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LA TECNOETICA EN LA CIDADANIA DIGITAL DE LOS JOVENES

Conocemos y transformamos el mundo que nos rodea a través diversos tipos de


artefactos. Por un lado, los artefactos culturales (tales como el lenguaje, las teorías
físicas, teoremas lógicos, etc.) afectan nuestro modo de percibir la realidad y, por
otro, los artefactos artificiales (tecnológicos) nos ayudan a superar nuestras
limitaciones sensoriales (ampliándolas y modificándolas), de modo que lo que
podemos percibir del mundo cambia a medida que aumenta la tecnología
disponible. Ambos tipos de artefactos están relacionados bidireccionalmente
estableciendo un sistema de retroalimentación. De este modo, la modificación
constante de nuestro sistema sensorial a través de la tecnología supone una
continua transformación del modo en que percibimos el mundo, de tal manera que,
cada avance tecnológico altera nuestra percepción propiciando cambios de
mentalidades y afectando a la apropiación efectiva que hacemos de la realidad a
través de los modos de producción de conocimiento (Cabañes, 2012).

Desde su creación, hace apenas medio siglo, las tic se han convertido en elemento
fundamental que hace posible la interacción entre individuos y comunidades en los
distintos ámbitos, tales como: lo económico, social, político, cultural, educativo, etc.
Por ese motivo, como es lógico, las tic se han convertido en objeto de estudio
desde múltiples disciplinas y campos de estudio como la historia, la filosofía, la
sociología, la pedagogía y, más recientemente, los estudios
sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad (cts). Como ha ocurrido tantas veces en
la historia, a medida que el hombre incorpora alguna herramienta para la
optimización de sus procesos, hay repercusiones en la vida de él mismo que
trascienden el orden de lo mecánico y de lo técnico, convirtiéndose en un elemento
de alteración de todas las estructuras sociales.
Por las consideraciones anteriores, en este estudio se aborda la tecnoética como
referente teórico y como campo de investigación de los estudios cts, este campo
emergente en su génesis busca regular el uso de las nuevas tecnologías. Lo que nos
lleva a preguntar ¿qué se entiende por tecnoética? Para dar respuesta es necesario
citar algunos estudios que nos aproximan al concepto:
Cortés (2005), en sus «preconcepciones sobre la tecno ética en los adultos», arma
que el desarrollo tecnológico y de la comunicación está produciendo cambios
signicativos, tanto de forma cuantitativa (cantidad de medios utilizados y tiempo
dedicados a los mismos) como cualitativa (influencia psicológica y social de los
medios), que influyen en el adulto.

¿QUE ES EL COMPORTAMIENTO ÉTICO DEL TECNOLOGO?

Las personas con formación profesional deben estar conscientes que, gracias a su
preparación, pueden ocupar cargos que imponen responsabilidades especiales,
como mantener la confidencialidad de sus clientes, que no tendrían si estuviesen
ejerciendo su labor como tecnólogos. Además, el aumento de la importancia de
tecnología como los computadores y las redes en la sociedad actual obliga a los
profesionales a meditar sobre ¿cuáles deben ser los lineamientos éticos que deben
seguir para su uso?

Las diferentes profesiones tienen un código de ética establecido, esto con el fin de
mostrarles lo bueno o lo malo que pueden ejercer en su carrera. De cada
profesional, tecnólogo depende un comportamiento ético ante la sociedad a la cual
se va a desempeñar, dirigiendo su responsabilidad de diferentes maneras, ya sea
dando la mejor solución y lo mejor de si para un desempeño intachable o tal vez
escoger el camino fácil y jugar con su nombre, imagen y demás colegas en el
campo. Tener conocimiento de nuestro código de ética nos permite crear una
imagen, un nombre, una credibilidad a mis servicios, esto nos ofrece confianza y
autonomismo en la hora de presentar nuestro portafolio al cliente.

Ser un “tecnólogo” hoy en dia implica un reto y un compromiso verdaderamente


grandes. Esto es debido al papel relevante que cumple este personaje en la
sociedad actual, se tratara de realizar un desglose de las características mas
relevantes de su perfil.
El tecnólogo como su propio nombre lo indica, es el hombre que materializa los
conocimientos científicos a través de sus productos y los pone al alcance de la
sociedad. Es un promotor de los avances de la ciencia , difundiendo, sugiriendo,
implementando o creando nuevas tecnologías a fin de mantener la eficiencia de la
producción de bienes y servicios que mejoren la calidad de vida de todos los seres
humanos y del medio ambiente.

