Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
MAESTRIA EN
Derecho Procesal Penal
Materia:
er. GENERALIDADES Y
Cuatrimestre
MEDIOS DE PRUEBA
EN EL SISTEMA
PENAL ACUSATORIO
er
Dr. Carlos Antonio Blas López
MJO3002
GENERALIDADES Y MEDIOS DE PRUEBA EN EL
SISTEMA PENAL ACUSATORIO
Unidad I. Teoría general de la prueba
1.1. Conceptualización de la idea de probar.
1.2. Actividad probatoria
1.3 Diferencia entre prueba y hechos de prueba
1.4 Desde el punto de vista objetivo
1.5 Desde el punto de vista subjetivo
MJO3002
Unidad I. TEORIA GENERAL DE LA PRUEBA
Así pues, hay quienes afirman que la prueba se trata de un derecho subjetivo,
es decir una manifestación del derecho de contradicción, remitido a su vez al
debido proceso2. Otros (como Carnelutti, Calamandrei, Goldschmidt, entre
1 FERNÁNDEZ LÓPEZ, Mercedes: La carga de la prueba en la practica judicial civil. Madrid: La Ley.
2006. P.39.
2 RUIZ JARAMILLO, Luis: “El derecho a la prueba como un derecho fundamental”, en Estudios de
derecho. Vol. 64, No. 143. 2007. Medellín. Universidad de Antioquia.P.187. El autor, a su vez toma
como referencia la sentencia de la Corte Constitucional colombiana T-393 de 1994 (MP: Antonio
Barrera Carbonell), en la cual se expresa lo siguiente: “El derecho de toda persona de presentar
pruebas y controvertir las que se alleguen en su contra dentro de un proceso disciplinario, constituye
un derecho constitucional fundamental, y dado que la declaratoria de inconducencia de una prueba
puede conllevar la violación del derecho de defensa y del debido proceso, con innegable perjuicio
otros) desconocen la existencia de dicha categoría jurídica de ventaja y por
el contrario, la ven como una posición negativa, desventajosa o incluso, y en
concreto, como una especie de carga en cabeza de aquella parte que se vio
sujeta a sustentar mediante la actividad probatoria la versión de su
pretensión3 .
para el inculpado, el investigador debe proceder con extrema cautela y en caso de duda, optar por
la admisión de la prueba”.
3 Ibíd, pp.37-41.
seleccionaremos sólo los autores que consideramos más relevantes dentro
de esta perspectiva de análisis y esbozaremos sus planteamientos.
Comenzando por el procesalismo italiano del siglo XX, uno de los partidarios
de esta tesis es Carnelutti, cuya teoría tenía como fundamento el considerar
la carga de la prueba como algo necesario para lograr un fin, en tanto quien
busca ese fin, necesariamente tendrá que cumplir con la carga probatoria, es
decir, está sujeto a ella. En otras palabras, esa parte se encuentra en una
posición desventajosa en relación con la otra parte4 .
Los hechos admitidos por todas las partes no precisan la prueba sobre los
mismos. Están exentos de prueba los hechos sobre los que exista plena
conformidad de las partes, y esa conformidad puede provenir de que las dos
partes han afirmado un mismo hecho o de que el hecho afirmado por una
parte ha sido admitido por la contraria. La ley exige que las partes en sus
escritos de alegación se manifiesten expresamente sobre los hechos
alegados por la contraria.
Como decía Couture “Las leyes del debate judicial no son sólo de habilidad
sino también de lealtad y probidad, de respeto a la justicia”. En consecuencia,
este principio rige tanto para las partes en los procesos constitucionales como
para los eventuales testigos, peritos y funcionarios que tengan relación con
la evacuación de la prueba.
Es por ello que podemos citar que la actividad probatoria, en general, puede
definirse como el conjunto de declaraciones de voluntad, de conocimientos o
declaraciones intelectuales, reguladas legalmente y producidas por los
intervinientes en el proceso, con la finalidad de
adquirir un conocimiento sobre la materialidad del objeto procesal, y sobre
sus consecuencias penales y eventualmente civiles. A grandes rasgos, pero
para poder ubicarnos mejor, la actividad probatoria se
desarrollará, progresivamente, durante cuatro fases que se distinguen
perfectamente.
La actividad probatoria, en general, puede definirse como el conjunto de
declaraciones de voluntad, de conocimientos o declaraciones intelectuales,
reguladas legalmente y producidas por los intervinientes en el proceso, con
la finalidad de adquirir un conocimiento sobre la materialidad del objeto
procesal, y sobre sus consecuencias penales y eventualmente civiles.
Es por ello que los medios de cómo se pueden conseguir la pruebas tienen
que ser eficaces y efectivas, el cual permita en la realidad, no se gaste de lo
que se debe gastar en un proceso penal, así como permita que las evidencias
se conviertan en pruebas contundentes para que en los casos judiciales, los
verdaderos delincuentes estén en la cárcel con las penas que realmente se
los merezcan y los que solo sean denunciados y hayas simples evidencias
tengas su libertad, ya sea por falta de pruebas o por sobreseimiento.
La regla de que solo los hechos son objetos de prueba tiene una serie de
excepciones:
El carácter objetivo, se considera prueba todo medio que sirve para llevar al
juez el conocimiento de los hechos. Se define la prueba como todo
instrumento o medio que se utiliza para lograr la certeza judicial(24). Esta
postura incide, sin embargo, en el error de confundir la prueba con los medios
de prueba. Estos últimos son, como veremos más adelante, los instrumentos
o vehículos de los que se sirven las partes para introducir en el proceso las
fuentes de prueba.
En sentido estricto, por prueba "debemos entender" (¿es esto una obligación
o un modo imperativo de ordenar al lector? el conjunto de actividades
dest1:nadas a obtener el cercioramiento judicial acerca de los elementos
indispensables para la decisión del litigio sometido a proceso. Llámese
también prueba al resultado así conseguido.
Tomando en cuenta que se tiene que probar la existencia del hecho delictivo
y la participación y consecuente responsabilidad de una persona en él, es
que de ese medio que nos estará proporcionando tal conocimiento,
desprenderemos ambas circunstancias. Hay que distinguir entre hecho
constitutivo de delito, circunstancias relacionadas con él y los medios que
suministran la suficiente información sobre la veracidad de cómo ocurrieron
esos hechos y quiénes lo perpetraron. Cuándo estamos ante el hecho en sí
y cuándo estamos ante la historia narrada de lo que ocurrió. Por supuesto, se
trata de reconstruir el hecho.
MJO3002
Unidad 2. La prueba
2.1 Concepto.
La prueba es una actividad que se lleva a cabo en los procesos judiciales con
la finalidad de proporcionar al juez o tribunal (y en su caso, al jurado, en los
procedimientos en que éste se encuentra llamado a intervenir según la
legislación de cada país) el convencimiento necesario para tomar una
decisión acerca del litigio. Como es natural, el juez no puede sentenciar si no
dispone de una serie de datos lógicos, convincentes en cuanto a su exactitud
y certeza, que inspiren el sentido de su resolución. No le pueden bastar las
alegaciones de las partes. Tales alegaciones, unidas a esta actividad
probatoria que las complementa, integra lo que en Derecho procesal se
denomina instrucción procesal. La prueba procesal se dirige, pues, a lograr
la convicción psicológica del juez en una determinada dirección.
