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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SANTA

FACULTAD DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y CC. PP.

Texto Argumentativo

TÍTULO

La incorporación de la bicameralidad en el gobierno peruano del año 2019.

Autores/as:

- Lopez Valderrama Adams Noe

- Pozo Lezama Jerson Steve

- Rodríguez Portal Luis Daniel

- Saba Mondragón Miriam Yolanda

Asesor/a:

- Nayrud Suarez Sánchez

NUEVO CHIMBOTE – PERÚ

2019
Índice:

I. Introducción. ...................................................................................................................... 3

II. Argumentación. .................................................................................................................. 4

2.1. Sección I: Antecedentes jurídicos................................................................................... 4

2.2. Sección II: Aspectos doctrinales..................................................................................... 7

2.3. Sección III: Argumentación jurídica. ........................................................................... 21

III. Conclusiones. ............................................................................................................... 26

IV. Referencias bibliográficas ............................................................................................ 27


I. Introducción.

En la presente Investigación denominada “La incorporación de la bicameralidad en el


gobierno peruano del año 2019” abarcaremos los conceptos, características y facultades de la
institucionalización del poder legislativo en un sistema bicameral, la cual diversos juristas
han aportado estudios históricos-constitucionales sobre el mencionado sistema, junto con su
relevancia en el gobierno peruano. Sobre todo, analizaremos la dinámica de las dos cámaras
que conforman el sistema bicameral para poder dar un enfoque en el derecho comparado, y
responder si resulta pertinente o no la incorporación de una cámara de senadores al
parlamento.

Es un tema muy controversial que está suscitándose hoy en el Perú, para ello hemos realizado
esta investigación con la finalidad de conocer cuáles serían las consecuencias políticas,
económicas, y sociales que traería el retorno de una bicameralidad, teniendo en cuenta que
para que se de esta, tiene que haber una reforma constitucional. Para ello consideramos que es
necesario analizar el retorno de la bicameralidad, así mismo conocer su duración y sus
funciones, basándonos en campos como el Derecho constitucional, Ciencia Política,
Criminología, Historia general e Historia de las Ideas Políticas, y ciencias jurídicas. Para así
poder determinar ventajas y desventajas que traerían dichas consecuencias. Hemos optado por
este tema, puesto que consideramos que es un tema muy importante tanto en el ámbito
legislativo, como en nuestra vida cotidiana. Muchas personas desconocen los efectos que
traen una bicameralidad, para ello vamos a explicar lo que significa y las consecuencias que
traen. Por ello, para realizar esta investigación nos hemos planteado objetivos, acerca de que
si la bicameralidad sería un progreso para nuestro país o un atraso.
II. Argumentación.
2.1. Sección I: Antecedentes jurídicos.

Definición y origen

En el transcurrir de la historia, el sistema parlamentario ha adoptado distintas formas de


organización al número de cámaras que lo integran. Como el sistema parlamentario
unicameral y el sistema parlamentario bicameral.

La unicameralidad consiste en una sola cámara o único órgano legislativo Scudin (2018), que
se subdivide en dos:

i) Unicameralismo perfecto, referido a aquel sistema parlamentario que plantea la


existencia de una sola Cámara, basado en la organización interna del Órgano
Parlamentario, es decir, el Parlamento desarrolla sus funciones de manera integral,
a través de comisiones especializadas.
ii) Unicameralismo imperfecto, sistema parlamentario que consta también de una sola
Cámara, sin embargo, a diferencia del anterior sistema en este caso el Parlamento
no desarrolla funciones de manera integral, es decir, se produce una fragmentación
en su organización interna existiendo un órgano que funge como una pequeña
Cámara (pág. 2)
La Bicameralidad, que está compuesto por dos cámaras en el congreso, denominada la
Cámara Alta o Cámara de Senadores, son los representantes selectos o de primer orden
“Junta, asamblea o reunión de las personas más distinguidas de una República o Estado” y
Cámara Baja o Cámara de Diputados, son los representantes comunes o de segundo orden.
Elegida por sufragio para representar a los ciudadanos o electores ante un organismo
administrativo provincial o de distrito, con la doble finalidad de defender los intereses del
territorio que lo elige y de las fuerzas políticas que lo apoyan” (CABANELLAS DE
TORRES, 2002, pág., 142)

Se subdividen:

Bicameralidad perfecta, ambas cámaras tienen las mis facultad.

Bicameralidad imperfecta, se diferencia por que las dos cámaras cumplen diferentes
funciones, la primera realiza funciones política y gran parte de la legislativa y la segunda
cámara es más deliberada, reflexiva y técnica. Los poderes del parlamento son limitados.
En el Perú, desde 1822 observamos que ambos sistemas parlamentarios han sido
implementados en el Congreso nacional a lo largo de su historia constitucional,
predominando el sistema parlamentario bicameral y con una mayor vigencia. Sin
embargo, su permanencia se ha visto afectada cada cierto tiempo por las variaciones
constitucionales hacia el unicameralismo. Así tenemos, que en el trascurso de su historia
republicana el Perú ha sido regido por 12 constituciones, 8 han optado por el sistema
bicameral, tres por el sistema unicameral y sólo una por el sistema tricameral. (Scudin,
2018, pág. 5)

Iniciativas legislativas y propuestas de reforma constitucional para el retorno al sistema


Bicameral en el Perú.

Desde el año 2000 hacia delante se buscado diversas formas, para lograr la incorporación del
sistema parlamentario bicameral, es por ello, que desde el 2001, se conforma una Comisión
de Estudio de las Bases de la Reforma Constitucional a través del Decreto Supremo N° 018-
2001- JUS, que establecía una reforma constitucional en el país, en relación a las funciones y
estructuras del congreso Republicano.

A su vez, la Ley N° 27600, promulgada en diciembre de 2001, dispone que la Comisión de


Constitución, Reglamento y Acusaciones Constitucionales, hoy Comisión de Constitución y
Reglamento, se encargue de la evaluación de la Constitución de 1993 y de la revisión de la
Constitución de 1979, a fin de proponer una reforma de la primera, tomando como modelo el
texto constitucional de 1979; el resultado de dicho encargo fue la aprobación de un dictamen
en el año 2002, el mismo que fue elevado al Pleno del Congreso donde su debate quedo
paralizado. (SCUDIN, 2018, pág. 8)

En el 2007 la Comisión de constitución y reglamento del congreso de la Republica se aprobó


el dictamen de los Proyectos de Ley N.° 094/2006-CR, 589/2006-CR, 784/2006-CR y
1064/2006-CR de tal forma que se podría modificar los títulos IV y VI de la Constitución
política del Perú, teniendo como finalidad la incorporación de la Bicameralidad conformado
por un Senado elegido mediante distrito electoral único y una Cámara de Diputados elegida
por circunscripciones electorales o distrito electoral múltiple.

