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1.

MODELOS DE EVALUACION PSICOLOGICA

INTRODUCCION

En la historia de la evaluación psicológica se han visto representados distintos


tipos de evaluaciones por tener su referente en determinada forma de conceptualizar la Psicología
es decir que cada tipo de evaluación se sustenta en una teoría que se caracteriza por determinados
presupuestos conceptuales, objetivo, unidades de análisis, método y ámbito de aplicación. Los
distintos modelos de evaluación psicológica nos facilitarán la comprensión de las teorías y sus
formas de entender la evaluación, porque los modelos serían generalizaciones realizadas por el
científico a partir de datos u observaciones concretas derivadas de un cierto número de casos
particulares con el fin de realizar predicciones acerca de la conducta de las personas
(CARROBLES, 1989)

Por lo cual diremos que la evaluación Psicológica, Psicodiagnóstico y Valoración Evaluación


Psicológica es la traducción del término anglosajón psychological assessment, el cual aparece
por primera vez en la literatura psicológica en el año 1948 con la publicación del libro Assessment
for men, donde se describen los procedimientos estadounidenses para selección de sujetos
especialmente calificados para misiones militares especiales. En este libro se defiende el uso del
término “evaluación” argumentando que sé priorizan los aspectos positivos de la conducta
humana mientras que con el término anglosajón “psicodiagnóstico” se detectan patologías.
Goldstein y Hersen(1990) en su Handbook of Psychological Assessment afirman que assessment
implica que hay muchos caminos para evaluar las diferencias individuales, uno de ellos serían los
tests, pero también podría utilizarse la entrevista, la observación de la conducta en los ambientes
naturales y el registro de variables psicofisiológicas. Esta diversidad que caracteriza a la
evaluación psicológica también está presente en sus objetivos; así entre estos se señalan la
identificación de conductas problemas y sus relaciones causales, el diagnóstico, la evaluación de
los resultados del tratamiento, los peritajes jurídicos y la predicción de riesgos de futuras
conductas problemas.

El autor (Ballesteros, 1980) define la evaluación como “aquella disciplina de la psicología


científica que se ocupa de la exploración y el análisis del comportamiento (a los niveles de
complejidad que se estime oportunos) de un sujeto humano o grupo especificado de sujetos con
distintos objetivos básicos o aplicados (descripción, diagnóstico, selección, predicción,
explicación, cambio y/o valoración) a través de un proceso de toma de decisiones en el que se
encardinan la aplicación de una serie de dispositivos, tests y técnicas de medida y/o evaluación”
Psicodiagnóstico etimológicamente está compuesto por tres vocablos psykhe (posibilitante de la
vida), día (a través de) y gignosko (conocimiento) que conjuntamente significarían distinción o
conocimiento diferenciado de la psique. La mayoría de los autores coincide en situar el nacimiento
de este término en la publicación en 1921 del libro de Rorschach Psychodianostik. A partir de
aquí el término se asoció a las técnicas proyectivas y al modelo médico de evaluación psicológica
y colabora en el surgimiento de una nueva orientación de carácter más psicométrico bajo el
nombre de psychological testing. Este concepto estudiado por Blanco y León (1983) en un
laborioso estudio que incluyó los programas de psicodiagnóstico y materias afines a nivel
internacional, ha mostrado encontrarse en una etapa de transición ya que muchos países han
considerado que no tenía sentido seguir utilizando el vocablo psicodiagnóstico para referirse a

una disciplina cuyos contenidos se correspondían exactamente con lo que en el resto de los países
se denominaba evaluación psicológica. Por tanto en España por ejemplo en especial en la década
de los años ochenta, el término psicodiagnóstico es sinónimo de lo que los anglosajones
denominan psychological assessment (evaluación psicológica) mientras que para ellos este
vocablo no es sinónimo de psychodiagnostics.

A. Blanco sostiene que el psicodiagnóstico (1986 p.25) “es la asignatura que capacita
para el conocimiento, comprensión y aplicación de la conducta de un sujeto y que permite la
orientación y predicción, orientación y/o tratamiento del sujeto individual con datos procedentes
de la confluencia de fuentes múltiples y con dependencia de la intervención psicológica que se
realice en ella”… Valoración según el diccionario de la Real Academia Española es la acción de
reconocer, estimar o apreciar el valor o mérito de una persona o cosa; lo cual añade un matiz
positivo al concepto de evaluación. Si bien el término assessment ha sido traducido como
evaluación y el término evaluation por valoración; la realidad es que esta diferenciación no está
demasiado clara ya que existen ejemplos de que se utilizan indistintamente ambos. Otros autores
como Pelechano (1988) defienden su complementariedad. En síntesis podemos afirmar que
cuando hablamos de valoración es posible entender su diferencia con evaluación si nos centramos
en los resultados de la intervención por comparación con las metas últimas del tratamiento, tal
como lo postula

El autor(Fernandez, 2000) al decir …”Cabe destacar que existe una diferencia


significativa, contrastada empíricamente, entre los dos términos etimológicamente idénticos;
evaluación y valoración, ya que el primero se refiere al examen o exploración de personas
mientras que la valoración implica semejantes actividades referidas a objetos, como pueden ser
puestos de trabajo, tratamientos, etc.”
b) Constructos Explicativos

El constructo es un proceso de síntesis relacional del conocimiento que


convencionalmente no alcanza aún la complejidad de una teoría, es decir, sería un proceso previo
que conduce a una teoría.

c) Teorías

La teoría sería un constructo explicativo de orden superior, considerándose como un


proceso de conocimiento que ha ido constatando hechos observables y describiéndolos en forma
operativa; su interpretación relacional implica hacer inferencias deductivas, analíticas y
estructurales; y la formulación de hipótesis explicativas de los problemas planteados.

