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WILLIAM GUERRA

EN LA CUMBRE DE SUS TRIUNFOS

Por José Muñoz Colmenares.


El Autor:
o José Muñoz Colmenares nació en Valencia, Venezuela.
o Es Magíster en Gerencia Avanzada en Educación, Licenciado en Educación
Técnica, Especialista en Educación Comercial, Diseño Arquitectónico y Publicidad.
Facilitador en Educación en Valores y Desarrollo de las Habilidades del
Pensamiento.
o Ha publicado artículos de opinión en revistas y periódicos en diversos países
indoafrolatinoamericanos.
o Es fundador del Periódico EL MISIONERO.
o Premio “Manuel Vicente Romero García” como cuentista en su primera edición.
o Pertenece al nuevo movimiento misionero católico gestado en Venezuela en la
década de los ’80 patrocinado por las Obras Misionales Pontificias y la Conferencia
Episcopal Venezolana.
o Ha participado en Congresos nacionales e internacionales en las diferentes
dimensiones Humanas.

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A Carlos
Quien ha respondido con generosidad
Y alegría al servicio de Dios
Y de los hombres,
Especialmente los más necesitados

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ÍNDICE

Presentación: Era una historia Pasada: 6


Introducción: A un gran Amigo (Pbro. Luis Padrón) 8
I WILLIAM GUERRA
o COMO TANTOS EN VENEZUELA 11
o EL NACIMIENTO DE UNA SONRISA INCANSABLE 12
o EL ENTUSIASMO POR LA VIDA 13
o SE DIO A CONOCER 16
o MANIFESTANDO SU PRESENCIA 18
o COMO UN APRETÓN DE MANOS 19
o DEMOSTRANDO SU ROL 21
o MÁS ALLÁ DEL MIEDO 22
o EL ESFUERZO POR UN MUNDO MÁS JUSTO 24
o EL ESTÍMULO DE LOS MISIONEROS 27
o ESTABLECIENDO UNAS RELACIONES SOCIALES
SOLIDARIAS Y FRATERNAS 29
o SE NOMBRÓ ANTES DE APAGARSE 30
Conclusión: Su vida se transformó (Pbro. Miguel Jiménez) 33
II EN LA CUMBRE DE SUS TRIUNFOS
o CAMINANDO CON CRISTO 36
o ES HORA DE COMPARTIR 50

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Presentación:
Era una historia Pasada
El pichirilo se dejó llevar a los Valles Altos. Recorrimos el pueblo de Miranda y
entramos a Bejuma para traernos a Roberto Sipols. William me dijo que dejara a Roberto que
pasara al puesto de atrás y dejó escapar una gran carcajada que sirvió de puente para
emprender el regreso a Valencia.

En varias oportunidades conversamos sobre las estrategias a seguir para los


seminaristas que ingresaban cada año. Ayer recordamos el almuerzo de mil platos en San
Joaquín y las vacaciones en playa Medina en el estado Sucre, las pinturas que le regalé y el
homenaje que se le hizo en la parroquia San Miguel.

Para escribir de William se necesitan muchos espacios en la pantalla del firmamento.


Es necesario describir la sonrisa que le regalaba a todo aquél que compartía su apretón de
manos, su palmada en el hombro o las uvas que dejaban de ofrenda en las ceremonias
extraordinarias.

Este, quiere ser un libro coloquial, hecho de sugerencias, vivencial y experimental.


Está formado por entrevistas, conversaciones y palabras de su madre, sus hermanos y
hermanas. En su contenido está su gente, sus compañeros, sus amigos. Es un libro vivido en
encuentros, visitas y mucha comunicación.

Se trata de un libro peregrinado, escrito bajo las alas de una guacamaya y con las
espinas de una cocuiza.

Entonces está escrito por cientos de autores que protagonizaron la vida de William
Guerra. Cada uno en su momento. Cada uno desde su punto de vista. Desde el planeta
particular que habita y que experimentó uno a uno los millones de latidos de su corazón.

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Todos hemos contribuido a estudiar su figura todavía mal conocida, unos hechos y una vida
víctimas de deformaciones informativas.
La segunda parte EN LA CUMBRE DE SUS TRIUNFOS, reseña la obra literaria de
William. Son sus escritos publicados. Es la filosofía de un amigo del pueblo que planteó
problemas urgentes y cruciales de vivo interés para quienes se ocupan por la situación social
y política del momento.
El autor.

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Introducción:
A un gran Amigo
Solo el hombre que ama podrá vivir
radicalmente en una existencia
auténtica.

"Todo Sumo Sacerdote, en efecto, es tomado de entre los


hombres y puesto al servicio de Dios en favor de los
hombres, a fin de ofrecer oblaciones y sacrificios por
los pecados. Sabe ser comprensivo con los ignorantes y
los extraviados, ya que él está lleno de flaquezas..."

Al hablar de alguien que fue escogido por Dios para servir a su pueblo, podría
conllevar a exageración cualquier cosa que pudiera decirse de esa persona, pero, haré un
esfuerzo por plantear lo que conocí de ese hombre de Dios. Se trata del siempre recordado
William Alberto Guerra Marrero.

Muchas cosas se pudieran decir de él: yo quisiera recordarlo sé que tú también lo


harás, como el hombre de Dios. Cada oportunidad que tenía para hablar con los seminaristas
dejaba bien claro que el sacerdote es ante todo el hombre de Dios.

La Carta a los Hebreos nos ilumina para presentar al presbítero William Guerra a
quienes no lo conocieron. Un hombre alegre, servicial, sacrificado, generoso, ocurrente,
sacado del pueblo. Él solía decir que era de La Pastora, que se lo pasaba jugando en la calle,
por lo tanto un hombre sin grandes pretensiones, pero, muy recto en sus asuntos. Recuerdo
que una vez le pregunté sobre su título de Monseñor, él respondió con una sonrisa, que lo
habían nombrado camarero secreto del Papa, pero, era tan secreto que ni el Papa sabía.

Sus ocurrencias, muchas veces, hacían causar vergüenza al que lo acompañaba. Sin
embargo, pasaba rápido porque él hacía que el acompañante entrara en confianza.

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Algo que siempre admiré de él fue su sencillez para con las personas. Recuerdo
siempre que daba un golpe en el pecho a los jóvenes que conocía, muchas veces uno se le
escondía para no recibir esa muestra de afecto.

En las misas que celebraba, la gente estaba pendiente, ya que solía ser muy
gracioso, cosa que a los fieles le agradaba mucho, era muy claro para decir las cosas. Tenía
una chispa para hacer reír a las personas que compartían con él, tanto en la iglesia como en
la calle.

Hoy en día, cuando nuestra sociedad lleva un ritmo acelerado y el hombre no se


detiene a pensar en su vida y actúa tantas veces de modo irresponsable, pienso que William
fue todo lo contrario a esto. No le tuvo miedo a los retos. Muchas veces lo vi bien cansado,
con ojeras, casi parecía un muerto, todo a consecuencia de las noches de insomnio que
generaba el Seminario de Valencia, del cual era su rector.

Un día de misión en Chirgua, a varios seminaristas nos hizo una jugada. Le pidió a la
policía que nos llevara en un carro tipo jaula hasta la encrucijada de La Mona, haciendo creer
a la gente que estábamos presos. Travesuras como estas eran muy frecuentes en este buen
hombre. Nos ponía a trabajar de una manera, tal vez, divertida. Un día, en Bejuma, en medio
de otra misión, nos dio la tarde a disposición, pero, cuando uno iba saliendo de la casa de
retiro, nos encontrábamos con la sorpresa que teníamos que rellenar un hueco que estaba
cerca de la entrada, quitándonos, de esta manera, el poco tiempo del que disponíamos.

No quiero pasar por alto el amor especial que tenía a Jesucristo. Esto es
especialmente lo que me mueve a hablar de él, ya que de una persona se puede hablar
tantas cosas, tanto buenas como malas, pero, nunca igual de una persona que está llena de
Dios, como lo estuvo él. A lo largo de la vida, uno se va encontrando gente que lo anima a
uno, lo estimula, lo lleva a Dios y, William fue una de esas personas que yo encontré. El
recuerdo que tengo de él es muy grato. Él despertó en mí la chispa de comunicarles a otros

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que Jesús le da sentido a la vida, por eso él hablaba del sacerdocio como el hombre lleno de
alegría, lejos de frustraciones, un hombre enamorado de Dios.

Quisiera destacar la atención que brindaba al que lo buscara, entre tantas cosas,
pocas veces se le vio malhumorado, claro, cuando tenía que reclamar lo hacía. Siempre fue
amante de la justicia, tal vez las garras del mal no soportaron semejante luchador y decidieron
darle muerte. Solo Dios juzgará lo que hicieron.

El pueblo de Borburata conoció el empeño de Monseñor William, de llevarlos a Cristo


en la iglesia, de hecho, tanto fue el amor al pueblo que lo movió a escribir una crónica sobre
el pueblo de Borburata. Hombre de rápida adaptación al lugar donde llegaba, comía de lo que
tenían al momento, es más, era demasiado confianzudo, esto le ganaba muchos amigos.

Ellos, los mártires, extendieron sus cuerpos en el suelo como si fueran vestiduras,
cuando pasaba el pollino que llevaba al Señor de Jerusalén.
S. Agustín. Sermón 180

Creo que William fue un mártir en esta sociedad corrompida, que no acepta
correcciones de ningún tipo. Estoy convencido que todo lo que se dijo sobre la muerte de
William será aclarado y así se limpiará su memoria. La justicia divina siempre reinará.

La muerte, para nosotros los cristianos, es el paso definitivo para el encuentro con
Dios. Por eso, llenos de esperanza, confiemos que él está con Dios.

Desde arriba, cuídanos, amigo.


Pbro. Luis Padrón.

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I WILLIAM GUERRA
o COMO TANTOS EN VENEZUELA
Aférrate a tu hogar y a Cristo
para que la felicidad
te acompañe siempre

Las calles de Valencia se preparaban para recibir las patrullas de la Seguridad


Nacional y el dictador delegaba aquí y allá en manos de los esbirros que serían los
encargados de someter la opinión y la libertad conquistada ciento treinta y un años antes. El
transporte eléctrico y por rieles hacía de la capital carabobeña toda una urbe codeada con
muchas capitales que despedían la década cuarentona y le abrían la puerta a las
convulsiones latinoamericanas de los cincuenta.

