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FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE SALUD PÚBLICA
RADIOTERAPIA
CANCER DE VULVA
INTEGRANTES:
Gomes Genesis
Pascuales Alvaro
Rosales Valentina
Yaguare Mariana
CÁNCER DE VULVA
El cáncer vulvar es un tipo de cáncer que afecta la superficie externa de los
genitales femeninos. La vulva es el área de piel que rodea la uretra y la vagina,
y comprende el clítoris y los labios.
Por lo general, el cáncer vulvar se manifiesta como un bulto o llaga en la vulva
que con frecuencia produce picazón. Si bien puede ocurrir a cualquier edad, el
cáncer vulvar se diagnostica con más frecuencia en adultos mayores.
Es un tumor poco frecuente, representa el 4% de los canceres ginecológicos,
predomina en la posmenopausia, el 90% son escamosos, se localiza mayor
mente en los labios mayores.
El tratamiento para el cáncer vulvar generalmente implica una cirugía para
extirpar el cáncer y una pequeña parte del tejido sano que lo rodea. Algunas
veces, la cirugía de cáncer vulvar requiere la extirpación de toda la vulva.
Cuanto antes se diagnostique el cáncer vulvar, menos probable es que el
tratamiento requiera una cirugía más extensa.
SÍNTOMAS
Los signos y síntomas del cáncer vulvar pueden comprender los siguientes:
• Picazón que no desaparece
• Dolor y sensibilidad
• Sangrado que no proviene de la menstruación
• Cambios en la piel, como cambios de color o engrosamiento
• Un bulto, protuberancias que parecen verrugas o una llaga abierta
(úlcera)
Cuándo consultar al médico
Pide una consulta con el médico de atención primaria o el ginecólogo si tienes
síntomas persistentes que te preocupen.
Factores de riesgo
Aunque se desconoce la causa exacta del cáncer vulvar, ciertos factores
aumentan el riesgo, entre ellos:
• Edad avanzada. El riesgo de padecer cáncer vulvar aumenta con los
años, aunque se puede padecer a cualquier edad. La edad promedio del
diagnóstico es 65 años.
• Exposición al virus del papiloma humano (VPH). El VPH es una infección
de transmisión sexual que aumenta el riesgo de padecer varios tipos de cáncer,
como el cáncer vulvar y el de cuello uterino. Muchas personas jóvenes y
sexualmente activas están expuestas al VPH, pero en la mayoría, la infección
desaparece sola. En algunas, la infección causa alteraciones en las células y
aumenta el riesgo de padecer cáncer en el futuro.
• Fumar. Fumar cigarrillos aumenta el riesgo de padecer cáncer vulvar.
• Tener el sistema inmunitario debilitado. Las mujeres que toman
medicamentos para inhibir el sistema inmunitario, como las que se han
sometido a trasplantes de órganos, y las que padecen afecciones que debilitan
el sistema inmunitario, como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH),
tienen un mayor riesgo de padecer cáncer vulvar.
• Tener antecedentes de enfermedades precancerosas de la vulva. La
neoplasia intraepitelial vulvar es una enfermedad precancerosa que aumenta el
riesgo de padecer cáncer vulvar. La mayoría de las mujeres con neoplasia
intraepitelial vulvar nunca presentará cáncer, pero unas pocas sí pueden
padecer un cáncer vulvar invasivo. Por este motivo, el médico puede
recomendarte un tratamiento para eliminar la zona de células anormales y
controles periódicos de seguimiento.
• Tener una enfermedad de la piel que afecte la vulva. El liquen escleroso,
que produce alisamiento y picazón en la piel de la vulva, aumenta el riesgo de
padecer cáncer vulvar.
PREVENCIÓN
Reduce el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual
Para reducir el riesgo de padecer cáncer vulvar, reduce el riesgo de contraer la
infección de transmisión sexual por VPH:
• Limita la cantidad de parejas sexuales. Cuantas más parejas sexuales
tengas, mayor es el riesgo de exposición al VPH.
• Utiliza un preservativo cada vez que tengas relaciones sexuales. Los
preservativos pueden reducir el riesgo de contraer el VPH, pero no pueden
protegerte totalmente contra el virus.
• Aplícate la vacuna contra el VPH. Las niñas y las mujeres jóvenes
deberían considerar la posibilidad de aplicarse la vacuna contra el VPH, que
protege contra las cepas del virus que se cree que causan la mayoría de los
casos de cáncer vulvar.
Consulta con el médico sobre los exámenes pélvicos
Consulta con el médico sobre la frecuencia con la que deberías realizarte
exámenes pélvicos. Estos exámenes permiten que el médico examine
visualmente la vulva y examine manualmente los órganos genitales internos
para detectar anomalías.
