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El plazo, caracteres y

clases
“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD”

DERECHO CIVIL II

El PLAZO, CARACTERES y CLASES

DOCENTE:

Abog. RIOS GIL BLAS HUMBERTO

ALUMNA:

TELLO URRESTI KATHERINE PAOLA

NIVEL – CICLO:

II - IV

IQUITOS - PERU
2019
El plazo, caracteres y
clases
El plazo, caracteres y
clases

Epígrafe
"Al mal pagador, plazo corto".
(sinónimo)
0

Dedicatoria
para las personas que confiaron en mí.
1

INDICE

Introducción...........................................................................................................................pàg.1

1.Definición de Plazo............................................................................................................pàg.2

1.1. El plazo en el derecho...................................................................................................pàg.3

1.2. función del plazo............................................................................................................pàg.5

1.3.Actos que no admiten plazo.............................................................................................pàg.6

1.4. requisitos del plazo.........................................................................................................pàg.7

2. los caracteres del plazo .....................................................................................................pàg.8

3. Clases de plazo..................................................................................................................pàg.8

4. otras clasificaciones del plazo.........................................................................................pàg.10

5. Diferencias entre condición y plazo................................................................................pàg.14

6. El plazo en el código civil...............................................................................................pàg.16

7. Delimitación conceptual de la caducidad........................................................................pàg.20

8. Efectos de la caducidad del plazo...................................................................................pàg.22

9. Conclusión......................................................................................................................pàg.28

10. bibliografía...................................................................................................................pàg.32

anexos................................................................................................................................pàg.33
1

Introducción

El plazo, jurídicamente es el tiempo legal o contractualmente establecido que ha de

transcurrir para que se produzca un efecto jurídico, usualmente el nacimiento o la

extinción de un derecho subjetivo o el tiempo durante el que un contrato tendrá

vigencia.

Por ejemplo: Te doy un plazo de seis meses para que me devuelvas el dinero que te

presto (plazo que ha de transcurrir para que sea exigible o "venza" una obligación); o

bien el contrato de arriendo se pacta por un plazo de un año (plazo de vigencia de un

contrato); o al adquirir un derecho de tiempo compartido el adquirente tiene un plazo de

diez días para resolver unilateralmente el contrato (plazo tras el cual se extingue un

derecho): o contra la sentencia se podrá recurrir en apelación en el plazo de cinco días.

El plazo siempre es "cierto", en el sentido de que es un tiempo que llegará en algún

momento dado y sin posibilidad de que no llegue a ocurrir (en ello se diferencia de la

"condición"). Este momento del vencimiento del plazo puede estar determinado de

antemano como, por ejemplo, cuando se fija una fecha determinada.

En la concepción clásica del Derecho romano, el plazo de vencimiento de una

obligación se presumía concedido en beneficio del deudor, por lo que el mismo podía

renunciar al mismo y cumplir la obligación anticipadamente, si no se establecía otra

cosa en la Ley o en el contrato. En el Derecho español actual se presume por el

contrario que el plazo ha sido puesto en beneficio de ambas partes (por lo que el deudor

no puede cumplir anticipadamente su obligación si el acreedor se opone), "a no ser que

del tenor de las obligaciones o de otras circunstancias resultara haberse puesto en favor

del acreedor o del deudor (art. 1227 Código Civil), por lo que el acreedor puede negarse

a que el deudor cumpla antes del vencimiento de la obligación.


2

Si no se indica en un contrato el plazo en el que ha de cumplirse una obligación, en

principio ha de cumplirse sin demora; sin embargo, si de su naturaleza y circunstancias

se dedujera que ha de entenderse concedido un plazo al deudor, o si se ha dicho que sea

el mismo deudor el que decida cuándo ha de cumplirse la obligación, a falta de acuerdo

cualquiera de las partes podrá solicitar al juzgado que fije un plazo (art. 1128 Código

Civil español).

Si el deudor cumple con su obligación antes de que ésta fuera exigible, conociendo que

existía el plazo, y el acreedor lo acepta, no podrá solicitar que se le devuelva lo

entregado, pues se entiende que renuncia al plazo; sin embargo, si tal pago anticipado se

hace por error (al ignorar la existencia del plazo), si bien no puede reclamar la

devolución, sí puede reclamar intereses o frutos de lo entregado anticipadamente (art.

1126 del Código Civil español)

1.Definición de Plazo1

De acuerdo al uso que se le de, el término plazo puede referir diversas cosas.

En términos generales, el plazo refiere al término o tiempo señalado para la concreción

de una determinada cuestión. Por ejemplo, el gobierno está llevando a cabo una obra

pública y anuncia que la misma será terminada en el plazo de un año.

Pero por otro lado, plazo también se llamará al vencimiento de ese espacio de tiempo en

cuestión. Porque, por ejemplo, cuando se tiene que pagar un determinado impuesto que

vence el 25 del mes próximo, entonces, se dirá que el plazo para pagar tal obligación

impositiva será el 25 de Septiembre, siendo que el mes corriente es Agosto.

1
https://www.definicionabc.com/general/plazo.php
3

En tanto, a instancias del derecho, un plazo será aquel hecho futuro cierto del cual

penderá el nacimiento o la extinción de un derecho. Esto de la certeza tiene razón de ser

porque el tiempo que marcará el plazo no puede ser que no llegue. Generalmente, el

plazo se incorpora en los contratos como una cláusula de tipo accidental, porque un

contrato puede tener un plazo o bien tratarse de un contrato indefinido sin ningún tipo

plazo, en tanto, en los casos en los que en un contrato se especifica un plazo, sin este el

contrato desaparece.

En otro ámbito en el cual el término plazo goza de una especial importancia es en el

mundo de las finanzas, ya que como plazo fijo se conoce a aquellas operaciones

financieras, por las cuales los bancos, a cambio del mantenimiento de ciertos recursos

monetarios inmovilizados durante un tiempo determinado, reportará a quien toma ese

plazo fijo, un particular o una empresa, una rentabilidad financiera que puede ser fija o

variable y que se manifestará en dinero o en especie, según corresponda.

1.1. El plazo en el derecho2

El plazo o termino (dies) es "un acontecimiento futuro y cierto de cuyo advenimiento

depende que un derecho se haga exigible (dies a qui) o deje de serlo (dies ad quem) ".

El plazo es la modalidad de los actos jurídicos por la cual se posterga el ejercicio de

los derechos a que se refiere. Por extensión se denomina ordinariamente plazo el lapso

que media entre la celebración del acto y el acaecimiento de un derecho futuro y

necesario, al cual está subordinado el ejercicio o la extinción de un derecho.

