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MENSAJE A LAS SIETE IGLESIAS

Las siete cartas a las siete iglesias nos dan un modelo contra el cual podemos medir nuestra
propia asamblea a nivel colectivo, o a nivel individual, nuestra propia fe o profesión de la
emunaj; a fin de ver sus (y nuestras) propias debilidades y fortalezas de manera anticipada, a
nivel individual y colectivo. De esta forma, podemos realizar las respectivas
correcciones. Efectivamente, mis amados hermanos y hermanas, las Cartas nos dan también un
remedio muy efectivo para nuestras deficiencias.

MENSAJE A EFESO

Éfeso. por haber sido sana en doctrina, perseveró bajo la adversidad. Ni el mundo ni la
persecución eran el problema de los efesios originales, ni de los modernos efesios. Sin embargo,
habían perdido su primer amor por Jesus y entre sí, y por lo tanto se habían convertido casi en
sub-creyentes o sub-talmidim. (discipulo)

¿Quiénes son los efesios espirituales hoy? ¿A quién dirige Jesus esta carta---si la misma es "para
el tiempo del fin"?

Amados hermanos, los que hayan perdido su amor por Jesus hoy en día, esos son los modernos
efesios de los que Juan y Jesus hablan en esta carta! ¿Qué deben hacer? Lo mismo que deben
hacer los hermanos de las otras seis kejilhot: prepararse! Deben obedecer a
Jesus, deben RETORNAR, es decir, arrepentirse a tiempo de todo lo que se les haya indicado,
para prepararse desde ahora para poder vencer mas adelante!

MENSAJE A ESMIRNA

A Esmirna se le advierte que se aproxima un período de prueba satánica y que para ser salvos
deben de ser fieles hasta la muerte, y en 12:17 encontramos a Satanás haciendo guerra contra los
santos/kodeshim. En el cap. 13 encontramos que la Bestia del mar hace guerra contra los santos
y los vence. Encontramos que aquellos que no quisieron adorar a la bestia y a su imagen y no
tomar su marca, son puestos a muerte, y sin embargo en 15:2 están aquellos que han sido
victoriosos sobre la bestia, pues no tomaron su marca.
El mensaje a la iglesia de Esmirna se aplica proféticamente a la iglesia de la era posapostólica,
cuando el Imperio Romano persiguió a los cristianos.
Los “diez días” de Apocalipsis 2:10 señalaban los diez años de persecución dioclesiana de 303 a
313 d.C., cuando Constantino el Grande emitió el Edicto de Milán, que otorgaba libertad religiosa
a los cristianos.
Pérgamo era el centro de varios cultos paganos, incluido el culto a Asclepio, el dios griego de la
curación, llamado “el Salvador” y representado por una serpiente. De todas partes acudían al
santuario de Asclepio para sanarse. Pérgamo desempeñaba un papel primordial en la promoción
del culto obligatorio al emperador, como en Esmirna. Por eso el texto dice que los cristianos de
Pérgamo vivían donde “mora Satanás” y estaba su trono.
A la asamblea de Pérgamo se le advierte sobre la enseñanza de Balaam referente a la idolatría y
la inmoralidad, y a Tiatira se le advierte sobre la antigua hechicera Yezabel que arrastra a la
kejilah hacia la idolatría y la inmoralidad.

¿Cómo se presenta Jesús a esta iglesia? ¿Cuál fue el diagnóstico que hizo de su condición
espiritual?

MENSAJE A PERGAMO

Los cristianos de Pérgamo enfrentaban tentaciones externas e internas en la iglesia. Si bien la


mayoría permaneció fiel, algunos, los “nicolaítas”, defendían la transigencia con el paganismo
para evitar la persecución. Al igual que Balaam (Núm. 31:16 ), consideraron que era más
conveniente, e incluso ventajoso, transigir con su fe. Aunque el Concilio de Jerusalén había
prohibido “lo sacrificado a los ídolos” y “la inmoralidad sexual” (Hech. 15:29, NVI), la doctrina de
Balaam les inculcó a los miembros de iglesia rechazar esta decisión. La única solución que Jesús
puede ofrecerle a Pérgamo es: “Arrepiéntete” (Apoc. 2:16).
La iglesia de Pérgamo es un retrato profético de la iglesia cristiana de 313 a 538 d.C.
aproximadamente. Si bien permanecieron fieles, la decadencia espiritual y la apostasía crecieron
rápidamente.