d) Modelo

Modelo y teoría son dos conceptos epistemológicamente distintos (Monserrat, 1984) para
comprender el concepto de modelo debemos tener en cuenta los tres sentidos principales en que
se utiliza: analógico, formal y aplicado. El modelo analógico es la acepción propia y estricta del
concepto de modelo y puede definirse como aquella representación (aproximativa o analógica)
de la idea de un evento real contenida en un constructo o teoría, que cumple la misión de inspirar
la comprensión de su significado real. Es el tipo de modelo que utilizamos al hablar de modelos
en evaluación psicológica. En la evaluación psicológica, Avila (1992) postula ciertos requisitos
para que un modelo pueda ser considerado como tal: - Que se haya desarrollado dentro del campo
conceptual de alguno de los paradigmas de la psicología científica - Que cuente con un objeto de
estudio específico a través de las precisiones que efectúe sobre el concepto de conducta. - Que
tenga un diseño de tecnología propia. - Que responda a las necesidades de evaluación propias de
una época, cultura o problemática de amplio alcance social. - Que tenga un desarrollo histórico
propio, caracterizado por su introducción y progresiva implantación en el ámbito profesional. Si
no queremos caer en una atomización de la evaluación psicológica o en una reducción excesiva
de la cantidad de modelos tal como opinan Avila (1992) y Fernández Ballesteros (1992) será
importante considerar estas características. Es que existen muchos modelos psicológicos que no
han llegado a tener relevancia en el área de la evaluación y algunos modelos dentro de la
evaluación psicológica que no han derivado directamente de la Psicología como los modelos de
enfermedad. En síntesis, los modelos a lo largo de la historia de la evaluación psicológica han
oscilado cual péndulo de la perspectiva clínica a la estadística, de la conductual a la no conductual
y hacia los años setenta cuando se superan las polaridades comienzan a surgir como relevantes el
psicodiagnóstico, la psicometría y el análisis conductual. Hacia los años ochenta, Fernández
Ballesteros (1992) propone centrarnos en los modelos médico, dinámico, conductual y cognitivo.
Modelo psicométrico, correlacionar o del atributo

Introducción

Para poder explicar el modelo psicométrico pasaremos a hablar de las pruebas


psicológicas las cuales datan aproximadamente del año 2200 a. C., en China cuando el emperador
hizo que se examinaran a sus oficiales de gobierno cada tercer año para determinar su idoneidad
para el cargo y por siglos se continuaron haciendo estas pruebas modificándose y
perfeccionándose hasta introducirse exámenes por escrito durante la dinastía Han (200 d. C.).
Ninguno de estos procedimientos de selección fue validado. El comienzo de las pruebas
psicológicas como tal se ha ubicado en la investigación experimental sobre las diferencias
individuales que inició en Alemania y Gran Bretaña terminado el siglo XIX siendo sus primeros
representantes Wilhelm Wundt, Francis Gallón y James McKeen Cattell. Pero las pruebas
psicológicas le deben su comienzo tanto a la primera psiquiatría como a los laboratorios de
psicología experimental. La psiquiatría inicial contribuyó al movimiento de las pruebas mentales
al mostrar que los procedimientos estandarizados pueden ayudar a revelar la naturaleza y grado
de los síntomas en pacientes con enfermedades mentales y con lesión cerebral. La psicología
experimental floreció a finales del siglo XIX en la Europa continental y Gran Bretaña. Por primera
vez en la historia, los psicólogos se alejaron de los métodos totalmente subjetivos e introspectivos
que se habían seguido de manera tan infructuosa en siglos anteriores. En lugar de ello, las
capacidades humanas se sometieron a prueba en laboratorios. Los investigadores utilizaron
procedimientos objetivos que tenían posibilidad de replicarse. Aunque el nuevo énfasis en los
métodos objetivos y las cantidades medibles era una gran mejoría sobre el mentalismo
generalmente estéril que le precedió, la nueva psicología experimental era, en sí misma, un
callejón sin salida, al menos en cuanto a pruebas psicológicas se refiere. El problema estaba en
que los primeros psicólogos experimentales confundieron los simples procesos sensoriales con la
inteligencia (medir umbrales sensoriales y tiempos de reacción)

Pioneros como Wundt, Galton, Cattell y Wissler mostraron que era posible exponer a la
mente al escrutinio y la medición científica. Éste fue un cambio decisivo en las suposiciones
axiomáticas de la psicología, un cambio que ha permanecido hasta la actualidad. La mayor parte
de las fuentes le atribuyen a Wilhelm Wundt (1832-1920) la fundación del primer laboratorio
psicológico en 1879 en Leipzig, Alemania. El experimentó con su medidor del pensamiento, este
instrumento era un péndulo calibrado con agujas que sobresalían a cada lado. El péndulo oscilaba
de un lado a otro, golpeando campanas con las agujas. La tarea del observador consistía en tomar
nota de la posición del péndulo cuando las campanas sonaban. Por supuesto, Wundt podía ajustar
de antemano las agujas y, por tanto, conocer la posición precisa del péndulo cuando tocaba cada
campana. El consideraba que la diferencia entre la posición observada del péndulo y la posición
real podía proporcionar un medio para determinar la velocidad de pensamiento del observador. A
pesar de lo rudimentario, Wundt midió los procesos mentales y reconoció a regañadientes las
diferencias individuales.

Sir Francis Galton (1822-1911) fue el pionero de la nueva psicología experimental en la


Gran Bretaña del siglo XIX, su carrera intelectual parece haberse visto dominada por la creencia
de que podía medirse casi cualquier cosa. Sus intentos por medir el intelecto a través del tiempo
de reacción y de tareas de discriminación sensorial son muy conocidos. Galton (primo de Darwin)
demostró una y otra vez que las dife-rencias individuales no sólo existen, sino que se pueden
medir de manera objetiva, sus procedimientos fueron más adecuados para la oportuna recolección
de datos de cientos, si no es que miles, de sujetos

James McKeen Cattell (1860-1944) estudió la nueva psicología experimental tanto con
Wundt como con Galton, antes de establecerse en Columbia University. Cattell abrió su propio
laboratorio de investigación y desarrolló una serie de pruebas que eran principalmente extensiones
y adiciones a la batería de Galton, ya que él asumió la idea de Galton sobre la posibilidad de medir
las funciones intelectuales por medio de tests de discriminación sensorial y tiempo de reacción.

Mismo origen que el psicodiagnóstico. Galton, Cattel, Binet fueron pioneros y se


encuadran en este modelo, representando en la actualidad por autores tipo Eysenck. Los rasgos
de personalidad son estables, así se pueden hacer predicciones de la conducta. La evaluación se
centra en la existencia de estos rasgos. Los rasgos se presuponen y se observan en directo. Se usa
el método correlacional. Gran cantidad de técnicas más antiguas (Weschler, 16PF,...); inferencia
media El modelo de los rasgos o modelo psicométrico o de atributos analiza las diferencias
individuales y el origen de las mismas.Según este modelo los actos del individuo están
determinados por sus propias variables más que por las características de la situación, por lo que
su comportamiento será estable a través de las diferentes situaciones, esto permite que podamos
predecir el comportamiento del individuo.En el documento se estudian también los presupuestos
conceptuales básicos del rasgo, los principales representantes: Cattell, Eysenck, y Guilford.

