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V INGEPET 2005 (EXPL-1-AM-203)

MODELADO DE RESERVORIOS 3D A PARTIR DE INFORMACIÓN DE POZOS,


PRODUCCIÓN Y SÍSMICA 3D. EXPERIENCIA EN EL RESERVORIO AVILÉ DEL
YACIMIENTO PUESTO HERNÁNDEZ, NEUQUÉN, ARGENTINA.

Aldo Omar Montagna, André Toneto Picarelli − Petrobras Energía; Sergio Fabián Barros −
Schlumberger

Resumen
En este trabajo se presenta el modelado geocelular del Miembro Avilé de la Fm. Agrio en el yacimiento
Puesto Hernández, ubicado en el norte de la cuenca Neuquina, Argentina.

Se trata de depósitos continentales y marino someros, predominando en el área del yacimiento los de
origen eólico. El espesor promedio es del orden de 25 metros con máximos de 35 metros en el máximo
espesor de la duna, y mínimos del orden de un metro en las zonas de interdunas o hacia el norte donde
los depósitos culminan con un “pinch-out”.

Por lo general, las características petrofísicas más favorables se localizan en las zonas de máximo
espesor; observándose notorias variaciones (disminución de porosidad), relacionadas con la
desaparición del campo de dunas.

Al momento de realizar el trabajo, nos encontramos con una problemática representada por una gran
variación areal de la porosidad que actúa, por un lado, como límite de la zona productiva, y por otra
parte, como una barrera de transmisibilidad entre pozos; una distribución areal irregular de los pozos,
que dificultan el modelado petrofísico; y por último, una avanzada inyección de agua, que enmascara la
producción primaria de petróleo.

A partir de una excelente correlación sísmica - petrofísica, fundamentalmente entre la amplitud sísmica,
el atributo de traza compleja fuerza de reflexión y el espesor y la porosidad, se desarrolla el modelado
estático de reservorios.

Para el mismo se utilizan los registros de volumen de arcilla, porosidad efectiva, saturación de agua y
permeabilidad de 81 pozos; el mencionado cubo sísmico y los datos de producción de todos los pozos.
En el caso de la producción, se trabajó tanto con la producción total de cada pozo, y por otra parte con la
producción normalizada a un año en aquellos pozos perforados previamente al comienzo de la inyección
de agua.

Se obtuvo así un modelo petrofísico y de producción, que permitió mejorar el conocimiento del
reservorio, obtener un ajustado modelo estático, y por último, obtener un modelo de predicción a nivel
petrofísico y de producción, esencial para la planificación y desarrollo de nuevas perforaciones.

La corroboración del modelo se realizó con 5 pozos (situados a distancias que fluctúan entre 645 m. y
2135 m. de los pozos más cercanos), dónde se predijeron propiedades petrofísicas similares a las reales
y producciones normalizadas calculadas con diferencias menores al 10% de las reales.

Objetivos
El principal objetivo del trabajo fue optimizar el conocimiento del reservorio a través del modelado
geocelular 3D utilizando datos de pozos, información sísmica y datos de producción del campo.

Sin intención de diferenciar entre objetivos primarios y secundarios, o principales y subordinados. Esta
finalidad está apoyada en tres consideraciones teóricas como son:

- Analizar y obtener una relación entre datos sísmicos y petrofísicos.

- Alcanzar un modelo estático del reservorio a partir del modelado geocelular.

- Obtener un modelo de predicción como base para nuevas perforaciones basado en datos
petrofísicos y de producción.
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Introducción
El yacimiento Puesto Hernández (Figura 1) está ubicado en la provincia de Neuquén, en el oeste de la
República Argentina, a unos 1200 km. de Buenos Aires, la capital nacional.

Figura 1. Plano de Ubicación

Al momento del estudio, hay 890 pozos perforados, entre productores e inyectores; siendo a Diciembre
del 2004 la producción bruta acumulada de 23 millones de metros cúbicos, el petróleo acumulado de 9.6
millones de metros cúbicos y el volumen inyectado de agua de 29.5 millones de metros cúbicos.

La producción bruta y de petróleo a la misma fecha son 6100 m3/día y 400 m3/día respectivamente, y el
caudal inyectado de agua dulce es de 6200 m3/día.

