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En los últimos años, se han dado cambios legislativos, políticos y sociales, que

revelan el actual interés por la violencia contra las mujeres, este fenómeno es algo que cada
día crese más y sin lograr el saber hasta la fecha, el verdadero porqué, mucho menos se
espera una verdad de las autoridades o por lo menos una respuesta clara, ¿Pero realmente
qué está pasando? ¿Acaso se perdieron los valores hacia las demás personas?, ¿Nos habrá
dejado de importar la seguridad de nosotras y de las demás mujeres? ¿Por qué suceden los
feminicidios? ¿Qué hace que una mujer, frente a otra, tenga mayor riesgo de ser asesinada
por su pareja?

Las pruebas y las respuestas a este hecho recibidas por la autoridad son muy pocas,
tal pareciera que la impunidad y la corrupción son el ingrediente perfecto para no permitir
el esclarecimiento de los miles de feminicidios que han ocurrido, realmente tendrá que
llegar el momento en que la misma sociedad busque justicia por propia mano, que los
familiares maten al culpable y continuar con una cadena de injustica (Monárrez, 2002).

A decir verdad esta violencia extrema contra las mujeres tiene un origen en el
machismo arraigado en la forma de vida de las personas, muchas mujeres creen que los
golpes que reciben son muestras de amor, que es la forma correcta de corregir las cosas que
ellas hacen mal, pero estas no deben de ser las respuesta al problema que se vive día a día,
aunque el verdadero problema está en el momento en que deciden arrebatarle la vida a un
mujer.

De forma general y abierta se considera que el feminicidio lleva implícito el


hecho mediante el cual un hombre quita la vida a una mujer. Pero la verdad es que
la violencia de género sigue en aumento generando una preocupación general
(Olamendi, 2016).

Por otro lado el estado mexicano con el hecho de tipificar el delito de feminicidio,
creyó en construir una alternativa de solución al problema, protegiendo los derechos
humanos de las mujeres, pero la falta de continuidad de las investigaciones, así como la
falta de coordinación en los diversos niveles de justica no permiten obtener buenos
resultados (Domínguez, 2011).
Diana Maffia (2001) dice que “Afirmar que las mujeres tienen derechos es no sólo
esperar que tales derechos estén sancionados bajo la forma de normas (…), sino que
su respeto forme parte de las relaciones sociales y que tales derechos puedan ser
peticionados, reclamados y garantizados, cosa que sólo ocurre dentro de una
comunidad política” (p. 35).

Por ello en nuestro estudio, como interés principal es buscar la reconstrucción del
proceso tanto legislativo como social que se llevó a cabo para lograr tipificar el delito de
feminicidio, así como analizar los resultados que se han obtenido después de dar ese gran
paso, y cuestionar si realmente con el solo hecho de implementar la ley es suficiente para
erradicar el problema social que se vive día a día.

Respecto al caso del feminicidio nos será importante saber cuáles son los factores
que han elevado la probabilidad de que las mujeres sean víctimas de violencia,
considerando que existen diversas teorías del porque se llega a este fin, pensando que son
ellas las que causan este comportamiento, por el hecho de vestirse como ellas se sientan
cómodas, por querer superarse, por considerar que tienen las misma oportunidades que los
hombres, cuando la misma sociedad se ha encargado de no permitirles este crecimiento.

Una de las causas principales que se considera es que la víctima sufrió violencia
sexual y violencia psicológica. Russell (2001) dice que no solo en su núcleo familiar, sino
también laboral; aunque debemos de considerar un punto clave en donde los factores que
conllevan una violencia con riesgo a un feminicidio no solo debe de limitar a la pareja de la
víctima, son también a familiares, amigos y compañeros de trabajo, pero lo más
lamentables y real es que a veces ellas piensan que están en riesgo y pocas son las que
buscan ayuda y algunas más, no hacen nada por protegerse, debido a que en su infancia
fueron testigos de violencia en su familia considerando que esa conducta es correcta,
aunque no lo sea.
Uno de los tipos de feminicidio que se analiza es el feminicidio íntimo,
en el que se establece, que el “feminicidio intimo se presenta cuando el asesinato
es cometido por un hombre contra una mujer con la que tuvo una relación íntima,
familiar, de convivencia o afines a estas” (Carcedo, 2001, p. 18.).

