y la
humildad que surge como resultado de conocer y aceptar su propia humanidad como también
la de los demás.

DIFERENCIAS ENTRE ORIENTACIÓN, CONSEJERÍA Y PSICOTERAPIA.

Hay diferencias significativas entre los conceptos orientación, consejería y psicoterapia.


Para comprender estas diferencias, empezamos primero por definir la conducta normal o
adaptada y la conducta anormal o inadaptada.
Al hablar de conducta normal y conducta anormal, podemos decir que son dos conceptos
netamente subjetivos puesto que dependen del contexto social, histórico y cultural. Sin
embargo, para tener claridad en los tres conceptos que nos compete en esta sección, pasamos
a definir cada una:
La conducta normal es la conducta adaptada, es decir, aquella en la cual el individuo posee
pleno juicio de sus acciones, su comportamiento corresponde a su edad evolutiva y se integra
adecuadamente a la familia, a la comunidad y a la sociedad. Para que la conducta sea normal
o adaptada debe reunir los siguientes criterios:
Concepto adecuado de la realidad.
La adaptación del sujeto a su ambiente corresponde a su etapa evolutiva.
Capacidad de sintonía emocional con los demás.

NORMAS DE LOS GRUPOS


Cada grupo debe establecer normas comunes para asegurar un mejor desarrollo de los
encuentros.
Al iniciar cada encuentro, el facilitador del grupo recordará brevemente estas reglas para
evitar tensión, malestar o discusiones inoportunas.
Las normas básicas que deben tomarse en cuenta para la consejería grupal son:

Mantener la confidencialidad: Se debe tener presente, desde el comienzo de cada sesión,


Los miembros del grupo no deben comentar fuera del grupo lo que se habla o experimenta
durante las sesiones en grupo. De este modo, no se da lugar a ciertas aptitudes de
desconfianza.

No obstante, la confidencialidad tiene límites. La obligación de reportar abusos cometidos


contra estas personas suplanta las leyes que protegen la confidencialidad de la relación entre
clientes y profesionales en el área de la salud física y mental. De similar manera, si un
miembro del grupo de tratamiento amenaza con causar daños físicos o con matar a otra
persona, el líder del grupo tiene la obligación de advertir a la presunta víctima y de notificar a
la policía.
No fumar, comer o masticar chicle en el grupo: Hay que asegurar un ambiente no
contaminado para el bien del grupo.
No interrumpir a quien habla: aprender a escuchar y no dejarse llevar por la excesiva
necesidad de protagonismo personal, mortificando el espacio de los demás.
Hablar uno a la vez: Evitar la tendencia de los miembros a hablar al mismo tiempo o de
formar pequeños círculos de conversación que provocan fragmentación, confusión y falta de
concentración en el grupo.
No dar consejos sino compartir experiencia: Dar fáciles recetas o recomendaciones a quién
está en dificultad es otro de los riesgos que dificultan el trabajo grupal. La persona interesada
corre el riesgo de sentirse sumergida en una lluvia de consejos no solicitados. El facilitador
debe intervenir, de vez en cuando, para puntualizar que la mejor manera de ayudar no es
dando recetas a los otros sino compartir la propia experiencia: “Mi modo de afrontar este
problema es…”, “aquello que siento…”.
Seguridad del grupo: No se permite violencia ni amenazas hacia el personal ni hacia otros
miembros del grupo. Es importante que los miembros perciban al grupo como un lugar seguro
para compartir sus experiencias y sentimientos sin amenazas o la posibilidad de sufrir daños
físicos.
Asignación de tareas para la casa: algunas veces se asignarán tareas breves para que los
participantes las realicen en sus respectivos hogares. La realización de tareas asignadas para la
casa ayudará a los miembros del grupo a mejorar sus habilidades para manejar el enojo y les
permitirá obtener el máximo beneficio de la experiencia en grupo. Como ocurre con la
adquisición de cualquier tipo de habilidades, el manejo del enojo requiere tiempo y práctica.
Las tareas para la casa ofrecen la oportunidad de desarrollar y refinar habilidades.
Puntualidad, ausencias y cancelaciones: Es importante respetar los horarios para evitar
retrasos al inicio de cada reunión. Los miembros deberán llamar o de alguna otra manera
notificar al líder del grupo con anticipación cuando no puedan asistir a una sesión. Debido a la
cantidad de material que se presenta en cada sesión, los miembros del grupo no pueden faltar
a más de 3 sesiones. Si un miembro del grupo falta a más de 3 sesiones, no podrá aprender,
practicar ni aplicar adecuadamente los conceptos y habilidades que se necesitan para un eficaz
manejo del enojo.
“Tiempo fuera”: El líder del grupo se reserva el derecho de establecer un “tiempo fuera”. Si
un miembro del grupo comienza a perder el control durante una sesión, el líder le pedirá a esa
persona que acepte un “tiempo fuera” y se retire del tema y de la conversación. Esto significa
que ese miembro, junto con los demás miembros del grupo, inmediatamente dejará de hablar
del tema que está causando que su enojo se intensifique.