2
http://www.enciclopedia-juridica.com/d/plazo/plazo.htm
4

Ciertas formalidades de la vida jurídica, de los actos y de las formalidades de

procedimiento tienen que cumplirse normalmente dentro del marco de determinados

plazos. La inobservancia de ellos produce consecuencias de gravedad variable.

Los plazos pueden calcularse en días, meses, años, o hasta de hora en hora.

Punto de partida de un plazo: el día que constituye el punto de partida del plazo ("dies

a quo”) no se cuenta normalmente. Para un acto realizado o un acontecimiento

sobrevenido el 10 de enero, el plazo corre a partir del día 11.

Punto de llegada: El día en que se termina un plazo (dies ad quem) puede contarse o

no:

 Cuando el plazo es franco, la formalidad puede cumplirse el día siguiente al dies

ad quem.

 Cuando el plazo no es franco, la formalidad tiene que cumplirse el día mismo de

la expiración del plazo, es decir, el dies ad quem.

Fijados en principio por la ley, los plazos pueden ser a veces suspendidos (moratoria,

plazo de gracia). En ciertos casos pueden ser fijados por el juez (Plazos de

procedimiento).
5

1.2. función del plazo3

El plazo tiene por función, no de suspender haciendo incierta la eficacia del acto, sino

de diferir o limitar en el tiempo los efectos del acto jurídico.

El término final o resolutorio, con excepción de algunas relaciones personales típicas

como el matrimonio, la adopción, el reconocimiento de hijo, es un elemento que

acompaña a casi todas las otras relaciones jurídicas, las mismas que no pueden ser

asumidas como obligaciones perpetuas sin la posibilidad de liberarse, al extremo que si

falta el término final se autoriza a una de las partes para que ponga fin mediante el aviso

previo (ejemplo, art. 1365).

El advenimiento del término inicial origina la eficacia del acto o el ejercicio de los

derechos y el cumplimiento de las obligaciones correlativas derivadas de un acto eficaz

ab initio. El término inicial es un requisito de eficacia del acto. Por el contrario, con la

llegada del plazo final el acto cesa de producir sus efectos.

Los actos jurídicos a plazo crean entre las partes vínculos destinados a prolongarse en el

tiempo, pero no hasta el punto que induzca a excluir la voluntad de las partes (ejemplo,

un plazo suspensivo establecido para el año tres mil) o a establecer relaciones perpetuas

transmisibles a los herederos de las partes, porque se estaría atentando contra la libertad

de las partes.

Se puede argumentar en el sentido de que si las partes han aceptado vínculos perpetuos,

tal aceptación es la expresión de su libertad, es decir, esos vínculos perpetuos serian el

resultado del ejercicio de la autonomía de voluntad privada de los particulares.

3
https://www.monografias.com/trabajos69/modalidades-acto-juridico/modalidades-acto-
juridico3.shtml
6

Pero, como dice Galgano, "la aceptación de semejante vínculo equivaldría a una

renuncia de la libertad contractual: el sujeto dispondría, mediante un acto de libertad

único (y extremo), de toda su libertad futura, lo cual, además, atenta contra el interés

general que exige el empleo más provechoso de los recursos materiales y humanos, y al

impedir, mediante vínculos contractuales perpetuos, el cambio de destino de los

recursos, se obstaculiza su utilización más provechosa.

Para proteger la libertad de las personas y el interés general, la ley establece plazos

resolutorios máximos (ejemplo, el contrato de arrendamiento de plazo determinado no

puede durar más de diez años art. 1688) o dispone que a los contratos de duración

indeterminada se le pone fin mediante el pre aviso. Sólo el acto jurídico fundacional

puede crear sobre los bienes vínculos perpetuos.

1.3.Actos que no admiten plazo

En el Derecho romano, análogamente a lo establecido para la condición, el término no

podía ser puesto en los "actus legitimi". La presencia del plazo en los actus legitimi

anulaba el negocio; sólo en la institución de heredero, el término, sea inicial o final, no

tenía efecto invalidante, sino se consideraba no puesto. El término final era

incompatible con el principio "semel heres semper heres".

El término resolutorio, como término de decadencia, era compatible solamente con las

relaciones temporales y transitorias, como las relaciones obligatorias, y operaba en la

forma de pacto de remisión a término suspensivo, en cambio no era concebible en las

relaciones duraderas y permanentes, como la propiedad, la servidumbre y la cualidad de

heredero.
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También en el Derecho moderno, al igual de lo que sucede con la condición, por

razones de orden moral, público o de interés general, algunos actos no toleran ser

supeditados en cuanto a su plena eficacia a plazo alguno. Por ejemplo, no pueden estar

sujetos a plazo el matrimonio, la adopción (art. 381), el reconocimiento de hijo (art.

395), la aceptación y renuncia de la herencia (art. 677), el giro de cheques (art. 136, inc.

2 de la Ley 16587), etc.

1.4. requisitos del plazo

Son requisitos del plazo: la futuridad, la incertidumbre y el establecimiento arbitrario

por las partes.

La futuridad

El plazo se refiere siempre a un hecho futuro que necesaria y fatalmente debe ocurrir,

por oposición a la condición en la que el hecho futuro es esencialmente contingente.

La certidumbre

El plazo se caracteriza porque existe la total y absoluta certeza de que el evento futuro

acaecerá, aun cuando en algunos casos se ignore el momento preciso en que tendrá

lugar.

El establecimiento arbitrario por las partes

Las partes libremente, en ejercicio de la autonomía de su voluntad privada, pueden

incorporar el plazo en el acto jurídico que celebren con el fin de diferir o limitar en el

tiempo sus efectos o el ejercicio de los mismos.


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2. los caracteres del plazo

1) el hecho previsto es futuro.

2) el hecho es fatal. El plazo, por lo pronto, se refiere a un hecho futuro, carácter que es

común a un plazo y a la condición.

Pero el plazo se refiere a un hecho necesario, que fatalmente ha de ocurrir, por

oposición a la condición que es esencialmente contingente. De esta diferencia proviene

la diversa naturaleza de los derechos condicionales o sujetos a plazo. Los primeros se

caracterizan por su fragilidad, pueden ser ilusorios, desde que está pendiente de

definición su misma existencia (condición suspensiva) o resolución retroactiva

(condición resolutoria). En cambio- los derechos sujetos a plazo son efectivos y

seguros, no hay duda alguna sobre su existencia, si bien el titular ha de esperar un cierto

tiempo para entrar en el pleno ejercicio de sus facultades.