Dicha propuesta de reforma constitucional planteaba el retorno al modelo bicameral


establecido en la Constitución Política de 1979, esquema que se rompe con la Constitución
Política de 1993, mediante la implementación de un sistema similar compuesto de dos
cámaras, el Senado conformado por 50 senadores, cuya elección sería en circunscripción
electoral nacional o “distrito electoral único”, y una Cámara de Diputados conformada por
120 diputados, elegidos en circunscripciones departamentales o regionales, a través del
sistema de “distrito electoral múltiple, como sucede hoy en día para la elección de nuestros
congresistas. (DIDP, 2018, pág. 9; 10)

En el año 2012, la Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso de la República


dictamina el Proyecto de Ley N° 1457/2012-CR11, que propone la instauración del sistema
bicameral y cuyo sustento son los antecedentes históricos y la legislación comparada de
países como Brasil, Italia y Alemania.

Los años siguientes años se presentaron los proyectos de ley 1740/2017-CR, 2856/2017-CR,
3185/2018-PE y 3259/2018 con la finalidad de restablecer la bicameralidad en el Parlamento
nacional. El Proyecto de ley 3185/2018-PE remitido por el Poder Ejecutivo plantea reformar
la Constitución Política del Perú con la finalidad de establecer la bicameralidad en el
Congreso para fomentar la igualdad de participación política de mujeres y hombres, así como
propiciar una mejor representación regional. (Scudin, 2018, pág. 10; 11)

La bicameralidad a favor o en contra

Se puede considerar que la unicameralidad tiene virtud en las funciones legislativas, porque se
puede realizar con mayor rapidez al expedir una ley, sin embargo no es así, porque esa misma
rapidez puede afectar puede afectar la calidad de la norma. Por otro lado la Bicameralidad
realiza un mayor análisis y reflexión para expedir una ley, porque pasa por dos cámaras,
permitiendo que las leyes sean de mejor calidad, cuyo fin es el bienestar común.

Si nos centramos en la función de representación, la Bicameralidad tiene la virtud de


representar mejor a la población, en la medida que existan mecanismos diferenciados de
elección. Habría senadores que representen a todo el territorio nacional y diputados que
representen a circunscripciones electorales regionales o provinciales. La Unicameralidad
dificulta representar a la población de esta manera diferenciada. Si queremos mejorar la forma
de representación, quizá sería razonable optar por la Bicameralidad. (Torres, 2018)

También debemos considerar el gasto que implicaría implementar una segunda Cámara. Un
Parlamento bicameral supondría un incremento importante de los recursos públicos que se
deberían asignar para su funcionamiento, lo que podría ser políticamente inadecuado en una
época de retroceso económico y crecimiento de la pobreza.
El abogado constitucionalista Alberto Bórea señaló que el retorno de la bicameralidad es
fundamental para la democracia porque permitirá tener un Senado que garantice una discusión
política seria. Sostiene que una Cámara de Senadores congregaría a los grandes gestores del
sistema político de largo alcance, para evitar que ese poder del Estado actúe solo bajo los
"reflejos o circunstancias del momento" y que siga una verdadera dirección política con visión
de futuro. (Borea, 2013)

2.2. Sección II: Aspectos doctrinales.


1. LA DOCTRINA NACIONAL RESPECTO A LA BICAMERALIDAD EN EL PERÚ

Para realizar o promover aspectos doctrinales en torno a la bicameralidad en el Perú, es


necesario realizar un análisis de la bicameralidad en las constituciones del Perú. Así mismo
sabemos que estos aspectos han sido estudiados por distintos autores y juristas, cuyos
argumentos, sustentan los procedimientos para alcanzar un nuevo sistema parlamentario,
esto es transformar el sistema unicameral, hacia un sistema bicameral.
Constitución Política de 1828
Sobre esta Constitución, (Paniagua, 2002) señala que “consagró un equilibrado y racional
sistema presidencial fundado en una neta separación e independencia de poderes y en un
bicameralismo asimétrico” (p. 38) Este es el primer texto constitucional en contener como
sistema de gobierno legislativo, el Bicameralismo, esto quiere decir, un Congreso
conformado por dos cámaras: una de senadores y la segunda de diputados. Sobre el
bicameralismo, Paniagua agrega: “Consideraba la Comisión que, existiendo dos cámaras,
el Congreso deliberaría con la madurez y sabiduría que no es de tan esperar de una sola
cámara. La razón y la experiencia positiva de su aplicación en otras naciones aseguraba el
buen resultado del sistema” (p. 39). Al momento de elegir los integrantes, estas eran
diferentes, ya que los diputados eran elegidos por las provincias según la cantidad de
personas capaces electoralmente de las mismas, este cargo tenía la duración de 4 años y era
renovada por mitad cada dos años, a diferencia de los senadores, que eran elegidos por las
Juntas Departamentales, además de ser populares e indirectas; esto se daba porque se creía
que estas Juntas Departamentales eran las que estaban más preparadas en información e
inteligencia para poder elegir sabiamente a estos representantes.
La importancia de esta constitución está en que puso las bases constitucionales del Perú y
sirvió de modelo para las siguientes constituciones. Esta constitución, a diferencia de otras
anteriores, sancionaba la inferioridad del Ejecutivo en la relación con el Legislativo ya que
se buscaba que hubiera un equilibrio entre los poderes del estado. En esta Constitución,
también existía una base departamental para que se dé la elección de senadores y una
provincial para los diputados.
Los requisitos para pertenecer a ambas cámaras eran diferentes para cada una. En el caso
de la Cámara de Diputados estaba conformado por representantes elegidos por medio de
los Colegios Electorales de Parroquia y de Provincia, por cada 200 personas de la
parroquia se elegía un representante.
Esta Constitución, al referirse a los requisitos para integrar la cámara de Diputados,
sostiene que son los siguientes:

1. “Ser ciudadano en ejercicio.

2. Ser vecino y residente en la colonia.

3. Tener una propiedad raíz, o un capital que produzca trescientos pesos al año, o ser
maestro de algún arte u oficio, o profesor de alguna ciencia.

4. Saber leer y escribir, excepto por ahora los indígenas con arreglo a lo que prevenga la
ley de elecciones.” (Art.13)
En el caso de la cámara de Senadores, sus miembros eran elegidos a través de las listas
hechas por los Colegios Electorales, estas pasaban a la respectiva Junta Departamental, y
esta elegía 3 por cada departamento. Esta Constitución, al referirse a los requisitos para
integrar la cámara de Senadores, sostiene que son los siguientes:
1. “Ser ciudadano en ejercicio.

2. Tener 40 años en ejercicio.

3. Tener una propiedad territorial que rinda mil pesos de producto líquido al año, o un
capital que produzca anualmente unos mil pesos, o una renta de igual cantidad, o ser
profesor público de alguna ciencia.

