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UNIVERSIDAD METROPOLITANA DE EDUCACION

CIENCIA Y TECNOLOGIA “UMECIT”


MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
MATERIA TEORIAS DEL APRENDIZAJE

LAS NEUROCIENCIAS Y EL APRENDIZAJE AUTONOMO


(Ensayo)

Estudiantes: Yarlis del Carmen Tirado Acosta


Cedula de Identidad: 50.929.657

Profesora: Dra. Olines Carrascal Ríos


Cuatrimestre: II

Montería, 10 de septiembre de 2019


LAS NEUROCIENCIAS Y EL APRENDIZAJE AUTONOMO

Introducción

Actualmente, uno de los objetivos que desde la docencia se ha establecido es el de


entender cómo aprendemos, teniendo en cuenta que los seres humanos somos
diferentes unos de otros, lo cual se refleja en la realidad al ver que cada individuo en
particular tiene condiciones, cualidades o aptitudes y experiencias de vida
diferentes, lo que genera como consecuencia que seamos seres únicos.

Atendiendo a este objetivo, hoy en día algunas ciencias se han unido con el fin de
aportar sus investigaciones alrededor del funcionamiento del cerebro, originando lo
que conoce como neurociencia.

En este trabajo se pretende valorar la importancia de la neurociencia y como su


aplicación está revolucionando la manera de entender el comportamiento humano,
pero sobre todo sus aportes acerca de los mecanismos responsables del
aprendizaje, dando origen a la neuroeducación y a una de sus disciplinas: La
neurodidáctica, la cual favorece el desarrollo del conocimiento con todo nuestro
potencial cerebral, teniendo como una de sus estrategias innovadoras el aprendizaje
autónomo a través de la educación virtual.

Desarrollo

La neurociencia es una disciplina que incluye muchas ciencias que se ocupan de


estudiar el sistema nervioso y todos sus aspectos; como podrían ser su estructura,
función, desarrollo ontogenético y filogenético, bioquímica, farmacología y patología;
y de cómo sus diferentes elementos interactúan, dando lugar a las bases biológicas
de la cognición y la conducta. Entre estas ciencias podemos encontrar a la
psicología, la neuroanatomía, la neuroquímica etc. entre los campos que estas
ciencias exploran están las operaciones de neurotransmisores en la sinapsis, los
mecanismos responsables del aprendizaje, las operaciones de redes neuronales
etc. Gracias a la aportación de estas ciencias hoy podemos comprender la fisiología
del cerebro y por consiguiente los distintos tipos de comportamiento, aunado a esto
se puede estar en la posibilidad de diseñar y aplicar procesos de enseñanza –
aprendizaje que permitan modificar paradigmas tradicionales de aprendizaje y
moldear estados emocionales que ayudan a la integridad del ser humano.

Gracias a estos aportes se han empezado a desarrollar distintas estrategias que van
desde el desarrollo de técnicas para una mejor estructuración cerebral hasta el
diseño de ejercicios cerebrales, así mismo en el ámbito educativo permite el
desarrollo de nuevas estrategias para mejorar tanto la conducta como el proceso de
enseñanza – aprendizaje.

Por otra parte el Instituto Superior de Estudios Psicológicos ISEP (2015) manifiesta:

La neuroeducación ha transformado el paradigma de la capacitación al


incorporar y promover la integración interdisciplinaria de las ciencias de la
educación con aquellas que se ocupan de estudiar el funcionamiento del
cerebro. Así pues, se ha generado un avance sin precedentes en el proceso
de aprendizaje, ya que contribuyen a la potenciación de las capacidades
neurocognitivas y emocionales de las personas (p.1).

La neurociencia está revolucionando la manera de entender el comportamiento


humano y lo más importante el descubrir cómo se aprende, cómo almacena
información en el cerebro y principalmente cuales son los procesos biológicos que
facilitan el aprendizaje.

En nuestro proceso de enseñanza aprendizaje en el aula, gracias a las


neurociencias, podemos establecer como de suma importancia los estados
emocionales del estudiante, su comportamiento, sus capacidades y ritmos de
aprendizaje y así como docentes, establecer un tipo especial de liderazgo, planear,
diseñar y aplicar actividades y/o estrategias para mejorar el aprendizaje, la memoria
y modelar los estados emocionales de los estudiantes.