No toda prueba propuesta por cada una de las partes va a ser tomada en
consideración. Por lo pronto, las leyes de procedimiento establecen los
medios de prueba admisibles según el Derecho. Pero, incluso dentro de este
catálogo de medios de pruebas admisibles, puede suceder que de las
pruebas propuestas por las partes con frecuencia haya una o varias que no
sean admitidas. Cabe distinguir así, si tomamos como modelo el proceso civil:
la petición genérica de la prueba, por medio de la cual los litigantes solicitan
(es habitual que lo hagan en el propio escrito de demanda y en el de
contestación) que haya, en general, pruebas en el proceso; el recibimiento a
prueba, acto por el que el juez, si se cumplen los requisitos marcados por la
ley, decide si van a existir, en general, pruebas en el proceso; la petición
específica de prueba (o proposición de prueba) acto por el que los litigantes
solicitan, no ya que haya pruebas en general, sino que se acuda a un
determinado medio de prueba (testigos, peritos, prueba documental, por
ejemplo); la admisión específica de la prueba, a través de la cual el juez
admite o rechaza que se practiquen en el proceso los específicos medios de
prueba propuestos; la práctica de la prueba, actos por los que se verifican o
comprueban cada una de las pruebas solicitadas y admitidas (interrogatorio
de los testigos y peritos, examen de los documentos, entre otras); y, por fin,
la apreciación a prueba, actividad por medio de la cual el juez valora y fija la
eficacia de cada uno de los medios de prueba practicados.
Lo podemos definir como todo aquello sobre lo cual puede recaer la prueba,
deviniendo en algo completamente objetivo y abstracto, extendiéndose tanto
a los hechos del mundo interno como del externo, con tal que sean de
importancia para el dictamen. El objeto de la prueba viene a ser una noción
objetiva, porque no se contempla en ella la persona o parte que debe
suministrar la prueba de esos hechos o de alguno de ellos, sino el panorama
general probatorio del proceso, pero recae sobre hechos determinados sobre
los cuales versa el debate o la cuestión voluntariamente planteada y que debe
probarse, por constituir el presupuesto de los efectos jurídicos perseguidos
por ambas partes, sin cuyo conocimiento el Juez no puede decidir.
El objeto de la prueba es el hecho o los hechos de cuya existencia o
inexistencia ha de convencerse el juez constitucional, es por tanto, una
actividad complementaria de la otra actividad de instrucción: la de
alegaciones. De los dos tipos de alegaciones, la actividad probatoria, en
principio, sólo tiene por objeto los hechos, no las normas jurídicas, dado que
el juez conoce el derecho, por tanto, salvo el caso de que se trate de acreditar
costumbres, la prueba únicamente puede versar sobre los hechos de los que
dependa la estimación o desestimación de la pretensión, siempre y cuando
sean dudosos o controvertidos.
Son las realidades que en general pueden ser probadas, con lo que se incluye
todo lo que las normas jurídicas pueden establecer como supuesto fáctico,
del que se deriva una consecuencia también jurídica. El tema del objeto de la
prueba busca una respuesta para la pregunta: "qué se prueba, que cosas
deben probarse".
Probablemente acerca de este otro elemento de la prueba se encuentre un
mayor paralelismo y hasta opiniones coincidentes en las innumerables
opiniones de procesalistas y de regimenes normativos legales que se han
difundido en el mundo de Derecho codificado. En cualquier proceso, asevera
Viera la prueba tiene como objeto hechos.
Para E. Paliares, sólo debe admitirse como objeto de la prueba los hechos
que se controvierten en el juicio y que tengan influencia sobre la decisión que
ha de pronunciar el juez.
Por hechos como objeto de la prueba judicial, en sentido jurídico amplio, todo
lo que puede ser percibido y que no es simple entidad abstracta o idea pura
... en este sentido jurídico se entiende por hechos: a) todo lo que puede
representar una conducta humana, los sucesos y acontecimientos, hechos o
actos humanos, voluntarios o involuntarios. individuales o colectivos, que
sean perceptibles, inclusive las simples palabras pronunciadas, sus
circunstancias de tiempo, modo y lugar, y el juicio o calificación que de ellos
se tenga; b) los hechos de la naturaleza, en que no interviene actividad
humana; e) las cosas u objetos materiales, cualquier aspecto de la realidad
material, sean o no productos del hombre, incluyendo los documentos; d) la
persona física humana, su existencia y característica, estado de salud,
etcétera; e) los estados y hechos síquicos o internos del hombre, incluyendo
el conocimiento de algo, cierta intención de voluntad y el consentimiento tácito
o la conformidad (el expreso se traduce en hechos externos: palabras o
documentos), siempre que no impliquen una conducta humana apreciable en
razón de hechos externos, porque entonces corresponderían al primer grupo.
Rosenberg sostiene que el objeto de la prueba son, por lo regular, los hechos
a veces las máximas de experiencia, rara vez los preceptos jurídicos; hechos,
para este inolvidable procesalista alemán, es todo lo que pertenece a la
tipicidad de los preceptos jurídicos aplicables y forma la proposición del
silogismo judicial: son los acontecimientos y circunstancias concretos,
determinados en el espacio yen el tiempo, pasados y presentes, del mundo
exterior y de la vida anímica que el derecho objetivo ha convertido en
presupuesto de un efecto juntico.
Rara vez son objeto de prueba los preceptos jurídicos: Jura novit curia. Pero
excepcionalmente puede no serie exigible al magistrado el conocimiento,
cuando se trata del derecho extranjero, toda prueba tiene la función de fijar el
hecho contravertido.
Couture de manera contundente expone que el tema del objeto de la prueba
busca una respuesta para la pregunta: "qué se prueba, qué cosas deben ser
probadas"; y. de inmediato aparece en su magistral obra que hemos
consultado, que nuestros códigos han distinguido los juicios de hecho de los
de puro derecho. Sobre la prueba de los hechos admite la de los
controvertidos, en tan· to, que no son objeto de las probanzas los hechos
admitidos de manera expresa o tácita, los presumidos por la ley, los hechos
evidentes, dentro los que incluye las máximas de experiencia; considera
dentro de su enumeración los "hechos normales" (aquellos que deben
suponerse conforme a lo normal y regular en la ocurrencia de las cosas); los
hechos notorios. De Pina y Castillo Larrañaga, al igual que Becerra Bautista,
comprenden dentro del objeto de la prueba a los hechos dudosos o los
controvertidos, y en algunas legislaciones, el Derecho consuetudinario, y, con
generalidad, el Derecho extranjero.
Por último la prueba como actividad cumple una finalidad política. Ello se
desprende de que como la prueba es la base y fundamento de la sentencia,
y ésta debe ser motivada, es la motivación de la sentencia la que cumple esa
función de permitir un cierto control político y social de las decisiones
judiciales en un Estado de Derecho. Como afirma Asencio : " en definitiva la
prueba tiene un fin que va más allá de la persona del juez y que refleja y
expande el amplio dominio de la conciencia social a través de los diversos
órganos de control de que dispone la sociedad."
