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INTRODUCCIÓN

“El origen del Instituto Interamericano de Derechos Humanos tiene un vínculo


indisoluble con el sistema regional de protección de los derechos humanos no sólo porque
la Corte Interamericana de Derechos Humanos promovió su creación, con el apoyo de
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a través de la firma de un convenio con
el Gobierno de Costa Rica, sino porque su mandato fundamental, la educación en
derechos humanos, tiene como su contenido articulador y justificante la promoción del
sistema como marco subsidiario de la protección de la dignidad humana en las Américas”.

“Desde ese punto de vista, la educación en derechos humanos se nutre de los aspectos
jurídicos de los derechos humanos que, a través de una acción mediadora, los traduce a
la población en general con fines de comprensión, internalización, cambios conductuales
y desarrollo de capacidades concretas.” “Desde la otra óptica, la acción educativa en este
nivel, favorece a los mecanismos jurídicos pues los usuarios tienen mayor información
de su uso y funcionamiento y, por tanto, mayor capacidad para acceder a ellos y fiscalizar
su trabajo. en ese esfuerzo de mediación, que no es más que un acercamiento de las
personas y de las comunidades con los desarrollos jurídicos, el IIDH ha venido
promoviendo la mayor comprensión del trabajo fundamental que la Corte y Comisión
Interamericana de Derechos Humanos vienen desarrollando en la región.
CAPITULO I

DILATACION DE LAS SENTENCIAS DE LA CORTE INTERAMERICANA


DE LOS DERECHOS HUMANOS

I. ANTECEDENTES DE LA CORTE INTERAMERICANA DE


DERECHOS HUMANOS

“Es un tribunal de derechos humanos creado por un tratado internacional llamado


Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de
Costa Rica de fecha 1969. Esta Corte está conformada por siete jueces y juezas
que deben ser nacionales de algún país americano, y que son elegidos por los
países que han aceptado, mediante la aprobación de una ley (ratificación), aquella
Convención Americana. Como su nombre lo indica, su ámbito de acción es
interamericano y solo respecto de los Estados que han aceptado su competencia
contenciosa, como su mandato lo establece, este tribunal verifica que los Estados
no violen derechos humanos contenidos en los distintos artículos de la
Convención Americana y que, normalmente, coinciden en sus contenidos con
derechos constitucionales.”

“También puede declarar violaciones de derechos humanos contemplados en otros


tratados interamericanos que le otorgan esa competencia (Convención contra la
Tortura, Protocolo de San Salvador, por ejemplo), la sede de la Corte
Interamericana está en San José, Costa Rica y entró en funciones en 1979, cuando
fueron elegidos sus primeros magistrados, la Corte Interamericana no es un
tribunal permanente, solo se reúne dos o tres veces al año por una o dos semanas,
según el presupuesto se lo permita. Su presupuesto depende de la Organización
de los Estados Americanos y no sobrepasa los dos millones de dólares, lo que
resulta claramente insuficiente para cumplir de manera amplia con su mandato”.

