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GUÍA

DIDÁCTICA

CLÁSICOS HISPÁNICOS
Historia de
una escalera

Guía Didáctica
Jordi Ardanuy

Nota: Esta muestra está realizada con las primeras pruebas, por lo tan-
to, es posible que en ellas aparezcan errores que siempre se corrigen
en unas segundas pruebas y que no aparecen en la guía editada.
ANÁLISIS

1
GUÍA DE LECTURA

1.2 Acto primero


a ¿Qué adjetivos aplica, respectivamente, a la barandilla y la
ventana lateral? ¿De qué iluminación dispone la escalera?
¿Qué idea del vecindario ofrece este decorado?
© La barandilla que bordea los rellanos y escalones es calificada de
“muy pobre” y la ventana lateral es descrita como “sucia”; la poca luz que
entra por ella, así como la que provee una “polvorienta bombilla enrejada”
constituye la única iluminación de la escalera. Este decorado evidencia la
escasez de recursos económicos del vecindario, pero también sugiere su de-
jadez, es decir, el aspecto moral de su pobreza.
b Haz una copia ampliada de la escenografía. Cuando, media-
do el primer acto, hayas conocido a casi todos los personajes,
te resultará muy provechoso agruparlos por familias y escribir
sus nombres sobre las puertas de sus respectivas viviendas.
© Actividad de respuesta libre.
c Ante la enojosa visita del personaje, ¿de qué diferente modo
reaccionan la señora Generosa, Paca, doña Asunción y Elvira?
Repara en las actitudes que cada una de ellas adopta y en las
expresiones y el tono que emplean: ¿se corresponden con el
somero apunte que esboza Buero de estos personajes? ¿En qué
se advierte su distinta situación socio-económica? (pp. 6-11)
© La visita que provoca las distintas reacciones de los vecinos es la
del cobrador de la luz. Tanto Generosa como Paca expresan su descontento
ante un importe que consideran demasiado alto, pero mientras la primera se
limita a lamentarse, la segunda muestra una actitud agresiva e insultante an-
te el cobrador, que consiste en tildar de ladronera” a la Compañía eléctica,
e incluso en desearle que sufra un accidente al bajar por la escalera. Por
otra parte, Doña Asunción no hace ningún comentario negativo respecto a
GUÍA DE LECTURA 5

la tarifa, pero presentará la ausencia del hijo como excusa para no pagar.
Por los comentarios del cobrador, sabemos que esa situación se ha produci-
do en otras ocasiones. La única que paga puntualmente y no muestra una
actitud contrariada es Elvira.
Las actitudes demostradas en su primera aparición corresponden al so-
mero esbozo que el autor hace de los personajes en las acotaciones: mien-
tras Generosa e presentada como una “pobre mujer”, de Paca se dice que es
“gorda y de modales desenvueltos”. Elvira es presentada como una “linda
muchacha” y sus modales son acordes a su presencia, de igual modo, la
amabilidad de Doña Asunción concuerda con el tratamiento de doña” que
recibe. No obstante, es la única que no puede realizar el pago, sus excusas
son calificadas como “monsergas” por parte del cobrador, quien le reprocha
que quiera gastar como una señora”, en vez de acogerse a fórmulas tarifa-
rias que le hubiesen ayudado a controlar el gasto.
El atuendo de Elvira, como el de su padre, Don Manuel, “denotan una
posición económica más holgada que la de los demás vecinos”. Además,
son los vecinos cuya factura de luz ha sido más alta y los únicos que han
pagado sin protestas ni lamentaciones, no sólo su recibo, sino también, fi-
nalmente, el de Doña Asunción.
d Según Paca, ¿cómo solucionaría su hijo Urbano el abuso que
ha cometido la compañía eléctrica al subir la tarifa? (p. 6)
© Según Paca, su hijo Urbano cree que las injusticias sociales se so-
lucionarían tirando a más de cuatro por el hueco de la escalera”. Esta ame-
naza constituirá uno de los leitmotiv de la obra y servirá para retratar al per-
sonaje como poseedor de un arrojo que es fundamentalmente verbal, pero
que se queda en palabras y no se traduce en hechos. Madre e hijo hacen ga-
la de una misma desenvoltura verbal, que identifica a la familia.
e ¿A qué subterfugio recurre doña Asunción para no pagar al
Cobrador? (p. 9) La descripción que hace de su hijo Fernando,
¿qué idea nos da del joven? (p. 11)
© Doña Asunción se excusa con la ausencia del hijo para no pagar.
A través de su conversación con Don Manuel nos enteramos de que Fernan-
do trabaja en una papelería (empleo con una cierta pátina intelectual, por-
que da acceso a la lectura de libros), pero que no está contento, por la esca-
sez del sueldo y por ello tiene muchos proyectos, aunque no muestra una
gran determinación para realizarlos: “no hace más que leer y pensar. Siem-
pre está en la cama pensando en sus proyectos”. Fernando, pues, se deja in-
tuir pretencioso e irrealista como también su propia madre.
f ¿Por qué don Manuel decide ayudar a doña Asunción? (p. 10)
¿Qué propósito mueve a Elvira? ¿Qué opina don Manuel de
Fernando? (pp. 11-13) ¿Y Trini de Elvira? (p. 14) ¿Qué defec-
tos dirías que tienen padre e hija?
© Don Manuel decide ayudar a doña Asunción porque, deducimos,
se lo pide su hija. Esta finge tener buen corazón y estar preocupada por la
6 ANÁLISIS

mujer, pero su padre sabe que es Fernando quien mueve a la muchacha.


Don Manuel opina que el muchacho es un “tarambana” que “no tiene don-
de caerse muerto”, por lo que no cree que sea buen partido para Elvira.
Aunque Generosa, la vecina menos maliciosa, cree que Elvira es sólo
“una niña consentida”, Trini, hija de Paca y hermana de Urbano, cree que
es una “lagartona”, es decir, que sus actitudes obedecen a un plan para se-
ducir a chico más atractivo de la escalera.
g ¿Qué opinión le merece el joven a la señora Generosa? (p.
14) ¿Cómo se comporta Fernando con su madre? (p. 15)
© La señora Generosa considera que Fernando es “muy simpático”,
aunque también lo califica como “gandulazo”. Cuando aparece en el rella-
no saliendo de su piso, nos damos cuenta de que no era cierto que no estu-
viese en casa, como había dicho su madre. El chico la trata de forma irres-
petuosa y cruel, rechazando, como adulto, la vigilancia de la madre y sus
velados reproches a su ineficiencia como hombre de la casa (“¡Qué inopor-
tunidad! ¡Pareces disfrutar recordándome nuestra pobreza!”).
h ¿Qué distintas posturas sostienen Urbano y Fernando ante una
realidad que les parece insatisfactoria? ¿Qué se reprochan el
uno al otro? (pp. 16-19) Ante la expresión de un buen propó-
sito de Fernando, ¿qué le echa en cara su amigo? (p. 19)
© Ambos personajes canalizan de forma contraria su descontento ha-
cia la realidad que les rodea, simbolizada por la escalera. Urbano, trabaja-
dor metalúrgico, tiene una fuerte conciencia de clase que le hace depositar
sus esperanzas de mejora social en la solidaridad y ayuda mutua, cuya ex-
presión es el sindicato. En cambio, Fernando es un trabajador sin conciencia
de clase –un “triste hortera”, que, sin embargo, se cree un “marqués”, según
la opinión de su amigo–, de ahí que su deseo sea “subir solo” y menospre-
cie toda empresa colectiva, como obra de aquellos que no tienen suficiente
iniciativa personal. Urbano le reprocha a Fernando, además del egoísmo de
su planteamiento, la incoherencia de su conducta respecto a los propósitos
que manifiesta: su carácter de “soñador ” y “gandul” convierten en quiméri-
cos sus objetivos de ascenso en solitario.
i Urbano y Fernando se confiesan sus anhelos. ¿Crees que los
personajes son idealistas? No obstante, ¿te parece que alguno
de ellos es más realista que el otro? ¿Por qué? ¿Con quién te
identificas más? ¿Hay indicios de que lo haga Buero?
© Urbano es a la vez el más idealista (pues lucha por unos objetivos
que quiere compartir con el resto de los asalariados) y el más realista, pues
sabe que unas mejores condiciones de vida sólo pueden ser el resultado de
una organizada lucha de clases. En cambio, Fernando, que tiene veleidades
artísticas, no cultiva un idealismo integrador, sino una subjetividad evasiva e
inmovilista, consistente, según Urbano en “hacer versitos” y “pensar en las
musarañas”.
GUÍA DE LECTURA 7

j ¿Por qué a Fernando le preocupa el paso del tiempo? (pp. 19-


20) El joven dependiente emplaza a su amigo al cabo de diez
años: ¿qué futuro augura Urbano para entonces?
© Fernando emplaza a su amigo a comprobar, dentro de diez años,
quién de los dos ha logrado mejorar más su situación. Urbano no confía en
haber llegado muy lejos, pero sabe que sus logros, si alguno hay, serán
compartidos, aunque teme que dentro de diez años su realidad apenas ha-
brá cambiado. Fernando se siente sobrecogido por la posibilidad de que el
paso del tiempo acabe revelándose como una repetición: los próximos diez
años acaso pasarán tan insensible e inútilmente como los diez anteriores,
los que separan a ambos personajes de su niñez; ello supondría una gran
sensación de fracaso: “¡Sería terrible seguir así! Subiendo y bajando la esca-
lera, una escalera que no conduce a ninguna parte”.
k ¿Le confiesa Fernando la verdad? (p. 21)
© Fernando es un chico deseado por las chicas, lo cual, desde el
punto de vista de Urbano, perjudica a su carácter. Aunque Fernando no
confiesa sus sentimientos, a su compañero, igual que al lector le queda cla-
ro que está enamorado de Carmina, la hija de la señora Generosa, a quien
aún no conocemos.
l ¿Qué actitud adoptan Urbano y Paca ante Rosa? ¿Y ante Pe-
pe? ¿Con qué expresiones insultan y amenazan a una y a
otro? ¿Hay incluso maltrato físico? ¿Qué «sabe» Urbano de
Pepe?
© Urbano y Paca reprochan a Rosa su vida indisciplinada; su herma-
no la acusa de “pindonguear”, y su madre la empuja de mala manera aden-
tro del piso y le recuerda que tiene derecho a hacerlo porque, aunque sea
mayor de edad, como ella exclama, es la familia quien la mantiene.
Los depositarios de la autoridad familiar creen que Pepe no es buena
compañía para Rosa (de hecho, el autor lo describe en la acotación como
“un granuja achulado y presuntoso”), así que Paca lo amenaza con “abrirle
la cabeza de un sartenazo” y Urbano con “tirarlo por el hueco de la escale-
ra”. Pueden considerarse formas de maltrato físico los empujones de Paca y
la forma que tiene Urbano de detener a Pepe “por la manga”. Urbano sabe,
aunque su hermana no quiera creerlo, que ha explotado a mujeres a las que
ha obligado a prostituirse (“has estado viviendo de la Luisa y de la Pili des-
pués de lanzarlas a la vida”).
m ¿Cómo reacciona Fernando en medio de esta riña? (pp. 22-23)
¿Qué le reprocha Urbano? ¿Y Fernando a su amigo? (p. 23)
© Fernando se apresura “con sonrisa servil” a señalar que él no inter-
vendrá en la discusión porque no es asunto suyo. Fernando no quiere tener
enfrentamientos con el hermano de la chica de quien está enamorado.
Urbano le reprocha a Fernando su actitud apocada y el trato amable
que dispensa a un “sinvergüenza como ese”. Fernando no comprende que a
8 ANÁLISIS