EL MENSAJE DE CRISTO PARA TIATIRA

En comparación con otras ciudades, no tenemos conocimiento de que Tiatira haya tenido alguna
importancia política o cultural en la historia antigua. Para tener un negocio o un trabajo, la gente
del Imperio Romano tenía que pertenecer a gremios comerciales. Tiatira se destacaba
especialmente por exigir este requisito. Los miembros tenían que asistir a los festivales del
gremio y participar de los rituales del templo, que a menudo incluían actividades inmorales.
Quienes no se atenían a estas prácticas sufrían exclusión de los gremios y sanciones económicas.
Para los cristianos de esa época, eso significaba elegir entre un conformismo absoluto o la
exclusión total por causa del evangelio.

. ¿Cómo se presenta Jesús a esta gente? (Ver, además, Dan. 10:6 ¿Cuáles fueron las cualidades
por las que Jesús elogió a la iglesia y qué cuestión le preocupaba?

Al igual que la iglesia de Pérgamo, la iglesia de Tiatira se vio presionada a transigir con el entorno
pagano. El nombre “Jezabel” se refiere a la esposa del rey Acab, que condujo a Israel a la
apostasía (1 Rey. 16:31-33 . Jesús la describe como espiritualmente inmoral. Los que empeñaban
la verdad y adoptaban ideas y prácticas paganas “impuras” cometían adulterio espiritual con ella.
La iglesia de Tiatira simboliza la condición del cristianismo de 538 a 1565 d.C. El peligro no
provenía de afuera de la iglesia sino de adentro. La tradición reemplazó a la Biblia; un sacerdocio
humano y las reliquias sagradas reemplazaron al sacerdocio de Cristo; y las obras se consideraban
medios de salvación. Los que no aceptaban las influencias corruptoras sufrían persecución e
incluso la muerte. Durante siglos, la iglesia verdadera halló refugio en lugares agrestes (ver Apoc.
12:6, 13, 14 ( CB ) ). Pero Jesús también elogia a la iglesia de Tiatira por su fe y su amor, por sus
obras y su servicio, que apuntan a la Reforma y al inicio de un retorno a la Biblia.

MENSAJE PARA SARDIS

Sardis tenía una historia gloriosa. Pero en el período romano la ciudad había perdido prestigio. Si
bien la ciudad todavía disfrutaba de riquezas, su gloria estaba arraigada en su historia pasada
más que en la realidad presente. La antigua ciudad había estado construida en la cima de una
colina empinada y era inaccesible. Como los ciudadanos se sentían tan seguros, no ponían
atención a la custodia de los muros de la ciudad.

Apocalipsis 3:1 al 6 ; Mate24:42 al 44 ; y 1 Tesalonicenses 5:1 al 8¿Qué tres cosas exhorta a hacer
Jesús a los cristianos de Sardis para sanar su condición espiritual?La advertencia de Jesús de
“velar” ¿cómo se conecta con la historia de la ciudad?

Si bien Jesús reconoce que algunos cristianos de Sardis son fieles, en su mayoría están
espiritualmente muertos. No se acusa a la iglesia de ningún pecado abierto ni de apostasía (como
las de Pérgamo y Tiatira), sino de letargo espiritual.
El mensaje a la iglesia de Sardis se aplica proféticamente a la situación espiritual de los
protestantes en el período posterior a la Reforma, aproximadamente entre 1565 y 1740, a
medida que la iglesia caía en un formalismo inerte y en un estado de complacencia espiritual.
Bajo el impacto de la creciente ola de racionalismo y secularismo, el énfasis en la gracia salvadora
del evangelio y el compromiso con Cristo disminuyó, dando lugar a argumentos filosóficos áridos
y dogmáticos. La iglesia de este período, aunque parecía estar viva, estaba espiritualmente
muerta. La carta también se aplica a todas las generaciones de cristianos. Hay cristianos que
siempre hablan en términos gloriosos de su antigua fidelidad hacia Cristo. Lamentablemente,
estos no tienen mucho para compartir sobre su experiencia actual con Cristo. Su religión es
nominal, carecen de la verdadera religión del corazón y de un auténtico compromiso con el
evangelio.

Teniendo siempre presente la gran verdad de la salvación solo por la fe en Cristo, ¿en qué sentido
podríamos decir que nuestras obras no han sido halladas “perfectas” delante Dios? ¿Qué significa
eso, y cómo podemos “perfeccionar” nuestras obras delante de él? Ver Mateo 5:44 al 48

FILADELFIA
Filadelfia (Apocalipsis 3:7-13)

Filadelfia quiere decir “Amor Fraternal” y representa la iglesia en el período de 1798 al 1844. ¿Por
qué escoger el año 1798 para el fin del período de Sardis y el comienzo de Filadelfia? En este año
terminó el tiempo de la supremacía papal con el apresamiento del obispo de Roma por el general
Berthier. Esta fecha tiene, como ya vimos, gran importancia para el estudio de las profecías de
tiempo y se darán detalles adicionales en varios de los comentarios de otros capítulos de este libro.

