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2. La ética aristotélica
Aristóteles era hijo de Nicómaco, médico del rey de Macedonia, y había nacido en Es-
tagira en 384 a. C. En un principio, deslumbrado por Platón, su maestro, adhirió a su
postura filosófica, pero, más tarde, fue separándose de esta y elaborando su propio sis-
tema. A la muerte de Platón dejó Atenas y viajó a Macedonia, donde el rey Filipo II le
propuso que fuera el educador de su hijo Alejandro. Cuando este llegó al trono, Arist<r
teles volvió a Atenas y fundó su propia escuela, llamada peripatética o del Liceo, dedi-
cándose exclusivamente a escribir y enseñar. Acusado de impiedad en 323 a. C. por
miembros del partido nacionalista ateniense, Aristóteles no quiso que se cometiera un
nuevo crimen contra la Filosofía y, a diferencia de Sócrates, aceptó el exilio, abandonan-
do Atenas e instalándose en Calcidia, donde falleció al año siguiente. Entre sus obras ca-
be mencionar Organon -a la que ya nombramos en la Unidad 2-, Retórica, Poitica, Po-
lítica y Física.
Siendo, como son, muy numerosas las actividades humanas, también lo son los fines
que nos podemos proponer. Aristóteles da algunos ejemplos relacionados con las artes
y las ciencias: ''el fin de la medicina es la salud, el de la construcción naval, el navío".
Además no todos los fines son jerárquicamente iguales; algunos son más importantes
que los demás y, así, los primeros subordinan a los segundos. Advertimos entonces que
se presentan ante el hombre verdaderas cadenas de fines cuyos eslabones no constitu-
yen, en última instancia, sino medios.
Sin embargo, no es suficiente hablar de fines "finales" en el sentido de fines que se
persiguen por sí mismos. Para que nuestro desear tenga un sentido es imprescindible
que todos nuestros fines converjan hacia un fin último que valorice a los demás: a ese
fin último lo denomina Aristóteles "Bien Supremo" -o Sumo Bien-y lo compara con el
blanco al que deben apuntar los arqueros.8
Pero ¿cuál es y dónde está el Sumo Bien? Aristóteles señala que tanto el vulgo como
la gente culta lo identifican con la felicidad ~n griego, ''eudaimonía''...., noción que in-
cluye tanto la de comportarse bien como la de vivir bien, pero no todos coinciden res-
pecto de aquello en lo que reside. ¿Cómo se puede reconocer al Sumo Bien? ¿Qué re-
159
UNIDAD 5 Filosofia. Esa búsqueda reflexiva
· · d ebe reumr
qms1tos · para ser tal? El pnmero:
• · mpre apetecible,, por sí mismo
,,ser sze .
1
Y no por otra cosa ,, esto es ser absolutamente t·ma I·, Y el segundo~ tornar a vida .
amable por st, solo':' es decir,
' ser- autosuf1oente
- - · · - 9• Esta u, lti manoaón se relac10na
con las de perfección y autarquía: el Bien Supremo tendrá que ser el más elevado
y, como tal, permitir al hombre gobernarse a sí mismo. .
A continuación, Aristóteles analiza los distintos géneros de vida en los que los
seres humanos han creído encontrar la felicidad: 1) el placer, 2) los honores, que
c_orresponden a Ja vida poütica, y 3) Ja riqueza. Con respecto al primero, si b!en ~s
fmal, ya que no se busca con miras a otra cosa, a) no vuelve al hombre autarqw-
co, ya que lo lleva a depender del objeto de placer, como ocurre en el caso del al-
cohol, el tabaco o las drogas, por ejemplo, y b) no es digno del hombre dotado de
un alma racional. "Al elegir una vida adecuada al ganado" -dice-" la mayoría se
muestra totalmente abyecta. "Con respecto al segundo, tampoco es admisible, ya
que: a) '1os honores están más en quien los da que en quien los recibe'; como ta-
les, podríamos añadir, pueden ser entregados y/ o quitados arbitrariamente,
mientras que "el verdadero bien debe ser algo propio y difícil de arrancar del su-
je to ·: y b) los que los persiguen lo hacen para persuadirse a sí mismos de su pro-
pia virtud, "con todo lo cual dejan ver claro que aun en su propia estimativa la vir-
~-ud es ~uperior a la honra': Finalmente, tampoco es aceptable la riqueza, porque:
a) la vzda de lucro es antinatural (los negocios, o sea los procedimientos usados
para adquirir riquezas, destruyen el ocio -nec otium- que es el tiempo libre d ed i-
cad o a la reflexión) y b) es claramente medio y no fin en sí mismo. "10
- - - - - -(jffl)
En este punto nos preguntamos nuevam t . . .