Urbano le guste tanto “chillar” y proferir amenazas que luego no se han de


cumplir, pues a la postre, se trata de un ser inofensivo.
n Analiza las reacciones de don Manuel y Elvira frente a Fer-
nando (presta atención a las acotaciones). En sus lacónicas res-
puestas, ¿miente Fernando alguna vez? (p. 25) Compara su
distinto comportamiento con respecto a Elvira y a Generosa.
© Aunque Elvira muestra una gran turbación ante la presencia de Fer-
nando y obliga por señas a su padre que le proponga un empleo, don Ma-
nuel no llega a hacerlo, y, contrariamente, se burla del muchacho llamán-
dolo “Fernandito” y preguntándole si está de vuelta del trabajo (al que sabe
que no ha asistido). Fernando miente al responder afirmativamente. Según
señalan las acotaciones, el chico no cesa, con gestos y expresiones, de mos-
trar su desagrado por el encuentro: no le interesa Elvira y le resulta humi-
llante la superioridad con que lo trata don Manuel.
El tono y compostura de Fernando cambia radicalmente cuando apare-
ce en escena la señora Generosa: le pregunta por su marido, el señor Grego-
rio, escucha sus quejas sobre su hijo Pepe y aprovecha para alabar a su hija
Carmina, de quien está enamorado.
ñ ¿Qué se recriminan? ¿De qué modo calificarías las palabras
que se dirigen? (pp. 26-27) No olvides reparar en las acotacio-
nes.
© Ante la negativa de Fernando a acompañarla para escoger un libro,
Elvira se siete humillada y así se lo hace saber al chico. Su venganza consis-
te en recodarle los favores que le debe. Lo hace indirecta, pero claramente,
pues apunta como mera posibilidad lo que está empezando a hacer efecti-
vo: “Te aprovechas de que te estiman demasiado para devolverte la humilla-
ción…, pero podría hacerse…”. Fernando responde con una contundencia
que hasta ahora solo había mostrado con su madre, y ello reafirma su cobar-
día, pues sólo saca su agresividad ante quienes se le humillan: “¡No puedo
soportarte! No puedo resistir vuestros favores ni vuestra estupidez”.
o ¿Cómo contrastan sus respectivos caracteres? ¿Qué piensa Pa-
ca sobre las murmuraciones? (p. 28) ¿Qué opiniones expresa
sobre don Manuel, doña Asunción, Elvira, Fernando y Pepe?
© La señora Generosa y Paca inician una conversación de vecinas
sobre asuntos cotidianos, en la que la segunda no tarda en hacer gala de su
desparpajo, con alusiones pícaras a su propia vida sexual decadente, ante
las que Generosa muestra su pudor en clave religiosa (“¡Jesús!” “El señor me
perdone”). Paca reprocha a su vecina el que, en su candidez, ni siquiera
murmure de los vecinos y la anima a hacerlo, porque, según ella, es “la sal
de la vida”. Precisamente para iniciarla, le cuenta que don Manuel ha paga-
do la cuenta de la electricidad de doña Asunción, lo cual da pie a expresar
su opinión sobre varios personajes: se especula sobre la fortuna de don Ma-
nuel, sobre el carácter caprichoso de Elvira, sobre la apostura y holgazane-
GUÍA DE LECTURA 9

ría de Fernando, a quien Paca cree pretendiente de Elvira. Hay acuerdo en-
tre ambas mujeres en considerar a Pepe un parásito sinvergüenza.
p ¿Con qué frases resumen Generosa y Paca su visión de la vi-
da? (p. 30)
© La frase que equivale a una imprecación final es “Sufrir y nada
más. ¡Qué asco de vida!”, con la que se resume el sentimiento que a ambas
mujeres les produce su propia vida a causa de las dificultades materiales
que constantemente sufren.
q Según Fernando, ¿en qué se fundamenta su amor por la mu-
chacha? Más importante aun, ¿por qué necesita su «consue-
lo»? (pp. 33-34) ¿Cómo reacciona Carmina tras las encendi-
das palabras de su vecino?
© Fernando fundamenta su amor por Elvira en el recuerdo que tiene
de cuando, siendo niños, jugaban a ser novios. Ante los reproches que ella
le hace por su carácter de seductor, él se escuda en su masculinidad y le
responde que es precisamente la sinceridad de sus sentimientos lo que le ha
llevado a no jugar con ella la carta de la seducción y lo que le impulsa a ex-
presarle su amor. Según sus palabras, Fernando busca en Carmina el con-
suelo que le permita sobrellevar ”la ordinariez” de que se siente víctima y
trabajar para superarse profesional y económicamente. Carmina le sugiere
que le pida ese apoyo a Elvira, mostrando así un despecho que Fernando in-
terpreta como prueba inequívoca del amor que ella también le profesa.
r ¿Qué proyectos tiene Fernando y para cuándo los fía? Rela-
ciona sus palabras con el reproche que Urbano le hizo pre-
viamente (p. 19) y, en particular, con el derramamiento de la
leche con que se cierra el acto.
© Fernando proyecta ser delineante en un año y aparejador en otros
tres, para después hacerse ingeniero, sin por ello renunciar a publicar un li-
bro “de poesías” de gran éxito.
El espectador conoce por los comentarios de los otros personajes, en
particular, los de Urbano, que Fernando es un soñador demasiado perezoso
para llevar término sus proyectos. Por eso el momento de clímax amoroso
que vive la pareja al imaginar cumplida su felicidad es roto por el derrama-
miento de la lechera, que remite a la fábula inmemorial.

1.3 Acto segundo


a ¿En qué han cambiado los descritos en la acotación? (p. 37)
¿Qué aspecto presentan sus vestidos?
© Todos los personajes que ya conocimos en el primer acto muestran
señales del paso del tiempo por ellos: Paca y Generosa, que eran mujeres de
10 ANÁLISIS

mediana edad han envejecido, como muestran sus canas; Trini es una mujer
madura, pero tan “desenvuelta” como era de joven y la belleza de Carmina
empieza ya a marchitarse.
Los vestidos de los personajes corresponden a la moda de una época
más cercana a la del espectador, pero siguen siendo pobres, lo cual indica
que su situación económica no ha mejorado.
b ¿Qué sabemos del señor Gregorio y cuándo aparece este per-
sonaje en escena? El señor Juan compara el «entierro de pri-
mera» de doña Asunción con el «menos lujoso» de don Ma-
nuel; los comentarios siguientes de Trini, ¿qué elogio y qué
crítica encierran? (p. 38)
© El señor Gregorio nunca aparece en escena, pero se alude al dis-
gusto que le ha provocado la jubilación en el diálogo que transcurre entre
su esposa, la señora Generosa y Fernando, en el primer acto (p. 25). Por los
comentarios del señor Juan sabemos que ha sobrevivido diez años a ese
acontecimiento.
Los comentarios de Trini son las primeras alusiones a una situación que
el espectador verificará en la escena siguiente: el matrimonio entre Fernan-
do y Elvira, dentro del cual se ha perpetuado el desnivel económico que el
chico siempre ha sentido como un agravio: se comenta que el padre de Elvi-
ra, don Manuel, pagó un funeral de lujo para su consuegra, doña Asunción,
pero, en cambio, sus hijos —esto es, Fernando y Elvira— no fueron tan ge-
nerosos cuando él murió.
c ¿Cuál es la actitud del señor Juan ante la pérdida de su amigo?
¿Qué comenta sobre Rosa y sobre la familia del difunto? (pp.
38-39) ¿Cómo reacciona la señora Generosa frente a las cir-
cunstancias que atraviesa? En cambio, ¿qué distinta actitud
manifiesta Paca ante la muerte y la vida? (pp. 39-41)
© Aunque evoca emocionadamente la compañía del amigo el señor
Juan acepta estoicamente la muerte y dice sentir próxima la suya, pese a su
aspecto saludable, por los disgustos que ha sufrido. Los comentarios del per-
sonaje inducen a pensar que su hija Rosa vive con Pepe, en contra del de-
seo paterno
Paca representa la voluntad de seguir viviendo, para lo cual propone la
actividad constructiva (“ahora barremos entre las dos la casa”) y rechaza ex-
plícitamente todo aquello que pueda paralizarla, sea la tristeza del duelo
(“¡Ea! no hay que llorar más. Ahora a vivir”) o el agradecimiento enterneci-
do de la señora Generosa (“¡Qué buenos ni que …peinetas!”)
d ¿Qué nos revela el bebé que Elvira lleva en brazos? ¿Qué pro-
fecía de Paca (p. 29) parece haberse cumplido? Según las aco-
taciones, ¿qué cambios han experimentado los personajes?
¿Qué reproches se dirigen? (pp. 41-42) ¿Alguno de ellos te
evoca antiguas palabras de Fernando? ¿Es feliz la pareja?
GUÍA DE LECTURA 11

