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Se necesitan tres elementos fundamentales para conservar la vida: el agua, el

aire y los alimentos. Podemos vivir durante semanas sin alimentos sólidos; sin líquidos
durante días, pero bastan unos minutos sin oxígeno para hacernos perder la vida.
Tal la importancia básica de la RESPIRACIÓN.

La vida está relacionada a procesos de reducción - oxidación. Cada célula de


nuestro cuerpo depende de la sangre para su provisión de oxígeno. La cantidad de
oxígeno en la sangre que circula por las arterias, determina la vitalidad y la
salud de esas células, ya que esas condiciones dependen del aporte de oxígeno a
través de la sangre. Si la respiración es defectuosa, no se oxigena bien la sangre. El proceso
respiratorio, por otro lado, también estimula los procesos eléctricos de cada una de
las células.

Fases de la respiración:
– La inspiración: Es la fase en la que los pulmones se llenan de aire. La caja
torácica es flexible, y permite con su crecimiento la dilatación pulmonar. Esta fase se hace
visible porque se produce movimiento y un crecimiento en el tronco.
El gesto respiratorio puede expandir al tronco de dos formas. Por un lado a nivel de las
costillas, que es el lugar donde están alojados los pulmones.
Pero también puede percibirse movimiento a nivel del vientre, notando la expansión a nivel
de la cintura, e incluso de la pelvis.
La respiración puede llegar a movilizar a todo el tronco, aunque el aire sólo llena
los pulmones, que están dentro de la caja torácica y ocupan muy poco espacio.
Pero cuando los pulmones crecen al llenarse de aire, presionan no sólo a las costillas y
huesos de la caja torácica, sino también a las vísceras, transmitiendo este crecimiento por
todo el tronco.
En función de la zona de los pulmones a la que dirijamos el aire, crecerá una zona del
tronco. De esta manera podremos controlar la parte de los pulmones que estamos
ventilando.
Y es que con la respiración podemos movilizar el vientre, las clavículas, la espalda y las
costillas por separado, o incluso todas estas partes en una inspiración.
En función de la zona de los pulmones a la que dirijamos el aire, crecerá una zona del
tronco. De esta manera podremos controlar la parte de los pulmones que
estamos ventilando.
Y es que con la respiración podemos movilizar el vientre, las clavículas, la espalda y las
costillas por separado, o incluso todas estas partes en una inspiración.
Existen varios tipos de
respiración, en función de la zona del tronco que se moviliza:
– Clavicular: Afecta a la parte alta del tórax, elevando las clavículas, el esternón, y los
hombros. El volumen de aire inspirado sería un 15% del total.
Requiere mucho esfuerzo y produce poco beneficio.
– Intercostal: Es la respiración de la zona media del pecho y del costado. Su volumen
puede alcanzar un 35%.
– Abdominal: El aire baja a la parte inferior de los pulmones, lo que causa dilatación
abdominal. Es profunda y alcanza el 40% del volumen total. El aire que proviene de
la respiración abdominal es fresco.
– Completa
Se produce por el total llenado de los pulmones, incluyendo la parte baja, media y
alta de los mismos. Se realiza de forma pausada, y sin forzar la capacidad pulmonar.