tablecerlo mejo~ Aristóteles comienza p en ~en qué COnsJSte la felicidad? Para es-
mente humana. Da por supuesto que la ~ <lose cuál es la actividad espeáfica-
él una función detenninada -así, por ejem ~:a
i9~e 1) cada parte del cuerpo tiene para
p , e OJO, la mano y el pie- y b) cada miern-
160
Martha Frassineü de Gallo y Gabrie/a Salaüno UNIDAD 5
bro de la sociedad tiene, dentro de esta, la suya -así, por ejemplo, el escultor, el albañil
y el zapatero-. Hay que dejar de lado las funciones vegetativas -nutrición y reproduc-
ción- pues estas las comparte el hombre con todos los seres vivos. Tampoco podrá ser
puramente humana la vida sensitiva, compuesta de sensaciones y sentinúentos, porque
también los animales poseen ese conocimiento aportado por la sensación y esas conmo-
ciones afectivas que producen placer o dolor.
Lo único que falta considerar, dice Aristóteles, es la parte racional, y, como esta es pri-
vativa del ser humano, ha de ser, por lo tanto, su función propia. El hombre, según la
concepción aristotélica, es razón; toda su excelencia reside en su capacidad de pensar.
Pero hay dentro de la actividad racional dos partes: una, puramente teórica, esperulati-
va, cognoscitiva, inmortal, ''que posee la razón"y otra práctica, que no sobrevive a la co-
rrupción del cuerpo y ''que obedece a la razón". Esta última dirige la vida apetitiva, la
que a su vez escucha sus consejos y se toma mesurada, equilibrada.11
Para que esa función propia del hombre que, a su vez, engendra una actividad cons-
tituya el Sumo Bien, basta agregarle una cualidad: la excelencia. Así, Aristóteles ha lle-
gado a proporcionar las notas detenninantes del Fin último:
161
UNIDAD s
o
5. En el siguiente ejemplo, 7. Elaboren un cuadro sinóptico de las ,.¡
a. señalen cuál es el fin final del protagonis- tu des según Aristóteles y relaciónenlas co
ta y marquen tres fines medios. las partes del alma.
b. relacionen las nociones de fin y bien a 8. En el siguiente ejemplo señalen qué ,.,
través de dos de los fines señalados. tud ilustra el protagonista, justificando ,
"A. Lincoln, de origen humilde y autodi- elección:
dacta, tuvo que esforzarse para alcanzar su "Juan es un socorrista que está trabajand.
título de abogado en 1836. Como le intere- para rescatar a las víctimas de un terremot,
saba la carrera política, se presentó a elec-
De pronto oye débiles golpes; logra enn
ciones para diputado en varias ocasiones, y
un mensaje a la víctima sepultada y obtie,
en dos de ellas obtuvo triunfos. En 1860 se
respuesta mediante nuevos golpes. Juan ',a·
presentó como candidato a presidente y
be que si trabaja apresuradamente se pod
ganó las elecciones. Desempeñó este cargo
hasta 1865, año en que fue asesinado. derrumbar parte de la estructura que apr
siona a la víctima y a él mismo pero, a IJ
Nunca dispuso de mucho dinero, pero
siempre colocó lo que tenía al servicio de vez, que la resistencia de aquélla es limitd·
las buenas causas." da. Juan empieza a cavar en forma lenta pt.'-
6. Completen un cuadro de doble entrada
ro sistemática sin detenerse para comer l1
donde se comparen las partes del alma te- descansar hasta haberla rescatado".
niendo en cuenta qué función le es propia 9. En el ejercicio 5 se puede inferir, a partir de
a cada una y qué seres vivos la poseen. la última oración, una virtud del protagonis-
ta. Digan cuál es y a qué tipo pertenece.
- - - - - - - -({)
162
Martha Frassineti de Gallo y Gabriela Salatino UNIDAD 5
Estamos ya en condiciones de decir cuál es la más alta virtud y en qué consiste la vi-
da feliz para Aristóteles: es la vida dedicada a la búsqueda de la sabiduría.