© La aparición de Fernando y de Elvira llevando un niño en brazos es


suficiente para dar a entender que ambos han formado una familia que vi-
ven en la casa de ella. Los planes de Fernando respecto a Carmina, pues, no
se han cumplido y sí, en cambio, la profecía de Paca: el chico apuesto, aun-
que holgazán, se ha dejado “pescar” por Elvira, atraído no por ella, sino por
el dinero de su padre, Don Manuel. Fernando se resiste a dar el pésame a la
familia del señor Gregorio, acaso porque se avergüenza de haber incumpli-
do su palabra con su hija Carmina, y por las tensiones que tal omisión ha
causado entre ambas familias. Tal actitud le parece vergonzosa a Elvira, que
reprocha a Fernando su constante indecisión, su incapacidad para ganar di-
nero y la dependencia económica respecto al suegro, mientras vivió, y, en
general, su debilidad a la hora de materializar los proyectos (Elvira enumera
los objetivos frustrados de su marido en una lista muy semejante a la que és-
te utilizaba para encandilar a Carmina, al final del primer acto). Fernando
recrimina a su esposa su carácter caprichoso y maleducado, verdadera cau-
sa, según él, de su acritud e insatisfacción. La breve escena permite deducir
que Fernando ha escogido, con su pasividad, una situación humillante y
que el matrimonio no es feliz.
e ¿En qué situación viven Pepe y Rosa? ¿Qué tipo de vida lleva
el hermano de Carmina? ¿Qué ideas sobre la mujer rigen su
comportamiento? ¿Qué le afea Trini? (pp. 43-44)
© Pepe y Rosa no están casados y viven en situación de escándalo
social, necesidad material y miseria moral. Pepe no tiene trabajo, vive de
manera disoluta y amenaza con dejar a Rosa a la menor complicación, con
lo que da a entender que su compromiso de fidelidad es nulo. Ella lo acusa
de haber pasado la noche “emborrachándose con mujeres” y de acudir a la
casa solo para solventar las necesidades materiales. A los reproches de Rosa
responde que ella también tiene la obligación de traer dinero; no es que de-
fienda de este modo su independencia económica como mujer, sino que, al
contrario, la induce a prostituirse, despreciando todo “romanticismo”. Para
él la mujer es un mero objeto de deseo sexual, como queda demostrado con
los comentarios que hace sobre Elvira y los piropos que dirige a Trini. Esta le
responde ásperamente, reprochándole su conducta frívola mientras su padre
estaba moribundo y su irresponsabilidad ante la situación precaria en la que
quedan su hermana y su madre.
f ¿Qué le reprocha Urbano a Pepe y con qué lo amenaza? ¿Có-
mo reacciona Rosa ante el acoso de que es objeto el chulo?
¿Qué ofensivas palabras le dirige a su hermano Urbano?
© En la misma línea de los reproches de su hermana Trini, Urbano le
recrimina a Pepe que no haya presidido el duelo de su padre. Como ya ha-
bía ocurrido en el Acto I (pp. 22-23), Urbano amenaza a Pepe con tirarlo
“por el hueco de la escalera”, lo cual, a estas alturas no es más que una fra-
se que identifica al personaje, pero que carece de todo poder intimidatorio.
No obstante, Rosa acude a defender a su pareja frente a su hermano, reafir-
mando así el poder de seducción del arquetipo de virilidad que encarna Pe-
12 ANÁLISIS

pe. De ahí que Rosa acuse implícitamente a Trini de haber provocado los
piropos de Pepe (la llama “mosquita muerta”) y que menosprecie a su her-
mano precisamente por encarnar un modelo de masculinidad del todo
opuesto al que representa el chulo, es decir, por “querer cargar con lo que
no quiere nadie”: como se verá enseguida, Urbano, enamorado de Carmina
(a quien ha menospreciado Fernando) está dispuesto a casarse con ella, aun
sabiendo que no es correspondido.
g ¿Qué opinión te merece esta agresiva situación en medio del
dolor de Generosa y Carmina (y la indiferencia de Pepe)? ¿A
qué atribuyes la falta de recato de la familia de Paca?
© La agresividad de la escena corresponde a una tensión antigua y
cronificada. Los personajes se han perdido totalmente el respeto y no guar-
dan las más elementales normas de convivencia. En este sentido puede in-
terpretarse el reproche que el señor Juan hace a Pepe: “¿Por qué no te la lle-
vaste a otra casa? ¡Teníais que quedaros aquí para acabar de amargarnos la
vida!”. Como la deshonra familiar es pública y notoria, los miembros que si-
guen fieles al clan no dudan en hacer patente su hostilidad hacia quienes
han causado el agravio, Rosa y Pepe. Varios miembros de la familia ( en es-
pecial, Paca, Rosa y Urbano) se han caracterizado, desde el principio por
una falta de contención verbal con que el autor quiere, además de retratar
su comportamiento, vincularlos a un estrato sociocultural bajo.
h A esta altura de la acción, ¿qué ha dado de sí el emplazamien-
to que propuso Fernando a Urbano diez años atrás? (p. 19)
© La agresividad con que se relacionan los personajes hace patente
su frustración, al no haber podido liberarse de la situación que los aprisiona.
La precariedad material ha ido profundizando su miseria moral. El fracaso
aparece a los ojos del espectador como el único resultado del emplaza-
miento propuesto por Fernando a Urbano diez años antes, en el acto ante-
rior, pues no se ha producido el progreso colectivo que esperaba el obrero,
ni ha logrado emanciparse individualmente el dependiente con ínfulas de li-
terato. Tampoco ninguno de los dos ha logrado la felicidad en su vida priva-
da.
i ¿En qué parte del escenario tiene lugar? ¿Quiénes son ahora
los protagonistas? ¿De qué circunstancias se aprovecha Urba-
no para declarar su amor a Carmina? ¿Desde cuándo dice
amarla y qué actitud adopta para vencer la resistencia de su
vecina? ¿A qué y a quién te recuerdan las palabras exaltadas
de Urbano acerca de su porvenir junto a Carmina? ¿De qué
modo se compara implícitamente con su adversario? ¿Cómo
reacciona Carmina? ¿Y nosotros, los lectores o espectadores?
© La declaración amorosa de Urbano a Carmina tiene lugar en el
“casinillo”, como la conversación entre Fernando y Urbano del acto I. El lu-
GUÍA DE LECTURA 13

gar queda, así, connotado como el de las conversaciones trascendentes, pe-


ro también el de los proyectos frustrados. Quizá sea ésta la razón del nom-
bre dado al espacio, pues tradicionalmente los casinos de los pueblos han
albergado discusiones y debates que no se han traducido en ningún tipo de
acción.
Urbano, que acaba de mostrar su bonhomía al suplir al hijo varón de la
familia (Pepe) en el duelo por el señor Gregorio, aprovecha la precariedad
en que quedan Carmina y su madre para ofrecerles protección. Dice haberla
amado desde “hace muchos años” y se intuye que no se lo había dicho an-
tes porque no se atrevía a competir con Fernando. Es patente la baja autoes-
tima de Urbano (“Ya sé que no soy más que un obrero. No tengo cultura ni
puedo aspirar a ser nada importante”); su humildad, sin embargo, cobra va-
lor en comparación con la frustración que le ha acarreado a Fernando su va-
nagloria (“Más vale ser un triste obrero que un señorito inútil”). No obstante,
como su vecino, cifra en la correspondencia amorosa de Carmina la posibi-
lidad de dar un giro positivo a su vida (“¡…cuando te tenga a mi lado me
sentiré lleno de energías para trabajar!”). La actitud que ella muestra subraya
el paralelismo entre los proyectos que ahora exaltan a Urbano y los que Fer-
nando ya ha incumplido.
Carmina acepta la propuesta amorosa de Urbano con agradecimiento
(por la seguridad económica que implica su salario y por la homologación
social que supone el matrimonio para la mujer). El pacto al que llegan pro-
duce una cierta tristeza en el espectador, pues en él no hay ilusión ni deseo
mutuamente compartido, sino una renuncia que, en cierta manera, los de-
grada a ambos. El principio de la relación no puede identificarse como ena-
moramiento y, por ello, no presagia un buen futuro.
j ¿Cómo demuestra Trini el amor que siente por su hermana?
¿Con qué contradictorio comportamiento se evidencia el su-
frimiento del padre? ¿Te parece comprensible?
© La primera demostración del amor fraternal que Trini siente por
Rosa es que no le guarda ningún rencor, pese a que su hermana la acaba de
llamar “mosquita muerta”, poniendo en duda, así, la honestidad de su acti-
tud frente a Pepe. Pero lo más importante es que justifica los errores de su
hermana ante el padre de ambas, al que quizá miente cuando le habla del
pesar que siente Rosa por haberlo disgustado. De este modo consigue me-
diar entre ambos. El sufrimiento de Trini por la situación sirve de excusa al
señor Juan para ayudar económicamente a Rosa, sin dejar de mostrarse dis-
gustado y ofendido. Porque quiere a su hija, sufre al conocer las necesida-
des materiales que padece y la degradación moral a la que su pareja la está
llevando. Por otro lado, como depositario de la autoridad familiar, no puede
dejar de reprocharle a Rosa el haber escogido libremente la situación que la
envilece.
k ¿Cómo demuestra Elvira sus celos, su rencor sin fin, su com-
portamiento infantil y caprichoso? ¿Cómo reacciona Fernando
ante sus palabras? Sobre todo, ¿qué parece preocuparle?
14 ANÁLISIS

© Elvira, que anteriormente era partidaria de dar el pésame a la fami-


lia del finado, ahora se niega a hacerlo por celos, pues está convencida de
que Fernando se ha casado con ella sólo por el dinero de don Manuel, pero
que sigue enamorado de Carmina. Elvira demuestra su carácter caprichoso,
además de con su volubilidad, con la perduración del gesto infantil de dar
patadas en el suelo, que ya parecía extemporáneo en el acto I, es decir, diez
años atrás, cuando servía para mostrar la obstinación de su deseo por Fer-
nando, contra la lúcida opinión de su padre. Ante las acusaciones y repro-
ches de su mujer, Fernando no parece tener argumentos convincentes y lo
que más le preocupa es que su conflictos matrimoniales puedan llegar a oí-
dos de los vecinos..
l ¿En qué adviertes la malevolencia de los comentarios de Elvi-
ra? ¿Qué perversa intención tiene su ambigua frase dirigida a
Carmina: «Pero hoy tiene motivo para entristecerse»? (p. 61)
¿Por qué después de que Fernando le diga a Elvira: «Cuando
quieras, nena», replica Urbano: «Déjalos pasar, nena»?
© Haber presenciado la discusión matrimonial hace que, para el pú-
blico, sea patente la hipocresía de Elvira en la escena siguiente, cuando se
encuentran ambas parejas. Al percibir que entre Carmina y Urbano se ha es-
tablecido una intimidad inédita hasta ahora, Elvira exhibe una amabilidad
impostada, destinada a exhibir ante la que considera su rival, su felicidad de
esposa y madre junto a Fernando. De ahí que presuma de hijo recién nacido
y que le adjudique a su marido comentarios cariñosos que él mismo des-
miente, confirmando, por otro lado, que sigue enamorado de su antigua no-
via (cuando afirma que el bebé lo mismo podría parecerse a su madre que a
Carmina).
Cuando Elvira dice que Carmina “hoy tiene motivo para entristecerse”
se refiere a la muerte de su padre, pero, habida cuenta de la hipocresía del
personaje, puede interpretarse que alude a la definitiva renuncia al amor de
Fernando que supone la aceptación del compromiso con Urbano. Al utilizar
el apelativo cariñoso “nena” cada uno de los varones afirma su territorio,
frente al otro. La “triunfal solicitud” que Urbano brinda a Fernando es una
forma de mostrarle que ha acabado obteniendo la mujer que ambos desea-
ron diez años atrás