Las ilusiones y las esperanzas de mejorar la situación económica y social hicieron que
muchas familias se despidieran de las brisas campestres, de la bosta del ganado y de la
sequía que mermaba la vida lejos de la ciudad. Y, como tantos en Venezuela, la familia de
José Guerra se había despedido hacían muchas traslaciones de la tierra del sol amada para
asentarse frente al lago de Tacarigua.

Felicia Marrero había viajado con la muñeca en la mano desde la santificada capital
de Cojedes y, juntos, empezaron a unir sus ilusiones y esperanzas en las faldas de la
serranía de La Guacamaya, en la parroquia La Pastora. En la calle Fernando Figueredo, entre
las calles Libertad e Independencia. Con el cerro como patio y la ciudad como frente, en el
llamado Monte La Acequia, hicieron posible la construcción de una inmensa familia, fruto de la
fuerza zuliana y el ardor del llano.

José Guerra se sorprendía cada vez que Felicia ayudaba a aumentar los platos de la
mesa. Once sorpresas, once manifestaciones de las esperanzas: Héctor Antonio, César
Augusto, Ricardo Antonio, Manuel Antonio, José Félix, Jorge Luis, William Alberto, Trina
Mercedes, Norelys Elena, Alfredo Jesús y Luis Alfredo. Todos preparados para enfrentarse a
la vida difícil y cargada de pobreza que les tocó asumir.

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Felicia experimentó de cerca la tarea fuerte de llevar y traer la lata de la Caja de Agua,
algunas cuadras de su casa. Compartió las necesidades del pueblo enfrentado al terror de la
persecución y la tiranía. Ese espíritu férreo que fue construyendo ayudó a la familia a evitar
sucumbir cuando su esposo y César Augusto se adelantaron para encaminar a William.

o EL NACIMIENTO DE UNA SONRISA INCANSABLE


Dios ama a los niños
Porque en ellos no ha sido adulterada
Su imagen

Un cerro de arena, una sábana terciada en la espalda y una cruz eran los elementos
que usaba William para protagonizar una especie de ceremonia que nadie se explicaba en un
niño de cuatro años.

Su madre, Felicia, extrañada de tan misterioso atuendo, diría muchos años después:
-No sabía qué era lo que hacía. Yo no era una madre insistente por las cosas de la iglesia, por
eso no sé de dónde le salía esa frecuente forma de jugar .

Tímido y malcriado, introvertido y tremendo, William empezó a conocer a su familia el


día en que a su madre le tocaba vestir a la cruz, el 3 de mayo de 1952. Ese día se constituyó
en su tatuaje grabado en su vida para siempre. Ese día se inauguró el nacimiento de una
sonrisa incansable.

Clemente Medina y Carlota Marrero, su tía, decidieron bautizarlo para incorporarlo al


gran proyecto de Dios. En la confirmación participó Camila de Padrón como madrina.

Su infancia transcurrió entre las primeras letras que le enseñó su madre y las
primeras lecciones que, por dos bolívares, la señora Antonia le hacía aprender. Frecuentaba
poco a los otros niños del barrio, no era un niño tatuso y, por consiguiente sus alegrías y

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juegos se limitaban a su casa y la improvisada escuela donde conoció a Emilio y Ángel, sus
amigos de la niñez.

Después iniciaría su vida escolar. Difícil le resultó poder emerger de la educación


primaria. Un día su mamá tuvo que castigarlo fuertemente porque descubrió en el mes de julio
que sus cuadernos estaban como el primer día de clases de septiembre. Ese día supo lo que
era un castigo ejemplar. Ese día repitió el tercer grado. Se le prohibió ir a misa que era su
única salida diaria. –No hallé como castigarlo y le impedí que fuera a misa, escondiéndole la
ropa y los zapatos-, recordaría con mucha nostalgia su madre un tiempo después. – Sin
embargo, se escapó, luego de llorar amargamente, con unas alpargatas que tenía debajo de
la cama.

o EL ENTUSIASMO POR LA VIDA


Hacen falta más hombres y mujeres
Que respondan con generosidad y alegría
al servicio de Dios y de los hombres,
especialmente los más necesitados

Unos sesenta muchachos integraban el grupo “Juventud Franciscana” que realizaba


sus actividades en La Quizanda y estaba liderizado por Mario Cardozo Jiménez, o el padrino,
como le decían cariñosamente. Este personaje salido de El Viñedo, asentado en Caracas,
viajaba todos los fines de semana a Valencia para entusiasmar a los jóvenes en las prácticas
religiosas, el teatro y la organización de actividades de diferente índole. Realizaban
procesiones, asistían a misa, oraban, realizaban excursiones a Las Marías, en Las Trincheras.
Esas experiencias se incrustarían en la médula de William y serán elementos fundamentales
en su ejercicio posterior.

Un día fueron a la zarzuela, al Teatro Municipal, todos muy emocionados al ver algo
diferente. Cuando voltearon para ver la expresión de William, lo descubrieron felizmente
dormido frente a un acto que no comprendía.
Junto al grupo, William experimentó también las vivencias de las jornadas en Las
Marías. Teresa y Noris Miquelena se constituyeron en sus amigas más cercanas. Compartían

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las actividades en La Quizanda y los retiros en Las Trincheras. En equipo preparaban la
comida, arreglaban el escenario para las oraciones, se turnaban para cuidar el sueño del resto
del grupo y admiraban las destrezas artísticas de El Padrino: tocaba el piano y la guitarra,
pintaba y bailaba como ninguno, pero, sobre todo, le gustaba que el grupo permaneciera
unido, con el respeto al frente y la disciplina como mandamiento. Todavía se descubren
fotografías donde se muestra la rigidez del uniforme del grupo Juventud Franciscana y la
impecable posición de sus integrantes.

Juntos también invadieron una parcela en el naciente barrio Antonio José de Sucre, al
sur de Valencia. Aún lo conserva José Durán, pilar del grupo. Aún recuerdan también las
novias que le buscaba Teresa García a William. Los piropos que se entrecruzaban adornados
con el respeto que los caracterizaba que hacía que fuesen amigos más allá de la
adolescencia. Recuerdan, también, el zapato que a William se le salió en pleno baile en una
de las tantas fiestas que improvisaban en La Quizanda, cargadas de bailes y mucha tizana.

El día de la cruz de mayo, de uno de los tantos años de William, le hicieron una
hermosa celebración en la cual todos comieron de la inmensa torta, menos el cumpleañero.
Noris, decía días después que William era tan prudente que no le recordó a nadie ese detalle
y mucho menos se acercó a pedir su pedazo correspondiente.

La escuela Miguel Peña quedaba en la calle Vargas con Carabobo y William hacía
intentos por mejorar su calidad como estudiante. Una de sus maestras preferidas fue Blanca
Villegas de Serlín quien hacía esfuerzos para que aprobara los grados que le faltaban para
superar la primaria. William, -decía- era humilde, callado y regular en sus estudios. Se
mantenía muy unido con sus amigos.

A la escuela asistía como catequista Socorro Villegas, hermana de la maestra Blanca,


quien se constituyó en un pilar fundamental en el camino definitivo que tomaría William.
Un día Socorro, empezó a rezar el rosario y comenzó a divagar entre el recuerdo y el
sueño, el pensamiento y la esperanza, e inició un diálogo con sus amigos recónditos:

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-Daba yo catecismo en La Pastora, en la calle Libertad, muy cerca de la casa de William y él
me ayudaba. Tenía para ese entonces 13 ó 14 años. Mi hermana Blanca era su maestra de
sexto grado, ella lo quería mucho, pues él supo ganársela con su cariño y humildad.

Para ese entonces, el padre Rodríguez, director del seminario, daba catecismo en los
sextos grados de la escuela Miguel Peña y, con sus charlas quería conquistar alumnos que
tuvieran vocaciones sacerdotales para el seminario.

Un día que William escuchaba mis explicaciones de catecismo, junto con todos los
niños, sobre el sacramento del Orden Sacerdotal, al terminar me preguntó, lleno de humildad
si él podía ser sacerdote. Era muy difícil, casi imposible porque él era muy pobre. Yo me reí
llena de alegría y le dije: -¿quien ha dicho que los ricos son los llamados por Dios?. Se paró
del banco donde había permanecido sentado y me dijo con los ojos llenos de lágrimas y un
brillo extraño: -Ese es mi más hermoso sueño, pero, estoy seguro que será un sueño y nada
más.

Yo, estremecida de emoción, lo abracé y le dije que fuera a mi casa al siguiente día
para visitar el seminario. Así lo hizo y, los dos muy contentos y llenos de Dios, tocamos a las
puertas y nos recibió el padre Rodríguez, quien sería el primer Arzobispo de Cumaná. Para
esa fecha estaba por comenzar un proseminario. El padre nos dijo que se le arreglara todo el
ajuar que necesitaba y lo mandaran.

Todos los míos y unas amigas me ayudaron y, Blanca, su maestra, me ayudó en la


parte monetaria que me pedían: 60 bolívares. Y, así fue que entró William al Seminario de
Valencia.

Pasó su prueba y comenzó con mucho entusiasmo, no recuerdo en cuánto tiempo lo


hizo, pero, un día llegó a mi casa muy triste. Se había salido del seminario. Yo no me apoqué
y , con mucho carácter, le pregunté:
-William, ¿tú quieres seguir siendo sacerdote?

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Y, con sus ojos llenos de lágrimas me dijo:
-Si quiero.
-Pues dilo a cada rato y se te dará.
-y, ¿cómo lo hago?
-Ve todos los días a la catedral y sé la sombra de monseñor Lebrum, acompáñalo en la misa
diaria, y no dejes de decirle al Señor: -Yo quiero ser sacerdote, yo quiero ser tu ministro. Te
aseguro que llegarás a serlo con la ayuda de Dios y llegarás donde tú quieras.

Al poco tiempo ingresó de nuevo en el seminario y yo, siempre pendiente de él y él de


mí.

Socorro, ese día, se durmió con el rosario entre sus manos y un gesto de satisfacción
se escapaba de su marcado rostro.

Sus estudios de bachillerato los realizó entre el liceo Martín J. Sanabria donde cursó
el primer año y el liceo Pedro Gual donde egresó como bachiller en Humanidades en el año
de 1973. Su entusiasmo por la vida lo vio transfigurado cuando fue seleccionado para
completar sus estudios sacerdotales en la ciudad de las siete colinas.

o SE DIO A CONOCER
Mientras se estudia y se trabaja
se está completando
la obra del creador

Al Seminario Menor Nuestra Señora del Socorro de Valencia, ingresa en el año 1968 y
al Seminario Mayor Santa Rosa de Lima de caracas, en 1973 para cursar los estudios de
Filosofía. Se planteo la llamada al servicio y el deseo por dedicarse a la causa de Cristo,
respondió al llamado de Dios. Decidió confiar su vida a los valores que darán sentido a su
vida. Decidió dejarse guiar bajo la orientación de la palabra de Jesucristo.