El filósofo justifica lo anterior de la siguiente manera:
"El solo afá11 de saber, la Filosofía, e11cierra, según se ad,nite, deleites maravillosos por
s11 p11reza y su firmeza; y siendo as,: es razonable admitir que el goce del saber adquirido
sea mayor azín que el de su 1111eva i11dagación. A más de esto, la autosuficiencia o inde-
pendencia de q11e liemos liablado puede decirse que se encuentra sobre todo en la vida
contemplativa. Sin duda que tanto el filósofo como el ft1sto , 110 menos que los demás hom -
bres, han menester de las cosas necesarias para la vida; pero supuesto que estén ya sufi-
cientemente provistos de ellas, el ft1sto necesita además de otros hombres para ej!rcitar en
ellos y con ellos la fttsticia y lo mismo el temperante y el valiente y cada u110 de los repre-
sentantes de las demás virh1des morales, 111 ientras q11e el filósofo , aun a solas consigo mis-
mo es capaz de contemplar, y tanto más cuanto más sabio sea.(...) Asimismo, puede sos-
tenerse que la vida contemplativa es la única que se ama por sí misma porque de ella no
resulta nada fuera de la contemplación, al paso que en la acción práctica nos afanamos
más o menos por algún resultado extraño a la acción. La felicidad además parece consis-
tir en el reposo, pues trabapmos para reposar y guerreamos para vivir en paz. Ahora bien,
los actos de las virh1des prácticas tienen lugar en la política o en la guerra y las acciones
en esos campos parecen ser sin descanso . (. .. ) si, por ende, la independencia, el reposo y la
ausencia de fatiga y todas las demás cosas que acosh1mbran atribuirse al hombre dicho-
so se encuentran con evidencia en esta actividad resulta que es ella en conclusión la que
puede constihlir la felicidad perfecta del hombre con tal que abarque la completa exte11-
..
a.o sión de la vida, porque nada de lo que atañe a la felicidad puede ser incompleto. Una vi-
lS
~
da semepnte, sin embargo, podría estar quizá por encima de la condició11 lrnmana, por-
que en ella no vivirá el hombre en cuanto hombre, sino en cuanto que hay e11 él algo di-
vino [la inteligencia].(...) M.as no por ello hay que dar o(dos a quienes nos aco11sep11, co11
pretexto de que somos hombres y mortales, que pensemos en las cosas liumanas y mor-
tales sino que en cuanto nos sea posible hemos de inmortalizamos y hacer todo lo que e11
nosotros esté para vivir según lo mejor que hay en nosotros, y que por pequeño que sea
el espacio que ocupe, sobrepasa con mucho a todo el resto en poder y dignidad.'' 3
télicas y cristianas del amor a los enemigos y de la humildad, co11 la práctica de ofre-
cer la otra me ji/la, pertenecen, al parecer, a la primera cate go r(a, 111 i,n,tras quc la vir-
tud inglesa y mucho más aristotélica de ser 1111 'caballero ' cae dentro de la última.
Aristóteles no advierte estas diferencias, y por eso e11co11tra111os, lado a lado en s11
enumeración, virtudes que difícilmente dejarían de ser reconocidas como tales y pre-
tendidas virtudes que no son fácilmente comprensibles fuera del propio contexto so-
cial de Aristóteles y de las preferencias de este dentro de ese contexto .
Las dos virtudes aristotélicas que atraen nuestra ate11ció11 al respecto so11 a) la del
-----,.------------------ - - - -
13 ARISTÓTELES, op. cit., libro X, pp. 13'1-140.
163
fi/osofia. Esa búsqueda rene~,~lt
.
UNIDAD 5
"j-;¡4~ M1AAZcli
1N;jJTYRREE
Y ~, o;¡ip;:-;.c:ii., PP
ir-: í;·a.iJi=t
-ai4
4. : - - - - -- - - - -- -- -- - - - --
164
Martha Frassineti de Gallo y Gabriela Salatino UNIDAD 5
mismo que decir que hay una cola común a todas las ratas. Análogamente, decir que
toda acción tiene un fin último no es lo mismo que decir que hay uno y el mismo fin
para todas las acciones''.1s
Tres géneros de
vida que Aristóteles
rechazará por
distintas razones.
e
:,
o
10. Realicen un mapa conceptual que per- lo están después de realizar su propia lec-
mita comprender la ética aristotélica. tura de la propuesta aristotélica. Funda-
11. Elijan una de las críticas anteriores y menten la respuesta formulada.
respondan si están de acuerdo con ella o no
- - - - -(!)
