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INTRODUCCION
una disciplina cuyos contenidos se correspondían exactamente con lo que en el resto de los países
se denominaba evaluación psicológica. Por tanto en España por ejemplo en especial en la década
de los años ochenta, el término psicodiagnóstico es sinónimo de lo que los anglosajones
denominan psychological assessment (evaluación psicológica) mientras que para ellos este
vocablo no es sinónimo de psychodiagnostics.
A. Blanco sostiene que el psicodiagnóstico (1986 p.25) “es la asignatura que capacita
para el conocimiento, comprensión y aplicación de la conducta de un sujeto y que permite la
orientación y predicción, orientación y/o tratamiento del sujeto individual con datos procedentes
de la confluencia de fuentes múltiples y con dependencia de la intervención psicológica que se
realice en ella”… Valoración según el diccionario de la Real Academia Española es la acción de
reconocer, estimar o apreciar el valor o mérito de una persona o cosa; lo cual añade un matiz
positivo al concepto de evaluación. Si bien el término assessment ha sido traducido como
evaluación y el término evaluation por valoración; la realidad es que esta diferenciación no está
demasiado clara ya que existen ejemplos de que se utilizan indistintamente ambos. Otros autores
como Pelechano (1988) defienden su complementariedad. En síntesis podemos afirmar que
cuando hablamos de valoración es posible entender su diferencia con evaluación si nos centramos
en los resultados de la intervención por comparación con las metas últimas del tratamiento, tal
como lo postula
c) Teorías
d) Modelo
Modelo y teoría son dos conceptos epistemológicamente distintos (Monserrat, 1984) para
comprender el concepto de modelo debemos tener en cuenta los tres sentidos principales en que
se utiliza: analógico, formal y aplicado. El modelo analógico es la acepción propia y estricta del
concepto de modelo y puede definirse como aquella representación (aproximativa o analógica)
de la idea de un evento real contenida en un constructo o teoría, que cumple la misión de inspirar
la comprensión de su significado real. Es el tipo de modelo que utilizamos al hablar de modelos
en evaluación psicológica. En la evaluación psicológica, Avila (1992) postula ciertos requisitos
para que un modelo pueda ser considerado como tal: - Que se haya desarrollado dentro del campo
conceptual de alguno de los paradigmas de la psicología científica - Que cuente con un objeto de
estudio específico a través de las precisiones que efectúe sobre el concepto de conducta. - Que
tenga un diseño de tecnología propia. - Que responda a las necesidades de evaluación propias de
una época, cultura o problemática de amplio alcance social. - Que tenga un desarrollo histórico
propio, caracterizado por su introducción y progresiva implantación en el ámbito profesional. Si
no queremos caer en una atomización de la evaluación psicológica o en una reducción excesiva
de la cantidad de modelos tal como opinan Avila (1992) y Fernández Ballesteros (1992) será
importante considerar estas características. Es que existen muchos modelos psicológicos que no
han llegado a tener relevancia en el área de la evaluación y algunos modelos dentro de la
evaluación psicológica que no han derivado directamente de la Psicología como los modelos de
enfermedad. En síntesis, los modelos a lo largo de la historia de la evaluación psicológica han
oscilado cual péndulo de la perspectiva clínica a la estadística, de la conductual a la no conductual
y hacia los años setenta cuando se superan las polaridades comienzan a surgir como relevantes el
psicodiagnóstico, la psicometría y el análisis conductual. Hacia los años ochenta, Fernández
Ballesteros (1992) propone centrarnos en los modelos médico, dinámico, conductual y cognitivo.
Modelo psicométrico, correlacionar o del atributo
Introducción
Pioneros como Wundt, Galton, Cattell y Wissler mostraron que era posible exponer a la
mente al escrutinio y la medición científica. Éste fue un cambio decisivo en las suposiciones
axiomáticas de la psicología, un cambio que ha permanecido hasta la actualidad. La mayor parte
de las fuentes le atribuyen a Wilhelm Wundt (1832-1920) la fundación del primer laboratorio
psicológico en 1879 en Leipzig, Alemania. El experimentó con su medidor del pensamiento, este
instrumento era un péndulo calibrado con agujas que sobresalían a cada lado. El péndulo oscilaba
de un lado a otro, golpeando campanas con las agujas. La tarea del observador consistía en tomar
nota de la posición del péndulo cuando las campanas sonaban. Por supuesto, Wundt podía ajustar
de antemano las agujas y, por tanto, conocer la posición precisa del péndulo cuando tocaba cada
campana. El consideraba que la diferencia entre la posición observada del péndulo y la posición
real podía proporcionar un medio para determinar la velocidad de pensamiento del observador. A
pesar de lo rudimentario, Wundt midió los procesos mentales y reconoció a regañadientes las
diferencias individuales.