En la actualidad la delimitación geográfica y socioeconómica es la que establece el


escenario perfecto para el incremento de este problema, la cual genera la necesidad de
plantear y desarrollar medidas preventivas necesarias para determinar la incidencia de
violencia extrema que se vive en contra de las mujeres, no solo de una determinada edad,
sino de niñas, adolescentes, y mujeres mayores.

En los siguientes apartados nos ocuparemos de señalar los antecedentes, la causa y


los factores más adecuados para establecer la existencia de un futuro feminicidio, para
luego adentrarnos a su conceptualización, para demostrar si realmente la tipificación va
ayudar en la disminución del delito o solo es para atender fines políticos y aparentar la no
existencia del abuso paternalista, y así ir en busca de la solución a las diversas
problemáticas que enfrentan los Estados en la implementación de políticas públicas para
erradicar la violencia hacia la mujer.

Es muy claro que la impunidad, el desinterés, y la corrupción son algunos factores


que no permiten dar un buen esclarecimiento de los hechos, lo cual se ha generado en un
ámbito cultural, social e histórico (Ferrer, 2011).

Por lo cual la finalidad de este trabajo de investigación es saber cómo es que se


logró la tipificación del feminicidio en México, así como los proyectos e iniciativas que se
presentaron para obtenerla y hacerle un llamado al gobierno para que muestre más interés
en prevenir, erradicar y sanciona todos los feminicidios sin buscar un interés económico,
protegiendo a los agresores.

A decir verdad el sancionar y tipificar el delito no lo es todo, no solo se trata de


implementarlo, sino también de buscar la manera o forma de que se obtengan buenos
resultados, ya que con ello no se garantiza el respeto de los derechos humanos de las
mujeres, entre ellos el más importante que es el derecho a la vida (Robles, 2005).
Cuando nos referimos al tema del feminicidio lo primero que nos imaginaos es en el
sexo de la víctima, lo cual es de gran importancia, pero lo más preocupante es que las
autoridades correspondientes no le dan un buen proceso de investigación, algunos cayendo
en el hecho de considerarlos como homicidios o suicidios, argumentando que ellas son las
causantes de ese hecho por realizar conductas indecentes o por llevar una vida poco
apropiada; limitando así sus familias a obtener justicia (Casares, 2006).

A pesar de todo lo sucedido con el paso de los años, es conocido que en


los pueblos o regiones marginadas las mujeres sufren de maltrato familiar, son
torturadas, violadas, y esta violencia lo reciben de sus esposos, padres o de algún
cercano del sexo masculino pertenecientes al círculo social de la propia familia
(Rodríguez, 2014).

Y en diversas ocasiones al escuchar sobre algún tema de feminicidio, lo


primero que se viene a la mente es la forma en como se realiza el daño físico o
psicológico de una mujer, pero eso no lo es todo, también es claro que por el
simple hecho de ser mujer se sufre violencia diariamente, escuchando el que
digan, es mujer no podrá hacerlo, ese no es un lugar para un mujer, esto es porque
se creen superiores los hombres a las mujeres. (Burgos, 2017)

La base de los crímenes contra las mujeres radica en las diferentes


condiciones de vida, en las que el género opresivo es un determinante sobre las
mujeres, como en la forma de actuar de los hombres. De ello dan cuenta los medios
de comunicación que son los denunciantes con indignación por organizaciones
civiles y con impotencia por familiares. (Galeano, 2008)
Por mucho tiempo y de acuerdo a algunos medios dedicados al
seguimiento de hechos delictivos no se escuchaba sobre el tema del feminicidio,
estas acciones dieron origen cuando se radica la violencia en diferentes zonas del
país y que algo que es sorprendente es el actuar en contra de las mujeres, estas
acciones son claramente identificadas por suceder cerca de los lugares en los que
estas trabajan, aun principio se adjudicó que eran ocasionados por sus propias
parejas, con amigos y que hasta se escuchan versiones que estas acciones en contra
de mujeres trabajadoras se daban como secuestradas; pero la realidad ha sido otra,
este fenómeno es algo que cada día crese más y sin lograr el saber hasta la fecha,
el verdadero porqué, mucho menos se espera una verdad de las autoridades o por
lo menos una respuesta clara, ¿Pero realmente qué está pasando? ¿Acaso se
perdieron los valores hacia las demás personas?, ¿Nos habrá dejado de importar la
seguridad de nosotras y de las demás mujeres?, estas y muchas más preguntas se
puede hacer del tema ¿Realmente que está sucediendo?