3. Las éticas helenísticas -- - - - - - - -
3.1 El epicureísmo y el estoicismo
En los comienzos del siglo ID a. C. se produjo un vuelco importante en la Filosofía,
que pasó a tene¼ desde ese momento, un carácter eminentemente práctico. Este giro se
debió fundamentalmente a la conmoción en el nivel sociopolítico que se estaba vivien-
do entonces. Es en este contexto donde debemos ubicar las esruelas que veremos a con-
tinuación: el epicureísmo y el estoicismo.
Ambas procuraban brindar al hombre concreto un modelo de vida que le pennitiera
la "salvación" y esta residía fundamentalmente en la riquez.a y la tranquilidad de espí-
ritu.
Las dos esruelas retomaron aspectos del modelo socrático, en tanto ensalzaban al
hombre sabio y proponían caminos para alcanzar la sabiduría de vida, entendida esta
como un 'ars vivendi''.
165
Martha Frassineti de Gallo y Gabriela Salatino UNIDAD 5
o
23. Imaginen y redacten un breve diálogo 26. ¿Qué semejanza podemos establecer
entre Santo Tomás y un representante con- entre Santo Tomás y Aris tóteles acerca de
servador de la Iglesia del siglo XIII, donde la relación que debe existir entre la razón y
se trate el tema de la razón y su valor para los apetitos sensibles?
llegar a la verdad . 27. Propongan un ejemplo personal que
24. Comparen la noción de felicidad aristo- ilustre alguna de las virtudes mencionadas
télica con la tomista, señalando semejanzas por Santo Tomás.
y diferencias entre ambas. 28. Hemos manifestado que para exponer
25. ¿Cuáles podrían ser las palabras de un la doctrina ética de Santo Tomás era nece-
sacerdote tomista al darle la extremaun- sario también explicar nociones pertene-
ción a un enfermo terminal que hubiera ex- cientes a Antropología filosófica, Metafísi-
presado con anterioridad 'Yo intenté se r ca especial y Gnoseología. Ubíquenlas en el
virtuoso toda mi v ida, pero aun as( no co n- texto señalando de qué disciplina se trata
seguí se r realm ente feliz '? en cada caso.
- - - - -([)
e ACTIVIDAD GRUPAL
Aunque no fue John Stuart Mill (1806-1873) el creador del utilitarismo, ya que
a esta tendencia adhirieron filósofos anteriores como Bentham y James Mili -pa-
dre de John Stuart-, se lo considera el representante más significativo de esta pos-
tura en Ética. Nació en Londres y recibió de su padre una cuidadosa aunque rígi-
da educación. En el terreno filosófico, J. S. Mill se dedicó a temas de Lógica, Me-
todología de la ciencia, Ética y Filosofía social y también se interesó por la Econo-
mía política. Entre sus obras más importantes cabe citar Sistema de Lógica, Sobre
la libertad, Principios de Economía Política y Utilitarismo. Pero, antes de entrar en
su teoría ética, trataremos de recordar algunas características del país y de la épo- John Stuart Mili,
representante de la
ca en que vivió. ética utilitarista en el
En Inglaterra, Victoria fue coronada reina en 1837 y gobernó hasta 1901 . En es- siglo XIX. fue rniefrbro
te período, el Reino Unido -que en el siglo anterior había perdido su colonia más del Parlamento de su
pals y propuso por Y8Z
importante al independizarse EE.UU.- se convirtió, no obstante, en la potencia primera el derecho al
mundial hegemónica, tanto en el plano político como en el económico. La indus- voto de la mujer.
177
Filosofía. Esa búsqueda reflexiva
UNIDAD 5
Pero esta teoría ha suscitado diversas objeciones. La primera de ellas es que "su-
poner que la vida no tiene un fin más elevado que el placer -un objeto de deseo y
persecución más noble y mejor-es un egoísmo y una vileza, una doctrina sólo dig-
na de cerdos ''42. Mili expone esta idea para responder que la acusación se basa so-
bre un supuesto que es necesario explicitar: si los cerdos encontraran placenteras las
mismas cosas que los hombres, entonces las normas de vida de los unos deberían
ser iguales a las de los otros. Pero ¿por qué esto debe ser así? Parecería que el hom-
bre es capaz de placeres más elevados en la medida en que tiene también facu lta-
d~s más elevadas y que una ~ez que_ ha tomado conciencia de ellas ya no se satisfa-
ra con aquello que pueda saa ar sus instintos animales. Así, si se puede afirmar que
hay placeres más elevados que otros, esto toma a los primeros más d eseables y va-
liosos que los segundos.