2.3 Principios en la materia probatoria
Los principios de la materia probatoria construye la base en la formación de
cimientos de interacción que dinamizan la actividad desarrollada para la
conformación de la prueba, en su mayoría se encuentra plasmado en el
derecho positivo, su estudio se hace con el interés de aportar criterios que
puedan resultar útiles en la práctica, ya que estos principios son de gran
importancia al momento de analizar, ofrecer, producir y valorar los
elementos de convicción que serán objeto del juicio oral y público dentro
del proceso. El tema será abordado, no sólo en forma teórica sino
estableciendo la forma en que los mismos se traducen en el ordenamiento
penal vigente, contrastándolo con la doctrina y la jurisprudencia.
Los Principios Generales de la Prueba, al igual que todo principio, constituye
el cimiento de todo procedimiento; si ellos no son bien conocidos, la actividad
desarrollada carecería de todo sustento y será el resultado de una mecánica
basada en la practica, sin conocimiento alguno de lo que lleva a ese
resultado, que si bien se encuentra plasmado en el derecho positivo vigente,
el mismo tiene sus fundamentos en éstos principios.
Es por ello que no se puede limitar a tomarlas pruebas en forma aislada, sino
que deben ser apreciadas en un todo, relacionándolas unas con otras, para
así determinar las concordancias y discordancias a las que se pudieran
arribar.
En la mayoría de los casos las pruebas no son suficientes para guiar al juez
en su tarea hacia el encuentro de la certeza de los hechos, pero ello no puede
ser justificativo para dejar de juzgar, por lo que "no hay o no camino, en tales
casos, que el de elegir el mal menor". Para desplegar ésta tarea es
sumamente necesario que el juez, como tal, tome todos los recaudos
necesarios para así poder llegar al mayor grado de certeza posible, con el
objeto de determinarla graduación del mal a ser afectado, para lo cual debe
evaluar cada una de las pruebas en interrelación y dentro del contexto del
procedimiento probatorio.
2. Evaluación aislada de la prueba.
Llegado el momento de la apreciación de la prueba, no cabe examinarla en
sí mismo; la importancia reside en determinar cómo recaen y que influencias
ejercen los diversos medios de prueba, sobre la decisión que el juez debe
tomar.
3. Ejemplificación.
Entre las pruebas que carecerían de eficacia categórica por sí misma se
puede citar a la prueba testimonial, contemplada en lo que a ello respecta, la
cuál requieren de cierto respaldo, teniendo en cuenta la crisis por la cual ella
atraviesa.
Es por esto que el código, faculta al juzgadora apreciarlas según las reglas
de la sana crítica, para así determinar circunstancias que corroboren o
desvirtúen la fuerza de las declaraciones ventiladas en el procedimiento.
4. Valoración.
El principio de unidad de la prueba, se encuentra íntimamente ligado al
sistema de la sana crítica. La sana crítica se traduce en una fusión de lógica
y experiencia, es decir, con arreglo a la sana razón y a un conocimiento
experimental de las cosas. Ello no implica libertad de razonamiento,
discrecionalidad o arbitrariedad del juez en su tarea de valoración, pues allí
se está la incursionando en el sistema de la libre convicción.
Pero por otro lado no podemos olvidar que el principio de contradicción está
directamente relacionado con el derecho a la prueba que tiene como primer
requisito la legalidad de la petición probatoria, en el doble sentido de que “el
medio de prueba esté autorizado por el Ordenamiento y de que” la prueba se
haya solicitado en la forma y momento legalmente establecidos. Pero si esta
prueba no se practica a la presencia del juez o tribunal y con la presencia de
las partes la prueba no tiene validez. Las partes deben estar presentes por
medio de sus letrados a fin de poder interrogar al testigo o perito y las propias
partes implicadas en el procedimiento sobre lo que es la cuestión de fondo o
cuestiones accesorias. Es un derecho con connotaciones constitucionales en
orden a preservar que la prueba se celebre con el respeto a los principios del
proceso entre los que está el de la debida contradicción.
I. Objeto de la Inmediación.
El Principio de Inmediación está encaminado a lograr una relación directa
entre el juez y los medios de pruebas incorporados al proceso. El objeto de
la inmediación se centra en permitir al juzgador apreciar personalmente todo
aquello que es ventilado en el proceso, procurando así alcanzar una mejor
percepción de lo narrado y lo ocurrido realmente. Es así, que en el caso de la
declaración de testigos, por ejemplo, ese contacto directo que se podrá dar
entre el juez y el testigo, permitirla establecer un grado de afinidad tal, que
posibilitaría dilucidar las dudas del magistrado, imposibles de vislumbrar por
actuaciones o intermediarios, los cuáles cuentan con apreciaciones
naturalmente diferentes. En ese contacto prueba juez, que se va dando a lo
largo del procedimiento probatorio, el juzgador es capaz de aclara¡ las dudas
que acarrea, sin necesidad de valerse de otros mecanismos, que podrán
llegar a ser más onerosos y de prolongada duración. Si bien en la práctica,
esa tarea se enfrenta con ciertos problemas, bien conocidos por todos,
obligando al juez a delegar sus funciones, el mismo debe toma¡ las
precauciones del caso y valerse de todos los elementos a su alcance para
lograr una actividad eficaz, salvaguardando los derechos objeto del proceso
puestos a su conocimiento.
En cuanto a los litigantes, se brinda una mayor garantía a sus derechos, pues
ellos son defendidos y probados a través de esos elementos aportados al
juicio los cuáles deben ser percibidos por el juez, quién llegado el momento
se encargará de valorarlos.
Si bien el juez, adquiere una alusión más directa, ello podrá ocasionar una
decisión cargada de pasiones, que muchas veces necesitaría de un filtro, que
permita apartar esas sensaciones para así llegar a lo que realmente hace a
la cuestión planteada.
En cuanto a los abogados, la oralidad les resulta ventajosa, ya que los
mismos pueden exponer al juez las probanzas ofrecidas, de manera sencilla
y persuasiva, sin estar sujetos a las limitaciones que implica un procedimiento
escrito. la oralidad requiere, como opina Calamandrei, de una preparación
inmediata, exigiendo del juez mayores conocimientos del caso, asegurando
así una decisión más acertada. En cuanto al tiempo, la oralidad permite
promover juicios de duración más breve, pues los mismos son realizados en
audiencias, que muchas veces pueden ser acumuladas en números
menores.
Por el contrario, el procedimiento escrito requiere de ciertos formalismos para
su validez, que a su vez necesitan de un tiempo adecuado, tornando muy
prolongados los procesos. Con relación al aspecto económico, un
procedimiento oral es menos gravoso que el escrito ya que, de acuerdo a la
naturaleza del caso, se podrá prescindir de ciertas pruebas, siempre que el
juez pueda salvar sus dudas a través de las probanzas ventiladas en las
audiencias
Máxime que el principio de oralidad en el nuevo sistema penal, es de suma
importancia esto porque implica la realización de los principales actos del
proceso a través de la palabra viva, con independencia de que su contenido
pueda ser recogido en actas escritas, grabaciones o filmaciones. A partir de
la constatación de que este método es el único que permite asegurar el
conjunto de actos que constituyen la base para que el juicio se realice de
manera pública, concentrada, con la presencia permanente de todas las
partes.