Según este modelo las respuestas dadas por el sujeto en la diferentes técnicas se
interpretan como signos de la variable que se intenta analizar, este modelo busca captar los rasgos
que conforman la personalidad y la evaluación psicológica busca medir diferentes categorías
como: rasgos temperamentales, cognitivos y dinámicos.

Se consignan diferentes pruebas para evaluar el área cognitiva, la personalidad, el área

motivacional, los ámbitos de aplicación de las pruebas. También se detallan las críticas y
las ventajas del modelo y recomendaciones.
MODELO PSICOMÉTRICO CORRELACIONAL, RASGOS O DEL ATRIBUTO

Orígenes Galton, Mckeen Catell, Binet. Otros respresentantes: Eysenck,


Guilford...

Presupuestos La conducta se explica en función de variables internas o


Teóricos intrapsíquicas (rasgos).
Estas variables dan consistencia y estabilidad al
comportamiento a lo largo del tiempo y de las situaciones.
Rasgo: innato.
Reformulaciones posteriores: persona x situación
(interaccionismo)

Variables Rasgos de la personalidad, dimensiones


(temperamentales, cognitivos....)

Objetivos Describir, clasificar- comparar y predecir.


Estudiar las diferencias individuales y ubicar al sujeto en
relación al grupo de referencia normativo en un rasgo o
dimensión concreta que puede cuantificarse.
Enfoque nomotético.

Técnicas Técnicas psicométricas: elaboradas mediante procedimientos


estadísticos y factoriales

Ámbitos de Escolar. Organizacional. Clínico. Investigación


aplicación

Definición de psicometría

Disciplina implicada directamente en la medición psicológica, con una doble vertiente:


•Teórica : supone la fundamentación teórica de la medida

•Práctica: supone la construcción, evaluación y aplicación de instrumentos de medida


para evaluar o medir las características psicológicas de interés.

Intentar definir un concepto como el de "Psicometría", al igual que ocurre con la


cualquier disciplina científica es algo complejo. Bajo el término "Psicometría" pueden
convivir contenidos, enfoques, objetivos y hasta concepciones diferentes sobre la ciencia
y la función social de la Psicología. El término "Psicometría" es el más extendido y
general para hacer referencia a la medición psicológica. Su significado popular y la
etimología de la palabra apuntan

El modelo psicométrico es elaborado mediante procedimientos estadisticos y factoriales


como lo son:

 Cuestionarios de personalidad
 Test de inteligencia
 Test de interés

La evaluación psicométrica presenta las siguientes características


fundamentales.

 Los resultados de las mediciones de aprendizajes se interpretan comparando el


rendimiento de cada alumno con el de los demás miembros del grupo evaluado.
 Ls juicos evolutivos no son absolutos sino relativos. La calificación o clasificación
que se le asigne a un alumno dependerá de las características del grupo de que
forma parte
 El desempeño grupal promedio y su variabilidad constituyen la norma o marco
de referencia para analizar y valorar la calidad del rendimiento.
 Las pruebas deben de permitir establecer diferencias de desempeño entre los
miembros del grupo evaluado.
 Los resultados de las pruebas son útiles, y, por lo tanto, generalizables,
únicamente dentro del grupo evaluado.
Generalidades del modelo psicométrico

 TEST DE AMPLITUD: Miden el conocimiento el rendimiento


 FICHAS DE DOMINO: mide la abstracion lógica
 TEST DE RAZONAMIENTO: miden las facultades de adaptación agilidad
mental, resolución de problemas.
 TEST DE COMPRENSON VERBAL: mide la comprensión de ideas, facultad de
analisi y síntesis
 TEST DE RORSCHACH: analia las dimensiones intelectual, afectiva, y de
comportamiento
 TEST DE APERCEPCION TEAMTICA: evalua los factores y necesidades de la
conducta y de las motivaciones valorando las emociones y estados internos.
 TEST DEARBOL: revela a las personas en al vida interior y el desarrollo afectivo.
 ESTILO GENERAL (LIFO): identifica fuerza y talentos de individuos dentro de
un grupo de trabajo e incrementa la efectividad de este, sobre todo en aplicación
en la integración de equipos de trabajo o proyectos, solución de probemas en
grupo y planeación y asigancion de trabajo deacuerdo al talento de cada miembro
de un equipo.
 INTELIGENCIA (ESCALA GERENCAL) RAVEN EG: el test de matrices
progresivas escala general consiste en una serie de dibujos abstractos acromaticos
en los cuales se dede seleccionar la respuesta correcta entre varias alternativas

Objetivos del modelo psicométrico:

 Descripción
 Clasificación
 Predicion
 Comparar

Entonces diremos que este modelo considera que la conducta está determinada por
atributos intrapsíquicos o variables organísmicas (habilidades, intereses o rasgos) que
diferencian a unos sujetos de otros. Su formalización teórica es C f ( O ) , la conducta está
en función del organismo que es entendido como el conjunto de rasgos o atributos
diferenciales del sujeto. La metodología empleada preferentemente es la correlacional
focalizando en determinar las diferencias individuales y ubicar al sujeto en relación al
grupo normativo respecto a un rasgo o dimensión cuantificable. Las variables objeto de
estudio del Modelo Psicométrico son variables intrapsíquicas evaluadas mediante tests
estandarizados construidos según estrategias teórico racionales, empíricas y factoriales,
apoyándose en el supuesto de estabilidad de la conducta. Entre los objetivos de evaluación
se encuentran:

a) describir que es explicitar las características más sobresalientes del comportamiento de


un sujeto a partir de los datos obtenidos a través de las diferentes técnicas de análisis.

b) clasificar que implica la organización de la información en función de criterios


previamente fijados.

c) predecir que es establecer una previsión probabilística de una conducta futura a partir
de una conducta actual. Los ámbitos de aplicación más claros para el objetivo predictor
son la selección de personal y la orientación escolar. Y el conflicto central en la historia
del rasgo será la díada consistencia-especificidad de la conducta; y así Hogan, Desoto y
Solano (1977) piensan que dicho concepto se va reformulando y va perdiendo su carácter
estructural por el de consistencia estilística en la conducta (Gough, 1976; Holland, 1973;
Welsh, 1972), el propio Cattell adquiere una postura más interactiva y otros autores de
larga tradición psicometrista como A. Anastasi, 1985 reconceptualizan el rasgo en
función al aprendizaje del sujeto y a su contexto.