Desde el punto de los reservorios productivos, en Puesto Hernández hay 4 reservorios principales (figura
2):

- La formación Rayoso, alternancia de arenas y arcillas de origen continental, de ambiente fluvial –


lacustre.

- La Formación Huitrín, arenas eólicas fluviales.

- El Miembro Superior de la Formación Agrio, de origen marino, alternancia de calizas, arcillas y


conglomerados.

- El Miembro Avilé de la Formación Agrio, correspondiente a dunas e interdunas de origen


continental.
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La columna estratigráfica en el área del yacimiento se encuentra desarrollada en forma completa aunque
con espesores disminuidos por encontrarse cerca del borde de cuenca (Figura 2).

Figura 2. Columna
Estratigráfica

El registro sedimentario desde el punto de vista de producción de hidrocarburos se inicia con la Fm.
Agrio, integrada en su base por sedimentos marino profundos del Mbo. Inferior, continuando en relación
de discordancia erosiva el Mbo. Avilé de origen eólico. Al mismo lo suprayace (cerrando ésta
Formación), el Mbo. Superior que se inicia con sedimentos finos de fondo de cuenca y culmina con
sedimentos clásticos de un ámbito marino costero con variaciones importantes del nivel de base,
responsable principal de la depositación de conglomerados.

Consideraciones Geológicas
El Mbo. Avilé de amplia distribución areal en el norte de la Cuenca Neuquina, corresponde a depósitos
continentales y marino someros, predominando en el área del yacimiento los de origen eólico. Está
compuesto principalmente por areniscas cuarzolíticas con feldespatos subordinados. El cemento es
principalmente carbonático y varía de escaso a abundante según las zonas del reservorio. Los finos
intersticiales en su mayor parte son caolinita, illita y esmectita y resultan en general escasos.

Los reservorios productivos en el ámbito del yacimiento conforman un suave homoclinal con buzamiento
al sudoeste con una pendiente regional de 5°. Los mismos se encuentran perturbados al este del
Yacimiento por un fallamiento de rumbo con dirección sursudeste – nornoroeste que afecta toda la
columna sedimentaria originando un quiebre de pendiente de las curvas estructurales quedando el
bloque bajo al este de esta zona ampliamente fallada. (Figura 3).
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Figura 3. Mapa Estructural al tope de Avilé

Fuera de la zona de amplio fallamiento existen fallas asociadas de menor escala (involucra a veces 2 o 3
capas) en general subverticales con poco rechazo (difíciles de diagnosticar por correlación de perfiles)
cuyas direcciones preferenciales son estenoreste – oestesudoeste (Figura 4).

El carácter desvinculante de las mismas en cuanto a fluidos a veces está dado por la presencia de
hidrocarburos pesados (asfaltista) en el plano de falla.

Figura 4. Fallas de distintas escalas

El espesor promedio es del orden de 25 metros con máximos de 32 metros en el mayor desarrollo de los
cuerpos de dunas, y mínimos del orden del metro en las zonas de interdunas o hacia el norte donde los
depósitos culminan con un “pinch-out”. Por lo general, las características petrofísicas más favorables se
localizan en las zonas de máximo espesor.
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El mapa isopáquico de la figura 5 muestra que en la zona de estudio el rango de espesor del Mbo. Avilé
fluctúa entre los 12 y los 27 metros de espesor. El máximo corresponde al máximo desarrollo de la duna,
mientras que el mínimo está caracterizando las zonas de interdunas. Hacia el norte, la disminución de
los depósitos psamítico culminan con un “pinch-out”.

Figura 5. Mapa isopáquico Figura 6. Mapa de isoporosidades

Por su parte en el mapa de porosidades (Figura 6), se observan, en general, las notorias variaciones que
ocurren en sentido oeste – este. Esta marcada disminución de porosidad relacionada con la desaparición
del campo de dunas, está oficiando por un lado, en límite del área económicamente productiva, y por
otra parte de responsable de algunas de las pobres conectividades entre pozos observadas en las
historias de producción e inyección.

La figura 7 muestra la sección sísmica correspondiente a la línea 310 (sentido norte – sur), donde se
puede apreciar un evidente cambio de carácter en los reflectores inmediatamente por arriba y por debajo
del identificado como tope del Mbo Avilé (reflector rojo).

