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Dr. Henry González. Alcalde del Municipio Bruzual.

Prof. Ana Rodríguez. Directora de la Zona Educativa del estado Yaracuy.


Prof. Milena Hernández. Secretaria de Educación.
Prof. Maura Betancourt. Secretaria General de Despacho de Gobierno
Prof. Marlys Segovia. Jefa del Municipio Escolar.
Prof. Kelvin Rodríguez. Presidente de la cámara municipal
Vicepresidente: Alí Alvarado y demás concejales.
Apreciados Docentes.

Buen día…
Inicio este discurso, dándole gracias a Dios por permitirnos estar aquí en este
día tan especial, y agradecerle la oportunidad de dirigirles unas palabras desde mi
humildad como maestro, para honrar y homenajear a los constructores de sueños, a
los seres de luz, a ustedes maestras y maestros, que día a día con constancia,
compromiso y dedicación forman al nuevo republicano que nos exige la patria. Un
mensaje desde lo humano, sublime y al mismo tiempo crítico y reflexivo de la labor
que desempeñamos.
Al hablar de los educadores, desde un punto de vista histórico, debemos
remontarnos al pasado, recordar que celebramos el día del maestro el 15 de enero,
gracias a un grupo de hombres y mujeres con vocación de servicio, que se
organizaron para luchar por la defensa de la libertad y la dignidad del magisterio
venezolano. El maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa afirmaba: “El maestro ha de ser
en todo momento digno campeón de la justicia, ha de decir a todos su verdad y
defender con su palabra y su brazo esa justicia, cuando desde cualquier parte se
quiera postergar o atacar”.
Un maestro es un apóstol de la cultura, con la hermosa tarea de encender
luz en todas las conciencias ensombrecidas, debe ser garante de la expresión libre
de las ideas y de los derechos ciudadanos. Ejemplo de lo anteriormente expuesto, lo
constituye la obra de Don Simón Rodríguez, pedagogo y filósofo quien fuera maestro
de un niño, que con el correr de los años seria el Libertador de cinco naciones;
enseñándole el valor de la libertad, el amor a Venezuela, la importancia de la justicia
y la necesidad de revelarse a la opresión.
Palabras de Bolívar a Rodríguez, en su carta al maestro el 19 de enero de
1824:
“Oh mi maestro! ¡Oh mi amigo!, Oh mi Robinson, Usted formó mi corazón
para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el
sendero que usted me señaló, fue mi piloto. No puede figurarse cuan hondamente
se han grabado en mi corazón las lecciones que usted me ha dado”
Es propicio el momento para rendir homenaje y recordar, a esos hombres y
mujeres que, con su ejemplo, vocación de servicio, mística y trabajo han dejado una
huella imborrable en el corazón de generaciones de estudiantes en el municipio
Bruzual y el estado Yaracuy, entre ellos podemos mencionar a: Catalina de Bolívar,
Cila Mota de Rojas, Cecilia Bazán de Segura, a la maestra pueblo Pastora Loyo.
Asimismo, a docentes que constituyen una referencia para las nuevas generaciones
como: Oscar Longa, Pastora Villanueva, Paula Osorio y Emilia Osorio entre otros. Un
abrazo invisible y el agradecimiento patrio, a los docentes que hoy se encuentran
jubilados, que hicieron de esta profesión su forma de vida.
A los colegas condecorados, mi respeto y mi admiración; representan
ustedes ese potencial con que cuenta la patria para consolidar una educación de
calidad, integral, liberadora y emancipadora. Es necesario que sigamos avanzando,
con compromiso y mística para consolidar la calidad educativa, aprovechar las
oportunidades que nos ofrece el Sistema Educativo Bolivariano, de transformar la
escuela en un espacio para la investigación y formación permanente, inspirada en la
teoría pedagógica de la educación popular, que sostiene la función social de la
escuela.
Debemos estar prestos, a los procesos de transformación curricular, propiciar
una nueva praxis educativa, mediante la práctica de la pedagogía del amor, el
ejemplo y la curiosidad, que permita desarrollar en los estudiantes el amor por el
prójimo, a ser solidarios, a compartir, a socializar el conocimiento, experiencia,
saberes, haceres con orgullo de ser venezolanos, seamos cada día maestras y
maestro amoroso, actuemos con humildad y sencillez para enseñar desde el punto
de vista cognitivo y afectivo. Asumamos la educación como un servicio social,
concibiéndola como un apostolado.
Decía el Comandante Chávez: “Los niños no pueden ser de la calle, deben ser
de la patria, de la escuela, del juego, del deporte, de la vida, de la felicidad”
Abramos espacios para la educación de calidad, para la escuela que se revisa
y reflexiona, la escuela que se centra en la atención integral de los estudiantes, que
parte de sus intereses, que constituye un futuro mejor para esta patria,
demostremos que las maestras y maestros venezolanos nos arriesgamos a
transformar.
Felicitaciones maestros y maestras, son ustedes los líderes que necesita
Venezuela para formar con amor, para lo grande, para lo sublime, para lo hermoso,
para la verdad, para la libertad. Que Dios los colme de bendiciones y mucha salud
para que juntos sigamos construyendo patria.

Un fuerte abrazo, gracias….

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