En 1976 viaja a Roma para cursar los estudios de Teología en la Pontificia


Universidad Lateranense hasta 1979. Luego, egresa como Licenciado en Teología

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Dogmática(Cristología), en estudios realizados en la Pontificia Universidad Gregoriana(1979 –
1981).

Retomando sus palabras, se preparó y se formó en vista al sacerdocio, profundizó


para contribuir con las bases teológicas indispensables y necesarias en un mundo y
momentos históricos en los cuales se relativizan las verdades fundamentales de la fe.
Manifestó de forma explícita, la vocación que ha venido cultivando. Dispuesto a formarse y
convertirse en líder para el Evangelio.

Es la preparación que forja hombres valientes, hombres que quieran consagrar su


salud física, psíquica, intelectual, sus virtudes humanas, morales, encaminados a la misión
sacerdotal.

Escribía constantemente y hablaba sobre el Papa Pablo VI al que solía ayudar en las
misas. También hablaba de Juan Pablo I y Juan Pablo II; esto para él de gran estímulo, pues
Dios le dio muchas oportunidades que supo aprovechar. Aún se pueden ver las fotos que se
tomó al lado de los tres Papas, cada uno en su momento. Cada uno con su propio estilo.
Cada uno en su justa participación. Y, William ahí, al lado, atrás. Siempre sirviendo al sucesor
de Pedro. De esa forma también se dio a conocer al inmenso mundo católico.

En medio de su emoción solía decir que: - ante la falta de sacerdotes, no podemos


permanecer tranquilos y de brazos cruzados, en espera de un repunte petrolero para importar
sacerdotes a otros países. Debemos orar y trabajar porque surjan vocaciones de nuestras
comunidades parroquiales, de nuestros barrios, de nuestras ciudades, religiosas y sacerdotes
criollos.
Tuvo la oportunidad de conocer algunos países de Europa, en ocasión de sus
vacaciones. Aprendió el idioma de Francia en 1978 y un curso de Pastoral Vocacional en
Salamanca, España, en 1979. Se comunicó con las expresiones del italiano y con las
costumbres del país de la bota. Conoció las intrincadas catacumbas que revelaban las
experiencias de los primeros en navegar por el mundo del Evangelio, antes de la caída del

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imperio. Se escurrió por miles de puertas para fotografiar en su mente las ancestrales
habitaciones de El Vaticano, tan secreto como la función secreta que le encomendaron y que,
para el Papa, también era secreto. Conoció a cientos de compañeros, homólogos de igual
número de recónditas regiones del mundo católico y experimentó de cerca las corrientes del
Mediterráneo y su lento avance hacia el norte.

o MANIFESTANDO SU PRESENCIA
El Señor continúa enviando su Espíritu Santo
para el cultivo de las vocaciones sacerdotales

Cuando regresó de Roma, para Socorro Villegas, fue algo maravilloso, y para todos
los que, unidos a su familia, madre y hermanos, oraban constantemente por él.

El día de su ordenación fue un día lleno de gloria y alabanza a Dios. – Recuerdo,


expresa su gran catequista con mucha emoción, el momento de su primera misa. Cuando
daba la comunión, al estar frente a él, levantó la hostia y me dijo: - Socorro, este es
Cristo. Como queriéndome decir:- me costó, pero, llegué a la meta, cumbre de mis
aspiraciones, a consagrar y para dar a Cristo. Se le veía manifestando su presencia
sacerdotal con todo el entusiasmo que o caracterizaba.

Su ordenación sacerdotal fue realizada en la catedral de la ciudad de Valencia el 15


de agosto de 1981, de manos del Arzobispo, Monseñor Luis Eduardo Henríquez. A su lado
estaban Francisco Vanegas, Pitter Fernández y Miguel Ángel Santiago(hoy fallecido),
recibiendo su ordenación sacerdotal.

Ese día William se mostró serio y, una mirada nerviosa se desplazó hasta su madre y
sus hermanos que lo acompañaban. Manifestó su disposición a desempeñar el ministerio
sacerdotal, a presidir fielmente la celebración de los misterios de Cristo y el ministerio de
la Palabra. Expresó su deseo de unirse estrechamente a Cristo ofrecerse él mismo para
la salvación de los hombres. Luego, prometió obediencia y respeto al Arzobispo y a sus
sucesores.

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A continuación se arrodilló ante el Arzobispo quien le impuso las manos sobre la
cabeza. Los demás sacerdotes hicieron lo mismo. Le impusieron la Estola y la Casulla y,
por último, el Arzobispo le ungió las manos con el Santo Crisma y le entregó la Patena y el
Cáliz.

Aquél día William se planteó a sí mismo la disposición a guiar su vida bajo la


orientación de la Palabra de Cristo, poner los valores del Evangelio en el centro de su vida
y, como dice Juan Pablo II, ser un discípulo contemporáneo de Cristo . Aquel día sintió con
mayor fuerza la llamada a vivir y dar su vida por el Reino de Dios.

Cuando él se iniciaba en su ministerio sacerdotal , recuerda Simón Alvarado, Dios lo


puso en mi camino con una alegría y un entusiasmo que nunca dejó de expresar. Era
directo en el hablar y decidido en el actuar. Alegre, optimista, sociable, con una alto
concepto de la amistad.

o COMO UN APRETÓN DE MANOS


Necesitamos sacerdotes
para anunciar a Jesucristo
y para edificar
y unir a la comunidad cristiana

En primer lugar se podía observar un color oscuro que recordaba las noches de
insomnio manifestadas alrededor de dos ojos que querían hablar al dirigirse a quien
estaba frente a él.

Casi inmediatamente, como las precipitadas aguas de Las Marías, William asume la
vicerectoría(1981 – 1982) y, después la rectoría del Seminario Menor y Mayor Nuestra
Señora del Socorro de Valencia(1982-1991). En estas simultáneas fue investido en la
categoría de Monseñor. Y, con el ímpetu la responsabilidad enfermiza, cincelante y
manifiesta alrededor de su mirada, empezó a darle un vuelco, un nuevo ánimo, una nueva

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estrategia al edificio que guardaba las voces de cientos de jóvenes que quisieron
demostrar su rol sacerdotal en un mundo indetenible.

La música que explotaba de la guitarra por el ir y venir de sus dedos, significó la


manera de ser jovial, amigo, y se constituyó en el nuevo lenguaje para decirle a muchos
muchachos que su vocación debe partir de la alegría y de las manifestaciones naturales
de su ser.

Visitaba las parroquias en busca de jóvenes dispuestos a servir consagrados a


Jesucristo. Su conversación chispeante atraía al más tímido y le hacía confesar sus
deseos de ingresar al seminario. Todavía Juan Araujo y Zulma Pinto tararean con William
el “guantanamera” que los hacía participar con versos entresacados de sus inquietudes y
de su picardía.

Estimuló a estos líderes para el Evangelio cada vez que ingresaban y a convertidos y
formados para el servicio. Participó en las jornadas de oración por las vocaciones que a
nivel local y mundial se realizaban.

Convirtió al Seminario en un verdadero semillero vocacional, en fuente donde muchos


jóvenes pueden descubrir su vocación de servicio a Cristo. Experimentó con los
seminaristas las misiones en diversos pueblos de la geografía carabobeña: Chirgua,
Bejuma, Borburata, entre otros. Encontrándose con gente generosa y de corazón tan
grande como su misma tierra, rica en cultivo, trabajo y alegría. Gente que, como un
apretón de manos, se entrelazaba para hacer de la experiencia un océano inmenso de
unidad, amor y de compartir.

Estando en el Seminario, como Rector, se celebró el centenario de su formación. Hizo


reencontrar a los exalumnos para compartir las experiencias vividas durante los años de
su formación y diversos actos que enmarcaron la historia vivida por cien años de siembra
de semillas que luego darán frutos en el sitio donde cada una fueran regadas.

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En la radio, a través de micros diarios y el programa dominical “La voz del Pastor” de
Radio América(1982-1991), después en Stereo Mar 94FM(1996-1998) y, en la prensa
escrita(1982-1991), con los artículos de opinión dominical “Caminando con Cristo” en el
diario NotiTarde de Valencia, reforzaba su mensaje a la comunidad. Mensajes que
informaban sobre alguna actividad a realizarse o mensajes que formaban al pueblo
alrededor de los tiempos extraordinarios de la iglesia, las celebraciones, las plegarias por
la paz, las misiones, los sacramentos, los mandamientos , un sin fin de reflexiones que
quedaron insertadas en las celdas cerebrales de Gollo en el caserío El Naranjal o de
Josefina en Patanemo.

Compartía con viejos y nuevos amigos. Tenía tiempo para participar de cuanta
invitación le hacían para celebrar un bautizo de los hijos de sus amigos del grupo
Juventud Franciscana, no tan jóvenes ahora, o para que les celebrara su matrimonio. Una
cena, un paseo a Las Marías, la playa, el campo, ir a buscar a Roberto en el Volswagen
del Seminario. Todas estas vivencias que hacían de su rectoría una imagen nueva y
atrayente, una estrategia que permitía dinamizar la labor del seminarista y renovar las
paredes del Seminario.

o DEMOSTRANDO SU ROL
Es hora de dejar nuestro capillismo,
la selección de los pequeños grupos
que son miopes para la visión de la Iglesia

Su gran pasión fue el trabajo pastoral con los jóvenes. Les hablaba al corazón,
utilizando el lenguaje que la juventud entiende.

Esa inculturación lo llevó a San Joaquín(1981) y a San Diego de Alcalá(1982),


parroquias de Carabobo, como Vicario Ecónomo para pastorear a sus gentes. Su labor
consistía en celebrar la eucaristía y administrar los otros sacramentos, ya que su fuerte estaba
en el Seminario. Aún recuerdo el almuerzo realizado en la casa de unos italianos en San
Joaquín. Nos colocaron un plato con sopa e inmediatamente se lo llevaron. Le dije a William: -

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¿Eso es todo?. El me respondió, entre dientes: - José, tu si que eres bruto, no ves que este es
el primer plato. A lo que agregué:-Entonces, este es el almuerzo de los mil platos, para
impresionar al Arzobispo.

