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Artículos Científico-Técnicos
seleccionados por el Comité Científico
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INTRODUCCIÓN
Muchos son los estudios que en los últimos años se han realizado sobre la violencia
de género y el maltrato contra la mujer. Gracias a ellos, profesionales de diversos
ámbitos relacionados con la atención a víctimas se han formado y especializado para
dar una respuesta eficaz a las demandas que presentan estas mujeres, tanto a nivel
sanitario, legal, de seguridad, social y psicológico.
Los estudios sobre este sector son escasos, por no decir nulos, y el acceso a estos
datos muy complicado, ya que las mujeres que definen la muestra suelen acudir a
gabinetes privados, por lo que estos casos no trascienden en las estadísticas oficiales.
También es excepcional que ellas tomen la decisión de denunciar los hechos y daños
sufridos, entre otros supuestos motivos, por la repercusión que a nivel profesional
les podría suponer. No obstante, se considera importante visibilizar que el maltrato
psicológico está presente en muchas relaciones de pareja, que entre ellas hay un gran
DESARROLLO
Para abordar esta investigación se plantea como objetivo general “analizar la incidencia
y las causas del maltrato psicológico contra mujeres con titulación universitaria, así
como los factores que inciden en la decisión de denunciar o no estos hechos”, y
6 objetivos específicos: 1. Visibilizar el maltrato psicológico como una potente arma
de destrucción de la identidad y crecimiento de la mujer. 2. Conocer el mecanismo
del maltrato psicológico cuando la mujer posee alto nivel intelectual y redes sociales
asociadas a la vida profesional. 3. Describir las consecuencias del maltrato psicológico
a nivel profesional, social y familiar en mujeres con estudios universitarios. 4. Evaluar
los resultados obtenidos por los servicios de atención psicológica a las víctimas de
maltrato. 4. Conocer la respuesta judicial ante este tipo de maltrato. 6. Comprobar que
los micromachismos evidencian un maltrato psicológico soterrado.
1
Sentencia condenatoria . 16% 0
(50%) (**)
Sobreseídos 1
- 48% -
(50%)
En cuanto al análisis de datos cualitativos se puede observar que, según los conceptos
observados por acumulación en los relatos e instrumentos de recogida de información,
se dan unos parámetros susceptibles de clasificarse en categorías
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR de análisis,
LA INTERVENCIÓN que
MULTIDISCIPLINAR
CONCLUSIONES
Dada la dificultad encontrada para acceder a las mujeres con titulación universitaria y
que son víctimas de maltrato psicológico, como primera conclusión se ha de destacar
la invisibilidad de este colectivo y la poca repercusión estadística de estos
datos en las cifras oficiales de mujeres víctimas de violencia de género. El maltrato
psicológico como única fuente de violencia se da con mayor frecuencia en mujeres
de alta formación académica y profesional, frente al maltrato físico que suelen sufrir
mujeres de estratos menos elevados, por lo que se deduce que la alta capacidad
intelectual de la mujer es una variable determinante en la elección del tipo de maltrato
por parte de su pareja, dado que la incapacitación a nivel de raciocinio y emocional
hacen vulnerables a personas intelectualmente dotadas.
Un gran número de las víctimas universitarias que pasan por la asesoría psicosocial de
asociaciones de mujeres rechazan el recurso que se les ofrece. En los servicios sociales
que el Instituto Andaluz de la Mujer pone a disposición de víctimas de violencia de género
hay un bajísimo porcentaje de mujeres universitarias, dado que la vergüenza está muy
presente en estas víctimas, que eligen ocultar públicamente su situación de maltrato.
Según datos oficiales del Consejo General del Poder Judicial, en nuestro país un tercio
de las víctimas de violencia de género que interponen denuncia lo hacen por maltrato
psicológico, siendo considerados delitos en un 22,53% y faltas en un 66,84%. Por tanto
se puede concluir que el sistema judicial considera que el maltrato psicológico supone
una menor entidad de daño en la víctima, y sólo una quinta parte del delito de violencia de
género se supone sangrante para la estabilidad emocional, psíquica y social de la mujer.
La leve respuesta judicial y la poca significación de las condenas ante casos de maltrato
psicológico (sólo el 9% de los agresores son condenados) es una de las causas por
las que mujeres víctimas de dicha violencia no se atreven a denunciar, dado que la
relación coste-beneficio es completamente asimétrica.
aumentarían considerablemente.
Una reforma de las penas y la revisión de las leyes que regulan la actuación judicial
ante casos de maltrato psicológico son completamente necesarias y urgentes.
La supuesta causa primordial por la cual las mujeres con titulación universitaria
que soportan maltrato psicológico no denuncian estos hechos es por el temor a las
represalias del entorno laboral o las consecuencias negativas que puede tener en
su proyección profesional, es decir, que la repercusión en el ámbito profesional y
social tiene mayor peso en la decisión de la denuncia que las propias secuelas
físicas y emocionales del maltrato recibido.
1. Que se visibilice cualquier tipo de agresión hacia las mujeres, insistiendo en tanto
que profesionales de la Psicología, en aquellas que son víctimas de maltrato
psicológico.
6. Que todas las personas que conformamos esta sociedad nos sintamos parte
activa del problema, con el deber y el derecho de colaborar para extirpar este
terrorismo de puertas adentro que es la violencia de género, y en particular del que
no deja huella visible.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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ARTÍCULOS:
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WEBS:
http://www.inmujer.migualdad.es/MUJER/mujeres/cifras/violencia/denuncias.htm
http://www.poderjudicial.es/eversuite/GetRecords?Template=cgpj/cgpj/principal.htm
Introducción
• Que los actores agresivos lo son dentro de las colectividades en que surgen. No
son entes aislados
• Que los agresores pueden ser concebidos como productos de contextos socio
históricos concretos. LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
• Y que la interpretación del acto violento también está influenciada por los recursos
interpretativos que están disponibles en la sociedad donde se producen dichos actos.
Desarrollo
El marco teórico utilizado lo configuran, de una parte, la teoría feminista y los Estudios
de mujeres; el feminismo surge como un movimiento social y político de transformación
de las relaciones de poder entre hombres y mujeres, su aportación es necesaria en
una tesis como ésta. Y de otra parte, la fenomenología constructivista, recordemos que
nuestro análisis se basa en experiencias personales, al adentrarnos en la descripción
Otro de los aspectos que nos interesaba conocer era la composición de la familia de
origen tanto el número y sexo de los miembros, como la posición que el entrevistado
ocupaba en la misma. La media de hermanos se sitúa en 4.33 y la moda en 4. Hemos
buscado alguna repetición que pudiera ser significativa en referencia a la posición que
el entrevistado ocupaba en relación con el resto de hermanos, separando éstos por
sexo. La heterogeneidad es amplísima; no hemos encontrado ninguna pauta que se
repita. Pero si analizamos la relación entre sexos del conjunto del total de hermanos
existentes en las familias de origen, sí que encontramos un dato significativo: Hay
35 hermanos varones más los 18 entrevistados lo que hace un total de 53 varones
frente a 22 mujeres. Estamos ante unas familias claramente masculinizadas Como
podremos observar en el gráfico anexo (Gráfico 1).
Entrevistado 4: “Mi familia era normal como cualquier familia del pueblo. Mi padre era
de la quinta del 17 con lo que le tocó 5 años de guerra y eso es duro eso es muy duro,
yo conocí a mi padre cuando tenía 5 ó 6 años, llegó y me dijeron este es tu padre, y
es que él estaba haciendo la guerra”.
3 de los informantes relatan una Infancia dura pero la justifican, generalmente por una
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Entrevistado 14: “En mi casa se hacía lo que decía mi padre, que para eso era su casa
y te daba de comer”.
que nuestros entrevistados tienen de ellos mismos (el hombre), frente a la percepción
que muestran de su pareja o ex pareja (la mujer).
Se consideran Trabajadores y banqueros. Personas que conciben que el rol que tienen
asignado es el del trabajo fuera del hogar para proveer a la familia del dinero suficiente
para vivir. Otro de los aspectos destacables que aparece en la autodefinición es la
religiosidad. Diez entrevistados se declaran abiertamente religiosos y en otros dos
casos, aunque no se autocalifican como creyentes, sin embargo, utilizan con una alta
frecuencia las referencias a dios o a ciertos santos en el discurso. Quizás sea debido
a la omnipresencia de la religión en nuestra sociedad, pero también a la estrecha
relación entre el catolicismo y el patriarcado. Y a la existencia de unas tesis doctrinales
como la indisolubilidad de los sacramentos por la mano del hombre que funciona
como potente coadyuvante en las acciones de control del hombre sobre la mujer.
Se puede acceder al conocimiento de la realidad tanto por lo que se dice como por lo
que se olvida, por las coherencias como por las contradicciones. Hasta aquí la propia
definición se basa en coherencias, unas coherencias internas al propio informante que
tratan de contrarrestar la idea social de reo y delincuente, sobre la base de la creación
de una imagen de persona trabajadora, religiosa y tranquila. Sin embargo notamos la
ausencia casi total de adjetivos tan ligados a la humanidad y a la parte espiritual del
ser humano, como cariñoso, amante, paciente, comprensivo o sentimental. Parecería
que en la propia definición se busca la diferenciación con la otra, con la mujer, como
si la semejanza pasase a ser una amenaza a la jerarquía
Ellos perciben y describen a unas mujeres muy interesadas que lo que más les importa
es el dinero del hombre, un dinero que malgastan. Son minusvaloradas, personas que
necesitan una supervisión por parte del hombre, puesto que ellas son incapaces de ser
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
autónomas. Además, han abandonado una de sus funciones primordiales que aparecen
en el ideario masculino de mujer: el cuidado de su casa y su familia. Mentalmente son
débiles y han sufrido desequilibrios mentales, lo que hace que realicen actividades o
denuncias no justificadas de las que con el tiempo se arrepienten.
Conclusiones
Gráficos
Gráfico 3: Autopercepción.
Bibliografía
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sociales. Madrid. Colección Cuadernos Metodológicos n. º 5. CIS.
Introducción
vocablo género, lo que hacemos es aceptar que estamos ante un tipo de violencia que
deriva de la desigualdad de poder entre hombres y mujeres. Por tanto, se produce por
la existencia de un código patriarcal de valores que pregona la superioridad masculina
frente a la inferioridad femenina, todo producto de una deformación y degeneración
de valores y actitudes asociadas a la masculinidad, en un proceso donde lo activo
se convirtió en intervencionismo, lo combativo degeneró en agresivo, lo que fue
seguridad en sí mismo se convirtió en dominación, la fuerza se convirtió en violencia y
abuso; el egocentrismo se convirtió en explotación, la mente unidireccional se convirtió
en despotismo, el rigor en intransigencia y el anhelo de superación se convirtió en
ambición6.
Estamos ante una problemática muy amplia, tanto en número de casos, como en la
repercusión social asociada a los casos más graves que suelen terminar con la muerte
de la mujer7-9. En España estas muertes se han estabilizado alrededor de 70 mujeres
anuales. Sin embargo, el número de denuncias aumenta anualmente pasando de las
43.313 en el año 2002 a las 63.347 del año 2007. A pesar de este aumento, hemos de
recordar que un aumento de las denuncias por maltrato de género no necesariamente
indica un aumento de este tipo de delitos, sólo puede ser una muestra de la emergencia
y la salida a la luz del problema, ante un entorno socio cultural mucho más favorable
a la erradicación de estas situaciones discriminatorias. Si lo que analizamos son las
sucesivas macroencuestas realizadas por Sigma Dos7,8,9 para el Instituto de la Mujer,
en el año 1999 un 12,4% (1.865.000 mujeres) se pueden considerar mujeres tipo A o
mujeres técnicamente maltratadas, cifra que en el 2002 sigue siendo elevada el 11.1%
y aunque disminuye en el 2006 al 9.6% de la población femenina, sin embargo todavía
suponen 1.786.978 mujeres.
El primer dato significativo que tenernos que destacar, es que entre un 30 y un 60%
de los niños que viven en familias donde existe maltrato de género, ellos también
son maltratados. Pero es que, como señala la UNICEF, aunque no se les maltrate
físicamente, presenciar o escuchar situaciones violentas tiene efectos psicológicos
negativos en los hijos. Sin ser el objeto directo de las agresiones, padecen violencia
psicológica, que es una forma de maltrato infantil y que la Convención Internacional de
los Derechos del Niño -ratificada por España- considera una forma de maltrato infantil
y la recoge en el artículo 19 como violencia mental11.
Pensemos, que en la mayoría de los casos la violencia se produce en etapas donde los
niños maduran su desarrollo psicológico; alterando enormemente este desarrollo, ante
la presencia de las agresiones de una figura primordial de referencia en su desarrollo
como es el padre, sobre el agente de socialización por excelencia que es la madre.