1.4 Acto tercero


a ¿Qué cambios ha experimentado? Pese a ellos, ¿qué continúa
inalterado? ¿Por qué crees que el autor pone tanto énfasis en
describir la escalera?
© Como los actos anteriores, el tercero empieza con una acotación
en que se describe la escalera. El espacio representado es tan importante
que, en el título de la obra, designa, por sinécdoque, a su protagonista co-
lectivo, de modo que los cambios en su apariencia deben connotar tanto lo
GUÍA DE LECTURA 15

que cambia como lo que permanece a lo largo del tiempo en la comunidad,


su nivel económico y su situación moral. El autor es concluyente al afirmar
que sigue siendo “una humilde escalera de vecinos” y considera como un
intento fallido de “disfrazar su pobreza” las mejoras que se han introducido
en ella (el cambio de los cristales de la ventana, las placas metálicas que in-
dican cada piso, los timbres eléctricos y el blanqueo de las paredes).
b A través de sus palabras, ¿qué información obtenemos sobre
hechos acaecidos en la elipsis temporal entre el acto segundo
y el tercero?
© Por las palabras de Paca sabemos que su marido el señor Juan, ha
muerto, igual que la señora Generosa. También sabemos de la existencia de
una nieta, hija de Urbano y Carmina.
c ¿Quiénes son el Joven y el Señor, así denominados genérica-
mente? ¿En qué tono hablan de los vecinos ya antiguos del
edificio? ¿Qué puede deducirse acerca de su estatus? ¿Qué
valores parecen encarnar?
© El Joven y el Señor son representantes de la nueva clase social lle-
gada al edificio, que cabe ubicar en una zona de la ciudad que se ha revalo-
rizado; son oficinistas con más medios económicos que los antiguos inquili-
nos. Ocupan las antiguas vivendas de Rosa y la de la familia de Carmina;
puede deducirse que los vecinos nacidos en el inmueble ya no pueden cos-
tearse el vivir en él, una vez muertos sus padres, titulares de los primitivos
contratos de alquiler (Urbano y Carmina, como veremos, no han podido
quedarse en la casa de los padres de ella, sino que han tenido que acogerse
bajo el techo de Paca, y tampoco Rosa ha podido mantener su independen-
cia). Los nuevos vecinos hablan con menosprecio y resentimiento de los in-
quilinos antiguos, pues los que quedan gozan de ciertas ventajas en razón
de su antigüedad. El Señor y el Joven representan al grupo social que, trans-
curridos ya los primeros años de la posguerra, experimentan una pujanza
económica que les hace mirar con prepotencia a los más humildes (“¿Es que
mi dinero vale menos que el de ellos?”), ver el futuro con optimismo (el Jo-
ven cree que acabará habiendo ascensor en la finca) y disponerse a desarro-
llar hábitos de consumo impensables para el resto de los vecinos (su interés
por los automóviles así parece indicarlo).
d ¿Qué te revela de Trini su reacción ante la ingenua “declara-
ción amorosa” de Manolín? ¿Cómo llama al niño? (p. 69)
© La emoción que siente Trini por la declaración de Manolito revela
que se siente frustrada, pues se intuye que permanece soltera y quizá no ha
recibido ninguna proposición real de matrimonio. Llamando “hijo” a Mano-
lito Trini da a entender también que posee unos sentimientos de maternidad
que no han podido realizarse.
e En una escena posterior entre ambas hermanas (pp. 77-78),
¿qué le confiesa Rosa a Trini? ¿Y Trini a su hermana?
16 ANÁLISIS

© El diálogo que se da entre ambas hermanas en las pp. 77-78 confir-


ma lo que se intuye en el de las pp. 68-69. Rosa ha roto su relación con Pe-
pe, cuya decadencia comentan. Tanto una como otra manifiestan su frustra-
ción por no haber tenido al menos un hijo que dé sentido a sus vidas. Este
sentimiento de fracaso las iguala –dicen- como mujeres, pese a lo diferentes
que han sido sus opciones vitales: Rosa ha desafiado toda convención so-
cial, mientras que Trini se ha sacrificado por su familia.
f ¿En qué basa Carmina su rechazo a las pretensiones amorosas
de Fernando? ¿Por qué prefiere verlo a escondidas? ¿Qué pa-
ralelismos encuentras entre esta conversación y la que mantu-
vieron sus respectivos madre y padre en el acto I? (p. 31)
© Carmina, hija, rechaza las pretensiones amorosas de Fernando, hi-
jo, porque, según dice, sus padres la han amenazado e incluso pegado, y
hablan mal de su pretendiente. En la conversación de los jóvenes Fernando
y Carmina encontramos, treinta años después, la misma sensación de sentir-
se vigilados por la comunidad que tenían sus padres y el mismo enfrenta-
miento entre sus deseos más profundos y lo que sus respectivos clanes fami-
liares les imponen, ahora con mucho mayor encono.
g ¿Por qué los padres desaprueban esa relación y afirman que
los de Carmina harán lo propio? ¿Se comprende que Elvira no
quiera dar explicaciones a su hijo, mientras que Fernando
cree que es necesario?
© La relación entre Fernando y Carmina, hijos, vendría a suponer la
consumación del amor que no pudieron llevar a cabo el padre del mucha-
cho y la madre de la chica. Por su resentimiento y carácter dominante, Elvi-
ra es reacia a dar ninguna explicación a su hijo, seguramente para no admi-
tir que ella se había interpuesto entre los sentimientos del que ha terminado
siendo su marido y la mujer a quien verdaderamente amaba. En cambio,
Fernando padre no vería con tan malos ojos la relación que su hijo desea y
está dispuesto a explicarle el origen de la distancia que se ha establecido
entre ambas familias.
h ¿Es la reacción de la joven similar a la de su enamorado? ¿En
qué basa Urbano su negativa a autorizar la relación entre
ellos? En la conversación que mantiene el matrimonio, ¿en qué
advertimos que a Carmina se le ha agriado el carácter? ¿Qué
le recrimina a Urbano?
© Carmina, hija, al contrario que su pretendiente, no muestra una ac-
titud rebelde ante las exigencias 6956955 sus padres. Urbano descalifica al
hijo de Fernando, al que considera un “gandul” como su padre, a quien re-
cuerda con “muchos pajaritos en la cabeza” en sus ya lejanas conversacio-
nes de juventud (como la que se escenifica en el Acto I).
A Carmina se le ha agriado el carácter por haber aceptado un matrimo-
nio que no correspondía a sus verdaderos deseos. Así, atribuye a la edad y a
GUÍA DE LECTURA 17

las desilusiones el dolor que siente en el corazón, rechazando ásperamente


los solícitos cuidados de Urbano, que no quiere renunciar a la esperanza de
que otro médico pueda curarla –como en su día no quiso renunciar a la po-
sibilidad de que Carmina acabase queriéndolo. Ambos viven en perpetuo
desacuerdo, ella reprochándole a él su insistencia, y él, que ella hubiese
aceptado sin amor el matrimonio.
i Fernando y Urbano se echan en cara que sus respectivos hijo
e hija se comportan como Fernando y Carmina en la juven-
tud. ¿Qué defecto ve Urbano en Fernando hijo, y qué lacra de
Carmina hija censura Fernando? ¿Qué frase de Urbano es to-
da una trágica síntesis del fracaso de todos? (p. 81)
© Urbano ve a Fernando, hijo, con los mismos defectos que su padre
a su edad: “un tenorio”, por su éxito con las mujeres, y “un vago” incapaz
de llevar a término sus ambiciones y proyectos. En cambio Fernando, padre,
ve a su hijo y se ve a sí mismo como “víctima” de la taimada seducción fe-
menina ejercida por ambas Carminas. Más adelante (p. 82) también le adju-
dicará a la chica la ligereza de su tía paterna, Rosa.
El enfrentamiento sentimental entre los dos hombres, reproducido 30
años más tarde, tiene también una dimensión social. Ninguno de ellos ha lo-
grado mejorar su situación: Fernando, el individualsta, por su ineficiencia;
Urbano, el sindicalista que confiaba en el poder de la lucha solidaria, por cir-
cunstancias históricas que la censura apenas ha permitido esbozar en la
obra, es decir, el fracaso del Frente Popular en la Guerra Civil. La permanen-
cia de ambos personajes en la misma escalera simboliza la frustración de sus
expectativas de nivel socioeconómico. Su empeño en impedir el amor surgi-
do entre sus hijos supone la victoria de la frustración y del resentimiento, que
los lleva a repetir los mismos errores de los que ellos se sienten víctimas.
j ¿Qué le reprocha Carmina a Fernando? (p. 81) ¿Qué revelan
de Carmina las lágrimas que vierte y la rabia con que se enca-
ra con su antiguo pretendiente? ¿A quién hace responsable de
la infelicidad de todos y por qué? (p. 82)
© Carmina ha esperado décadas enteras para reprocharle a Fernando
la cobardía que ha causado la infelicidad de ambos. Según ella, se compor-
tó “como una gallina cuando hacía falta ser un gallo con cresta y espolo-
nes”, es decir, no supo imponer su voluntad ante las dificultades, por lo que
los dos enamorados terminaron casados con quienes no querían. La máxima
culpable es, desde su punto de vista, Elvira a la que considera “una zalame-
ra y una entrometida”.
k No menos airada es la reacción de Elvira. ¿Con qué palabras
descalifica a sus vecinos? ¿De qué modo menosprecia a Car-
mina e incluso a su propio marido, Fernando? (pp. 82-85)
© Elvira, desde luego, no reconoce su intromisión. Atribuye a su falta
de atractivo femenino la incapacidad de Carmina para “retener” y “conmo-
18 ANÁLISIS