Esta regla contribuye a garantizar que el grupo sea un lugar seguro para discutir y compartir
experiencias y sentimientos. Por lo tanto, el no cumplir con la regla del “tiempo fuera” puede
llevar a que se elimine a la persona del grupo.
El consejero es responsable de lo que dice y hace durante la sesión.
Cada miembro del grupo asume el sufrimiento de manera diversa. Se debe tener en cuenta que
lo que le sirve a una persona no necesariamente es de consuelo o de alivio para la otra.
Por ejemplo: en el duelo, hay quien encuentran alivio visitando cada día la tumba de su ser
querido y otros no regresan más al cementerio porque piensan que los recuerdos y presencia
del difunto la llevan en el corazón.
No se trata de decidir quién tiene la razón o quién no la tiene o de culpar al otro. El principal
criterio para evaluar la evolución del tratamiento con respecto a un duelo, consiste en valorar
si un comportamiento es de ayuda o no para la elaboración del duelo.

FINALIDAD DE LOS GRUPOS EN LA CONSEJERÍA GRUPAL.

Existen diversas modalidades referentes a la estructuración, duración y funcionamiento de los


grupos en la consejería grupal.
Se hace imperioso considerar algunos objetivos comunes en estos grupos:

Apoyo emotivo. El grupo se vuelve aquél lugar en el cual los participantes dan voz a su
propio dolor, miedos y esperanzas, a la historia de sus propias decepciones, derrotas y
progresos. El grupo ofrece la oportunidad de expresar sentimientos y sentirse comprendido,
constituyen la base sobre la cual se construye la confianza y la experiencia de mutua ayuda.
Apoyo social. La vivencia de un problema doloroso puede generar soledad, aislamiento y
desconfianza. La soledad contribuye a engendrar problemas y produce aptitudes de
victimismo, de desconfianza en el prójimo o de baja auto estima. En caso contrario, la
presencia de otras personas que comparten un mismo sufrimiento, crea vínculos de
solidaridad, abre espacios de esperanza, mejora la propia habilidad comunicativa e
interpersonal, favorece un clima de positividad y apoyo que ayuda volver a vivir y proyectarse
hacia el futuro.
La información y la educación recíproca. El grupo no es solo una especie de confesionario
que acoge la tribulación de la propia humanidad herida sino que también se constituye en una
escuela donde cada miembro ejerce dos roles a la vez: el rol de maestro porque se ha
madurado e interiorizado a la luz de la propia experiencia; y el rol de discípulo porque se
aprende escuchando y observando a los demás.
Con frecuencia los mecanismos adoptados para afrontar las dificultades resultan
contraproducentes cuando no nocivos. Una persona podría continuar lastimándose, porque no
ha analizado bien sus propios esquemas de referencias mentales y emotivas. En la consejería
grupal se aprenden modalidades muy constructivas para afrontar los problemas, descubrir vías
inexploradas o imitar el ejemplo de quienes han resuelto positivamente sus dilemas. La
oportunidad de conocer y ampliar los propios horizontes operativos representa la mejor
medicina para evitar permanecer envueltos en comportamientos auto lesivo.
Potenciar la propia capacidad para afrontar y resolver los problemas de la vida. El grupo es
un ancla a la cual aferrarse en momentos de dificultad o cuando se presenta esa sensación de
estar perdido y sin brújula.
El principal objetivo del grupo no es crear dependencia o dar “falsa seguridad” a sus
miembros sino curar las propias heridas para sanarse y emprender un nuevo viaje. Otros
objetivos pueden ser: favorecer que el encuentro con los demás promueva la confianza
persona; permitir tomar el control de la propia vida; tomar conciencia de las propias
necesidades y emociones; lanzarse con realismo y coraje en el mar de la vida, estimular
iniciativas; y asumir nuevos riesgos que contribuyan a sacar a la luz las potencialidades
escondidas.
FACTORES TERAPÉUTICOS DE LA CONSEJERÍA GRUPAL
Los factores terapéuticos que deben considerarse en el proceso de consejería grupal son:
Esperanza: Implica creer que cambiar es posible, que solo fuimos víctima del pasado y
que se deben tomar nuevas decisiones. La esperanza provee al participante de la confianza y
convicción de que tiene el poder de escoger ser diferente.
Compromiso con el cambio: La decisión de cambiar requiere de la motivación intrínseca
de ser un participante activo en el grupo. Este compromiso de cambio implica la voluntad de