Se pretende cambiar fundamentalmente la forma en que los jueces conocen
los asuntos para su resolución, pasando del sistema de la lectura de
expedientes a uno en que la percepción tanto de las pruebas como del debate
de las partes se realice en forma oral y directa en el juicio. Pero para que esto
sea posible es necesario juntar a las partes y al tribunal en un mismo local o
espacio físico, cual es la sala de audiencia y hacerles partícipes simultáneos
de los actos. De allí que esa cercanía simultánea, que no es otra cosa que la
inmediación, sea un correlato de la oralidad.
La prueba en el proceso penal acusatorio está constituida por aquella actividad que
adquiere dimensiones más trascendentes, por cuanto los resultados del proceso va
siguientes:
1.- Carga material de la prueba corresponde a la parte acusadora.
2.- Sólo tiene el carácter de prueba las practicadas en el juicio oral, bajo los
3.- Las pruebas deben de haber sido obtenidas por medios lícitos.
4.- Las pruebas requieren de cierta entidad, no bastando las conjeturas o las meras
sospechas.
De ahí que algunos autores le atribuyan a las pruebas penales, una forma
poliédrica, es decir, que tiene varias facetas y que tiene una contextura sólida.
La ley sustantiva nos proporciona toda una gama de supuestos, en los cuales
puede verse materializado un ilícito penal, son estos los elementos de
derecho; ya que es el código penal el que enumera los delitos y sus
respectivas sanciones.
Los factores constitutivos de atenuantes o eximentes, son, sin embargo,
elementos de derecho, igual que los delitos y sus penas, debidamente
tipificados en la ley.
El Juez conoce la ley (el derecho); las partes aportan las pruebas y con estas
se prueban los hechos y el delito, sea que éste último ocurrió o no, según los
mismos hechos, que son conocidos por las partes, pero no por el Juez, quien
en base a su conocimiento de la ley (el derecho) recibe los hechos y valora
las pruebas y en base a ello, dictamina una sentencia, que puede ser
absolutoria o condenatoria.
La prueba tiene su origen, pues, directamente de los hechos, es por esa razón
que los representan y demuestran, de una manera casi fehaciente.
¿Cómo y cuándo se generan las pruebas de los hechos? Los actos humanos
están regidos por las leyes de la naturaleza; es decir, que es casi imposible,
que un acto humano no deje un registro que sirva como dato fácilmente
interpretable, dándonos una lectura más o menos precisa sobre qué paso y
como ocurrió.
Los hechos por sí mismos generan las pruebas, que han de servir para
reconstruir la historia de todo cuanto ocurrió; asimismo, los hechos se cotejan
con la ley y se configura el hecho tipificado como delito en el código penal.
Si por tal se considera «el manantial, surtidor o lugar del que se hace salir o
sale algo, el origen de una cosa, aquello de donde fluye algo, incluso por lo
que ahora me interesa, documento, obra o materiales que sirven
de información o de inspiración a un autor, o personas o cosas o lugares de
las que podemos recibir conocimiento de personas o de cosas dignos de todo
crédito», no cabe la menor duda de que por fuente de prueba he de entender
aquella persona o cosa o lugar en que se puede encontrar el conocimiento de
las cosas, donde puedo encontrar lo necesario para convencer al elemento
decisor del órgano jurisdiccional de unas alegaciones controvertidas.
La fuente de prueba puede ser una persona, lugar o cosa que no tiene que
estar en el proceso, es alguien o algo que se encuentra en el mundo de las
personas o cosas, frente a lo que ocurre con los medios de prueba, que, como
actividad a desarrollar durante el proceso, debe realizarse ante los miembros
del órgano jurisdiccional y la parte contraria.
El lugar de hallazgo del cuerpo del delito nos puede conducir a la escena del
crimen, por medio de sustancias, que podrían no ser originarias, o ser
inexistentes, en el lugar donde se encuentra el cuerpo; encontrar rastros en
el trayecto de un lugar a otro, fragmentos de cuerpo, manchas de sangre,
todo esto puede ser una dirección para encontrar la escena del crimen.
Elementos de derecho
Las únicas limitantes para las pruebas son, que se respeten los derechos y
garantías constitucionales y que sean incorporadas debidamente respetando
los principios del debido proceso.
Sin embargo el Juez debe considerar los niveles del conocimiento, que las
pruebas penales pueden engendrar en él y son:
a) Probabilidad;
b) Duda; o,
c) Certeza.
De qué dependerá que se genere una u otra cosa, pues lógicamente de las
pruebas vertidas en el proceso, de ahí que el Juez tiene que fundamentar sus
resoluciones.
Fase del proceso en la que la prueba que ha sido solicitada por las partes, y
admitida por el Juzgado o Tribunal, se celebra o practica. Normalmente
son interrogatorio de las partes, pruebas testificales, y prueba pericial.
El período a prueba es una etapa procesal del juicio, en donde tanto la parte
actora como la parte demandada deberán ampliar y desarrollar sobre
las pruebas oportunamente ofrecidas al momento de la presentación de la
demanda y la contestación o reconvención del mismo. En virtud de esto,
el abogado de la parte interesada debe librar oficios, a partir del primer auto
a aquellos establecimientos, hospitales, compañias y empresas, para que se
reconozca como cierta aquella documentación que presentó al inicio
del proceso judicial.
MJO3002
Tema 3. Carga y sistematización de la valoración de la prueba
Es por ello que para que un juzgador pueda aplicar la consecuencia jurídica
al supuesto de hecho de la norma, es imprescindible que quede debidamente
acreditado. El juez, por muy persuadido que esté de la existencia del hecho,
no puede hacerlo pasar sin más por verdadero. En este aspecto, sigue siendo
útil distinguir entre lo que es convicción de lo que es simplemente persuasión.
Gracias a Kant sabemos que la convicción se ha de asentar en algo externo,
en una comunidad de fundamento que consista en la posibilidad de
comunicarlo externamente a fin de que se pueda comprobar su validez con
arreglo a un criterio racional.
Esta conducta impuesta a las partes para que acrediten la verdad de los
hechos formulados en el proceso constituye una exigencia derivada del
interés de cada litigante, cuyo incumplimiento deriva en la pérdida del litigio.
En otras palabras, es un llamado a actuar en su propio beneficio, que
corresponde con el principio onus probandi.
En éste sistema se suprime el poder absolutista del Juez, ya que no son los
jueces los que según el dictado de su conciencia debe juzgar el hecho
determinado, sino que sus fallos han de ajustarse a la pauta de la norma
jurídica; ya no es solo su convicción la que prevalece, sino que sus
resoluciones deben dictarse apreciando la prueba de acuerdo con las normas
procésales.
En éste sistema se suprime el poder absolutista del Juez, ya que no son los
jueces los que según el dictado de su conciencia debe juzgar el hecho
determinado, sino que sus fallos han de ajustarse a la pauta de la norma
jurídica; ya no es solo su convicción la que prevalece, sino que sus
resoluciones deben dictarse apreciando la prueba de acuerdo con las normas
procésales.