Todavía en otros supuestos, el plazo limita en el tiempo la duración de ciertos derechos:

es el plazo extintivo, mal llamado resolutorio.

3. Clases de plazo

Las clasificaciones que suelen hacerse del plazo son dos:

1) los plazos son suspensivos o extintivos

2) son ciertos o inciertos.


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En la primera clasificación se toma en cuenta el efecto que ha de seguir al cumplimiento

del plazo. Es suspensivo el plazo que defiere (o suspende) en el tiempo del ejercicio de

las facultades que incumben al titular de un derecho; ejemplo: la obligación de restituir

una suma de dinero prestada al cabo de un mes, noventa días, etcétera. El plazo es

extintivo cuando opera al cabo de cierto tiempo la caducidad (o extinción) de un

derecho.

La otra clasificación toma en cuenta la precisión de la fecha en que debe ocurrir el

vencimiento del plazo. Es cierto el plazo cuando se conoce de antemano el momento de

su realización, o cuando fuese fijado para determinar en designado año, mes o día la

fecha de la obligación, o de otra fecha cierta. Ejemplo: un pagare a noventa días, o la

obligación de pagar una suma el 30 de noviembre del año siguiente.

En cambio, el plazo es incierto, cuando fuese fijado en relación con un hecho necesario,

Pasar determinar el día en que ese hecho necesario se realice. Ejemplo: la obligación de

pagar una suma después de recoger la cosecha, o a la muerte determinada de una

persona. Es de advertir que no es posible la confusión del plazo incierto con la

condición.

El carácter de incierto recae no sobre su realización sino sobre el momento o fecha de

esa realización. En cambio, en la condición, la incertidumbre recae sobre la misma

existencia del hecho previsto.


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4. otras clasificaciones del plazo

Plazo de eficacia y plazo de ejercicio

El plazo inicial o suspensivo se subdivide en plazo de eficacia y plazo de ejercicio.

El plazo es de eficacia cuando se refiere al momento en que comienza la producción de

los efectos del acto jurídico (ejemplo, te cedo el uso de mi departamento por dos años,

sin que me pagues renta por los seis primeros meses, pero a partir del séptimo mes

pagará s/. 500.00 mensuales). se difiere en nacimiento de los efectos del acto (de todos o

de algunos de esos efectos).

El plazo es de ejercicio cuando atañe al ejercicio de los derechos y al cumplimiento de

las obligaciones que constituyen efectos del acto, por ejemplo, la compraventa de un

bien en la que se acuerda que el precio se pague después de seis meses de celebrado el

contrato; el comprador es deudor del precio desde que se celebra la compraventa, pero

el pago del precio no es exigible hasta que llegue el vencimiento del plazo. por el plazo

del precio no es exigible hasta que llegue el vencimiento del plazo. por el plazo de

ejecución se difiere de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones ya existentes.

Plazo accidental y plazo esencial

El plazo accidental es el estipulado por las partes en un acto que por sí no requiere estar

sometido a término alguno. así, por ejemplo, es accidental el término puesto para el

pago del precio en una compraventa, porque la compraventa puede celebrarse sin

otorgarse plazo alguno para el precio, por tratarse de un acto de ejecución instantánea.

El plazo es esencial cuando el acto por su propia naturaleza requiere de un tiempo

limitado en que falten o durante el que se produzcan sus efectos. el plazo es necesario
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en todos los actos en los cuales las partes deben desplegar una actividad para poder

cumplir con la obligación contraída. (ejemplo, el contrato de obra, el de mandato). el

plazo es también necesario en los actos en los cuales el cumplimiento de la obligación

se prolonga temporalmente mediante la ejecución de prestaciones periódicas o continuas

(ejemplo, el contrato de trabajo, el de arrendamiento, el de suministro, el de seguro, el

de transporte). el plazo está en la esencia misma de estos actos para que puedan cumplir

con su función económica; ellos sin plazo no pueden existir; el plazo es la única como

se puede satisfacer las necesidades de la otra parte. no se puede concebir, por ejemplo,

un contrato de obra o de arrendamiento sin plazo.

Pero aún siendo el plazo esencial, las partes a su libre arbitrio pueden diferir el

nacimiento, la exigibilidad o la extinción de los efectos del acto jurídico. por ejemplo, el

contrato de arrendamiento es un acto necesariamente a plazo, pero las partes libremente

pueden establecer a partir de que momentos se inicia los efectos del contrato, o a partir

de cuándo son exigibles esos efectos, o hasta cuándo durará la eficacia del contrato.

Plazos voluntarios. legales y judiciales

El plazo puede ser voluntario, legal o judicial, según que se establezca por voluntad del

agente, por disposición de la ley o por resolución judicial.

Plazos expresos y tácitos

El plazo es expreso cuando las partes mediante una estipulación señalan un plazo

difiriendo o limitando los efectos del acto.


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Es tácito cuando en el acto no se ha señalado un plazo, pero de su naturaleza y

circunstancias se dedujera con toda certidumbre que las partes no quieren que los

efectos se produzcan o se ejerzan sino desde o hasta un determinado momento.

Determinado o indeterminado

El plazo es determinado cuando se ha previsto el evento futuro y cierto que indicará la

llegada del momento en que el acto cesará de producir efectos; se conoce la fecha de

vencimiento del plazo por haberse establecido con toda precisión cuándo se inicia y

cuándo termina la eficacia del acto (ejemplo, el deudor debe pagar 15 días después de

celebrado el contrato). en cambio, el plazo es indeterminado cuando no se ha estipulado

la fecha de su vencimiento (ejemplo, se arrienda un bien sin indicarse por cuanto

tiempo).

En los acto de tracto sucesivo a plazo indeterminado sea por convenio expreso o porque

las partes no han establecido nada en cuanto a su duración, cada una de ellas puede

separarse del acto dando aviso previo a la otra en el plazo pactado, o, en su defecto,

dentro del plazo legal. el art. 1365 dispone: "en los contratos de ejecución continuada

que no tengan plazo convencional o legal determinado, cualquiera de las partes puede

ponerle fin mediante aviso previo remitido por la vía notarial con una anticipación no

menor de treinta días. transcurrido el plazo correspondiente el contrato queda resuelto

de pleno derecho". en este caso el contrato queda disuelto por decisión unilateral de la

parte que cursa el aviso en la forma y con la anticipación señalada en el art. 1365.