Modelo Dinámico

Introducción
También denominando Modelo Psicoanalítico muestra algunas contradicciones dentro de
la Evaluación Psicológica, ya que por un lado rechaza el diagnóstico nosológico de origen médico
llegando a considerarlo como un obstáculo para el psicoanálisis y por otro utiliza lenguaje médico
y establece criterios para el diagnóstico diferencial por medio de técnicas proyectivas. En los
primeros trabajos de S. Freud hay referencias a la evaluación a través de la evocación y evaluación
de contenidos inconscientes pero es a partir de Ana Freud y Hartmann que se constituye un
diagnóstico psicoanalítico centrado en la evaluación de los estados del yo y los mecanismos de
defensa y adaptación y así las técnicas proyectivas son utilizadas por los psicoanalistas para
facilitar el diagnóstico. La escuela Kleiniana se centra en la evaluación de las relaciones objetales
y aparecen pruebas como el Pata Negra o el Test de Relaciones Objetales (AVILA E., 1992)

El modelo psicodinámico considera que los factores intrapsíquicos constituyen la causa


de la conducta manifiesta y se producen bajo la forma de impulsos, motivos, deseos y conflictos.
Su formalización teórica sería C = f ( O ), la conducta en función del organismo pero a diferencia
del modelo de enfermedad o médico, la “O” se refiere a un constructo intrapsíquico. Las variables
objeto de estudio según (AVILA E., 1992) son: los procesos y contenidos inconscientes con el
fin de conocer su dinámica, la estructura psíquica del yo y de los recursos adaptativos a su
servicio; y la accesibilidad del sujeto al tratamiento psicoanalítico. El objetivo básico de este
modelo de evaluación es ayudar al cambio terapéutico, restando importancia a la clasificación
nosológica o a la comparación interindividual. Y el método empleado según R. Fernández
Ballesteros (1983) es inductivo, o sea, a partir de observaciones clínicas, se infieren los elementos
dinámicos y estructurales que dan cuerpo a la conducta y que permiten su comprensión. La
evaluación es idiográfica, enfatizando al sujeto concreto del que se capta toda su personalidad de
un modo global. El ámbito de aplicación por excelencia es el clínico, y fuera de él, las técnicas
proyectivas tienen una utilización significativa en los contextos de selección de personal y
orientación vocacional, como complemento de tests psicométricos tradicionales.

El problema más serio de este modelo radica en su metodología de trabajo, la


acientificidad del paradigma por ser sus presupuestos inmunes a la contrastación empírica
básicamente necesaria en toda disciplina científica. Lo cierto es que el impacto revolucionario
de la teoría psicoanalítica tanto en la Psicología en general como en la Evaluación Psicológica,
en particular, es innegable y actualmente numerosos investigadores provenientes de la
Psicología Cognitiva Moderna encuentran soporte científico para las inferencias freudianas,
fundamentalmente en el campo del Procesamiento de la Información (Dixon, 1981; Smith y
Lerner, 1986 y Erdelyi, 1987). En los últimos años serios esfuerzos por mejorar la confiabilidad
de algunos instrumentos de evaluación han conseguido resultados positivos en la adopción de
enfoques experimentales en la investigación por ejemplo del Test de Rorschach, considerando
las respuestas al test más como una muestra representativa de la conducta del sujeto ante una
tarea, que como expresión simbólica de sus conflictos internos como en los trabajos de Exner
(1993).

El concepto “dinámico” hace referencia a un conflicto entre dos fuerzas que se produce
en la mente: los impulsos (fuerzas "instintivas"), que buscan la gratificación, y las defensas, que
procuran inhibir a los anteriores. Del resultado de esta interacción surgen los procesos
psicológicos, que suponen una resolución más o menos satisfactoria o adaptativa de los
conflictos. En este modelo Freud concibe los síntomas psicopatológicos como formaciones de
compromiso que permiten una gratificación parcial de los impulsos a la vez que causan malestar,
actuando como un castigo contra la conducta de la persona. De este modo la salud mental
dependería en gran medida de la calidad de las defensas y de las autosanciones.

También denominado, modelo psicodinámico o modelo psicoanalítico, al igual que el


modelo anterior, basa su enfoque, en buscar en el interior del organismo la causa que explique la
conducta. Su formulación teórica es C f O, y puede entenderse a la conducta como función del
organismo. El origen de este modelo lo encontramos esencialmente en el campo de la
psicopatología, sin embargo, rechaza el diagnóstico nosológico de origen galeno y solo se limita
a utilizar el lenguaje médico, establece criterios para el psicodiagnóstico diferencial por medio de
técnicas proyectivas. El padre indiscutible de esta teoría es Sigmund Freud, basó su estudio en
conocer y descifrar la estructura de la personalidad, pero esta estructura estudiaba esencialmente
la vida mental inconsciente. Es decir, la conducta no se estudia directamente, sino queda
postergada a razón de las expresiones emanadas de los factores intrapsíquicos o de un trastorno
oculto. Este modelo dinámico considera a los factores intrapsíquicos como responsables de la
conducta manifiesta del sujeto, que se producen bajo las formas de impulsos, motivos, deseos,
conflictos; además dan gran importancia a las experiencias infantiles, las cuales son referentes de
la conducta actual del individuo. Existen tres ejes fundamentales para poder iniciar un proceso
evaluativo, sobre los cuales se deben trabajar, estos son:

1. Sistema dinámico de la conducta, engloba dos grandes categorías de pulsiones, la


primera es la pulsión de vida (Eros), son organizadoras y unificadoras, se refieren a los impulsos
sexuales y a los de auto conservación, la segunda es la pulsión de muerte, (Thanatos), estas
pulsiones tienden a la reducción completa de las tensiones, así pues, implican la auto destrucción
y se expresan al exterior como una manifestación agresiva o destructiva. El juego de estas fuerzas;
entre expresión e inhibición constituyen el núcleo central del modelo dinámico.

Estructura de la mente: consciente, preconsciente e inconsciente

Asumido el descubrimiento de una dimensión inconsciente en el hombre, Freud elabora


un primer sistema para representar la mente humana. La mente o aparato psíquico está
estructurado en tres regiones niveles o lugares: consciente, preconsciente e inconsciente. Tres
estratos o «tres provincias mentales» que indican la profundidad de los procesos psíquicos.