El cerebro se encuentra dividido en dos hemisferios el hemisferio izquierdo y el


hemisferio derecho, ambos unidos por distintos haces de fibras nerviosas que los
comunican, en particular el hemisferio izquierdo procesa la información analítica y
secuencialmente, en forma lógica y lineal, es decir tiene la capacidad para las
matemáticas, para leer y escribir, en cuanto al hemisferio derecho se especializa en
la percepción global, parte del todo para entender las distintas partes, en otras
palabras, es intuitivo, piensa en imágenes, símbolos y sentimientos, tiene capacidad
imaginativa y fantástica, espacial y perceptiva. Por otra parte, el Neocortex es la
parte más reciente y evolucionada del cerebro racional, en esta área es donde
encontramos la conciencia y el sentido del yo, es el área que se activa cuando
razonamos, planificamos, aprendemos, memorizamos y emitimos un juicio.

Imagen 1. El cerebro y sus lóbulos

La corteza o cortex cerebral a su vez se divide en cuatro lóbulos estos son el frontal,
el parietal, occipital y el temporal. El lóbulo temporal se considera el más importante,
es el responsable de nuestros movimientos voluntarios y la planificación, se
considera que contiene nuestra personalidad, la inteligencia y la percepción
consciente. El lóbulo parietal se encarga de recibir sensaciones del tacto, calor, frío,
presión, controla los músculos de boca y cara, en cuanto al lóbulo temporal está
especializado en la audición aunque tiene neuronas relacionadas con la
comprensión del lenguaje, memoria y aprendizaje. Por último, el lóbulo occipital está
especializado en la visión, tiene un centro de asociación que relaciona lo que vemos
con nuestras emociones, en suma, se puede decir que los cuatro lóbulos procesan
el lenguaje, la audición, el pensamiento conceptual y la memoria asociativa. Sin
embargo, también es visible el grado de especialización o bilateralidad de los
hemisferios
Ante esta perspectiva es factible considerar el aprendizaje como el proceso a través
del cual el individuo adquiere conocimientos mediante la interacción con el medio
que lo rodea, lo que permite la reestructuración de sus esquemas mentales, mismos
que van definiendo y acrecentando sus habilidades, destrezas y hábitos, lo que al
final se traduce en un proceso formativo. Es este proceso el que ha permitido
señalar que es el docente quien tiene un papel especial ya que a través de su
orientación y apoyo es como el estudiante es capaz de desarrollar un aprendizaje
significativo, y que posteriormente el estudiante une a sus experiencias de vida para
influir en el mundo que le rodea.

Así mismo cabe mencionar que las neuronas son las principales células del sistema
nervioso, cuya función es encaminar, procesar la información en el organismo,
transportar las señales químicas y eléctricas a través de todo el cuerpo, para
después integrarlo y de esa forma generar conocimiento, es aquí donde empieza el
aprendizaje, no olvidemos que este aprendizaje se da a través de los estímulos que
llegan al cerebro, es por eso que es de suma importancia que el docente asegure la
calidad de la información dándole sentido y significado, en cuanto al significado, la
información debe ser relevante, provocar emociones y situarse en un contexto en
específico.

Imagen 2. Neuronas

Al hablar del proceso de enseñanza – aprendizaje es inevitable también hablar


sobre la inteligencia. Gardner (1986) define a la inteligencia como “La capacidad o
habilidad para resolver problemas o para crear productos que se consideran
valiosos dentro de uno o más entornos culturales” (p.3).
Por lo que podemos decir que la inteligencia es la capacidad para resolver
problemas utilizando creativamente recursos para la creación de soluciones.
Considerando esta perspectiva podemos señalar que es la habilidad para entender
y aprender acerca del ambiente que nos rodea, como es la familia, la escuela, el
trabajo, no obstante se considera que todo ser humano posee un tipo de inteligencia
más desarrollada que otras y que de acuerdo a Gardner en el cerebro se albergan
ocho tipos de inteligencias de las cuales cada ser humano tiene la habilidad o
capacidad de manera innata para desarrollar una en particular, esto no significa que
el resto de las inteligencias no puedan ser desarrolladas al mismo nivel solo se
requiere de un mayor esfuerzo y dedicación, así como un proceso de enseñanza
motivadora tanto del docente como del mismo estudiante para generar su propio
conocimiento.