4. No haber sido condenado legalmente en causa criminal que traiga consigo pena corporal
o infamante.” (Art. 29)
Respecto a sus funciones, ambas cámaras poseían las mismas, ninguna de las dos era
superior a la otra, sino que ambas estaban en la misma jerarquía y colaboraban la una con
la otra. En esta Constitución se mencionan las atribuciones del Congreso, entre las más
importantes desarrolla las siguientes:
“Son atribuciones del Congreso:
1.- Dar las leyes, interpretar, modificar, o derogar las existentes.
2.- Aprobar los reglamentos de cualesquiera cuerpos o establecimientos nacionales.
3.- Designar la fuerza armada de mar y tierra en tiempo de paz y de guerra, y dar
ordenanzas o reglamentos para su organización y servicio.
4.- Declarar la guerra oído del Poder Ejecutivo, y requerirle para que negocie la paz.
5.-Aprobar los tratados de paz, y demás convenios procedentes de las relaciones exteriores.
10.- Reconocer la deuda nacional, y fijar los medios para consolidarla y amortizarla.
14.- Proclamar la elección de Presidente y Vicepresidente de la República hecha por los
Colegios Electorales; o hacerlas cuando no resulten elegidos según la ley.
21.- Conceder premios a las corporaciones o personas que hayan hecho eminentes
servicios a la Nación; y decretar honores a la memoria de los grandes hombres.
22.- Conceder amnistías e indultos generales, cuando lo exija la conveniencia pública.
23.- Autorizar extraordinariamente al Poder Ejecutivo, y sólo por el tiempo preciso, en
casos de invasión de enemigos o sedición, si la seguridad pública lo exigiere; debiendo
concurrir los dos tercios de los votos de ambas Cámaras; y quedando el Ejecutivo obligado
a dar razón motivada de las medidas que tomare.
24.- Trasladar a otro lugar la residencia de los tres Supremos Poderes cuando lo demanden
graves circunstancias y lo acuerden los dos tercios de los miembros existentes del
Congreso” (Art. 48)

Aquí podemos ver que las Cámaras Legislativas no solo se encargaban proponer, analizar,
debatir proyectos de ley, sino que también tenían otras cosas que decidir como el hecho de
conceder indultos, amnistías y otros; este tema que hace poco estuvo causando polémica ya
que el famoso indulto humanitario concedido al ex presidente de la República, Alberto
Fujimori, fue dado por, el también ex jefe del ejecutivo, Pedro Pablo Kuczynski.
El proceso para la aprobación de leyes se describe en los artículos 49° – 65°, en resumen,
se daba de la siguiente manera: Tenían iniciativa de ley los mismos integrantes de las
cámaras, además del ejecutivo por medio de sus respectivos ministros. Una vez que el
proyecto era aprobado en la cámara de su origen, inmediatamente pasaba a la otra cámara
para ser analizada, debatida y luego ser aprobada o desechada. Luego, de ser aprobada por
la mayoría de ambas cámaras pasaba al Poder Ejecutivo quien lo suscribía y publicaba
inmediatamente si no tuviera observaciones que hacerle. En caso tenga alguna
observación, devolvía el proyecto al Legislativo con las observaciones respectivas en un
plazo máximo de 10 días para que lo corrijan.

Constitución Política de 1860


Según, (Villanueva, 2016) escribe que, la necesidad de que esta Constitución existiera,
eran las graves críticas que se tenía sobre la anterior, ya que ese sistema se consideró uno
de los más confusos, una de estas críticas era la siguiente:
“Se necesitaba que el legislativo fuera un poder independiente, eficaz, que condujera al
país hacia el progreso. Para ello se debían garantizar leyes aceptables para la ciudadanía,
tal como era el caso de los Congresos británico y norteamericano. Para cumplir tal meta,
había que hacer una adecuada selección de representantes; de ahí que fuera imperativo
tener una Cámara de Diputados que representara a los pueblos de la república; ellos se
encargarían de hacer las normas legales. Las leyes producidas por la Cámara de Diputados
necesitarían ser monitoreadas y corregidas por otro cuerpo legislativo. Por eso se precisaba
la existencia de una Cámara de Senadores, que tendría a su cargo una medida fundamental:
la reflexión de las leyes.” (p. 39)
La importancia de esta constitución está en su duración ya que se mantuvo durante 60 años
con dos breves interrupciones en 1867 y 1879. Otro dato importante es que en esta
constitución estuvo PROHIBIDA la reelección de los representantes de ambas cámaras
legislativas.
En esta constitución, los requisitos para pertenecer a ambas cámaras también eran
diferentes. En el caso de la cámara de Diputados, se elegían uno y un suplente por cada
30000 habitantes. Esta Constitución, al referirse a los requisitos para integrar esta cámara,
sostiene que son los siguientes:
“1. Ser peruano de nacimiento.
2. Ciudadano en ejercicio
3. Tener veinticinco años de edad.
4. Ser natural del departamento a que la provincia pertenezca, o tener en él tres años de
residencia.
El Sistema Bicameralidad lo entendemos como, una forma que propone o establece la
existencia de dos cámaras, una conformada por diputados, considerados como
representantes comunes o de segundo orden, “representante de un cuerpo u organismo.
Persona elegida por sufragio para representar a los ciudadanos o electores ante un
organismo administrativo provincial o de distrito, con la doble finalidad de defender los
intereses del territorio que lo elige y de las fuerzas políticas que lo apoyan”
Por otra parte, los Senadores, considerados como representantes selectos o de primer
orden, junta, asamblea o reunión de las personas más distinguidas de una República o
Estado, cuyas leyes forman, modifican o anulan, o en cuyo gobierno participan al menos
por el consejo público del informe calificado. En la antigua Roma, la asamblea patricia,
primera en su género, que constituyo su consejo supremo. En diversos pueblos modernos,
la alta Cámara, la que comparte el Poder Legislativo con el Congreso de los de los
diputados.
Realizado este análisis podemos darnos cuenta, la gran importancia que han tenido tener
estas 2 cámaras en nuestras constituciones anteriores, en efecto, nos hacemos la siguiente
interrogante:
¿Por qué deberíamos retornar la bicameralidad a nuestro sistema legislativo?
(Salinas, 2009), Actual Ministro de Justicia, menciona:

“Como ayer, tenemos un Parlamento deslegitimado por su ineficacia, improductividad y,


especialmente, por las actitudes particulares asumidas por algunos representantes y grupos
parlamentarios. Es decir, los mismos argumentos que permitieron en su oportunidad la
extinción de la Cámara de Senadores, hoy sirven para proponer su retorno” (p. 149)
Podemos encontrar varios motivos para estar a favor de nuestro regreso a la
Bicameralidad:

Para poder tener leyes mejor evaluadas, factibles y estructuradas en favor de la


sociedad
Como sabemos, la eliminación de la Bicameralidad se dio en 1992, cuando el ex presidente
Alberto Fujimori cerró el Congreso cuando dio su tan conocido Golpe de Estado. Se dice
que una de las causas principales para terminar con el sistema bicameral fue que esta
organización llegó a un punto de no tener unas buenas decisiones con respecto a los
proyectos de ley y finalmente las leyes aprobadas y promulgadas; sin embargo,
actualmente vemos la misma situación diariamente, ya que muchos proyectos de ley son
aprobadas rápidamente y sin tomarse el tiempo de analizarla, estudiarla, ver si es factible o
no y es por eso que muchas de estas tienen “nombre y apellido” como se podría decir
porque estas son promulgadas favoreciendo a una persona o a alguna empresa con mucha
influencia, esto se vuelve uno de los motivos principales por el que se vuelve a plantear
este sistema bicameral en nuestro Poder Legislativo.
Un ejemplo de cómo actualmente este punto se encuentra mal operado por el Congreso es
el hecho de que recientemente el Poder Legislativo aprobó una ley que permite que los
mayores de 65 años que se encuentren cumpliendo condena en prisión puedan culminarla
en su domicilio. Todos sabemos que, aún sin decirlo, esta ley está totalmente dirigida hacia
el ex Presidente de la República Alberto Fujimori, luego de que la Corte Suprema le haya
anulado el indulto humanitario aprobado por el también ex Presidente de la República,
Pedro Pablo Kuckzynski.
Si este proyecto se llegara aprobar sería un gran pro el hecho de volver la legislación, es
decir la creación y aprobación de leyes más lenta; ya que el fin de las dos cámaras es que
una revise a la otra, en otras palabras, la cámara que origine el proyecto de ley, tiene que
ser revisada, analizada y observada por la otra cámara. Esto haría más eficiente todo el
proceso de creación y promulgación de leyes.