El nivel más periférico es el consciente, el lugar donde temporalmente se ponen las


informaciones que reciben del mundo que nos rodea y las experiencias que vivimos. Pronto, las
informaciones recibidas y las experiencias vividas pasan a un nivel más profundo, el
preconsciente; con relativa facilidad podemos acceder a los contenidos mentales aquí
almacenados. El nivel más profundo es el inconsciente y sus contenidos, difícilmente accesibles
a la conciencia, son vivencias traumáticas, informaciones reprimidas, aquello desagradable que
no nos conviene recordar. En este marco, la represión tiene un papel muy activo; es como una
energía o un esfuerzo que se ejerce a fin de evitar que contenidos desagradables penetren en el
consciente. La represión es uno de los mecanismos de defensa que permite vivir manteniendo
enterrado todo aquello que dificultaría la vida de la persona.

Las manifestaciones del inconsciente (Interpretación de los sueños, 1900)

Si bien el inconsciente no es observable, se manifiesta en determinados comportamiento.


Se manifiesta en las sueños, escenificaciones imaginarias en las cuales se realizan nuestros deseos
inconscientes y reprimidos; pero estas escenificaciones, -el contenido manifiesto del sueño-, se
han de interpretar para acceder a su contenido no disfrazado, -el contenido latente. Los sueños
son el «camino real» hacia el inconsciente.

El inconsciente se manifiesta también en los actos fallidos de nuestra vida cotidiana, o


sea, en los errores que nos delatan, en los olvidos que nunca hubiéramos deseado. En la vida
psíquica nada es casual, todo tiene una causa: no hay indeterminismo. También los chistes nos
informan de nuestro inconsciente, son descargas psíquicas, pequeños actos de liberación de
nuestras tensiones inconscientes.

Pero donde es más intensa y dolorosa la manifestación del inconsciente es en las


trastornos mentales, especialmente los neuróticos. La neurosis es una enfermedad en la cual unos
síntomas externos (temores, manías, gritos histéricos, dolores físicos, parálisis,…) son expresión
de un conflicto interno que tiene su origen la la historia infantil del paciente, cuando el niño sufre
una lucha entre el deseo y su prohibición.

Los impulsos que hacen mover el ser humano

Se puede afirmar que el núcleo de la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud gira entorno
de la motivación humana, más concretamente, de la presencia de motivaciones inconscientes que
determinan nuestras decisiones y nuestros actos. La palabra alemana que utilizó Freud para
referirse a la motivación humana fue la palabra Trieb; aunque generalmente se ha traducido por
'instinto', su traducción más adecuada y precisa es 'pulsión'. Una pulsión es un impulso que no
está fijado y determinado como lo está el instinto; la pulsión, a diferencia del instinto, es
moldeable y flexible. La pulsión es una tensión creciente que se resuelto en una distensión que
provoca placer.

Si bien se ha dicho que para Freud la pulsión que hace mover fundamentalmente el
hombre es la sexualidad y de aquí proviene la crítica de pansexualismo, esta expresión se ha de
matizar. Preferentemente habla de una pulsión más amplía que la sexualidad y que llama líbido.
«La líbido -dice- es una pulsión, una energía pulsional relacionada con todo aquello susceptible
de ser comprendido bajo el nombre de amor, o sea, amor sexual, amor del individuo a sí mismo,
amor materno y amor filial, la amistad, amor a la humanidad en general, a objetos y a ideas
abstractas». Ahora bien, considera que todas estas tendencias o variantes constituyen la expresión
sublimada del impulso de unión sexual.

A lo largo de su vida Freud hizo y rehizo su teoría de las pulsiones y pueden definirse
cuatro etapas o versiones de la teoría; eso hace aún más impreciso afirmar que la pulsión que hace
mover fundamentalmente al hombre es la sexualidad. El Freud más maduro mantiene una teoría
dualista de la motivación humana en la cual la líbido, vista como pulsión de vida, está
interconectada a una pulsión de sentido opuesto, pulsión de muerte o impulso destructivo

«Después de largas dudas y vacilaciones, hemos decidido suponer la existencia de dos


impulsos básicos, Eros y el impulso destructivo... El fin del primero de estos impulsos básicos
consiste en establecer unidades siempre más grandes y preservarlas, o sea, juntarlas; el fin del
segundo, contrariamente, consiste en deshacer conexiones y, de este modo, destruir seres. Hemos
de suponer que el objetivo final del impulso destructivo es reducir los seres vivientes al estado
inorgánico. Por esta razón también podemos llamarlo impulso de muerte». (Sigmon Freud 1900)

Este impulso de muerte se manifiesta en la tendencia a la repetición: los niños hacen


repetir las mismas historietas, los enfermos tienden a repetir la experiencia taumática y los adultos
a menudo hablan de lo mismo; la tendencia a repetir es el impulso de volver al punto de partida
de la vida, de volver al mundo inorgánico.
Los psicoanalistas más ortodoxos consideran esta visión dualista de las pulsiones como
la más definitiva y madura. En esta visión, Eros o principio de vida -la tendencia general a aunar
lo que está disperso- y Thanatos o principio de muerte -la tendencia en dirección contraria- bien
interconectados, constituirían las dos fuerzas que determinan la evolución de la vida personal y
la evolución de la vida de les sociedades.

2. Estructura de la personalidad, Freud desarrolla conceptos de Ello, Yo y Súper yo,


estas como instancias intrapsíquicas con distintos niveles de concienciación y de actuación y de
cuya confrontación dinámica de fuerzas se manifiesta la conducta.

Freud, no sólo hizo y rehizo su visión de las pulsiones humanas, sino también su visión o
comprensión de la mente. Su visión topográfica, aquélla que proponía tres regiones o lugares
mentales, el inconsciente, el preconsciente y el consciente, fue sustituida por una visión dinámica
más integradora, la que establece tres agentes dinámicos de la personalidad: el ello o id, el yo o
ego, y el superyó o superego.

El ello o id :es la parte más oscura, primitiva e inaccesible de nuestra personalidad.


Contiene toda lo que se hereda y toda la fuerza pulsional El recién nacido sólo posee id, los otros
agentes se desarrollarán más tarde y a partir de él. El ello expresa la verdadera intención de la
vida del organismo: la inmediata satisfacción de las necesidades innatas. Es un agente totalmente
inconsciente, irracional e ilógico, que desconoce los valores, sólo le regula el principio del placer,
o sea, actúa siempre en el sentido de buscar placer y evitar el desagradable.