Por otro lado es a través de la metacognición como logramos tener conocimiento de


nuestro proceso cognitivo o bien la capacidad que tenemos para autorregular
nuestro propio aprendizaje y establecer las estrategias más adecuadas para cada
situación. Entre los procesos que sustenta la metacognición encontramos la
percepción, la atención, la lectura, la escritura, la comprensión, la comunicación y
desde luego la memorización, que en suma nos dan un conocimiento autorreflexivo.

Tradicionalmente se hacían investigaciones sobre el proceso cognitivo sin


considerar las emociones, sin embargo hoy las neurociencias nos demuestran que
son elementos que se complementan, por lo que un individuo metacognitivo será
aquel que conoce sus emociones, es consciente de lo que necesita aprender y lo
que debe hacer para alcanzar sus objetivos específicos, es decir regula su conducta
y planifica sus acciones, podemos establecer entonces que la metacognición es de
suma importancia tanto para lograr el desarrollo cognitivo como para alcanzar un
equilibrio emocional.
Imagen 3 La Metacognición

Ahora de acuerdo a la comprensión médica sobre el cerebro, en necesario afirmar


que las principales características del ser humano en este órgano son las funciones
cognitivas, ejecutivas y emocionales.

Las funciones cognitivas son procesos mentales a través de los cuales podemos
realizar cualquier cometido. Estas funciones nos permiten tener un papel activo en
los procesos de recepción, selección, transformación, almacenamiento, elaboración
y recuperación de información, lo que nos capacita para manejarnos en el mundo en
el que vivimos. Entre las funciones cognitivas humanas se encuentran: Orientación
temporal, espacial y personal; atención; memoria; lenguaje; percepción y
reconocimiento de objetos; elaboración de las respuestas motoras y las funciones
Ejecutivas.

Las funciones ejecutivas nos permiten la anticipación y el establecimiento de metas,


el diseño de planes y programas, el inicio de las actividades y de las operaciones
mentales, la autorregulación y la monitorización de las tareas, la selección precisa
de los comportamientos y las conductas, la flexibilidad en el trabajo cognoscitivo y
su organización en el tiempo y en el espacio. Algunos ejemplos de actividades
cotidianas que son posibles por nuestras funciones ejecutivas: Seguimientos de
horarios; Establecimiento de un plan estratégico de metas y desafíos; jerarquización
de ideas; operatividad en el tiempo; memoria de trabajo; auto monitorización del
desarrollo de la tarea; habilidad de organización y administración de tareas
(agenda); etc.
Por último, las funciones emocionales son funciones mentales específicas
relacionadas con los sentimientos y los componentes afectivos de los procesos
mentales. Las emociones son estados funcionales del organismo de naturaleza
neurofisiológica, que activan los sistemas visceral, endocrino y muscular, y que nos
predisponen a la acción. Se activan en nuestro cuerpo de manera involuntaria y nos
impulsan a asegurar la vida. Mecanismos instintivos como la lucha, la huida o la
reproducción han tenido una función esencial en la supervivencia de nuestra
especie, y también, para el desarrollo de las sociedades de todos los tiempos y
lugares. Los mecanismos instintivos anteriores son el resultado de que se
desencadenen en nosotros emociones como la ira, el miedo o la atracción sexual,
respectivamente. Aunque las condiciones en las que vivimos actualmente son
distintas de las que existían hace unos milenios, las emociones siguen
desencadenándose constantemente en nuestras vidas, participando en la
construcción de “quiénes somos” y afectándonos en nuestro comportamiento diario
para bien (amor, alegría, serenidad, etc.) y para mal (ansiedad, angustia, miedo,
etc.).

