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L A S ATA D U R A S E S P I R I T U A L E S
En la vida de toda persona y cristiano hay muchas preguntas y situaciones que no
entienden. Situaciones como estas: Ciclos repetitivos de males, tragedias, enfermedades y deudas que
crean inseguridad, inestabilidad; y preguntas tales como: ¿Por qué, esto o aquello? ¿Cuándo, saldré o
superar esto? ¿Cómo, cambiar esto o aquello? Todas estas preguntas y situaciones SIN REPUESTA
sin SOLUCION, supuestamente: SI tiene, repuestas y salida, pero ellas NO están en la dimensión
natural sino SOBRENATURAL; es decir ESPIRITUAL. Que guarda misericordia a millares, que perdona
la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la
iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación. Éxodo
34:7.
¿QUÉ ES UNA ATADURA?
Es el dominio y/o gobierno de un espíritu (demonio) en la vida de una persona para no hacer
lo bueno y crecer y madurar en Dios. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
Romanos 7:19. Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los
cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio
de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.2 Co 4:3-4.

Este gobierno, dominio, control o influencia de satanás, en la vida de todo ser humano o
cristiano es por medio del pecado. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y
si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Romanos 7:19-20.

Este gobierno, dominio, control o influencia es por medio del pecado en las distintas áreas
que conforman el alma humana y estas son: Mente, Sentimientos, Emociones. Deseos, Sexualidad,
Pensamientos, Carácter, Personalidad, Temperamento.

¿QUÉ SIGNIFICA LA PALABRA ATAR?

 La palabra atar, en el idioma griego, es "deo", que significa restringir, arrestar, cerrar, ligar,
prohibir, declarar ilegal o ilegítimo, impropio.
 Del hebreo ASAR: Significa; Atar, aprisionar, amarrar, ligar.
 Del griego DESNEO: Significa; Encadenar ó atar con cualquier tipo de ligadura.

La palabra ATAR hace énfasis en AMARRAR a alguien para inmovilizarlo o amararlo a algo.
Y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en
Pastor: Mario A. Díaz A.-
ninguna manera se podía enderezar. Lucas 13:11. Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado
dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo? Lucas 13:16.

¿QUÉ HACEN LAS ATADURAS EN LAS PERSONAS Y

CRISTIANOS?
Jueces 16:6. -Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza,
Y cómo podrás ser atado para ser dominado.
EN LAS PERSONAS: Hacen que una persona no pueda desarrollarse sanamente por medio
de: Complejos, miedos, enfermedades, vacíos, vicios, baja autoestima, miseria, pobreza,
endeudado, depresiones, rebelión. rechazo, adicciones, glotonería, comprados impulsivo,
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ciclos repetitivos, pensamientos negativos, resentimientos, estados emocionales negativos;

modos de pensar, actuar negativos; odio, ira, rencor, fornicación, mal carácter, adulterio,
timidez, ansiedad, soberbia, al trabajo, amor al dinero, orgullo, heridas, falta de perdón,
agresiones, violencia, religiosidad, etc.
EN LOS CREYENTES: Todo lo anterior, más la oposición de que uno entienda su llamado
por parte de Dios; que no encuentre su vocación, dones, talentos espirituales en ellos; que no
entiendan la Palabra de Dios; que no puedan tener comunión con Dios, con el Espíritu
Santo; que no crucifiquen sus carne y los deseos de la misma; que sean pasivos, negativos;
que no desarrollen fe y dependencia en Dios; y que su vieja naturaleza prevalezca, etc.

DESCUBRIENDO LAS CADENAS INTERNAS

Lucas 4:18
Hay un dicho popular entre los cristianos y es este: “Un pecado engendra otro pecado” y este
principio es muy cierto, satanás necesita entrar a nuestra vida para después tomar el control y así va
tomando control de cada área de nuestra vida y va formando UNA CADENA. Descubrir si nuestra
vida está atada con alguna cadena interna y liberarnos de ella al someternos plenamente al gobierno
de Jesucristo. En esta clase estudiaremos como se forma una cadena interna y el peligro de que
nuestra vida esté siendo controlada por una o varias de ellas.

¿QUÉ ES UNA CADENA INTERNA?

Son fuerzas espirituales que bloquean el sano desarrollo y crecimiento en la vida cristiana, originadas
principalmente por tres aspectos:

1. El gobierno de la carne.
2. El alma herida y dañada.
3. La exaltación del "YO", sentado en el trono de nuestro corazón.