especificar los cambios deseados y usar todas las herramientas que el grupo ofrece para
lograrlos.
Voluntad para confiar y tomar riesgos: Arriesgarse significa abrir el “yo” a otros, ser
vulnerable y ser activo en el grupo para lograr el cambio. La voluntad de revelar el propio yo
a otros, es una función de cuanto se confía en los otros miembros y en el líder del grupo. La
confianza, por otra parte, permite a las personas mostrar todas sus facetas, incentivar el
experimentar de conductas y percibirse a sí mismo en nuevas formas.
Atención Esmerada: Demostrar que los demás importan se demuestra escuchándoles e
involucrándose con ellos. Se puede expresar a través de ternura, compasión, apoyo y aún a
través de la confrontación. Si este interés y atención no se evidencia, por parte de los
miembros o líderes de los grupos, no puede darse lugar a la capacidad de dejar caer las
máscaras de los demás.
Aceptación: Conlleva un apoyo genuino hacia los demás, es decir, ponerse en los zapatos
del otro. Aquí se le dice a cada miembro: “tú nos importas y te tomamos en cuenta…Está bien
que seas tú mismo… No tienes que seguir intentando complacer a todo el mundo…”. La
aceptación consiste en afirmar los derechos que tiene la persona para tener sus propios
valores, sentimientos, y expresarlos.
Empatía: Involucra una profunda comprensión de los esfuerzos y lucha de los demás. En
los grupos lo común, y compartido que emerge, une a los miembros, El saber a conciencia que
ciertos problemas , tales como la soledad , la necesidad de ser aceptado, el miedo al rechazo,
el miedo a la intimidad, el dolor de las experiencias del pasado, son universales, ayuda a
disminuir el sentimiento de que no está solo. A través de esta identificación con otros, se es
capaz de verse a sí mismo más claramente.
Intimidad: El experimentar cercanía en un grupo de ayuda a desarrollar un nuevo sentido
de confianza en otros. Los participantes pueden estar consientes, aún después de experimentar
el sentimiento, que hay barreras en su vida que impiden la intimidad.
Poder: Este sentimiento proviene del reconocimiento de que tenemos reservas no
utilizadas de espontaneidad, creatividad, coraje, y fuerza interna. En la situación de grupos, el
poder personal puede ser experimentado en formas que fueron negadas anteriormente y las
personas descubrir maneras en las cuales ellos mismos bloquean sus fuerzas. Este poder no es
poder sobre los demás; en cambio, es el sentido que tienen los recursos internos necesarios
para dirigir el curso de su propia vida.
Libertad para experimentar: La situación de grupo proporciona un lugar seguro para
experimentar con nuevas conductas. Después de probar estos nuevos comportamientos, las
personas pueden calibrar cuanto desean cambiar su proceder actual.
Retroinformación: Se determinan los efectos del comportamiento sobre los demás por la
retroinformación que recibe. Si está dada honesta y cuidadosamente, se capaz de entender más
claramente el impacto causado. Es decisión de cada quién qué hacer con esta
retroinformación.
Catarsis: La expresión de sentimientos reprimidos puede ser terapéutica, pues en esa
energía también se libera lo que ha estado contenido ciertos sentimientos amenazantes. La
catarsis permite a la persona saber que es posible la coexistencia de sentimientos tanto
positivos como negativos hacia alguien.
El componente cognitivo: La catarsis es aún más útil si la persona intenta encontrar
palabras para explicar sentimientos expresados. La conceptualización del significado de
sentimientos intensos asociados con ciertas experiencias puede proveer herramientas para
realizar cambios significativos.
Aprendizaje de destrezas interpersonales: En grupo se pueden descubrir diferentes
formas de mejorar las relaciones interpersonales.
Sentido del humor: Reírse de sí mismo puede ser extremadamente terapéutico. Ello
requiere de ver sus propios problemas en cierta perspectiva .Los que pueden hacerlo tienen
más capacidad de enfrentarse consigo mismos y con sus semejantes.
Cohesión de grupo: Los grupos se caracterizan por un alto grado de cohesividad, lo cual
les permite un clima en el que se siente libertad para compartir problemas y revelar
dimensiones de sí mismo. La cohesión de grupo recibe la influencia de varios factores,
algunos de los cuales son: el nivel de atracción del grupo por los miembros, el entusiasmo por
los líderes y la medida en que los miembros se identifican unos con otros.