“Quizás por esa limitación de recursos, la Corte ha instaurado como práctica la


realización de sesiones extraordinarios en países que le invitan para esos efectos
y que sufragan los gastos de esas sesiones, claro está, con el fin de mantener su
independencia, el tribunal no agenda casos relacionados con el Estado invitante.
Aún con esas limitaciones, tanto la Corte, como la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, cumplen con uno de los más importantes mandatos de la
OEA que es la promoción y protección de los derechos humanos, lo que ha
permitido establecer parámetros regionales sobre las obligaciones que tienen los
Estados americanos de respetar los derechos humanos de sus habitantes.” “En lo
que concierne a la Corte IDH, únicamente resuelve casos concretos donde
personas que se sienten afectadas por violaciones a derechos humanos acuden a
ella para obtener una sentencia internacional que les reconoce sus derechos y les
permite reclamar la reparación integral de los daños ocasionados, el principal
requisito es que antes hayan agotado los recursos legales en su país y hayan
planteado su caso ante la Comisión Interamericana. Una vez hecho eso lo cual
implica un transcurso importante de tiempo es la misma CIDH la que puede
plantear la demanda ante la Corte Interamericana.” “No lo pueden hacer las
personas afectadas directamente porque la Convención Americana establece que
“solo los Estados Partes y la Comisión Interamericana” pueden someter casos al
conocimiento de la Corte Interamericana. Cuando la persona afectada –conocida
como víctima no puede plantear ella misma su petición ante la Comisión
Interamericana, lo pueden hacer sus familiares, conocidos o cualquier otra
persona, aunque no tengan ningún vínculo afectivo; incluso pueden hacerlo
organizaciones de las sociedad civil o grupos de personas.” “Así fue como ocurrió
en el caso que analizaremos a lo largo de este documento (Caso de los Niños de
la Calle contra Guatemala), en que una conocida ONG que trabaja el tema de la
niñez en Centroamérica (Casa Alianza), presentó el caso ante el Sistema
Interamericano en asocio con otra conocida organización que litiga casos de
violaciones de derechos humanos ante el SIDH (Centro para la Justicia y el
Derecho Internacional CEJIL).”

II. CONCEPTO

“Es un tribunal internacional que permite a las personas demandar a sus países
(Estados) por actos de sus funcionarios que, en lugar de cumplir con funciones de
respeto de los derechos de las personas, realizan actos que afectan sus derechos
humanos, estas cortes de derechos humanos han sido creadas por los mismos
Estados, que deciden someterse a su competencia cuando no han cumplido con
sus obligaciones de proteger a sus habitantes y cuando las cortes nacionales
tampoco han reconocido esos reclamos.”

III. EL ROL DE LA CIDH EN EL SISTEMA INTERAMERICANO DE


DERECHOS HUMANOS

“El Sistema Interamericano de Derechos Humanos tiene su fundamento en la


Convención Americana sobre Derechos Humanos, también denominada Pacto de
San José de Costa Rica, adoptada el 22 de noviembre de 1969 y que entró en vigor
el 18 de junio de 1978. Este pacto tiene como finalidad reconocer y proteger los
derechos humanos, los cuales tienen como fundamento los atributos de la persona
humana, de allí la necesidad de instrumentar una protección internacional
coadyuvante a la que ofrece el derecho interno de los Estados miembros de la
convención. Asimismo, el pacto busca consolidar en el continente americano un
régimen de libertad personal y de justicia social, fundado en el respeto de los
derechos humanos.” “También es objeto del pacto garantizar la vigencia de los
principios establecidos en otros instrumentos internacionales, tales como la Carta
de la Organización de los Estados Americanos, la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre y la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, en tal sentido, debemos recordar que la CIDH no se establece con el
pacto constitutivo de la Organización de Estados Americanos (OEA), sino con el
Pacto de San José de Costa Rica.” “Es por ello que la CIDH no es precisamente
un órgano integrante de la OEA, sino (como señala Juan Carlos Hitters), un órgano
del Pacto de San José. Más exactamente, es un órgano jurisdiccional del Sistema
Interamericano de Protección de Derechos Humanos.”

IV. COMPETENCIAS DE LA CIDH

“En ejercicio de su competencia contenciosa, la CIDH examina los casos de


violaciones de los derechos humanos que son realizadas por los Estados parte del
pacto que se hayan sometido a su competencia contenciosa, estos casos son
llevados a la CIDH por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o por
los propios Estados parte, pero no directamente por los particulares afectados.”

“Si la demanda presentada por la Comisión o por el Estado resulta admitida, la


CIDH inicia el proceso, que tiene dos etapas, la escrita y la oral, la primera se
inicia cuando la CIDH recibe la demanda y solicita a la parte demandante que
presente una memoria y al Estado denunciado una contra memoria. En este último
documento, dicho Estado puede hacer el descargo correspondiente y plantear
objeciones preliminares que debe resolver la CIDH.” “Posteriormente se inicia la
etapa oral, dentro de la cual la CIDH puede disponer medidas de instrucción y
medidas cautelares, así como también la citación de testigos y la actuación de
pruebas referidas al caso concreto.””