Por ello, no debe desestimarse completamente dicho sistema, toda vez que
es producto de un reiterada observación empírica, pues son reglas que
codifican principios de la experiencia y que dan en cierta forma seguridad
jurídica; lo importante es no desbordar en formulismos severos, porque esa
es la principal crítica que se formula al sistema legal de valoración probatorio,
el que haya convertido al juez en un contador de las tarifas que se atribuían
a cada prueba y que el impedía efectuar un razonamiento del material
probatorio; cierto es que durante los llamados ―juicios de Dios‖, la
testimonial y la confesión fueron dotadas de pleno valor probatorio para
condenar a muchas personas inocentes, hacen desconfiar de los métodos
presuntivos.
En este sistema el Juez toma su decisión sin tener que basarse en reglas
abstractas y generales de valoración probatoria, sino que en base a la prueba
presentada debe decidir cuál es la hipótesis que estima como cierta. A
diferencia del sistema de sana crítica razonada no se exige la motivación de
la decisión.
Así entre las diferencias se puede observar que el sistema de la sana crítica
otorga al juzgador una libertad que se puede considerar relativa o limitada en
la valoración de las pruebas, pero el sistema de la libre convicción le da una
libertad absoluta.
Es bueno resaltar que se afirma que gran parte de la doctrina entiende que el
sistema de la sana crítica y el de la libre convicción son equivalentes y se
identifican. De tal forma, los partidarios de este enfoque manifiestan que hay
sólo dos sistemas: por un lado está el de la prueba legal, el cual se caracteriza
por no otorgar libertad de valoración al juez, y por el otro, el de la libre
apreciación de la prueba, el cual es todo lo contrario al primero ya que sí
concede dicha libertad al juzgador.
El sistema de la sana crítica actúa como instrumento del cuál se valdrá el juez
para determinar la fuerza de convicción que contienen las pruebas
introducidas, y poder determinar así la eficacia de las mismas para el logro
de su cometido. Ese instrumento se activa por medio de reglas lógicas y
máximas de la experiencia entendida éstas ultimas como "aditamentos
culturales que posee el juez para formar un criterio lógico, dentro de las
cuales se da casi en forma automática la relación de unas pruebas con otras,
ya que si las mismas son tomadas en forma fraccionada no se podrá lograr
esa relación lógico experimental, al que hace alusión tanto Kielmanoüch
como Coutur.
MJO3002
Unidad IV. Medios de prueba.
4.1 Confesión
Se admitirá como prueba en los términos del artículo 20 fracción V, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, todo aquello que se
ofrezca como tal, incluso aquellos elementos aportados por los
descubrimientos de la ciencia. También se admitirán como prueba las
declaraciones de los servidores públicos que en ejercicio de sus funciones y
con autorización fundada y motivada del procurador general de justicia del
Distrito Federal, hayan simulado conductas delictivas con el fin de aportar
elementos de prueba en una averiguación previa.
4.2 Inspección
La inspección puede practicarse de oficio o a petición de parte, pudiendo
concurrir a ella los interesados y hacer las observaciones que estimen
oportunas. El Ministerio Público o el Juez, al practicar la inspección
procurarán estar asistidos de los peritos que deban emitir posteriormente su
dictamen sobre los lugares u objetos inspeccionados. A juicio del Ministerio
Público o del Juez, o a petición de parte, se levantarán los planos o se
tomarán las fotografías que fueren conducentes. De la diligencia se levantará
acta circunstanciada, que firmarán los que en ella hubieren intervenido.50 En
caso de lesiones, al sanar el herido, el Ministerio Público, los Jueces o los
tribunales según el caso, darán fe de las consecuencias que hayan dejado
aquéllas y sean visibles, practicando inspección, de la cual se levantará el
acta respectiva. El funcionario que practique una diligencia de inspección,
deberá cumplir en lo conducente con las reglas contenidas.
4.3 Peritos
En el Derecho Romano el peritaje surge como medio de lograr la convicción
del juez y consecuentemente como una prueba, cuando se suprime el
procedimiento “in jure”, en el cual al elegirse a un experto para conocer del
pleito, resultaba inútil y exótico recurrir al auxilio de un perito. Por el contrario
en el procedimiento judicial propiamente dicho el peritaje fue admitido y
empleado, adquiriendo mayor relevancia. En lo que respecta a la evolución
de los medios de prueba, pueden distinguirse a grandes rasgos dos
momentos netamente definidos:
Judiciales.- Son los peritajes que tiene lugar en el curso del proceso penal.
Prejudiciales.- Son los peritajes que tienen lugar como una diligencia procesal
previa.
Oficiosos.- Son los peritajes impulsados por las autoridades de justicia.
Requisitos para la eficacia probatoria. Para que el dictamen del perito tenga
eficacia probatoria, no basta que exista jurídicamente y que no adolezca de
nulidad, sino que es necesario además que reúna los siguientes requisitos de
fondo o contenido:
1.- Que sea un medio conducente respecto al hecho que se va a probar.
2.- Que el hecho objeto del dictamen sea pertinente.
3.- Que el perito sea experto y competente para el desempeño de su cargo.
4.- Que no exista motivo serio para dudar del desinterés, imparcialidad y
sinceridad del perito.
5.- Que no se haya probado una objeción por error grave, dolo, cohecho o
seducción.
6.- Que el dictamen esté debidamente fundamentado.
7.- Que las conclusiones del dictamen sean claras, firmes y consecuencia
lógica de sus fundamentos.
8.- Que las conclusiones sean convincentes y no aparezcan improbables,
absurdas o imposibles.
9.- Que no existan otras pruebas que desvirtúen el dictamen o lo hagan
dudoso o incierto.
10.- Que no haya rectificación o retracción del perito.
11.- Que el dictamen sea rendido en oportunidad.
12.- Que no se haya violado el derecho de defensa de la parte perjudicada
con el dictamen o su debida contradicción.
13.- Que el perito no exceda los límites de su encargo.
14.- Que no se haya declarado judicialmente la falsedad del dictamen.
15.- Que el hecho no sea jurídicamente imposible por existir presunción de
derecho o cosa juzgada en contrario.
16.- Que el perito no haya violado la reserva legal o el secreto profesional que
ampare a los documentos que sirvieron de base a su dictamen.
4.4 Testigos
El testimonio y el testigo provienen de las palabras testor, testari, testatus,
que significa proveer, disponer. Testimonio igualmente proviene de testando,
que significa declarar o explicar. El testimonio consiste en hacer
declaraciones y medios de prueba personales. El testimonio se caracteriza
por referir hechos que se perciben mediante los sentidos. Es así como se
conocer los testigos de vistas, oídas, de tacto, de olfato y de gusto. Si por las
revelaciones hechas en las primeras diligencias, en la querella, o por
cualquier otro modo, apareciere necesario el examen de algunas personas
para el esclarecimiento de un hecho delictuoso, de sus circunstancias o del
inculpado, el Ministerio Público o el Juez deberán examinarlas.
Cuando los testigos que deben ser examinados estuvieren ausentes, serán
citados por medio de cédulas o por telefonema que reúna los requisitos del
artículo siguiente.