ETAPAS DEL PROCESO DE GRUPO


El proceso de grupo conlleva cinco fases o etapas. Sin embargo, es importante resaltar que
cada grupo de consejería tiene sus propias particularidades en cuanto a su ritmo de desarrollo,
por ende, estas fases se constituyen en solo un mapa de recorrido para su crecimiento y
desarrollo.
Fase inicial: representa la etapa de reconocimiento de los miembros del grupo. En esta
etapa se definen las metas, las normas y otras informaciones necesarias para el buen
funcionamiento del grupo.
Fase de Profundización: Es la fase en que los miembros del grupo comparten sus
experiencias y vivencias. Se expresan los propios sentimientos y pensamientos, las
dificultades y esperanzas de cada miembro. Se trata de una fase de interacción positiva que
crece en la medida en que los miembros se estimulan y se sienten motivados a desarrollar
acciones que favorezcan cambios de actitud y comportamiento.
Fase de transición: En esta fase suele surgir tensión y conflictos entre los miembros. Se
trata de una fase en la cual el facilitador juega un rol muy importante ya que de su habilidad
dependerá que las tensiones y conflictos se manejen de manera adecuada y constructiva. Si
logra manejar los mismos, esto contribuirá a la maduración y crecimiento del grupo. En caso
contrario, pueden algunos miembros abandonar el grupo.
Fase de cohesión: Esta etapa implica que todos los miembros del grupo se unen para
conformar un todo. Se fortalece un clima de fraternidad y amistad entre los participantes. La
cohesión depende de la capacidad de los miembros de escuchar, comprender y dar apoyo
emocional.
Fase de cierre: Como todo tiene un comienzo también tiene un fin. El grupo llega a su
terminación. Se revisa de qué manera se lograron las metas establecidas inicialmente y cómo
la interacción grupal ha promovido cambios positivos en la vida de cada miembro. En esta
fase, el grupo despierta un interés en cada miembro de expandir su madurez y libertad en la
toma de decisiones hacia las diferentes situaciones de su vida cotidiana; así como, mantener la
confianza en sí mismo y la autonomía a pesar de la despedida.
DIFERENCIAS ENTRE GRUPO EFICAZ Y GRUPO INEFICAZ
El propósito de este tema es de enfocar la atención en las características del grupo que
satisfactoriamente han alcanzado una etapa de trabajo. A continuación presentamos algunos
lineamientos que el líder del grupo debe seguir para tratar de ayudar a los participantes a que
aprendan lo más que puedan del grupo.
A continuación haremos una comparación entre un grupo de trabajo y un grupo no
productivo.