ver” a su novio. Tácitamente admite la inutilidad de su victoria, al menos-


preciar a quien fue el objeto de la disputa: su marido (“¿Cree usted que se lo
quité? ¡Se lo regalaría de buena gana!”).
l ¿Qué acusaciones o frases envenenadas lanzan también Rosa
y Paca? (pp. 84-85)
© Elvira hace gala en esta escena de la prepotencia que a Fernando
le parecía ofensiva ya en el primer acto. Considera a la familia de Urbano
indigna de “rozarse con personas decentes”: de Paca dice que ha sido una
“murmuradora” y que tanto ella como su hijo han “consentido” los desvarí-
os de Rosa, “¡Una cualquiera!”
m ¿Cómo reacciona Fernando hijo ante todo ese rencor? ¿Qué
hace su padre? En el pasado, ¿qué errores han cometido Fer-
nando, Elvira, Urbano, Carmina, Rosa… para abrir el camino
a la desdicha y llegar a este punto, en el que no hacen falta
muertes para determinar el final trágico, la catástrofe? ¿Todos
los personajes se han equivocado al elegir? ¿Quiénes recono-
cen sus errores? (pp. 41-42, 56-57, 77-79) ¿Los hay que pagan
las culpas de otros?
© Fernando hijo reacciona con espanto y pesar al conocer el origen
del odio en que vive inmerso. Es el verdadero sujeto de la anagnórisis trági-
ca, pues pasa a saber lo que hasta ahora ignoraba.
La violenta escena supone la confrontación de cada personaje con los
errores del pasado que han causado su infelicidad. El error de Fernando ha
sido su falta de voluntad para cumplir sus proyectos y sus promesas a Car-
mina y el haber optado por la seguridad económica que le ofrecía Elvira. El
error de ésta ha sido desbaratar una relación entre dos personas que se ama-
ban y haber optado por “poseer” a Fernando en contra de sus sentimientos.
El error de Urbano, semejante en cierto modo al de Elvira, ha sido el de
querer casarse con Carmina a sabiendas de que ella no lo amaba. Carmina
es responsable del fracaso matrimonial al haber consentido la relación con
Urbano sólo por huir de la soledad. Rosa paga el error de haber desafiado a
las normas sociales por alguien que no merecía ese sacrificio. El comporta-
miento ante su propio destino hace que algunos personajes queden investi-
dos de una dignidad de la que otros carecen. Así, la negativa de Fernando a
reconocer su debilidad y la de Elvira a reconocer su posesiva intromisión los
hace más mezquinos que, por ejemplo, Rosa y Trini que aceptan su fracaso
y sus carencias, quizá porque sus errores no se han debido a la pusilanimi-
dad y al egoísmo, sino, al amor. En este sentido pueden considerarse más
bien víctima de las culpas ajenas (de Pepe, fundamentalmente) que de las
propias.
n Según Buero, ¿en qué consiste la función catártica a la que re-
curre en esta y otras tragedias suyas?
GUÍA DE LECTURA 19

© Buero opone la tragedia al pesimismo en la medida en que a través


de ella se invita al espectador a ejercer un acto de libertad que supere el do-
lor y la fatalidad. En palabras del autor, la tragedia persigue “estimular la
fortaleza del hombre y no sus debilidades”, y así,” su desenlace no cierra
ninguna puerta”, sino que “invita a reflexionar cómo abrirlas”.
ñ Sin embargo, ¿tiene el espectador la misma impresión? Com-
para las argumentaciones de Fernando hijo en esta escena
con las que utiliza su padre en la escena final del acto prime-
ro, y señala todas las coincidencias.
© En relación con lo expuesto en el apartado anterior, la escena final
entre Fernando y Carmina, hijos, sirve para hacer más profundo y complejo
el efecto de la tragedia en el espectador. Fernando hijo parece poseer la vo-
luntad necesaria para superar el odio que atenaza a sus mayores. Sin embar-
go, las palabras que le dirige a su amada levantan serias dudas acerca de la
capacidad del personaje para llevar a cabo la acción heroica. Al no recono-
cer en sí mismo la herencia de sus ancestros, desconoce también el peligro
que le acecha de repetir los mismos errores. Los proyectos de Fernando hijo
son prácticamente los mismos que los de su padre al final del primer acto,
expresados con idéntico entusiasmo y, por lo tanto, aparecen ante los ojos
de espectador sujetos a semejante probabilidad de fracaso. El hijo, como
quiso el padre, desea romper con la sordidez del ambiente en que han naci-
do y ve en la mujer que ama la motivación para superarse y vencer las cir-
cunstancias; ambos aspiran a convertirse en aparejadores, primero y des-
pués, en ingenieros, profesión bien remunerada y de gran prestigio.
o ¿Qué futuro crees que aguarda a Fernando hijo y Carmina hi-
ja? ¿Lograrán sus propósitos? ¿O les ocurrirá lo mismo que a
sus padres? ¿Cómo interpretas las miradas «cargadas de una
infinita melancolía» (p. 88) que se cruzan los padres al final
de la obra? ¿Qué ‘reconocen’ en sus hijos? ¿Tienen alguna po-
sibilidad de redención, como afirma el documento 2.9?
© Las primeras cuestiones de este apartado son de redacción libre
por parte de los alumnos, a los que conviene, no obstante, inducirles a pre-
guntarse por el significado del movimiento escénico de la última escena.
El final de la obra es deliberada y calculadamente ambiguo. Escuchar
que Fernando hijo repite, sin saberlo, las quimeras del padre parece augurar
un nuevo ciclo de frustración. Sin embargo, las mutuas miradas melancóli-
cas que se dedican Fernando y Carmina, padres, abre un vía a la esperanza,
sobre todo si se tiene en cuenta que unos instantes antes ambos personajes
se habían enfrentado con resentimiento. Como sugiere Ricardo Doménech
en el texto 2.9, el sentimiento que se adivina entre los antiguos amantes per-
mite abrigar la esperanza de que sean capaces de olvidar el rencor y superar
su frustración ayudando a sus hijos a realizar el amor que ellos mismos no
fueron capaces de consumar.
20 ANÁLISIS

2
PERSONAJES

2.1 El protagonismo colectivo


a A tu juicio, ¿cuáles son los más relevantes del drama de Bue-
ro? ¿Por qué razones?
© Sin duda los personajes más relevantes del drama son los miem-
bros de los dos matrimonios de la generación intermedia, porque vemos su
evolución a lo largo de los 30 años que abarca la obra y, así, conocemos el
ciclo completo de sus aspiraciones y de su frustración: Fernando, Elvira,
Carmina y Urbano.
b ¿Cuál es, según se afirma en los documentos 2.2 y 2.4, el ras-
go principal de los personajes de la obra? ¿Qué otra lamenta-
ble característica comparten? (Documento 2.6)
© Quizá la característica más importante es su profundidad humana,
pese a la brevedad de sus intervenciones, pues ninguno tiene un papel lo
suficientemente largo como para permitir analizar sus ideas. El tiempo que
abarca el argumento (tres décadas) permite conocer, a partir de unos pocos
apuntes, la evolución de sus aspiraciones, la frustración de sus esperanzas,
lo que son capaces de hacer con sus vidas, sin que sea necesario recurrir ni
a diálogos densos ni a una peripecia argumental compleja.
En general, podemos decir que se trata de personajes frustrados y sin
voluntad, incapaces de cambiar las circunstancias que los hacen infelices. El
planteamiento de la obra no presenta la realidad que viven estos personajes
como condicionante insuperable, por lo que queda claro que su frustración
es consecuencia de su cobardía y de su falta de energía.
c ¿Crees que los personajes solo se comprenden desde la pers-
pectiva de un país (España) y una época (1919-1949)? Consul-
ta los documentos 2.1 y 2.2, y razona tu respuesta.
© El texto es ajeno a todo localismo, por la voluntad que tiene autor de
reflexionar sobre la condición humana, más bien que sobre determinadas cir-
cunstancias históricas de un tiempo y de un país. Las rencillas entre vecinos de
clase social baja eran tema del teatro cómico popular, dentro del género cono-
cido como sainete. Los personajes del mismo pretendían ser arquetipos del
pueblo, cuyas costumbres y forma de hablar (con profusión de vulgarismos y
dialectalismos propios del andaluz o del cheli madrileño), se retrataban sin
otra intención que la de entretener y divertir al público. Buero, bien al contra-
rio, tiende una mirada profundamente crítica sobre sus personajes, al explorar
las consecuencias morales de sus defectos; por poner ejemplos elocuentes, la
chulería de Pepe no hace de él un pícaro simpático, sino un ser abyecto; la
abulia de Fernando es causa de su propia desgracia y de la de Carmina.
PERSONAJES 21

Por otro lado, en Historia de una escalera no se alude, como no sea de


forma muy indirecta (a través del posicionamiento político de Urbano), a los
cruciales acontecimientos históricos acaecidos en España entre 1919 y
1949: el clima revolucionario anterior a la guerra civil y el fracaso de aque-
llos ideales en la contienda y en la posguerra. Esta omisión puede ser, en
parte, efecto de la censura interiorizada por el dramaturgo, pero también de
su intención de presentar unos personajes cuya infelicidad es fruto de sus
opciones vitales, libremente escogidas. Así pues, la intención de la obra en
el momento de su estreno no era indagar en las causas socio-históricas de
las situaciones que se presentan, sino invitar a cada individuo a una refle-
xión que repercutiese en el ejercicio de su libertad, dentro del estrecho mar-
gen que la dictadura permitía.
d Si no has hecho el ejercicio que se planteaba en 1.1.b, ahora
es el momento de agrupar a los personajes por familias y vi-
viendas de la escalera. Agrega también las relaciones de afec-
to y desafecto entre algunos de ellos.

Puertas
I II III IV
Actos
Sra. Generosa Don Manuel Paca Dña. Asun-
Sr. Gregorio Elvira Sr. Juan ción
Acto Carmina Rosa Fernando
Primero Pepe Trini
Urbano
Sra. Generosa Elvira Paca Rosa
Acto Carmina Fernando Sr. Juan Pepe
Segundo Trini
Urbano
Señor bien Elvira Paca Joven bien
vestido Fernando Trini vestido
Acto Fernando, hijo Rosa
Tercero Manolín Urbano
Carmina
Carmina, hija

2.2 Fernando y Urbano

a ¿En qué trabaja y qué aficiones tiene? (p. 11) ¿Cuáles son los
motivos de su insatisfacción y cuáles sus aspiraciones y pro-
yectos? (pp. 16-22 y 32-35) En opinión de Urbano (pp. 19), de
Elvira (pp. 41-42 y 85) y de Carmina (p. 82), ¿por qué no los
lleva a cabo? Así pues, ¿es Fernando un personaje activo?
¿Qué le preocupa en especial? (pp. 19-20)
22 ANÁLISIS