Ese día monseñor Henríquez se agregó a la chercha que teníamos y compartió la


broma de los mil platos y mi ignorancia con la sopa.

Sus amigos sacerdotes lo invitaban a sus respectivas parroquias para que los ayudara
a celebrar la eucaristía o a alguna charla y, William no se quedaba corto y asistía con
puntualidad Suiza. Estas participaciones, estos ir y venir ayudaban a que fuera demostrando
su rol en cada rincón parroquial que frecuentaba.

Esos momentos los recuerdan, con especial respeto, los feligreses de la Parroquia
San Miguel. Allí no solo compartió las celebraciones litúrgicas sino que participó en sus
reuniones apostólicas, los cumpleaños de sus miembros y los aniversarios de los grupos. La
comunidad lo homenajeaba con una cena, una serenata o una placa de reconocimiento por su
deferencia y por manifestarse a la altura de sus requerimientos.

Realizó las funciones de Capellán del Colegio Betania de Valencia(1981-1991) y, del


Colegio Teresiano de Guacara en 1983.

Estos instantes nos los desaprovechaba para captar a los jóvenes que sentían alguna
inclinación hacia el sacerdocio. Muchos sacerdotes actuales surgieron de esos encuentros.
De allí que el Padre José Núñez lo defina como Maestro de Sacerdotes.

o MÁS ALLÁ DEL MIEDO


La iglesia juega un papel muy importante
en el desarrollo y crecimiento de los pueblos

A finales del año 1991 se traslada nuevamente a Roma. Esta visita le trajo
innumerables recuerdos de sus estudios. Recorrió una a una las ventanas de la vieja capital.

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Deambuló por los corredores por donde estudiaba y conversaba con sus amigos, hoy en sus
países de origen. Caminó hasta el Coliseo y sus pensamientos volaron mil seiscientos años
atrás y vio a los pioneros del cristianismo. Gente que fue más allá del miedo y prefirieron ser
sacrificados y martirizados antes de renunciar al Reino prometido. Pisó las calles otra vez.
Respiró el travieso viento que baja de las colinas y miró nuevamente hacia El Vaticano.

De nuevo en sus columnas veía marcadas las huellas que han dejado millones de
visitantes, oficiales unos, extraoficiales otros. Y soñó que servía a Pablo VI nuevamente, le
llevaba la ofrenda a Juan Pablo I y caminaba detrás de Juan Pablo II para indicarle la silla que
debía ocupar. Despertó con el sonido que provocan las palomas al volar espantadas por algún
visitante que atraviesa la Plaza San Pedro.

Recordó a su madre cuando vino a Roma a visitarlo. Su mirada inquieta ante tanta
majestuosidad, ese espíritu férreo que se trajo desde San Carlos que la había impulsado a
ayudarlo a cubrir tantas metas propuestas y, se paseó nuevamente por la capilla Xistina y la
imaginó sentada contemplando a Juan Pablo II.

Había regresado a realizar un curso de Medios de Comunicación Social en el Instituto


Internacional Paulino. Ya tenía asignado el número 14412 que lo acreditaba como locutor
desde el 2 de octubre de 1987, pero, no era suficiente. Su servicio en la radio y en la prensa
venezolana debía tener un complemento, algo que lo ayudara a reforzar lo que había hecho.
Tenía que profundizar en lo relacionado a la interacción del ser humano. Esa misteriosa forma
de identificación, de acercamiento como lo es la comunicación debía ser escudriñada para
cambiar algunos patrones y actualizar otros.

Durante un año se planteó la posibilidad de establecer una mejor proyección en sus


programas y cambiar lo que consideraba que no conllevaba beneficios concretos a la
comunidad.

22
Al regresar, es asignado a un pueblo y a una parroquia. Empezaba a cristalizarse su
proyecto.

o EL ESFUERZO POR UN MUNDO MÁS JUSTO


Gritemos a mundo con nuestras vidas
que es posible amar, creer, perdonar,
luchar por un mundo mejor

A partir del 6 de agosto de 1992 William fue asignado a la población de Borburata


para presidir como párroco del Santuario Cristo de la Salud y toda la extensa zona del oriente
de Puerto Cabello. El mes anterior había realizado el diagnóstico necesario para comprender
la realidad de su futura parroquia. Había compartido con los seminaristas una experiencia
misionera en Borburata y comprendió que tanta cultura arraigada en la oscura piel de sus
habitantes tenía que seguir siendo evangelizada tal y como venía haciéndolo el anterior
párroco, Miguel Jiménez.

Su permanencia en Borburata y sus poblaciones aledañas le hicieron oscurecer la piel


en el ir y venir de tanta vida que compartió al lado de quienes supo apreciar e identificarse.
Esa piel quemada se la ganó también ejerciendo la capellanía de la Infantería de Marina Base
Naval Puerto Cabello, desde 1992.

Usaba el uniforme en las maniobras que realizaban en Turiamo, estado Aragua o a


alguna isla caribeña. Oficiaba la misa para los marinos y asumía los sacramentos de acuerdo
a las necesidades de la escuadra.

En Borburata propició el cambio del techo de la capilla y la cúpula. Además terminó,


junto a la comunidad, la casa parroquial iniciada por el administrador parroquial anterior. Se
inspiró en tanta experiencia ancestral afrovenezolana y contribuyó con la literatura local
escribiendo el libro Borburata: Origen, Fe y Tradición(1995), en el cual desnuda con mucha
habilidad la esencia de un pueblo que ha permanecido fiel a su arraigo y a su religiosidad
sembrada de fe y esperanza.

23
En una caja, celosamente guardada por Lula, su secretaria, se pueden leer los
manuscritos de tanta letra que fue decorando armoniosamente hasta darle vida en cada uno
de los lectores que han podido tener en sus manos una carta, un mensaje, una frase, el libro
editado, unas diapositivas, algunos cassettes de Bethoven, las grabaciones de algunos micros
radiales y, la misiva no enviada. Todas estas letras se hacen eco y vuelan hasta las montañas
más elevadas de Borburata y derraman sus secretos en las cristalinas aguas que bajan en las
lluvias de agosto y de mayo.

Hasta Patanemo, Gañango, Los Caneyes y Primavera se extendió su obra


evangelizadora. Muchos habitantes de Primavera aún recuerdan las misas en la cancha ante
la ausencia de capilla católica en la comunidad. Las capillas de las otras organizaciones
religiosas no católicas abarrotaban a un pueblo que se desesperaba en una dicotomía que
originaba una pasividad y una negación a lo que significaba la alegría de encontrarse con un
Cristo que vive en medio de ellos.

Las actividades misioneras en Primavera dieron como fruto el entusiasmo por la


comunidad y la construcción de una capilla en pleno centro del pueblo. Además se logró
construir y dotar un comedor para el sector.

Su actividad evangelizadora era preferencial hacia los más necesitados. Sin embargo,
fue educando a los pobres de su comunidad para que salieran del letargo que los empujaba
al conformismo y a la aceptación de que su situación venía de Dios y asumían que a él le
gustaba que vivieran así. EN muchas oportunidades llevaba bolsas de comida a las casas de
quienes veía con más necesidades de alimentos. La primera vez llevaba la bolsa de comida a
la casa. La segunda vez la familia debía ir a la capilla a buscarla. Quien no lo hiciera, la
donación se le daba a otra familia. Esta estrategia permitió el acercamiento de muchas
familias a las actividades evangelizadoras y, a su vez, ayudaba a su educación ya que iban
comprendiendo que solo con el trabajo se puede ir edificando la autenticidad de la persona.

24
La comunidad de Borburata lo caracterizó como muy serio, estricto en lo que se
refiere a las actividades de la iglesia. Esa definición la expresan quienes pertenecieron al
grupo Jóvenes con Cristo y Adolescentes con Cristo fundados durante su permanencia en la
parroquia. Además dejó establecida la Cofradía del Cristo de la Salud en quienes encargó la
oración constante y la vigilancia permanente para que Cristo se manifestara en la población
de una manera práctica y organizada.

Incansable, incómodo ante tanta situación no acorde con la justicia cristiana, William
iba hasta donde estaba el necesitado de su palabra y de una ayuda material, como en las
inundaciones del pueblo en las cuales estaba prestado para socorrer al desvalido más allá del
miedo, llevarle una colchoneta, una sábana o la ropa que requería ante nefasta situación.

Un día fue notificado de la desesperación que tenía un joven del pueblo ante el
abandono de su esposa. En medio del desespero, el muchacho intentaba suicidarse. Sin más
preámbulos, William llegó a conversar, a ofrecerle su amistad, a plantearle la alternativa de un
Dios que permanece constante. Durante todo el día permanecieron dialogando y, ante la
insistencia de una de las señoras para que William fuera a dar la misa, él le respondió:- hasta
que cambie de actitud no me muevo de aquí. Así fue y al final del día, se había obrado el
cambio y la satisfacción se desprendía en una sencilla sonrisa que dejó ver.

Su permanencia en Borburata se enmarcó el 9 de diciembre de 1996, cuando fue


transferido a la Parroquia San José de Puerto Cabello. Ya desde 1993 ejercía como Vicario de
la nueva Diócesis que estrenaba el norte del estado Carabobo.

Cuatro años fueron suficientes para construir las bases de una comunidad ancestral
que andaba dando tumbos. Su religiosidad fue enriquecida y los tambores siguen sonando
cada 24 de junio con el tan tan, el calor y, con ese ardor emanado de las costas
centroafricanas en una época que se niega a recordar ya que decidieron hacer esfuerzos por
un mundo más justo, más humano y, porque aprendieron a gritar con William que es
necesario liberarse de las ataduras y descubrir dónde está la auténtica libertad.

25
o EL ESTÍMULO DE LOS MISIONEROS
Muchos hombres de hoy caminan ciegos,
Sordos y mudos, aplastados por la presión que el mundo les hace

Los primeros habitantes decían que se podía amarrar un barco con un cabello y éste
no se rompería. Puerto Cabello posee aguas tranquilas, excelentes radas, facilidad de
comunicación y en sus muelles se maneja el 64% de la carga de importación y de exportación
que llega o sale de Venezuela. Durante los 365 días del año las operaciones se facilitan por
las condiciones naturales y por las técnicas desarrolladas para absorber altos volúmenes de
carga.