4.5 Confrontación
Toda persona que tuviere que referirse a otra en su declaración o en cualquier
otro acto procedimental, lo hará de un modo claro y preciso que no deje lugar
a duda respecto a la persona que señale, mencionando su nombre, apellido,
domicilio y demás circunstancias que puedan darla a conocer.
Cuando el que declare ignore los datos a que se refiere el artículo anterior;
pero manifieste poder reconocer a la persona si se la presentan, se procederá
a la confrontación. También se practicará ésta, cuando el declarante asegure
conocer a una persona y haya motivo para sospechar que no la conoce.
El que deba ser confrontado podrá elegir el sitio en que quiera ser colocado
entre sus acompañantes a esta diligencia, y pedir se excluya de la reunión a
la persona que le parezca sospechosa. Queda al arbitrio del Ministerio
Público o del Juez acceder o negar la petición.
La diligencia de confrontación se preparará colocando en fila a la persona
que vaya a ser confrontada y a las que la acompañen. Se tomará al
declarante la protesta de decir verdad y se le interrogará:
I. Si persiste en su declaración anterior;
II. Si conocía con anterioridad a la persona a quien atribuye el hecho, si la
conoció en el momento de la ejecución del que se averigua; y
III. Si después de la ejecución del hecho la ha visto, en qué lugar, por qué
causa y con qué motivo.
4.6 Documentos
El documento es un medio de prueba que surge con posterioridad al
testimonio y a la confesión pues para que se desarrolle requirió de un amplio
desarrollo social, con la generalización de la escritura y la expansión del
comercio entre los países, surge el documento como medio de comunicación
y como instrumento probatorio, pero su importancia era limitada frente a otros
medios de prueba los cuales eran preponderantes. En Roma se conoció el
documento con los contratos literis y para darle forma a estos contratos, se
crearon los escribas que escribían en abreviatura las actas o contratos
dictados por las partes.
MJO3002
Tema 5. Pruebas en el Proceso penal actual y desahogo de la prueba en
materia de oralidad.
1) De acuerdo a su finalidad:
De acuerdo a su objeto:
De acuerdo a su medio:
Pruebas primarias: tiene como fin primordial demostrar el hecho sea en forma
directa o por medio de otro hecho. Se le denomina pruebas de primer grado.
Ej. Prueba pericial, prueba testimonial, etc.
Pruebas secundarias: cuando una prueba sirve para probar otra prueba. Son
conocidas como pruebas de segundo grado. Ej: una prueba testimonial que
nos proporcione indicios.
De acuerdo a su función:
Por otro lado tenemos Framarino Dei Malatesta (1989:135-145) que nos
proporciona la siguiente clasificación:
En cuanto al objeto:
En la práctica jurídica, son los argumentos una de las claves principales para
que el abogado tenga éxito en los litigios, ya que es a través de éstos donde
podrá justificar su actuar, es decir, los abogados a través de los argumentos
aportan razonamientos con los cuales pretenden justificar la culpabilidad o
inocencia de su defendido.
En la vida diaria argumentar nos sirve para tomar una postura respecto
aquello que pensamos o acontece en la sociedad, logrando con ello poder
tomar decisiones razonadas en nuestro comportamiento.
Acto seguido dará pie a la exposición misma que tiene como finalidad la
explicación de cómo se suscitaron los hechos sobre los cuales se sustenta la
tesis y, hablando en materia judicial, la teoría del caso, misma que debe ser
clara y concisa. Concluido lo anterior, el orador tendrá que plantear los
argumentos propiamente dichos, que son la parte medular del discurso y es
en ellos donde sustenta su dicho. Al finalizar, a manera de conclusión, deberá
de presentar un resumen de los argumentos planteados y la forma en cómo
estos justifican su tesis.
5.5 La analogía.
También conocido como magister dixit (en latín, "el maestro dijo"). Es el
argumento que toma como premisa la opinión de quien es considerado una
«autoridad» en el asunto, es decir, de alguien que es considerado un experto
en la materia. Decimos: «x es verdadero porque lo dice N», donde «x» es un
enunciado y «N» la autoridad.
1. A afirma B.
2. B tiene como consecuencia C, que es algo negativo o indeseable.
3. Por tanto, B es falso.
1. A afirma B.
2. B tiene como consecuencia C, que es algo positivo o deseable.
3. Por tanto, B es verdadero.
«¿Que a Federico le gustan los hombres? No, eso no puede ser, su padre
lo mataría.»
Refutación: Que el padre de Federico pudiera tomarse muy a mal la
homosexualidad de su hijo no invalida en absoluto la afirmación de que
Federico sea homosexual.
Si P, entonces Q
Q es falso
Entonces P es falso
Si llueve voy al cine
No fui al cine Por lo tanto, no llovió
En los ejemplos anteriores puede observarse que si las premisas son
verdaderas, la estructura lógica de los argumentos garantiza que la
conclusión será siempre verdadera. Por el contrario, los argumentos
inductivos no tienen una estructura lógica que garantice que si las premisas
son verdaderas la conclusión será siempre verdadera. Los argumentos
inductivos se mueven en el ámbito de la probabilidad y su fuerza depende del
respaldo que las premisas le den a la conclusión.
5.9 Falacias.
En las falacias materiales se utilizan razones que no son del tipo correcto;
por ejemplo, las que se apoyan en expresiones ambiguas o en la falsa
analogía. Y en las pragmáticas es importante determinar si son de carácter
retórico o dialéctico; así, por ejemplo: se atenta contra las reglas de la retórica
si se hace un uso abusivo del argumento de autoridad, y en el caso de las
falacias dialécticas, éstas ocurren si se infringen las reglas del debate, ya sea
que se evada la cuestión o no se conteste un asunto planteado en el debate.
Sin embargo, reconoce que en un solo argumento falaz se puede contener la
reunión de los tres géneros de argumentos falaces.
5. Apelar al temor. En este caso las razones son reemplazadas por amenazas
para convencer, por ejemplo:
El candidato del partido rojo lidera las encuestas, seguro será un gran
presidente.
7. Causa falsa. Ocurre cuando las razones que empleamos para defender un
postulado no comprueban el argumento, ya que tienen una relación
circunstancial que genera confusión, por ejemplo:
– transliterar
Otra de las cualidades de un buen abogado litigante debe contar con un claro
sentido de la crítica y la autocritica, esto quiere decir no puede creer que sea
dueño de la verdad absoluto, debe saber escuchar a otras personas y aceptar
criticas y consejos y aprovecharlo lo máximo de ello.
Un abogado litigante debe ser expresivo, contar con el verbo florido, y una
buena retorica, esto quiere decir debe tener el dominio del lenguaje para
poder convencer al juzgador cuando le toca exponer su teoría del caso, así
poder persuadir a su favor. Se necesita tener buena retórica, buen discurso,
elocuencia y domino del lenguaje para ser un buen orador dentro del proceso.
El abogado litigante debe ser positivo y debe evitar en lo mínimo ser agresivo,
esto es muy importante en su actuar debe saber guardar la cordura, muchas
veces las personas agresivas son aquellas que se sienten superior a los
demás, la conducta de un abogado no debe ser así, por el contrario debe
saber escuchar a los demás para poder resolver y ayudar en las
controversias.
