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Penales
Jhon Rawls
I.- Introducción
En este contexto y siguiendo las ideas que Alberto Binder expone en su libro
Introducción al Derecho Procesal Penal, es que nos resulta posible identificar que
los medios de defensa se entienden bajo una idea de estricto control de las
a) La sociedad debe controlar cómo sus jueces administran justicia (lo que se
verifica fundamentalmente a través del principio de publicidad);
De igual forma refieren Baytelman y Duce que “…el mecanismo de las objeciones
es la manera en que las partes en juicio pueden manifestar su disconformidad
respecto de cualquier actividad de la contraparte que pueda afectar sus derechos
(o intereses)…”. Y esto resulta bastante claro desde la esencia misma de la
adversarialidad, toda vez que la razón de objetar estará surgiendo de la valoración
que el litigante haga en torno a que la prueba presentada pueda en un momento
dado resultarle perjudicial a su teoría del caso.
Ahora bien, por cuanto hace a las destrezas de litigación, las objeciones implican
una determinada habilidad que requiere de operaciones de razonamiento y
decisión estratégica en fracciones de segundo, precisando simultáneamente de
capacidad de respuesta inmediata orientada a presentar y fundamentar la objeción
ante el tribunal (Cfr. CNPP Artículo 117. Obligaciones del Defensor: Son
obligaciones del Defensor: “… XI. Participar en la audiencia de juicio, en la que
podrá exponer sus alegatos de apertura, desahogar las pruebas ofrecidas,
controvertir las de los otros intervinientes, hacer las objeciones que procedan y
formular sus alegatos finales…”). Dicho de otro modo, el litigante debe identificar
el momento preciso (oportunidad) para manifestarse en contra del testimonio o
evidencia presentados por su contraparte, toda vez que pasado dicho momento
los mismos pueden quedar admitidos o registrados. Del mismo modo, al objetar, el
litigante debe dejar bien claro aquello sobre lo que se está oponiendo
(especificidad) es decir la naturaleza misma de la objeción, a efecto de que el
tribunal pueda resolver exactamente respecto de ello. Y por si esto fuere poco, la
objeción deberá estar acompañada del fundamento correcto que la avale 3, ya que
en general se espera que en una audiencia sólo sea admitida información
relevante para el caso que se juzga, sin embargo, como se dijera renglones atrás,
en un momento dado lo manifestado por el testigo o bien la evidencia presentada
pudiera no ser conveniente para alguna de las partes, de allí la necesidad de
objetar y exponer el fundamento de ello.
3 Por ejemplo, la objeción en torno a la evidencia que se pretende presentar se puede fundar en:
relevancia, pertinencia, etcétera, mientras que en lo inherente a las preguntas que le son formuladas al
testigo, estas pueden ser objetadas en el sentido de ser: compuestas, poco claras, coactivas, sugestivas,
etcétera.
4 Véase: Baytelman Aronowsky, Andrés y Duce Jaime, Mauricio, “Litigación Penal, Juicio Oral y
Prueba”, Universidad Diego Portales, Chile, 2004, p. 169 y ss. Las cursivas son nuestras.
Asesor jurídico de la víctima, en su caso. El Órgano jurisdiccional
deberá abstenerse de interrumpir dicho interrogatorio salvo que medie
objeción fundada de parte, o bien, resulte necesario para mantener el
orden y decoro necesarios para la debida diligenciación de la audiencia.
Sin perjuicio de lo anterior, el Órgano Jurisdiccional podrá formular
preguntas para aclarar lo manifestado por quien deponga, en los
términos previstos en este Código.
A solicitud de algunas de las partes, el Tribunal podrá autorizar un
nuevo interrogatorio a los testigos que ya hayan declarado en la
audiencia, siempre y cuando no hayan sido liberados; al perito se le
podrán formular preguntas con el fin de proponerle hipótesis sobre la
materia del dictamen pericial, a las que el perito deberá responder
atendiéndose a la ciencia, la profesión y los hechos hipotéticos
propuestos.
Después del contrainterrogatorio el oferente podrá repreguntar al testigo
en relación a lo manifestado. En la materia del contrainterrogatorio la
parte contraria podrá recontrainterrogar al testigo respecto de la
materia de las preguntas.
Luego entonces, desde un panorama general, se puede decir que las objeciones
conforman una suerte de herramienta eficaz que le permite al abogado establecer
y limitar tanto el discurso del oponente como las pruebas que este pretenda
desahogar en el proceso (en el Juicio Oral o en el desahogo de prueba
anticipada).
Dicho lo anterior, no resulta difícil concebir que la objeción tenga como objetivo,
por un lado, prevenir que se admita información inaceptable, y por el otro, agotar
los medios ordinarios de impugnación con el fin de modificar, revocar o nulificar el
acto que se reclama conforme a la lógica de la litigación oral establecida en la
legislación procesal penal.
Con base en los planteamientos iniciales, debemos identificar que la intención real
de la objeción es que el juzgador decida: ¿si se puede o no formular determinada
pregunta al testigo, al imputado o al perito (incluso en su calidad de testigo
experto), generalmente para evitar que pudiera éste emitir una contestación que
afecte negativamente la teoría del caso del que objeta.
Así las cosas, una objeción puede presentarse en torno a un punto específico del
litigio durante el curso del juicio oral. Y justamente en relación a lo anterior, el
Doctor José Daniel Hidalgo en su libro La argumentación en la audiencia oral y
pública, Desde los principios de la inmediación y contradicción, acertadamente se
formula las siguientes preguntas: ¿Cuándo se debe objetar?; ¿qué preguntas
pueden ser objetadas?; ¿en qué casos pueden las partes violentar la objetividad y
la lealtad?; ¿en qué casos el Juez o el Tribunal pueden pasarse en sus
potestades?; ¿cómo evitar una pregunta o, en su caso, sus efectos nocivos, si
ante la objeción el Juez la ha “legitimado”?; ¿qué ocurre cuando no se objeta una
pregunta y el Juez o el Tribunal se percata de su inconveniencia procesal?; ¿qué
debe pasar si alguna de las partes no objeta una pregunta objetable?
Resulta lógico suponer con ello que las objeciones pueden formularse en varios
sentidos, o por diversas razones, de ahí que en relación a la pregunta efectuada
por la contraparte se señalan como:
-Preguntas sugestivas
-Preguntas argumentativas
-Preguntas compuestas
-Preguntas especulativas
-Preguntas capciosas
- Refrescar memoria
- La prueba de referencia
III.- Conclusiones
Por último, no se debe perder de vista que si las partes -con base en su teoría del
caso y en la legislación- estiman que un determinado acto procesal (el cual se
debe regir por los principios de publicidad, inmediación, contradicción, continuidad
y concentración) se desvía de su finalidad (cuya característica debe ser
preponderantemente oral y acusatoria), comprendiendo vicios que se pudieran
traducir en defectuosos, injustos o ilegales (nulidad o ilicitud), deben ejercer de
forma oportuna y adecuada los medios de defensa comprendidos en el nuevo
proceso penal acusatorio y oral, verbigracia, las objeciones.