Melanoma vulvar
los melanomas malignos de las mucosas son tumores raros. Se localizan con
más frecuencia en la cavidad nasal, la cavidad oral, la conjuntiva ocular, la
mucosa genital y el área perianal. La característica clínica más frecuente en
estos melanomas es la presencia de una hiperpigmentación macular extensa e
irregular plana, en ocasiones moteada, que se extiende durante años, antes de
elevarse. El melanoma del tracto genital femenino es la segunda neoplasia
primaria más frecuente de la vulva, representando un 3% de todos los
melanomas diagnosticados en la mujer. El melanoma vaginal se origina en
áreas de melanosis o de hiperplasia melanocítica atípica. La mayoría de los
casos ocurre en mujeres caucásicas y alrededor de la 6.a década de la vida. El
síntoma más común es el sangrado genital. El melanoma maligno de las
mucosas tiene un comportamiento agresivo con una alta tasa de fracaso local y
metástasis. La supervivencia a los 5 años es menor del 20%.
I-II localizado
Tumor Grosor Ulceración
IA T1 <1 a: no
IB T1 <1 b: sí
T2 >1,01 - 2 a: no
IIA T2 >1,01 - 2 b: sí
T3 >2,01 - 4 a: no
IIB T3 >2,01 - 4 b: sí
T4 >4 a: no
IIC T4 >4 b: sí
IV Diseminado
M1: Cutáneo o SUBCUTÁNEOM2: PULMONARM3: Otras localizaciones o
aumento de LDH
Puntos importantes
o Estadio I
o Estadio II
o Estadio III
o Estadio IV
Es posible que el cáncer se disemine desde donde comenzó a otras partes del
cuerpo.
Cuando el cáncer se disemina a otra parte del cuerpo, se llama metástasis. Las
células cancerosas se desprenden de donde se originaron (el tumor primario) y
se desplazan a través del sistema linfático o la sangre.
Estadio I
Estadio II
Estadio III
Estadio IV
Hay diferentes tipos de tratamiento para las pacientes con cáncer de vulva.
Hay diferentes tipos de tratamiento disponibles para las pacientes con cáncer
de vulva. Algunos tratamientos son estándar (el tratamiento que se usa en la
actualidad) y otros se encuentran en evaluación en ensayos clínicos. Un
ensayo clínico de un tratamiento es un estudio de investigación que procura
mejorar los tratamientos actuales u obtener información sobre tratamientos
nuevos para pacientes de cáncer. Cuando los ensayos clínicos muestran que
un tratamiento nuevo es mejor que el tratamiento estándar, el tratamiento
nuevo a veces se convierte en el tratamiento estándar. Las pacientes deberían
pensar en participar en un ensayo clínico. Algunos ensayos clínicos están
abiertos solo para pacientes que no han comenzado un tratamiento.
Se utilizan cuatro tipos de tratamiento estándar:
Cirugía
Una vez que el médico extrae todo el cáncer visible al momento de la cirugía,
es posible que algunas pacientes reciban quimioterapia o radioterapia después
de la cirugía para eliminar cualquier célula cancerosa que quede. El tratamiento
administrado después de la cirugía para disminuir el riesgo de que el cáncer
vuelva se llama terapia adyuvante.
Radioterapia
Quimioterapia
Terapia biológica
DEFINICIONES FIGO
El diagnóstico del cáncer de vulva se realiza por medio de una biopsia. El
examen se lleva a cabo con anestesia. Para clasificar a la paciente en estadios,
se utilizan los siguientes métodos, según la necesidad: cistoscopia,
proctoscopia, examen de radiografía de los pulmones y urografía intravenosa.
Los presuntos compromisos de la vejiga o el recto se deberán confirmar por
medio de una biopsia. El sistema de estadificación no se aplica al melanoma de
vulva maligno, que se clasifica como melanoma de la piel.
TRATAMIENTOS
Cirugía primaria
Cirugía ganglionar
Función de la radioterapia
Ganglios inguinales
Ganglios pélvicos
Función de la quimioterapia
TÉCNICAS DE RADIOTERAPIA
Radioterapia Postoperatoria
Pacientes con márgenes positivos después de vulvectomía En
pacientes sin enfermedad metastásica en los ganglios inguinales se
emplean campos opuestos anterior y posterior (AP-PA) que incluyen
todo el periné pero sólo abarcan la pelvis verdadera (el margen superior
del campo es el estrecho pélvico). El tratamiento se administra con
fracciones de 180 cGy, 5 días por semana, hasta una dosis total de 4500
cGy a la línea media. En pacientes con ganglios inguinales positivos, el
campo pélvico perineal debe extenderse para cubrir toda la pelvis (límite
superior el cuerpo vertebral de L5). Asimismo se deben emplear campos
anteriores adyacentes a los campos pélvicos para tratar las regiones
inguinales con electrones. Los campos inguinales se irradian con
electrones de 13-16 MeV, la dosis se especifica a nivel de Dmax,
empleando fracciones de 180 cGy hasta una dosis de 4500 cGy. Si no
se dispone de electrones, el campo pélvico anterior debe extenderse
para incluir las regiones inguinales, empleando un filtro compensador
sobre la pelvis, para tratar los ganglios inguinales, a una profundidad de
3-4 cm con fracciones de 180 cGy.