Ahora hablemos de la neurodidáctica. De acuerdo a Valdés (2015), citado en


Manchego (2015), es:

Una rama de la neurociencia que a través del conocimiento de la


neurofisiología de los procesos mentales, pretende diseñar estrategias de
enseñanza para profesores y de aprendizaje para los estudiantes, de forma
efectiva y eficiente, con el objetivo de promover un mayor desarrollo cerebral,
y con esto mejorar la práctica docente y al mismo tiempo el desarrollo de
competencias permanentes en los estudiantes (p.4)

Es decir, La neurodidáctica nos enseña a entender que, como y por qué


aprendemos y la forma en que lo hacemos, lo cual ayuda a desarrollar los sentidos y
habilidades de los participantes. En cuanto a los aportes más relevantes de las
neurociencias en pedagogía, es lo relacionado con la inteligencia emocional, y
según Goleman (1995) citado en Gómez, M. y Vásquez, E. (2018) se trata de: “la
capacidad de reconocer sentimientos en uno mismo y en otro, siendo hábil para
gestionarlos y dirigirlos a la hora de relacionarse con los demás”.
Esto nos indica que nos encontramos ante un estudiante con inteligencia emocional
solo si es capaz de moldear su comportamiento y emociones ante una situación
dada. Entre los fundamentos básicos que promueven el desarrollo de la inteligencia
emocional se encuentra: El conocimiento de sí mismo, la empatía, la regulación
emocional, las habilidades sociales, la automotivación y la constante búsqueda de la
felicidad.

De igual forma, la neurodidáctica ha adoptado la implementación de herramientas


de innovación educativa, teniendo en cuenta la definición dada por Jaume Carbonell
(2002) sobre innovación educativa: “Un conjunto de ideas, procesos y estrategias,
más o menos sistematizados, mediante los cuales se trata de introducir y provocar
cambios en la práctica educativa vigente…” (p.2).

Como se indica, la neurodidáctica asume la innovación como generación de cambio,


incluyendo componentes tanto explícitos u ocultos, ideológicos, cognitivos, éticos y
principalmente afectivos. Es decir, la innovación debe estar dada por la subjetividad
y el desarrollo de la individualidad del sujeto, así como a las relaciones teóricas -
prácticas propias al proceso enseñanza - aprendizaje, donde sus aportes tienen un
carácter diferente, confiable y válido para la solución de problemas educativos.

Una de estas estrategias innovadoras en la que la neurodidáctica encuentra una


amplia gama de posibilidades es la educación virtual, donde tiene cabida la
enseñanza y el aprendizaje en una interacción constante ya sea asincrónica o
sincrónica y en un ambiente de aprendizaje con múltiples herramientas y muy fácil
de usar, dado a estas características se le ha denominado “Aula sin paredes”
algunos ejemplos de estos entornos pueden ser desde plataformas de gestión y
distribución de contenidos hasta campus virtuales, los cuales pueden modificarse,
actualizarse o personalizarse. Así mismo, dentro de estas plataformas podemos
encontrar herramientas como Wikis, Portafolios, Video conferencias, Chat, Blog, e-
mail, Pizarras, foros, etc.

Desde la óptica de la neurodidáctica, el solo hecho de incluir en la práctica


educativa herramientas como: videos, películas, audios, juegos, actividades lúdicas,
foros, blogs, etc.; permite transformar los ambiente de aprendizaje y
consecuentemente, permite a los estudiantes adquirir distintas formas de desarrollar
sus procesos de aprendizaje.

Entre estas formas de aprendizaje tenemos aprendizaje autónomo, el cual nos


ofrece las siguientes ventajas y/o fortalezas:

- Ayuda al estudiante a que éste sea protagonista de su propio proceso de


formación, que lo transforma de sujeto pasivo a sujeto activo capaz de
autodeterminación para cumplir metas cognitivas y personales. Tal aprendizaje está
soportado en un ambiente de motivación y automotivación, amistad, afectividad,
interacción entre aprendientes (docente-estudiantes, estudiantes-estudiantes), ética,
exigencia y respeto.

- La autonomía que se genera en el estudiante debe orientarse al uso de los textos


como pretextos para potencializar competencias y fortalecer el pensamiento
complejo. Es una decisión que se basa en el hecho de que el conocimiento es
relativo (lo que hoy se revela como verdad, mañana se toma como una sustentación
rebasada por nuevos hallazgos), y en que el ser humano tiene capacidad para
discernir con responsabilidad sobre aspectos que le convengan. Es asumir la
realidad de hoy que exige aprender a aprender de distintas fuentes de información y
de conocimiento.