Los hijos e hijas de un maltratador crecen inmersos en el miedo, LAsiendo
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
candidatos al
INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
diagnóstico de toda la variedad de trastornos por estrés traumáticos, depresiones por
desesperanza o de posibles trastornos de personalidad12.
Por tanto, los profesionales que más directamente tratan a la mujer y a sus hijos,
enfermeras y médicos, son los que deben estar alerta y detectar ciertos síntomas y
signos que nos prevengan sobre la posible existencia de maltrato.
Material y método
Una vez realizados los encuentros y transcritas las entrevistas, efectuamos un análisis
de contenido de los discursos generados por nuestros informantes15, ayudándonos de
un programa de análisis cualitativo de datos asistido por ordenador, el AtlasTi16.
Para comprender los efectos y el modo en que un entorno de violencia de género afecta
a los menores que conviven en él, hemos estudiado tres áreas bien diferenciadas en
el discurso del maltratador:
Resultados
Lo primero que hay que destacar es que la presencia de los hijos no es un factor
utilizado por el maltratador como coadyuvante de la violencia de género. Para su modo
de percibir la relación con su pareja, la presencia de los hijos apenas ha interferido en
esta relación.
Los entrevistados expresan la llegada de los hijos con un gran aplanamiento emocional.
Las veces que se menciona directamente a éstos, lo es para exponer aspectos
negativos de los mismos, relacionados con temas económicos. Así en el 70% de los
casos, los hijos representan un aumento del gasto económico, y esto sucede en unas
personas en las que hemos encontrado que el aspecto económico se encuentra en el
centro de sus vidas. Al respecto, nos dice un informante:
Inf3: “A los cuatro años vinieron los niños y todo bien sólo que tuvimos que cambiar
porque en vez de mantener a dos mantienes a cuatro. Ese es el gran cambio de los
niños, que tienes que repartir el mismo sueldo entre más gente”.
Sólo en un caso se reconoce que son los hijos los que sufren en todo este proceso,
pero circunscribe este sufrimiento a la lucha judicial por la custodia, no a la presencia
de la violencia en el hogar:
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Inf1: “En este problema son los hijos los que sufren y es que existe una lucha en el
juzgado por los hijos y de esta forma, con la denuncia el padre desaparece. Los hijos
son los verdaderos paganos de este proceso”.
En todos los casos analizados, los hijos son utilizados como modo de desvalorizar a la
mujer y como objeto a través del cual aumentar el control sobre la misma:
Inf5: “Hay mujeres que no les dan una buena educación a los hijos y lo que hacen es
hacerlos unos delincuentes, luego llega el padre de estar trabajando todo el día y tiene
que poner orden en la casa”.
Encontramos, en definitiva una utilización de los hijos para controlar a la mujer, una
ausencia de cariño hacia los hijos e hijas y un rol centrado más en lo económico que
en lo paternal.
Para apreciar con mayor claridad los valores dominantes, hemos analizado
tanto la autopercepción, como la percepción de la otra. Es decir, cómo se definen
a ellos mismos y cómo definen a su pareja. En cuanto a la autopercepción, ellos
son fundamentalmente: Trabajadores, religiosos, buenas personas, ahorradores y
humildes. Por el contrario la pareja es definida como una mujer: interesada, engañosa,
loca, culpable y maltratadora.
En estos hogares se entienden las relaciones hombre/mujer como sumisión más que
como cooperación. Existe un dominio total de la masculinidad sobre la feminidad.
Encontramos en el discurso de nuestros informantes una ausencia casi total de
vocablos y expresiones hasta ahora asociadas a lo femenino; por el contrario, aparecen
frecuentemente vocablos asociados con valores masculinizados.
Si existe una trasmisión generacional de la violencia de género ésta tendrá que ser
rastreada en la infancia de nuestros maltratadores. Por ello buscaremos a través
del relato de la infancia de nuestros informantes aquellos rasgos que evidencien la
presencia de maltrato de género en sus familias de origen.
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Nuestros informantes, han tenido una infancia dura, donde el maltrato, definido éste
más ampliamente que el puramente físico, ha sido la norma. Son personas en las que
se han depositado fuertes expectativas de ascenso en el futuro. Familias donde el
aspecto material se impone al sentimental.
Conclusiones
Encontramos una alta correlación entre una infancia donde ha imperado el maltrato,
entendido éste en su contexto amplio y no sólo físico, y la presencia de hombres
adultos que aceptan la agresividad como modo de resolución de problemas.
Existe, así mismo, una fuerte correlación entre una infancia donde sobresalen los
valores de la masculinidad, la hombría o el machismo y la presencia de hombres
adultos que defienden a ultranza estos mismos valores. Y es que los hogares de
los maltratadores son hogares donde impera la desconfianza, la competitividad, la
agresividad y todos los factores asociados a la hombría y la masculinidad. En una gran
medida son una réplica de los valores imperantes durante su proceso de socialización
familiar en su infancia; y provocará en un futuro consecuencias
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR negativas en los hijos
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
e hijas socializados en ese ambiente familiar, entre las que destacará la trasmisión
generacional de la violencia de género.
Los menores que conviven en hogares que se ejerce la violencia de género son los
pequeños testigos mudos y olvidados de este drama familiar; tanto de las políticas
públicas, de los actores sociales, como del discurso del maltratador. Existe una
ausencia de programas específicos para la detección y el tratamiento de hijos e
hijas de parejas en las que existe violencia de género. Es necesaria la creación de
programas que tomen a los menores como sujetos de derechos.
Hay que sacar a la luz, visibilizar la problemática de estos menores, y en esta labor el
personal sanitario, y fundamentalmente el de enfermería, tiene una importante labor,
por ser el sistema sanitario uno de los primeros recursos a donde acude la mujer que
sufre maltrato. Justo por esta razón, es preciso realizar programas específicos de
formación, tanto en género, como en las consecuencias de la violencia de género sobre
el menor, a los profesionales de la salud, enfermeras y médicos fundamentalmente,
que son el primer y fundamental eslabón en la detección precoz de la violencia de
género y sus perversos efectos. Además, el sistema de salud debe de implantar
protocolos específicos para detectar no sólo la violencia de género, también la
presencia de menores que convivan en hogares víctimas de la misma. Es necesario
introducir la perspectiva de género en nuestro quehacer profesional diario, (como ya
viene introducida como estrategia en el plan integral de salud mental de Andalucía
2008-201225). Los profesionales sanitarios debemos evitar la sobre medicación de
mujeres y menores maltratados e intervenir activamente para la erradicación de esta
desigualdad.
Bibliografía
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Introducción
Desarrollo
Tipos de Violencia:
En concreto los grupos más vulnerables, los menores y las mujeres, presentan
mayor tendencia a convertirse en víctimas de la trata, debido a la falta de educación y
oportunidades profesionales.
Por lo tanto una política global tiene que presentar una evidente perspectiva de género.
víctimas y grupos de riesgo. Este programa ha sido ampliado en dos ediciones más.
A efectos del programa, los beneficiarios son los menores, los jóvenes y las mujeres,
ampliándose en Daphne III a las personas que estén en peligro de convertirse en
víctimas de actos de violencia.
En el programa Daphne III, se recoge que “los niños, los jóvenes y las mujeres que
presencian agresiones a parientes próximos, deben de ser considerados víctimas de
la violencia en el contexto del programa establecido en la Decisión; esta consideración
de víctima no había sido recogida en los programas anteriores.
Los destinatarios son las familias, los profesores y el personal educativo, los asistentes
sociales, la policía y los guardias de frontera, las autoridades locales, militares
y nacionales, el personal médico y paramédico, el personal judicial, las ONG, los
sindicatos y las comunidades religiosas.
-Apoyo a las actividades de ONG u otras organizaciones que persigan una finalidad
de interés europeo general relacionada con los objetivos generales del programa
definidos en el artículo en las condiciones establecidas en los programas de trabajo
anuales.
El programa Daphne III cuenta con una dotación fijada en 116,85 millones de EUR
para el período 2007-2013 consignarán como créditos anuales en el presupuesto
general de la UE.
Los proyectos y acciones seleccionados de los encontrados, los voy a dividir en los
apartados que se detallan posteriormente.
5. Buscar campos y niveles de trabajo con niños, jóvenes y mujeres con el objetivo
que desarrollen mecanismos para poderse defenderse ellos mismos contra la
violencia, si es que se diera una nueva exposición a ella.
Forman parte de este programa 11 socios comunitarios de entre ellos ocho países:
Grecia, Holanda, República Checa, Portugal, Bélgica, Malta, Irlanda y España.
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
La Unión Europea financia en el 70% los gastos del programa y 30% restante debe
sufragarlo cada país del total que vayan a realizar como socios.
Conclusiones
La ampliación del programa Daphne III, tanto a nivel presupuestario como de duración
temporal indica, su validación positiva por la UE, que a su vez decide publicar en
listas anuales los proyectos aceptados.
Bibliografía
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género., Ed. Conserjería para la Igualdad y Bienestar Social Junta de Andalucía.
Leonor Canteras*
Introducción:
Esta meta profesional exige, necesariamente, el que los y las profesionales reflexionen
sobre tres puntos nucleares: 1) los preceptos epistemológicos, sobre los cuales
se asientan el desarrollo de una actitud profesional diferenciada interdisciplinar; 2)
del reconocimiento de la necesidad de incorporar conocimientos y reflexiones para
fundamentar las prácticas, y 3) de la importancia de la planificación y organización
de la escucha profesional, tanto a la luz de los contextos socioculturales, como de
los procesos de trabajos de todos los profesionales envueltos en una acción de
intervención .
Desarrollo
La revisión de los estudios sobre la violencia contra la mujer y la violencia familiar, en las
mas diversas áreas de conocimiento, evidencian de acuerdo con sus perspectivas, una
convergencia en el análisis sobre los factores potencialmente de riesgo y de protección,
presentes en el nivel individual, relacional, comunitarios, sociales e institucionales.
Esto a su vez, revela la diversidad, la complejidad y la dificultad de los análisis que
realizamos; en la medida que nos adherimos a una perspectiva
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LAposible, corremos el
INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Creemos que interferir en el silencio del sistema familiar que presenta violencia,
sea a través de la modificación de los roles de sus integrantes; sea a través del
cuestionamiento de sus creencias con respecto de la violencia; o sea a través del
reconocimiento efectivo de ayuda que las redes pueden aportar; se estará interfiriendo
en un proceso histórico que alimenta un circuito de violencia en la familia, acogiendo
y dando voz a sus integrantes, generando otras posibilidades de comprender y/o
vivenciar el problema, no solamente a los que sufren la violencia, como también para
aquellos que la realizan.
Entendemos que cada intervención puede producir tanto experiencias positivas como
negativas en la persona atendida y, dependiendo de la familia y su historia relacional, la
misma puede generar las más variadas resonancias en sus participantes. En ese sentido,
destacamos a continuación un conjunto de aspectos necesarios para mejor sistematizar
la escucha profesional, sustentados en la producción científica y de intervención, tanto en
el contexto público/comunitario (Moré, Macedo, (2006); Canteras, L. (2005a), como en el
contexto de justicia apuntado por estudios de Faleiros, P.V.Faleiros, E.T.S.(2001); Costa,
L. F., Penso, M. A.,Rufini, B., Mendes, J. A. A., Borba, N. (2007); Canteras, L. (2005b).).
La sensibilización de los actores sociales para un trabajo en redes, sea del contexto
de la salud, sea de protección y/o apoyo, se constituye en un camino fundamental,
posible y efectivo, tanto de acogimiento/cuidado, como de prevención de la violencia
en la familia y por consecuencia de la mujer.
Conclusiones
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Referencias Bibliográficas
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La violencia por parte de la pareja o expareja es uno de los problemas sociales más
graves y complejos de vulneración de los derechos de las mujeres y de salud pública
(Heise y García-Moreno, 2002). Se entiende la violencia de género en el hogar
perpetrada por la pareja íntima como un fenómeno de etiología múltiple y compleja,
forjada por las normas socio-culturales y las expectativas de rol que apoyan la
subordinación femenina y perpetúan la violencia masculina (APA, 1999; Dutton, 1992;
Walker, 1999).
Desde Naciones Unidas (1991), se afirmó que la violencia que sufren muchas mujeres,
tanto en países desarrollados como en los no desarrollados, está relacionada con su
estatus de desigualdad en todas las sociedades y que su origen tiene sus raíces en la
estructura del matrimonio, en la familia y en la sociedad, siendo imposible comprender
su naturaleza sin tener en cuenta el contexto social e ideológico dentro del cual la
violencia ocurre. La declaración de Beijing (ONU, 1995) expresa que la violencia
contra las mujeres “es una manifestación de las relaciones de poder históricamente
desiguales entre hombres y mujeres”, que han conducido a la dominación de la mujer
por el hombre, la discriminación contra la mujer y a la interposición de obstáculos
contra su propio desarrollo.
estáticos sino dinámicos, en cuanto a que una base de poder influye en la otra. Quien
adquiere poder en una base es más fácil que adquiera poder en las otras.
por miedo a que otra pareja podría hacerlo; es decir, su pareja tiene más poder sobre
ella que el que tendría si el resto de los hombres no fueran violentos.