V. EFICACIA JURÍDICA DE LAS SENTENCIAS DE LA CORTE


INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

“Conocer ·de casos relativos a la interpretación y aplicación de las disposiciones


de la Convención Americana (artículo 62), de manera que cuando decida que ha
habido violación de un derecho o libertad alii contemplado, podrá disponer que se
garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad conculcados, y si ello
fuera procedente, "que se reparen las consecuencias de la medida o situaci6n que
ha configurado la vulneraci6n de esos derechos y el pago de una justa
indemnización a la parte lesionada" (artículo 63.1).”

“Para ello, se debe tener en consideración, dentro del ámbito de aplicación


territorial de la Convención americana (prácticamente latinoamericano), no solo
factores de tipo jurídico, sino políticos, económicos, sociales y culturales como el
desarrollo democrático, la culminacion de los procesos en curso de transición a la
democracia, la estabilidad institucional, el fin de los conflictos armados actuales
el progreso económico, el adelanto social y el avance cultural.” “Todos ellos son
aspectos representativos de una verdadera democracia, sin lo cual no sería factible
la plena vigencia de los derechos humanos. Como factor fundamental, se requiere
que mayor número de Estados miembros de la OEA sean parte de la Convención
Americana y acepten la competencia contenciosa de la Corte, claro está, en el
entendido de que las relaciones entre el Derecho Internacional y el Derecho
Interno de los Estados otorgan supremacía a las obligaciones internacionales.”

“Tomar partido de una posición monista o dualista, o determinar el nivel


jerárquico interno que cada sistema jurídico le da a los tratados internacionales
vigentes, no resulta importante para este punto, siendo que, en los países de
América que han ratificado la Convención Americana, esta también se constituye
automáticamente en derecho interno directamente aplicable para los Estados
Partes en ella. Sobré este particular, debe entenderse que al margen de lo que cada
Constitución de los distintos Estados establezca en relación.”

VI. LA RUTA PARA OBTENER UNA SENTENCIA DE LA CORTE


INTERAMERICANA

“Para lograr una sentencia de la Corte Interamericana, se requiere del agotamiento


de una ruta procesal compleja que inicia con una denuncia ante los órganos
administrativos y judiciales del país, la cual supone un proceso que incluye la
interposición de recursos de apelación hasta llegar al último paso procesal que
podría ser el recurso de casación, o en otros casos, la resolución de un recurso de
amparo o de tutela ante la justicia constitucional.” “Si aun así no se obtiene una
sentencia favorable a la víctima en la justicia interna, se abre la opción siempre de
carácter subsidiario de plantear el caso ante el Sistema Interamericano, iniciando
con una petición ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en
Washington D.C. y, si prospera, puede ser luego enviado el caso a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en San José, Costa Rica, el proceso
interamericano culminaría con una sentencia definitiva de la Corte Interamericana
cuya estructura y contenido se analiza en la segunda parte de este documento.”

VII. ELABORACION DE LA SENTENCIA DE LA CORTE


INTERAMENRICANA

“El término técnico es sentencia y se refiere a un documento internacional emitido


por la Corte Interamericana, donde se sustenta la historia procesal de un reclamo
por violaciones de derechos humanos en perjuicio de una persona, que culmina
con una decisión judicial con valor jurídico internacional incuestionable, una vez
agotados los procedimientos internos en el país, finalizado el proceso ante la
Comisión Interamericana y llevado el caso por ésta ante la Corte Interamericana,
se deben agotar los procedimientos escritos y orales ante este tribunal.” “Después
de finalizada la audiencia pública sobre el fondo del caso ante la Corte, se agenda
fecha para deliberación y resolución en sesiones privadas para redactar y votar la
sentencia final, la cual se sustenta en un proyecto de sentencia redactado bajo la
supervisión de un juez redactor o instructor, luego de una lectura general del
proyecto de sentencia y de su debate, el presidente somete a votación los puntos
resolutivos de la sentencia cuando no ha habido consenso.” “Si algún juez disiente
del fallo así lo debe informar durante la deliberación, para lo cual deberá redactar
su voto separado (ver infra X. Los votos separados), una vez emitido, el fallo es
notificado a las partes para lo procedente, las sentencias de la Corte
Interamericana son “vinculantes”, es decir, obligatorias en cuanto a su
acatamiento, para lo cual se le otorga a los Estados un plazo de cumplimiento. Si
no son cumplidas, la Corte IDH puede señalarlo así en su informe anual dirigido
a la Asamblea General de la OEA para los efectos pertinentes, por ejemplo, para
que se emita una resolución de la OEA conminando al Estado a acatar la
sentencia.”