© Fernando es un dependiente de una papelería, trabajo del que está


descontento por la escasez del sueldo. Aspira a convertirse, primero, en de-
lineante y, después, en ingeniero, para lo cual, sin embargo, no lleva a cabo
ninguna acción concreta; ahora bien, la pasividad del personaje no es sim-
ple pereza, sino que está asociada a las pretensiones de intelectual y de ar-
tista que también lo caracterizan; su inacción tiene, pues, una pátina con-
templativa, pero carece del idealismo y del rigor moral asociados al talante
reflexivo. En la primera mención que se hace del personaje, su madre nos
dice de él que “no hace más que leer y pensar. Siempre tumbado en la ca-
ma, pensando en sus proyectos. Y escribe cosas también, y poesías” (p.
111). Hay personajes que tienen de él una opinión negativa desde el princi-
pio: don Manuel, padre de Elvira, lo considera “un tarambana” (p. 12) y
también Urbano opina de él que es “un soñador” y “un gandul” (p. 19). En
cambio, las mujeres que lo han amado –seducidas por su apostura e impre-
sionadas por su habilidad verbal— pasan de confiar en sus proyectos a verse
decepcionadas y a hacerle amargos reproches. Elvira, cuando lograr conver-
tirse en su esposa, le echa en cara su indecisión y su falta de determinación
para solventar las necesidades económicas de la familia (pp. 41-42); Carmi-
na, en el enfrentamiento del acto tercero saca a relucir la cobardía de Fer-
nando, que ha causado la frustración amorosa de las dos parejas (p. 82).
b No obstante, ¿la trata del mismo modo una vez casados? En tu
opinión, ¿sigue Fernando enamorado de Carmina? (pp. 57-61,
81 y 88) Por otro lado, ¿es un padre intolerante? ¿Cómo califi-
carías su comportamiento en la bronca final, sobre todo si lo
comparamos con el de los demás personajes?
© Fernando está obligado a una actitud estoica ante Elvira, pues sabe
que sus reproches (porque se casó con ella sin amarla, porque es incapaz de
ganar dinero) no carecen de fundamento. En ningún caso inicia él las discu-
siones y sólo se impone ante su mujer cuando su violencia verbal o física le
parece indecorosa y teme dar que hablar al vecindario (pp. 58, 83). De ca-
rácter subrepticio, evita las confrontaciones (ante Pepe en el acto I, p. 24; y
lo intenta ante Urbano en el acto 3, p. 81), pero cuando es inevitable, actúa
como jefe de su clan, defendiendo a su hijo frente a los ataques de Urbano
(p. 81) y respondiendo a las acusaciones con amenazas. Fernando es quien
muestra una actitud más contenida en la bronca final, si bien el resto de los
personajes le adjudican a él el más alto grado de responsabilidad en el in-
fortunio que viven las dos parejas. Quizá porque es el personaje que mejor
se conoce a sí mismo, es también el único de los cuatro progenitores que se
muestra comprensivo con los sentimientos de su hijo, al que está dispuesto
a explicarle la verdad.
Todo hace pensar que los sentimientos que Fernando expresa a Carmi-
na en el acto 1 son sinceros, pese a su falta de voluntad que luego demues-
tra para consumarlos. Así pues, es verosímil que su amor permanezca vivo
durante todo el lapso que la obra abarca; así lo probaría la amabilidad que
dispensa a Carmina al acabar del acto 2 y las expresivas miradas que se cru-
zan los antiguos enamorados en el cuadro final de la obra.
PERSONAJES 23

c A tu juicio, ¿qué error o errores lo llevan al infortunio?


© El principal error de Fernando es ser infiel a sus verdaderos senti-
mientos y tomar una solución acomodaticia. Optar por la seguridad econó-
mica que le ofrecía Elvira significa no solo renunciar a Carmina, sino desistir
de hallar en sí mismo todos la fuerza necesaria para perseguir sus ideales y
realizar sus proyectos.
d ¿Cuáles son las ideas sociales de Urbano? (pp. 16-19) A dife-
rencia de su amigo, ¿qué actitud adopta en situaciones con-
flictivas y qué frase repite sin cesar? (pp. 22-23, 44-46, 81-82)
Sin embargo, ¿cumple alguna vez sus amenazas? ¿Es Urbano
entonces un personaje activo?
© Urbano es presentado como proletario, es decir, asalariado del
sector industrial, con una fuerte conciencia de clase que lo lleva a militar en
un sindicato, convencido de que los pobres solo pueden mejorar sus condi-
ciones de vida ayudándose mutuamente en un frente de lucha común. El ra-
dicalismo parece impregnar la psicología del personaje, también en su di-
mensión privada. Así, en oposición a Fernando, Urbano nunca rehúye las si-
tuaciones conflictivas (por eso se enfrenta con Pepe y, desde el principio, no
duda en menospreciar la pasividad de Fernando). Sin embargo, en el trans-
curso del argumento, la fortaleza revolucionaria del personaje queda reduci-
da a la retórica de su amenaza siempre incumplida de lanzar a los que con-
sidera sus enemigos “por el hueco de la escalera”. En la práctica, pues, no
puede decirse que se trate de un personaje activo.
e ¿Qué diversas implicaciones sociales suponen uno y otro?
© Si situamos la acción del primer acto en 1919, las esperanzas de
Urbano tienen como fondo histórico el triunfo de la Revolución Soviética,
que contagió su optimismo a los movimientos obreros toda Europa. La de-
rrota de los ideales representados por Urbano en la guerra civil supuso el
fracaso colectivo de un proyecto de sociedad nueva. En cambio el fracaso
de los planes de Fernando se debe únicamente a su falta de voluntad, pero
su desafección pequeño burguesa por los intereses comunitarios se ha su-
mado a la causas del desastre colectivo. Así se lo recordaba Urbano a Fer-
nando en la frase tachada por la censura y recogida en la nota 3 de la p. 81:
“¡Sí, [íbamos a arreglar las cosas], hasta para vosotros los cobardes que nos
habéis fallado!”
f ¿Por qué Urbano tarda diez años en declarle su amor a la mu-
chacha? ¿En qué circunstancias decide hacerlo? ¿Cómo se re-
trata a sí mismo ante su amada? ¿A qué otro personaje te re-
cuerdan sus promesas? (pp. 49-50) ¿Cómo acabará su relación
con Carmina? (pp. 79 y 82-83) ¿Qué errores ha cometido?
© Retrospectivamente deducimos que Urbano decide mantener ocul-
tos sus sentimientos respecto a Carmina cuando se entera de que Fernando
24 ANÁLISIS

la pretende. Solo se atreve a manifestarle su amor a la chica diez años más


tarde, cuando la ve necesitada de ayuda tras la muerte de su padre y des-
pués de que Fernando la haya abandonado. En la correspondiente escena
del Acto Segundo (pp. 48-50) puede calibrarse la estrategia desplegada por
el personaje: pretende a Carmina cuando ya no tiene que competir con el
poder seductor de Fernando y cuando, dadas las circunstancias, su generosi-
dad queda enaltecida en contraste con la bajeza moral demostrada por el
aspirante a ingeniero y a poeta. Urbano no duda en humillarse ante Carmi-
na aceptando que ella no lo ame e incluso justificándolo (“No me extraña,
porque yo no valgo nada. Soy muy poco para ti”). Sin embargo, las indirec-
tas que dirige contra su antiguo competidor (“no tengo cultura ni puedo as-
pirar a ser nada importante… Así es mejor. Así no tendré que sufrir ninguna
decepción como otros sufren”) hacen pensar que su exhibición de baja au-
toestima es una táctica para obtener lo que desea. La confirmación de que
esto es así la encontramos en el triunfalismo con que exhibe su reciente
conquista ante Fernando en la escena final del Acto Segundo (pp. 59-61) y
también en las expectativas puestas en la aceptación de Carmina, tan seme-
jantes a las que expresaba Fernando al acabar el Acto Primero (“Pero si tú
me aceptas yo subiré. ¡Subiré, sí! ¡Porque cuando te tenga a mi lado me
sentiré lleno de energías para trabajar! ¡Para trabajar por ti! Y me perfeccio-
naré en la mecánica y ganaré más” p. 49).
Los deseos de Urbano y su modo de perseguirlos son legítimos y huma-
namente comprensibles. No obstante, comente un error que acaba pagando
con su desventura, pues se trata de un falseamiento radical de la realidad:
crear una familia a sabiendas de que no existe suficiente correspondencia
amorosa dentro de la pareja.

2.3 Elvira y Carmina


a ¿Cómo está caracterizada en su trato con su padre, con los
vecinos, con su marido? (pp. 10, 12-13, 26-27, 41-42, 58-61
y 83-85) Si la consideramos como personaje activo, ¿lo es por
el camino de la rectitud? ¿Cuál es su peor equivocación (ha-
martía)? ¿Podría considerarse que esta empecinada hamartía
es el punto de arranque de los fracasos de Fernando, Urbano,
Carmina y de ella misma?
© Elvira puede considerarse un personaje activo, pues es el único
que está dotado de una fuerte voluntad, aunque erróneamente dirigida, por
lo que incurre en el defecto que acecha a quienes poseen su carácter: un
egoísmo que hace prevalecer, sin ningún escrúpulo, sus deseos sobre los de
los demás.
Elvira aparece como niña caprichosa, mimada, por ser hija única de un
padre viudo. Así, logrará que don Manuel acceda a ayudar a Fernando y
consienta en su matrimonio con él, pese a la mala opinión que, desde el
principio, le merece el chico. Expresión de la personalidad antojadiza de El-
PERSONAJES 25

vira es su gesto infantil de dar pataditas en el suelo, actitud que si ya resulta


extemporánea en una joven que ronda los 20 años, aún lo es más en una
mujer adulta y madre, según se la representa en el Acto Segundo.
Elvira es manipuladora y siempre actúa persiguiendo un interés: procura
que su padre le haga favores a la familia de Fernando para que este esté en
deuda con ella. Pero su amor se torna resentimiento y reproches cuando
siente que su marido no ha cumplido las expectativas que se había hecho
b ¿Por qué razones? Sin embargo, ¿acaba por sucumbir a sus
encantos? ¿Qué otro error comete? (pp. 49-50) ¿Qué conse-
cuencias le acarrea? (pp. 61, 79, 82-85 y 88)
© Carmina, al principio, no da crédito a las palabras amorosas del
chico por la fama que tiene de seductor y mujeriego, y porque conoce el in-
terés que Elvira siente por él. Sin embargo, acaba por sucumbir a los encan-
tos de Fernando por la hábil utilización que él sabe hacer de sus comunes
recuerdos de niñez y por los planes de futuro que le propone.
El gran error de Carmina es aceptar casarse con Urbano sin amarlo, va-
lorando sólo el rango social que le otorga el matrimonio y la protección
económica que le ofrece el obrero, a la que responde con agradecimiento,
no con amor (p. 50). La peor consecuencia que le acarrea esta decisión es la
de vivir su propia vida matrimonial como una gran frustración que ya se
percibe en el modo como disimula la relación que acaba de empezar con
Urbano (p. 61) ante su antiguo novio —al que nunca deja de amar, como
evidenciará la mirada de la escena final. Por otro lado, Carmina padece una
dolencia “del corazón” causa y consecuencia, a un tiempo, del endureci-
miento de su carácter, que se expresa con palabras desabridas hacia a su
marido y francamente resentidas hacia los que considera causantes de su in-
felicidad: Fernando y Elvira.

