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Abel Arcos
Carlos Lechuga
“La siesta” va sobre un amnésico que vaga por lo que supone el fin de
la guerra. A veces se recuerda como un héroe mambí, otras veces no
se recuerda como nada concreto. El equivalente pictórico de “La
siesta” se encuentra en la serie “La tregua fecunda” de Ariel Cabrera
Montejo. Salvo libertades puntuales, los hechos que siguen reflejan
cabalmente sus fuentes históricas.
1
INT. CUEVA-NOCHE
CANIQUI
No te asustes, son tus amigos…se comen
lo malo (muerde y le extiende un trozo)
¿quieres?
2
Inocencio mastica sin dejar de mirar el rostro de
Caniqui, que luce más grande de lo que es debido al afro
de varios centímetros de largo.
CANIQUI
Los caracoles abren y cierran los caminos
porque son macho y son hembra a la vez.
En mi aldea todos íbamos con un caracol
escondido en el culo por si nos atrapaban
pudiéramos alimentarnos travesía…
…en el vientre de los barcos negreros, como
íbamos encadenados, por las noches pujábamos hasta
expulsar el caracol que cada cual llevaba dentro…
EXT. LLANURA-DIA
3
INOCENCIO
¿Cuántas noches pasaron en la cueva?
CANIQUI
Una mano y tres dedos
INOCENCIO
¿Por qué me salvaste?
CANIQUI
¿Porque no?
INOCENCIO
En la cueva soñé que antes
yo era un oficial…
CANIQUI
¿Un capitán…un coronel?
INOCENCIO
Más alto, alguien más alto, pero
nadie me llamaba por mi nombre…
4
Desmonta Inocencio, desmonta Caniqui.
Pasean distraídos la pradera, como buscando se agachan
aquí y allá y extraen de la hierba una camisa, un
pantalón, un sombrero.
Se deshacen de sus harapos y se prueban las prendas de
los muertos.
Caniqui se calza un par de botas que no le entran y las
regresa junto a un par de pies mustios.
Inocencio se prueba un sombrero mambí, pero le baila en su
pequeña cabeza. Da unos pasos más y se encasqueta un
sombrero de ala ancha hasta la frente, un sombrero del
ejército español.
Luego unos pantalones claros y un cinturón con funda para
machete.
En conjunto es una mezcla de mambí, español y bandido.
Caniqui silba y el potro bayo, que pacía al fondo, trota
hacia ellos por la pradera.
Caniqui le acaricia la frente, lo monta, ayuda a montar a
Inocencio y arrea.
Retoman su paso monótono a campo traviesa, son otros sin
dejar de ser los mismos.
CANIQUI
Mi padrino, príncipe de niño
y esclavo hasta morir en Trinidad,
no recordaba su nombre cuando
lo trajeron y su amo lo miró fijo
a los ojos antes de comprarlo y lo
bautizó Inocencio,
Él me enseñó todo lo que importa saber (…)
5
CANIQUI
¿Te molesta si te llamo Inocencio?
INOCENCIO
(Se repite para sí)
Inocencio…Inocencio… Inocencio…
me gusta…
INOCENCIO
Y…¿es linda Trinidad?
CANIQUI
(Asiente)
Si eres un amo sí, si eres otra
cosa no tanto…
6
Caniqui arrea y persigue sus risas como si tuvieran algo
que mostrarles oculto en la claridad que ciega.
7
abandonado hace cien años cuando en realidad hasta antes
de la guerra allí vivía gente sin dudas rica.
HOMELESS
¿Adivinen a quien trajo la marea?
HOMELESS
¿No lo reconocen? Es el pelagatos…
VOZ ANÓNIMA
(Adormilada)
¿Eso es un burro?
8
INOCENCIO
Se llama Alejandro…
VOZ
Alejandro…Alejandro…creo
Que sí se me hace conocido…
HOMELESS
El burro no…el pelagatos idiota..
Comía gatos vivos por alcohol y
Tabaco…pero con la guerra todo el mundo
Comía gatos y su vicio perdió el chiste
Y entonces se hizo mambí…perdón oficial, era
Alguien alto…
VOZ ANÓNIMA
Una vez vi un gato gordo y amarillo
Era un tigrazo…hace tiempo no veo
Un gato…extraño a los gatos…
INOCENCIO
Cuando acabe la guerra volverán
los gatos.
9
La Homeless le sonríe.
HOMELESS
La guerra terminó hace meses..
10
Inocencio se incorpora y anda en esa dirección, choca de
lleno con una alfombra que cubre un hueco en la pared.
Inocencio la golpea y la empuja con fuerza seguro de que
al otro lado encontrará el mar, hasta que por fin se
viene abajo e Inocencio vuelve a despertar:
Encuentra el rostro de bruja de la Homeless, iluminado
por una antorcha, sus encías negras mostrando una
sonrisa.
HOMELESS
Una noche estábamos persiguiendo
a una rata y echamos abajo la pared…
y allí estaban…
Los dueños eran unos perversillos, pero
Gracias a ellos cada vez que se nos termina
El alcohol y el opio, cogemos uno y lo
Cambiamos Por más alcohol y más opio.
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