Plazo cierto y plazo incierto

El plazo determinado se subdivide, a su vez, en cierto e incierto.


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Es cierto cuando se sabe con precisión la fecha en que debe ocurrir el vencimiento del

plazo, dies certus an et quando (día cierto que ocurrirá y cuándo ocurrirá), por ejemplo,

la obligación de pagar una cantidad de dinero el día 28 de julio próximo.

El plazo es incierto cuando no se sabe en qué momento ocurrirá el acontecimiento

previsto como límite final. aquí se habla de dies certus an incertus quando. es cierto que

el evento puesto como plazo ocurrirá, pero es incierto el momento en que tendrá lugar,

por ejemplo, el día en que muera ticio.

En cuanto a la incerteza del momento en que ocurrirá el evento futuro surgen problemas

de interpretación. en efecto, cuando se señala como modalidad un hecho que ocurrirá

necesariamente, pero no se sabe cuándo ocurrirá, como cuando se dice el día en que

muera ticio, no hay duda que se trata de un plazo. pero cuando se señala como

modalidad sucesos como, por ejemplo, "cuando pedro cumpla su mayoría de edad",

"cuando mejore de fortuna", "cuando mejore la tasa de cambio del dólar", "cuando baje

la inflación", surge la necesidad de interpretar si la modalidad es plazo o condición. los

romanos resolvieron este problema estableciendo que la fecha incierta se denomina

condición ("dies incertus appelatur condicio"): análoga solución fue establecida para la

hipótesis por la que el testador establece la muerte del heredero como término inicial del

legado, porque, la incerteza que el legatario viva a la muerte del heredero, induce a

interpretar a tal término como condición. este es el significado del principio referido en

el: dies incertus condicionem in testamento facit (la fecha incierta puesta en el

testamento equivale a una condición). a primera vista, en casos como los mencionados

estamos ante hechos contingentes que pueden o no ocurrir, por lo que tales

estipulaciones implicarían una condición y no un plazo incierto; sin embargo, habrá que

estar a lo que resulte de cada caso concreto, a la voluntad de las partes, a la naturaleza
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del acto y sus circunstancias para determinar si lo que se ha querido es afectar ia

existencia misma de los efectos o solamente se ha querido otorgar al deudor aamplias

facilidades, concediéndole un plazo incierto para que pague, caso en el que si las partes

no se ponen de acuerdo sobre la duración del plazo, lo fijará el juez.

Plazo potestativo

El plazo es potestativo cuando su determinación ha quedado a la sola voluntad del

deudor (plazo meramente potestativo) o a un comportamiento voluntario en el cual el

sujeto tenga un cierto interés (plazo potestativo propio). si el deudor no fija plazo, lo

determinará el juez.

5. Diferencias entre condición y plazo

Los efectos del acto jurídico condicional solamente nacen o se extinguen si es que se

verifica el evento incierto y futuro puesto como condición. La existencia o el cese de

la eficacia del acto está subordinada al cumplimiento de la condición.

En la celebración del acto jurídico aplazo se difiere el nacimiento de la relación jurídica,

o ésta surge inmediatamente con la concertación del acto, pero se suspende o difiere su

ejecución hasta el vencimiento del plazo preestablecido, o deja el acto de tener eficacia

al vencimiento del plazo. El deudor está obligado a pagar en el momento en que se

verifique el evento futuro y cierto puesto como plazo y el acreedor no puede exigir el

cumplimiento antes de esa fecha.

La condición y el plazo presentan analogías por cuanto ambos son elementos

accidentales, consisten en eventos futuros, y permiten que el acreedor condicional o a


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plazo pueda realizar actos conservatorios. Pero entre la condición y el plazo hay

sustanciales diferencias.

Mientras la condición hace incierto el inicio o el fin de la eficacia del acto, por el plazo

es cierto el nacimiento o la extinción de la eficacia del acto.

En la condición hay incertidumbre sobre la verificación del evento futuro (dies incertus

an), pero el cuándo tendrá lugar si es que se verifica puede ser cierto (dies certus

quando), por ejemplo, te pago cuando Juan cumpla 18 años (Juan puede vivir hasta los

18 años o morir antes de esa edad, pero si vive se sabe con todo certeza el día en que

cumple 18 años), o incierto (dies incertus quando), por ejemplo, te pago el día en que

Juan contraiga matrimonio (Juan puede o no casarse y si se casa no se sabe cuándo será

el casamiento).

En conclusión, la condición se caracteriza por la incertidumbre y el plazo por la

certidumbre, por la seguridad absoluta, de que el evento futuro llegará necesariamente.

La condición denota un evento futuro e incierto y el plazo un momento futuro, pero

cierto. Hay plazo si el momento está indicado dies cernís an et quando, esto es,

mediante la designación directa o indirecta de un día en el calendario (ejemplo, el 6 de

junio; la próxima navidad; el día del aniversario nacional) o dies certus an el incertus

quando (ejemplo, a la muerte de Pedro); en cambio, hay condición cuando el momento

está indicado dies incertus an el certus quando ejemplo, el 15 de enero del 2010 en que

María cumple 30 años) o dies incertus an et quando (te dono este bien si tienes

descendencia antes de que tu padre cumpla ochenta años).


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6. El plazo en el código civil

Efectos del Plazo

Artículo 178. - Cuando el plazo es suspensivo, el acto no surte efecto mientras se

encuentre pendiente. Cuando el plazo es resolutorio, los efectos del acto cesan a su

vencimiento.

Antes del vencimiento del plazo, quien tenga derecho a recibir alguna prestación puede

ejercitar las acciones conducentes a cautela de su derecho.

En el acto condicional hay la incertidumbre del evento futuro a que se encuentran

supeditados sus efectos, en cambio, en el acto jurídico a plazo hay la seguridad absoluta

de que ese evento futuro llegará necesariamente. Puede ser que se tenga la seguridad

que el acontecimiento ocurrirá, pero sin saberse en qué momento tendrá lugar el mismo,

es cierto el sí, pero es incierto el cuándo (ejemplo, la muerte de una persona), en este

caso el acto no es condicional sino a plazo. La condición denota un evento futuro e

incierto y el plazo un momento futuro, pero cierto.