VIII. ESTRUCTURA DE UNA SENTENCIA DE LA CORTE


INTERAMERICANA

La siguiente, es una estructura general de una sentencia de la Corte Interamericana de


Derechos Humanos: “Encabezado, Introducción, Antecedentes procesales (trámite
ante la Comisión y la Corte Interamericana), Sistematización y valoración de la
prueba, Hechos probados, Derechos violados, Parte resolutiva (Por tanto), Firma,
Fecha, Votos separados.”

CAPITULO II

EL PERÚ ESTÁ EN LA OBLIGACIÓN DE EJECUTAR LAS SENTENCIAS DE


LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

I. Consideraciones Sobre La Adecuación De La Legislación Interna De Conformidad


A Los Tratados De Derechos Humanos Y El Cumplimiento Por Parte De Nuestro
Estado De Las Sentencias Expedidas Por La Corte IDH.
“Uno de los pilares fundamentales de todo Estado Constitucional, es que los derechos
humanos vinculan a todo poder del Estado, en ese sentido, es pertinente realizarnos la
siguiente interrogante: ¿qué fuerza jurídica vinculante tienen los derechos humanos
recogidos tanto en la Constitución Política, como en los tratados sobre derechos humanos
ratificados por el Perú? En la medida que los derechos humanos estén reconocidos tanto
en la Constitución Política, como en los tratados que versan sobre derecho humanos
ratificados por nuestro Estado, para el caso del Perú en la CADH, la cuestión se traslada
a estudiar la capacidad de vinculación jurídica que tiene tanto la Constitución Política,
como la CADH para los poderes de nuestro Estado, de modo que su carácter vinculante
también será predicado a los derechos humanos.”
“Debemos tener en consideración que, en el Estado Legal de Derecho, - caracterizado por
tener una Constitución que solamente era considerada como una mera declaración de
principios, los derechos humanos no eran tomados en serio, es más, diría que ni siquiera
eran considerados, ya que este tipo de Estado se caracterizaba por el ejercicio arbitrario y
despótico del poder por parte de sus autoridades.”
“El Perú al ser considerado un Estado Constitucional de Derecho tiene la obligación de
adecuar e implementar su legislación interna en pro de garantizar la vigencia efectiva de
los derechos humanos, máxime cuando el artículo 1º de la Constitución Política de 1993
reza que “la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad11 son el fin
supremo de la sociedad y del Estado”, sobre la dignidad humana el Tribunal
Constitucional ha señalado en el Expediente N.º 06079-2009-AA, Fundamento Jurídico,
que:” “La dignidad de la persona trae consigo la proyección universal, frente a todo tipo
de destinatario de los derechos fundamentales, de modo que no hay ámbito social exento
del efecto normativo y regulador de los mismos, pues de haber alguno, por excepcional
que fuese, se negaría el valor normativo del mismo principio de dignidad”. “En
consecuencia, se puede decir en concordancia con lo expuesto por el supremo intérprete
de la Constitución que los derechos humanos vinculan y tienen fuerza regulatoria en las
relaciones jurídicas del Estado, lo cual implica que en nuestro ordenamiento jurídico los
actos de sus órganos deben guardar plena conformidad con la Constitución y los tratados
sobre derechos humanos ratificados por el Perú.