En la figura, el perfil de rayos gamma (color fucsia), está en la pista izquierda, mientras que el perfil de
SP (color negro), está en la misma pista del pozo del centro: se observa que no hay cambio de espesor
del tramo psamítico a ambos lados de la anomalía. Por otra parte, en las pistas derechas se representó
el perfil de densidad (color verde), pudiéndose apreciar la variación de porosidad entre los pozos
involucrados.

Esta fuerte disminución de amplitud sísmica de la ondícula (en valores máximos pasa de –80 a +50), se
puede seguir fácilmente en toda la zona que tiene información sísmica y está asociada a ese cambio
petrofísico antes mencionado.

Figura 7.Correspondencia sísmica - petrofísica


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Metodología
La metodología de análisis seguida es la propuesta por Campanella et all (1992), que se resume en la
figura 8a. En negrita se señalan las tareas realizadas en el presente trabajo.

Análisis de atributos Mod Campanella et al 2002


prestack

Ajuste de datos de
Distribución pozos, información Ajuste MODELO 3D:
Análisis Marco preliminar de pozos, información
sísmica (pre y post
petrofísico estructural propiedades sísmica (pre y post
stack), y datos de
básico (perfiles estratigráfico (producción, stack), y datos de
producción
+ coronas) sísmicos, Simulaciones P10, producción
petrofísicos) P50 y P90

Simulación Modelo Simulación


Streamline y Streamline numérica
Análisis de
Modelo Conceptual. ajustado
datos de (“intelligent
producción History match
upscale”) Adjusted
development
plan
Figura
Figura8a. Flujode
8. Flujo deTrabajo
Trabajo

Evidentemente la caracterización realizada tiene en carácter de estática, estando en estos momentos en


pleno trabajo del modelado dinámico del Mbo. Avilé.

Desarrollo
La problemática general que presenta el reservorio Avilé en el yacimiento Puesto Hernández se puede
generalizar en:

- En primer lugar, la gran variación areal de porosidad que actúa, por un lado, como límite de la zona
productiva, y por otra parte, como una barrera de transmisibilidad entre pozos.

- Distribución areal irregular de los datos de entrada, que dificultan el modelado petrofísico.

- Avanzada inyección de agua, que enmascara la producción primaria de petróleo.

Para intentar dilucidar dicha problemática es que se realizó el modelado geocelular del reservorio, dónde
se trabajó en la integración de datos e información provenientes de distintas disciplinas. De este modo se
utilizó la información sísmica 3D existente, los perfiles de pozos interpretados (fundamentalmente
volumen de arcilla, porosidad efectiva y saturación de agua), las correlaciones existentes a partir de la
interpretación geológica sobre la base de registros eléctricos, los datos de producción de hidrocarburos e
inyección de agua, los estudios de simulación numérica y las interpretaciones estructurales previas.

En primera instancia se trabajó en la interpretación estructural de la información sísmica. La figura 8b


muestra la respuesta sísmica de la base del Mbo Avilé.

Se realizaron cortes sísmicos entre pozos (figura 7), así como interpretación estructural a partir de
“semillas” siguiendo las formas de la ondícula sísmica.
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Figura 8b. Interpretación del reflector correspondiente a la base


del Mbo. Avilé

De esta forma, se pudo calibrar la respuesta de los distintos lineamientos estructurales y estratigráficos.
También se realizaron análisis de atributos sísmicos, entre los cuales fueron de invalorable ayuda la
fuerza de reflexión y la amplitud; ya que reflejaron claramente la pérdida de espesor hacia el norte y el
deterioro de las condiciones petrofísicas en ciertas zonas del área de estudio.
Con todo esto pudo lograrse una correlación más confiable entre la información petrofísica y los datos
sísmicos.
Las siguientes figuras muestran la mencionada relación. La figura 9a, muestra claramente la muy buena
correlación entre el espesor total del miembro Avilé y la amplitud sísmica. Está destacado con los dos
óvalos amarillos en la parte superior y central la correspondencia entre los mayores espesores totales y
las más altas amplitudes sísmicas positivas. Sin embargo, al sur del yacimiento (señalado por el óvalo
amarillo inferior), la excelente relación mencionada se pierde.