Respecto a la segunda base de poder, el control de los recursos, Pratto y Walker (2004)
consideran que los hombres controlan más recursos que las mujeres. Cabe señalar
que distintas teorías del poder como la Teoría de los Recursos de Goode (1971) o la
Teoría del Poder de Keltner y cols. (2003), otorgan un papel primordial a los recursos
como factor explicativo de las diferencias de poder. Controlar más recursos que la otra
parte, es una forma masculina típica de acceder al poder y creando esta asimetría de
poder, es más fácil controlar exitosamente o establecer las condiciones de la dinámica
de la relación de pareja (Thibaut y Kelly, 1959). Estas ideas son similares a la asunción
del modelo de Pratto y Walker (2004) que plantea que los hombres (grupo poderoso)
controlan más recursos que las mujeres (grupo no poderoso), y esto sería una de las
causas que originarían diferencias de poder entre los sexos.
se construyen distintos rasgos, roles y atributos para hombres y mujeres, así como los
modelos de comportamiento que se espera de ellos/as.
Este modelo de Poder basado en el Género de Pratto y Walker (2004) aporta unas
pautas interesantes para el análisis de la asimetría de poder de hombre y mujer en
la pareja y la ocurrencia de la violencia. En la medida en que la violencia en el hogar
se deba fundamentalmente a un intento de ejercer poder y control del agresor sobre
la víctima (Dutton, 1992; Walker, 1999), las diferentes bases del poder basado en
el género podrían estar implicadas. El modelo manifiesta que los hombres utilizan
la violencia física, psicológica o sexual como estrategia de control para perpetuar la
supremacía y el poder masculino, de modo que los hombres usarían la violencia como
estrategia para corregir las diferencias de poder percibido.
Pratto y Walker (2004) proponen que la desigualdad de género puede ser entendida
analizando la distribución asimétrica de las cuatro bases de poder. Nosotros/as
esperamos encontrar que las mujeres víctimas de malos tratos perciben una asimétrica
distribución de poder en sus relaciones de pareja. Concretamente, esperamos que los
resultados corroboren que las mujeres víctimas de violencia de pareja perciben tener
una mayor carga de obligaciones sociales, menor control de recursos, recurran menos
al uso de la violencia y presenten un ideología menos sexista que sus compañeros.
Respecto a nuestro objetivo de conocer la relación entre las distintas bases de poder de
género (fuerza, ideología, recursos y obligaciones sociales) y la violencia de género en el
hogar (maltrato físico, psicológico y sexual) que sufren las mujeres, no tenemos hipótesis
claras de partida sobre qué bases tendrán un mayor o menor peso en su relación con
la frecuencia e intensidad de la violencia padecida por las mujeres. En cualquier caso,
exploraremos las relaciones con esta violencia de: (1) las bases de poder de la víctima;
(2) las bases de poder del agresor y (3) las diferencias de poder entre ellos.
Proponemos estudiar la relación entre las bases de poder y la decisión de las víctimas de
finalizar su relación de pareja (3). Sabemos la dificultad de toda víctima de maltrato para
romper el círculo de violencia con el agresor (Labrador, Rincón, De Luis y Fernández–
Velasco, 2004); de hecho, los estudios demuestran que las mujeres tienen un alto riesgo de
violencia (Schwartz, 1988) o de ser asesinadas por su pareja (Daly y Wilson, 1988) cuando
toman la decisión de separarse. También encontramos estudios que apuntan que las
creencias tradicionales se asocian con la permanencia en la relación
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
(Schwartz y Mattley,
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
1993; Warren y Lanning, 1992) y que la mayoría de las mujeres requieren numerosos
recursos interrelacionados para establecer vidas independientes de sus agresores:
empleo, casa, niños… (Sullivan, Basta, Tan y Davidson, 1992). Estos datos hacen que
nos parezca interesante conocer cómo valoran las mujeres cada una de las bases de
poder del modelo (fuerza, ideología, recursos y obligaciones sociales) como posibles
obstáculos a la hora de poner fin a la relación abusiva. En principio, hipotetizaríamos
que de las cuatro bases de poder de género, las obligaciones sociales será la base que
menos influiría en la toma de decisión de finalización de la relación. Tradicionalmente, las
mujeres han sido las principales cuidadoras del hogar, incluso en los casos en los que
están incorporadas al trabajo asalariado, por lo que no creemos que este factor les influya
en la toma de decisión de finalizar la relación. Respecto a las otras tres bases de poder,
no establecemos hipótesis sobre la dirección que apuntarían los datos.
Método
Participantes
Instrumentos de evaluación
• Cuestionario de Asimetría de Poder en la relación. Para medir las bases del poder
que propone el modelo de Pratto y Walker (2004), cada participante evaluó la
frecuencia (desde 1 –nunca- hasta 4 –frecuentemente-) con la que ocurrían una
serie de situaciones en su relación de pareja. Veinticuatro de estos ítems eran
referidos al poder ejercido por la mujer, y otros 24 ítems paralelos evaluaban
el poder que ella atribuía al agresor. De cada conjunto de 24 ítems, 6 hacían
referencia a cada una de las 4 bases de poder: recursos, obligaciones sociales,
uso de la fuerza e ideología. Catorce de los 24 ítems de esta escala se extrajeron
y adaptaron del cuestionario elaborado por Morales (2005); los 10 restantes fueron
creados por nosotros/as. La consistenciaLA INTERVENCIÓN
interna MULTIDISCIPLINAR
de la escala fue adecuada
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR en
todas las subescalas. (Recursos de ella, α=.72; Recursos él, α=.53; Obligaciones
sociales de ella, α=.53; Obligaciones sociales de él, α=.62; Fuerza ella, α=.51;
Fuerza él, α=.63; Ideología ella, α=.85; Ideología él, α=.85)
• Por último, se incluyó una pregunta para conocer la importancia que las mujeres daban
a cada una de las cuatro bases de poder como barreras u obstáculos para poner fin
a su relación abusiva. En concreto, se les preguntó a las participantes que valoraran
en una escala de cuatro puntos: “Cuando se planteaba finalizar la relación, ¿cuánto
se lo impedían cada una de las bases de poder de género del modelo de Pratto y
Walker (2004)? (falta de recursos económicos; amenazas y posibles represalias que
él tomase, pensabas que te habías casado para siempre y no concebías separarte;
las obligaciones que tenías respecto a las tareas de la casa y al cuidado de los niños)
Procedimiento
Resultados
Figura 1. Percepción de la mujer sobre la distribución del poder entre ella y el agresor
en cada una de las bases del modelo de Pratto y Walker (2004)
4
3.5
3
Puntuación media
2.5 Él
2 Ella
1.5
1
0.5
0
Recursos Obligaciones Sociales Ideología Fuerza
Los resultados obtenidos confirman nuestra primera hipótesis. Tal y como postula el
modelo de Poder y Género (Pratto y Walker, 2004), las participantes
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
en el estudio tienen
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
menos recursos que sus compañeros, hacen menor uso de la fuerza, presentan una
ideología menos sexista que sus parejas, y tienen más obligaciones sociales que ellos.
Relación entre las bases de poder y la violencia doméstica
El objetivo principal de nuestro estudio era conocer si guardan algún tipo de relación las
distintas bases de poder de género y la violencia que sufren las mujeres en sus relaciones
de pareja. Para ello, hemos realizado diferentes análisis de regresión múltiple, utilizando
como variables criterio en cada caso uno de los distintos tipos de malos tratos y como
variables predictoras las percepciones medias de las participantes en las distintas bases
de poder, por un lado las relativas a su poder, por otro lado las referidas al poder de su
pareja y finalmente las correspondientes a la diferencia entre el poder de ambos.
Tabla 1. Resultados de los distintos análisis de regresión de las bases de poder del
maltratador en la predicción de las diferentes formas de malos tratos recibidos por
la mujer.
Variable predicha
Malos tratos Malos tratos físicos Malos tratos
psicológicos sexuales
Variables predictoras β T Β t Β T
Fuerza él 0,61 3,92*** 0,47 2,79** 0,23 1,24
Obligaciones sociales él 0,01 0,07 0,15 0,9 -0,07 -0,37
Recursos él 0,15 1,12 -0,14 -0,98 0,05 0,32
Ideología él -0,09 -0,53 0,26 1,37 0,13 0,66
R2 0,40 0,29 0,16
F 7,21*** 4,35** 2,05
4,47 4,47 4,47
Gl
*** Nivel de significación de p<0.001. ** Nivel de significación de p<0.01.
Variable predicha
Malos tratos Malos tratos físicos Malos tratos
psicológicos sexuales
Variables predictoras β T Β t
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Β T
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
En la Tabla 3 presentamos los análisis de regresión que exploran la relación entre las
diferencias de poder entre él y ella, es decir, la asimetría de poder en la pareja, y la
incidencia de los malos tratos. Para realizar estos análisis, hemos utilizado como
variables predictoras cuatro nuevas variables creadas a partir de las diferencias entre
las puntuaciones de él y de ella en cada una de las cuatro bases de poder. Como puede
apreciarse en la Tabla 3, la asimetría de recursos entre el maltratador y la mujer guarda
una relación positiva con los malos tratos psicológicos [β=.31, t=2.13, p<.05], es decir,
que cuanto mayor es la diferencia entre los recursos de los que dispone el hombre y los
que dispone la mujer mayor es la frecuencia con la que la mujer padeció malos tratos
psicológicos. Asimismo, la asimetría que se produce en el uso de la fuerza por parte del
hombre y de la mujer, también se relaciona positivamente con los malos tratos psicológicos
[β=.34, t=2.28, p<.05]), de tal forma que a mayor diferencia de poder en esta base mayor
incidencia de este tipo de malos tratos. Esta diferencia de fuerza también se relaciona de
la misma forma con la incidencia de malos tratos físicos [β=.35, t=2.13, p<.05]).
Variable predicha
Malos tratos Malos tratos físicos Malos tratos
psicológicos sexuales
Variables predictoras β T Β t Β T
Diferencias fuerza 0,34 2,28* 0,35 2,13* -0,00 -0,02
Diferencias obligaciones -0,01 -0,08 0,03 0,18 -0,22 -1,24
sociales
Diferencias recursos 0,31 2,13* 0,07 0,46 0,09 0,50
Diferencias ideología -0,11 -0,81 -0,02 -0,15 -0,06 -0,39
R2 0,30 0,14 0,07
F 4,68** 1,72 0,76
Gl 4,47 4,47 4,47
** Nivel de significación de p<0.01. * Nivel de significación de p<0.05.
Se les preguntó a las mujeres por la importancia que para ellas habían tenido factores
relacionados con las cuatro bases del poder cómo obstáculosLApara
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
poner fin a su
INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
relación abusiva. En la Figura 2 se puede apreciar el valor que las mujeres otorgan a
cada uno de estos factores.
Figura 2. Valor que otorgan las mujeres maltratadas a cada una de las bases del modelo
de Pratto y Walker (2004) como impedimentos para poner fin a la relación abusiva.
2,5
2
Recursos
1,5
Fuerza
1
0,5 Ideología
0 Obligaciones
Discusión
Nuestro objetivo principal fue explorar la relación que estas bases del poder tienen
con la violencia de género en el hogar, conocer si guardan algún tipo de relación con
la violencia que sufren las mujeres en sus relaciones de pareja (violencia física, sexual
y psicológica). Los resultados indican que el uso de la fuerza por parte del agresor,
se relaciona tanto con la violencia física como con la violencia psicológica sufrida por
la mujer. En este punto, nos parece pertinente recordar que la fuerza en el modelo
en el que nos basamos es entendida como el uso de ella o la amenaza de ejercerla.
Por otra parte, los resultados también han puesto de manifiesto que los recursos de
la mujer se relacionan negativamente con los malos tratos psicológicos padecidos, de
tal forma que a mayor percepción de recursos por parte de la mujer, menor frecuencia
de violencia psicológica padecida. Por último, el análisis de regresión respecto a
la asimetría de poder entre víctima y agresor, evidencia una clara relación entre la
diferencia de recursos de los que dispone el hombre y la mujer y la frecuencia de malos
tratos psicológicos recibidos; por otro lado, la asimetría que se produce en el uso de la
fuerza por parte del hombre y de la mujer, también se relaciona positivamente
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
con los
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
malos tratos psicológicos, de tal forma que a mayor diferencia de poder en esta base
mayor incidencia de este tipo de malos tratos. Esta diferencia de fuerza también se
relaciona de la misma forma con la incidencia de malos tratos físicos.