178
Martha Frassineti de Gallo y Gabriela Sa/atino UNIDAD 5
o
29. Ubiquen la teoría ética a la que J. S. Mili 30. La acusación de los opositores al utilita-
está haciendo referencia cuando dice que rismo que cita J. S. Mili está dirigida a un fi-
"parecería que toda acción tiende a u11fi11 y lósofo de la Antigüedad que ya se estudió
que esta cadena de fines se justifica por la antes. Ubiquen de quién se trata y digan si
existencia de 1111 último fin -el sumo bien-, la defensa que hace del placer J. S. Mili es
al cual los otros se subordinan " y funda- similar a la de ese filósofo o si, por el con-
menten su respuesta con alguna cita tex- trario, propone un planteo diferente. Justi-
tual de la misma. fiquen la respuesta.
- - - - -([)
¿Cómo se puede jerarquizar a los placeres? J. S. Mili propone un criterio: si de dos
placeres, A y B, conocidos adecuadamente por el sujeto, este coloca a A tan por encima
de B que lo prefiere aun cuando la cantidad de B sea mayor que la de A, A resultará
cualitativamente superior. Para dar un ejemplo, si puedo elegir entre ir a un banquete
que tendrá lugar entre las 12.00 y las 15.00 de un sábado en el que sé que dispondré de
una abundantísima comida (B) y un concierto que dura solo una hora -de 13.00 a
14.~ del mismo sa'bado, en el que cantará Plácido Domingo (A), la elección de la se-
si gunda posibilidad marcará su superioridad cualitativa. Añade Mili:
c.
o
~
''Ahora bien, es un hecho incuestionable que quienes tienen un conocimiento igual y
~ una capacidad igual de apreciar y gozar, dan una marcada preferencia al modo de exis-
tencia que emplea sus facultades superiores. Pocas criaturas humanas consentirían en
que se las convirtiera en alguno de los animales inferiores, a cambio de un goce total de
todos lo s placeres bestiales; ningún ser humano inteligente consentiría en ser un tonto y
ninguna persona instruida en ser ignorante, ninguna persona con sentimiento y concien-
cia en ser egoísta e infame; ni siquiera se los podría persuadir de que el estúpido o el be-
llaco están más satisfechos con su suerte que ellos con la suya(...). "43
J. S. Mili reconoce que, así como un hombre de facultades más elevadas necesita más
para ser feliz, también será capaz de sufrir más agudamente -es probable que sienta
más remordimientos si daña a los otros, será más consciente de la muerte que acecha
a sus seres queridos y a él mismo, de los sufrimientos corporales que puede implicar
un síntoma casi insignificante, etc.-. Pero hay algo, que es el sentido de dignidad, que
llevará a cualquier hombre que tenga ac~ a los placeres más elevados a rechazar una
existencia de un nivel inferior, digna de ánimales.
"Es indiscutible que los seres cuya capacidad de gozar es baja tienen mayores proba-
bilidades de satisfacerla totalmente; y un ser que está dotado en grado superior siempre
sentirá que, tal como está constihúdo el mundo, toda la felicidad a que puede aspirar se-
rá imperfecta, pero puede aprender a soportar sus imperfecciones (.. .). Es mepr ser un
hombre insatisfecho que un cerdo satisfecho; es mepr ser Sócrates insatisfecho que un
tonto satisfecho. Y si el tonto o el cerdo son de distinta opinión es porque solo conocen
su propio lado de la cuestión. El otro extremo de la comparación conoce ambos lados. ':W
179
UNIDAD 5
tual o por recibir educación insufiaente.d teoría que Mili analiza por separado·
to en contra e esa . ·
Pero hay otros argumen s b. ti de la vida y de la aca ón humana y qui-
1º) La felicidad no puede ser un° Je vo .
zá ni siquiera el hombre tiene de~~da se d rfepelizn.·encia que han tenido todos los se-
l ed Ob sin febo a , ex
2") No so o se pu e r~r d ás no se puede IJegar a ser noble si no !.e
res humanos alguna vez, smo ~u~, ª em ' dición misma de la virtud.
aprende la lección de la renunaaaón, que es 1ª con
y el filósofo responde así al primer argumento: ., • .