Figura 9a. Relación amplitud sísmica – espesor total

Figura 9b. Relación amplitud sísmica – espesor poroso


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En el mapa de la figura 9b, se muestra la correlación entre espesor poroso (corregido por volumen de
arcilla con un corte de 30%, y la porosidad efectiva con un corte de 12%), y las mayores amplitudes
positivas.

Al sur del yacimiento, se repite la mencionada pérdida de relación (en realidad, se repite el esquema
mostrado en el espesor total y el neto).

Entendemos que el deterioro en el vínculo es debido a la falta de ajuste que tiene el mapa de espesores
(tanto el total como el neto), por la poca cantidad de información existente. En realidad, podemos inferir
que la zona sur presenta (de acuerdo al mapa de amplitud sísmica), un excelente espesor, pero debajo
del contacto agua – petróleo.

La figura 10 por su parte, esta mostrando el vínculo entre la porosidad efectiva y la amplitud sísmica.

Es evidente la pérdida de correlación, que nos permite afirmar que la mayor relación de la amplitud
sísmica es con el espesor y la porosidad en conjunto.

Todos estos mapas de amplitud sísmica no sólo nos dan una idea cuantitativa – cualitativa de las
variaciones petrofísicas (espesor poroso), y fueron de suma importancia en este trabajo ya que
permitieron analizar en detalle y con un grado de confianza muy aceptable aquellas zonas entre pozos
donde sólo se contaba con un valor de porosidad y espesor promediado de pozos vecinos; pero que en
la zona de estudio (límite del campo de dunas – interdunas, con rápidas variaciones laterales de
porosidad –y no de espesor-), muchas veces no explicaba el comportamiento hidráulico del Mbo. Avilé.

Figura 10. Relación amplitud sísmica - porosidad

También registraron el cambio nítido de amplitud al este del yacimiento (bien marcado, de rumbo norte –
sur), que coincide con la disminución de un 25% de porosidad promedio a valores de 13 – 14%, (figura
11).

Por último, cabe señalar que en todos los mapas hacia el norte existen anomalías similares a las ya
descriptas hacia el este. El motivo de estas anomalías es distinto: nos indican la desaparición de la
facies psamítica del Mbo. Avilé y el pasaje a términos netamente pelíticos.

En líneas generales, la relación sísmica – petrofísica es muy buena (factor de correlación superior a
0.80), hecho que apoya la decisión de usar cokriging en la propagación de propiedades petrofísicas en el
resto del yacimiento.

Una vez realizada la interpretación de los 81 pozos escogidos (obteniéndose de esta forma los perfiles
eléctricos interpretados porosidad efectiva; volumen de arcilla y saturación de agua); la interpretación de
las dos superficies sísmicas correspondientes al tope y base del miembro Avilé convertidas a
profundidad; la confección de una ley permeabilidad – porosidad para la propagación de la primera de
las propiedades; y la correlación sísmica – petrofísica, se procedió a realizar el marco estratigráfico.
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Pinch-out

Variación de
porosidad

Figura 11. Vínculo sísmica - petrofísica

El tamaño de la grilla es de 100 m x 100 m., estableciendo algunas fallas como tendencias. Se escoge
una grilla ortogonal, de dirección norte – sur. En la figura 12 se señalan alguna de las fallas que usamos
como tendencia.

Figura 12. Construcción del marco estratigráfico


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Para la determinación del arreglo interno (arreglo entre los distintos sets de dunas), dentro de la
secuencia psamítica correspondiente al Mbo. Avilé; así como para precisar las relaciones con los
cuerpos subyacentes y suprayacentes, se realizó un trabajo en afloramientos representativos y análogos.

La figura 13 muestra los datos obtenidos así como el modelo de subsuelo resultante. El mismo se realizó
siguiendo un arreglo interno proporcional y una relación entre cuerpos concordante.

Figura 13. Marco estratigráfico: Relaciones internas y externas

Dentro del arreglo interno proporcional y teniendo en cuenta el espesor promedio de 25 a 30 m. que
presenta el Miembro Avilé, se escoge dividir el intervalo en 60 niveles, por lo que en buena parte del
modelo el espesor de las celdas quedó en valores cercanos a los 50 cm.

El siguiente paso es escalar los perfiles eléctricos adquiridos e interpretados (con valores cada 10 cm.), a
las celdas resultantes (en promedio, de espesores de 50 cm.

