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Un cuerpo negro es un objeto teórico o ideal

que absorbe toda la luz y toda la energía


radiante que incide sobre él. Nada de la
radiación incidente se refleja o pasa a través del
cuerpo negro. Lo que diferencia un cuerpo negro
de la materia oscura es que el cuerpo negro
emite luz y constituye un sistema físico
idealizado para el estudio de la emisión de
radiación electromagnética. El nombre Cuerpo
negro fue introducido por Gustav Kirchhoff en
1862. La luz emitida por un cuerpo negro se
denomina radiación de cuerpo negro.

Todo cuerpo emite energía en forma de ondas


electromagnéticas, siendo esta radiación, que se
emite incluso en el vacío, tanto más intensa es
más elevada la temperatura del emisor. La
energía radiante emitida por un cuerpo a
temperatura ambiente es escasa y corresponde a
longitudes de onda más largas que las de la luz
visible, (es decir, de menor frecuencia, como las de la luz infrarroja, o de frecuencia aún menor). Al
elevar la temperatura
no solo aumenta la energía emitida sino que lo hace a longitudes de onda más cortas; a esto se debe
el cambio de color de
un cuerpo cuando se calienta. Los cuerpos no emiten con igual intensidad a todas las frecuencias o
longitudes de onda,
sino que siguen la ley de Planck.

A igualdad de temperatura, la energía emitida depende también de la naturaleza de la superficie;


así, una superficie mate o
negra tiene un poder emisor mayor que una superficie brillante. Así, la energía emitida por un
filamento de carbón
incandescente es mayor que la de un filamento de platino a la misma temperatura.

ley de Planck. Establece las proporciones de energía que emite


un cuerpo a cierta temperatura, en distintos colores —distintas
longitudes de onda— del espectro.
La ley de Planck describe la radiación electromagnética emitida por un
cuerpo negro en equilibrio térmico en una temperatura definida. La ley lleva el
nombre de Max Planck, quien la propuso originalmente en 1900. Se trata de un
resultado pionero de la física moderna y la teoría cuántica.
La intensidad de la radiación emitida por un cuerpo negro (o radiancia
espectral) con una cierta temperatura T y frecuencia v, I(v,T) viene dada por
la ley de Planck:

La expresión se define como la cantidad de energía por unidad de área, unidad de tiempo y
unidad de ángulo

sólido emitida en el rango de frecuencias entre v y v+


La longitud de onda en la que se produce el máximo de emisión viene dada por la ley de Wien y la
potencia total emitida
por unidad de área viene dada por la ley de Stefan-Boltzmann. Por lo tanto, a medida que la
temperatura aumenta el brillo
de un cuerpo cambia del rojo al amarillo y al azul.
Es común encontrar en la literatura la radiancia espectral del cuerpo negro definida también como

Ley de Planck:

C 1  -5
Wn =
eC 2 / T - 1

Siendo:

Wn = emitancia monocromática del cuerpo negro a la temperatura T en W/m2.


C1 = 2π h c2 = 3'74.10-16 W.m2 = primera constante de la radiación.
C2 = hc/k = 0'0143 m.K = segunda constante de la radiación.
h = constante de Planck.
c = velocidad de la luz en el vacío.
k = constante de Boltzmann.

Se enuncia de la siguiente manera: “La emitancia monocromática de un cuerpo negro


depende, no sólo de la longitud de onda, sino también de la temperatura absoluta a la que se
encuentra el cuerpo”.
La ley de Stefan-Boltzmann establece que un cuerpo negro emite
radiación térmica con una potencia emisiva hemisférica total
(W/m²) proporcional a la cuarta potencia de su temperatura:

Donde Te es la temperatura efectiva, es decir, la temperatura absoluta de


la superficie y sigma es la constante de Stefan-Boltzmann:

Esta potencia emisiva de un cuerpo negro (o radiador ideal) supone un


límite superior para la potencia emitida por los cuerpos reales.
La potencia emisiva superficial de una superficie real es menor que el de
un cuerpo negro a la misma temperatura y está dada por:

Donde epsilon (ε) es una propiedad radiativa de la superficie denominada


emisividad. Con valores en el rango 0 ≤ ε ≤ 1, esta propiedad es la
relación entre la radiación emitida por una superficie real y la emitida por
el cuerpo negro a la misma temperatura. Esto depende marcadamente del material de la superficie y
de su acabado, de la
longitud de onda, y de la temperatura de la superficie

Wn   .T 4

Donde  = 4,965.10-8 kcal/h.m2.K4 = 5,67.10-8 W/m2.K4 es la constante de Stefan-Boltzmann.