Características de un grupo de trabajo:


Hay mucha confianza entre los miembros del grupo ya que se comparten interioridades.
Las metas establecidas por el líder del grupo son específicas y claras. Hay un deseo de
dirigir en grupo el comportamiento del mismo para alcanzar las metas.
La mayoría de los miembros del grupo se sienten parte del mismo y se invita a los más
pasivos a ser más activo en el grupo. Hay una comunicación abierta entre los miembros del
grupo.
Se basa en el aquí y el ahora.
Los participantes se hablan directamente el uno con el otro sobre sus experiencias
Las funciones del líder son compartidas en el grupo; las personas se sienten libres en iniciar
actividades o sugerencias, o explorar algunas áreas en particular.
Los conflictos entre los miembros o con respecto al líder son reconocidos y discutidos, y
con frecuencia se resuelven.
Los miembros aceptan la responsabilidad de detectar que acciones tomar para resolver los
problemas.

En resumen se puede decir que en un grupo de trabajo hay mucha confianza y cooperación.
Expresan fácilmente sus pensamientos y emociones y se ayudan el uno con el otro para que
cada uno de los miembros del grupo pueda hacer lo mismo. Además se trata de resolver la
mayor parte de los problemas que se puedan dar, gracias a la ayuda del líder.

Características de un grupo ineficaz:


Hay poca confianza entre los miembros y algo de hostilidad. Los miembros se rehúsan a
expresar sus sentimientos.
No tiene metas claras. Los miembros no tienen claras sus metas personales.
Muchos de los miembros se sienten excluidos del grupo. No expresan sus sentimientos al
grupo.
Los personas tienden a enfocarse en los demás y no en sí mismo. Se presenta una
resistencia en involucrarse con los problemas del grupo.
los miembros del grupo dependen 100% del líder para la toma de decisiones.
Hay fragmentación en el grupo
Hay miembros que culpan a otro de sus problemas y dificultades.
Los miembros se sienten víctimas.

En un equipo eficaz cada uno de los miembros del mismo tiene que ser capaz de responder a
las siguientes preguntas:
¿Para qué estamos aquí?
¿Cómo estamos organizados?
¿Quién es el responsable y cuáles son sus funciones?
¿Quién está interesado en que tengamos resultados?
¿Cómo hacemos frente a los problemas de trabajo que vayan surgiendo?
¿Cómo encajamos con otros grupos?
¿Qué beneficios obtenemos los miembros del grupo?

También es importante que en un equipo eficaz cada uno de los miembros del mismo tenga
que ser capaz de responder a estas otras interrogantes:
Valores y limitaciones de una catarsis en grupo.
Comportamiento deseado de los participantes del grupo

Si alguno de los miembros del equipo lleva tiempo en el mismo y todavía no es capaz de
responder a estas preguntas habrá que plantearse por qué, puesto que significa que no está
"totalmente" integrado y por tanto el equipo en su conjunto no es capaz de es totalmente
eficaz.

Según algunos teóricos, existen unas características comunes en los equipos que funcionan
eficazmente, mientras que las mismas características no aparecen en los que son ineficaces. El
conjunto de características son las siguientes:

Características de grupos eficaz


Predomina un ambiente informal y relajado
Hay contribuciones de todos los miembros del equipo
Se ha alcanzado a una comprensión y aceptación de las metas comunes
Se practica la buena escucha y consideración hacia los demás
Se examinan los desacuerdos
La toma de decisiones es consensuada
La crítica es constructiva y se acepta
Se expresan ideas y sentimientos libremente
Se comparte la información
Hay una clara asignación de las responsabilidades
El liderazgo se comparte
Predomina un ambiente formal y tenso
Hay dominación y por tanto contribuciones escasas
Los objetivos no están claramente definidos y se presentan conflictos de intereses
Existe falta de escucha
Se suprimen los desacuerdos
La toma de decisiones es prematura y sin alcanzar el consenso
La crítica es destructiva y personalizada
No se expresan ni ideas ni sentimientos
Falta de conocimiento de las decisiones
Las asignaciones no están claras
El papel de líder se guarda celosamente

El trabajo en equipo no es una mera suma de actividades individuales, sino que implica una
energía colectiva que produce un efecto distinto a la simple adición de tareas.
BIBLIOGRAFÍA

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PPU, S. A.
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