Currículo II José Castillo Navarro

Curso Docente

Los principales problemas en las transformaciones curriculares

Por José Castro Alfaro
En otros escritos hemos declarado que, el currículo es la mediación entre la concepción teórica
y la práctica educativas. En este sentido, producir cambios en la educación implica realizar cambios en
el currículo. Por lo tanto, debemos tener presente que los cambios que se pretendan concretar, siempre
deben ser para mejorar o perfeccionar el currículo, implica contextualizarlo a la realidad educativa
cambiante.
Es así que Iafrancesco, en su Currículo y plan de estudios (2004), nos sugiere seguir una
metodología basada en los siguientes principios; asimismo, los principales problemas que afrontan:
Primero, el cambio del currículo implica abordarlo de manera sistemática y en su totalidad. Esto
implica desde el diagnóstico hasta la evaluación. Todos los elementos del currículo están
interrelacionados y son interdependientes, un cambio fragmentario, digamos de un elemento, y
manteniendo los demás, no conllevará a un verdadero cambio. El trabajo fragmentario hace que nuestro
esfuerzo sea en vano.
Segundo, se debe crear las condiciones para un trabajo productivo. La concreción del currículo
reside en práctica educativa, vale decir, lo productivo del currículo está en práctica educativa. Para esto,
se debe generar las condiciones legales, institucionales y pedagógicas, y nuevos fundamentos filosóficos,
antropológicos, sociológicos, psicológicos y pedagógicos. De no ser así, el trabajo no será productivo.
Tercero, requiere de preparación, adquirir nuevas destrezas, capacidades cognitivas y formas de
pensar. Para el cambio curricular, se requiere que los agentes involucrados directamente en la educación
presenten iniciativa de cambio, muestren interés por cualificar el proceso educativo y todo lo que ello
implica. De no ser así, el cambio surgirá de una imposición, que no encuentre preparados a los agentes
educativos, no se concretizarán en la realidad.
Cuarto, ver lo importante o necesario para el cambio. Esto implica una reflexión profunda sobre
la práctica del currículo. Para esto, es necesario cambiar la forma de pensar y actuar la educación,
requiere de una preparación y actualización constante, fortalecer la visión cambiante de la realidad (de
lo cuantitativo y cualitativo, de contradicción, de lo nuevo superando a lo viejo, de particularidad y
todo). De lo contrario, seremos incapaces de visualizar lo importante.
Quinto, lo nuevo implica la destrucción de lo viejo, es decir, dejar atrás hábitos y prácticas
educativas que no contribuyan al cambio. Se refiere a dejar de lado los métodos y estrategias que no
contribuyen al fortalecimiento del nuevo currículo, se trata de proponer cosas nuevas, de investigar,
plantear y experimentar nuevas formas de hacer educación. Una nueva teoría implica una nueva
práctica.
Sexto, hacer un trabajo en equipo de contribución al cambio curricular. Es necesario que los
cambios surjan de la necesidad de los agentes educativos, solo así se obtendrá de ellos un rol
participativo y de compromiso. Si se trabaja por separado, con diversas finalidades y acciones, no se
contribuye al cambio necesario.
Séptimo, contar con diversas competencias en combinaciones diferentes, en otras palabras, es
un trabajo interdisciplinario, multidisciplinario y transdisciplinario. Esto debido a que el cambio
curricular demanda planeación, programación, experimentación, investigación y contextualización, para
ello es necesario de tiempo, recursos y el aporte de los agentes educativos.
Octavo, requiere de liderazgos múltiples, se debe involucrar la comunidad. Es fundamental de la
experiencia de diversos líderes educacionales, que estén estos relacionados directamente con la
educación e interesados en el cambio.
En síntesis, los cambios curriculares son necesarios, así como son necesarios los cambios dentro
de las instituciones que dirigen la educación y de las personas que se encuentran inmersos en ellas.

Universidad Nacional de Trujillo Maestría: Pedagogía Universitaria