Es inevitable salir a la Plaza Flores y dejar de ver la majestuosidad de un barco con


bandera de cualquier país europeo o de Norteamérica. En esa misma zona queda la iglesia
San José y, al frente, la sede de la Curia Obispal. Todo en un marco de calles empedradas y
casas rescatadas del tiempo y la desidia. Es la calle Los Lanceros y es la torre de madera de
la capilla, tan vieja como el mar. En sus paredes se almacenan todas las voces del porteño
que pide, que reza y que agradece las bondades de un Dios que se vino a vivir al puerto en
las tranquilas aguas que solo se mecen por la suave brisa que baja de la montaña y es
proyectada por los cocoteros.

Esas mismas paredes empezaron a ser talladas por la voz de William, cuando el
pueblo de Puerto Cabello le dio la bienvenida. Diciembre fue el mes que vio nacer al Vicario,
al encargado de sustituir o ejercer la autoridad de sus superiores, según sea el caso.

Era un nuevo rol, un nuevo compromiso, un paso que daba con la mirada puesta en la
cumbre. Sin embargo, su actividad sacerdotal la ejercía con mayor ahínco. Caminos de luz,
era el nombre que seleccionó para su programación radial. En la emisora Stereo Mar 94 FM
se radiaban los micros que se convirtieron en una punta de lanza para atizar a la comunidad
dormida y tranquila como las aguas del puerto. Las situaciones de injusticia que
experimentaba la sociedad: pobreza, marginalidad, drogadicción, delincuencia, política,

26
familia, explotación obrera, desamor al compromiso cristiano, eran temas que incitaban a la
reflexión y al comentario, al análisis y a la especulación.

Sus cuestionamientos los llevó a sus homilías que eran escuchadas con avidez por
tanta gente que se sintió identificada como víctima o como victimario. Su censura era
manifiesta hacia quien colaboraba y destruía con el tráfico de narcóticos, hacia quienes,
teniendo un matrimonio establecido, asistían a las misas con sus amantes.

Muchos lo perfilaban como serio, excesivamente moralista. Otros lo asumieron como


un gran amigo que se daba de lleno, comprensivo, que propiciaba la fortaleza particular, el
compañero que se convertía en el estímulo de los misioneros que daban pininos en los
caseríos y barrios porteños que acercaba a la iglesia hasta al más reacio con su cariño, sus
palabras de aliento y su manifestación sin dobleces. Era un pescador que ponía buena
carnada.

Un indigente frecuentaba los alrededores de la capilla, cada día sus llagas se hacían
más notorias y su gravedad le impedía moverse de la puerta de templo. William, después de
llamar a los paramédicos de Defensa Civil, tuvo que agarrarlo cargado y lo llevó él mismo al
hospital. El mendigo, en el trayecto, empezó a quitarle el reloj diciendo que era de él, en ese
forcejeo fue internado para su posterior tratamiento. Mucho tiempo después, una amiga de
William recordaría ese gesto y sería rescatada de una posible violación gracias a las
oraciones que la trasladaron hasta la fuerza de fe que aprendió de su amigo.

En los ayunos, era el primero en la fila. Solicitaba que le alejaran cualquier posible
tentación de comida. A veces se veía pálido y sabía disimular alejándose del grupo con
quienes compartía el ayuno. Decía que el ayuno es un gesto simbólico de solidaridad profética
con los hombres más necesitados y marginados.
En las procesiones expresaba, en broma y en serio, que quería ser un santo, pero que
quisiera que lo hicieran de anime, para que, cuando lo lleven en la procesión, no le pese a
quien lo traslada.

27
o ESTABLECIENDO UNAS RELACIONES SOCIALES SOLIDARIAS Y FRATERNAS
Necesitamos personas con espíritu misionero,
Con carisma catequístico

Durante toda su labor sacerdotal , recuerda Socorro Villegas, siempre estaba en


contacto con nosotros y lo sentíamos parte de nuestra familia. El día que cumplí 80 años,
celebró la misa. Fue preciosa, muy participativa y, la homilía, algo especial, recordando
anécdotas de los tres. Porque siempre metía a mi hermana Blanca. Ella luchó con él pues no
le gustaba estudiar. Pero, en bachillerato le decía a su maestra que era el primero de la clase
y, ella le decía, que era obra del Espíritu Santo .

También celebró la misa cuando mi hermana Blanca cumplió 40 años de casada y fue
algo especial. Un día vino a mi casa para mostrarnos el carro nuevo para que lo viéramos.
Yo no lo vi. Luego me contarían que andaba contento y ufano con él.

En la Curia Diocesana permanecía largas horas preparando sus clases del


Seminario, los programas de radio, sus discursos e intervenciones, homilías del domingo y
tantas otras tareas.

Cuando se creó la Diócesis de Puerto Cabello, William se encargó de organizar todo


lo necesario para su funcionamiento. Preparó, también, la llegada del primer obispo,
Monseñor Linares. Luego, sería designado Vicario General.

En su actividad misionera era muy insistente, se planteaba una misión que permita a
los sacerdotes salir de sus sacristías, del culto y, al resto de la comunidad, sugería una misión
que les haga salir de sus parcelas, de sus grupos, una misión que vaya estableciendo unas
relaciones sociales solidarias y fraternas. Que la comunidad se convierta en auténtica común-
unidad.

28
Su labor como vicario fue más allá de las actividades administrativas y de
cumplimiento de las labores que de su rol se desprendían. Esa inquietud de su infancia se la
trajo hasta Puerto Cabello para consultar, para visitar, para requerir colaboraciones que
direccionaba a los más necesitados. Decía que los cargos son tan transparentes que no
pesan. Hacía frecuentar los sitios en los cuales estuvo participando anteriormente. Recorría
las vivencias con sus amigos, disfrutaba cada anécdota, cada cuento vivido, experimentado.
En una celebración en la cual se graduaba un grupo de muchachas de una academia,
discutíamos en la sacristía de la iglesia San José, sobre quien se comía las frutas ofrendadas
y nos disputamos las manzanas y las uvas. Esa mañana William almorzó con una manzana y
un pedazo de pan que fue lo que le dejaron el resto de los misioneros que me acompañaban.

Después no lo volví a ver. Hasta que se inició su salto definitivo a la cumbre, el 29 de


marzo de 1998. Ese día volaron las cometas por la inmensa falda del cerro de La Guacamaya
y un sol quemaba la piel de quienes sostenían el hilo. Dos de las cometas se escaparon. Una
desapareció de nuestra mirada. La otra cayó entre los matorrales de las Tres Cruces, en la
parte más alta de El Monte de la Acequia.

o SE NOMBRÓ ANTES DE APAGARSE


La vida cristiana no es comodidad,
es tensión;
no es seguridad,
es riesgo;
no es evasión,
es cruz

La pasión de Jesús era una historia pasada. Recordada cada año como una Semana
Santa. Transmitida de abuelita a nieto y de Jesús en Jesús representado por el joven de barba
bonita del barrio y del pueblo.

Ayer, una corona de espinas punzantes, hoy, el polietileno inicia otra vez la pasión
anunciada desde hacía cuarenta y un años. Luego, los latigazos, el azote de cuero largo y
delgado cien veces sobre aquél cuerpo se convirtió, en esta oportunidad, en los punzantes

29
filos del vidrio. El ir y venir sin compasión, sin medida, sin contemplación del cristal sobre la
piel tímida, ahogada, sin sentido. Era la definitiva condena a muerte sin ninguna culpa y sin
entender el porqué de su condena.

El suplicio de la cruz había comenzado en el esfuerzo por un mundo más justo, en la


cruz diaria por establecer unas relaciones sociales solidarias, fraternas. Sin embargo, el peso
de esta cruz fue más allá de las anteriores. En esta cruz se conjugó el irrespeto, la
irresponsabilidad, la indiferencia, el desinterés de una sociedad que no se atreve a salir del
letargo y del abandono en la que ha sido arrinconada.

Pero, como en la cruz de antes, surgió quien quiso reconfortar con su mirada de
comprensión. Un apoyo, una deferencia, un desconocido, un solidario como tantos en
Venezuela que quiso ayudar a un condenado y desvalido. Sin saber a quien ayudaba prestó
sus hombros, ofreció sus fuerzas más allá del miedo, más allá del color de la piel, de la clase
social, más allá de las consecuencias. Es también la dinámica de una Verónica que no tuvo
miedo a comprometerse, que rompe el acordonamiento, la curiosidad y la falta de decisión de
muchos y muchas que se limitaban a asomarse, a acusar, a injuriar, a criticar, a juzgar y a
fustigar sin mover un dedo.

La debilidad se hacía notar como las antiguas caídas. Había que soportarlo todo.
Había que manifestar su presencia, demostrar su rol, darse a conocer y lo hizo. Se nombró
antes de apagarse. Se dijo.

Y William pasó a formar parte de los cincuenta millones de cristos que anualmente
heredan la plenitud de la vida.

Entonces, su vida se transformó en Buena Nueva, desde el punto de vista del


Evangelio. Todo un acontecimiento pascual que llevará su incansable sonrisa a los
hambrientos y a los mutilados de las guerras. Paseará su entusiasmo por las camas de los

30
hospitales y los marginados, y los discriminados. Caminará con los perseguidos y los
explotados. Abrazará y dará un apretón de manos a los despojados y abandonados.

Esa vida no podrá ser eliminada por los intereses mezquinos, las envidias que se
pasean por los corredores de las casas más cercanas con todo tipo de ropajes las alianzas
traicioneras que se fraguan a las sombras del silencio y la complicidad.

Ese día, intentaron callar aquella voz segura y convincente. El compromiso de un


sacerdote con la historia, su coherencia como pastor quisieron apagarlos sin asegurarse de
que esa es la cumbre de sus triunfos, el martirio. Nunca oyeron las palabras que repetía con
tanta insistencia: La resurrección es el grito de la esperanza, el comienzo de una nueva vida.

31
Conclusión:
Su vida se transformó (Pbro. Miguel Jiménez)
Un cristiano sin resurrección
es un cristiano ilusorio, utópico, engañoso

La vocación de William fue un llamado desde el vientre de su madre. Fue una


vocación que nos da vida. Es una vocación que supo vivir no para proyectarse después, sino
para vivirla como un puente y para seguir en comunión con nosotros. Fue tan marcada su
vocación que no se puede hablar de improvisación en cada una de sus acciones. Lo podemos
descubrir en sus planes vocacionales, en su deseo de ayudar.