. b· · llegaría hasta las rafees de la cuestíon si estuviera
1.a pnmera de estas o JeCIOnes · ·d d l
bien fundada, porque, si los seres humanos no han de poseer felrc, ~ ª gu~a, su
consecuc1·6n no pue de ser elfin de la moralidad ni de la conducta
, . .racwnal.
. Sm em-
bargo, aunen es te casop Odn'a dec,·rse algo afiavor de la .teor,a utrlitansta.
., En efecto,
.,
la utilidad no solo incluye la búsqueda de la fel_ici~a_d, smo tam~ien la pre~e ~cron o
mitigación de la desgracia; y si la primera es qu1"!enca, quedara el gran O~JehVo y la
necesidad imperativa de evitar la segunda(...). Sm embargo, cua~do se afirma abs~-
lutamente la imposibilidad de la felicidad humana, este aserto, si no es una especie
de sutileza verbal, es, al menos, una exageración."45
180
·va
Martha Frassineti de Gallo y Gabriela Salatino UNIDAD 5
'S
Mili añade estas reflexiones:
i- "En un mundo en que hay tanto de interesante, tanto que gozar, y también tanto q_u~
corregir y mejorar, todo el que posea (una) moderada cantidad de moral y de requ,s1-
los inlelechtales es capaz de una existencia que puede llamarse envidiable; a menos
que esa persona, por malas leyes o por sujeción a la voluntad de otros, sea despojada
de la libertad para usar de las f uentes de la f elicidad a su alcance, no dejará de encon-
trar envidiable esa existencia, si escapa a las maldades positivas de la vida, a las gran-
des f uentes de sufrimiento f ísico y mental. "46
ACTIVIDAD GRUPAi!
e
:,
- - - - - -~
Las grandes calamidades que acechan a la humanidad, según J. S. Mill, son fun-
damentalmente tres: ignorancia, enfermedad y pobreza extrema. Pero el filósofo se
manifiesta optimista al respecto. La ignorancia deberá combatirse con la difusión de
la educación -una educación que no sólo deberá apuntar a lo intelectual sino tam-
bién al desarrollo de la sensibilidad estética y del recto juicio moral-. La enferme-
dad deberá combatirse con el desarrollo de la medicina y las ciencias que a ella con-
fluyen y la pobreza extrema con una legislación adecuada que permita proteger a
los que menos tienen y alcanzar alguna forma de justicia social En palabras de J. S.
MiJl:
"Ninguno cuya opinión merezca una atención momentánea puede dudar de que los
mayores males del mundo son de suyo evitables, y si los asuntos humanos siguen me-
jorando, quedarán encerrados al final dentro de estrechos límites. La pobreza, en cual-
quier sentido que implique sufrimiento, podrá ser completamente extinguida por la
sabiduría de la sociedad, combinada con el buen sentido y la prudencia de los indivi-
duos. Incluso el más obstinado de los enemigos, la enferm edad, podrá ser reducida in-
definidamente con una buena educación física y moral, y un control apropiado de las
influencias nocivas. Así ha de ser mientras los progresos de la ciencia ofrezcan para el
futuro la promesa de nuevas conquistas dirigidas contra este detestable enemigo
( ... ). "47
En resumen, todas las grandes causas del sufrimiento humano pueden contra-
rrestarse considerablemente, y muchas casi enteramente, con el cuidado y el es-
fuerzo del hombre. Su eliminación es tristemente lenta; una larga serie de genera-
ciones perecerá en la brecha antes de que se complete la conquista y se convierta
181
U N IDAD 5
El filósofo responde a continuación a la segunda objeción que le había sido for- l . "Cuando la felicidad rec
mulada: mandato busca la fe licidad ·
"lncuestionablemente, es posible obmr sin ser feliz; lo hace involuntariamente el noventa mandato vacío que no dice,
por ciento de los hombres, aun en aquellas partes del mundo que están menos sumidas en la yentes o antagónicos. "
barbarie. Suelen hacerlo voluntariamente el héroe o el mártir,en aras de algo que aprecian más 2. "El concepto de mayor
que su felicidad personal. Pero este algo, ¿qué es, sino la felicidad de los demás, o alg uno de fender rnalquier sociedad p
los requisitos de la felicidad? Es ,wble la capacidad de renunciar a la propia felicidad o a sus libertad d e lo s i11d iv id uo s r
posibilidades pero, desp ués de todo, este sacrificio debe hacerse por algún fin. '\9 3 . "El concepto de feli cid
J. S. Mili se pregunta si el héroe y el mártir se sacrificarían de igual modo en caso de sociedad en que el co nsen
creer que su sacrificio es totalmente inútil. Y añade que la renuncia a la propia felici- leg ios; p ero ¿qué aplicació
dad -se supone que para hacer más felices a otros- es muy noble pero solo porque e\ pecto a que la felicidad ce
~':1ndo es imperf~o. Así, el utili~ta reconoce el valor del sacrificio de la propia fe-
liadad pero solo ligado a la obtenaón de la felicidad ajena.