Cuando esta fecha se cumplió, el mundo fue testigo de un gran despertar religioso. Sin conocerse
uno al otro, predicadores en vario países hablaban de un mismo mensaje: el pronto regreso de
Cristo. Uno de estos prominentes predicadores fue el doctor José Wolff, quien predicó
exitosamente en su natal Inglaterra, en Abisinia y en otros países. Enrique Gausen predicó en Italia;
Hetzepeter en Holanda, y José María Rozas, Francisco Ramos Mejía y Manuel Lacunza en varios
países latinoamericanos.

Los Estados Unidos de Norteamérica tuvieron un digno representante del despertar en Guillermo
Miller. Para el 1831, luego de varios años de investigación, Miller dictó su primera conferencia
pública. Sus estudios lo llevaron a la conclusión de que el regreso de Cristo estaba próximo. Basado
en Daniel 8:13,14, él concluyó que ese acontecimiento se verificaría entre el 21 de marzo del l843
y el 21 de marzo del 1844. En diez años, Miller predicó unos 3,000 sermones que conmovieron a
toda la nación. Muchos pastores con sus congregaciones se unieron al reformador. Más de 100,000
norteamericanos y otros miles en otros países abrazaron la fe milerista.

Hubo gran expectación cuando se acercaba la fecha de marzo del 1843. Otras fechas fueron puestas
y finalmente Samuel S. Snow convenció a Miller y el resto de los creyentes que debía ser el 22 de
octubre del 1844, ya que en ese día los judíos celebraban el día de la expiación. La medianoche del
22 de octubre pasó y la esperanza de los Mileristas se desvaneció. Históricamente el
acontecimiento se llamó “el gran chasco”.

Los mileristas habían vendido sus propiedades, abandonado sus trabajos y despedido de sus
familiares y amigos. Algunos se habían ido a los campos a esperar la venida del Señor. Ahora tenían
que enfrentar a un mundo escéptico, que se había burlado de sus creencias adventistas. El mismo
Miller se excusó ante el pueblo y murió un poco más tarde sin entender su gran contribución al
estudio de las profecías. Seguidores del reformador no permitieron que la luz del “mensaje del
tercer ángel” llegara hasta él.

Un pequeño grupo de aquellos chasqueados se reunieron en varias ocasiones para estudiar de


nuevo sus conclusiones y descubrir el error. Por más que escudriñaron, no encontraron error en los
cálculos matemático-proféticos. Fue el milerista Hiram Edson que dio la clave para resolver el
misterio. De camino a una reunión de estudio de la Biblia con algunos creyentes, Edson tuvo una
visión donde contempló a Jesús vestido como el sumo sacerdote ante el arca del pacto. Al reunirse
con sus compañeros relató su visión, y al estudiar los libros de Levítico y Hebreos, comparados con
las profecías de Daniel 7,8 y 9, la razón del chasco fue aclarada. El 1844 no marcaba la segunda
venida de Cristo a la tierra, sino su aparición ante “el Anciano de grande edad,” (Daniel 7:13) para
el inicio del juicio pre-advenimiento. Si Cristo viene con el galardón para todos (Apocalipsis 22:12),
entonces el juicio debe realizarse antes. Cada nombre escrito en el libro de la vida debe ser
cotejado y ver si es digno de quedar en el libro, o, si no es un vencedor, ser borrado (Apocalipsis
3:5).

La “puerta abierta” ante la iglesia de Filadelfia es la puerta al lugar santísimo del santuario celestial,
donde nuestro Sumo Pontífice está realizando la última fase de su ministerio, que es el juicio pre-
advenimiento o juicio investigador. Una vez nuestro Salvador termine, Él vendrá por los suyos.

He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que
mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y sepan que yo te He amado (3:9).

De nuevo la palabra “Judíos” está en sentido figurado y simboliza a los verdaderos cristianos.
Algunos de los que se unieron a los mileristas lo hicieron por temor, sin sentir un verdadero interés
por el mensaje de urgencia presentado por los líderes del movimiento. Estos son los falsos “Judíos”.
Luego del chasco, varias iglesias fueron organizadas, algunas ostentando el nombre de adventistas,
por seguir creyendo en el inminente regreso de Cristo. Otros siguieron poniendo fechas para la
venida del Señor, cayendo en errores tras errores. Lo importante es la contribución inmensa de
Miller al movimiento evangélico en los Estados Unidos de Norteamérica.