Es muy común escuchar sobre mujeres muertas, que se presentan en


diferentes partes del país, y lo raro es que no solo se trata de mujeres, sino de niñas
de todas las edades, a veces se piensa que fue por un descuido de la seguridad
nacional, también podría ser por falta de interés de la familia por darle buenos
ejemplos sobre valores y acompañada de una buena educación, aunque la realidad
podría ser otra. (Ramos, 2015)

Cabe mencionar que en todas esas tragedias la autoridad a veces no


escucha y no hace su procedimiento de investigación, se les hace más fácil el
darles carpetazo, el decir, ya no podemos hacer nada, ya no está en nuestras
manos, ¿Pero qué sucede con nuestras autoridades?, acaso ellos ya no serán
quienes nos brinden la seguridad y protección que necesitamos, ¿En algún
momento se saldrá de control y cada quien buscara justicia por su propia mano?, a
decir verdad pudiera ser una salida fácil pero no debería de ser así ante una
realidad de verdaderos hechos en contra de mujeres de todas las edades.

Por qué nos cuesta tanto entender este fenómeno, en qué momento se
pudiera considerarse como cotidiano, ¡Jamás se podrá saber la verdad si la
autoridad no se dedica averiguar con responsabilidad, siendo esta acción que le
corresponde!, pero hoy en día ¿Cómo se puede definir o conceptualizar al
feminicidio?. (García, 2015)

A pesar de todo lo sucedido con el paso de los años, es conocido que en


los pueblos o regiones marginadas las mujeres sufren de maltrato familiar, se ha
sabido que han sido hasta torturadas, violadas, y esta violencia lo reciben de sus
esposos, padres o de algún familiar sumamente cercano del sexo masculino
pertenecientes al círculo social de la propia familia. (Rodríguez, 2014)

Marcela Lagarde, menciona que en Latinoamérica en la era de la


globalización las mujeres han sido integradas o excluidas al propio desarrollo
social, pero que a pesar de la propia historia nos marca una etapa de sufrimiento
por parte de otras sociedades que se adjudican como conquistadores y que de
alguna manera se les reconoce como colonizadores, imponiendo un estado
originado de un proceso violento hasta llegar a un genocidio. Para formar nuevas
sociedades e imponer una política para que a través de estas acciones puedan
cohabitar con ecos democráticos, distorsionados y utopías libertarias y humanistas.

Donde los estados fueron débiles y prevalecieron mecanismos


subsidiarios, las estructuras sociales se solidificaron en estamentos cerrados y
comunidades marginales, las mujeres quedaron más rezagadas y desprotegidas de
acuerdo a un nuevo orden legal. (Lagarde, 2005, p 2)

En otros fundamentos, se ha considerado que el origen de toda la


violencia que existe tiene orígenes desde la idea de haber sido conquistada, la cual
fue este proceso que se toma como base para la existencia de la violencia,
apartándonos de la sensibilidad en el trato hacia los demás, es por ello que se nos
obliga a pensar en las diversas formas de violencia que pueden o no originar al
asesinato de mujeres.