El yo o ego :es un agente de la personalidad que surge a partir del id, precisamente de un
aspecto del principio del placer: la tendencia a evitar lo desagradable, a diferir el placer, incluso
en soportar un displaer momentáneo a fin de obtener un placer posterior. La tarea principal del yo
es la autoconservación del individuo; por ello aprende -poco a poco- en interponer el pensamiento
entre el deseo y la acción. Ciertamente, el ego, al igual que el id, se rige por el principio del placer,
pero es capaz de calcular las consecuencias de su conducta: persigue racionalmente el placer. Esta
investigación modificada y limitada del placer es lo que Freud llama principio de la realidad del
yo. El yo integra componentes conscientes, preconscientes e inconscientes; inconscientes son los
mecanismos de defensa como por ejemplo la represión, la proyección, la racionalización o la
sublimación. El yo, incrementando el conocimiento de todos sus mecanismos, o sea, haciendo
consciente el inconsciente, puede alcanzar cotas de libertad.

El superyó :es un agente o mecanismo de la personalidad que emerge a partir de yo, de


la debilidad del yo infantil. Consiste, básicamente, en la interiorización de las prescripciones
paternas; el miedo al castigo y la necesidad de afecto y protección son los que obligan al niño o a
la niña a aceptar y a percibir como propias las prescripciones familiares. El superyó es, pues,
inicialmente, la «voz de los padres», la voz de unas figuras paternas totalmente idealizadas, es la
conciencia moral. Estas prescripciones acaban haciéndose inconscientes y devienen una instancia
que vigila y controla el yo.

3. Las etapas del desarrollo, Freud distingue la formación del carácter de acuerdo a una
línea evolutiva en base al desarrollo de los instintos y propone estas etapas: Etapa oral, anal, fálica,
de complejo de Edipo, de lactancia y etapa genital. Y en base al desarrollo de procesos cognitivos
propone: proceso cognitivo primario y proceso cognitivo secundario.

La corriente psicodinámica ha aportado diversas teorías y modelos de personalidad,


siendo las más conocidas las del padre del psicoanálisis, Sigmund Freud. Para él, el
comportamiento y la personalidad están vinculadas a la existencia de impulsos que necesitamos
llevar a la práctica y el conflicto que supone esta necesidad y la limitación que la realidad supone
para su cumplimiento. Se trata de un modelo clínico e internalista.

En su primera tópica, Freud proponía que la psique humana estaba estructurada en tres
sistemas, uno inconsciente regido por la búsqueda de la reducción de tensiones y funciona a través
del principio de placer, uno consciente que es regido por la percepción del mundo exterior y la
lógica y el principio de realidad y un preconsciente en el que los contenidos inconscientes pueden
hacerse conscientes y viceversa.

En la segunda tópica Freud determina una segunda gran estructura de la personalidad


compatible con la anterior, en el que la psique está configurada por tres instancias psíquicas, el Id
o Ello, el Yo y el Superyó. El Ello es nuestra parte más instintiva, que rige y dirige la energía
interna en forma de impulsos y de la cual parten todas las demás estructuras.

El Yo sería el resultado de la confrontación de los impulsos y pulsiones con la realidad,


siendo una estructura mediadora y en continuo conflicto que emplea diferentes mecanismos para
sublimar o redirigir las energías provenientes de los impulsos. Por último, la tercera instancia es
el Superyó o la parte de la personalidad que viene dada por la sociedad y que tiene como principal
función juzgar y censurar las conductas y deseos que no son socialmente aceptables.

La personalidad se va construyendo a lo largo del desarrollo, en diferentes fases, en base


a los conflictos existentes entre las diferentes instancias y estructuras y los mecanismos de defensa
aplicados para intentar resolverlos.
Es importe tomar en cuenta que estos tres ejes están al servicio de las funciones
intrapsíquicas y por ende de la conducta, es decir, si iniciamos un proceso de evaluación
psicológica debemos centrarnos en estos ejes, como base para explicar la conducta, mediante el
análisis, que es el método de evaluación-intervención que plantea el modelo. De esta manera se
llega al objetivo principal, el de explicar la conducta a partir de la descripción de estructuras
intrapsíquicas y su funcionamiento. Además, al conocer y saber su funcionamiento también se
lograría la predicción de conductas futuras. La aplicación de este modelo es clínico, pero sus
técnicas proyectivas, también tienen un uso, en los contextos de selección de personal y
orientación vocacional. Sin embargo, la aplicación de este modelo en estas áreas ha sido muy
criticada, su metodología acientífica y su única contrastación es empírica básicamente. Es
innegable el aporte de este modelo para la evaluación psicológica, pero la utilidad de acuerdo con
este modelo se limita a otros ámbitos como el clínico, y a un reducido número de casos en el
ámbito educativo.

METODOLOGÍA Y TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS

Cuando hablamos de metodología en psicoanálisis nos estamos refiriendo a un método


específico, el método de conocimiento del inconsciente, para lo cual la técnica por excelencia es
la asociación libre. En el modelo dinámico esta perspectiva se mantiene, pero se trabaja con otras
técnicas que van más allá de lo verbal y que pretenden objetivos más focales. Toda técnica que,
aunque susceptible de tratamiento psicométrico total o parcial, permite recoger respuestas
subjetivas narrativas, expresivas o gráficas, puede ser utilizada desde el punto de vista
psicodinámico. Los ejemplos clásicos son las entrevistas libres y semi-estructuradas, las muy
variadas y diversas técnicas proyectivas, la autobiografía y documentos personales, y toda técnica
de recogida de datos que utilice lenguaje natural del sujeto. Además lo clínicos de orientación
psicodinámica se sirven también de técnicas provenientes de otros modelos (p.e. cuestionarios
psicométricos) para contrastar sus hipótesis de trabajo.