En la figura 14 se muestra uno de los controles de calidad realizados (el otro fueron los histogramas
entre los datos de perfiles, cada 10 cm. y los datos escalados a la grilla, en promedio, cada 50 cm.).
Podemos ver en la pista de la izquierda, superpuestos, los perfiles de porosidad en el pozo (EPOR) y el
perfil de porosidad escalado (EPOR [U]).

En el siguiente, los perfiles de volumen de arcilla. En la pista 3 el perfil de saturación de agua en el pozo
y en 4 el escalado.

En la profundidad de 406 m. se ven, en la parte superior, los valores de los distintos perfiles, muy
similares. Vemos que el perfil escalado respeta en un alto grado al perfil original.

El paso previo a la propagación de las propiedades petrofísicas es realizar el análisis de datos. En primer
lugar se llevó la distribución original a una distribución gaussiana (condición necesaria para realizar un
análisis geostadístico); para, acto seguido, modelar el variograma experimental.

En nuestro trabajo se modeló la porosidad normalizada, tanto areal (en dirección de los ejes mayor y
menor), como vertical. Se escogió el modelo teórico exponencial, una dirección de mayor homogeneidad
de 110 grados (W NW a E SE), y unos rangos de 1926 m. en la dirección de mayor homogeneidad, de
1003 m. en el sentido de la mayor variabilidad; y un rango vertical de 10.5 m.

La magnitud de estos rangos no hace más que confirmar lo observado en los afloramientos análogos y
en los perfiles de pozos: la marcada homogeneidad tanto horizontal como vertical que presenta el
miembro Avilé en el ámbito del área en estudio.

Con estos datos, se procedió a la distribución areal de las propiedades.


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Figura 14. Extrapolación de perfiles al


marco estratigráfico

En la figura 15 está el modelado de la porosidad, usando Simulación Gaussiana y Cokrigging con la


amplitud sísmica.
Podemos ver la homogeneidad de la porosidad y como los valores menores corresponden a los
espesores menores, asociados a la zona de interduna.

Figura 15. Modelado de porosidad

En la figura 16 se presenta la propagación de la saturación de agua. Quedá muy definido el contacto


agua - petróleo, y las zonas de alta saturación de agua al norte del contacto coinciden con el menor
espesor, las más pobres porosidades y los espesores menores (interdunas).
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Figura 16. Modelado de saturación de agua

Por su parte, en la figura 17 se presenta el resultado del modelado del volumen de arcilla: se repite lo
mencionado para la porosidad y la saturación de agua, en cuanto a la relación con el espesor de los
cuerpos y los valores de la propiedad (en el corte se aprecia claramente el hecho de presentarse los
mayores volúmenes de arena en las zonas con mayores espesores de cuerpo -zonas de dunas-. Para la
propagación del volumen de arcilla también se usó cokrigging, pero con un factor de correlación mucho
menor (0.52)

Figura 17. Modelado de arenas

Una vez obtenido el modelo petrofísico, la última etapa de la caracterización consistió en el modelado de
la producción; para conformar con ambos una herramienta predictiva para futuras perforaciones y/o
reparaciones, tanto en lo que se refiere a producción de petróleo como parámetros petrofísicos
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Para ello se escogieron todos aquellos pozos perforados durante la misma campaña, que tuvieran una
historia de producción de más de 1 año al momento de iniciar el programa de inyección de agua.

En la figura 18 están estos datos de producción acumulada normalizada a 1 año (columna 4), y el
periodo en que alcanzó dicha producción (columnas 2 y 3), mientras que en las figuras 19 y 20 se
muestra la distribución de los pozos utilizados y el mapa de acumuladas de hidrocarburos normalizadas
realizado con dichos valores.

Figura 18. Datos de producción normalizados

Figura 19. Distribución de los pozos utilizados Figura 20. Mapa de isoacumuladas normalizadas

Finalmente estos valores de


acumuladas por pozo son
llevados a la grilla
quedando así asignado un
valor de NP para las celdas
que contienen a los pozos.

En la figura 21 se muestra
la grilla de 1 celda realizada
(derecha), el resultado de la
distribución de los valores
de acumulada normalizada
en dicha grilla (abajo), y un
corte este - oeste con la
asignación mencionada
(arriba).