Hay plazo si el momento está indicado dies certus an et quando, esto es, se sabe de

antemano el momento mismo del cumplimiento por haberse señalado el plazo mediante

la designación directa o indirecta de un día en el calendario, por ejemplo, el 6 de junio,

la próxima navidad (plazo cierto) o dies certus an et incertus quando, se sabe de

antemano que el plazo de todas maneras se cumplirá, aunque no se sabe el momento

preciso, v. gr., a la muerte de Pedro (plazo incierto)


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En cambio, hay condición cuando el momento está indicado dies incertus an et certus

quando (el 15 de enero del 2010 en que María cumple 30 años) o dies incertus an et

quando (el día en que Pedro se case).

El plazo como modalidad es el evento futuro y cierto de cuyo acaecimiento se hace

depender el nacimiento, la exigibilidad o la finalización de los efectos del acto jurídico.

En otros términos, el plazo, como modalidad del acto jurídico, es el lapso desde el cual

comienza o hasta el cual dura la eficacia del acto: en el primer caso se le denomina

suspensivo o inicial (dies a quo); en el segundo, resolutorio, extintivo o final (dies ad

quem). Se denomina término a los extremos (inicial o final) del plazo.

Beneficio del plazo

Artículo 179º.- El plazo suspensivo se presume establecido en beneficio del deudor, a

no se que el tenor del instrumento o de otras circunstancias, resultase haberse puesto a

favor del acreedor o de ambos.

En cuanto al beneficio del plazo suspensivo, el Código Civil conserva el sistema del

Derecho romano, que consagra en este punto el favor debitoris, presumiendo que el

plazo se ha concedido en beneficio de éste, salvo que se pruebe haber sido establecido

del acreedor o de ambos. Si el plazo es en beneficio del deudor, éste puede pagar antes

del cumplimiento del plazo, pero el acreedor no puede exigirlo sino al vencimiento. Si

el plazo se ha estipulado en beneficio del acreedor, éste puede exigir el cumplimiento de

la obligación antes del vencimiento

Sin que el deudor pueda rehusar el pago, pero el deudor no podrá pretender pagar antes

si el acreedor no lo acepta. Si el plazo está establecido en beneficio de ambos, ni el

deudor salvo que ambos acuerden modificar el plazo, lo cual también sucederá si el
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acreedor no se opone al cumplimiento antes del plazo fijado, o sui el deudor atiende la

reclamación anticipada del acreedor.

En las obligaciones con intereses, si las partes convienen el pago anticipado, el deudor

debe tener derecho a los descuentos de los intereses proporcionales en relación con el

tiempo anticipado, porque en caso contrario el acreedor recibe un interés compensatorio

(interés que se paga como retribución por el uso del capital al que no tiene derecho, lo

que sucede con mucha frecuencia en la práctica contraviniendo lo dispuesto en el art.

1954.

Caducidad del plazo

Artículo 181.- El deudor pierde el derecho a utilizar el plazo:

 1. Cuando resulta insolvente después de contraída la obligación, salvo que

garantice la deuda. Se presume la insolvencia del deudor si dentro de los quince

días de su emplazamiento judicial, no garantiza la deuda o no señala bienes

libres de gravamen por valor suficiente para el cumplimiento de su prestación.

 2. Cuando no otorgue al acreedor las garantías a que se hubiese comprometido.

 3. Cuando las garantías disminuyeren por acto propio del deudor, o

desaparecieren por causa no imputable a éste, a menos que sean inmediatamente

sustituidas por otras equivalentes, a satisfacción del acreedor.

La pérdida del derecho al plazo por las causales indicadas en los incisos precedentes, se

declara a petición del interesado y se tramita como proceso sumarísimo. Son

especialmente procedentes las medidas cautelares destinadas a asegurar la satisfacción

del crédito.
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El acreedor no puede pedir el cumplimiento de la obligación antes de que expire el

plazo, salvo que éste se haya establecido en su favor, o salvo que hayan sucedido

hechos que determinan la caducidad del plazo. Esto último ocurre cuando el deudor

pierde o disminuye considerablemente su patrimonio, que es el que respalda el crédito,

de tal modo que ya no hay la seguridad que cumplirá con su prestación, razón por la que

el art. 181 sale en defensa del derecho del acreedor, declarando la caducidad del plazo a

fin de que pueda exigir la efectividad de su crédito, sin esperar que el plazo esté

vencido.

La caducidad del plazo por pérdida o deterioro de garantías está regulada en el Código

en forma contradictoria en dos dispositivos. Por un lado el art. 181.3 dispone que el

deudor pierde el derecho a utilizar el plazo si la garantía disminuye por causa que le es

imputable o desaparece por causa que no le es imputable; y, por otro, el art. 1110

establece que el deudor pierde el derecho a utilizar el plazo cuando la garantía se pierde

o deteriora, sin distinguir entre que si estos hechos son o no imputables al deudor.

Para una eventual modificación proponemos el siguiente texto. "Art. 181 El deudor

pierde el derecho a utilizar el plazo... 3. Cuando las garantías se pierden o deterioran de

modo que resulten insuficientes, a menos que sean sustituidas por otras equivalentes a

satisfacción del acreedor".

La pérdida del plazo por las indicadas causales no es automática, sino que se declara a

petición de parte interesada y se tramita como proceso sumarísimo. Son procedentes las

medidas cautelares destinadas a asegurar la satisfacción del crédito.

Otros casos de caducidad del plazo están contemplados en los arts. 1110,1323, 1427,

1561, 1897.
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7. Delimitación conceptual de la caducidad

La normativa no da una definición exacta de caducidad, sino que por el contrario se

limita a dar sus efectos: extinguir la acción y extinguir el derecho que le asiste a una

persona.

Por su parte, doctrinariamente, ROSSANA MORALES, establece que la caducidad “se

refiere a las facultades que otorgan a una persona la potestad de producir mediante su

declaración, la creación, modificación o extinción de una relación jurídica con eficacia

respecto de terceros. Se entiende al hecho objetivo de la falta de ejercicio dentro del

término prefijado para que tenga eficacia jurídica”4

En tal sentido, éste plazo no es meramente referencial, ya que la caducidad es una

institución jurídica que pretende reaccionar ante la inactividad de los sujetos que

intervienen en las respectivas relaciones jurídicas. Se trata, en definitiva, de fijar un

plazo que delimite el período de tiempo en el que puede llevarse a cabo una actuación,

en este caso del contratista. Todo ello con la única o principal preocupación se

garantizar la seguridad jurídica, a favor del Estado y del Contratista privado.