Técnicas Proyectivas

Las técnicas proyectivas, aunque se usen en el marco de los avances metodológicos


incorporados en las últimas décadas, implican para el clínico de orientación psicodinámica su
aprovechamiento como “reactivos” de entrevistas instrumentalizadas aptas para propiciar la
asociación libre, el lenguaje simbólico y el conocimiento del mundo interno del sujeto. Son
reactivos lo más ambiguos e indeterminados posibles, que elicitan que el sujeto hable, dibuje,
construya o recree sus experiencias emocionales, sus conflictos, el mundo de sus relaciones,
temores, sus ansiedades y sus expectativas y deseos de cambio. Son, por tanto, un método de
estudio de la personalidad a través de un material escasamente estructurado. Se basan en un
concepto de proyección derivado de su acepción psicoanalítica, mecanismo que significa
representar en el exterior contenidos del mundo interno del sujeto, y cuyo objetivo, como en
los demás mecanismos de defensa, es aliviar la culpa, el dolor o la ansiedad. Su objetivo es
explorar las áreas específicas de conflicto, la organización afectiva, las defensas, los fenómenos
de transferencia, la motivación y potencialidad para el trabajo clínico y el cambio. Las respuestas
posibles reflejan la amplia gama de variaciones que se pueden dar y que van desde la expresión
de un desarrollo e integración normal de la personalidad hasta la expresión de graves
desorganizaciones patológicas. La discriminación entre normalidad/patología y la valoración
conclusiva de las respuestas proviene de varios factores: de la técnica que se utiliza, de las
propias variables del sujeto, y de factores provenientes del profesional. Estas técnicas no
pretenden evaluaciones cuantitativas de un aspecto concreto, como puede ser la inteligencia o
la depresión, sino p.e. valoraciones cualitativas del modo de pensar, razonar, utilizar o bloquear
el potencial cognitivo, así como del porqué y el modo que tiene un sujeto de sentir el dolor y la
soledad frente a la pérdida de un objeto, al servicio de qué está ese sufrimiento, que beneficios
obtiene del mismo y qué recursos tiene para salir de él. Por tanto debe seguir intentándose
mejorar sus propiedades psicométricas (validez y fiabilidad) para dotarlas del mayor rigor
posible, aunque su uso “cualitativo” será siempre la fuente de contenidos más útil. La progresiva
psicometrización de estas técnicas en las dos últimas décadas ha aportado muchas ventajas a la
hora de reducir sesgos de evaluación e interpretación, pero ha implicado perder parte de la
«libertad de expresión» en y para las que fueron creadas. El equilibrio entre ambos aspectos
requiere otras aproximaciones metodológicas que les doten del rigor que en algunos casos
carecen. No olvidemos que el diagnóstico se basa en ellas para explorar y comprender conflictos
internos, para establecer hipótesis, para trabajar con el sujeto sobre dichos conflictos, pero sería
osado establecer una formulación diagnóstica sin otros recursos de obtención de información
como pueden ser las entrevistas, la historia familiar, observación de interacciones y otras
técnicas complementarias provenientes de otros modelos teóricos, que tienen como finalidad
especificar cuantitativamente aspectos de la personalidad, desarrollo y comportamiento. No
hagamos decir a las técnicas proyectivas aquello para lo que no fueron creadas y permitámosles
expresar aquello para lo que fueron diseñadas. El desarrollo y utilización de las técnicas
proyectivas ha tenido vaivenes históricos. Ha habido una proliferación de técnicas de diversa
índole especialmente entre los años 40 y 60 con una tasa alta de utilización de las mismas. A
partir de los 80 de nuevo se ha producido un evidente incremento en su uso, como ha sido
puesto de relieve por múltiples autores (Clark, 1995; ÁvilaEspada, 1997), llevándose a cabo
abundantes estudios empíricos en su uso clínico con pacientes. En cuanto a la clasificación de
estas técnicas, su valoración y modo de interpretación, sus objetivos de evaluación y las
propiedades psicométricas de las mismas, han sido objeto de varias revisiones (Ávila-Espada y
colbs., 1994, 1997; Ávila-Espada y Rodríguez, 1987, 1992; Ávila-Espada y Poch, 1994;
Maganto,1995a, 1995b). La técnica de Rorschach, el Test de Apercepción Temática y sus
derivados y el test del Dibujo de la Figura Humana siguen siendo los ejes instrumentales en
Técnicas Proyectivas. Entrevista, autobiografía y documentos personales La entrevista es común
a todos los modelos teóricos, pero el mayor grado de libertad que se otorga al sujeto para hablar,
es propio del modelo dinámico. Ésta es entendida como relación, lenguaje de un lado y escucha
del otro. En la interacción de ambas se construye el trabajo clínico. Desde un modo específico
de escucha (atención flotante), se posibilita el análisis del lenguaje, la equivocación, el fallo, la
repetición, así como el análisis del contenido. Crear el espacio para el lenguaje libre, sin trabas,
posibilita la manera propia y personal de contar el malestar, el síntoma, la queja y el conflicto.
Se considera la estrategia eje del diagnóstico de adultos (Ávila-Espada y Rodríguez, 1997).
Recordemos que el fundador del psicoanálisis se El Diagnóstico Psicodinámico… / C. Maganto y
A. Ávila 11 caracterizó por reconocer que los enfermos tenían que tener un protagonismo
importante en el diálogo con el profesional (Samanes, 1996). Bleger (1977) definió las bases de
la entrevista psicológica de orientación dinámica mediante su condición de escena diádica en la
que se reproducen en la escena grupal con el clínico los vínculos significativos del sujeto. Entre
las formalizaciones técnicas de la entrevista de orientación psicodinámica destaca la Entrevista
estructural (Kernberg, 1981). Se trata de una estrategia para la conducción de entrevistas
orientadas a la determinación estructural de los estados psicopatológicos, de especial interés
para la realización de las valoraciones previas a la indicación e iniciación de la psicoterapia
psicoanalítica. Este dispositivo técnico se ha mostrado especialmente útil a la hora de valorar la
accesibilidad al tratamiento de los casos con trastornos de la personalidad límites y narcisistas
graves, si bien es utilizable en una gama de supuestos mucho más amplia. Podemos afirmar que
el estilo de entrevistar semi-directivo es el eje en torno al que se organiza y articula la estrategia
indagatoria en el modelo psicodinámico y en su investigación y clarificación técnica se han
producido importantes avances en las últimas décadas (Chiland, 1983; Aguilar y cols., 1996;
Aguilar, Oliva y Marzani, 1998). Complementariamente a la entrevista, es frecuente la utilización
de escritos autobiográfícos y otros documentos personales del sujeto (Ávila-Espada, 1985) como
estrategia que facilita la implicación del sujeto en su propia exploración y permite a la vez
disponer de un material semiproyectivo útil para la intervención, particularmente cuando está
dirigida focal o estratégicamente.
¿Qué son los test proyectivos?