- Autodeterminación. Que, además, se sustenta en la necesidad de aprovechar de la


modalidad de educación a distancia, estrategias que parten de la concientización de
que debe aprenderse por convicción, mas no por presión del docente.

Los estudiantes de la educación virtual deben tener en cuenta los siguientes


limitantes:

-Los profesores pueden llegar a repetir explicaciones y perder el tiempo si varios


estudiantes tienen el mismo problema. En este caso, los profesores deberían dar
una explicación general para toda la clase.
-Si los estudiantes no desarrollan, un sentido estable, una autoidentidad positiva que
sea reforzada por una experiencia de aprendizaje exitosa, no lograrán
comprometerse en procesos de autoevaluación que genere disposiciones afectivas
y motivación para ser estudiantes autorregulados.

-No todos tienen las formas, las herramientas o técnicas para decidir si la
información que recopiló al investigar es fiable o si es realmente objetiva. Debido a
esto muchos aseguran que el aprendizaje debe realizarse guiado por personas
idóneas en la materia a través de diferentes niveles.

Y además por más que el Autoaprendizaje tenga información útil y correcta por
parte del Autodidacta y la permanente estimulación de su inteligencia, corre con la
desventaja de no tener un aval social como lo tiene un título oficial y su consecuente
validez en el ámbito laboral y académico.

Conclusión.

La aportación de las neurociencias y en particular de la neurodidáctica nos permite


dar respuesta a aquellos cuestionamientos propios del aprendizaje, de forma tal que
las estrategias de enseñanza sean efectivas y eficientes principalmente porque
estas estrategias didácticas implican no solo manejar a la perfección los contenidos
de la asignatura sino también implica un análisis situacional, conocimiento del
grupo, planteamiento de problemas observados y necesidades por atender, en
donde también se contemplan factores como el proceso cognitivo, neuronal y
principalmente emocional y más si hablamos de estudiantes en la etapa de
adolescencia.

Como es de gran interés y obligación para todos los países promover el desarrollo
humano, no podemos perder de vista que este va de la mano con la mejora en la
calidad de la educación. Ahora bien, para mejorar la calidad de la educación, los
países necesitan adoptar propuestas innovadoras. Es allí donde surge la
Neuroeducación como una de las propuestas a ser tomada en cuenta. Innovar es
transformar, es apostar por una educación para el Siglo XXI. Por tal razón, es de
vital importancia implementar en nuestras aulas nuevos componentes que abran
camino a un nuevo modelo de práctica pedagógica, un modelo que considere la
armonía entre el cerebro, el aprendizaje y el desarrollo humano. Uno de estos
modelos es la educación virtual, la cual se caracteriza por desarrollar el aprendizaje
autónomo del estudiante, lo cual plantea al docente el reto de aprovechar las TIC
para hacer más consiente a los participantes de su proceso de aprendizaje y su
papel en la regulación del mismo; lo que permite abrir muchas posibilidades de
innovación y experimentación, de investigación y de sistematización por parte de los
profesores y de los mismos establecimientos educativos.
Referencias Bibliográficas

Instituto Superior de Estudios Psicológicos (2015). La neurociencia y la educación.


Recuperado en: https://www.isep.com/mx/curso/maestria-en-neuroeducacion/

Gardner (1986) La Teoría De Las Inteligencias Múltiples, Una Nueva Filosofía De


Educación. Recuperado en:
https://web.oas.org/childhood/ES/Lists/Temas%20%20Proyectos%20%20Actividad
%20%20Documento/Attachments/450/10%20Ponencia%20Marisol%20Justo.pdf

Gómez, M. y Vásquez, E. Aportes de las Neurociencias a la Educación. Recuperado


en https://repository.uaeh.edu.mx/revistas/index.php/tepexi/article/view/3310/3284

Valdez (2015) Neurodidáctica aplicada al aprendizaje de léxico a través de mapas


mentales. Recuperado en: https://www.grin.com/document/303593

Jaume Carbonell (2002) ¿Qué es la Innovación Educativa? Recuperado en:


https://www.uv.mx/blogs/innovaedu/que-es-innovacion-educativa/

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