En acertado comentario jurídico, la Corte Constitucional de Colombia, en sentencia C-

394 de 2002, señaló que "la caducidad es una institución jurídico procesal a través de la

cual, el legislador, en uso de su potestad de configuración normativa, limita en el tiempo

el derecho que tiene toda persona de acceder a la jurisdicción con el fin de obtener

pronta y cumplida justicia. Su fundamento se halla en la necesidad por parte del

4
Fuente: ROSSANA MORALES: “LA prescripción tributaria – estudio comparativo Ecuador Países Andinos” Editorial Corporación
Editora Nacional. Ecuador 2004 Pág. 29
21

conglomerado social de obtener seguridad jurídica, para evitar la paralización del tráfico

jurídico. En esta medida, la caducidad no concede derechos subjetivos, sino que por el

contrario apunta a la protección de un interés general"

Por ello, resulta descabellada la idea de amparar un pedido extemporáneo que de

acuerdo a ley es caduco, ya que siendo así, el propio estado estaría fomentando el uso

abusivo del derecho de solicitar ampliación de plazo, conferido a todo contratista.

Así, podemos apreciar que, la caducidad es reconocida como una institución jurídica

procesal que no protege intereses subjetivos sino que salvaguarda intereses públicos;

por ello precisamente por mandato del artículo 2004 del Código Civil (norma de

aplicación supletoria según los alcances del artículo 29 del Decreto Legislativo Nº 1017) los

plazos de caducidad son fijados por ley.

Ahora ¿la caducidad de una acción debe necesariamente ser declarada por la entidad?.

La respuesta se desprende de los alcances del artículo 2006 del Código Civil, el cual

establece que “la caducidad puede (no debe) ser declarada de oficio o a petición de parte”.

Dentro de éstos extremos la entidad no tiene porqué estar obligada a pronunciarse respecto

de un pedido de ampliación de plazo que ha sido tramitado fuera del plazo estipulado en el

artículo 175 del Reglamento del TUO de la Ley de Contrataciones del Estado.

Aplicando éste concepto al supuesto materia de estudio, diríamos que al ser el plazo de

petición de ampliación contractual, un plazo sujeto a caducidad, supone que ésta facultad ha

nacido con un plazo de vida propio (7 días), luego del cual fenece, motivo por el cual

tramitarlo fuera de este tiempo no tiene porque tener eficacia, con o sin pronunciamiento de

la entidad en relación a dicho pedido.


22

8. Efectos de la caducidad del plazo

Conforme al Artículo 151 del Reglamento, respecto del cómputo de los plazos durante la

vigencia del contrato, se establece qué estos sean días calendarios, excepto en los casos en

los que el Reglamento indique lo contrario, como por ejemplo en lo concerniente a la

ampliación de plazo, que debe ser computado en días hábiles.

En este punto es importante dejar sentado que, de acuerdo a esta norma especial, el plazo de

ejecución contractual se computa en días calendario desde el día siguiente de la suscripción

del contrato o desde el día siguiente de cumplirse las condiciones establecidas en las Bases.

En el caso de contrataciones perfeccionadas mediante orden de compra o de servicio, el

plazo de ejecución se computa desde el día siguiente de recibida.

En ambos casos, el reglamento, establece que se aplicará supletoriamente lo dispuesto por

los artículos 183 y 184 del Código Civil; dispositivos que establecen las siguientes reglas de

cómputo de todos los plazos legales o convencionales, salvo disposición o acuerdo

diferente:

1. El plazo se computa de acuerdo al calendario gregoriano.

2. El plazo señalado por días se computa por días naturales, salvo que la ley o el acto

jurídico establezcan que se haga por días hábiles.

3. El plazo señalado por meses se cumple en el mes del vencimiento y en el día de éste

correspondiente a la fecha del mes inicial. Si en el mes de vencimiento falta tal día, el plazo

se cumple el último día de dicho mes.

4. El plazo señalado por años se rige por las reglas descritas en el item precedente.
23

5. El plazo excluye el día inicial e incluye el día del vencimiento.

6. El plazo cuyo último día sea inhábil, vence el primer día hábil siguiente.

Como podemos apreciar, la correcta interpretación de la naturaleza jurídica de los plazos

contenida en la Ley de Contrataciones del Estado y su reglamento, si bien es cierto, es de

vital importancia a efectos de salvaguardar la seguridad jurídica, también lo es en pro de

defender la integridad de los intereses del erario nacional; ya que en el supuesto que nos

ocupa, en virtud de la ampliación otorgada, la Entidad ampliará el plazo de los contratos

directamente vinculados al contrato principal.

Así, suponiendo que una entidad del estado, ha contratado por S/ 10„000 000.00 de nuevos

soles un consultor de una obra de gran envergadura, y dentro del contrato éste queda

obligado a presentar dos informes preliminares antes de la presentación final de su estudio.

Lógicamente de acuerdo a ley, en caso de incumpliendo se establece una penalidad diaria

del 10% ¿Qué pasaría si el consultor de obra peticiona dolosa y extemporáneamente una

ampliación de plazo de un informe entregable, y a razón del no pronunciamiento estatal (por

causas justificadas o no), se da por aprobada su solicitud?. Es simple, se libera

inescrupulosamente al contratista de un resarcimiento económico a favor del estado. En este

sentido, es necesario que la Contraloría General de la República haga una evaluación de

éstos asuntos.

Por otro lado, los efectos económicos de la ampliación se dan a medida de que en contratos

de bienes o para la prestación de servicios darán lugar al pago de los gastos generales

debidamente acreditados. Así el reglamento establece que Gastos Generales, son aquellos

costos indirectos que el contratista debe efectuar para la ejecución de la prestación a su

cargo, derivados de su propia actividad empresarial, por lo que no pueden ser incluidos
24

dentro de las partidas de las obras o de los costos directos del servicio. Estos a su Vez

pueden ser fijos (aquellos que no están relacionados con el tiempo de ejecución de la

prestación a cargo del contratista) y variables (aquellos que están directamente relacionados

con el tiempo de ejecución de la obra y por lo tanto pueden incurrirse a lo largo del todo el

plazo de ejecución de la prestación a cargo del contratista).

Es indudable, que un proceso de contratación pública coloca, de un lado de la mesa, a

políticos y/o funcionarios públicos y, del otro lado, a proveedores que disputan entre sí el

derecho a dotar del bien o servicio específico; en tal sentido, el modo de como se da esa

interacción debe ser regulada, ya que de lo contrario si se dejan librados a su propia

voluntad, compradores y proveedores inevitablemente éstos entrarán en connivencia5,

mucho más si los plazos, desde la óptica del contratista, son al libre albedrío.