J.S: ~i~ responde ~ adel~te a aquellos que le objetan, por el contrario, que la éti-
ca uhhtans ta es demas iado exigente, ya que es excesivo pedirle a \a gente cuando
48 l. S MILL, op. CII.. loe. lÍI. 5 ~. Mlll, op. cil., pp. 22-
49 J. S. Mlll. op. cu., pp. 20-21 5 1 A. MAC INTl'\l.f , op. c1\.,
182
Martha Frassineti de Gallo y Gabriela Salatino UNIDAD 5
actúa que se preocu~ por promover la felicidad general. Aquí el filósofo advierte
que es posible actuar con motivos egoístas y que eso no Jo condena el utilitarismo,
siempre y cuando el acto tenga que ver con la felicidad de otros. Por ejemplo, aquel
que salva al que se está ahogando está actuando bien, ya sea que lo haga por deber
o porque espera que le paguen por su molestia; lo único que variará de un caso a
otro es nuestra estimación moral del sujeto que actúa. Finalmente, Mili rechaza la
acusación de que la suya es una doctrina atea, sosteniendo que, si es una creencia
verdadera que Dios quiere por sobre todas las cosas la felicidad de sus criaturas, el
utilitarismo no solo no es una doctrina atea sino que es profundamente religiosa.
183
Fifosofis. Esa búsqueda retfex;1111
UNIDAD 5
- - -- -~ CD
E. ¿Cómo debemos actuar?
184
Martha Ff'assineti de Gallo y Gabriela Salatino UNIDAD 5
185
UNIDAD 5
- - - - - -(])
. b · re obramos bien Muchas veces "sabemos" que debería-
Sm em argo, no s1emp ·
mos hacer tal o cual cosa y sin embargo nos dejamos llevar por nuestras ~peten-
cias personales, nuestros afectos, nuestras preferencias o nuestras co~ve_ruencias.
y es que, según Kant, nosotros, los ~res ~umanos, no esta~os constitmdo~ solo
por la razón (que es la que tiene conc1enaa de lo que está bien Y lo que esta ~al)
sino también por lo que él llama inclinaciones. Cuand~ sabemos l? que está bien
pero nuestras inclinaciones quieren arrastramos en sentido co~trano, la buena vo-
lu ood_ de la que antes hablábamos se convierte en deber, 1'oc1ón central de laeti-
'--ª kantiana. Así, solemos escuchar a ciertas perso~ e cir frases como "Me que-
daría descansando en la cama en lugar de ir al trabajo, pero el deber me llama".
El deber, entonces, siempre tiene un carácter coercitivo, en tanto surge para
oponerse y reprimir la inclinación. Esto no significa que sólo obramos bien si lo
hacemos oponiéndonos a nuestras inclinaciones. Si yo salvo a mi hermano, que
acaba de sufrir un accidente automovilístico y quedó encerrado en su auto, debo
analizar mi acción y pensar "¿Lo habría hecho de todos modos si el accidentado
hubiese sido un desconocido?" Si la respuesta es afirmativa, entonces mi acción
fue buena, pero si la respuesta es "Sólo lo hice porque sabía que era mi hermano
el qu~ pedía socorro", enton~es mi acción, si bien no habrá sido mala, tampoco ha-
brá sido buena, pues no lo hice por deber sino por inclinación.
P~mos mejor esto analizando la clasificación que propone Kant de los actos
e~ relaaón con el deber. Estos actos pueden ser de tres tipos diferentes: 1) co 11 tra-
rios al deber, 2) ~e. acuerdo con el deber y 3) por deber. Los actos de acuerdo con
el. deber se subd1v1den a su. vez en-·. 2·1: aquellos
. que se hacen por me· 1mac,
· '6 11 me-
diata y 2.2. los que se realizan por mclmacz6n inmediata.
l. Supongamos
, que un compañero le p1'de a a Iguno de ustedes (por ejemplo,
sti
ª. Agud n) que lo ayude ª estudiar para una evaluación de Física ya que no en-
tien e a1gunos puntos Agustín d ·
· · ispone d e hempo
· para hacerlo y tiene muy cla-
1 t
ros os emas a ser evaluados· sin e b .
g rama favorito de telev1s1
· 'ó ' m argo, prefiere quedarse mirando su pro-
n y no ayudar a su - Ali ' , h bá
obrado en forma contraria al deber companero. _1 Agustín a r
Ysu acto, entonces, habrá sido 111 alo .