En el mundo empresarial son muchas las ocasiones en las que hay que
hablar en público, y generalmente bajo presión, por lo que se debe tener un
buen control sobre el lenguaje no verbal. De esta forma estarás más cerca de
lograr tu objetivo. Los ejemplos que podrás ver en este post te vendrán genial
para:
Presentaciones.
Negociaciones.
Hacer networking.
Eso sí, debes tener en cuenta que el lenguaje no verbal puede verse influido
por factores ambientales y, por lo tanto, no es una verdad absoluta. Para
poder hacer un análisis y estar seguro de él, debes encontrar varias señales.
5.16 Proximidad
La cercanía o lejanía que tienen dos personas al hablar puede indicarnos cual
es el nivel de relación y de intimidad que dos personas tienen.
Con estos datos podríamos hacernos una idea de la relación que existe entre
dos personas con tan solo mirarlas, es cierto que no siempre será asi por
ejemplo cuando una pareja de novios están enojados están mas lejos uno del
otro que lo usual pero gracias a la proximidad que estos tenen podríamos
establecer que están enojados.
5.17 Orientación
Alguien sentado en una posición cerrada puede tener los brazos cruzados o
las piernas cruzadas, por ejemplo; mientras que en una postura abierta, las
manos están separadas en los brazos de la silla. La postura abierta comunica
franqueza o interés, así como buena disposición para escuchar, en cambio la
postura cerrada puede implicar incomodidad o desinterés.
Espejo
Son posturas entre dos compañeros que coinciden, como si uno fuera un
reflejo del espejo del otro. Este reflejo indica interés y aprobación entre las
personas.
Algunos gestos son más fáciles de controlar que otros. En general, cuando
hablamos, le hacemos más caso a las expresiones faciales, y somos cada
vez menos conscientes de nuestros movimientos conforme nos alejamos de
la cabeza . Esto significa que los movimientos y la postura de esas zonas
alejadas, como los pies, son los que más fiables a la hora de "hablarnos" del
verdadero estado emocional de alguien.Si ordenamos las conductas en
función de su credibilidad, este sería el resultado (de mayor a menor
credibilidad)
• Gestos con las manos que no son conocidos , que no tienen una identidad
como tal: moverse el anillo, frotar las manos contra un tejido, juguetear con
un objeto pequeño entre los dedos
• Gestos con las manos identificados como tales , como subir el pulgar hacia
arriba, o formar un círculo con el pulgar y el índice. Estos gestos son
fácilmente controlables de forma voluntaria.
Utilizar gestos abiertos, como mostrar las manos, estirar brazos y piernas,
desplegar los hombros, no interponer objetos entre el propio cuerpo y el
público y, sobre todo, asegurarse de que la cara es visible para todos. Evitar
tics gestuales en los que se cae a veces por nerviosismo: jugar con el lápiz o
con un anillo, apartarse el pelo, colocarse bien los lentes, etc. Utilizar gestos
que acompañen el discurso y faciliten la comprensión. Por ejemplo, indicar
gestualmente una medida o distancia, señalar una dirección, etc. Hacer
movimientos pausados, evitar los movimientos bruscos. Evitar dar las
espalda al auditorio.
La mirada
Volumen o entonación
El papel es la clave para conectar con el auditorio, hacerle llegar un mensaje
con claridad, mantener su atención e incluso transmitirle emociones. Tomar
mentalmente las medidas de la sala para conseguir que la voz llegue con un
volumen adecuado tanto a las personas situadas en las primeras filas como
a las que están más alejadas. Evitar una entonación monótona y poco variada
o subrayar con la voz las palabras claves del discurso.
Ritmo y pronunciación
Vestuario
TIPO DE PREGUNTAS
6.- Ritmo: Si bien existen muchas variables, ritmo lento equivale a sosiego y
tranquilidad para el testigo; ritmo rápido supone mayor tensión y exigencia.
Por ello, el contrainterrogatorio requiere un ritmo rápido y muy fluido que
impida al testigo pensar demasiado para buscar una salida mientras que un
ritmo lento y pausado permitirá que el testigo se explaye para ganar
confianza. No obstante, podrá llevarse a cabo una combinación de ritmos, si
bien, cuando se trate de atacar las contradicciones o falsedades, tendremos
que emplear el ritmo rápido.
Para sostener un contrainterrogatorio con éxito hay que tener presente tres
reglas básicas: 1) hazlo solo si es necesario, de lo contrario no lo hagas pues
puedes fortalecer la posición de la contraparte, 2) no hagas preguntas si no
sabes las respuestas y 3) solo haz preguntas cerradas o sugestivas, y así
mantendrás el control del testigo.
b) Acreditar: Vamos a acreditar la versión anterior que nos sirve para nuestra
teoría del caso, la versión que nos gusto más. Debemos de probar que esa
versión es más creíble que la que dio en audiencia. Y es mas creíble lo que
dijo antes, porque conocía la importancia de decir la verdad ante la policía,
rindió su manifestación cuando su memoria estaba mas fresca por lo cercano
a la fecha de los hechos y porque su declaración anterior es más completa,
contiene los pormenores del hecho y los más importantes, que incluyen
detalles verdaderos.
Por ejemplo, con un testigo miembro de la Policía, primero le hacemos
preguntas acerca de su experiencia como efectivo policial en reportes,
informes, ocurrencias; tiene conocimiento de la importancia de sus informes
porque los tiene que presentar a sus superiores o al fiscal, siempre escribe
cuidadosamente todo lo ocurrido con detalles, horas, fechas y circunstancias
especiales que engloban el hecho, solo escribe la verdad y sus reportes son
completos. Si hacemos bien la acreditación, ya lo tenemos.
MJO3002
Tema 6. Nueva Orientación de la prueba.
Nos ocupa ahora la cuestión tocante a la valoración probatoria que debe ser
entendida como la operación mental que hace el juez para determinar si los
hechos debatidos en el proceso se encuentran o no demostrados por los
medios para tal objeto Los sistemas tenidos en cuenta para valorar o estimar
la prueba han sido:
Ante lo dicho, valga traer al particular a Carnelutti quien sostiene que el juez
al principio se encuentra ante una hipótesis: no sabe como ocurrieron las
cosas, es por tanto que debe convertir la hipótesis en tesis, certificando el
hecho, conocerlo como si lo hubiese visto. (…) Se exige del juez una actividad
perceptiva, debiendo escuchar y mirar atentamente las pruebas.
“Las pruebas debieran ser como faros que iluminaran el camino del juez en
la oscuridad del pasado; pero frecuentemente ese camino queda en
sombras” .
La pertinencia
Es la adecuación entre los hechos que se pretenden llevar al proceso y los
hechos que son tema de la prueba en este. En otras palabras, es la relación
de facto entre los hechos que se pretenden demostrar y el tema del proceso.
Así, como en nuestra vida diaria, el estar conversando con una persona sobre
un determinado tema, consideramos bienvenidos a los que quieren hablar
sobre lo mismo y predicamos la impertinencia de quienes introducen
conversaciones sobre otros temas, exactamente lo mismo sucede en el
proceso.