En definitiva, de las cuatro bases del modelo de Poder y Género de Pratto y Walker
(2004), la asimetría de recursos entre víctima y agresor, predeciría la frecuencia de
los malos tratos psicológicos y la asimetría entre los géneros en el uso de la fuerza,
predeciría la frecuencia de la violencia psicológica y física.
El último de los objetivos de nuestro estudio fue indagar la relación que las bases de
poder de género podían tener con la toma de decisión de finalizar la relación por parte
Referencias bibliográficas
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Warren, J. y Lanning, W. (1992). Sex role beliefs, control and isolation of battered
women. Journal of Family Violence, 7, 1-8
Desde Aristóteles hasta Freud -pasando por la gran mayoría literatos y también por
los padres de la ciencia moderna- tanto en los espacios “cultos”, como en el saber
popular, los estereotipos y actitudes que denigran a las mujeres han sido lo habitual.
Las creencias acerca de que las diferencias implican inferioridad y que por tanto
es necesario que sean controladas, que traen el demonio al mundo, que son por
naturaleza frívolas, machaconas, indignas de confianza, irreflexivas… (BOSCH, E.,
FERRER, V. y GILI, M. 1999; CABALLÉ, A. 2006), desgraciadamente persisten aún
en el inconsciente colectivo de la mayoría de la población al formar parte de nuestros
arquetipos culturales (GUIL, A. 1999).
La identidad es por tanto algo claramente relacional pues son precisamente las
imágenes que de nosotros/as nos devuelven otras personas, las que activan los
procesos de reconocimiento, identificación y legitimación, hasta conformar nuestro
autoconcepto y nuestra autoestima, la valoración que hacemos de nosotras/os mismos.
Es evidentemente que, a lo largo de la historia, las mujeres han tenido pocas oportunidades
de redefinir la identidad negativa y contradictoria que los siglos de patriarcado les
impusieron. Sin embargo en la actualidad comienzan a tener otras significantes, otras
referentes, otras figuras de poder, que les pueden servir de apoyo en su proceso de
deconstrucción y co-construcción de una identidad más acorde con la realidad.
En la actualidad los mitos, las canciones o los clásicos cuentos infantiles, siguen
ejerciendo su influencia sobre las nuevas generaciones de tal modo que, tanto varones
como mujeres, continúan introyectando individualmente los mandatos de género, es
decir, el papel que por haber nacido niña o niño les demanda la sociedad para que lo
interpreten a lo largo de toda su vida.
Así, entre nuestros adolescentes continúan existiendo grandes contrastes entre sexos
a la hora de pensar y sentir sus experiencias amorosas que -lejos de aproximarse-,
aumentan con la edad.
1 “Sus ojitos de sueño y adormiláos me dijeron: mi dueño, cuánto has tardáo”. Letra flamenca popular.
Ana Guil
En el gráfico anterior podemos observar cuales son las distintas vivencias del amor
En el gráfico anterior
en una muestra depodemos observar
adolescentes cuales son las distintas vivencias del amor
catalanes.
en una muestra de adolescentes catalanes.
Si nos1 “Sus
fijamos ensueño
ojitos de los ysentimientos que predominan
adormiláos me dijeron: mi dueño, cuántocon gran diferencia
has tardáo”. Letra flamencaentre las
chicas,popular.
encontramos:
3
• Sentimientos positivos a la vez que negativos (por ej.: “tenía ganas de reír y de llorar”).
• Expresión de dolor (por ej.: “el amor te destroza el alma, te llena de in seguridades).
• Incredulidad (en menor medida que los anteriores, pero exclusivamente entre las chicas).
Ante estos datos, no es de extrañar que la conocida escritora feministas Kate Millet
aseverara que “el amor ha sido el opio de las mujeres”, ya que –incluso en casos
de violencia-, muchas mujeres adultas, pese a no tener ningún tipo de problema
económico, ni tener descendencia con sus parejas, continúan “ciegas” dependiendo
afectivamente de ellos.
Siguiendo a CORSY, J y PEYRU, G. (2003), los varones ejercen el dominio sobre sus
parejas mediante distintas estrategias:
Cada una de estas estrategias sería ya de por sí devastadora, pero la suma de todas
ellas genera una situación de indefensión total.
Por su parte PRATTO, F. y WALTER, A. (2004), nos ofrecen otro análisis de la relación
entre género y poder que incluye variables tanto públicas como privadas.
• las obligaciones sociales (hijos/as, salud...) que restan poder a las mujeres.
En cada uno de los aspectos analizados existen diferencias entre varones y mujeres:
los hombres suelen tener mayor ideología sexista, más recursos económicos -incluso
cuando ambos tienen trabajo remunerado- y usan más la fuerza física que las mujeres.
Y ellas atienden usualmente mucho más a las obligaciones socio/familiares que sus
parejas, aunque ambos trabajen fuera de casa.
2“Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo
que culpáis…” Sor Juana Inés de la Cruz, México 1651-1695.
• No hay por qué asumir las conductas prescritas por razón de género
Pero probablemente el mayor de los retos que han de afrontar las mujeres es sin
duda la reformulación del amor, la construcción de un lenguaje de respeto, afecto y
reciprocidad en los casos que aún tengan solución. Y en los demás, asumir que el
amor no es eterno sin que ello las frustre de por vida.
Identificar
emociones
Manejar Utilizar
“Inteligencia
emociones emocional” emociones
Comprender
emociones
• Emociones Emociones
Básicas Básicas o Primarias
o Primarias (miedo,(miedo, ira, tristeza,
ira, tristeza, asco,
asco, alegría
alegría y
y sorpresa),
sorpresa), con alta carga genética de forma que funcionan a modo de
con alta carga genética de forma que funcionan a modo de respuestas emocionales
preorganizadas que son modeladas por la experiencia
7 y el aprendizaje. Están presentes
en todas las personas y en todas culturas, poseen una expresión facial específica de
carácter universal y una constancia en el afrontamiento.
Emociones Sociales I:
VERGÜENZA, CULPA, 9. Habilidad para etiquetar las emociones con palabras y reconocer las relaciones
ORGULLO (+ EB I+ EB II) entre los distintos elementos de nuestro léxico afectivo
10. Con qué se relaciona cada sentimiento y qué es lo que lo provoca
Emociones Social 11. Comprensión de la existencia de circunstancias complejas y contradictorias con
es II: ENAMORAMIENTO, respecto a las emociones
CELOS ENVIDIA (+ EB I+ EB II COMPRENSIÓN 12. Las emociones tienden a sucederse en cadena
+ ES I) Y 13. Ser sensible a sus reacciones emocionales, las cuales deben ser toleradas, incluso
MANEJO bienvenidas cuando ocurren, con independencia de si son agradables o no
14. Interiorización de la separación entre sentimiento y acción
15. Aprendizaje de cómo las emociones pueden separase de las conductas
16. Dirección de las emociones propias
17. Capacidad de ayudar a otros a sentirse mejor
18. Capacidad de dirigir impresiones y persuadir
EMOCIONES MEZCLADAS Análisis en pequeño grupo del Diario Emocional: efectividad de las estrategias de afrontamiento, resultados
OTRAS EMOCIONES positivos o negativos
creando porque
muchas de ellas encuentran dificultades para moverse con desenvoltura
muchas de ellas encuentran dificultades para moverse con desenvoltura fuera del fuera del
espacio para el que tradicionalmente fueron socializadas.
A través de las distintas dinámicas grupales podemos contribuir a su re-
A través de las distintas dinámicas grupales podemos contribuir a su re-alfabetización
alfabetización emocional, ayudar a adquirir destrezas y madurez, y simular
emocional, ayudar a adquirir destrezas y madurez, y simular situaciones problemas
en las que -a modo de desafío intelectual- 8 se llegue con el grupo a soluciones,
que posteriormente pueden ser generalizadas y llegar a conseguir cambios de
comportamiento.
Conclusiones
Después de un rápido repaso por los orígenes misóginos del maltrato hacia las mujeres
y del cotejo de diferentes modelos de análisis del proceso, se deduce la necesidad de
trabajar el cambio de actitudes que permita a las mujeres salir del laberinto patriarcal
en que se adentran movidas por un amor malentendido.
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SALOVEY, Peter, BRACKETT, M.A., & MAYER, John D. (Eds.) (2004), Emotional
intelligence: Key readings on the Mayer and Salovey model. Port Chester, NY: Dude Press.
Introducción
Las principales funciones más resaltantes del Instituto Andaluz de la Mujer son las
siguientes:
De igual manera, el Capítulo III «Principios rectores de las políticas públicas», del
mismo Título I, establece en el artículo 37 que uno de los principios rectores de las
políticas públicas es la plena equiparación laboral entre hombres y mujeres y así como
la conciliación de la vida laboral y familiar. El artículo 38 señala la vinculación de los
poderes públicos y de los particulares; a tal efecto, la prohibición de discriminación
del artículo 14 y los derechos reconocidos en el Capítulo II del Estatuto de Autonomía
que vinculan a todos los poderes públicos andaluces y, dependiendo de la naturaleza
de cada derecho, a los particulares, debiendo ser interpretados en el sentido más
favorable a su plena efectividad.
El artículo 167 del Título VI «Economía, empleo y hacienda», del Capítulo II «Empleo y
relaciones laborales», señala que los poderes públicos garantizarán el cumplimiento del
principio de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el ámbito laboral,
en el acceso a la ocupación, la formación y promoción profesional, las condiciones de
trabajo, incluida la retribución, asimismo, a que las mujeres no sean discriminadas por
causa de embarazo o maternidad.
5. La promoción del acceso a los recursos de todo tipo a las mujeres que viven en el
medio rural y su participación plena, igualitaria y efectiva en la economía y en la
sociedad.
En este sentido, define la violencia de género como aquella que, como manifestación de
la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres
sobre las mujeres, se ejerce sobre estas por el hecho de serlo. Por consiguiente,
comprende cualquier acto de violencia basada en género que tenga como consecuencia,
o que tenga posibilidades de tener como consecuencia, perjuicio o sufrimiento en la
salud física, sexual o psicológica de la mujer, incluyendo amenazas de dichos actos,
coerción o privaciones arbitrarias de su libertad, tanto si se producen en la vida pública
como privada. La Ley diferencia los tipos de violencia de género en violencia física,
violencia psicológica, violencia económica y violencia sexual y abusos sexuales.
La mujer víctima de violencia de género para tener acceso a estos derechos debe
demostrar su situación a través de los siguientes medios:
2. Informe del Ministerio Fiscal de cuyo contenido se desprenda que existen indicios
de que la demandante es víctima de la violencia de género.
Conclusiones
Referencias Bibliográficas
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Sánchez, Esther; Salvador, Ana; Ibáñez, Carmen.
INTRODUCCION
En Aragón, según los datos extraídos de la Macroencuesta sobre Violencia contra las
Mujeres, el número de mujeres que afirman haber sufrido maltrato se ha incrementado
un 44% en el periodo 2002-2006, siendo más prevalente en las zonas rurales que
urbanas, con mayor presencia entre las mujeres que conviven en pareja y que tienen
hijos, con tasas superiores entre las mujeres de nacionalidad extranjera; y está presente
en todos los tramos de edad, siendo ligeramente superior entre los 45 y 64 años.
Por otro lado, desde la Delegación del Gobierno de Aragón surge la iniciativa de desarrollar
un Protocolo de Coordinación Interinstitucional para la Prevención de la Violencia de
Género y Atención a las Victimas en la Comunidad Autónoma de Aragón que vio la luz
en diciembre de 2008. En el marco de dicho Protocolo, el Departamento de Salud y
Consumo, el Instituto Aragonés de la Mujer y los distintos organismos comarcales que
configuran la organización territorial de Aragón, están trabajando en la implantación de
procedimientos coordinados de intervención con las mujeres víctimas de VG.
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Explorar la percepción que tienen las usuarias finales de la atención y cuidados
recibidos en estos dispositivos brinda la oportunidad de identificar oportunidades de
mejora y poner en marcha actuaciones que permitan incrementar la calidad de la
atención prestada. La finalidad de este estudio es:
• Identificar demandas, necesidades, expectativas y dificultades de comunicación
referentes a las diversas figuras profesionales del Sistema de Salud de Aragón y
de servicios sociales en relación con la atención contra la VG en Aragón.
• Conocer las necesidades y expectativas respecto al sistema sanitario y social de
estas mujeres
• Identificar los diferentes itinerarios que siguen estas mujeres en el sistema de
protección y atención contra la VG.