Los tests proyectivos son métodos de evaluación de la personalidad y otras


características mentales que se basan en estímulos ambiguos y poco estructurados. La lógica
subyacente a este tipo de pruebas se corresponde con la hipótesis de que es más probable que
las personas evaluadas proyecten sus procesos mentales en una prueba si el material es
ambiguo y estimula la imaginación.

Estas técnicas se han enmarcado tradicionalmente en la teoría psicoanalítica, según la


cual la personalidad tiene un carácter estable y está determinada en gran medida por impulsos
irracionales que escapan a la consciencia de los individuos. No obstante, desde el psicoanálisis se
defiende que es posible identificar los contenidos del inconsciente mediante diversos
procedimientos.

Dado que se supone que quien responde no conoce la finalidad de los ítems que
componen la prueba, los tests proyectivos son considerados menos susceptibles de
falseamiento que otros métodos de evaluación psicológica, principalmente aquellos que se
basan en el autoinforme. Se dice que los tests proyectivos son técnicas de evaluación
enmascaradas.

Si bien este tipo de prueba ha sido muy criticada por psicólogos de otras orientaciones
teóricas a nivel metodológico, lo cierto es que la larga tradición de uso de tests proyectivos ha
permitido que exista un elevado grado de sistematización en muchos de estos. Un caso
especialmente claro en este sentido es el célebre test de Rorschach. Sin embargo, a pesar de
esta sistematizacióm, su eficacia está seriamente cuestionada si nos guiamos a partir de los
meta-análisis que se han ido realizando al respecto.

1. Test de Rorschach

En 1921 el psiquiatra Hermann Rorschach publicó una prueba psicológica consistente


en 10 láminas con manchas de tinta simétricas de aspecto ambiguo. Con los años la subjetividad
en la interpretación de este test disminuyó notablemente; en particular, en la década de 1980
se popularizó el sistema de evaluación de Exner, fundamentado en la investigación científica.

En el test de Rorschach la persona que evalúa presenta las láminas en un orden


determinado a la que está siendo evaluada; en cada caso ésta debe contestar a la pregunta
“¿Qué podría ser esto?” sin recibir ninguna indicación más. Posteriormente el evaluador vuelve
a mostrarle cada imagen para descubrir qué aspectos de estas provocaron las respuestas.

Entre los indicadores que se analizan en el test de Rorschach encontramos el número de


respuestas (lo normal en adultos es que sean entre 17 y 27 en total), la frecuencia de las
contestaciones dadas en la población general o la predominancia de determinados
contenidos. Este análisis puede sugerir psicopatología; por ejemplo, la monotonía se asocia
a depresión.

Posteriormente se han desarrollado otros tests estructurales basados en manchas de


tinta, como el de Holtzman, que pretende tener una mayor fiabilidad y está compuesto por 45
imágenes, y el Z-Test de Zulliger, que consta sólo de 3 láminas y está pensado como prueba de
screening.

2. Test de apercepción temática de Murray


El test de apercepción temática o T.A.T., desarrollado por Henry Murray, es la prueba
proyectiva de tipo temático más utilizada, especialmente en la evaluación de personas mayores
de edad. Está compuesta por 31 láminas de las que sólo 20 son aplicadas a cada individuo, en
función de su sexo biológico y de su edad.

Las imágenes son mucho más estructuradas que las del test de Rorschach: muestran
escenas relacionadas con temas como la familia, el miedo, el sexo o la violencia a partir de las
cuales el sujeto debe elaborar una historia que incluya un pasado, un presente y un futuro. El
objetivo es analizar las necesidades y presiones psicológicas de la persona evaluada.

Existen variaciones del T.A.T. para distintos grupos de edad. Las pruebas C.A.T. (“test de
apercepción infantil”) se aplican a niños de edades, niveles culturales y características físicas y
psicológicas diversas, mientras que el test de apercepción para la senectud (SAT) evalúa
variables típicas en personas de la tercera edad, como la soledad o la discapacidad.

Otras dos pruebas temáticas muy conocidas son el test de relaciones objetales de
Phillipson y el test de frustración de Rosenzweig. Las imágenes del primero muestran un grado
de estructuración intermedio en comparación con el T.A.T. y el Rorschach, y el test de
Rosenzweig presenta escenas frustrantes en las que la persona debe añadir un diálogo.

3. Tests temáticos infantiles

Los tests de láminas Blacky y Pata Negra, creados respectivamente por Gerald Blum y
Louis Corman, son pruebas temáticas específicas para la población infantil. Ambos se basan en
imágenes de animales (Blacky es un perro y Pata Negra un cerdo) que sirven como estímulos
para que los pequeños hablen de su visión de ellos mismos y de su familia.

El test de los cuentos de hadas es una de las pruebas proyectivas temáticas más
recientes; fue desarrollada por Carina Coulacoglou en la década de 1990. En este caso los
estímulos son dibujos de personajes célebres de cuentos de hadas, como Caperucita Roja y el
lobo o Blancanieves y los enanos, y el niño debe contestar a varias preguntas previamente
establecidas.

4. Técnicas expresivas o gráficas

En este tipo de técnicas la persona evaluada tiene que dibujar determinados elementos
bajo consigna del evaluador. En comparación con el test de Rorschach y con el T.A.T., podemos
decir que estas pruebas tienen un bajo nivel de estandarización y su interpretación resulta
bastante subjetiva, aunque ello no significa que no puedan resultar herramientas útiles.

Dentro de esta categoría encontramos el test de la casa-árbol-persona (HTP) de Buck, el


test del dibujo de la persona bajo la lluvia de Abramson, el test del dibujo de la familia de
Corman, el test del árbol de Koch y el test del dibujo de la figura humana de Machover.

5. Técnicas asociativas

Las técnicas asociativas consisten en emitir respuestas en relación a un estímulo


determinado. El ejemplo clásico de estos tests es el de asociación de palabras, utilizado por
autores clásicos como Galton y Jung, en el cual se presenta una lista de términos a los que la
persona evaluada tiene que contestar con la primera palabra que se le ocurra.

La prueba de frases incompletas es similar, si bien en este caso en lugar de asociar una
palabra con otra se debe terminar la frase empezada por el evaluador. El test desiderativo (o
bestiario) de Zazzo analiza el miedo a la muerte y los mecanismos de defensa en función de la
respuesta a la pregunta “¿En qué querrías convertirte si dejaras de tener forma humana?”.
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