De forma general y abierta se considera que el feminicidio lleva implícito


el hecho mediante el cual un hombre quita la vida a una mujer. Pero la verdad es
que la violencia de género sigue en aumento generando una preocupación general.
(Olamendi, 2016)

La Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la


Violencia contra la Mujer (DNU), del 20 de diciembre de 1993, definió la
violencia de género como:

Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino


que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico,
sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la
coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la
vida pública como en la vida privada. (Resolución de la Asamblea General
48/104)

Una causa de la violencia de género se da en distintos factores como el


social, el político y el económico, esto con la falta de distribución de trabajo, así
como la sobre carga de actividades de carácter doméstico para algunas; pero lo
más importante es la capacidad para decidir sobre su vida sexual y reproductiva,
este derecho ha generado en consecuencia el hecho de ver todo con naturalidad, y
considerarse “normal” esa conducta.

Un ejemplo claro es, que la mujer no debe de salir o estar en la calle a


ciertas horas de la noche, no debe de vestirse de manera provocativa hacia los
hombres; no debe de andar sola, y al no comportarse de cierta manera de acuerdo a
los principios que rige la sociedad son las mujeres quienes causan la motivación a
la violencia del género femenino, la violación o el feminicidio, es decir, por el
simple hecho de querer transitar libremente a cierta hora , o vestirse como una se
sienta cómoda o a gusto, esto significa que la propia mujer ha sido quien incito al
agresor a realizar esta conducta de apropiación de un derecho individual
consagrada en los derechos humanos, sin que el agresor acepte que él o ellos
decidieron realizar tal acción.

En diversas ocasiones al escuchar sobre algún tema de feminicidio, lo


primero que se viene a la mente es la forma en como se realiza el daño físico o
psicológico de una mujer, pero eso no lo es todo, también es claro que por el
simple hecho de ser mujer se sufre violencia diariamente, escuchando el que digan
– es mujer no podrá hacerlo actividades específicas de un hombre, ese no es un
lugar para un mujer- esto es porque se creen superiores los hombres a las mujeres.
(Burgos, 2017)

Es importante destacar que la violencia no solo está arraigada en las


mentes de las personas y de las instituciones, en el estado o fuera de él. Siendo el
Derecho uno de los instrumentos más relevantes para la erradicación de este
fenómeno; lo cual ha creado una práctica social desfavorable en la búsqueda de
una solución al respecto.

En ocasiones, el propio Derecho puede manifestarse como una idea de la


violencia que se sufre por las instituciones contra las mujeres, generando una
relación estrecha en búsqueda de la protección de los Derechos Humanos.

La decisión de realizar esta investigación sobre el tema del feminicidio, se


relaciona con todas las muestras de violencia y discriminación en las áreas,
laborales, sociales, culturales, políticas y económicas, buscando plantear las
situaciones que se presentan tanto por la sociedad, como en lo establecido por las
legislaciones.

Ocasionando un aumento de violencia en diversos aspectos, generando así


el feminicidio, o asesinato de las mujeres, sin importar la edad, la posición
económica, etc. (Villalpando, 2018)

Por ello el objetivo de esta investigación, es la reflexión, y la descripción


desde el feminicidio con apego a lo jurídico y el feminicidio desde el punto de
vista de la sociedad; por ello este es el punto de partida desde el que se defiende la
necesidad de formular y construir un derecho de las mujeres a una vida libre de
violencia, fundamentando esto en una perspectiva relacionada de los derechos,
vinculada a una resignación del concepto de autonomía, es decir, que se tome en
cuenta los vínculos, las relaciones sociales y el contexto, primordialmente las
situaciones de opresión y empoderamiento en contra de la mujeres. (Chávez, 2011)

Partiendo de las consideraciones anteriores, se partirá del concepto de


feminicidio o femicidio, considerando también la violencia de género, para así
realizar un análisis comparativo entre las diversas legislaciones en las cuales se ha
tipificado el delito; posteriormente se realizara un desglose de los diversos tipos de
feminicidios, los cuales se dan por la conexión que se tiene con la víctima, o el
feminicidio íntimo, así como el no íntimo. (Vázquez, 2015)

Uno de los tipos de feminicidio que se analiza es el feminicidio íntimo,


en términos de la autora citada que establece que el “feminicidio intimo se
presenta cuando el asesinato es cometido por un hombre contra una mujer con la
que tuvo una relación íntima, familiar, de convivencia o afines a estas”. (Carcedo,
2001, p. 18)

Pero de igual forma el estudio jurídico, también ha desarrollado un


capítulo sobre del feminista sobre la problemática social que determinará el
tratamiento jurídico del feminicidio.