DESARROLLO
Para alcanzar los objetivos planteados en el estudio se optó por la utilización de técnicas
de investigación cualitativa, al considerarse útiles para proporcionar un conocimiento
en profundidad sobre las percepciones, creencias y valores de las personas. La
metodología utilizada se fundamenta en criterios de triangulación metodológica, o en
la combinación de diversas técnicas que, al poner el acento en distintos aspectos o
perspectivas de análisis, se complementan y equilibran mutuamente, aportando una
mayor calidad a los datos obtenidos y mayor profundidad a los resultados alcanzados.
Tanto para los grupos de discusión como para las entrevistas en profundidad se
diseñaron dos guiones con temas a abordar que se agruparon en 4 bloques: a) acceso
a los servicios y recursos, recorrido y dificultades; b) atención y trato; c) información
recibida y d) experiencia emocional vivida y percepción de los cambios.
RESULTADOS
“[…] el enfermero que tengo, lo mismo, […] se que puedo llamar a la puerta y puedo
hablar con él, puedo contar con él”
“Pero ellos no hacen nada, te da una receta, toma..., y ya está. Él sabe que es,
no..., que se te cae una maleta, que (...) si pasa un coche, él sabe de qué es..., qué
tienes en la cara. No es tonto”. “Mi médico me mandó a los servicios sociales de la
mancomunidad. Entonces él no sabía que estaba en trámites de que se supieran las
cosas. Yo no me podía escapar, así.”
“me da una paz, que yo cuando me voy a mi casa, sé lo que tengo que hacer, o sea
que quiero decir que me ayuda (…)”
cuando acceden a los mismos. Los recursos de Asesoría Jurídica son percibidos como
deficientes por las participantes en el estudio. La terapia grupal se ha presentado como
un recurso muy bien valorado, pero poco accesible. La categoría Tipo de recursos
evidencia una importante desventaja comparativa entre los recursos contra la VG
disponibles en las zonas rurales y los de las zonas urbanas: menor disponibilidad de
recursos, menor sensibilización social y menor garantía de confidencialidad en el uso
de los recursos en el medio rural.
“Mi primer contacto fue en la Casa de la Mujer, que fui para comentar lo que me
pasaba y enseguida me dieron cita para hablar con una chica, para que le contara
todo lo que me había sucedido y poco a poco me fueron diciendo, me dieron atención
psicológica, si necesitaba atención jurídica, todo, todo, todo”
“Yo ahí si tenía cualquier problema, lo más mínimo, me apetecía hablar con alguien, o
me… las tenía ahí, aparte de su trabajo estaban ahí también para cualquier cosa que
a ti te, pues estaban y te aconsejaban, te decían y te apoyaban mucho”
El acceso a la información relacionada con VG y sus tipos, los efectos para la salud
y las medidas de seguridad a adoptar se ha mostrado insuficiente. Las participantes
afirman no haberla recibido o no recordarla con claridad; esto último posiblemente
debido al estado emocional o por dificultades con el idioma en el caso de mujeres
inmigrantes. La información recibida en procesos terapéuticos o talleres de formación
es valorada positivamente, especialmente en lo relacionado con problemas de salud
mental. El acceso a la información se relaciona principalmente con la ofrecida por las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la Casa de Acogida, servicios éstos con pocas
posibilidades de prevención de nuevos episodios. En los casos en los que sí se recibió
información, se afirma que ésta es clara, relacionada con la experiencia vivida.
“que yo cuando me voy a mi casa, se lo que tengo que hacer, o sea que quiero decir
que me ayuda”
“Esta es la primera información que recibió, ya que acudió a la psicóloga por los
problemas de ansiedad y con la comida”
“Yo tengo el recuerdo ese, no tengo ningún otro, o sea, de consejos… Lo de sitios
públicos y nunca estar a solas, siempre acompañados por alguien, y si salías sola a
la calle…,” LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
y servicios ofrecidos por servicios sociales por iniciativa propia se corresponde con
perfiles de población española joven, que no comparte los prejuicios y estigmas
respecto a los servicios sociales que presentan las mujeres más mayores.
CONCLUSIONES
Los datos del estudio ponen de manifiesto las carencias que en ambos sectores
muestran actualmente para la atención adecuada, integral e integradora y, sobre
todo, la falta de un enfoque de las actuaciones adecuado a los diferentes perfiles de
mujeres y, por lo tanto, de necesidades y expectativas en función de los mismos. La
formación de los/las profesionales de la salud es clave para la identificación de las
mujeres víctimas de VG, así como para que la mujer se sienta comprendida, confiada
y atendida. En el estudio se pone de manifiesto dos extremos en la actuación de los/
las profesionales sanitarios: los que realizan una identificación y acompañamiento
de la mujer en todo su proceso; y aquellos que no son capaces de identificar dicha
situación, aunque la mujer la haya mostrado de una manera implícita. Esta diferencia
de actuación está directamente relacionada con la formación de los/las profesionales.
La figura del trabajador social en este sector se ha mostrado clave, sobre todo para
facilitar el tránsito de la mujer por el itinerario más adecuado a sus necesidades.
Otro de los datos importantes del estudio es la laguna en la información que se ofrece
a estas mujeres en temas como la repercusión que tiene la violencia en su salud, qué
medidas de seguridad debe adoptar, etc., aspectos claves para una atención integral.
BIBLIOGRAFIA
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CIMOP.
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Cobas, Susana; Maravall, Javier; Bonino, Luis (2009) “Hombres con valores igualitarios.
Historias de vida, logros alcanzados y cambios pendientes”. Madrid
Introducción
Por ello, se torna en elemento clave, hacer del entorno educativo un espacio libre de
prejuicios y estereotipos sexistas; un lugar que proporcione modelos de relación desde
la igualdad y desde el respeto a las diferencias e individualidades de cada persona, un
espacio en el que las actitudes y comportamientos violentos no tengan cabida.
Con este artículo, pretendemos acercarnos a los factores que intervienen en estas
edades en el aprendizaje de los esquemas dominio-sumisión que se encuentran en
la base de este fenómeno, así como a las propuestas educativas necesarias para
su erradicación. Propuestas educativas que se ponen en marcha cada curso escolar
desde el 2004/2005, en el marco del
<< Plan Municipal
<<de Coeducación de la Delegación
de la Mujer del Excmo. Ayto. de Sevilla, concretamente mediante el programa de
coeducación y prevención de violencia.
y de la sociedad; si niñas y niños van asimilando unos roles en los cuales la mujer
es desvalorizada, humillada y aprenden a basar la relación entre ambos sexos en la
dominación y la fuerza, si no se hace nada por evitarlo, éste será el tipo de relación
que ellas y ellos establecerán en un futuro.
Hay que tener en cuenta al analizar la violencia de género en el ámbito escolar, que
el grupo de niños trae afianzado el modelo masculino, que tiene como uno de sus
principios básicos la superioridad respecto al femenino y en este contexto no suelen
triunfar, pues las niñas son mejores estudiantes (Grañeras, M. y otras); entonces se
sienten incómodos, no entienden la situación y reaccionan violentamente, que es
como les ha enseñado el patrón masculino. Se comportan de este modo para llamar
la atención y para tratar de dominar la situación y controlarla.
Esta forma de convivencia contribuye a que las niñas aprendan a asumir como normales
ciertas situaciones que no lo son, que tienen en su base relaciones desiguales; al
mismo tiempo, los niños aprenden el uso de la violencia como manera de control sobre
las demás personas y como forma de poder para conseguir aquello que quieren. Se
socializan en el uso del espacio, del tiempo y de los recursos como algo propio, por
lo que viven el reparto del mismo como una injusticia, como algo innecesario que va
en su contra, no reconociendo la injusticia de esta manera tan desigual de vivir las
instituciones escolares.
Todo ello unido al hecho de que niños y niñas aprenden a resolver conflictos observando
cómo los mayores los resuelven y la violencia, que es, un comportamiento aprendido,
se aprende observando cómo los padres, los hermanos mayores o los vecinos, se
relacionan entre ellos y cómo lo hacen con las mujeres. Se aprende viendo televisión,
viendo determinados dibujos animados, películas o programas de televisión (Defensor
del Pueblo, 1998). Las niñas y los niños aprenden que la violencia forma parte del
mandato de género masculino, “se entiende que es normal que un chico sea agresivo
o valiente o fuerte”(Rovira, M.)
Es de este modo como los centros educativos, y otros ámbitos sociales, colaboran a
que se perpetúe la violencia contra las mujeres. En los grupos de iguales esa violencia
se reproduce, y se socializa tanto a chicos como a chicas, a ellos para ejercerla, a
ellas para asumirla (Hernandez, T. y casares, E.); se puede afirmar que son frecuentes
en los Centros educativos las siguientes conductas violentas de interrelación entre
chicos y chicas (Flecha, C.Doc. inédito):
Por otra parte, para realizar una practica educativa que proporcione al alumnado otros
modelos de relación, se debe partir de la superación de la dicotomía inteligencia-
afectividad como dos mundos separados. Hay que partir del reconocimiento de la
importancia de las relaciones interpersonales, en la conformación de la personalidad
del alumnado, teniendo en cuenta los pensamientos, sentimientos y emociones que
éstas conllevan.
Para ello, hay que preparar a las y los jóvenes con recursos y habilidades sociales
suficientes para que, ante una situación conflictiva, tengan recursos y estrategias de
interacción suficientes, para dar respuestas a la situación sin recurrir a los impulsos
básicos que llevan a actuar de manera violenta. Esto se consigue con una perspectiva
amplia para interpretar las situaciones, que permita contemplar a la vez puntos de
vistas diferentes, a veces opuestos, y elaborar las propias conclusiones que permitan
actuar de una manera lo más satisfactoria posible para todas las
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
partes implicadas.
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Este conocimiento de las emociones y de los sentimientos requiere un trabajo cognitivo,
al implicar la propia toma de conciencia de los diferentes estados emocionales, de las
causas que los provocan y de las consecuencias que estos pueden tener.
• Por otra parte, evidenciar, a través de una práctica coeducativa, la influencia que
tiene en las relaciones, entre las personas y con el entorno, el sistema patriarcal aún
imperante en la sociedad actual.
Para prevenir la violencia contra las mujeres desde edades escolares es fundamental
el reconocimiento de las diferencias existentes entre las personas, lo que supone no
solamente aceptarlas, sino partir de ellas, sobretodo la diferencia sexual, pues ésta
“no es una diferencia más, sino que es la diferencia primera que se da entre seres
humanos y que siempre está presente”(Hernandez, G. y Jaramillo, C.) Únicamente si
se parte desde el reconocimiento de esta diferencia, de la relación con ella, sólo si se
la escucha, se podrá ejercer una practica coeducativa y se estará en condiciones de
prevenir situaciones futuras de violencia, conductas que se dan precisamente como
rechazo a estas diferencias, por estar estas desvalorizadas y deslegitimadas en un
sistema que funciona por homologación a la norma.
Conclusiones
A lo largo de los siglos la sociedad ha demostrado ser capaz de poner fin a otras formas
de opresión y de articular mecanismos a favor de las personas más desprotegidas.
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Ahora debe demostrar su capacidad para cambiar las relaciones entre mujeres y
hombres, entre chicas y chicos, puesto que, pese a los avances realizados a favor de
la emancipación de las mujeres en numerosos terrenos, persiste la violencia contra las
mujeres. Poner fin a esta violencia constituye un requisito indispensable para alcanzar
la igualdad entre los sexos. No avanzaremos hacia una sociedad justa e igualitaria
mientras no rechacemos todo el sexismo aún presente en nuestra sociedad.
patriarcado”(Maturana, H.). Por esto, la violencia contra las mujeres irá perdiendo fuerza
a medida que se vayan produciendo cambios sociales y estructurales profundos “que
acaben con actitudes discriminatorias y hábitos sociales y culturales muy arraigados,
que impiden que las mujeres se desarrollen libremente y que participen de un modo
activo en todos los ámbitos, públicos y privados, siendo protagonistas de la defensa
de sus derechos” (Bustillo, E.) En este sentido resulta fundamental el papel de los
centros educativos en la formación de las nuevas generaciones en la igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres, para conseguir una sociedad mas justa en la
que la violencia de género no tenga cabida.
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Tratar los conflictos en la escuela sin violencia, Madrid, Serie Cuadernos de Educación
No Sexista Nº 14
INTRODUCCIÓN
1. Justificación:
1 Utilizamos aquí el genérico femenino para referirnos al conjunto de personas entrevistadas, ciertamente, la
mayoría mujeres pero también, hombres que desde hace tiempo trabajan y se identifican con los posicionamientos
feministas y el trabajo de las mujeres contra la MGF en Mali.
objetivos, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM): la lucha por la igualdad entre
los géneros y la autonomía de la mujer (ODM 3), la reducción de la mortalidad infantil
(ODM 4) y la mejora de la salud materna (ODM 5). En este contexto y en Europa
(2001), la resolución 1247 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa
supone un avance sobre el tema de la MGF pues insta a los gobiernos a emprender
distintas acciones entre las que se incluyen la elaboración de legislaciones nacionales,
la promoción de la sensibilización o la flexibilidad en la concesión de asilo a madres e
hijas con miedo a ser sometidas a MGF, lo que da cuenta de la importante dimensión
global del problema (Unicef 2005; Lavender 2009).
