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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la Educación Superior


Universidad Experimental Simón Rodríguez
Núcleo Valencia Edo. Carabobo

Integrantes:

Chirinos Leonardo

C.I: 26.337.677

Palacios Luis

C.I: 20.727.177

Valencia Edo-Carabobo, noviembre 2019.


INTRODUCCIÓN

La Ética y el socialismo del Siglo XXI.


La reflexión sobre el término “ética” ha de ser de dominio público. Nunca antes
este vocablo estuvo tan presente en la legislación como ahora en esta nueva
república venezolana. El legislador patrio, entre los estados del mundo, es
precursor excepcional en definir qué es ética, refiriéndola al ámbito institucional
público.

La ética socialista revolucionaria se expresa en todos nuestros actos, y


debemos asumir fielmente estos principios tanto en el desempeño de cargos,
responsabilidades y tareas, como en nuestra actuación y comportamiento
cotidiano, en nuestra vida privada.

No se trata de una formalidad, una simple obligación o una orden cualquiera;


es la activa y voluntaria realización de los deberes asumidos por los individuos,
derivados de las tareas concretas de la lucha por la sociedad nueva y una
nueva humanidad, enmarcados en el concepto de Socialismo del Siglo XXI.

LA ÉTICA Y EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

El socialismo del siglo XXI es un concepto que aparece en la escena mundial


en 1996, a través de Heinz Dieterich Steffan. El término adquirió difusión
mundial desde que fue mencionado en un discurso por el Presidente de
Venezuela, Hugo Chávez, el 30 de enero de 2005, desde el V Foro Social
Mundial.

El modelo de Estado Socialista del socialismo del siglo XXI es un socialismo


revolucionario que bebe directamente de la filosofía y la economía marxista, y
que se sustenta en cuatro ejes: el desarrollismo democrático regional, la
economía de equivalencias, la democracia participativa y protagónica y las
organizaciones de base. Dieterich, en su obra Socialismo del Siglo XXI se
funda en la visión de Karl Marx sobre la dinámica social y la lucha de clases.
Dieterich profundiza la teoría marxista y la actualiza en el mundo de hoy,
incorporando los avances del conocimiento, las experiencias de los intentos
socialistas, develando sus limitaciones, entregando propuestas concretas tanto
en la economía política como en la participación democrática de la ciudadanía
para construir una sociedad libre de explotación. Resumiendo, el socialismo del
siglo XXI supone que es necesario un reforzamiento radical del poder estatal
democráticamente controlado por la sociedad para avanzar el desarrollo.
Hugo Chávez expresó “Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución
Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un
socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el
amor, en la libertad y en la igualdad” en un discurso a mediados de 2006.
Además, este socialismo no está predefinido, dijo Chávez “debemos
transformar el modo de capital y avanzar hacia un nuevo socialismo que se
debe construir cada día”.

En este momento de la Revolución Bolivariana ha llegado al punto sin retorno,


y ya no solo hay ser, sino de parecer honrados. El debate sobre el socialismo
del siglo XXI no se podrá dar si no reflexionamos acerca de la ética que
queremos como humanos. Por tanto, en la génesis del socialismo, se ha de
considerar a la ética como parte de la filosofía de la cual se toma partido de
acuerdo al concepto de clase social.

En una sociedad donde se percibe un franco deterioro social, familiar,


económico, político, cultural, asistencial, observado en actitudes típicas de una
sociedad en crisis, expresadas en ambientes familiares inestables, pérdidas de
las costumbres ciudadanas, poco amor hacia el trabajo, irrespeto a la dignidad
de las personas, y en general una marcada inclinación hacia actitudes
tendientes a tener más que al ser, se evidencia más que nunca la necesidad de
un arte de vivir en este gran conjunto común que es la humanidad.

En este sentido, el ideal socialista propugna el desafío de edificar una nueva


sociedad, con una mujer nueva, un hombre nuevo que asumen la solidaridad
como un acto reflejo. De esta manera, cuando los preceptos éticos
fundamentales sean cumplidos de forma habitual y por número relevante de
individuos en una determinada sociedad, es de esperar que esa sociedad
empiece a dar señales de funcionalidad.

En dicha sociedad ha de existir igualdad material y cultural entre las personas,


es decir, se concreta el desarrollo integral de todos, la vida digna y la plena
realización humana. Es una sociedad con valores renovados.

La ética socialista promueve un conjunto de principios y valores que orienten y


estimulen en el individuo de alta sensibilidad y conciencia social,
comportamientos que lo ayuden y lo guíen en su vida diaria a su plena
realización personal en función y en armonía con el logro pleno de los ideales
colectivos del socialismo.

La ética constituye el componente esencial de la acción política. Es la meta y la


más sagrada conquista de la Revolución Bolivariana y debe ser el hilo
conductor en el proceso de su implantación, consolidación y desarrollo
mediante la acción política colectiva.
El conjunto de principios y preceptos que conforman la ética socialista han sido
extraídos de los más valiosos ejemplos de la vida de nuestro Libertador, de
nuestra historia y de la experiencia de las luchas por la emancipación de la
humanidad entera y los asumimos con honor y compromiso con la obra
colectiva y los más nobles objetivos del ser humano, como la reafirmación de
su dignidad y libertad, la búsqueda de la verdad, la bondad y la belleza, el
desarrollo pleno de su potencial creador en función de la felicidad, justicia y la
solidaridad entre iguales, esencia de la finalidad socialista hacia el comunismo.