II. La Legislación Interna Que Regula La Ejecución De Las Sentencias Que Fueron
Expedidas Por La Corte IDH
“La Constitución peruana en el Expediente N° 679-2005- PA/TC ha señalado que: Los
tribunales nacionales deben reconocer la validez jurídica de aquellos hechos que han sido
propuestos, analizados y probados ante las instancias internacionales de protección de los
derechos humanos.” En términos similares el Tribunal Constitucional en el Expediente
N° 0007-2007-PI/TC señaló que: “Las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos son vinculantes para todos los poderes públicos y que esta vinculatoriedad no
se agota en su parte resolutiva, sino que se extiende a la ratio disidencia, incluso en
aquellos casos en los que el Estado peruano no haya sido parte en el proceso.”
“En cuanto al procedimiento de ejecución de las sentencias emitidas por los tribunales
supranacionales, Corte IDH, en el ámbito nacional la Ley N.º 2777515 en su artículo 1°,
declara de interés nacional el cumplimiento de las sentencias dictadas en los procesos
seguidos contra el Estado peruano en los tribunales internacionales constituidos por
tratados que han sido ratificados por el Perú de acuerdo con la Constitución y las leyes de
la materia.” “La Ley N.º 27775 establece las reglas de ejecución de las sentencias
internacionales, las mismas que únicamente pueden ser, en materia de derechos humanos
es decir las que vienen de la Corte IDH, dado que este es el único órgano jurisdiccional
constituido en el marco de un tratado internacional (CADH) que tiene competencia para
conocer de las violaciones a los derechos humanos ocurridos en nuestro país.”
A través del artículo 6° de precitada ley se establece que: “La Corte Suprema de Justicia
de la República informará, por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos acerca de las medidas que se hayan adoptado en
cumplimiento de la sentencia.” Del mismo modo, el segundo párrafo del mencionado
artículo reza que: “El beneficiario será informado periódicamente de las medidas que se
adopten en cumplimiento de la sentencia.”

III. Protección Judicial (Art. 25.1) Y Obligaciones Generales (ARTS. 1.1 Y 2 CADH).
“La Corte IDH a través de su jurisprudencia ha señalado en forma constante la relación
entre el artículo 25 de la CADH y las obligaciones generales consagradas en los artículos
1.1 y 2 CADH, el Estado se obliga a establecer recursos en su ordenamiento jurídico
interno, los que deben ser recursos efectivos e idóneos, y garantizar la implementación de
estos, pues no sólo se requiere que estos estén establecidos normativamente, sino que
además sean efectivos en la práctica.”
CONCLUSIONES

“Se puede determinar que, desde la óptica del derecho internacional de los derechos
humanos, es irrelevante que nuestro Estado modifique o no su derecho interno.
Considero que no es admisible que, en virtud de esta reorganización de la legislación
interna, se obvie o retarde desproporcionadamente el pago de las indemnizaciones a
las víctimas de los Estado.”
“Las víctimas o sus familiares podrían demandar nuevamente al Estado, simplemente
porque en las gestiones anteriores del Ministerio de Justicia basándose en una
interpretación no debida del Decreto Legislativo N.º 1068, retardaron
injustificadamente con el cumplimiento de las sentencias y el pago de las
indemnizaciones ordenadas por la Corte IDH. Debemos recordar que cuando se
declara la responsabilidad internacional del Estado, no declaran la responsabilidad de
un ministerio, de una entidad del Estado.”
“Existen diversas modalidades mediante las cuales la CIDH puede reparar la
vulneración de un derecho o libertad reconocido en el Pacto de San José de Costa
Rica, en ejercicio de su competencia contenciosa. Entre ellas encontramos el
escrutinio normativo, como una de las formas de satisfacción y garantía de no
repetición de los hechos violatorios al Pacto de San José.”
“La carencia de efectos jurídicos de una norma debe entenderse como la cesación de
su vigencia (obligatoriedad o carácter vinculante de la norma), independientemente
de su validez o su eficacia. Esta cesación se obtiene con la derogación de la norma, la
cual puede ser expresa o tácita.”

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