Las cadenas internas nos hacen cautivos o esclavos, distorsionando así la imagen de Dios en nosotros
mismos, privándonos de la libertad que Cristo nos da del dominio de Satanás y conducen a
desobediencia, sufrimientos y tormentos.
I. ENCADENADOS POR VIVIR BAJO EL GOBIERNO DE LA CARNE.
a. Una cadena interna se forma y se fortalece cuando “no” hemos crucificado nuestro
viejo hombre por completo con sus pasiones y concupiscencias. Haced morir, pues, lo
terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que
es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las
cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad
también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de Pastor: Mario A. Díaz A.-
vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando
hasta el conocimiento pleno. Colosenses 3:5-10.
b. La vida en la carne es un estilo de vida contraria a la vida gobernada por el Espíritu
redimido por Dios, y está, limita el crecimiento y el desarrollo cristiano. Digo, pues:
Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es
contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no
hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas
son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias,
homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto,
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como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Gálatas 5:16-21.
II. ENCADENADOS POR VIVIR BAJO EL GOBIERNO DE NUESTRA ALMA HERIDA.
a. La cadena interna controla nuestra vida cuando tenemos amargura contra alguien
que ocasionó alguna herida en nuestra alma. Mirad bien, no sea que alguno deje de
alcanzar la gracia de Dios; que, brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella
muchos sean contaminados. Hebreos 12:15.
b. Satanás usa las heridas del alma para atarnos con amargura, enojo, ira, frustración,
tristeza y un carácter violento por la falta de perdón. Quítense de vosotros toda
amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Efesios 4:31. Porque en hiel de
amargura y en prisión de maldad veo que estás. Hechos 8:23.
III. ENCADENADOS POR VIVIR BAJO EL GOBIERNO DEL “YO”.
a. La soberbia y altivez, son cadenas internas que exaltan, defienden y justifican nuestro
egoísmo, esto es, adorarnos a nosotros mismos o ser un ególatra centrado en “mi
auto complacencia” y no en la complacencia de Dios. Abominación es a Jehová todo
altivo de corazón; Ciertamente no quedará impune. Proverbios 16:5.
b. Las cadenas por soberbia deshonran a Dios y destruye su imagen en nosotros. El que
carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; más el hombre prudente calla. Proverbios
11:12. Ciertamente la soberbia concebirá contienda; más con los avisados está la sabiduría.
Proverbios 13:10.

La formación de cadenas internas no nos deja avanzar ni crecer y son consecuencias de no

permitir a Jesucristo gobernar plenamente nuestra vida, sino que permanecemos bajo el control de la
carne, las heridas hechas en nuestro corazón y el "yo" altivo. Estos son instrumentos utilizados por
Satanás para no desarrollarnos y crecer espiritualmente. ¡Libérate de las cadenas internas que no te
permiten crecer y ríndete completamente a Cristo!

ROMPIENDO LAS CADENAS CARNALES

Gálatas 5:1
La Biblia nos habla de vidas bajo el dominio de la carne (1ª Corintios 3:1-3) esto es, cadenas
internas donde gobierna el pecado, donde Satanás toma cautiva la voluntad del cristiano, donde los
pensamientos son dominados por impurezas. Ser auténticos en nuestra vida en Cristo, rompiendo
con toda cadena carnal que la falsifique.

En esta clase estudiaremos como romper con ataduras de cadenas de la carnalidad y vivir una vida
sometida al Espíritu de Dios.

I. SOLO A TRAVÉS DEL COMPLETO SOMETIMIENTO A CRISTO PODEMOS Pastor: Mario A. Díaz A.-
ROMPER CON EL PODER DEL PECADO POR MEDIO DE LA CARNE.
a. Las cadenas de la carnalidad son el resultado de permitir el resurgimiento de la vida
pasada de pecado. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones
desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene
sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo
cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo,
malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros,
habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a
la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno Colosenses 3:5-10.
b. La vida atada a la naturaleza carnal no puede heredar el Reino de los cielos. Digo,
pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne
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es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no
hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. Y manifiestas
son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias,
homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto,
como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios
Gálatas 5:16-21. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y
hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y
azufre, que es la muerte segunda. Apocalipsis 21:8.
c. La vida carnal es el resultado de permitir deleites de pasiones desordenadas y deseos
desenfrenados de pecado, contrarios a la naturaleza divina. Haced morir, pues, lo
terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que
es idolatría. Colosenses 3:5 y Gálatas 5:16-21.
d. La vida carnal está relacionada y se identifica plenamente con el sistema diabólico
que opera en el mundo. No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno
ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los
deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino
del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece
para siempre. 1ª de Juan 2:15-17.
e. La naturaleza carnal es influenciada por espíritus diabólicos, comenzando en los
pensamientos impuros y perversos que endurecen el corazón, afectando nuestra
sensibilidad espiritual para con Dios y dominan nuestra voluntad para hacer el mal.
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en
la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por
la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron
toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.
Efesios 4:17-19. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar
a Dios. Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de
Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Romanos 8:7-
9.
f. La naturaleza carnal corrompe la mente y la conciencia en rebelión contra Dios.
Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es
puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero
con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena
obra. Tito 1:15-16.
g. Cuando Cristo murió en la cruz destruyó el poder que el diablo tenía en nuestra
Pastor: Mario A. Díaz A.-
vida. Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el
cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha
muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos
con él. Romanos 6:6-8.
h. Solo podemos ser libes de las cadenas carnales, cuando crucifiquemos de una vez por
todas a nuestro viejo hombre. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus
pasiones y deseos. Gálatas 5:24.
i. Las cadenas internas de la carnalidad pueden ser rotas si le permitimos a Cristo
implantar su vida resucitada en nosotros. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya
no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20. Si, pues, habéis resucitado
con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la
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mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está
escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros
también seréis manifestados con él en gloria. Colosenses 3:1-4.