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39. Elaboren un ejemplo protagonizado por Señalen cuatro conductas (de cuatro perso-
Agustín que corresponda a una cuarta posi- nas diferentes) que pasan por el lugar o bien
bilidad, en la que la acción pueda conside- que son llamadas al producirse el incendio.
rarse como moralmente buena. Al hacerlo, apliquen la clasificación kantia-
40. Acaba de producirse un incendio en una na de los actos en relación con el deber.
vivienda en la que se encuentra una familia.
- - - - -(1)
Kant propone los siguientes ejemplos:
"Es, desde luego, de acuerdo con el deber que el men:ader no cobre más caro a un compra-
dor inexperto; y en los sitios donde hay mucho comercio, el comerciante avisado y prudente rw
lo hace, en efecto, sino que mantiene un precio fip para todos en general, de suerte que un ni-
ño puede romprar en su casa tan bien romo otro cualquiera. Así, pues, uno es servido honra-
damente. Mas esto no es ni mucho menos suficiente para creer que el men:ader haya obrado
pordeberporprincipios de honradez; su provecho lo exiglÍl, mas no es posible admitir además
que el romerciante tenga una indinación inmediata hacia los compradores, de suerte que haya
actuado por amor a ellos; por decirlo así, la accwn no ha sucedido ni por deber ni por inclina-
ción inmediata, sino simplemente por una inlención ego,sta.
En cambio, conservar cada cual su vida es un deber, y además todos tenemos una inmedia-
ta inclinación a hacerlo así. Mas, por eso mismo, el cuidado angustioso que la mayor parte de
los hombres pone en ello no tiene un valor interior, y la máxima que rige ese cuidado carece de
un contenido moral. Conservan su vida confonnemente al deber, s,; pero no por deber. En cam-
bio cuando las adversidades y una pena sin consuelo han arrebatado a un l10mbre todo el gus-
to por la vida, si este infeliz, con ánimo entero y sintiendo más indignación que apocamiento o
desaliento, y aun deseando la muerte, conserva su vida, sin amarla, sólo por deber y ,w por in-
clinación o miedo, entonces su máxima sf tiene un contenido moral.
Ser benéfico en cuanto se puede es un deber pero, además, hay muchas almas tan llenas
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41. ¿ Vunos algún o algunos sistemas éticos B.Federico, que proviene de una familia de la al-
que recurrieran a imperativos hipotéticos ta burgues(a venida a menos, necesita trabapr.
para formular sus preceptos? En caso afir- Para lograrlo recurre a Gustavo, ex<ampañero
mativo, redacten en primera persona, co- suyo de origen humilde pero que ahora tiene
mo si fueran Kant, la crítica que le harían a una buena posición económica. Gustavo lo ayu-
cada uno, con su debida fundamentación. da y Federico consigue un empleo. Cuando t,o-
42. Analicen los siguientes ejemplos: davlÍl no se siente seguro en su empleo actúa
A (a) Eugenia ha presenciado enfomia acciden- muy amablemente con Gustavo; inclusive, en
tal un crimen pero, profundamente atenvrizada, una ocasión en que la esposa de Gustavo se ac-
no se presenta como testigo ni siquiera al ente- cidenta, él mismo se ofrece para donar sangre.
rarse de que ha sido acusado un inocente. (b) Pero una vez afianzado en su cargo, gradual-
Llena de angustia, quiere contarle lo que siente a mente dep de vera Gustavo y termina por ale-
su amiga :,ofía, a quien ha apoyado en múltiples prse de él.
ocasiones, pero :,ofía recibe su llamado con indi- En el primer ejemplo apliquen para la par-
ferencia y le propone que se encuentren para te (a) la primera formulación del imperati-
charlar dos semanas desp ués. vo categórico, expliciten la máxima de Eu-
genia y digan si se puede universalizar,
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Filosofía. Esa búsqueda refle1Civa
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