Según Unicef en el citado Informe Cambiar una convención social perjudicial: la ablación
o mutilación genital femenina (2005), cada año tres millones de mujeres y niñas son
sometidas a A/MGF. Se calcula que en el mundo hay entre 100 y 140 millones de mujeres
y niñas que sufren las consecuencias de la MGF. Este procedimiento, que según la
OMS (2008) no aporta ningún beneficio a la salud de las mismas, puede producir
complicaciones como hemorragias graves y problemas urinarios, complicaciones en
el parto y muerte del recién nacido de madre mutilada, por no citar el evidente peligro
para la vida de niñas y mujeres sometidas a MGF, pero siempre asociado a un nivel
de sufrimiento físico y mental difícil de tolerar, que compromete seriamente su salud
a lo largo de la vida. En la mayoría de las ocasiones la práctica de MGF se produce
durante la infancia, en algún momento entre la lactancia y los 15 años.
El reciente Informe Les femmes et la Santé (OMS 2009) pone de relieve que la
práctica de MGF sigue siendo una realidad en el mundo. Concretamente en África
92.5 millones de mujeres de más de 10 años viven con secuelas de la MGF, de las
cuales 12.5 millones tienen entre 10 y 14 años. Aunque existen muchas lagunas en
la información y los datos sobre la A/MGF, la OMS advierte que la MGF no solo no se
está abandonando sino que viene ganando terreno en los últimos años a costa de ser
practicada por los propios profesionales de LAlaINTERVENCIÓN
salud. MULTIDISCIPLINAR
Asimismo LAadvierte
INTERVENCIÓNque la edad
MULTIDISCIPLINAR
De todas las regiones del mundo, África y Oriente Medio son regiones cuya tradición
contempla la práctica de MGF. Pero de acuerdo con Unicef (2005), lejos de ser un
problema regional este es un problema global, pues se extiende no solo a dichas
regiones sino a todas las comunidades inmigrantes alrededor del mundo. La fuerza
cultural de dicha práctica le viene del hecho de que la MGF conforma un sentido
importante de la identidad cultural de género de las niñas y mujeres. El sentido de
orgullo ante la mayoría de edad y el sentido de pertenencia a una comunidad es
alcanzado culturalmente así cuando dichas mujeres son mutiladas. Por otra parte,
el rechazo y la discriminación a las que son sometidas las chicas y sus familias y la
pérdida de estatus social de la familia consecuente a la decisión de no mutilar, son una
fuerza disuasoria más que suficiente para cumplir con el ritual, conformando así parte
de las expectativas sociales.
DESARROLLO:
Como hemos dicho, el contexto es importante para entender los discursos que
hablan de problemas sociales (Van Dijk 2003, 2005), no solo los contextos locales de
producción sino también los contextos sociales más amplios (Alonso 2003; Van Dijk
2003, 2005; Hernández-Padilla 2010). De ahí que sea necesario recordar que Mali
es un gran país de África Occidental (1.240.000 km2, con una población estimada
de alrededor de 12 mll. de habitantes), constituido por ocho amplias regiones, muy
diversas entre ellas. Cada una de estas regiones está
LA INTERVENCIÓN pobladaLA INTERVENCIÓN
MULTIDISCIPLINAR por distintas etnias
MULTIDISCIPLINAR
con tradiciones culturales propias. De hecho, la MGF como práctica cultural no está
presente en todas las etnias que pueblan el país. Así, en las etnias que pueblan el
norte la práctica es escasa o ausente. Como práctica cultural, la MGF está claramente
consolidada en el sur del país, en las regiones de Kayes, Koulikoro, Ségou o Sikaso y
entre determinadas etnias. Por ello, no todas las mujeres de Mali, especialmente las
que proceden del norte del país, conocen la práctica de la MGF, si bien, algunas de
ellas entre las mujeres entrevistadas han conocido la práctica a raíz de su traslado
de domicilio a la ciudad de Bamako, donde se han realizado las entrevistas2.En este
2 La elección de Bamako tiene que ver con dos razones. Primera, la capital representa un mosaico de grupos
étnicos y tradiciones culturales representativas del conjunto del país y segunda, relacionada con el momento en
que se realiza el proyecto y el trabajo de campo (primavera-verano 2010), pues la situación de seguridad en la
zona es comprometida (terrorismo de Al-Qaeda), sobre todo lejos de la capital y en la frontera con Mauritania.
E 1: “la gente no relaciona los problemas de salud de las niñas con la excisión…”
A pesar de que desde hace varias décadas distintas instituciones internacionales han
reconocido en la MGF un problema de salud para las mujeres, este problema se
reconoce como tal en Mali desde el momento en que los movimientos asociativos
de mujeres empiezan a hablar de él, pero esta visibilización a través del lenguaje
es un fenómeno relativamente reciente. Aunque la cuestión de la MGF y todo lo
que tiene que ver con la sexualidad de las mujeres es un tema tabú influido por la
religión (Unicef 2005), no es hasta la independencia del país (1992) con el inicio de
su recorrido democrático que no se empieza a hablar con claridad y a visibilizar social
e institucionalmente3 la MGF como problema de salud de las mujeres. Por ello, las
mujeres entrevistadas reconocen un antes y un después en la visibilización de la MGF
como problema de salud de las mujeres en Mali. Si bien el miedo ha estado presente
en todas aquellas convenciones sociales legitimadas por las creencias religiosas y por
el patriarcado presente en la sociedad maliense, incluida la MGF, la desmitificación de
la MGF llevada a cabo en Mali ha permitido que el tema surja:
E3: “el trabajo de nuestro centro una herramienta pedagógica, pero también una
herramienta jurídica para defender lo que la lucha de mujeres de manera global
ha obtenido por las mujeres de Mali desde la independencia de nuestro país. Mi
generación, de mujeres universitarias de mi edad, nosotras somos viejas ya, nosotras
3 No obstante, la visibilización institucional es bastante posterior: Plan National de Action de Lutte contre les violences
faites aux femmes et aux filles. Rapport Provisoire (2005); Politique Nationales pour l’abandon de la pratique de l’excision
(2007); Programme National de Lutte contre la pratique de l’Excision-PNLE (2008) y Plan National pour l’abandon de la
pratique de l’excision au Mali 2008-2012.
E 5: “Nosotros hemos trabajado mucho porque las mujeres que están en el poder
puedan defender sus ideas, pero es muy difícil. Cuando tienes mujeres que están
en el gobierno o en la asamblea nacional, ellas están todo el tiempo dirigidas por los
hombres del partido. Ellas llegan al gobierno, a la Asamblea Nacional, gracias a los
partidos políticos, por lo tanto son dirigidas por los partidos políticos. Solo si una mujer
no ha sido nombrada por el partido político, ella puede ser independiente y libre para
actuar en función de sus ideas o bien a nivel asociativo, si ella está convencida del
trabajo que ella hacía en la asociación, si no de manera general, ellas están sometidas
a la voluntad de los responsables políticos”.
E 8: “Entre las cosas mal hechas, yo resaltaría la actitud de prepotencia que han
tenido algunas ONGD’s occidentales aquí en Mali”
que han contribuido al debate artificial que sitúa a la mujer entre su identificación
cultural y la lealtad a sus tradiciones por una parte y la reivindicación de sus derechos
como mujeres modernas por otra.
CONCLUSIONES:
BIBLIOGRAFÍA
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violencia. En: MAQUEIRA, Virginia (Ed.). Mujeres, globalización y derechos humanos.
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Introducción
La Mutilación Genital Femenina (MGF) “incluye una amplia variedad de prácticas que
suponen la extirpación total o parcial de los genitales externos o su alteración por
razones que no son de índole médica” (UNICEF, 2005: 9). El término más conocido y
utilizado es el de Mutilación Genital Femenina, pero desde diferentes instancias, como
por ejemplo UNICEF, se recomienda el uso de la palabra ablación utilizándose ambos
términos de manera indistinta.
• Tipo II: escisión parcial o total de los labios menores con o sin escisión parcial o
total del clítoris.
• Tipo III o infibulación: escisión de los genitales externos y la sutura de los labios
mayores.
Etiopia 74,3%
Gambia 78,3%
Ghana 3,8%
Guinea 95,6%
Guinea Bissau 44,5%
Kenia 32,2%
Liberia 58,3%
Mali 85,2%
Mauritania 72,2%
Nigeria 19,0%
Senegal 28,2%
Sierra Leona 94,0%
Togo 5,8%
TABLA 1.- Porcentaje de mujeres entre 15 y 45 años que han sufrido MGF por países.
Fuente: www.childinfo.org. UNICEF. Elaboración propia.
Propuestas de intervención
En España, el Código Penal reconoce desde 1995 la MGF como delito. En concreto
en el artículo 149 se considera delito la MGF y se penaliza con 6 a 12 años de
prisión e inhabilitación para la el ejercicio de la patria potestad por 4 a 10 años en el
caso de que se trate de una menor. También la Ley Orgánica 3/2205, de 8 de julio,
de modificación de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, para
perseguir extraterritorialmente la práctica de la mutilación genital femenina posibilita
“la persecución extraterritorial de la práctica de la mutilación genital femenina cuando
la comisión del delito se realice en el extranjero, como sucede en la mayor parte de
los casos, aprovechando viajes o estancias en los países de origen de quienes se
encuentran en nuestro país” (BOE 163, de 9 de julio de 2005: 24457).
En Andalucía Medicus Mundi Andalucía está trabajando desde hace ya algunos años
en proyectos de lucha contra la MGF. En este sentido ha desarrollado proyectos tanto
en países africanos como proyectos de sensibilización en Andalucía. Recientemente
ha editado dos manuales donde se recogen estrategias concretas de intervención
para la práctica asistencial en los servicios de salud y para la prevención de nuevos
casos (Caño A, 2008; Caño A, 2009).
En todas estas iniciativas hay que destacar la importante coordinación que se ha logrado
desde todos aquellos ámbitos que pueden intervenir en la atención y prevención de
la MGF. A esto hay que añadir la implicación de las asociaciones, colectivos y ONGs
que trabajan en el campo de la inmigración, ya que ellos conocen y están en contacto
continuo con las familias de inmigrantes que residen en cada municipio y pueden
desarrollar un gran labor de intermediación.
Conclusiones
En Andalucía residen un total de 4891 mujeres que proceden de países donde las
mujeres son sometidas a MGF. Estas mujeres se concentran fundamentalmente en
3 provincias: Almería, Sevilla y Málaga. El mayor número de mujeres proceden de
Nigeria y Senegal.
Aunque no se han detectado casos en los que la MGF se haya realizado en Andalucía,
el riesgo más elevado se produce cuando la familia viaja a su país de origen. Es en
estos casos donde se puede intervenir para evitar que la niña acompañe a los padres
en estos viajes. Por lo tanto es fundamental la identificación de niñas que estén en
esta situación de riesgo para prevenir futuros casos.
Bibliografía
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una cuestión de género. Madrid: Fundación Alternativas.
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
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INTRODUCCIÓN
DESARROLLO
Las mujeres con discapacidad están más expuestas a padecer situaciones de violencia
que tienen su origen en actitudes y consideraciones sociales hacia las mujeres
surgidas de una sociedad masculina, unidas a ciertas condiciones propiciadas por la
discapacidad en sí, tales como:
• Tener mayores dificultades para expresar los malos tratos debido a problemas de
comunicación.
• Las mujeres que sufren asaltos más severos y frecuentes son aquellas que tienen
una multideficiencia o bien una discapacidad severa, así como aquellas que adquirieron
su discapacidad desde el nacimiento.
En este punto puede resultar paradigmático el tema de las agresiones sexuales sobre
niñas y mujeres con discapacidad. En una sociedad empeñadaLA en
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
considerar a las
INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
mujeres con discapacidad como seres asexuados, las agresiones sexuales contra
ellas no resultan excepcionales precisamente.
Otro problema fundamental que las mujeres con discapacidad arrastran es la imagen
borrosa, cuando no inexistente, que la sociedad tiene de ellas. Esto hace que cuando
se hable de problemas que afectan a las mujeres en general, su especial situación no
sea tenida en cuenta. La reflexión de la doble discriminación por razón de género y
discapacidad es incipiente, incluso dentro del movimiento asociativo de las personas con
discapacidad es necesario recordar la necesidad de estudiar trabajar estos aspectos.