Ante todo, un tecnólogo debe ser humanista, una persona con valores morales y
éticos muy bien fundamentados, puesto que sus productos impactan de manera
considerable el orden social, económico, cultural y hasta político del mundo.

El tecnólogo es un agente moral aun cuando sus decisiones y actos sean tachados
de inmorales por aquellos que son perjudicados por estos. Y, como es bien sabido,
el tecnólogo puede hacer daño, sea poniendo buena tecnología al servicio de malas
metas, sea empleando tecnología inherentemente perversa. En ello reside su
poder. Yes por ello que muchos estudiosos, notables, hombres de ciencia y
filósofos como Mario Bunge apunta en dirección de formular o crear la tecno ética,
partiendo de una teoría devalores que permita sopesar medios y fines, así como
concebir las normas morales a imagen y semejanza de las normas tecnológicas. “Si
el científico como tal formula juicios de valor, el técnico va más allá: a veces formula,
juicios éticos. La tecnología, al ocuparse en satisfacer requerimientos individuales
y sociales no teóricos, construye un puente entre el campo del conocimiento
y el de la evaluación" (Mario Bunge)
El tecnólogo se convierte así, y en un camino de ida y vuelta, en puente de conexión
entre el conocimiento generado y el individuo (usuario) que lo requiere, por su
conocimiento del mundo y por estar en disposición de manejar con pericia las
herramientas que le brindan las infraestructuras tecnológicas.
Es indiscutible que tecnólogos, ala par que científicos y administradores, están en
la raíz de la existencia de nuestra sociedad tecnológica universalizada, y, sin
embargo, informes de la sociología avisan de la no conciencia de responsabilidad
moral sobre la suerte de efectos de sus propias actuaciones. No tienen conciencia
de responsabilidades exigibles más allá de la anexa al buen hacer y dominio de la
profesión. Todavía más, el ideal perseguido de eficacia se vería mermado, en
opinión de aquéllos, por una conciencia sensibilizada. Los códigos
deontológicos, lamenta Bunge, atienden con frecuencia más a la salvaguarda
del status de profesional que a los derechos de los previsibles receptores de su
labor.
La ciencia teórica pura es siempre buena pues el conocimiento de la verdad es en
sí mismo bueno, y porque la verdad se dirige a mejorar el mundo; pero "la tecnología
se ocupa de la acción humana sobre cosas y personas. Esto es, la tecnología da
poder sobre cosas y seres humanos y no todo poder es bueno para todos"
(Bunge, 1996) Por ello el periplo del tecnólogo se centra en una disyuntiva:
la realización de su sensible labor forjadora de sociedades o la pasividad
silenciosa y evasiva frente a su rol dentro de ellas.
Una de las implicaciones que se deducen es que dentro de las prioridades
de la ciencia se debe analizar si la ciencia puede contribuir efectivamente al
desarrollo sostenible. Este es un mensaje que se tiene que comunicar a sí
misma la comunidad científica; la práctica científica no está básicamente libre de
valores, pero tiene que encontrar sus justificaciones
en referencia a las preocupaciones sociales prevalecientes. El objeto del ámbito
científico, en este nuevo contexto, podría bien ser el de impulsar el proceso
de resolución social del problema, incluyendo la participación y el
aprendizaje mutuo entre los agentes involucrados, en vez de la búsqueda
de soluciones definitivas o implementaciones tecnológicas.
Los avances de la ciencia y la tecnología propician nuevos escenarios que
reclaman esfuerzos específicos de creación ética, no únicamente en
aplicaciones concretas, sino en los principios a cuya luz pueden tomarse
ciertas decisiones. Entre normas, actitudes y acciones están las posturas y
visiones de seres humanos en contexto determinado. Las normas son validas
solo en la medida en que son asumidas en los comportamientos.
Entonces, debemos tener en cuenta los factores que otorgan a los criterios su
pertinencia social. El problema radica en reconocer como valido el sistema de
valores éticos

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