Fases de la Respiración:
- La inspiración normal es pasiva, es decir, no requiere un trabajo muscular voluntario para
realizarla. El aire penetra en los pulmones porque la musculatura dilata la caja torácica, y
esta hace crecer el espacio que queda dentro de los pulmones.
Se crea un vacío de aire en el interior, y para compensarlo se produce una succión de aire
del exterior al interior para compensarlo.
Si contraemos voluntariamente los músculos inspiratorios podemos conseguir que
la inspiración sea máxima, es decir, inhalar más aire de lo normal.
Este esfuerzo puede generar crispación muscular y desde luego más fatiga. Esta situación
normalmente se da al realizar ejercicios físicos, aunque también si se poseen unos malos
hábitos respiratorios.
– La Espiración es la fase en la que se devuelve el aire de los pulmones al exterior. Se
manifiesta por una fase de cierre de una parte del tronco: costillas, vientre, columna
vertebral.
Al igual que la inspiración es un gesto que se puede trabajar parcialmente, pudiendo
aislarse las zonas movilizadas en función de la musculatura implicada en la espiración.
Puede predominar el movimiento más en las costillas, o el vientre; y por otro lado en la
parte anterior o posterior del tronco.
Además, se puede controlar la amplitud y la velocidad con la que espiramos, así como con
el sonido.
Y es que la posibilidad de expresarnos por medio de sonidos (palabras, canciones, silbidos),
se hace posible por medio de la espiración
La exhalación se asocia al vaciado de ideas y se utiliza como medio de relajación. Las
situaciones de estrés se caracterizan por un bloqueo de la caja respiratoria en una situación
de inspiración, dejando un poco margen al movimiento de aire.
– La Apnea es la fase en la que se interrumpe el flujo de aire y se percibe porque
desaparece el movimiento respiratorio del tronco.
Puede producirse en cualquier momento de la respiración, pero normalmente aparece
cuando se va a pasar de la inspiración a la espiración (o viceversa).
Su regulación es automática para adaptarse a las necesidades respiratorias, en condiciones
normales, pero conscientemente se puede alterar la duración de la pausa, acortándola o
alargándola (técnica muy usada en el yoga, por ejemplo).
Sin respirar (en apnea) nos podemos mantener voluntariamente hasta que la necesidad de
aire activa automáticamente la respiración.
La retención de la respiración se utiliza mucho en las técnicas respiratorias, para otorgar
más control del movimiento, y porque este gesto si es controlado, aporta ciertos beneficios
para la salud.
La parada respiratoria, cuando los pulmones se vacían totalmente de aire facilita el retorno
de la sangre venosa hacia el corazón. No hay que forzar la retención del aliento ni la
duración de la parada. Tan sólo la práctica ayuda a prolongarla.
Por otro lado, la parada respiratoria con los pulmones llenos de aire, ayuda a la ventilación
de todos los alvéolos, ventilando territorios que nunca lo están.
Esta oxigenación más completa estimula la circulación de la sangre, que es inseparable de
la respiración, al quemar con más intensidad los residuos carbónicos y acelerar el aporte de
oxígeno a la sangre.
Aumenta la seguridad en uno mismo y la resistencia a las influencias externas y sirve para
calmar los nervios. Es bueno acompañarla de alguna contracción isométrica para facilitarla.
La apnea se utiliza en ciertas actividades bajo el agua como el deporte de la apnea, el buceo
a pulmón y la pesca submarina. Normalmente respiramos unas 12 veces por minuto, pero
se puede alargar o disminuir esta frecuencia con ayuda de la voluntad.
Las palabras parónimas pueden generar múltiples confusiones
puesto que son aquellas que presentan una relación de semejanza
entre ellas, que puede ser en la forma de pronunciarlas o de
escribirlas.

Espirar
Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) utilizaremos la
palabra 'espirar' cuando hagamos referencia a alguno de los siguientes
significados:
• Tomar aliento.
• Tomar el aire exterior hacia los pulmones.
Ejemplos:
Espira para coger aire.
Relájate, espira y suelta el aire poco a poco.
Ahora debes espirar el aire introducido para realizar la prueba correctamente.

Expirar
La RAE recoge el término 'expirar' bajo los siguientes significados:
• "Acabar la vida".
• Dicho de un período de tiempo que acaba, finaliza.

Así pues, solo utilizaremos 'expirar' cuando queramos hacer referencia a una
persona o animal que ha fallecido o cuando un periodo de tiempo finaliza
Ejemplos:
El plazo para pedir la beca ha expirado.
Llevaba tiempo muy enfermo y ayer por la noche expiró

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