El tema de la violencia de género pone en evidencia esta invisibilidad. Hoy por hoy no
sabemos cuántas mujeres con discapacidad denuncian a sus parejas por malos tratos,
Gracias a las propuestas realizadas por las mujeres del movimiento asociativo de la
discapacidad al proyecto de ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia
de Género, algunos artículos de este cuerpo legal contemplan la específica situación
de las mujeres con discapacidad. Sin embargo muchas otras propuestas han quedado
fuera del articulado de la ley orgánica finalmente aprobada.
Estudio de Casos
Aclarar ante todo que el personal técnico adscrito a nuestro programa no es especialista
en cuestiones de violencia, por lo que los casos detectados, han sido derivados a las
instancias oportunas en cada caso, en su mayoría al Instituto Andaluz de la Mujer. No
obstante, se ha sistematizado la información relativa a este tema con el fin de registrar
la incidencia y se ha acompañado y hecho seguimiento a las mujeres. A modo de
aproximación a los resultados se muestran el tipo de violencia
Como muestra la gráfica entre las 1.115 mujeres entrevistadas se han detectado
un total de 342 casos de violencia, lo que supone un 31% del total de las mujeres
entrevistadas en la segunda fase del programa.
Tipo de violencia
50%
45%
40%
35%
Sexual
30%
25% Psicológica
Tipo de violencia
Sexual 49
Psicológica 157
Física 105
No dan información 31
Total: 342
Al igual que la violencia ejercida sobre las mujeres en general, problemas de baja
autoestima y dependencia económica aparecen de forma sistemática ligados a
episodios continuados de violencia. Sin duda, en este contexto la discapacidad
aparece como un plus añadido, que unido, a años de maltrato, inicialmente psicológico,
mina la personalidad de las víctimas, hasta convertirlas en sujetos sometidos a la
voluntad de sus parejas. En este punto, entran a jugar un papel decisivo diferentes
‘mitos’ en torno a lo que significa ser una mujer con discapacidad. Precisamente en
el ya mencionado ‘Informe sobre violencia y discapacidad’ elaborado en el marco del
proyecto METIS, se hace referencia a la vigencia de determinados mitos que agravan
la visión distorsionada que la sociedad tiene acerca de las mujeres con discapacidad:
Sin duda cada uno de estos mitos, en mayor o menor medida, aparece en las situaciones
de violencia detectadas por el equipo técnico del proyecto. LAUna
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
autopercepción
INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
deformada unida a una caracterización que denigra a las mujeres con discapacidad
por parte del agresor, confluyen acentuando las situaciones conflictivas.
Entre los casos que se han detectado, a modo de aproximación cualitativa, cabe
señalar el caso de una mujer de 40 años con un 71% de discapacidad que ha vivido
sometida a malos tratos continuos desde que se casó. Acompañada por una de
nuestras técnicas se atrevió a dar el paso de acudir al IAM para recibir asesoramiento.
Actualmente esta mujer ha salido de la casa donde vivía con su pareja, que tiene una
orden de alejamiento
Pero no sólo se han tratado casos donde la víctima era una mujer con discapacidad,
sino también otras situaciones de maltrato que han afectado a otros miembros de la
familia, como ocurrió con una mujer con discapacidad que dio a luz a un bebé con
hemiplejia izquierda a causa de una paliza propinada por su marido.
Es necesario por lo tanto, poner en evidencia que las mujeres con discapacidad,
también como mujeres, son víctimas de violencia de género. Esta violencia, con sus
características conocidas, se aúna con la violencia que los agresores ejercen sobre
ellas por razón de discapacidad.
CONCLUSIONES
Las mujeres con discapacidad tienen una mayor incidencia de violencia de género, tienen
una situación de mayor vulnerabilidad y tienen más dificultad de acceso a los recursos
existentes. Es necesaria un trabajo específico y especializado y un profundo conocimiento
de los mitos y realidades por parte de las personas que trabajan en el ámbito de la violencia
de género y de todos los servicios de atención a las mujeres para evitar las situaciones de
doble o múltiple discriminación y acceso desigual a los recursos existentes.
BIBLIOGRAFÍA
Introducción
Es un hecho que la violencia de género es un problema social cada vez más conocido
y considerado como tal por el conjunto de la población y que, desde todos los ámbitos,
se aboga por la atención y el tratamiento a las mujeres víctimas de este tipo de
violencia. Sin embargo, si se plantea la necesidad de llevar a cabo programas de
tratamiento con hombres maltratadores, será más que probable, el surgimiento de
un profundo debate y de cierta suspicacia por algunos sectores de la sociedad. En
palabras de Lila (2009) “Ante aquellos que opinan que la ayuda y los recursos deben
reservarse a las víctimas de la violencia y no a sus verdugos, que los maltratadores
no van a cambiar, que no sirve de nada intentarlo, los defensores de los programas
de intervención con maltratadores alegan, entre otras cuestiones, que intervenir con
esta población es ayudar y proteger a aquellas víctimas que siguen conviviendo con
el maltratador, a sus hijos e hijas, así como a sus posibles futuras parejas; que vale la
pena intentar cambiar las actitudes y conductas de estos hombres” (pp. 209).
violencia de género (Castillo, Estepa, Guerrero, Rivera, Ruiz y Sánchez, 2005) que
se viene aplicando en diferentes prisiones de nuestro país. Actualmente, se están
llevando a cabo algunos programas más pero, casi todos, con hombres a los que se
les suspende la pena con la condición de que participen en los mismos. En esta línea,
encontramos el Programa Galicia de Reeducación para Maltratadores de Género
(Arce y Fariña, 2009), el Programa Terapéutico para Maltratadores Familiares de
Navarra (Echauri, Rodríguez y Martínez, 2007; con un tratamiento también en prisión,
además del ambulatorio), el Programa de Intervención Psicosocial para Agresores en
el ámbito de la Violencia de Género de Granada (Ruiz y Expósito, 2007) o el Programa
Contexto: Programa de intervención para maltratadores en la provincia de Valencia
(Lila, Conchell, Díaz y Villanueva, 2007).
Desarrollo
Sin embargo, el número de denuncias por violencia de género y penados por este hecho
va en aumento. Así, según datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de
Género, en el segundo trimestre de 2010, se ha producido un 5,4% más de denuncias
respecto al primer trimestre. De esta forma, cada vez es más frecuente encontrar
en la población reclusa, internos que han cometido un delito de este tipo (Castillo y
cols.2005). Por ello, pensamos que estos programas serán aún más efectivos si se
realizan con hombres cuyos delitos de violencia de género tienen una condena de
mayor duración, es decir, casos en los que no es posible una alternativa a la cárcel.
Es más, si consideramos el efecto disuasor que la propia condena puede tener, nos
encontramos con que el tratamiento en prisión tiene más ventajas (Castillo y cols. 2005).
En este sentido, no hay que olvidar tampoco un aspecto muy importante como es
el mandato constitucional que orienta la ejecución de la pena privativa de libertad a
la reinserción social de los penados (ART. 25.2 de la Constitución Española; art. 59
de la L.O. 1/1979, de 26 de septiembre, General Penitenciaria). Y la mejor vía para
la reinserción es el tratamiento, sobre todo porque el riesgo de reincidencia en un
grupo tratado es menor que en uno no tratado (Dutton, 1997). El índice de abandono
en el grupo de tratamiento de agresores de género en instituciones penitenciarias,
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Los programas de intervención con hombres violentos con sus parejas son posibles
(Echeburúa, Corral, Fernández-Montalvo y Amor, 2004) y efectivos, tanto en la
adquisición de habilidades como en la disminución de la frecuencia de conductas
de maltrato (Echeburúa y Fernández-Montalvo, 1997, 1998; Taylor, Davis y Maxwell,
Estamos de acuerdo con algunos autores de que “hay que desarrollar estrategias
motivacionales para atraer y mantener a los sujetos en el tratamiento” (Echeburúa y
cols., 2009, pp.199) y nuestra experiencia hasta el momento, nos muestra que una
herramienta muy efectiva en este sentido consiste en trabajar con las emociones de
los hombres presos por violencia de género. Además si consideramos que el maltrato
emocional suele ser el primero que aparece y puede mantenerse como único tipo de
agresión durante años (Castillo y cols., 2005), nos resulta aún más interesante un
tratamiento centrado en las emociones.
Para la realización del programa se han formado dos grupos. La selección de los
participantes se hizo igualando las condiciones de selección en ambos grupos (sexo,
edad, tipo de delito, tiempo de condena, nacionalidad, etc.). Para asegurarnos que
se cumplían todos los requisitos exigidos, se realizaron una serie de entrevistas
individuales a todos aquellos internos que habían solicitado previamente ser admitidos
en el programa de tratamiento. Un grupo ha recibido tratamiento tradicional, de corte
cognitivo-conductual (en nuestro caso el recomendado desde la Dirección General de
Instituciones Penitenciarias (Castillo y cols., 2005). Al avanzar en el trabajo con estos
hombres nos encontramos con que sus respuestas eran más positivas y se producía un
mayor progreso en el tratamiento cuando las sesiones trabajadas estaban centradas
en aspectos emocionales; además, ellos mismos reconocían un avance mayor en
la asimilación y comprensión de su problema en las mencionadas sesiones. Estos
resultados nos reforzaron nuestra idea de la importancia de la creación de nuestro
programa centrado en el trabajo emocional con estos presos.
Conclusiones
Consideramos, al igual que otros autores (Gondolf, 1998; Lila, 2009) que para llegar
a una solución óptima de la violencia de género, el tratamiento debe realizarse tanto
con las víctimas como con los agresores. Además se ha comprobado la efectividad de
estos tratamientos en diferentes aspectos (Carney y Buttell, 2004; Echeburúa y cols.,
2004; Echeburúa y Fernández-Montalvo, 1997, 1998; Fracher, 2003; Gondolf, 2004;
Taylor, Davis y Maxwell, 2001). Pero también pensamos, que el tratamiento sería más
adecuado si se realizara dentro de las prisiones (Castillo y cols., 2005).
Por todo ello pensamos que el programa centrado en las emociones que planteamos,
obtendrá unos resultados alentadores y constituirá un importante grado de innovación
en el tratamiento y posterior rehabilitación de los agresores de género. Nos sumamos
así al esfuerzo realizado desde otros programas, pues, este trabajo y esfuerzo, son la
forma de avanzar en este tema y de ver la luz al final del túnel en la violencia de género.
Referencias
Castillo, T., Estepa, Z., Guerrero, J., Rivera, G., Ruiz, A. y Sánchez, C. (2005), Programa
de tratamiento en prisión para agresores en el ámbito familiar. Grupo de trabajo sobre
violencia de género, Documentos Penitenciarios 2: Madrid.
Consejo General del Poder Judicial (2010), Observatorio contra la Violencia Doméstica
y de Género. Datos estadísticos y judiciales del segundo trimestre de 2010. Rescatado
el 5/11/2010 en http://www.poderjudicial.es/eversuite/GetRecords?Template=cgpj/
cgpj/principal.htm
Echeburúa, E., Corral, P., Fernández-Montalvo, J. y Amor, P.J. (2004), ¿Se puede y
debe tratar psicológicamente a los hombres violentos contra la pareja?, Papeles del
Psicólogo, 88, 10-18.
Fracher, J. C. (2003), Changing violent man, Journal of Psychiatry and Law, 31, 99-
101.
Lila, M. (2009), Intervención con hombres penados por violencia contra la mujer:
El Programa Contexto. En F. Fariña, R. Arce y G. Buela-Casal (Eds.), Violencia de
género: Tratado psicológico y legal. Madrid: Biblioteca Nueva.
Lila, M., Conchell, R., Díaz, Y. y Villanueva, M. (2007), Programa Contexto. Programa
de intervención para maltratadores en la provincia de Valencia, Congreso Internacional
Violencia de Género: Medidas y propuestas prácticas para la Europa de los 27:
Valencia.
Taylor, B., Davis, R. y Maxwell, C. (2001), The effects of a Group batterer programme:
A randomized experiment in Brooklyng, Justice Quarterly, 18, 170-201.
INTRODUCCIÓN
Durante la experiencia con este colectivo se pudo observar que, aunque se conseguían
los objetivos en terapia, ésta, por las características concretas de ser un tratamiento
individual, carecía de la posibilidad de cumplimiento de varios factores que se aprecian
imprescindibles para trabajar con las adolescentes inmersas en esta complicada
problemática.
Aparte del aspecto puramente cuantitativo ( optimizar los recursos de tiempo, espacio y
personal al trabajar con varias pacientes), el grupo terapéutico presenta una dinámica
específica que la diferencia de la interacción dual psicóloga-paciente.