Para mejorar la representación legislativa


Actualmente se escucha contra este sistema bicameral el siguiente argumento “¿Qué
ganamos metiendo más personas al Congreso?”
La propuesta del Presidente Martín Vizcarra sobre este tema es que vuelva el sistema
bicameral a nuestro Poder Legislativo con una cantidad de 100 diputados y 30 senadores,
es decir, la misma cantidad de parlamentarios que los que tenemos actualmente. El hecho
de volver a la Bicameralidad, mejoraría nuestra representación Legislativa ya que toda la
población estaría mucho mejor personificada y se pondría más atención a las zonas más
vulnerables en nuestro país y ya no pasaría lo que sucede actualmente que se deja de lado a
un sector de la población.

Porque promueve el equilibrio de poderes


(Puente, 2018 ), sobre cómo bicameralidad promueve el equilibrio de poderes, indica lo
siguiente “La bicameralidad, por teoría y práctica, es la mejor receta para un adecuado
equilibrio de poderes y en el caso peruano, la mejor forma de consolidar su
presidencialismo histórico.”
Si nos ponemos a pensar, tiene razón, ya que los poderes del Estado existen para frenarse
entre sí, es decir, que todos estos tengan el mismo rango, que ninguno “pisotee” al otro. La
Bicameralidad sería una solución a las constantes rivalidades entre el Legislativo y el
Ejecutivo. Además, agrega que “un Congreso unicameral y sin reelección será menos
responsable con el sistema político y su primera víctima será el presidente.

El hecho de que volvamos a la Bicameralidad, nos asegura que el poder que actualmente
tiene el Legislativo baje, ya que el fin de ambas cámaras es regularse la una a la otra y esto
hace que se limite el poder del Congreso, a diferencia de lo que actualmente sucede donde,
este al ser unitario tiene una mayor fuerza comparado al Ejecutivo.

Al realizar este estudio nos hemos dados cuentas que nuestro país ha tenido diferente
constituciones, en el cual han sucedido diversos gobiernos, pero podemos apreciar que la
mayoría de nuestras constituciones han establecido en el poder legislativo un sistema
bicameral, así tenemos la constitución de 1828, 1834, 1839, 1856, 1860, 1920, 1933 y la
última de 1979, mientras que sólo han tenido una vigencia breve y han sido unicameral la
Carta de 1823, de 1867 y la actual de 1993. Cabe mencionar la de 1826 que no fue
unicameral, ni bicameral, sino que estableció tres cámaras... La Constitución de 1979 en su
artículo 164º dice el Congreso se compone de dos Cámaras: El Senado y la Cámara de
Diputados. Durante el receso funciona la Comisión Permanente. Estas cámaras trabajaban
cada una por separado y tenían ciertas funciones diferenciadas. Así tenemos que el Senado
ratifica o nombraba a varios funcionarios importantes del Estado, en tanto que la Cámara
de Diputados podía interpelar y censurar a los ministros. Con la Constitución de 1993, se
modificó el sistema bicameral, que tenía un Senado y una Cámara de Diputado por un
sistema unicameral, con un número reducido de ciento treinta congresistas. Con ello se
buscó que el Congreso fuera más dinámico y que se redujera el número de sus miembros.

Al realizar un estudio de investigación tenemos, primero que saber cuáles son los
mecanismos para retornar la bicameralidad, para ello tenemos en cuenta que: se han optado
por 3 mecanismos importantes como: Una Asamblea constituyente y una nueva
redacción de una nueva constitución. Así mismo otro mecanismo es la derogación de la
constitución de 1993 y el retorno de la constitución de 1979 agregando
modificaciones, Y por último la reforma parcial de la constitución de 1993 con
Respecto al poder legislativo: de una cámara única a un Sistema bicameral.
En nuestro país las diversas Constituciones que han regido han sido sustituidas por otra, sin
tomar en consideración los procedimientos contemplados en la que se deroga. Así, tenemos
como ejemplo la Constitución Política de 1979, que fue elaborada y promulgada por una
Asamblea Constituyente, organismo inexistente para la Constitución de 1933, que era la
vigente y que fue derogada por dicha Asamblea; igualmente la Constitución de 1993
aprobada por un Congreso Constituyente Democrático, producto de un autogolpe de
Estado que estableció un gobierno autoritario y corrupto.
En el libro Constitución: Fuentes e Interpretación dice: “La respuesta a esta interrogante no
viene sólo de la ciencia política, ni sólo del Derecho pues afecta a ambos y, por
consiguiente, es uno de los puntos medulares de contacto. La teoría ha sostenido que la
Constitución de un Estado queda legitimada por dos factores: uno es la participación del
pueblo en su aprobación, en su ejercicio de lo que se denomina Poder Constituyente; el
otro, la observancia continuada de dicha Constitución.” (Enrique, 1998).

Dada la naturaleza y la trascendencia que revisten las disposiciones de la Constitución, se


considera que estas deben emanar de un órgano político especial, investido de una
autoridad superior a los órganos gubernamentales. Ese órgano es el llamado poder
constituyente, de tal manera que este es el poder creador del Estado.

El término constituyente, acuñado en el derecho público francés significa: “lo que


instituye”, “lo que establece”, “lo que crea”, “lo que organiza institucionalmente”, y en
Derecho público se aplica a la sociedad civil y política o Estado.