2.4 Paca, la señora Generosa y doña Asunción


a ¿Cómo demuestra ese carácter en el modo en que trata al Co-
brador (pp. 6-8), a Rosa (pp. 22-23) y a Pepe (p. 23)? ¿Qué to-
no y qué tipo de lenguaje emplea? ¿Qué otro rasgo la caracte-
riza? (pp. 28-29) ¿Es un personaje pesimista o positivo? (pp.
28, 30, 39 y 41) Razona tus respuestas.
© Es el de Paca un carácter enérgico, cuya desenvoltura en el habla,
en los gestos y en las actitudes vitales lo acerca a los personajes del sainete
y la zarzuela. En ella quiere representarse el brío con que ciertas mujeres de
las clases populares enfrentan los problemas de la vida cotidiana. Paca ma-
nifiesta sus estereotipados sentimientos con una actitud desinhibida y direc-
ta que podemos percibir cuando increpa al cobrador de la luz como si del
propietario de la compañía eléctrica se tratara, cuando reprime a su hija Ro-
sa, pese a ser mayor de edad o cuando amenaza a Pepe con abrirle la cabe-
za “de un sartenazo” (p. 23). Pretende ser representativo de su extracción
26 ANÁLISIS

social su lenguaje popularmente expresivo, tanto en los aspectos léxicos —


con apelativos vulgares (“¡Golfa, más que golfa!” “chulo indecente” p.23) y
frases hechas (“Otra que tal. A mi no me duelen prendas”, p. 30)—, como
en los pragmáticos —frecuente recurso a la conminación y la amenaza
(“Anda para adentro […] Si te vuelvo a ver con mi niña te abro la cabeza de
un sartenazo! ¡Como me llamo Paca! p. 23) y defensa de la murmuración
como “la sal de la vida” (p. 28)—. En el personaje de Paca se idealiza un vi-
talismo popular que oscila entre la queja existencial (p.30) y la determina-
ción de salir adelante sean cuales fueren las circunstancias (p. 70).
b ¿Cómo contrasta su personalidad con la de su amiga? ¿Qué
reiterada frase la caracteriza? (pp. 6, 26, 28-30)
© La señora Generosa es otro arquetipo popular que contrasta con el
de Paca y lo complementa. Se trata de la mujer prudente, siempre temerosa
de excederse en sus palabras y en sus juicios. En divergencia con la soltura
verbal de Paca —Generosa, por cierto, se la afea (p. 28)— siempre tiene en
boca exclamaciones de carácter religioso que expresan su resignación ante
la adversidad, ya sean los disgustos que le provoca su hijo Pepe, ya sea el
dolor por la muerte de su marido, el señor Gregorio.
c Por otro lado, ¿a qué se limita el papel desempeñado en la
obra por doña Asunción? (pp. 8-11)
© El personaje de doña Asunción solo sirve para introducir indirecta-
mente a su hijo Fernando y para representar la raíz del interesado servilismo
que también se manifestará en él. Así es como la ve su vecina Paca (p. 29).
d ¿Es alguno de estos tres personajes redondo? ¿Por qué?
© Se trata de tres personajes planos que no intervienen funcional-
mente en la trama y que manifiestan siempre semejantes valores y actitudes
vitales, aun cuando sea muy grande la distancia en años que separa cada
una de sus intervenciones. Ello es especialmente notable en el caso de Paca,
pues aparece en los tres actos.

2.5 Trini, Rosa… y Pepe


a ¿En qué advertimos su penetración psicológica? (pp. 14, 38 y
44) ¿Cómo demuestra el profundo amor que siente por los su-
yos? (pp. 39, 52-57) Ese estrecho vínculo afectivo, ¿de qué
modo condiciona y frustra su existencia? (pp. 68-69 y 77-78)
© Trini que no participa en ninguna de las tensiones amorosas, es
una buena intérprete de cuanto ocurre en la escalera: sabe cuáles son la in-
tenciones de Elvira al querer ayudar a Fernando (p. 14) o por qué el entierro
de don Manuel fue menos lujoso que le de su consuegra (p. 38). Su claridad
perceptiva se transforma en determinación ante las insinuaciones de Pepe
(p. 43)
PERSONAJES 27

Trini siempre aparece prestando cuidados solícitos a sus familiares: por


ejemplo, consolando y animando a su padre cuando muere el señor Grego-
rio o actuando de mediadora entre la autoridad paterna y su hermana Rosa,
la “oveja descarriada”. Cuando ambas, en el tercer acto, ya aparecen como
mujeres de edad avanzada se identifican una con otra en idéntica frustra-
ción como mujeres, pues no han encontrado una pareja que las haga felices
ni han tenido hijos en quien volcar su amor.
b ¿Qué problemas familiares ha de arrostrar a causa de su ciego
amor por Pepe? (pp. 22-23, 44-46 y 56-57) Y sobre todo, ¿có-
mo afecta ese amor a su vida entera? (pp. 67-69 y 77-78)
© En el primer acto, Rosa ha de lidiar con la intromisión de su familia
que pretende impedir que se consolide la relación que está iniciando con
Pepe. El segundo acto muestra el sufrimiento que le causa esa relación de
pareja al cabo de 10 años, al que se suma la ruptura con su familia de ori-
gen. En el tercer acto aparece ya vieja, ha asumido el fracaso de su relación
y ha regresado a la casa paterna, donde persisten las tensiones con su ma-
dre, derivadas de su antigua desobediencia y de la vergüenza pública que
supone haberse juntado con un hombre sin estar casada. Incluso Manolín la
menosprecia en sus juegos.
c ¿Quiénes son sus padres y hermana? ¿Cómo lo describe el au-
tor? (p. 22) ¿Qué tipo de lenguaje emplea y a qué otro perso-
naje te recuerdan sus bravatas? (pp. 23-24) ¿Cómo trata a Ro-
sa? (pp. 23-24 y 43-44) ¿Muestra algún apego por su familia?
© Pepe, hijo de la señora Generosa y del señor Gregorio, y hermano
de Carmina, al empezar la obra “ronda ya los 30 años y es un granuja achu-
lado y presuntuoso”. Emplea un lenguaje hecho de amenazas y fanfarrona-
das, pero tiene una actitud apocada delante de otros hombres, aunque muy
resuelta frente a las mujeres, ante las que exhibe su habilidad para el piropo
y la zalamería. Sus bravatas recuerdan a las de Urbano, pero carecen de su
contenido justiciero. No quiere a nadie ni con nadie se compromete: nunca
aparece hablando con ningún miembro de su familia y ni tan siquiera presi-
de el duelo de su padre; amenaza con abandonar a su pareja, Rosa si esta,
por “romanticismo”, no accede a prostituirse (p. 43).

2.6 Otros personajes


a Sin embargo, ¿experimentan los jóvenes exactamente las mis-
mas circunstancias que vivieron los padres? Por ejemplo, ¿en-
contraron sus padres la misma oposición a su amor? ¿Por qué
distintas razones rechazan Carmina madre e hija a sus respec-
tivos pretendientes? Aunque Fernando padre e hijo manifies-
tan idéntica repulsa por el ambiente en que viven, ¿tuvo el
28 ANÁLISIS

padre que soportar el rencor y la violencia entre progenitores


que padece el hijo?
© Fernando y Carmina, hijos, viven en un ambiente que apenas ha
evolucionado respecto al que vio crecer a sus padres. Incluso puede decirse
que es peor, pues a la sordidez inicial se ha sumado la carga de una genera-
ción de odio y frustración que se convierte en un obstáculo añadido para su
amor. Carmina había rechazado libremente a Fernando en su primer intento
por la fama de mujeriego que el muchacho tenía, sin embargo su hija no
puede aceptar a Fernando hijo por la imposición de sus padres. El mucha-
cho también tiene que soportar la oposición activa de su madre, sobre todo,
a formalizar una relación con la hija de su antigua competidora.
b ¿Qué opinas del desenlace de la obra protagonizado por Fer-
nando hijo y Carmina hija? ¿Es pesimista u optimista? ¿O nin-
guna de las dos cosas? ¿Se abre alguna puerta a la esperanza?
© El final que protagonizan es abierto y voluntariamente ambiguo
por parte del autor. Es optimista si vemos en él el triunfo del amor como una
fuerza más potente que el odio; pero, incluso así, el pesimismo se cierne so-
bre la escena cuando el espectador reconoce en los proyectos de Fernando
hijo aquellos mismos que su padre fue incapaz de materializar. La mirada
amorosa que se cruzan Fernando y Carmina, padres, cuando se ven libres
de la vigilancia de sus cónyuges mal escogidos parece abrir la esperanza a
un nuevo ciclo de felicidad que puede ser protagonizado por sus hijos.
c ¿Cómo demuestran estos personajes su profunda humanidad?
(pp. 10-13, 38-39 y 52-56)
© Ambos personajes poseen un rasgo caritativo y protector, que les
hace ayudar a los demás: don Manuel, a doña Asunción, y el señor Juan, a
su hija, pese a que están enemistados
d ¿Con qué misión ha diseñado Buero el papel del Cobrador?
(pp. 6-10) ¿Y el de Manolín? (pp. 66-71)
© El cobrador pone en primer término los diferentes status económi-
cos que se dan dentro del microcosmos de la escalera. Las actuaciones de
cada personaje respecto a él darán lugar, a lo largo del primer acto, a dife-
rentes comentarios que serán significativos de las relaciones que los vecinos
mantienen entre ellos. Manolín sirve como indicador del paso del tiempo.
Al ser el único niño de la obra señala, por contraste, el envejecimiento de
los personajes de la segunda generación, especialmente Trini y Rosa, cuya
maternidad frustrada se hace patente en la relación con él.
e ¿Qué sentido confieren a la obra tales alusiones? (pp. 25-26 y
36-41)
© Las alusiones al señor Gregorio resumen el efecto del paso del
tiempo en alguien de su condición social: el empobrecimiento al que lo lle-
va la jubilación, la depresión que esta le comporta y su posterior muerte.
LA ESCALERA COMO SÍMBOLO 29

2.7 Apunte sobre las acotaciones


a ¿Adviertes alguno de estos efectos en la discusión entre Fer-
nando y Elvira en el acto primero? (pp. 26-27) ¿Y en la escena
final del acto segundo? (pp. 58-61) ¿Y en la descripción de
Paca al inicio del acto tercero? (p. 62)
© Lo más destacable de las acotaciones es que, en ellas, el autor, en
vez de reducirse a dar indicaciones de tipo funcional al director de un mon-
taje, se comporta como un narrador omnisciente que dice no solo lo que
deben hacer los actores, sino lo que los personajes sienten (“ella ha ido re-
trocediendo muy afectada”) o su verdadera intención (“él finge no verla”). Es
una manera eficiente de sugerir a los actores qué deben expresar, sin decir-
les exactamente qué deben hacer. Este procedimiento es especialmente im-
portante al final del acto segundo, cuando los actores deben dar a entender
con sus actitudes sentimientos que planean por encima de la formalidad de
la situación: Urbano habla a Carmina “con ostensible solicitud” para mos-
trarle a Fernando que la tiene por novia; y ella le contesta “con falsa ternu-
ra”, pues sigue enamorada del otro; Elvira maneja la doble intención de sus
palabras porque “lee en el corazón de la otra”.
Buero parece explayarse estilísticamente en las acotaciones, creando
efectos descriptivos que no tienen cabida en un diálogo realista, atento al
principio de verosimilitud. Vemos, al iniciarse el tercer acto cómo Buero
imagina a Paca, ya vieja; describe su aspecto con epítetos (“viejecita consu-
mida y arrugada”, “obesidad malsana”) y sus gestos, con predicativo (“fati-
gada”), adverbio (“lentamente”) y gerundio (“apoyándose”). Además con-
trasta la demora de la primera oración descriptiva con la incisiva brevedad
de la segunda, identificativa: “Es Paca”. La información que da al director de
escena es, más que la indicación concreta del movimiento escénico, la im-
presión que quiere que debe trasnmitir el personaje, aunque algunos deta-
lles dependerán de la complexión de la actriz en cuestión.

3
LA ESCALERA COMO SÍMBOLO

a ¿Qué tiene un espacio como una escalera de vecinos para ha-


ber interesado tanto al autor? ¿Qué confluye en él? ¿Qué no-
vedad aportaba al teatro de la época esa escenografía? (Para
responder, véase la p. XXXVIII de la «Introducción» y el docu-
mento 2.7)
© Según se desprende de sus declaraciones (p. 5) Buero concibe la
escalera como un ámbito que simboliza de manera eficaz las determinacio-
30 ANÁLISIS

nes humanas de tiempo y espacio. En ella confluyen diferentes tipos huma-


nos, pues se trata de un espacio comunitario y funcional. En este sentido, es
lo contrario del salón burgués, en el que, desde el siglo XIX, se desarrolla-
ban unos dramas que exploraban, sobre todo, las relaciones dentro del mar-
co de la familia. La escalera creada por Buero es también diferente del patio
de vecindad lleno de tipismo casticista en que se sitúa la acción cómica de
muchos sainetes. La escalera de nuestra obra permite ver, a la vez, la di-
mensión pública y privada de varias familias a lo largo de tres décadas; de
esta manera el autor induce a una reflexión histórica opuesta a la que pro-
pugnaba el régimen franquista, identificado con las supuestas glorias impe-
riales de España.
b ¿Qué dificultades y retos plantea un espacio semejante para
un dramaturgo? (Véanse los documentos 2.2 y 2.11)
© Como espacio escénico, al escalera plantea al dramaturgo impor-
tantes retos técnicos: la naturaleza del espacio obliga a que la acción sea
múltiple y discontinua; la evolución de los conflictos no puede desarrollarse
plenamente ante los ojos del espectador, sino que debe hacerse visible me-
diante escenas breves, fugaces y dinámicas, que obligan, por otro lado, a
ajustar de modo muy preciso las frecuentes entradas, salidas y encuentros
de los personajes para que sean, a la vez, verosímiles y significativos.
c ¿Qué aspecto ofrece la escalera? ¿Qué modificaciones experi-
menta a lo largo de la obra? ¿Qué significado podemos atri-
buir a esa apariencia y a esos supuestos cambios en relación
con los vecinos que la utilizan?
© La escalera es descrita en al acotación inicial como una casa mo-
desta de vecindad, cuyos detalles denotan que sus moradores no son pobres
solo económicamente, sino también moralmente, pues no hacen nada por
embellecer y dignificar el espacio que comparten. Así, la bombilla enrejada
que ilumina el rellano aparece “polvorienta”, y “sucia” la ventana lateral. El
hecho de que la escalera siga “pobre y sucia” (p. 36) al inicio del segundo
acto, diez años más tarde, simboliza el fracaso de los personajes de la se-
gunda generación, su falta de voluntad y la consiguiente victoria de la sordi-
dez ambiental sobre sus aspiraciones individuales. La realidad de la escalera
en esa década contrasta con las grandes esperanzas revolucionarias del perí-
odo histórico que abarca el conjunto de los dos primeros actos: 1919-1929.
Los cambios perceptibles en el tercer acto, dos décadas después, se de-
ben al intento del casero de “disfrazar [la] pobreza de la casa”. Los cristales
coloreados en las ventanas, las placas que indican el piso y los timbres en
las puertas tienen que ver con la nueva prestancia del edificio —y, presumi-
blemente, del barrio— al que ha llegado un nuevo sector social emergente,
el de los oficinistas, que empieza a descollar después de diez años de pos-
guerra. Pero las “paredes, blanqueadas” ahora, contrastarán con el odio des-
atado que los vecinos de la segunda generación se manifestarán en este ac-
to, de suerte que el detalle higiénico superficial recuerda la metáfora con
que el Evangelio identifica a los hipócritas como “sepulcros banqueados”.
LA ESCALERA COMO SÍMBOLO 31

d ¿Qué significado simbólico puede darse a esas paradójicas


palabras de Fernando? ¿Y a las que Urbano le echa en cara a
su antiguo amigo en el acto tercero: «¡Sigues amarrado a esta
escalera, como yo, como todos!» (p. 81)? ¿Qué interpretación
social cabría asignarles a unas y a otras?
© Las palabras de Fernando convierten la escalera en símbolo de una
vida sin sentido porque está sujeta a unas determinaciones materiales que
causan la parálisis moral de los personajes, incapaces como son de superar-
las. Los condicionantes histórico sociales alcanzan, de este modo, dimen-
sión de cárcel existencial.
Las palabras de Urbano en el tercer acto reafirman esta interpretación.
Reprocha a Fernando que su individualismo solo le haya llevado a mirar
“por encima del hombro a los demás”, aun sin haber realizado ninguno de
sus proyectos. Pero la emancipación que, según creía el obrero, debía traer
la lucha colectiva también ha fracasado.
e ¿De qué modo vincula espacio y tiempo el personaje? El
transcurso del tiempo, ¿qué sombría meditación despierta en
él?
© En las palabras de Fernando, la permanencia del espacio y la repe-
tición de las acciones dentro de él vienen a significar la esterilidad del paso
del tiempo. Meditar sobre los diez años pasados y ver que nada ha cambia-
do le precipita en la angustia de pensar que puede pasar otra década en va-
no. Sus palabras parecen ilustrar aquellos conceptuosos versos de Manrique:
“Mas si vemos lo presente / como en un punto se es ido / e acabado/ si juz-
gamos sabiamente / daremos lo non venido / por pasado”.
f ¿Cuánto tiempo pasa desde el primer acto al tercero? ¿Y si
agregamos la visión retrospectiva de Fernando? (p. 20) ¿De
qué modo consigue Buero transmitirnos la sensación de que
todo vuelve y se repite? (documentos 1.1 y 2.10) Al final de la
obra, ¿dan los hechos la razón a Fernando? En este sentido,
¿crees que la obra es circular? Y en tal caso, ¿sería la existen-
cia humana un tanto absurda? Consulta las pp. XXVI-XXVIII de
la «Introducción» y responde razonadamente.
© Desde el primer acto al tercero pasan treinta años, a los que la mi-
rada retrospectiva de Fernando añade otros diez.
La sensación de que todo vuelve y se repite se crea mediante la repeti-
ción de ciertas frases e ideas que actúan como leitmotiv y que señalan la
pervivencia de los mismos conflictos. El amor de Fernando y Carmina, hijos,
declarado en el mismo lugar, evidencia la vuelta de un problema que los
padres no supieron resolver y que ahora arrastra una carga más densa de
odio y frustración, que confirmaría la victoria del odio y del sinsentido. Por
otro lado, la mirada final entre Carmina y Fernando sugiere la posibilidad de
32 ANÁLISIS

que el reconocimiento del error permita variar lo fundamental en sus pro-


pias almas y se abra, así, una perspectiva de esperanza que dote a la repeti-
ción de sentido y la libere del absurdo.
g ¿Qué personajes aluden al «hueco de la escalera» y con qué
objeto? En general, ¿qué uso le dan?
© Los personajes que aluden al hueco de la escalera son Urbano y su
madre, Paca, que lo toman simbólicamente como el lugar por donde desha-
cerse de todo lo que sobra y debe ser eliminado. Ese hueco es la conexión
con el mundo exterior: es por donde varios de los vecinos ven descender el
ataúd del señor Gregorio y donde Paca espera que algún día habrá un as-
censor.
h En cuanto al «casinillo», ¿qué clara función le ha asignado el
autor, sobre todo si tenemos en cuenta que la escalera es un
espacio público y de mero tránsito?
© El “casinillo” es un microespacio de intimidad dentro del macroes-
pacio público y de paso que es la escalera. Su existencia permite que en es-
cenario se desarrollen verdaderas conversaciones, densas ideológicamente
(como la de Urbano y Fernando, en el acto primero) o emocionalmente (co-
mo las que entablan Fernando y Carmina, padres, en el acto I, Carmina y
Urbano en el acto II, y Fernando y Carmina, hijos, en el acto III).
i Resúmelo y asócialo con la escena aludida. ¿En qué contexto
se produce el derramamiento de leche y qué evidente propó-
sito tiene? Relaciona el cuento con otros momentos especiales
de Historia de una escalera y con el texto íntegro de la obra.
© El cuento de la lechera advierte del peligro inherente a soñar con
resultados a largo plazo de proyectos que pueden frustrarse de raíz. Es lo
que les ocurre a Fernando y Carmina, padres, cuando se derrama su leche-
ra, según comprobamos luego, en el acto segundo: ni se han casado ni él ha
cumplido sus aspiraciones profesionales.
Este cuento tradicional se actualiza varias veces en la obra. Cada vez
que uno de los personajes supedita sus expectativas de mejora profesional y
económica a la energía que espera recibir de la correspondencia amorosa.
Fernando no las cumple porque abandona a la mujer que ama y opta por
una solución más cómoda. Urbano tampoco las cumple porque no logra ser
amado por Carmina. Cuando la obra termina, queda en suspenso lo que
ocurrirá con los proyectos de Fernando, hijo.

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