Conocí a William cuando estudiábamos en el colegio Luisa Cáceres de Arismendi,


dependiente de Fe y Alegría. Él estudiaba el 1º y yo el 2º año de bachillerato. Nunca busqué
ser su amigo. Todo nos fue llevando a ser amigos. Profundizamos la amistad compartiendo
con su familia, descubriendo lo afín. Conocí su mamá y sus hermanos. Los visitaba cuando
vivían en La Pastora y luego, que se mudaron a La Isabelica. Era tan de Dios el encuentro
que dábamos catecismo en la misma escuela.

Era de condición humilde. No era un hombre común. Una vez colocamos un tobo de
agua para que, al abrir la puerta, la persona indicada, le cayera encima. William desaprobó el
plan y fue y quitó el tobo del sitio previsto. Así era. Como el modelo honesto, correcto,
ortodoxo. Le decíamos “el santo varón”. Su amor por Cristo, por Dios, lo manifestaba al
enseñar lo que conocía. Cuando dejé de participar en el Seminario durante un año, él fue
quien cuestionó si volvería o no.

En el Seminario Menor se planteó la posibilidad de ir a Caracas para participar de un


concurso televisado entre estudiantes. Yo quería ir pero, no tenía zapatos. William me prestó
unos zapatos, recuerdo que eran patentes. Solo con la intención de que yo también viajara e
interviniera en el concurso.

32
Cuando ingresamos al Seminario Mayor en Caracas, éramos como más aparte.
Como valencianos, compartíamos, pero, no con la frecuencia que lo hacíamos antes. Luego,
me fui a Colombia él se fue a Roma. Nunca me imaginé que iba a escribirme desde allá.
Era de pocos amigos, sin embargo, abierto a las responsabilidades, el primero en
asumir la dirección o la animación de un acto. Daba mucha confianza.

Otra vez que me sorprendió fue cuando, ya ordenados los dos, me visitaba en la
parroquia San Miguel. Su presencia me aseguraba que somos amantes de la fraternidad, el
sacerdocio, tal y como la vivimos en el seminario.

En sus vacaciones me llamaba. Iba a Borburata con su familia. Íbamos al cine, a la


playa, mi cumpleaños. Nos reuníamos mucho para festejar, almorzar, ir a los Baños Termales.

Una vez me escribió cuando regresó a Roma. En una tarjeta me escribió: -¡Cuánto
desearía estar en tu parroquia para echarte una mano¡. Yo con tantas esperanzas, tantas
ganas de contarte las alegrías y os triunfos de aquí... .

No solo las alegrías. Compartíamos también los problemas dificultades inherentes al


sacerdocio. En una oportunidad me expresó que :”Es mejor que el Señor me quite la vida que
dejar el sacerdocio”.

Su apertura social la dio al volver de Roma. Sería porque luchó. Logró lo que se
proponía. Donde lo colocaban daba frutos. Se las ingeniaba. Su mismo origen lo hizo
proyectarse. Nunca decía que no. Era muy comunicativo desde que estaba en el Seminario.
Nos reíamos de los chistes mutuos. Sin embargo, era exigente pero, afable. Buen organizador
y director. Buscaba y se labraba la forma de hacer mover las cosas.

No nos perdimos la pista. Siempre estuvimos cerca. Esa manera de estar cerca e uno
era la forma de estar con los pobres. Sencillo al compartir con los más sencillos. Muy
servicial. Era difícil conseguirlo en la diplomacia y la burocracia.

33
No sé cómo va a redundar. Es una proyección también. Marcó una huella en
Venezuela. Es una semilla que dará algún fruto, en vocaciones, a sus amigos. Algo nos debe
dejar. Su sacerdocio no terminó con la muerte. Estamos en plan de un servicio que es un
riesgo. Son las pequeñas cruces que debemos llevar. Ninguna muerte queda en el vacío. Su
vida se transformó. Para quienes lo quisimos, siempre estará. Para otros será el recuerdo.
William es un eterno presente.

Aún recuerdo las frases que escribió Antonio, en una misa que oficiamos a tres
sacerdotes, William entre ellos: “¿Nos hemos dado cuenta alguna vez, que hay cosas que
permanecen vivas, que son como semillas, que siguen germinando y se renuevan siempre y,
que cuando parecen que han muerto, surgen con una nueva vitalidad, más hermosa y llena
de plenitud?.
Pbro. Miguel A. Jiménez.

34
II EN LA CUMBRE DE SUS TRIUNFOS
o CAMINANDO CON CRISTO
Es connatural al corazón humano
desear conservar fresco el recuerdo de las personas
a quienes se ha amado o admirado

A lo largo de su carrera sacerdotal William Guerra se destacó como escritor de la


columna de opinión CAMINANDO CON CRISTO, la cual compartió en reiteradas
oportunidades con sus amigos y compañeros.

En ella disertó sobre los diversos tópicos de la vida cristiana. Reflexionó acerca de los
elementos que hacen de una familia la verdadera integradora de la sociedad. Cuestionó la
manera como se viene desarrollando la información en los medios de comunicación.
Desarrolló aspectos inherentes a la manifestación de Cristo en el mundo. Planteó los
acuerdos a que llegaban los obispos en sus asambleas anuales. Presentó a los futuros
diáconos y sacerdotes y recordó el compromiso que tienen para con la comunidad.
Expuso las causas y posibles soluciones del desorden moral y político que vive el país.
Manifestó los tiempos extraordinarios que tiene la iglesia y la manera de celebrarlos y,
sobre todo, insistió tanto en la justicia y la igualdad social urgente frente a tanta pobreza
crítica y por demás alarmente.

En sus artículos se convirtió en el arquitecto de muchas conductas que veían en sus


frases las posibles directrices de sus vidas, cuestionadas a veces, conflictuadas otras.
Aquí se erguía y se mostraba en la cumbre de sus triunfos al compartir con sus lectores,
con tanta propiedad, sus puntos de vista emanados del resucitado.

Es por eso que esta segunda parte recoge ciento cincuenta y seis artículos que
William Guerra hizo de la mano de su amigo Jesús. Están direcionados de acuerdo a la
fecha de su publicación. Sin embargo, fue necesario extraer las ideas fuerza que William
inspiraba. Son frases, pensamientos, consejos, pautas para retomar abiertamente la vida.

35
Ciento sesenta y dos conceptos que pueden ser millones en tantas manifestaciones que
tuvo William durante su recorrido Caminando con Cristo.

De su libro “Borburata: Origen, Fe y Tradición” se extrajeron cuatro frases que hablan


de la identificación de un sacerdote con su comunidad y su religiosidad popular.

Temas tratados en los pensamientos retomados de las publicaciones escritas y el


número correspondiente de acuerdo a su aparición:
1. Amor.(122,142,144,145,146)
2. Apóstol (82)
3. Ayuno y penitencia.(3)
4. Ayuno(2,4).
5. Bautismo.(41,42)
6. Bien último.(124)
7. Capillismo.(130)
8. Carga.(48)
9. Catequesis.(125)
10. Colaboración misionera.(28)
11. Compartir.(129)
12. Compartir.(81)
13. Conciencia.(45,110)
14. Confesión.(98)
15. Confianza.(113)
16. Continuidad apostólica.(85)
17. Conversión.(97)
18. Corazón.(148,154)
19. Cristianismo.(108)
20. Cristiano.(70,72,92,107,147,157)
21. Cristo(3,34,40,65,66,67,73,77,87,100,102,109,123,133,136,139,149,160,
161,162).
22. Crucifixión(49).
23. Cruz.(51,157)
24. Cuaresma.(6)
25. Culpa.(135)
26. Dinero.(60)
27. Dios.(29,68,105,134,138,141,158)
28. El mundo (20,21)
29. Esperar .(156)
30. Espíritu Santo.(14)
31. Eucaristía.(54)
32. Evangelio.(58,63,69,101,127)

36
33. Evangelización.(44)
34. Evangelizar.(118)
35. Fe.(24,43,119,140,163)
36. Felicidad.(121)
37. Felicidad.(22)
38. Hombre cristiano.(56)
39. Identidad.(166)
40. Identidad.(84)
41. Identificación.(16)
42. Iglesia.(15,27,46,104,114,115)
43. Inercia.(75)
44. Jesús.(39,95)
45. Justicia.(59)
46. Juventud.(33)
47. Laico.(89)
48. Liberación.(5)
49. Libertad.(147),165)
50. Llamada.(12)
51. Llamado.(62)
52. Lucha y esperanzas.(74,90,94)
53. Madre.(88)
54. María.(23,128)
55. Misa.(155)
56. Misión.(151)
57. Misioneros.(26,126)
58. Muerte(32,93,153)
59. Nuestra barca.(112)
60. Obra del creador.(76)
61. Obras buenas.(116)
62. Obras Misionales Pontificias.(25)
63. Palabra de Dios.(120)
64. Palabras.(152)
65. Pascua.(9)
66. Paz.(35,36,37,38)
67. Pensamiento social.(57)
68. Predicación.(106)
69. Presión.(18)
70. Reino de Dios.(7,131)
71. Resurrección(8,10,53).
72. Rosario.(86)
73. Rostro de Dios.(78)
74. Sacerdotes.(61,83)
75. Sacrificio y renuncia.(1)
76. Santísimo Sacramento (55)
77. Santos.(31)

37
78. Satisfacción.(163)
79. Seminario.(13,111)
80. Señor.(96)
81. Servicio.(11)
82. Superstición.(79,80)
83. Teología .(103)
84. Testimonio.(71)
85. Tiempo nuevo(19)
86. Valores.(64)
87. Verdad.(17)
88. Vida cristiana.(117,150)
89. Vida.(47,50,99)
90. Vigilancia.(91)
91. Vocaciones.(52,132)