De acuerdo con la definición de (Segundo, 1970 ), el poder constituyente “es la facultad


inherente a toda comunidad soberana de darse su ordenamiento jurídico político
fundamental originario por medio de una Constitución, y de reformar este total o
parcialmente cuando sea necesario”
Entonces, en esta definición aparecen como características esenciales del concepto de
poder constituyente, en primer lugar, la titularidad que está en la cabeza de la comunidad
soberana, es decir, el pueblo; en segundo lugar, la facultad que consiste en darse su propio
ordenamiento jurídico-político fundamental, a través de una Constitución; en tercer lugar,
que el poder constituyente puede ser originario o primario, cuando actúa para dar este
ordenamiento por primera vez, o para cambiarlo por otro distinto, y derivado, cuando
delega en un cuerpo específico, que puede ser un poder constituido, la facultad de reformar
o modificar el ordenamiento, es decir, para hacer una reforma constitucional. Tenemos que
hacer una distinción entre lo que es poder constituyente originario, poder constituyente
derivado y poderes constituidos. Al respecto,
Vladimiro Naranjo Mesa precisa: “El poder constituyente se llama entonces originario,
cuando el nuevo orden jurídico que él establece nace sin apoyo en una norma positiva
anterior, es decir, cuando surge por primera vez. Ello puede tener lugar en el caso del
nacimiento o conformación de un nuevo Estado, al darse este su propia Constitución
independiente, o como consecuencia de la ruptura del orden jurídico anterior, bien sea
como resultado de un cambio revolucionario, de un golpe de Estado, de una
transformación institucional en las estructuras políticas del Estado, o de conquista militar.”
“El poder constituyente se llama derivado, cuando el ordenamiento jurídico nuevo surge de
un sistema constitucional ya establecido, basado en competencias y mediante
procedimientos ya existentes en vigor. Su funcionamiento está previsto en disposiciones de
la Constitución anterior, la cual dispone procedimientos especiales para su revisión o
reforma. De ahí que una de sus características sea la legalidad, esto es, la sujeción al
derecho establecido, del cual deriva su eficacia. Al contrario del poder constituyente
originario, el derivado está situado en el interior y no en el exterior del orden jurídico
preexistente. Por esta razón la puesta en marcha del poder constituyente derivado no ofrece
mayor dificultad, ya que se remite a los procedimientos que para el efecto han sido
establecidos previamente en la Constitución.

Esta nueva Constitución lo primero que debe establecer es la no reelección del presidente
de la República, porque se ha comprobado a través de la historia que le hace mucho daño a
nuestra democracia. Esta figura sólo fue admitida de manera excepcional por la
Constitución Vitalicia de 1826, la Carta de 1828, las reformas efectuadas por Augusto B.
Leguía al texto de 1920 y la Constitución de 1993. En todos estos casos mencionados, la
reelección no funcionó y se ganó el descrédito del pueblo. Además de generar una crisis en
las instituciones. La reelección como señala Domingo García Belaunde, fue generadora de
sucesivos fracasos en la historia constitucional peruana (García Belaunde, 1980)

La segunda propuesta sería que el Congreso de la República, debe declarar la nulidad de la


Constitución de 1993, y declarar la vigencia de la Carta de 1979, en base a los siguientes
argumentos:
- El artículo 307º de la Constitución de 1979, en cuanto estipula que dicha Carta no perderá
vigencia en ningún caso y que todos están obligados a restablecerla, tan pronto sea posible.
- La Constitución de 1993 fue aprobada por un Congreso Constituyente
Democrático, producto de un autogolpe de Estado para establecerse un gobierno autoritario
y corrupto. Además esta Carta fue aprobada en un debate parlamentario controlado y no
libre, siendo ratificado por un referéndum que se realizó sin ninguna seguridad ni garantía
en sus resultados, y con un propósito fraudulento.
- Entonces, la Constitución de 1993 sirvió como un instrumento para que Fujimori lograra
reelegirse consecutivamente, de esta manera seguir controlando el país y lograr la
impunidad por los diversos delitos que se cometieron durante su gobierno. Esto sería el
principal motivo por el cual a toda costa y a cualquier precio buscaba la reelección: no ser
investigado por los diversos actos de corrupción y de violaciones a los derechos humanos.
También, en el mismo acto deben declararse convalidadas todas las acciones,
nombramientos, compromisos y otros, hechos bajo su imperio, incluyendo aspectos
tributarios, financieros, administrativos y judiciales, con independencia de su revisión
futura, en los casos en que el tiempo transcurrido y las leyes correspondientes así lo
configuren y posibiliten.
Expresamente debe señalarse, que:
- Se reconoce los efectos de las elecciones generales del año 2001
- Se reconocen los derechos humanos aprobados por los tratados internacionales de la
materia y ratificados por el Perú.
- Se deja en suspenso la parte relativa a los aspectos laborales, de la seguridad social, salud
y bienestar, y régimen agrario.
- La institución de la Defensoría del Pueblo debe mantenerse como tal, con sus
atribuciones.
- El actual Congreso de la República pasa a llamarse Cámara de Diputados.
- Se deja a salvo el proceso de ratificaciones judiciales que realiza el Consejo Nacional de
la Magistratura.
- Debe mantenerse el nombre de Tribunal Constitucional, con sus miembros y
competencias actuales, hasta que sea renovado totalmente.
- Se convoca a elecciones para una Asamblea Constituyente de 80 miembros, para que en
el plazo de seis meses introduzca en la Constitución de 1979 los cambios que
correspondan. Al término de su mandato, de los 80 constituyentes, los 50 más votados – y
que cumplan con los requisitos – pasarán a formar del Senado, y los 30 restantes se
incorporarán a la Cámara de Diputados, que de esta manera tendrá un total de 150
miembros.
Y otro mecanismo que tenemos es la reforma parcial de la constitución de 1993 en el cual
explicaremos lo siguiente: Se tiene que utilizar los mecanismos que la actual Constitución
de 1993 prevé para la reforma constitucional, teniendo en cuenta lo siguiente:
En primer lugar la Carta de 1993 en su artículo 32 º señala:
“Pueden ser sometidas a referéndum:
1.- La reforma total o parcial de la constitución;
2.- La aprobación de normas con rango de ley;
3.- las ordenanzas municipales; y
4.- Las materias relativas al proceso de descentralización.
No pueden someterse a referéndum la supresión o la disminución de los derechos
fundamentales de la persona, ni las normas de carácter tributario y presupuestal, ni los
tratados internacionales en vigor.”

El constitucionalista (Enrique, 1998) en su libro La Constitución de 1993 señala que: “Es


un artículo instrumental para definir los alcances que tiene el referéndum en el sistema
constitucional peruano. Esta definición puede abarcar dos grandes aspectos:

El primero, tratado en el dispositivo, es el de las materias que abarcará. Se entiende que no


podrá utilizarse el referéndum para asuntos no contemplados, o expresamente prohibidos.

El segundo, no tratado, son los aspectos procesales que consiste en cómo se convoca y con
qué requisitos. No es un problema menor pues la iniciativa del referéndum es movilizadora
y da eventualmente mucho poder. El vació ha sido cubierto por la Ley Nº 26300, que es de
desarrollo constitucional.

Entonces, la reforma parcial se haría tomando en consideración los procedimientos


contemplados en la Constitución de 1993, en el sentido que se vuelva al sistema bicameral,
donde se establecería una Cámara de Diputados y otra Cámara de Senadores. De esta
manera se dejaría de lado este sistema unicameral.
Luego, esta reforma sería aprobada por el Congreso con mayoría absoluta y ratificada
mediante un referéndum, como así lo establece la Constitución actual en el Título VI que
es: De la Reforma de la Constitución, en su artículo 206º dice:

“Toda reforma constitucional debe ser aprobado por el Congreso con mayoría absoluta del
número legal de sus miembros, y ratificada mediante referéndum. Puede omitirse el
referéndum cuando el acuerdo del Congreso se obtiene en dos legislaturas ordinarias
sucesivas con una votación favorable, en cada caso, superior a los dos tercios del número
legal de congresistas. La ley de reforma constitucional no puede ser observada por el
Presidente de la República.