La profecía decía que los contradictores habrían de postrarse a los pies de aquellos que con tanto
fervor anunciaron el evento tan destacado en la Biblia. Postrarse a los pies de estos es reconocer
que su mensaje era verdadero. El hecho que tantas iglesias hoy enseñen la segunda venida de
Cristo es evidencia del cumplimiento de esta profecía del Maestro. La frase milerista: “Cristo viene
pronto”, es hoy lema de muchos evangelistas y predicadores por todo el mundo. Cristo no vino el
22 de octubre del 1844, pero su promesa es hoy más inminente. Cada minuto que pasa nos acerca
más a ese gran momento. El consejo de Dios es para nosotros: “Prepárate para venir al encuentro
de tu Dios” (Amós 4:12).

Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba
que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra (3:10).

Es tan hermoso oír de labios del Redentor palabras tan significativas: “Has guardado la palabra de
mi paciencia”. En el verso 8 había dicho que el movimiento tenía “poca fuerza”, pero ahora alaba
su fidelidad.
“La hora de la prueba” o “tiempo de angustia” que vendrá sobre la tierra será terrible. “Gritará allí
el valiente”, escribió el profeta (Sofonías 1:14). La promesa a los vencedores es alentadora: Cristo
los protegerá en la tribulación. El Salmo 91 contiene promesas fieles de Dios sobre su auxilio a los
fieles en los días de la prueba. En el verso 15 el Señor asegura al cristiano fiel: “Con él estaré yo en
la angustia”.

He aquí yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona (3:11).

Puesto que el día final se acerca, a la iglesia se le indica: “Retén lo que tienes”. Esto implica que las
verdades desenterradas por el movimiento del despertar habrían de permanecer.

“Que ninguno tome tu corona” es un llamado a la fidelidad. Los ángeles están preparando las
coronas que habrán de lucir los fieles, pero el que cae perderá su galardón y su corona la recibirá
otro que sea digno. Al profesar creer en Cristo, nos convertimos en candidatos para la redención
eterna, pero el juicio, comenzado en el 1844, decidirá quienes quedarán al fin como merecedores
de la corona incorruptible. (El tema es explicado con más detalles en el siguiente capítulo: El
Santuario.)

Al que venciere, yo le haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré
sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la Nueva Jerusalén, la cual
desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a
las iglesias (3:12,13).

MENSAJE A LAODICEA

Cristo se presenta a esta iglesia con tres títulos: el “Amén”, que significa afirmación; el “Testigo fiel
y verdadero”, título que corresponde admirablemente a Jesús, que representó al Padre mientras
estuvo en la tierra y ahora, como nuestro Sumo Pontífice, nos representa ante el Padre. Su final
título en este texto es “el principio de la creación de Dios”. Hay quienes aseguran que estas
palabras indican que Cristo es un ser creado, y por lo tanto no es divino.

Pablo dice otro título de Cristo, semejante a este: “el primogénito de toda criatura”. Ambas
expresiones lo que indican es que Cristo es el autor de la creación. El texto de Pablo, tomado de
Colosenses 1:15, continúa diciendo: “Porque por él fueron criadas todas las cosas que están en los
cielos, y que están en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades; todo fue criado por él y para él. Y él es antes de todas las cosas y por él todas las
cosas subsisten:” (versos 16 y 17) Nada es más elocuente para presentar a Cristo como el Hacedor
de todo. Si es Creador, no puede ser criatura. Si es Creador, es Dios que merece ser adorado. Fue
Pablo el que dijo también, luego de presentar la humillación de Cristo: “Por lo cual Dios también lo
ensalzó a los sumo, y dióle un nombre que es sobre todo nombre; para que en el nombre de Jesús
se doble toda rodilla…” (Filipenses 2:9,10)

Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero como eres tibio,
y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca (3:15,16).
La condición de la iglesia en este período es triste: tibieza espiritual. Los laodicenses
comprendieron bien las palabras del Testigo fiel. A Laodicea bajaba un arroyo que provenía de
Hierápolis. Las aguas salían calientes, pero al recorrer su camino hasta Laodicea se tornaban tibias.
Podemos beber agua fría o caliente, pero la tibia es un vomitivo.

Son tres los estados que Cristo menciona: frío, tibio y caliente. El “caliente” es aquel que conoce lo
que cree, lo comparte, es fiel a todos los requerimientos de Dios, es rico en obras de amor, pero
ante todo, siente una dependencia constante en Dios. Su vista está puesta en Cristo y su vida gira
en torno a Él. Este es el estado ideal.