El principal objetivo de esta tesis es el análisis sobre la tipificación del


delito en respuesta a la problemática de la violencia de género. Por lo tanto, se
utilizará algunos casos que se han dado en México, así como algunos de carácter
internacional que han sido de gran relevancia, para que así se pueda comparar a
través del estudio de, él cómo se ha tratado el tema de la violencia.

En este sentido los hombres son educados para reaccionar con violencia
ante lo que les disgusta, por impotencia y competencia, pero también, como
muestra de soberbia y poder. (Piñeiro, 2000)
Las mujeres son educadas a soportar la violencia como un destino y a no
responder con violencia, ni siquiera a defenderse.

El machismo y la complejidad conforman núcleos fundamentales de las


identidades masculinas y son, asimismo, dimensiones vigentes de formas de
identidad nacional.

Los avances de las mujeres, aún son insuficientes y desiguales, se ha dado


en este accionar la desigualdad tanto física como psicológica que ha hecho
merecedor de un rechazo social seguido de un sinfín de obstáculos superando
estos a través de enormes esfuerzos sociales de las mismas mujeres.

Aunque a pesar de que en la Constitución tutela los derechos a la


igualdad en su Artículo 4ª y a la no discriminación en su Artículo 1º, prevalecen
en nuestro país la hostilidad y el desprecio misógino hacia las mujeres, la
vanagloria machista de los hombres y una enorme tolerancia hacia el dominio y la
violencia de los hombres lo que produce una gran impunidad.

Diversas ideologías justifican la violencia en los hombres como un


componente de su identidad, así como la obligación de las mujeres de soportar el
trato incorrecto, por parte del género masculino que en verdad a través de esta
ideología es el que produce la violencia, pero que aún falta mucho para aceptar la
igualdad, el trato equitativo, la justicia y los derechos, así como una verdadera
libertad, considerado como un rasgo moral de identidad femenina. (Chacón, 2002)

En la sociedad y en el Estado hay un reconocimiento desigual de los


derechos humanos sobre las mujeres, incluyendo los derechos sexuales, sociales y
económicos, civiles y políticos, los cuales son universales y qué a pesar de esto
son permanentemente violentados por parte de la sociedad misma y así como por
aquellos que ejecutan las leyes para normatizar una correcta socialización entre
ambos géneros.

En varias entidades federativas, la violencia contra las mujeres no está


considerado como un delito grave, y, en términos generales, sólo está tipificada la
violencia familiar o intrafamiliar. No se reconoce jurídica ni judicialmente la
violencia específica contra las mujeres, como violencia de género.

En el marco de la cotidianidad de las mujeres en México. Cuando se


concentran estas acciones o tienen un aumento las formas de opresión y violencia
sobre las mujeres estas quedan en un estado de vulnerabilidad, y, son ubicadas en
el extremo de riesgo de ser asesinadas.

La base de los crímenes contra las mujeres radica en las diferentes


condiciones de vida, en las que el género opresivo es un determinante sobre las
mujeres, como en la forma de actuar de los hombres. De ello dan cuenta los
medios de comunicación que son los denunciantes con indignación por
organizaciones civiles y con impotencia por familiares. (Galeano, 2008)

El feminicidio es el último y mayor grado de violencia en contra de las mujeres; en


2012 se aprueba la sanción del delito, con 74 votos a favor y uno en contra con la pena de
40 a 60 años de presión, “una ley por sí solo no es suficiente” (Roure, 2012) México se
encuentra entre los 5 países con las cifras más altas de feminicidios. Cada día son
asesinadas 9 mujeres y 6 de cada 10 sufrieron algún tipo de violencia y solo 2 de cada 100
casos los agresores son enjuiciados. (Convención sobre la Eliminación de toda forma de
Discriminación contra la Mujer CEDAW, s.f)

Los golpes y maltratos no son amor. ¿Después de 40 años el feminicidio sigue


teniendo el mismo impacto en la sociedad, así como, en la norma jurídica?

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