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Sociedad en el siglo XXI

Jorge Enrique Briceño Calderón
Hary Alejandra Celis
Esteban Rincón
Corporación Universitaria Minuto de Dios

Corporación Universitaria Minuto de Dios

Comunicación Escrita y Procesos Lectores
Bogotá D.C
2019
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Sociedad en el siglo XXI

Jorge Enrique Briceño Calderón
Hary Alejandra Celis
Esteban Rincón
Corporación Universitaria Minuto de Dios

Docente o Tutor:
Martha Andrea Ruiz

Corporación Universitaria Minuto de Dios

Comunicación Escrita y Procesos Lectores
Bogotá D.C
2019
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Sociedad en el siglo XXI

El articulo plantea la crisis que la sociedad del siglo XXI presenta, vive y afronta. Una
breve mirada a la nación controlada por la economía, donde el sistema no valora los desperfectos,
y está alerta a la más mínima falla. No ha reparado en fomentar una economía sostenible y sana
para el ambiente, por el contrario, acaba con la materia prima del país y busca gobernar más
territorio para hacer lo mismo. Está claro, que ha cambiado mucho nuestra manera de vivir
durante las últimas décadas, las estructuras han perdido su valor y su fuerza y hemos entrado en
una cultura postmodernista – o mejor – rejuvenecida, que cambia los significados de nuestras
vidas produciendo a seres más solitarios, preocupados por aspectos más insignificantes y
dedicados a la absoluta diversión, sin cuestionarse, sin preguntarse, sin conseguir profundizar,
inspirarse, sin revelarse contra un sistema que lo sumerge en una burbuja de encantamiento
mental, consiguiendo poseer a todo un ser pensante y poderoso.

No únicamente estamos viviendo crisis en el modelo de desarrollo y de contribución

social, sino en la aparición de nuevas formas de organización, cultural, económica y política; así
pues, nos encontramos casi de espanto, con un desarrollo humano, con teorías, hipótesis y
paradigmas sustentadas en todo el egocéntrico capital humano, donde los conocimientos y por
ende la educación como concepto global se convierte en el detonante de esta sociedad del nuevo
milenio.

La familia en la actualidad enfrenta desafíos importantes como son la pobreza, la

migración y el cambio de roles. La clásica mujer ama de casa, esposa y madre y poco más a
desaparecido. Antes cuando la madre trabajaba era mal vista ante la población ya que el
verdadero rol de madre era muy bien valorado y contribuía a su desarrollo personal femenino; así
mismo desvelaba con cierto desprestigio el fracaso del hombre como sostén económico del hogar
y su rol principal del varón. Las familias tenían mayor estabilidad, pegadas a una cultura
comunitaria fiel a la tradición. Hoy en día las relaciones se están volviendo más inciertas y
confusas, nos vamos de casa con el primer amor que encontramos; cuando en realidad nos
sentimos atraídos por otra, cuando cualquier sacrificio es justo antes que deshacer la pareja,
cuando creemos que “si me porto bien, me amará siempre”. Incluso, los padres están enfrentando
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problemas con respecto a cómo mantener su autoridad en una sociedad y una cultura que da más
espacio a los niños y jóvenes.

Para Balbuena, J (2005). La escuela es un importante espacio en el que ocurren procesos

de transmisión de culturas y valores, y de observación de modelos. Por eso es importante la
participación de la familia en el proceso escolar de los hijos y el permanente contacto con los
maestros (pp.7)

Estas constataciones han permitido sostener que la familia contemporánea ya no es una

institución sino una red de relaciones que, en lugar de ser responsables de transmitir el
patrimonio económico social y moral de una generación a otra, tienden a privilegiar la
construcción de la identidad personal. Es por esto, que la inversión social deberá significar
exactamente eso, la sumatoria de esfuerzos, la multifactorialidad de las acciones, la
democratización de la toma de decisiones, el impulso y potenciación de las capacidades, todo ello
en un marco de equidad, justicia y bienestar común.

Ahora bien, las políticas públicas y las privadas que funcionan en nuestro entorno están
determinadas por la estructura económica del momento, consecuentemente, la combinación de
estos factores conlleva a fijar una serie de ideologías afines con tales sistemas de funcionamiento.

Córdoba (2001) señala que, “el sistema de mercado es el gran gobernador, es el que dicta
las reglas de cómo tenemos que producir y de consumir; y por lo tanto como tenemos que vivir y
como debemos pensar”

Así pues, el dinero que tantas libertades aumenta y que tanta esclavitud hace desaparecer,
derrumba a dioses anteriores para constituirse en el supremo terrenal de nuestros tiempos, además
lo propio del dinero es que su nombre se convierte en número. Su calidad se expresa por su
cantidad. Ya no se valora lo que se sea, sino cuanto se valga. "Gano X millones" es la adecuada
presentación del ejecutivo que pavonea en el templo sagrado del dinero. Barriaga(2014). En fin,
los efectos de la globalización han facilitado que la economía mundial siga invadiendo nuestros
espacios y que se busquen las mejores alternativas para reducir los costes de producción, lo cual
conlleva al traslado de las fábricas a lugares menos desarrollados, donde la mano de obra tiene un
coste insignificante.
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Los avances de la tecnología, que durante las últimas décadas han invadido nuestras
vidas, han fomentado que las grandes empresas nos vendan formas de vida, lo importante no es la
venta del producto en sí, sino hacerte creer que el producto que estas comprando es lo mejor, lo
más bueno. Si picamos en el anzuelo, el fin ya está conseguido, no porque saquen una
insignificante suma de dinero por este determinado producto, sino porque habrán conseguido un
patrocinador más de su marca, que promocionará su eslogan por allí a donde vaya.

Con tal suerte que, mientras se esté consumiendo ese producto todo el mundo podrá
observar la marca quedándose grabada en su inconsciente, por lo que lo importante no es la venta
del producto en sí, sino la publicidad que se haga de él.

En síntesis, con el aporte de la educación, factor que más influye en el avance y progreso
de personas y sociedades; además de proveer conocimientos, se garantiza el enriquecimiento de
la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos.

Estas son las problemáticas con las que nos encontramos cada vez que analizamos la red
de la que hacemos parte, aspectos claves como, la política, la violencia y sexualidad apenas son
mencionados en este artículo debido a que su profundización exigiría una investigación en
paralelo. De modo que, resolvemos decididamente, acomodarlo por voluntad al gusto y a la
bondad, concluyendo que la mejor forma de intervenir no es con palabras, sino con acciones, no
importa lo que se diga sino lo que se haga, porque esa actitud será un reflejo para otros. Es
urgentemente necesario estimular las relaciones entre nosotros, relaciones sanas y desinteresadas,
evitando que solo se centren en el intercambio de bienes porque una sociedad dividida y
jerarquizada nos desvincula de nuestro fin como seres humanos.
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Bibliografía
Balbuena, J (2005), La familia, núcleo básico de la sociedad y reflejo de las condiciones de vida
de la población, México, DF México: Población y Desarrollo.
Barriaga, S (2014), El individuo en la sociedad del siglo XXI: reflexiones sobre el cambio
sociopolítico. Recuperado el día 8 de noviembre de 2019, de:
http://bibliotecas.unam.mx/index.php/desarrollo-de-habilidades-informativas/como-hacer-citas-y-
referencias-en-formato-apa
Restrepo L.A(1994) Historia y sociedad [versión electrónica] Recuperado el día 8 de noviembre
de 2019, de: https://revistas.unal.edu.co/index.php/hisysoc/