El “frío” es el que está mal en la iglesia. Es posible que esté desanimado, pero se mantiene en la
iglesia. Defiende lo que cree, pero no obra, no es ferviente. Pero lo más importante es que reconoce
su estado. Es sincero para consigo mismo. Hay esperanza para este, pues en cualquier momento
puede reconocer sus faltas y tornarse caliente.

El caso del tibio es sumamente peligroso. Veamos la causa de su tibieza: Porque tú dices: Yo soy
rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad: Y no conoces que tú eres un
desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo (3:17).

El “tibio” conoce a plenitud las doctrinas de la iglesia. Es un gran líder. Podría ser un ministro o un
prominente miembro de la congregación. Puede que ante la vista de sus hermanos y vecinos sea
un ciudadano ejemplar. Pero su gran problema es que “no conoce”, no se da cuenta de su estado.
Se parece exteriormente al caliente, pero la diferencia es que el tibio no siente la dependencia de
Dios. Se cree sabio, pero no es sincero.

El estado de tibieza de Laodicea ha hecho que muchos miren a esta iglesia como tan corrupta que
ninguno de sus miembros ha de salvarse. Pero tenemos que recordar que tanto las promesas como
las amenazas de Dios son condicionales. Si no hubiera posibilidad para los laodicenses, ¿por qué
Cristo se toma el trabajo de ofrecer remedios para sus males? ¿Por qué Él concede una promesa
tan hermosa a “los vencedores”? Esto es una clara indicación de parte del Testigo fiel de que hay
posibilidad de vencer. No temamos a ser laodicenses, pero seamos laodicenses victoriosos en
Cristo.

Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas hecho rico, y
vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez, y unge tus ojos
con colirio, para que veas (3:18).

Cristo no dice que va a otorgar estos dones a los tibios laodicenses, Él dice que debemos
comprarlos. ¿Por qué comprar? Sencillamente porque tenemos que dar algo a cambio. ¿Y qué
podemos nosotros dar al Maestro? Dios nos dice: “Dame hijo mío tu corazón.” Demos a Cristo
nuestra voluntad, nuestro yo. Contemos con Él para todos los actos de nuestra vida. Sintamos que
sin Él nada podemos hacer.

El primer regalo de Cristo es para corregir nuestra pobreza. Él dijo que somos desventurados,
miserables y pobres. El oro significa la fe y el amor. Si tuviéramos esas virtudes el Señor no tendría
que ofrecérnoslas. Seamos sinceros y veamos esa gran necesidad. Entre los dones del Espíritu
ninguno es tan importante como el amor. Así lo declara Pablo en 1 Corintios 13. La fe es también
incluida en la lista de dones.

Es imprescindible aprender a amar. En la iglesia puede que hayan hermanos que no nos agraden,
pero tenemos que recordar que es posible que tengamos que compartir la eternidad con ellos.
Aprendamos a tolerar a la gente con sus defectos y virtudes. El amor no puede ser fingido, sino
sincero. Es el amor de Dios el que nos impulsa a amar a todos por igual. Oremos al Señor y seamos
ricos en amor.

El segundo don es las ropas blancas. Estas representan la justicia por la fe en Cristo. Algunos
enseñan que tenemos que buscar dentro de nosotros la capacidad para regenerarnos. Es por eso
que vemos los fakires orientales caminando sobre brasas encendidas o acostados sobre camas de
clavos. Durante la semana santa en Filipinas docenas de personas se crucifican y otros se azotan
hasta sangrar. En la India, cada doce años, millones se bañan en el río Ganges con el propósito de
purificar sus almas. Hay quienes se visten de saco o se atan a la cintura correas gruesas con partes
filosas. Los que hacen estas cosas creen que así se limpian de sus pecados.

La gran verdad bíblica es que ya Cristo realizó un sacrificio expiatorio por todos los hombres. Es
inútil tratar por nosotros mismos de alcanzar la aceptación de Dios. Cristo dice: “…Nadie viene al
Padre, sino por mí.” (Juan 14:6) Pedro indicó: “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro
nombre debajo del cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12) Las ropas
blancas que Cristo ofrece es su propia justicia. El laodicense necesita deponer su orgullo y aceptar
su desnudez de la justicia, para que Cristo lo vista con su ropaje celestial.

LAS 7 IGLESIAS NOS MUESTRAN LAS DIFERENTES ETAPAS DE LA IGLESIA EN


GENERAL. EL MENSAJE DE JESUCRISTO ES DE RESTAURACION, NO DE
CONDENACION, LOS QUE SE ARREPIENTEN HEREDARAN LA VIDA ETERNA, LOS QUE
CONTINUEN EN SU PECADO IRAN A CONDENACION PERPETUA.

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