El ejercicio abusivo del derecho, en la petición extemporánea de ampliación de plazo

por parte del contratista.

Manifestábamos, que para el problema planteado, a nuestro criterio, la solución partiría por

una interpretación extensiva y concordada del artículo 175 del Reglamento; aspecto

materializado en el punto 2 (análisis del presente).

Sin embargo, el escenario legal comentado, tiene asidero doctrinario, en los fundamentos de

la teoría del ejercicio abusivo del Derecho. Tal como sostiene PINAGLIA, “la teoría del

abuso del Derecho se encuentra dentro de la orientación moderna que tiende a la limitación

5
JUAN JOSÉ DÍAZ GUEVARA: “El Delito de Colusión Desleal: corruptio unius est generatio alterius”. Revista
Actualidad Jurídica Tomo 191 Octubre 2009 - Gaceta Jurídica. 2009. Pág.113
25

de la libertad individual, una de cuyas manifestaciones es el derecho subjetivo, y a la mayor

tutela de los intereses colectivos”6

En este extremo resulta implacable la concepción que sobre el tema aborda el Código Civil

Español en su exposición de motivos, al establecer que “se considera ilícito el abuso del

derecho, afirmándose que carece de validez absoluta el tradicional principio de que la

actuación del derecho propio no desborda la esfera de la licitud. Se indica que en el

ejercicio abusivo, nos hallamos ante un desbordamiento de los límites normales del

ejercicio, con daño para tercero, y que el hecho provocador de tal situación puede proceder

por la intención de su autor”.

En tal sentido, si el contratista de acuerdo al artículo 175 del Reglamento tiene derecho a

solicitar una ampliación de plazo contractual, dentro de los 7 días hábiles, plazo que como

hemos demostrado es de caducidad; ¿no constituye ejercicio abusivo de su derecho al

solicitarlo extemporáneamente o fuera del plazo legal?. Al respecto ROCA ha señalado que

“para apreciar el abuso del derecho es imprescindible, conforme a la regulación legal, que

se hayan sobrepasado manifiestamente los límites normales del derecho”7; para el caso

que nos ocupa, al solicitarse extemporáneamente se vulnera el requisito de validez del

acto administrativo estipulado en el inciso 5 del Artículo 3 de la Ley Nº 27444 Ley del

Procedimiento Administrativo General, relacionado a la regularidad de los procedimientos

en la administración pública, por el cual antes de su emisión, el acto debe ser conformado

mediante el cumplimiento del procedimiento administrativo previsto para su generación,

6
J. IGNACIO PINAGLIA-VILALÓN: “Perfiles de la acción de rescisión por fraude de acreedores en el Código Civil
Español” Universidad de Sevilla. Pinedo Talleres Gráficos. España 2001 Pág. 244

7
ROCA JUAN: “Comentarios a las reformas del Código Civil” Volumen I Editorial Tecnos SA Madrid 1977 Pág. 394
26

entre ellos el período de ejercicio; este aspecto concordante con el artículo 10 del referido

cuerpo normativo, en el extremo de que la solicitud extemporánea es un acto contrario

Lo detallado precedentemente, tiene fundamento, pues a pesar de analizar un hecho que se

da en ejecución contractual, y en donde es de aplicación supletoria las normas del Código

Civil; la administración estatal exterioriza sus acciones a través de actos administrativos, los

cuales deben ser regulares.

Efectos del ejercicio abusivo del Derecho, materializada en la petición extemporánea

de ampliación de plazo por parte del contratista:

Indiscutiblemente, constituye vacío normativo lo correspondiente a los efectos de una

solicitud extemporánea de ampliación de plazo contractual que muchas veces es ejercido

discriminadamente por contratistas, ante ello de conformidad al artículo 29 del Decreto

Legislativo Nº 1017 se hace de aplicación supletoria, normas de derecho público que

puedan aliviar este problema.

Así los alcances del Código Civil subyacen inmediatamente; cuerpo normativo que en su

Titulo Preliminar establece que: “la ley no ampara el ejercicio ni la omisión abusivos de un

derecho. Al demandar indemnización u otra pretensión, el interesado puede solicitar las

medidas cautelares apropiadas para evitar o suprimir provisionalmente el abuso”.

Como se puede apreciar, el Código Civil reconoce una indemnización a favor de un

perjudicado por el ejercicio abusivo de un Derecho. En el asunto que nos ocupa lo lógico es

establecer que el perjudicado es el Estado; en tal sentido serían aplicables las normas

referentes a la Responsabilidad Civil Contractual, reguladas por este Código sustantivo.


27

Ahora bien, si la Ley de Contrataciones estatales y su reglamento establecen al arbitraje y la

conciliación como medios alternativos de resolución de conflictos ¿se podría conciliar algo

contra ley, es decir permitirse una solicitud extemporánea? La respuesta es no, toda vez que

la aceptación de la legalidad es un derecho indisponible e incluso su desconocimiento no

exime de responsabilidad, civil, penal o administrativa. Por otro lado, si bien es cierto puede

ser materia de un procedimiento arbitral, el árbitro deberá ceñirse a los parámetros fijados

por ley, en el presente asunto, tener en cuenta la caducidad del plazo, de lo contrario la

nulidad del laudo se podría demostrar judicialmente.

Otro aspecto a tener en cuenta es lo relacionado a las normas de derecho internacional.

Efectivamente la sexta disposición complementaria final del TUO de la Ley de

Contrataciones del Estado establece que “en aquellas contrataciones que se encuentren

bajo el ámbito de tratados u otros compromisos internacionales, que impliquen la

aplicación de los principios de Trato Nacional y No Discriminación, las Entidades

contratantes deberán conceder incondicionalmente a los bienes, servicios y proveedores

de la otra parte, un trato similar o no menos favorable que el otorgado por la normativa

peruana a los bienes, servicios y proveedores nacionales, de conformidad con las reglas,

requisitos y procedimientos establecidos en la presente norma, su Reglamento y en la

normativa de la materia”, sin embargo, aplicando supletoriamente el Artículo 2006 del

Código Civil, en el supuesto de un abuso de Derecho, la potestad de elegir un tribunal

extranjero o la prórroga de jurisdicción en su favor para conocer de los juicios originados

por el ejercicio de acciones de contenido patrimonial entre el estado y el contratista, no

podría ejercerse.
28

9. conclusión

El plazo de cumplimiento juega un rol de indudable relevancia dentro del

funcionamiento de la relación obligatoria porque es la circunstancia que conecta

temporalmente la actuación de la obligación con el momento de realización del interés

del acreedor. En otras palabras, el plazo indica cuándo es que el interés creditorio

necesita ser satisfecho por la vía de la ejecución de la prestación, y en

consecuencia determina el momento de esa ejecución.