James McKeen Cattell (1860-1944) estudió la nueva psicología experimental tanto con
Wundt como con Galton, antes de establecerse en Columbia University. Cattell abrió su propio
laboratorio de investigación y desarrolló una serie de pruebas que eran principalmente extensiones
y adiciones a la batería de Galton, ya que él asumió la idea de Galton sobre la posibilidad de medir
las funciones intelectuales por medio de tests de discriminación sensorial y tiempo de reacción.
Según este modelo las respuestas dadas por el sujeto en la diferentes técnicas se
interpretan como signos de la variable que se intenta analizar, este modelo busca captar los rasgos
que conforman la personalidad y la evaluación psicológica busca medir diferentes categorías
como: rasgos temperamentales, cognitivos y dinámicos.
motivacional, los ámbitos de aplicación de las pruebas. También se detallan las críticas y
las ventajas del modelo y recomendaciones.
MODELO PSICOMÉTRICO CORRELACIONAL, RASGOS O DEL ATRIBUTO
Definición de psicometría
Cuestionarios de personalidad
Test de inteligencia
Test de interés
Descripción
Clasificación
Predicion
Comparar
Entonces diremos que este modelo considera que la conducta está determinada por
atributos intrapsíquicos o variables organísmicas (habilidades, intereses o rasgos) que
diferencian a unos sujetos de otros. Su formalización teórica es C f ( O ) , la conducta está
en función del organismo que es entendido como el conjunto de rasgos o atributos
diferenciales del sujeto. La metodología empleada preferentemente es la correlacional
focalizando en determinar las diferencias individuales y ubicar al sujeto en relación al
grupo normativo respecto a un rasgo o dimensión cuantificable. Las variables objeto de
estudio del Modelo Psicométrico son variables intrapsíquicas evaluadas mediante tests
estandarizados construidos según estrategias teórico racionales, empíricas y factoriales,
apoyándose en el supuesto de estabilidad de la conducta. Entre los objetivos de evaluación
se encuentran:
c) predecir que es establecer una previsión probabilística de una conducta futura a partir
de una conducta actual. Los ámbitos de aplicación más claros para el objetivo predictor
son la selección de personal y la orientación escolar. Y el conflicto central en la historia
del rasgo será la díada consistencia-especificidad de la conducta; y así Hogan, Desoto y
Solano (1977) piensan que dicho concepto se va reformulando y va perdiendo su carácter
estructural por el de consistencia estilística en la conducta (Gough, 1976; Holland, 1973;
Welsh, 1972), el propio Cattell adquiere una postura más interactiva y otros autores de
larga tradición psicometrista como A. Anastasi, 1985 reconceptualizan el rasgo en
función al aprendizaje del sujeto y a su contexto.
Modelo Dinámico
Introducción
También denominando Modelo Psicoanalítico muestra algunas contradicciones dentro de
la Evaluación Psicológica, ya que por un lado rechaza el diagnóstico nosológico de origen médico
llegando a considerarlo como un obstáculo para el psicoanálisis y por otro utiliza lenguaje médico
y establece criterios para el diagnóstico diferencial por medio de técnicas proyectivas. En los
primeros trabajos de S. Freud hay referencias a la evaluación a través de la evocación y evaluación
de contenidos inconscientes pero es a partir de Ana Freud y Hartmann que se constituye un
diagnóstico psicoanalítico centrado en la evaluación de los estados del yo y los mecanismos de
defensa y adaptación y así las técnicas proyectivas son utilizadas por los psicoanalistas para
facilitar el diagnóstico. La escuela Kleiniana se centra en la evaluación de las relaciones objetales
y aparecen pruebas como el Pata Negra o el Test de Relaciones Objetales (AVILA E., 1992)
El concepto “dinámico” hace referencia a un conflicto entre dos fuerzas que se produce
en la mente: los impulsos (fuerzas "instintivas"), que buscan la gratificación, y las defensas, que
procuran inhibir a los anteriores. Del resultado de esta interacción surgen los procesos
psicológicos, que suponen una resolución más o menos satisfactoria o adaptativa de los
conflictos. En este modelo Freud concibe los síntomas psicopatológicos como formaciones de
compromiso que permiten una gratificación parcial de los impulsos a la vez que causan malestar,
actuando como un castigo contra la conducta de la persona. De este modo la salud mental
dependería en gran medida de la calidad de las defensas y de las autosanciones.