La vida que ha estado bajo el dominio de cadenas de carnalidad, se ha limitado a vivir de

acuerdo a los patrones de la naturaleza caída, bajo la tiranía del pecado y de Satanás, pero es necesario
que reciba en su espíritu la revelación de una nueva vida que Cristo ha conseguido para Usted, una
vida en completa libertad del pecado y de Satanás. Ya no tenemos por qué vivir en atados por cadenas
y derrota espiritual, pues la vida abundante que Dios le ofrece, le identifica con la naturaleza divina
implantada en Usted, que es de acuerdo a los patrones de vida excelentes y eternos.

DEL DOMINIO DE LA CARNE AL DOMINIO DEL ESPÍRITU

Romanos 8:2
A través de la vieja naturaleza pecaminosa hemos vivido bajo el dominio de Satanás, pero
ahora Dios desea llevarnos a un nuevo estilo de vida, al dominio de la nueva naturaleza. Para esto, ha
provisto de la obra redentora de su hijo Jesucristo. No vivir más como esclavo de la carne, sino en la
libertad espiritual que Dios nos da.

Dios nos da el recurso para no seguir pecando en nuestra carne, esto es por medio del
establecimiento de su Espíritu Santo en nosotros, la ley del Espíritu de vida en nosotros que nos
capacita para vivir en obediencia y santidad delante de Dios. En esta clase estudiaremos sobre la
intervención del Espíritu Santo en nuestra vida para poder vivir la vida que a Dios agrada.

I. Solo a través del Espíritu Santo podemos tener dominio sobre el pecado en la carne.
a. El Espíritu Santo nos libra de la ley del pecado y de la muerte dominando nuestra
naturaleza por medio de la ley del Espíritu de vida implantado en nosotros. Porque la
ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Romanos 8:2.
b. Ni el diablo, ni el pecado, ni el mundo, podrán derrotar la vida de Cristo implantada
por el Espíritu Santo en nosotros. Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no
estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Romanos 6:14. Porque lo que era imposible para la ley,
por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y
a causa del pecado, condenó al pecado en la carne. Romanos 8:3.
c. El Espíritu Santo reconcilia toda enemistad entre Dios y nosotros, nos permite vivir
agradándole y actuar con santidad. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación,
impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría. Colosenses 3:5 y
Gálatas 5:16-21. Pastor: Mario A. Díaz A.-
d. Solo el Espíritu Santo puede darle una vida superior a nuestro espíritu al someter
todo deseo de actuar bajo la carne. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está
muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia. Porque si vivís conforme
a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Romanos 8:10 y 13.
e. El Espíritu Santo tiene poder para darle vida y poner en orden todo lo que haya sido
deteriorado en nuestro espíritu, por causa de vivir bajo las cadenas destructivas del
pecado en la carne. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos, deudores somos, no a la
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carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis;
más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Romanos 8:11-13.
f. El Espíritu Santo quita todo rasgo de esclavitud de la carne pecaminosa que nos
atormentaba atemorizándonos y nos regresa los derechos plenos y auténticos de hijos
de Dios con dignidad. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son
hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu
mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también
herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él,
para que juntamente con él seamos glorificados. Romanos 8:14-17.