Esta retroalimentación resulta fundamental para trabajar con este colectivo ya que
cumple una función terapéutica que es la de ser conscientes de cómo son recibidos
determinados comportamientos dentro del grupo acerca de la violencia de género y
las relaciones de poder.
Se puede considerar que tiene unas características propias que la convierten en una
herramienta que ofrece la posibilidad de obtener experiencias que no
pueden obtenerse con otras técnicas, de ahí la importancia del desarrollo de este
proyecto para trabajar con las adolescentes y obtener unos resultados integrales.
DESARROLLO
En principio, del total de jóvenes atendidas durante los dos últimos años se decidió
seleccionar a seis de ellas para participar en el grupo.
La previsión que se realizó para el desarrollo del proyecto teniendo en cuenta las
características y la posible adherencia de las adolescentes al grupo fue de ocho sesiones
( después se vería ampliada a doce por la petición expresa de las participantes), con
una duración de dos horas y media, una vez en semana.
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
• Conseguir una introspección-insight acerca del proceso que les ha llevado a ser
víctimas de violencia.
• Fomentar la reducción del malestar psicológico generado por sus experiencias con
la violencia de género.
• Poder formar a las participantes como “Mediadoras para la Igualdad” con el fín de
que trasladen los conocimientos aprendidos a sus centros educativos y a su grupo de
iguales ( figuras de referencia).
• Elaborar recursos terapéutico- didácticos creados por las propias chicas fruto tanto
de sus experiencias y procesos personales como del devenir
LA INTERVENCIÓN de LAlas
MULTIDISCIPLINAR sesiones.
INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
Como se puede observar, en ningún momento se plantea el objetivo último de que las
participantes que siguen manteniendo la relación la rompan ni que las que ya lo han
hecho en el momento de continuar con la terapia no la retomen.
Se trata de informar, formar, concienciar y dar alternativas para que al fin último sean
ellas las que elijan acerca de sus relaciones y de sus roles como víctimas.
Dentro de lo que se entiende por una valoración cualitativa, los aspectos más
interesantes que se han encontrado hasta ahora durante el desarrollo de las sesiones
son:
• Cuando se trabaja este tema y comprenden que sí son víctimas de violencia, todas
acuerdan que durante su relación, la posibilidad de serlo les producía tanta vergüenza
que lo rechazaban y no lo admitían.
• Resulta muy interesante las descripciones de cómo ellas vivían “desde dentro”
el problema social de la violencia de género. Sus mecanismos de defensa, sus
disonancias cognitivas y sus negaciones ( similares en todos los casos)
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
• Lo que les atrajo de sus parejas cuando los conocieron, responde en el 100% de los
casos al perfil de protector-proveedor a pesar de su juventud. Entre las características
mas nombradas están el tener coche o moto y el pagarlo todo.
• Coinciden todas en que llegó un punto de su relación en que el maltrato les parecía
normal, por muy brutal que fuera, lo que les imposibilitaba a pedir ayuda ( al no ser un
problema).
• En ningún caso han sido ellas las que han dejado a sus parejas voluntariamente.
Siempre ha mediado una denuncia por malos tratos presionadas por sus familias o
testigos.
• Todas admiten que no eran felices, que en el fondo sabían que ellos no iban a
cambiar, aunque mantenían la esperanza siempre de que volvieran a ser como al
principio.
• Se han podido identificar tres momentos en los que resulta mas probable que ellas
quebranten la orden de alejamiento: a los pocos días de la agresión, cuando han
pasado varios meses y ellas se sienten mas fuertes o cuando ven o conocen que ellos
están con otra chica. Estos datos resultan importantes para poder prevenir conductas
en momentos identificados como “ de peligro”.
CONCLUSIONES
Los resultados que se están obteniendo con este proyecto se distancian de otros
obtenidos mediante encuestas o mediante una terapia individual.
Por otro lado, la posibilidad de formarlas como “ Mediadoras para la Igualdad” y que
ellas mismas generen recursos para trabajar en esta problemática, nos ofrece la
oportunidad de continuar el proceso de desarrollo y completarlo de manera integral.
Para concluir, terminar con una frase que resume el espíritu del proyecto: ““Formar a
adolescentes en género e igualdad es garantizar una sociedad con equidad social y
de género, en una palabra, justa.”
DOCUMENTACIÓN UTILIZADA
Gálligo, F.2010 “ S.O.S. Mi chico me pega pero yo le quiero: como ayudar a una chica
que sufre malos tratos en su pareja”. Pirámide.
Matud, P., Padilla, V.,Gutiérrez, B. 2009. “ Mujeres maltratadas por sus parejas, Guía
de tratamiento psicológico” Minerva.
Montavez, M., Zea, M.J.1998. “ Expresión Corporal: propuestas para la acción”. Autor-
Editor.
Duque, E.2006. “ Aprendiendo para el amor o para la violencia: las relaciones en las
discotecas”. El Roure.
Oates, J.2008. “ Puro Fuego: confesiones de una banda de chicas”. Punto de Lectura.
Guías:
Urruzola, M.J.2005. “No te líes con chicos malos.Guía no sexista para chicas”.
Urruzola, M.J. 2003.“ Guía para chicas. Cómo prevenir y defenderte de las agresiones”.
Instituto Andaluz de la Mujer.
Bailey, J.2004. “ De sexo también se habla. Guía de sexualidad para adolescentes”. SM.
Introducción
En América Latina diversos países han aprobado leyes o artículos de reforma a sus
respectivos Códigos Penales para sancionar la violencia contra las mujeres: Bolivia,
Colombia, Perú, México y Venezuela (1998); Nicaragua (1996); Panamá (1995);
Paraguay, Las Bahamas y República Dominicana (1997).
Cada 10 días muere una mujer por violencia de género en Caracas. El Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas reporta aproximadamente 3.000
casos anuales de violencia sexual, cifra que representa un porcentaje limitado de la
realidad si se toma en cuenta que solo un 10% de los casos son denunciados. Durante
el año 2005 se atendieron 39.051 casos de violencia en el país por organizaciones
especializadas públicas y privadas
Los Poderes Públicos no pueden ser ajenos a la violencia de género que constituye
uno de los ataques más flagrantes a derechos fundamentales como la libertad, la
igualdad, la vida, la seguridad y la no discriminación proclamados en la Constitución
de la República de Venezuela.
El Título III «De los deberes, derechos humanos y garantías» de la Carta Magna, recoge
en el artículo 19 que el Estado garantizará a toda persona, conforme al principio de
progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible
e interdependiente de los derechos humanos. Su respeto y garantía son obligatorios
para los órganos del Poder Público de conformidad con el Texto Fundamental, los
tratados sobre derechos humanos suscritos y ratificados por la República y las leyes
que los desarrollen. El artículo 20 establece que «toda persona tiene derecho al libre
desenvolvimiento de su personalidad, sin más limitaciones que las que derivan del
derecho de las demás y del orden público y social».
El artículo 21 señala que todas las personas son iguales ante la ley, y, por consecuencia,
el Estado no permitirá discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la
condición social o aquellas que tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar
el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y
libertades de toda persona. En este sentido, la ley garantizará las condiciones jurídicas
y administrativas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva; adoptará medidas
positivas a favor de personas o grupos que puedan ser discriminados, marginados
o vulnerables; protegerá, especialmente, a aquellas personas que por alguna de
las condiciones antes especificadas, se encuentren en circunstancia de debilidad
manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.
Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia
La Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia
pretende dar cumplimiento al mandato constitucional de garantizar el goce y ejercicio
irrenunciable e interdependiente de los derechos humanos de las mujeres, así como su
derecho al libre desenvolvimiento de la personalidad, sin ningún tipo de limitaciones.
A tal efecto, el Estado está obligado a brindar protección frente a situaciones que
constituyan amenazas, vulnerabilidad o riesgo para la integridad de las mujeres, sus
propiedades, el disfrute de sus derechos y elLAcumplimiento de sus
INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
deberes, mediante
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
el establecimiento de condiciones jurídicas y administrativas, así como la adopción de
medidas positivas a favor de éstas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva.
El artículo 1 de la Ley establece que la norma tiene por objeto garantizar y promover el
derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, creando condiciones para prevenir,
atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en cualquiera de sus
manifestaciones y ámbitos, impulsando cambios en los patrones socioculturales que
sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres, para
favorecer la construcción de una sociedad justa democrática, participativa, paritaria y
protagónica.
Definición
La Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, define
la violencia contra las mujeres, al establecer que comprende todo acto sexista o
conducta inadecuada que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento
físico, sexual, psicológico, emocional, laboral, económico o patrimonial; la coacción o
la privación arbitraria de la libertad, así como la amenaza de ejecutar tales actos, tanto
si se producen en el ámbito público como en el privado.
Formas de violencia
La Ley diferencia diecinueve tipos de violencia de género en contra de las mujeres:
1. Violencia psicológica
Es toda conducta activa u omisiva ejercida en deshonra, descrédito o menosprecio
al valor o dignidad personal, tratos humillantes y vejatorios, vigilancia constante,
aislamiento, marginalización, negligencia, abandono, celotipia, comparaciones
destructivas, amenazas y actos que conllevan a las mujeres víctimas de violencia a
disminuir su autoestima, a perjudicar o perturbar su sano desarrollo, a la depresión e
incluso al suicidio.
2. Acoso u hostigamiento
Es toda conducta abusiva y especialmente los comportamientos, palabras, actos,
gestos, escritos o mensajes electrónicos dirigidos a perseguir, intimidar, chantajear,
apremiar, importunar y vigilar a una mujer que pueda atentar contra su estabilidad
emocional, dignidad, prestigio, integridad física o psíquica, o que puedan poner en
peligro su empleo, promoción, reconocimiento en el lugar de trabajo o fuera de él.
3. Amenaza
Es el anuncio verbal o con actos de la ejecución de un daño físico,LA INTERVENCIÓN
LA INTERVENCIÓN MULTIDISCIPLINAR
psicológico, sexual,
MULTIDISCIPLINAR
4. Violencia física
Es toda acción u omisión que directa o indirectamente está dirigida a ocasionar
un daño o sufrimiento físico a la mujer, tales como: Lesiones internas o externas,
heridas, hematomas, quemaduras, empujones o cualquier otro maltrato que afecte su
integridad física.
5. Violencia doméstica
Es toda conducta activa u omisiva, constante o no, de empleo de fuerza física o
6. Violencia sexual
Es toda conducta que amenace o vulnere el derecho de la mujer a decidir voluntaria y
libremente su sexualidad, comprendiendo ésta no sólo el acto sexual, sino toda forma
de contacto o acceso sexual, genital o no genital, tales como actos lascivos, actos
lascivos violentos, acceso carnal violento o la violación propiamente dicha.
8. Prostitución forzada
Se entiende por prostitución forzada la acción de obligar a una mujer a realizar uno
o más actos de naturaleza sexual por la fuerza o mediante la amenaza de la fuerza,
o mediante coacción como la causada por el temor a la violencia, la intimidación,
la opresión psicológica o el abuso del poder, esperando obtener o haber obtenido
ventajas o beneficios pecuniarios o de otro tipo, a cambio de los actos de naturaleza
sexual de la mujer.
9. Esclavitud sexual
Se entiende por esclavitud sexual la privación ilegítima de libertad de la mujer, para su
venta, compra, préstamo o trueque con la obligación de realizar uno o más actos de
naturaleza sexual.
Conclusiones
La Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia es una
norma que garantiza el principio de transversalidad de las medidas de sensibilización,
prevención, detección, seguridad y protección, de manera que en su aplicación se
tengan en cuenta los derechos, necesidades y demandas específicas de todas las
mujeres víctimas de violencia de género. En este sentido, la norma abarca la protección
de los siguientes derechos:
• El derecho a la vida.
Por otra parte, la Ley señala las garantías para el ejercicio de los derechos, al señalar
que todas las mujeres con independencia de su nacionalidad, origen étnico, religión
o cualquier otra condición o circunstancia personal, jurídica o social, dispondrán de
los mecanismos necesarios para hacer efectivos los derechos reconocidos en la Ley:
5. 5.- El ente rector de las políticas públicas dirigidas hacia las mujeres, los institutos
regionales y municipales de la mujer, así como las otras organizaciones, asociaciones
o formas comunitarias que luchan por los derechos de las mujeres, orientarán y
evaluarán los planes, proyectos, programas y acciones que se ejecuten, y emitirán
recomendaciones para su mejora y eficacia.
9. Las mujeres víctimas de violencia de género tendrán prioridad para las ayudas
y asistencias que cree la Administración Pública, Nacional, Estatal o Municipal; así
como al acceso a la vivienda, a la tierra, al crédito y a la asistencia técnica en los
planes gubernamentales.
Referencias Bibliográficas