Ahora bien, como la relación jurídica obligatoria sobre la que el plazo actúa

está conformada por un deber jurídico (situación jurídica subjetiva de

desventaja), es decir por una situación de necesidad (ejecutar la prestación) y

por un derecho subjetivo (situación jurídica subjetiva de ventaja), esto es por

una situación de posibilidad (pretender la ejecución de la prestación), el plazo la norma

resulta ahora tanto más necesaria cuanto que las actividades económicas y comerciales

están experimentando en la actualidad un acentuado y creciente dinamismo, y es en el

ámbito del comercio donde acaso puede encontrar una mayor utilidad de manera que si

nuestro legislador quiere continuar ahondando en la tarea de unificación de las

legislaciones, tiene ahora una magnífica oportunidad para dar cabida a este instituto.

Cada situación jurídica subjetiva puede tener un referente temporal distinto de la otra, o

coincidir en el tiempo de manera que, según el caso, el plazo retarde o no en la misma

medida la necesidad de prestar que concierne al deudor y la posibilidad de pretender que

corresponde al acreedor. Esto es a lo que el artículo 179 del código civil peruano alude

cuando señala que el plazo suspensivo se presume establecido en beneficio

del deudor, a no ser que del tenor del instrumento o de otras circunstancias,
29

resultase haberse puesto en favor del acreedor o de ambos.

En efecto, si el plazo está dispuesto en beneficio del deudor ello significa que

éste puede ejecutar su prestación en cualquier momento durante el transcurso

del mismo, pero el acreedor no puede exigir (pretender) tal ejecución mientras

el vencimiento no haya tenido lugar, lo cual permite apreciar que el plazo actúa

directamente sobre el derecho del acreedor limitando (postergando)

temporalmente su ejercicio, pero no respecto del deber del deudor que bien

puede no aguardar a la expiración del plazo para proceder a la ejecución de la

prestación, es decir que el plazo repercute en la exigibilidad (difiriéndola) pero

no en la ejecutabilidad de la prestación.

El deudor tiene un débito actual que puede cumplir en cualquier momento, pero que el

acreedor no puede exigir antes de que finalice el plazo. Esta es la razón que justifica la

norma que establece el artículo 180 del código civil peruano que señala que si el deudor

paga antes del vencimiento no puede repetir lo que ha pagado; la razón,

repetimos, se encuentra en que la deuda ya existe al momento en que se

ejecuta la prestación y en esa deuda el pago encuentra su justificación causal.

Por ejemplo, cuando para el pago del precio que corresponde efectuar al

comprador de un bien se ha estipulado –en beneficio del deudor- un plazo de

dos meses contado a partir de la celebración del contrato, ello significa que la

realización del interés del vendedor mediante dicho precio podrá verse dilatada la

calificación de suspensivo que hace el artículo 179 del código civil respecto del plazo es

en este caso impertinente y pone de manifiesto la confusión en la que ha incurrido la ley


30

mezclando el plazo negocial con el plazo de cumplimiento. La distinción entre ambos

fenómenos se comprende fácilmente si se considera que el plazo negocial incide

retardando el desencadenamiento de los efectos del negocio (si el

plazo es suspensivo) o haciéndolos cesar (si es resolutorio), ya sea que el efecto consista

o no en el surgimiento de una relación obligatoria; mientras que el plazo de

cumplimiento actúa respecto de la ejecución de la relación obligatoria

Cuando el plazo está establecido en beneficio del acreedor, por el contrario, la

circunstancia temporal no incide en la exigibilidad de la prestación sino más

bien en su ejecutabilidad de modo que el deudor no puede cumplir ante tempo;

pero en cambio, el acreedor sí puede ejercer su derecho y exigir la prestación

antes de la expiración del plazo. El contrato de depósito y en particular la

obligación restitutoria nos ofrece un ejemplo emblemático y comúnmente

utilizado para apreciar mejor la figura. El artículo 1830 del código civil peruano

señala que, salvo las excepciones allí consignadas, el depositario debe

devolver el bien depositado cuando lo solicite el acreedor aunque no haya

expirado el plazo.

Cuando el plazo está dispuesto a favor de ambas partes, la ejecutabilidad y la

exigibilidad de la prestación son del mismo modo afectadas de suerte que

antes de la expiración del plazo el deudor no puede ejecutar la prestación y el

acreedor a su turno no puede reclamarla.

El plazo es, lo hemos explicado ya, una circunstancia de dicha relación que

tiene como función ubicar a la prestación en la dimensión temporal y por tanto,


31

en conectar esa prestación con el momento de satisfacción del interés del

acreedor. Sin embargo, el plazo adquiere en la mayor parte de los casos una

relevancia accidental en tanto que si bien es verdad que el interés del acreedor

en la prestación sería vano si no se realizara en algún momento, la prestación

tiene para el acreedor una utilidad por sí misma independientemente de esa

circunstancia, y a ello se debe que se haya sostenido con indudable pertinencia

que normalmente el término no constituye un elemento que determine en modo

típico y esencial la prestación, de suerte que la prestación es ella misma

independientemente del tiempo y no pierde su utilidad para el acreedor si es

ejecutada antes o después del momento previsto para ello.


32

Bibliografía

 J. Ignacio Pinaglia-Vilalón: “perfiles de la acción de rescisión por fraude de

acreedores en el código civil español” universidad de sevilla. pinedo talleres

gráficos. españa 2001 pág. 244

 Juan José Díaz Guevara: “el delito de colusión desleal: corruptio unius est

generatio alterius”. revista actualidad jurídica tomo 191 octubre 2009 - gaceta

jurídica. 2009. pág.113

 https://www.definicionabc.com/general/plazo.php

 https://www.monografias.com/trabajos69/modalidades-acto-

juridico/modalidades-acto-juridico3.shtml

 Roca Juan: “comentarios a las reformas del código civil” volumen i editorial

tecnos sa madrid 1977 pág. 394

 Rossana Morales: “la prescripción tributaria – estudio comparativo ecuador

países andinos” editorial corporación editora nacional. ecuador 2004 pág. 29


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ANEXOS

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