Se puede afirmar que el núcleo de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud gira entorno
de la motivación humana, más concretamente, de la presencia de motivaciones inconscientes que
determinan nuestras decisiones y nuestros actos. La palabra alemana que utilizó Freud para
referirse a la motivación humana fue la palabra Trieb; aunque generalmente se ha traducido por
'instinto', su traducción más adecuada y precisa es 'pulsión'. Una pulsión es un impulso que no
está fijado y determinado como lo está el instinto; la pulsión, a diferencia del instinto, es
moldeable y flexible. La pulsión es una tensión creciente que se resuelto en una distensión que
provoca placer.
Si bien se ha dicho que para Freud la pulsión que hace mover fundamentalmente el
hombre es la sexualidad y de aquí proviene la crítica de pansexualismo, esta expresión se ha de
matizar. Preferentemente habla de una pulsión más amplía que la sexualidad y que llama líbido.
«La líbido -dice- es una pulsión, una energía pulsional relacionada con todo aquello susceptible
de ser comprendido bajo el nombre de amor, o sea, amor sexual, amor del individuo a sí mismo,
amor materno y amor filial, la amistad, amor a la humanidad en general, a objetos y a ideas
abstractas». Ahora bien, considera que todas estas tendencias o variantes constituyen la expresión
sublimada del impulso de unión sexual.
A lo largo de su vida Freud hizo y rehizo su teoría de las pulsiones y pueden definirse
cuatro etapas o versiones de la teoría; eso hace aún más impreciso afirmar que la pulsión que hace
mover fundamentalmente al hombre es la sexualidad. El Freud más maduro mantiene una teoría
dualista de la motivación humana en la cual la líbido, vista como pulsión de vida, está
interconectada a una pulsión de sentido opuesto, pulsión de muerte o impulso destructivo
Freud, no sólo hizo y rehizo su visión de las pulsiones humanas, sino también su visión o
comprensión de la mente. Su visión topográfica, aquélla que proponía tres regiones o lugares
mentales, el inconsciente, el preconsciente y el consciente, fue sustituida por una visión dinámica
más integradora, la que establece tres agentes dinámicos de la personalidad: el ello o id, el yo o
ego, y el superyó o superego.
El yo o ego :es un agente de la personalidad que surge a partir del id, precisamente de un
aspecto del principio del placer: la tendencia a evitar lo desagradable, a diferir el placer, incluso
en soportar un displaer momentáneo a fin de obtener un placer posterior. La tarea principal del yo
es la autoconservación del individuo; por ello aprende -poco a poco- en interponer el pensamiento
entre el deseo y la acción. Ciertamente, el ego, al igual que el id, se rige por el principio del placer,
pero es capaz de calcular las consecuencias de su conducta: persigue racionalmente el placer. Esta
investigación modificada y limitada del placer es lo que Freud llama principio de la realidad del
yo. El yo integra componentes conscientes, preconscientes e inconscientes; inconscientes son los
mecanismos de defensa como por ejemplo la represión, la proyección, la racionalización o la
sublimación. El yo, incrementando el conocimiento de todos sus mecanismos, o sea, haciendo
consciente el inconsciente, puede alcanzar cotas de libertad.
3. Las etapas del desarrollo, Freud distingue la formación del carácter de acuerdo a una
línea evolutiva en base al desarrollo de los instintos y propone estas etapas: Etapa oral, anal, fálica,
de complejo de Edipo, de lactancia y etapa genital. Y en base al desarrollo de procesos cognitivos
propone: proceso cognitivo primario y proceso cognitivo secundario.