El presidente Martín Vizcarra está a favor de una reforma del Estado y propone que esté
lista para el 2021, a fin de garantizar un período prolongado de estabilidad política con
democracia, desarrollo y gobernabilidad.

Según (Enrique, 1998) “El mandatario se ha referido por lo pronto a la conveniencia de


revisar el voto preferencial, la cifra repartidora y la reapertura del Senado. Obviamente
vendrán otras propuestas, pero las tres avanzadas nos parecen necesarias. Concentraremos
nuestra atención ahora en el retorno a la bicameralidad. La supresión del Senado en 1992
careció de racionalidad. Se trató más bien de un impulso emocional de Alberto Fujimori,
quien estaba necesitado de darle visos de legitimidad a una decisión contraria a la corriente
histórica del sistema bicameral peruano. El Senado fue siempre la cámara de mayor
prestigio, por el alto nivel de su composición, la calidad de sus debates y por su eficacia en
la revisión de los proyectos de ley aprobados en la colegisladora”.

Han transcurrido 25 años del régimen unicameral dispuesto por la Constitución vigente y
este no ha dado mejores resultados que el sistema bicameral. Todo lo contrario. Son
visibles las profundas limitaciones que afectan la labor del Congreso de la República,
debido a factores negativos que alteran sistemáticamente un funcionamiento de alto nivel,
productividad y transparencia por parte de la cámara única (que, dicho sea de paso, tiene
un costo muchísimo mayor que el que tenía la bicameralidad).
Se habla de la crisis de los partidos que lo integran, de una deficiente composición de las
bancadas, que afecta la producción legislativa, el control y la fiscalización. Se señala que
las liberalidades del sistema electoral facilitan que personas que pudieran estar vinculadas
a la corrupción o al narcotráfico tengan presencia en el Parlamento. No descartamos la
existencia de estos factores, pero pensamos que el sistema unicameral en el Perú adolece
de un problema estructural insoluble: la deficiente representación.

“En efecto, es inadmisible que en un país de más de 32 millones de habitantes se tenga una
representación política de apenas 130 congresistas. Ello significa que cada congresista
representa a cerca de 250 mil personas, número que imposibilita que el representante pueda
atender las demandas y necesidades de sus representados. El resultado es que el ciudadano
toma conciencia de la distancia entre su persona y el representante, que solo atenderá a
unos pocos mientras que el resto es decir, una inmensa mayoría, no se siente representado.
Esto explica que en los países de mayor tamaño geográfico y poblacional el Parlamento
sea bicameral, porque en él la representación está mejor compuesta y
distribuida”. (Enrique, 1998)

Se ha dicho que no es necesario el trabajo de revisión de una cámara colegisladora, porque


bastaría cumplir con la obligatoriedad de la segunda votación que exige el Reglamento del
Congreso. Este argumento es elemental. Modificar una ley a los siete días de aprobada con
solo repetir la votación, carece de racionalidad.

Veamos ahora unas sugerencias para el debate ahora sobre la reapertura del Senado.
Pensamos que debiera ser elegido por distrito nacional; tener funciones revisoras solo para
las leyes de reforma constitucional, derechos humanos, presupuesto, cuenta general, leyes
orgánicas y funcionamiento de las regiones. Las demás leyes deberían ser iniciativa y
aprobación exclusiva de la cámara que volvería a ser de diputados.

“El voto de confianza se aprobaría por el Congreso y las votaciones de control político
serían competencia exclusiva de la Cámara de Diputados. En cambio, ambas cámaras
aprobarían los tratados internacionales. El Senado también tendría a su cargo las relaciones
con el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, el Ministerio Público y el Consejo
Nacional de la Magistratura. En lo referente a los artículos 99 y 100, la función acusatoria
correspondería a la Cámara de Diputados y la decisión final del juicio político al Senado.
Por último, el Senado tendría a su cargo la designación de los altos cargos del Estado y la
recepción de los informes anuales sobre la defensa nacional, la descentralización y las
políticas del desarrollo nacional.” (Enrique, 1998)

FUNDAMENTOS JURÍDICOS DOCTRINARIOS PARA RETORNAR A LA


BICAMERALIDAD EN EL PERÚ

Habiendo ya determinado, que a través de las Constituciones del Perú se estableció un


sistema bicameral en el Congreso, la historia ratifica una vez más la necesidad de retornar
a este sistema parlamentario, pues se logrará el fortalecimiento de la participación
democrática; la revisión de los actos y decisiones legislativas, evitando conflictos sociales
o pérdida de la legitimidad estatal y la necesidad del control político de las normas
jurídicas.

Fortalecimiento de la Participación Democrática:

La población peruana siente que el Congreso es una institución desvinculada de sus


requerimientos a pesar de la periódica renovación de sus integrantes, el Parlamento, como
institución, tiene una valoración claramente negativa. Uno de sus factores, es que posee
escasa legitimidad, pues la mayoría de los peruanos viven en una situación de pobreza que
dificulta el ejercicio pleno de sus derechos ciudadanos, por las exigencias cotidianas a las
que se ven sometidos. A esto se suma que los partidos políticos, nacionales organizaciones
llamadas a ser el canal propicio para institucionalizar y ordenar el juego democrático
parlamentario, atraviesan una situación de extraordinaria debilidad. (Naranjo Mesa, 2000)

Permite la revisión de las decisiones legislativas (Control Político del Estado)

El control parlamentario, es de naturaleza política e implica tres elementos; la oposición


parlamentaria democrática discrepante, la responsabilidad política difusa del gobierno, la
opinión pública.

Respecto al primero de ellos, se tiene que “la oposición democrática discrepante tiene una
justificación que trasciende el funcionamiento óptimo de dicho control. El reconocimiento
de las minorías opositoras como titulares del control parlamentario, la presencia de la
oposición democrática legitima el poder mismo. La responsabilidad política difusa del
Gobierno, Esta denominación parte de la teoría italiana y se da cuando no es posible en los
sistemas presidencialistas controlar al gobierno cuando no depende de la confianza del
Parlamento, cosa que sí se da en los gobiernos parlamentaristas (retiro de confianza en el
parlamentarismo” (Campos, 1968)

Necesidad de Control Político de las Normas Jurídicas Para el Derecho Constitucional

La existencia de una Bicameralidad legislativa sería lo correcto en el Perú a fin de


combinar la representación regional con la de carácter nacional, creando al mismo tiempo
las posibilidades de un trabajo más especializado en el seno de las labores parlamentarias
El aporte de Eguiguren es significativo en cuanto considera que los diputados deben ser
líderes locales o regionales, mientras que los senadores deben ser aquellos que tienen una
proyección más nacional. En el sentido, que cada cámara, debe tener funciones
debidamente establecidas; donde la Cámara de Diputados deberá tener una labor de
fiscalización, interpelación y censura, mientras que la de Senadores debe constituirse en el
filtro de revisión, modificación y perfeccionamiento de las leyes. (García Belaunde, 1980)

Necesidad de determinar las funciones de las cámaras legislativas

La segunda cámara se configura como un actor relevante en el proceso legislativo en la


medida que permite la representación de grupos poblacionales, territoriales o no
territoriales que no tienen representación en la otra cámara. Las dos cámaras permiten
establecer diversos esquemas de representatividad, fortaleciendo de este modo el sistema
democrático.

Así, el bicameralismo promueve un cooperación vertical entre diferentes niveles de


gobierno y administración, central y regional, otorgando una mayor estabilidad, tanto en
las políticas como en el propio gobierno.

La existencia de dos cámaras implica un mecanismo de control mutuo previniendo posibles


excesos de la mayoría en una sola cámara, la existencia de dos cámaras es una garantía de
seguridad jurídica, al posibilitar un reestudio y segundo debate de las leyes, que establece
un control inter orgánico al servir una cámara de freno o control frente a la otra.

2.3. Sección III: Interpretación Jurídica y propuesta

A lo largo de nuestra historia constitucional, se ha desarrollado un sistema bicameral para


la elaboración y aprobación de las leyes en el Perú. Desde los inicios de la República, se ha
establecido un sistema que esboza la compleja función de representación y control
parlamentario.
En el año 2018, se presentó el proyecto de ley titulado “Ley de reforma constitucional que
establece la bicameralidad del congreso de la república, que fomenta la igualdad de
participación de mujeres y hombres, y de las regiones”, que fue rechazado, a iniciativa del
Presidente de la República, durante el referéndum del 09 de diciembre del mismo año,
porque el proyecto de reforma constitucional inicialmente presentado fue desnaturalizado
por el Congreso. Lo que denota un interés por la incorporación de la Cámara de Senadores
al Congreso unicameral diseñado por la Constitución de 1993.

Según la propuesta de reforma constitucional (Proyecto de ley Nº 3185/2018-PE), la


cámara de senadores debería estar compuesta por treinta senadores y la cámara de
diputados por cien representantes. Además, el territorio de la República, para la votación
de sus representantes al Parlamento, se dividiría en un macrodistrito para la elección de
senadores y microdistritos para la elección de los diputados.

De acuerdo al proyecto de reforma, la encargada de dirigir e iniciar investigaciones sería la


cámara de diputados, tomando en cuenta que cada cámara elabora y aprueba su
reglamento, asimismo la cámara de senadores, por votación se da lugar o no a la acusación
planteada por la cámara de diputados:

“Los proyectos de ley aprobados por la Cámara de Diputados son revisados por la Cámara
de Senadores. Cuando la Cámara de Senadores desapruebe o modifique un proyecto de ley
aprobado en la Cámara de Diputados, esta podrá insistir en su propuesta inicial; para ello,
necesita que la insistencia cuente con los dos tercios de votos del total de sus miembros”
(Proyecto de ley Nº3185/2018-PE).

Los filtros y revisión de los proyectos de ley es una constante para la aprobación de la
misma, abordar el debate para atribuir ventajas y desventajas en torno a materia legislativa
se debe tomar en cuenta que la existencia de un poder político dentro del Congreso es nula
por la dinámica de las bancadas parlamentarias y las sucesivas modificaciones (añadidos,
supresiones, cambios radicales) de los proyectos legislativos discutidos, sin embargo, un
ambiente burocrático caracteriza el sistema en torno a sus funciones y estructura.

Carlos Torres y Torres Lara, Presidente del Consejo de Ministros durante el gobierno de
Alberto Fujimori, expresaba de forma constante que la reforma del poder legislativo se
debe a la velocidad de acción retardada en relación al funcionamiento del poder Ejecutivo
y la posibilidad de que una cámara pueda promulgar leyes sin control alguno. Sin embargo,
la existencia de un organismo dentro del Parlamento que revise las propuestas de ley para
su posterior promulgación es esencial para un ordenamiento jurídico que no vulnere los
derechos fundamentales contenidos en la Constitución.

Un Congreso unicameral aumenta la participación de la Cámara baja, sin embargo, no


tiene sentido porque la misma promulgación y revisión de proyectos son llevados a cabo
por la misma Cámara.

El Congreso unicameral, formulado por el fujimorismo representado mayoritariamente en


el Congreso Constituyente Democrático, en medio de la crisis constitucional originada a
partir del golpe de Estado del 05 de abril de 1992, en la que se disolvió al Congreso de la
República, sigue siendo el modelo parlamentario vigente, cuyas atribuciones presentadas
en el artículo 102 de la Constitución de 1993 son básicamente de legislar, fiscalizar y
representar; funciones propias de la función legislativa.

La Comisión Permanente realiza sus labores cuando el pleno del congreso se encuentra en
receso, la conforman 20 congresistas, donde se escoge en la primera legislatura; la mesa
directiva se encuentra integrada solo por congresistas de la bancada de fuerza popular
quienes actualmente tienen la facultad de “presidir y dirigir los debates del Pleno, de la
Comisión Permanente y del Consejo Directivo. Asimismo supervisa la política
administrativa – financiera del Congreso, así como el nombramiento de los altos
funcionarios del Parlamento” (Manco, 1994)

En torno a la unicameralidad, diversos juristas plantean su postura de acuerdo al contexto


en que desarrollaba el Perú. Al respecto, César Delgado Guembes describe que “una
cámara donde no representen directamente a los individuos de una comunidad, no es un
parlamento, sino un foro en el que se ventilan los intereses territoriales, segmentarios o
corporativos del Estado, sus sectores o regiones socio-económicas”. (Guembes, 1992)
Particularmente, los conflictos de interés y pugnas políticas que se desarrollan en bancadas
se generan por la mayoría de integrantes de un partido político dentro del Parlamento. El
Congreso durante el periodo 2016-2021, son 73 miembros de Fuerza Popular, ocupando la
mayoría parlamentaria; el periodo parlamentario 2011-2016 con 71 congresistas de Gana
Perú y por último, el periodo parlamentario, 2006-2011, con 45 congresistas de Unión por
el Perú. (RPP , 2016). Es decir, el mayor número de parlamentarios de un mismo partido
político está dentro del actual periodo parlamentario.

Una de las diferencias principales es la calidad de los proyecto de ley aprobados, se debe
tener en cuenta que un estudio indica que “en promedio, el 25 % de iniciativas presentadas
por los legisladores son declarativas para crear distritos y carreteras, pese a no tener
iniciativa de gasto. De una muestra de 890 proyectos revisados, en 750 de ellos se asegura
que no generan costos” (Bustamante, 2018).