Todo ser humano separado espiritualmente de Dios, es dominado por la naturaleza

pecaminosa y está bajo la ley del pecado y de la muerte. Aún como cristianos a veces pensamos que
nuestro nivel de vida cristiana es espiritual, pero está motivada y dominada por las cadenas carnales
(Gálatas 5:19-21). Es probable que tu inicio en la vida cristiana fuera en el espíritu, pero has notado
una regresión en la vida carnal por alguna práctica en la carne. Es urgente que le permitas al Espíritu
Santo romper todo dominio de cadenas en la carne y te levantes a vivir la vida abundante que Dios te
dio.

LA VICTORIA DETERMINADA POR LA VOLUNTAD HUMANA

Gálatas 5:16
En nuestra decisión es donde se resuelve finalmente cómo queremos vivir, nulificar o hacer valido el
poder de Cristo y el dominio del Espíritu Santo. Determinar la sujeción de nuestra voluntad a la
voluntad divina para romper con toda cadena carnal. En esta clase nos enfocaremos a estudiar el
papel tan importante que juega nuestra voluntad para determinar vivir en el Espíritu sin satisfacer los
deseos de la carne. Veamos entonces que la victoria o derrota decisiva está condicionada y
determinada a la voluntad humana.

Hay tres factores que influyen poderosamente en la destrucción de cadenas carnales:

1) El poder del sacrificio de Cristo.
2) El dominio del Espíritu Santo.
3) La determinación humana.

I. Solo a través de la voluntad humana se puede determinar la libertad o la esclavitud

espiritual.
a. Existen personas que ha sido liberada de la ley del pecado y de la muerte por el poder
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del sacrificio de Cristo y el dominio del Espíritu Santo, pero no son determinantes
en vivir como libres y viven como esclavos. Estad, pues, firmes en la libertad con que
Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. Gálatas 5:1.
b. Si Dios ya hizo su parte legal, somos nosotros a los que nos toca poder la nuestra,
debemos ser determinantes en vivir bajo el reinado del Espíritu sin obedecer a las
concupiscencias de la carne. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo
que lo obedezcáis en sus concupiscencias. Romanos 6:12.
c. La naturaleza carnal es el campo de acción donde Satanás promueve sus obras
inicuas, y la naturaleza espiritual es el campo de acción donde Dios promueve sus
obras santas, y nosotros determinamos a quien nos sometemos, al pecado para
muerte o a la obediencia para justicia. Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado
como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre
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los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. ¿No sabéis que, si os
sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea
del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Hablo como humano, por vuestra
humana debilidad; que, así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a
la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para
servir a la justicia. Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de
ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis
por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Romanos 6:13, 16, 19 y 22.
d. Nosotros somos los que determinamos si sembramos en el terreno de la carne o en el
terreno del espíritu. Si queremos el fruto del Espíritu, sembremos en su terreno. Si
vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. Gálatas 5:25. Porque la tierra que
bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los
cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada,
está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada. Hebreos 6:7-8.
e. Nosotros decidimos que tipo de personas queremos ser de acuerdo al área que
alimentamos. El hombre carnal se alimenta de las obras de la carne, y el espiritual del
fruto del Espíritu. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se
oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no
estáis bajo la ley. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;
acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales
cosas no heredarán el reino de Dios. Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que
son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu,
andemos también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros,
envidiándonos unos a otros. Gálatas 5:16-25.
f. Nuestra voluntad es la que decide morir para la carne y vivir para Dios, poniendo
nuestro corazón en el Espíritu para satisfacer y agradar al Señor y no al pecado.
porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la
carne, viviréis. Romanos 8:13. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación,
impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales
la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis
en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras
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deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo
hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va
renovando hasta el conocimiento pleno. Colosenses 3:5-10. Digo, pues: Andad en el Espíritu,
y no satisfagáis los deseos de la carne. Gálatas 5:16.
g. Nosotros tendremos las características del hombre que vistamos: el carnal o el
espiritual. y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando
hasta el conocimiento pleno. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de
entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Y sobre
todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Colosenses 3:10, 12, 14. porque
el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad. Efesios 5:9. Por lo demás, hermanos,
todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo
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que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Filipenses 4:8.

El hijo de Dios no tiene por qué ser esclavo de cadenas internas carnales si vive en armonía
con el poder libertador del sacrificio de Cristo, del poder del Espíritu Santo implantando su santidad
en él y determina sujetar su voluntad a la de Dios. El poder de la nueva vida está basado en el
sacrificio de Cristo, sostenida por el Espíritu Santo y determinada por la voluntad humana, esta es
una naturaleza que no puede ser sometida por el enemigo, ni por el pecado, ni por el mundo. A
través de la vida en el Espíritu adquirimos la mente de Cristo hasta que pensemos y actuemos como
El.

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