En su primera tópica, Freud proponía que la psique humana estaba estructurada en tres
sistemas, uno inconsciente regido por la búsqueda de la reducción de tensiones y funciona a través
del principio de placer, uno consciente que es regido por la percepción del mundo exterior y la
lógica y el principio de realidad y un preconsciente en el que los contenidos inconscientes pueden
hacerse conscientes y viceversa.
Técnicas Proyectivas
Dado que se supone que quien responde no conoce la finalidad de los ítems que
componen la prueba, los tests proyectivos son considerados menos susceptibles de
falseamiento que otros métodos de evaluación psicológica, principalmente aquellos que se
basan en el autoinforme. Se dice que los tests proyectivos son técnicas de evaluación
enmascaradas.
Si bien este tipo de prueba ha sido muy criticada por psicólogos de otras orientaciones
teóricas a nivel metodológico, lo cierto es que la larga tradición de uso de tests proyectivos ha
permitido que exista un elevado grado de sistematización en muchos de estos. Un caso
especialmente claro en este sentido es el célebre test de Rorschach. Sin embargo, a pesar de
esta sistematizacióm, su eficacia está seriamente cuestionada si nos guiamos a partir de los
meta-análisis que se han ido realizando al respecto.
1. Test de Rorschach
Las imágenes son mucho más estructuradas que las del test de Rorschach: muestran
escenas relacionadas con temas como la familia, el miedo, el sexo o la violencia a partir de las
cuales el sujeto debe elaborar una historia que incluya un pasado, un presente y un futuro. El
objetivo es analizar las necesidades y presiones psicológicas de la persona evaluada.
Existen variaciones del T.A.T. para distintos grupos de edad. Las pruebas C.A.T. (“test de
apercepción infantil”) se aplican a niños de edades, niveles culturales y características físicas y
psicológicas diversas, mientras que el test de apercepción para la senectud (SAT) evalúa
variables típicas en personas de la tercera edad, como la soledad o la discapacidad.
Otras dos pruebas temáticas muy conocidas son el test de relaciones objetales de
Phillipson y el test de frustración de Rosenzweig. Las imágenes del primero muestran un grado
de estructuración intermedio en comparación con el T.A.T. y el Rorschach, y el test de
Rosenzweig presenta escenas frustrantes en las que la persona debe añadir un diálogo.
Los tests de láminas Blacky y Pata Negra, creados respectivamente por Gerald Blum y
Louis Corman, son pruebas temáticas específicas para la población infantil. Ambos se basan en
imágenes de animales (Blacky es un perro y Pata Negra un cerdo) que sirven como estímulos
para que los pequeños hablen de su visión de ellos mismos y de su familia.
El test de los cuentos de hadas es una de las pruebas proyectivas temáticas más
recientes; fue desarrollada por Carina Coulacoglou en la década de 1990. En este caso los
estímulos son dibujos de personajes célebres de cuentos de hadas, como Caperucita Roja y el
lobo o Blancanieves y los enanos, y el niño debe contestar a varias preguntas previamente
establecidas.
En este tipo de técnicas la persona evaluada tiene que dibujar determinados elementos
bajo consigna del evaluador. En comparación con el test de Rorschach y con el T.A.T., podemos
decir que estas pruebas tienen un bajo nivel de estandarización y su interpretación resulta
bastante subjetiva, aunque ello no significa que no puedan resultar herramientas útiles.
5. Técnicas asociativas
La prueba de frases incompletas es similar, si bien en este caso en lugar de asociar una
palabra con otra se debe terminar la frase empezada por el evaluador. El test desiderativo (o
bestiario) de Zazzo analiza el miedo a la muerte y los mecanismos de defensa en función de la
respuesta a la pregunta “¿En qué querrías convertirte si dejaras de tener forma humana?”.
Bibliografía
Ballesteros, F. (1980). “Psicodiagnóstico. Concepto y. Madrid: Cincel. Madrid.
Buenos Aires.
FREUD, S. (1930). Malestar en la cultura. En Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu, 21.
GABBARD, G.O. (1994). Psychodynamic Psychiatry in Clinical Practice. The DSM-IV edition.
Washington: