Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
EL GIRO CINGULADO,
conocido también como giro cingular, circunvolución del cíngulo, cingulum o gyrus cinguli es
una parte muy importante del cerebro, ya que realiza un papel de conexión esencial entre el
sistema límbico y el neocórtex. El giro cingulado conforma una circunvolución de forma
arqueada, cercana a la superfície del cuerpo calloso.
En términos simplistas, el giro cingulado es como una estructura “de paso”, como un puente,
que nos diferencia en gran medida de animales que han evolucionado de forma distinta a la
nuestra.
Conecta las estructuras que nos equiparan al resto de animales (el sistema límbico: recordemos
la importancia del hipocampo y la amígdala) y a las que nos otorgan la capacidad de planificar,
razonar, realizar abstracciones conceptuales: las funciones cognitivas superiores ubicadas en el
neocórtex.
ESTRUCTURA (LUIS)
Esta parte del giro cingulado se involucra cuando hacemos predicciones sobre los resultados del
comportamiento. También ayuda a que se ejecute este comportamiento mediante proyecciones
que hace sobre la corteza prefrontal dorsolateral, las áreas motoras suplementarias, las cortezas
parietales y la médula espinal.
Es por eso que se cree que la corteza cingulada medial está relacionada con el procesamiento
de la información sobre la toma de decisiones. Se trataría, en concreto, de la toma de decisiones
basada en la recompensa y en la actividad cognitiva asociada con el control motor intencional.
La parte más ventral parece estar altamente integrada dentro de la «red de modo
predeterminado» del cerebro. Esto es, un sistema en el cerebro que permanece activo cuando
no prestamos atención a los estímulos externos.
Además, se cree que esta parte también tiene que ver en los procesos de cognición dirigidos de
forma interna. Algunos son la recuperación de memoria, la planificación o el procesamiento de
información espacial.
Esta parte del giro cingulado se ha visto implicado en procesos tales como la memoria
autobiográfica y la imaginación. Así, parece que muchos trastornos neurológicos que deterioran
la memoria están asociados con problemas en esta región del giro cingulado.
FUNCIONES (ELIAN)
La región cingular anterior tiene importantes conexiones con la amígdala, hipocampo, septum,
hipotálamo anterior, caudado y putamen, núcleo dorso-medial del tálamo, lóbulo parietal
inferior, convexidad lateral y lóbulos frontales mediales.
Posner y otros autores (2007) han asegurado que el giro cingulado anterior forma parte de una
red atencional ejecutiva, que se encarga de regular el procesamiento de información de otras
redes sensoriales y emocionales. Esto supone importante de cara a realizar una tarea, sobre
todo aquellas que suponen esfuerzo o las que son nuevas (no rutinarias).
Algunos autores, como Posner y Botvinick, proponen la hipótesis de monitorización del conflicto,
que defiende que cuando se produce una detección de conflicto en una tarea (como en el test
de Stroop), el giro cingulado anterior pone en acción un conjunto de ajustes estratégicos en el
control cognitivo y en planificar la respuesta.
Según Kandel (2000), el estado emocional de los humanos está compuesto por sensaciones
físicas y por sentimientos concretos, y son regulados por estructuras anatómicas diferentes.
Los sentimientos concretos están regulados por la corteza cingulada y la corteza orbitofrontal,
y los estados emocionales (respuestas periféricas, autónomas, endocrinas y esquelético-
motoras) involucran a estructuras subcorticales como la amígdala, el hipotálamo y el tallo
cerebral. Por ejemplo, cuando vemos una película de terror y sentimos miedo, al mismo tiempo
experimentamos un aumento en frecuencia cardíaca, la boca se seca, se tensan los músculos,
etcétera.
La corteza cingulada anterior rostral puede ayudar a inhibir la actividad de la amígdala, resuelve
conflictos emocionales. A este fenómeno se le denomina “top-down emocional”. En pacientes
con depresión existe una hiperactivación de la corteza cingulada anterior en el procesamiento
de palabras negativas autorreferenciales. Más concretamente, existe correlación positiva entre
la amígdala, la corteza prefrontal medial y la corteza cingulada rostral entre el procesamiento
de información emocional negativa autorreferencial.
Las personas con Trastorno por Estrés Postraumático, muestran hipoactividad de la corteza
cingulada anterior rostral cuando intentan evocar el trauma y durante su reexperimentación.
Además, la gravedad de síntomas del TEPT correlaciona con la hipoactividad de la corteza
cingulada anterior rostral.
Las lesiones en las regiones del cingulado anterior y medial generan trastornos de la motivación
exploratoria, atencional o acción. Los pacientes con lesiones muestran hipocinesia, apatía,
abulia sin depresión, falta de espontaneidad, mutismo acinético y respuesta emocional
aplanada.
La alteración más conocida al lesionarse el giro cingulado es el síndrome medial frontal o del
cingulado anterior, que se caracteriza por falta de iniciativa, acinesia o hipocinesia, apatía y
mutismo. Se da una reducción de actividades orientadas a metas, los pacientes no muestran
interés ni preocupación por nada (ni por su familia, ni sí mismo ni el futuro).
También tendría que ver en el síndrome de dependencia del medio, que conlleva la pérdida de
autonomía personal (comporta tendencia a la distracción, hiperreactividad, disminución de la
motivación y apatía).