El senado, cuya cámara en la constitución de 1993 no se establece en el parlamento, es


primordial en materia de fiscalizar los proyectos de ley presentados en el congreso;
actualmente, los cambios o modificaciones que sufren se forman a través de comisiones
ordinarias que se forman de acuerdo a la especialidad (Comisión ordinaria Agraria;
Educación, Juventud y Deporte; Energía y minas; etc.), a lo cual, el ejercicio de
fiscalización en la constitución de 1979 señala: “Cuando una de las cámaras desapruebe o
modifique un proyecto de ley aprobado en la otra, la cámara de origen para insistir en su
primitiva resolución, necesita que la insistencia cuente con los dos tercios de votos del total
de miembros.(…)”(Constitución Política del Perú,1979,Art.192).
Por lo que, la conformación de leyes en dos cámaras en un proceso riguroso que se respete
y llegue a resultar cambios postivos en el proyecto de ley, tiene mayores probabilidades. A
lo acotado por (Villarán, 2016) indica:
“La formación de las leyes exige un procedimiento complejo, sujeto a reglas uniformes y
adecuadas, que garanticen su bondad intrínseca y sus requisitos externos. La
reglamentación del procedimiento parlamentario es tan necesaria para la expedición de las
leyes, como la del procedimiento judicial lo es para la de los fallos de los tribunales.”
En ese sentido, la formación de leyes está intrínseco a los requisitos, en cuanto estén
expresos en su reglamento para su aprobación, por lo que, es necesario un debido proceso
sin omisiones y censuras en el transcurso.

El origen de la formación de la cámara de senadores, tiene una data histórica a lo largo de


los países democráticos incipientes como la institución democrática donde se ejercita el
debate y toma de decisiones en interés del Estado. A ello, podemos acotar a Jose Silva
Santivestan, que señala:

La formación de esta Cámara, en la mayor parte de los Estados monárquicos europeos, es


sobre poco más o menos análoga; los senadores, pares, o señores, son hereditarios,
vitalicios, o de larga duración; nombrados por el monarca, o por electores especiales; y
representan la nobleza, la Iglesia, o la propiedad territorial; pero, en una república, y
especialmente unitaria, no puede tener otra fuente, sino la elección, directa o indirecta,
porque este es el medio de constituir los altos poderes. (Santisteban, 2015)
Claro está, que la figura del senado romano ha enriquecido en la doctrina, en especial de su
rol democrático, debido a que encargaban y debatían decisiones en torno a lo político,
religioso y económico. Además, “El Senado sería una imagen institucional del que
continúa en la sociedad y en la política(…) La continuidad tiene importancia no sólo como
acumulación de la experiencia política que tengan los senadores, sino también como el
mantenimiento en la estructura política de la República de un grupo que exprese las
diferentes tendencias políticas y concepciones de la sociedad. El voto democrático es
oscilante entre posiciones alternativas” (Correa, 2017)

Así, la cámara alta es una institución de la cual sus aportaciones históricas se han nutrido
en el principio básico de respeto, tomando en cuenta que los representantes escogidos por
el pueblo llevan consigo una relevancia muy importante, tanto para la revisión de
proyectos, como en su amplia facultad de fiscalización.

Otro de los puntos que comparto respecto a la dualidad de cámaras es con Manuel
Atanazio Fuentes, quien de manera certera toma en cuenta los lineamientos que son
requeridos para ser representante en ambas cámaras y compara las elecciones para el
parlamento con otros países del hemisferio.

(…) mientras en el Perú la elección es indirecta para ambas clases de representantes son
elegidos en un mismo acto y para un mismo período, en Chile, la elección es directa para
los diputados e indirecta para los senadores, verificándose ésta por electores especiales , y
determinándose para los primeros la duración de tres años y para los segundos de nueve. El
senado de los Estados Unidos se compone de dos senadores por cada Estado de la
confederación, elegidos por la legislatura. En resumen, el principio de la dualidad de las
cámaras tiene en su apoyo, además de la opinión de acreditados publicistas, el hecho de
subsistir en todos los pueblos de gobierno representativo. (Fuentes, 2018)

La propuesta que se genera a partir de lo descrito en el proyecto de ley presentado el 2018,


es incluir un enfoque histórico constitucional al estudio de la reforma constitucional para
consignar los cambios respecto a las atribuciones y facultades del poder legislativo en la
carta magna, agregando al plano material, normas y principios que se desarrollan en la
institucionalización del poder legislativo, siendo así una fuente de información
trascendente para la investigación y perfección del sistema en cuanto a elaboración y
aprobación de leyes.
III. Conclusiones.

La implementación del sistema bicameral en el Perú potencializará el ejercicio de la función


legislativa promoviendo la calidad de las leyes y a la vez optimizando el rol Constitucional
del Congreso de la Republica.

El bicameralismo permitiría y promovería el fortalecimiento de la participación democrática,


la revisión de los actos y decisiones legislativas que eviten conflictos sociales o perdidos de la
legitimidad Estatal. Igualmente se potenciará el control político de las normas jurídicas.

El golpe del 05 de Abril de 1992, puso fin al Estado de derecho y dejó la posibilidad para que
un grupo de bandidos se adueñaran del país, controlando todas las instituciones y así se
logrará su objetivo que era modificar la Constitución Política de 1979 y perpetuarse en el
poder. La Constitución de 1993, tuvo como objetivos principales la reelección presidencial y
la modificación de un sistema bicameral a uno unicameral.

La mafia que se instauró tenía el imperativo de no ceder el poder y permanecer a cualquier


precio, valiéndose de todos los medios, incluso recurriendo al crimen. De esta manera
sometieron a las instituciones democráticas como: El Tribunal Constitucional (que tuvo una
vida efímera por examinar la ley de reelección presidencial, cuando su fallo declaró la
inaplicabilidad de la Ley de Interpretación “autentica”); El Poder Legislativo (que delego
facultades al Ejecutivo y fue cómplice en los diversos casos de corrupción por no
fiscalizarlo); El Consejo de la Magistratura (institución encargado de nombrar jueces y
fiscales, sus facultades le fueron recortados); El Jurado Nacional de Elecciones. El Poder
Judicial, el Ministerio Público y la Contraloría General de la República también fueron
controlados por el gobierno.

La unicameralidad favoreció la corrupción y el Congreso no tuvo la independencia que debió


tener como un Poder del Estado, por el contrario, siempre estuvo al servicio del Poder
Ejecutivo, que lo manejó de acuerdo a sus intereses. Cuando se iniciaron las investigaciones
de hechos controvertidos éstos siempre terminaban archivados los principales medios de
comunicación que estaban totalmente sometidos. Tuvo que terminar ese periodo para que
muchos personajes del gobierno que se beneficiaron con los diversos negociados que
hicieron, estén hoy día en las cárceles, siendo procesados por diversos delitos.
La Cámara única no es susceptible de ser contenida en sus excesos, porque esta se considera
siempre suficiente, como sucedió en el gobierno de Fujimori. Mientras que en el sistema
bicameral, hubiera existido una mayor posibilidad de control tanto en la fiscalización como en
la aprobación de leyes. En el sistema bicameral hay más garantía de que la actividad
legislativa sea más prudente y tranquila; que sean interpretados por las dos cámaras, logrando
armonizar los múltiples intereses sociales y también se consigue establecer un contragolpe
adecuado.

IV. Referencias bibliográficas


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