Por su parte, el Estado tiene que ser ético, sus instituciones y seres que lo
conforman, en caso contrario no habría ética, es decir si el estado es ético lo es
también la población, las organizaciones y gremios que actúan en su seno y
disposición en la movilidad de la sociedad en su conjunto, por naturaleza
tenderían a ser éticos, precisamente esto último en una de las principales
utopías a vencer, si convertimos la idea en paradigma, entonces siendo que el
paradigma si es realizable, todo dependería de las políticas y actuaciones de
los dirigentes del Estado conjuntamente con los de la sociedad.

La moral socialista como forma más elevada de la conciencia social está


orientada por tres principios que la sustentan:

1. El principio universal de la transformación permanente en la búsqueda de la


ampliación de la vida y la emancipación humana.

2. El principio de la dignidad humana y la libertad.

3. El principio del amor, la solidaridad fraternal y el internacionalismo.

La ética revolucionaria es una práctica humanista de los sujetos políticos que


están comprometidos en la teoría y la acción con la justicia social, con el
cambio de la sociedad capitalista, con el socialismo.

La ética en la política, es la actitud, la práctica de los voceros (as) o dirigentes


del pueblo de acuerdo a determinados valores morales frente a situaciones
concretas del quehacer público.
CONCLUSION

Las exigencias de la revolución socialista en el siglo XXI requiere una nueva


conciencia social que impulse la materialización de un hombre nuevo, una
persona que con su actitud diaria demuestre, desde las profundidades de su
ser, todo el sacrificio y el esfuerzo constante que implica la construcción del
socialismo.

Solo con la ética socialista, será posible enfrentar esta nueva racionalidad que
debe prevalecer en la instauración del sistema socialista. El conjunto de
principios y preceptos que conforman la ética socialista han sido extraídos de
nuestra historia, de los más valiosos ejemplos de la vida de nuestro Libertador,
en su lucha por la emancipación humana, de la lucha de clases y de las leyes
objetivas del desarrollo continuo de la sociedad.

La ética constituye el componente esencial de la acción política. El Estado tiene


que ser ético, sus instituciones y seres que lo conforman, en caso contrario no
habría ética, es decir si el estado es ético lo es también la población, las
organizaciones y gremios que lo conforman. La ética socialista es posible
trasladarla al pueblo a través de un trabajo en colectivo de los actores políticos.

La ética socialista aplicada por la dirigencia política y ejecutiva de la revolución


debe transformarse en el ejemplo a seguir por el pueblo, solo así será posible
adaptar un nuevo sistema económico-social, que si bien en principio no bastará
para alcanzar un desarrollo económico auto-sustentable en el largo plazo,
permitirá cimentar las bases del nuevo sistema socialista.

Para el logro de este desarrollo, uno de los puntos relevantes es la promoción


de la integración regional. La construcción del socialismo en un solo país se ha
demostrado sumamente dificultosa. Hoy día, ante el surgimiento de grandes
bloques de poder, pensar en desarrollos nacionales autónomos parece casi
imposible, de donde surge la casi obligada necesidad de impulsar procesos
regionales como opción con posibilidades reales de concreción. El nuevo
socialismo, el socialismo del siglo XXI, sin renunciar a sus postulados
históricos, debe buscar nuevos perfiles. Y ahí entra en escena esta nueva idea
de la integración.
Reflexión

No cabe duda de que nuestra América ha sido el escenario de múltiples y


complejos procesos sociales que, históricamente, la han sumido en la
explotación, el abandono y la dependencia. El subdesarrollo que la ha
caracterizado no es fruto del azar; por el contrario, es el resultado de un
sistema conscientemente ideado y ejecutado por élites y centros de poder que
han buscado siempre defender e imponer sus propios intereses políticos,
económicos, sociales y culturales a expensas del bienestar de la inmensa
mayoría. La burguesía que la ha dominado ha hecho prevalecer sus
mecanismos de alienación y de control por décadas, pero en los últimos años
se han presentado acontecimientos y circunstancias que muestran claramente
que el capitalismo, y más concretamente el neoliberalismo, es un sistema
insostenible y en decadencia que debe darle paso a una nueva realidad: el
socialismo del siglo XXI.

Este trabajo demuestra que el “nuevo socialismo” para el siglo XXI es la vía a
través de la cual América Latina puede cambiar la historia y construir un mejor
futuro. Sin embargo debe enfrentar numerosos y complejos desafíos. El
primero de ellos está asociado a la necesaria “transformación” del Estado. Pero
existen otros igualmente importantes tales como: la construcción de partidos,
movimientos y organizaciones genuinamente democráticos; la nueva
integración de la región; la conquista de espacios que tradicionalmente han
estado bajo el dominio del capital; la aplicación de estrategias que posibiliten el
cambio de las relaciones de producción; el cambio de las reglas del juego
institucional; la creación de nuevas instituciones, etcétera.
Referencia
http://www.wikipedia.org/

https://www.monografias.com/trabajos43/el-socialismo/el-socialismo2.shtml#social

https://es.scribd.com/doc/140537050/La-Etica-y-el-Socialismo-del-Siglo-XXI

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