“La emitancia (o potencia emisiva) del cuerpo negro depende exclusivamente de la cuarta
potencia de su temperatura absoluta”.

Para cualquier cuerpo que no sea negro, la expresión anterior viene dada de la forma:

W =  T 4

W
siendo  = emisividad de un cuerpo cualquiera = . Si el cuerpo es negro  = 1.
Wn

Cuando un cuerpo irradia energía en una cantidad dada por la ecuación anterior, también
absorbe radiación electromagnética de los alrededores. Si esto no sucediera, el objeto estaría
continuamente radiando energía y su temperatura podría bajar hasta el cero absoluto. Si un
objeto está a una temperatura T y su entorno a una temperatura To, el ritmo neto de
intercambio de energía (ganada o perdida por el cuerpo) por unidad de tiempo y superficie
como resultado de la radiación es:

Wneto =   (T 4  To 4 )

Cuando un cuerpo está en equilibrio con su entorno, irradia y absorbe energía al mismo ritmo,
y su temperatura permanece constante. Cuando un cuerpo está más caliente que su entorno
irradia más energía de la que absorbe, y su temperatura disminuye, y viceversa.
ley de Planck. Establece las proporciones de energía que emite
un cuerpo a cierta temperatura, en distintos colores —distintas
longitudes de onda— del espectro.

La razón máxima de la radiación que se puede emitir desde una superficie a


una temperatura termodinámica Ts (en K o R) es expresada por la ley de Stefan-
Boltzmann como

donde s =5.67x10-8 W/m2 · K4, o bien, 0.1714 x 10-8 Btu/h · ft2 · R4 es la


constante de Stefan-Boltzmann. La superficie idealizada que emite radiación
a esta razón máxima se llama cuerpo negro y la radiación emitida por éste es
la radiación del cuerpo negro (figura 1-35)

. La radiación emitida por todas


las superficies reales es menor que la emitida por un cuerpo negro a la misma
temperatura y se expresa como
en donde ɛ es la emisividad de la superficie. La emisividad cuyo valor está en
el intervalo 0 ≤ ɛ ≤ 1, es una medida de cuán próxima está una superficie de
ser un cuerpo negro, para el cual ɛ= 1. En la tabla 1-6, se dan las emisividades
de algunas superficies.

Otra importante propiedad relativa a la radiación de una superficie es su absortividad


a, la cual es la fracción de la energía de radiación incidente sobre
una superficie que es absorbida por ésta. Como la emisividad, su valor está en
el intervalo 0 ≤ α ≤ 1. Un cuerpo negro absorbe toda la radiación incidente
sobre él. Es decir, un cuerpo negro es un absorbente perfecto (α =1) del mismo
modo que es un emisor perfecto.

En general, tanto ɛ como α de una superficie dependen de la temperatura y


de la longitud de onda de la radiación. La ley de Kirchhoff de la radiación
afirma que la emisividad y la absortividad de una superficie a una temperatura
y longitud de onda dadas son iguales. En muchas aplicaciones prácticas, las
temperaturas de la superficie y de la fuente de radiación incidente son del mismo
orden de magnitud, y la absortividad promedio de una superficie se considera
igual a su emisividad promedio. La razón a la cual una superficie absorbe
la radiación se determina a partir de (figura 1-36)

donde Q incidente es la razón a la cual la radiación incide sobre la superficie y α


es la absortividad de la superficie. Para las superficies opacas (no transparentes),
la parte de la radiación incidente no absorbida por la superficie se refleja.

La diferencia entre las razones de la radiación emitida por la superficie y la


radiación absorbida es la transferencia neta de calor por radiación. Si la razón
de absorción de la radiación es mayor que la de emisión, se dice que la superficie
está ganando energía por radiación. De lo contrario, se dice que la superficie
está perdiendo energía por radiación. En general, la determinación de la
razón neta de la transferencia de calor por radiación entre dos superficies es
un asunto complicado, ya que depende de las propiedades de las superficies,
de la orientación de una con respecto a la otra y de la interacción del medio
que existe entre ellas con la radiación.

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