38
Ideas fuerza, frases, pensamientos, consejos y pautas retomados de las
publicaciones escritas:

1. Todo sacrificio y renuncia que nos invita el tiempo de cuaresma, significa


encaminarse hacia la gran libertad interior.
17 – 02 – 1985
2. El ayuno es un gesto simbólico de solidaridad profética con los hombres más
necesitados y marginados.
17 – 02 – 1985
3. El ayuno y la penitencia tendrán sentido cuando sientas que tu vida se acerca
cada vez a Dios, y aceptándolo como principio de vida, puedas perdonar
generosamente a tus hermanos.
17 – 02 – 1985
4. El ayuno estará orientado a hacernos más fuertes contra le enemigo.
17 – 02 – 1985
5. La liberación la alcanzaríamos con la victoria contra el vicio, el egoísmo, el
odio.
17 – 02 – 1985
6. La cuaresma es también el tiempo de liberación de las barreras que te separa
de Dios de tus hermanos.
17 – 02 – 1985
7. El Reino de Dios se manifiesta plenamente en la victoria de Jesús sobre la
muerte.
14 – 04 – 1985
8. Un cristiano sin resurrección es un cristiano ilusorio, utópico, engañoso
14 – 04 – 1985
9. La luz de la Pascua nos introduce en el misterio de Dios.
14 – 04 – 1985
10. La resurrección es el grito de la esperanza, el comienzo de una nueva vida.
14 – 04 – 1985
11. Hacen falta más hombres y mujeres que respondan con generosidad y
alegría al servicio de Dios y de los hombres, especialmente los más
necesitados.
28 – 04 – 1985
12. La llamada de Dios sigue gritando en nuestro mundo.
28 – 04 – 1985
13. El Seminario es y será siempre la fuente de vida espiritual profunda.
26 – 05 – 1985
14. El Señor continúa enviando su Espíritu Santo para el cultivo de las
vocaciones sacerdotales.
26 – 05 – 1985
15. La iglesia juega un papel importante en el desarrollo y crecimiento de los
pueblos.
28 – 06 – 1985

39
16. Nuestros tiempos nos exigen cada vez más una identificación con Cristo.
28 – 06 – 1985
17. Busquemos siempre la verdad sin temor alguno, hagamos presente el
mensaje de Cristo en un continente que lucha por la verdad y el amor.
28 – 06 – 1985
18. Muchos hombres de hoy caminan ciegos, sordos y mudos aplastados por la
presión que el mundo les hace.
08 – 09 – 1985
19. Urge entre los hombres un discernir y precisar con más claridad la búsqueda
de un tiempo nuevo, distinto lleno Dios
08 – 09 – 1985
20. Podremos transformar el mundo y los hombres si antes rompemos la sordera
del mal y del egoísmo humano.
08 – 09 – 1985
21. Gritemos al mundo con nuestras vidas que s posible amar, creer, perdonar,
luchar por un mundo mejor.
08 – 09 – 1985
22. El único camino de la felicidad verdadera es darse por un ideal.
15 – 09 – 1985
23. María es como el candelabro que nos muestra la luz.
20 – 10 – 1985
24. La fe es entregarse incondicionalmente a Dios.
20 – 10 – 1985
25. Las Obras Misionales Pontificias son los instrumentos más eficaces
instituidos por el Papa para canalizar nuestro compromiso misionero de
cristianos.
27 – 10 – 1985
26. Todos estamos llamados a ser misioneros en el sitio que nos corresponde.
27 – 10 – 1985
27. La iglesia es una comunidad en perenne estado de misión.
27 – 10 – 1985
28. La colaboración misionera es la tarea inmensa y urgente de todo el pueblo de
Dios.
27 – 10 – 1985

29. Dios se comporta con tal delicadeza que nos sale al encuentro por todos los
caminos.
27 – 10 – 1985
30. Todos los días tienden a Cristo para crucificarlo.
27 – 10 – 1985
31. Los santos del cielo fueron como tú antes de llegar a la santidad.
03 – 10 – 1985
32. La muerte no es más que un cambio de paso.
03 – 11 – 1985

40
33. La juventud es el tiempo privilegiado para comenzar a vivir un ideal.
10 – 11 – 1985
34. Cristo quiere encontrarse con cada uno en particular y gritar por medio de la
iglesia que son la esperanza del continente y del mundo.
10 – 11 – 1985
35. La paz ha sido siempre el clamor más grande que surge del corazón del
hombre.
24 – 11 – 1985
36. La paz necesita bases concretas.
24 – 11 – 1985
37. La paz es una exigencia prioritara.
24 – 11 – 1985
38. La paz es fruto de un dinamismo mundial.
24 – 11 – 1985
39. Jesús va mucho más allá de ser una simple decoración.
22 – 12 – 1985
40. El verdadero regalo para los cristianos es Cristo, y debe ser compartido por
todos igualmente.
05 – 01 – 1986
41. Estoy llamado a vivir el bautismo diariamente.
12 – 01 - 1986
42. Cada día es una realización de mi bautismo.
12 – 01 - 1986
43. La fe nos invita a vivir en una mayor fraternidad, en un vínculo más estrecho
de amistad.
19 – 01 - 1986
44. Tenemos el reto e trabajar por una evangelización más participativa y
coherente.
26 – 01 - 1986
45. Nuestra conciencia de cristianos no puede permanecer indiferente ante este
mundo de sufrimientos.
23 – 02 - 1986
46. La iglesia quiere ser siempre la portadora de la paz.
09 – 03 - 1986
47. La vida es un camino de cruces para todos.
23 – 03 - 1986
48. Necesitamos de alguien que alivie el peso de nuestra carga.
23 – 03 – 1986
49. Nuestro pueblos en América Latina viven hoy una situación de crucifixión.
23 – 03 – 1986
50. La vida es una pendiente, un camino estrecho con un desfile de cruces.
23 – 03 – 1986
51. Solo abrazando la cruz podremos encontrar la fuente de la vida: la
resurrección.
23 – 03 – 1986

41
52. Debemos orar y trabajar porque surjan vocaciones de nuestras comunidades.
02 – 04 – 1986
53. La resurrección del Señor es la prueba decisiva de nuestra eternidad.
11 – 05 – 1986
54. La eucaristía es el centro de la vida de todo cristiano.
01 – 06 – 1986
55. La adoración al Santísimo Sacramento es la expresión máxima de la
presencia real de Cristo
01 – 06 – 1986
56. El hombre cristiano de hoy debe condenar la violencia revolucionaria.
08 – 06 – 1986
57. El pensamiento social d la iglesia se muestra como remedio solución y
camino, como la guía la orientación en el sendero de la vida.
22 – 06 – 1986
58. No habremos entendido nada del Evangelio en tanto no consideremos al
prójimo como otro.
29 – 06 – 1986
59. Lo que se haga por conseguir una mayor justicia, una más extensa
fraternidad, un orden más humano en sus relaciones sociales vale más que el
progreso técnico.
29 – 06 – 1986
60. Quien llegue a ser dominado por el amor al dinero, terminará
indefectiblemente aborreciendo a Dios.
13 – 07 – 1986
61. Necesitamos sacerdotes para anunciar a Jesucristo y para edificar y unir a la
comunidad cristiana.
20 – 07 – 1986
62. Todos los hombres estamos llamados a realizar nuestro propio proyecto vital
en respuesta a un llamado que Dios nos hace.
20 – 07 – 1986
63. Venezuela necesita de jóvenes sacerdotes y religiosos que lleven la alegría
del Evangelio a todas partes.
03 – 08 – 1986
64. Debemos comenzar por cultivar los valores espirituales y morales
fundamentados en el amor verdadero, la unidad y la libertad
10 – 08 – 1986
65. Cristo predicó la verdad en forma radical, y el anuncio de la verdad suscita
oposición.
17 – 08 – 1986

66. Creemos firmemente que Cristo es la clave, el centro y el fin de toda la


historia humana
17 – 08 – 1986

42
67. Quien se coloca de parte de Cristo debe estar dispuesto a la lucha.
17 – 08 – 1986
68. Dios invita a todos, porque todos somos iguales a los ojos de Dios.
24 – 08 – 1986
69. Creemos que solamente viviendo el Evangelio del Señor se puede hacer
presente a Cristo entre los hombres.
31 – 08 – 1986
70. El verdadero cristiano no debe ceder ante el miedo por el ambiente de
indiferencia que nos rodea.
31 – 08 – 1986
71. Para dar testimonio de Cristo es necesario seguirle.
05 – 10 – 1986
72. Los cristianos debemos ser los testigos de la resurrección.
09 –11 – 1986
73. Cristo sigue siendo un evento desconcertante.
30 – 11 – 1986
74. Mientras haya ganas de luchar, hay esperanzas de vencer.
15 – 12 – 1986
75. Hay que mirar adelante, sacudiendo la plaga de la inercia.
15 – 12 – 1986
76. Mientras se estudia y se trabaja se está completando la obra del creador.
15 – 12 – 1986
77. Cristo quiere servirse de los que están con él para llegar al alma de los que
están lejos.
01 – 03 – 1987
78. El rostro de Dios está en los que te rodean.
01 – 03 – 1987
79. La superstición es hija de la miseria y del subdesarrollo.
29 – 03 – 1987
80. La superstición es la caricatura de la religión.
29 – 03 – 1987
81. Compartir significa comunión, amistad, paz recíproca, confianza
incondicional.
21 – 06 – 1987
82. Ser apóstol es enamorarse de Dios
19 – 07 – 1987
83. Vale la pena ser sacerdote para renovar el mundo desde adentro.
16 – 08 – 1987
84. La identidad el sacerdote consiste en ser otro Cristo.
16 – 08 – 1987
85. La continuidad apostólica se hace actual en las manos del sacerdote.
16 – 08 – 1987
86. El rosario se ha convertido en la oración más sencilla y popular de todos los
tiempos.
04 – 10 – 1987

43
87. No podemos adulterar la finalidad por la cual Cristo nos entregó una madre.
04 – 10 – 1987
88. Una madre nunca se fastidia ni pasa de moda.
04 – 10 – 1987
89. Dios llama al Laico a ser levadura para contribuir a la santificación del mundo.
11 – 10 – 1987
90. La esperanza es la hija predilecta de Dios.
06 – 11 – 1987
91. Vigilancia significa luchar contra la plaga actual de la negligencia y la desidia.
08 – 11 – 1987
92. El cristiano verdadero es el hijo de la luz.
08 – 11 – 1987
93. La muerte es la gran puerta del cielo abierta por Cristo
08 – 11 – 1987
94. Debes permanecer vigilante y vivir en la esperanza cristiana.
08 – 11 – 1987
95. Jesús ha sido muy claro: nada de aplausos ni éxitos.
22 – 11 – 1987
96. Tratemos de encontrar al Señor en el rostro del hermano.
22 – 11 – 1987