Entre ciencia y proceso existen diferencias relevantes que deben ser tomadas
en consideración si se quiere comprender de qué manera la ciencia puede
ser utilizada en el contexto del proceso. La ciencia opera a través de varios
tránsitos, en tiempos largos, teóricamente con recursos ilimitados, y conoce
variaciones, evoluciones y revoluciones. Además, al menos según el modelo
más tradicional, la ciencia está orientada hacia el descubrimiento, la
confirmación o la falseabilidad de enunciados o leyes generales que se
refieren a clases o categorías de eventos. Por decirlo así, y retomando una
conocida distinción de Windelbald, las ciencias naturales tienen
carácter nomotético.
6.4 la validez
Lo mismo ocurre cuando la falla estructural del proceso se relaciona con los
períodos probatorios o con las oportunidades para solicitar pruebas. La
omisión de estas fases del proceso conlleva a la nulidad procesal y a la
afección como consecuencia de las pruebas allí obtenidas. El debido proceso
también se conculca al momento de la sentencia por ausencia o insuficiencia
en la motivación de la prueba para establecer la verdad procesal. Quitarle
una oportunidad de prueba a la parte en razón de la extemporaneidad de la
petición puede afectar la validez material de la posición iusfundamental de la
parte a la luz del principio de proporcionalidad y, por ende, es posible la
nulidad procesal por violación al debido proceso sustancial.
Para Picó Junoy, autor citado por Miranda, prueba ilícita y prueba prohibida
no son excluyentes, siendo este último un concepto gráfico y expresivo que
resulta correcto para denominar las consecuencias o efectos prohibitivos que
la prueba ilícita comporta, esto es, la prohibición de admisión y la prohibición
de valoración Así, destaca Miranda Estrampes que para Guariglia F, el tema
de la prueba ilícita, es uno de los más complejos y polémicos de la dogmática
procesal penal, por lo que se establece que el primer problema se presenta
al abordar el estudio y análisis de su concepto, por cuanto que no existe
unanimidad en la doctrina acerca de lo que debe entenderse por prueba
ilícita.
Para un primer sector doctrinal la prueba ilícita es aquella que atenta contra
la dignidad de las personas, es decir, contra la dignidad humana; para otro
otros grupos de autores, que parten de un concepto de ilicitud único para el
orden jurídico en general que identifican con la idea de violación de la norma
o Derecho, será aquella obtenida o practicada con infracción de normas del
ordenamiento jurídico. Otros autores como Orlando Alfonso Rodríguez,
destacan que prueba ilegal es aquella inconducente, impertinente o ineficaz,
que atenta contra el principio de economía procesal por no saber si al
admitirla tendrá capacidad de conocimiento; probanza que en principio no
debe ser valorada, pero si es admitida en el proceso es susceptible de ser
impugnada por violación indirecta de las leyes sustantivas.
Sin embargo, con posterioridad, la política liberal del estado garantista, obligó
a ponderar los intereses del poder público y el de respetar los derechos
constitucionales de los ciudadanos, de tal manera que respeto a éstos, cedió
la finalidad de conocer la verdad histórica por los principios constitucionales
referidos no sólo a la actividad probatoria, sino a la obtención de
determinadas fuentes de prueba, en la medida en que pueden entrar en
colisión con derechos fundamentales, tales como el respeto a la dignidad
humana e intimidad de las personas. Cuando estos derechos subjetivos
públicos se incorporan a la vida política de un Estado, se constituyen
elementos esenciales del ordenamiento jurídico, por lo que se estima nula la
prueba que se obtenga con violación a ellos y los jueces deben estimarla
inexistente al construir su base crítica en el momento de que el material
probatorio les arroje convicción.
Por mucho tiempo se pensó que la verdad material era absoluta, pero su
respeto no sólo es interés del inculpado sino de la sociedad, no se puede
obtener la verdad real a cualquier precio, pues si la condena se basara
fundamentalmente en una prueba que se obtuvo con violación a las garantías
individuales del inculpado, ello vulneraría el principio de presunción de
inocencia.
La noción de un proceso equitativo y de igualdad procesal de las partes, se
ve mermado y por ende, deja en estado de indefensión al imputado; cierto es
que, la confrontación dialéctica entre interés público y privado, busca hallar
nuevos y permanentes equilibrios que no quiebren ninguno de los polos
opuestos, por un lado el garantismo penal y por otro el combate a la
impunidad.
En todo caso es evidente que esta importante regla de exclusión merma las
posibilidades de averiguación de esclarecimiento de los hechos objeto del
proceso acusatorio. De hecho, la exclusión de prueba ilícita es reflejo de una
ideología jurídica comprometida con los derechos fundamentales y en virtud
de que piensa que ese esclarecimiento no puede ser obtenido a cualquier
precio, en particular al precio de vulnerar derechos fundamentales del
imputado dentro de un proceso penal.
g)En suma, ésta es la raíz del instituto de las nulidades: analizar en todo el
proceso si los actos procesales que se tienen en mira pueden reputarse como
válidos en función de las garantías legales.
Para este autor, la prueba ilícita se restringe a “aquella prueba obtenida y/o
practicada con vulneración de derechos fundamentales”. Por otro lado, la
prueba ilegal o irregular es la “obtenida, propuesta o practicada con infracción
de la normativa procesal que regula el procedimiento probatorio pero sin
afectación nuclear de derechos fundamentales”.
Debido a que de lo que se trata es, por una parte, de fortalecer la prueba
producida en la audiencia respectiva en cuanto manifestación de lo que
entendemos como la realidad; y por la otra, de establecer conexiones entre
la prueba disponible y la conjetura a probar, los conceptos que adquieren
importancia en esta fase son los de credibilidad y de valor, peso o fuerza
probatoria. Con el primero se llama la atención respecto de la calidad de la
información suministrada por los medios de prueba. El foco está puesto
eminentemente en ciertas cualidades de los medios de prueba a los efectos
de reportar verídicamente un hecho y, a la vez, en la plausibilidad del mensaje
comunicado. Un juicio adverso de credibilidad implica que (todo o parte de)
lo comunicado por el medio de prueba no será tenido en consideración para
la demostración o refutación de la conjetura. Con el segundo, en cambio, la
atención se focaliza en la contribución que se reconoce a una pieza de
información o a un conjunto de pruebas para entender (o no) superado el
estándar de prueba. El valor, peso o fuerza probatoria será alto en la medida
que aumente (o disminuya) considerablemente la probabilidad de que
la conjetura respecto de la que se discute haya efectivamente ocurrido, o bien
que el conjunto de la prueba producida se explique mejor aceptando la
conjetura discutida, antes que desechándola. A contrario, el valor, peso o
fuerza probatoria será escaso si el aumento (o disminución) de la probabilidad
de que lo que se sostiene en la conjetura haya ocurrido no se modifica, de
manera considerable, en relación con lo que existía en forma previa a su
producción; o bien si el conjunto de la prueba producida se explica sin
necesidad de aceptar (o refutar) la conjetura discutida.
Bibliografía
Aguilar López, M. (2014). La Prueba En El Proceso Penal Acusatorio. Wolters
Kluwer (Es).