Figura 21. Distribución de las acumuladas en un modelo de 1 celda


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Con esta información en las celdas de la grilla, se procedió a realizar un modelado geoestadístico pero
utilizando para la propagación de la producción acumulada los mismos parámetros (tendencia, rangos
horizontales mayores y menores, rango vertical, etc.), obtenidos del análisis de la información petrofísica
(porosidad, saturación de agua, volumen de arcilla y permeabilidad).

Entonces, partiendo de las premisas que las celdas que tienen acumulada son aquellas que presentan
condiciones petrofísicas favorables que las convierten en las más apropiadas para ser drenadas; y que el
valor absoluto de la producción acumulada en las celdas de los pozos no es del todo exacto puesto que
en un pozo existen más de una celda a la que se le puede asociar la producción; se procedió a distribuir
la acumulada normalizada a todas las celdas del modelo original.

Esta distribución no es real en su cuantificación absoluta (la producción da mucho más que la real del
campo), pero mantienen una coherencia y un factor de relación con la acumulada total. Es decir,
cualitativamente es el mismo comportamiento.
Con una simple operación matemática, se genera una variable que guarde el porcentaje de la acumulada
normalizada, siendo esta el resultado del cociente entre la acumulada normalizada distribuida, y la
sumatoria de la misma.
El último paso es aplicar a la acumulada normalizada total el porcentaje de dicha acumulada para así
obtener una acumulada normalizada real para cada celda (figura 22).

Figura 22. Acumulada distribuida

Para terminar, se presenta en la figura 23 la muy buena correlación (factor 0.72), entre la producción
calculada y la amplitud sísmica.

Figura 23. Vínculo producción - sísmica


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La propiedad de predicción que se quiso alcanzar fue puesta a prueba con los pozos PH-77, PH-80 y
PH-114 (figura 22).

Desde el punto de vista petrofísico, en la figura 24 se presenta el resultado del pozo PH-80, situado a
una distancia de 645 m. del pozo más cercano. Podemos ver que el perfil de porosidad calculado (EPOR
[U]) es muy similar al original.

Las diferencias son mayores en el caso del VSH y aún más notorias en el caso de la SW. Esto nos
permite concluir que es necesario modelar el variograma para cada propiedad (y no usar el resultado del
modelado del variograma de porosidad para las demás propiedades petrofísicas).

En el caso del PH-114, el pozo más cercano está a casi 2000 m., y la situación es la misma, aunque
además se observa un desfasaje en profundidad del perfil de SW. Aquí se concluye que en el caso de la
SW es necesario trabajar con topes internos dentro del miembro Avilé.

Igualmente la estimación es excelente y de un grado de confiabilidad marcada en cuanto a la predicción


alcanzada.

Closest Well: 645 m. Closest Well: 1938 m.

Figura 24. Registros reales vs. Registros estimados

Por su parte, en la tabla siguiente se muestra la estimación (para los mismos pozos), de la producción. Si
bien la estimación es buena, los valores calculados con algo mayores que la producción real alcanzada,
con una diferencia del orden del 10%.

POZOS ACUMULADA REAL ACUMULADA ESTIMADA


PH-77 12581 14620
PH-80 11529 12022
PH-114 18189 19945
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Conclusiones
- Se obtuvo una excelente correlación entre la amplitud sísmica, el atributo fuerza de reflexión, y el
espesor poroso.
- La integración de información sísmica, geológica, de producción de hidrocarburos y de inyección de
agua fue fundamental para comprender el comportamiento del reservorio y obtener el modelo
estático 3D del mismo.
- Se consiguió un modelo predictivo de alta calidad tanto en términos de producción como,
fundamentalmente, en cuanto a comportamiento petrofísico.
- El modelado geocelular en tres dimensiones permite realizar en forma rápida, gráfica y precisa
ajustes al modelo estático, en un camino interactivo con el modelo dinámico, dentro de flujo no lineal
de trabajo.

Contribuciones Técnicas
Se destaca que esta metodología (sustentada en la integración de herramientas, disciplinas y
profesionales), permitió obtener un excelente conocimiento del campo, y fundamentalmente contar con
un modelo predictivo para la ubicación de nuevas perforaciones y la planificación de reparaciones de
pozos existentes.

Bibliografia
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Agradecimientos
Los autores quieren agradecer a Petrobras Energia y Schlumberger por la posibilidad brindada de compartir este tipo
de experiencias.

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