97. La conversión exige frutos.


06 – 12 – 1987
98. La confesión es el signo concreto y sincero de la conversión cristiana.
06 – 12 – 1987
99. Dale un espacio en tu vida para que pueda brillar siempre la luz de la bondad,
del perdón, de la alegría y del amor.
06 – 12 – 1987
100. Cristo nunca enfatizó un lenguaje devoto y adormecedor.
31 – 01 – 1988
101. Falta el empuje profético de hombres que continúen sembrando el
Evangelio de Jesucristo con autoridad.
31 – 01 – 1988
102. Cristo sigue siendo un profeta incómodo porque habla con autoridad.
31 – 01 – 1988
103. La teología verdadera se dedica a profundizar el contenido de la fe.
07 – 02 – 1988
104. La iglesia ha caminado siempre tomada de la mano con la libertad.
07 – 02 – 1988
105. Dios ama a los niños porque en ellos no ha sido adulterada su
imagen.
21 – 02 – 1988
106. Nos resulta difícil sentir el escándalo que causó la predicación de los
apóstoles.
29 – 02 – 1988

44
107. Los cristianos tenemos que lanzarnos con audacia en medio del
mundo para hacer presente a Cristo
29 – 02 – 1988
108. El cristianismo es solo para valientes.
29 – 02 – 1988
109. A Cristo hay que asumirlo con seriedad
29 – 02 – 1988
110. La conciencia del pecado nos lleva a un arrepentimiento y a una
conversión.
13 – 03 – 1988
111.Trabajemos juntos para que nuestros Seminarios sean verdaderos centros
de formación vocacional.
22 – 05 – 1988
112. Es bueno revisar nuestra barca y lanzar al mar lo que sobre o
estorba.
19 – 06 – 1988
113. Quien deposita su confianza en Cristo podrá sentirse firme sobre su
barca.
19 – 06 – 1988
114. La iglesia no es un reducto para privilegiados.
03 – 07 – 1988
115. La iglesia nos urge un compromiso más radical.
10 – 07 – 1988
116. Es preciso demostrar nuestra lealtad con obras buenas.
10 – 07 – 1988
117. Debemos tomar una posición clara y consciente tomando en serio
nuestra vida cristiana.
10 – 07 – 1988
118. Evangelizar nuestra cultura significa ponernos al día.
17 – 07 – 1988
119. Es hora de que nuestra vida diaria sea un reflejo de nuestra fe.
17 – 07 – 1988
120. La palabra de Dios es el centro de la vida de la iglesia.
25 – 09 – 1988
121. Aférrate a tu hogar y a Cristo para que la felicidad te acompañe
siempre.
02 – 10 – 1988
122. Amar a los últimos es el mandato de Cristo.
16 – 10 – 1988
123. Cristo no llama con revelaciones misteriosas ni sella a nadie con cara
de cura.
23 – 10 – 1988
124. En el fondo nos hemos acostumbrado a creer que lo poseído es el
bien último.
06 – 11 – 1988

45
125. Venezuela necesita urgentemente una catequesis, una formación
más profunda de nuestra fe.
13 – 11 – 1988
126. Necesitamos personas con espíritu misionero, con carisma
catequístico.
13 – 11 – 1988
127. Asume el reto de misionar, de evangelizar, de catequizar con el
Evangelio en la mano.
13 – 11 – 1988
128. María tendrá un puesto en tu vida si la dejas caminar a tu lado.
11 – 12 – 1988
129. El compartir con los demás es una exigencia radical de la misma
vida.
22 – 01 – 1989
130. Es hora de dejar nuestro capillismo, la selección de los pequeños
grupos que son miopes para la visión de la iglesia.
22 – 01 – 1989
131. Nuestra tarea profética consiste hoy en anunciar con valentía el
Reino del amor.
29 – 01 – 1989
132. La vocación a la vida consagrada no es para los despechados o
amargados.
05 – 02 – 1989
133. Cristo no se sirve de su poder divino para huir de las dificultades.
12 – 02 – 1989
134. Es hora de regresar a los caminos que Dios nos ha trazado.
26 – 02 – 1989
135. Los que tienen el alma manchada por la culpa deben abstenerse de
juzgar.
12 – 03 – 1989
136. Tiende tu mano los demás y te encontrarás con Cristo vivo y
presente.
12 – 03 – 1989
137. Hay personas que nunca permanecen junto a la cruz el tiempo
suficiente para captar la misericordia que surge de la crucifixión.
19 – 03 – 1989
138. Dios no contesta las oraciones de los hombres solamente para
demostrar su poder.
19 – 03 – 1989
139. Creer en Cristo no significa pedirle pruebas sino probar con obras
que crees en él.
19 – 03 – 1989
140. La fe hay que ganársela con el espíritu de superación y luchando por
ser cada vez mejor. 19 – 03 – 1989
141. No esperemos momentos grandiosos para acercarnos a Dios.

46
19 – 03 – 1989
142. Solo el hombre que ama podrá vivir radicalmente en una existencia
auténtica.
23 – 04 – 1989
143. Lo importante para el verdadero cristiano es vivir realmente en el
auténtico amor.
23 – 04 – 1989
144. Mientras que el amor no se libere del propio yo, no es amor.
23 – 04 – 1989
145. Mediante un amor sincero puedo dar al otro la posibilidad de amar.
23 – 04 – 1989
146. La solución para el desastre que sufre el mundo debe llegar por el
camino del amor.
23 – 04 – 1989
147. Es necesario liberarse de las ataduras y descubrir donde está la
auténtica libertad.
21 – 05 – 1989
148. Abramos las puertas de nuestro corazón, porque las trancas y
cerraduras están de nuestra parte.
25 – 06 – 1989
149. La novedad de Cristo, consiste en una motivación profunda: ir más
allá.
16 – 02 – 1990
150. La vida cristiana no es comodidad, es tensión; no es seguridad, es
riesgo; no es evasión, es cruz.
11 – 03 – 1990
151. Quien no ilumina no cumple con su misión de cristiano.
18 – 03 – 1990
152. Las palabras convencen, los hechos arrastran.
18 – 03 – 1990
153. La muerte no puso la mano sobre él, porque Cristo era la vida.
06 – 04 – 1990
154. Es connatural a corazón humano desear conservar fresco el recuerdo
de las personas a quienes se ha amado o admirado.
10 – 06 – 1990
155. La misa es una fiesta a la cual hemos sido invitados personalmente.
29 – 07 – 1990
156. Esperar significa confiar.
09 – 12 – 1990
157. Ser cristiano significa fusionarse con Cristo.
23 – 12 – 1990
158. Dios solo nos pide que hagamos muchas cosas en el poco tiempo
que nos queda.
27 – 01 – 1991

47
159. El cristiano debe vivir en pié, siempre audaz y generoso, sin envidiar
tiempos pasados.
27 – 01 – 1991
160. El encuentro con Cristo es inaplazable.
27 – 01 – 1991
161. Los hombres no podremos inventar nunca un poder tan
revolucionario como el de Cristo.
02 – 06 – 1991
162. Con Cristo no se puede aceptar el Evangelio en forma ambigua.
03 – 07 – 1991
Borburata: Origen, Fe y Tradición.
163. Es en la Borburata mestiza donde se derrumban las fronteras raciales
y el Negro expresa con la rítmica y sensual entonación de su copla, la íntima
satisfacción de su espíritu liberado.
Nov. 1995. p. 33.
164. La historia verdadera de un pueblo debe mirarse siempre en el marco
de su fe.
Nov. 1995. p. 36
165. Nuestro pueblo olvida las tristezas para llenarse el alma con sus
cantos de libertad.
Nov. 1995. p. 42
166. Es un pueblo que vive con ilusión la búsqueda de su identidad.
Nov. 1995. p. 58

48
o ES HORA DE COMPARTIR
La iglesia es una comunidad en perenne estado de Misión

Títulos y artículos escritos por William Guerra y publicados en el diario NotiTarde:

1. MIÉRCOLES DE CENIZA Y LA CONVERSIÓN DE CADA DÍA.


2. RESURRECCIÓN Y VIDA.
3. JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES.
4. SEMINARIO ARQUIDIÓCESANO NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO.
5. EVANELIZACIÓN EN AMÉRICA LATINA.
6. LOS TIEMPOS MESIÁNICOS.
7. LÍDERES PARA EL EVANGELIO.
8. NUEVOS TESTIGOS DE CRISTO.
9. NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO EN LAS PARROQUIAS.
10. LA VIRGEN MARÍA Y LAS MISIONES.
11. SANTOS Y DIFUNTOS.
12. MARÍA Y LOS JÓVENES.
13. CONSTRUCTORES DE LA PAZ.
14. DIOS SE HACE HOMBRES POR NOSOTROS.
15. LA LUZ DE UNA ESTRELLA.
16. EL BAUTISMO DEL SEÑOR.
17. COMUNIDAD DE E.
18. JUAN PABLO II, MISIONERO PEREGRINO DE LA UNIDAD.
19. SÍNODO ARQUIDIÓCESANO.
20. LA CONVERSIÓN DE CADA DÍA.
21. ... ES HORA DE COMPARTIR.
22. LA IGLESIA DE CUBA.
23. JOSÉ, UN SANTO DESEMPLEADO.
24. CAMINO A LA CRUZ.
25. ORAR TRABAJAR POR LAS VOCACIONES.
26. LOS OBISPOS EN VISITAS PASTORALES.
27. ASCENSIÓN... CAMINO DEL HOMBRE NUEVO.
28. SEMINARIO DE VALENCIA UN SIGLO FORMANDO APÓSTOLES.
29. CREER, VIVIR Y ANUNCIAR EL EVANGELIO.
30. EL CUERPO DE CRISTO, PAN DE VIDA...
31. LIBERTAD CRISTIANA LIBERACIÓN.
32. DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA I
33. DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA II
34. DIOS Y LA RIQUEZA.
35. VOCACIONES SACERDOTALES Y RELIGIOSAS.
36. SACERDOCIO Y VIDA CONSAGRADA EN VENEZUELA.
37. PASTORAL VOCACIONAL.
38. QUE DIOS TE BENDIGA.
39. CRISTO SIGNO DE CONTRADICCIÓN.
40. CRISTO LA PUERTA ESTRECHA.

49
41. MISIONEROS EN CHIRGUA
42. SEMINARIO DE VALENCIA UN SIGLO FORMANDO APÓSTOLES.
43. EL USO DE LOS BIENES TERRENOS.
44. EL MENSAJERO DE LA PAZ.
45. MISIONERO EN ACCIÓN.
46. PLEGARIA POR LA PAZ.
47. DESPUÉS DE LA MUERTE.
48. MISIÓN PASTORAL DE NUESTROS OBISPOS.
49. APÓSTOL DE LAS GENTES.
50. VEN SEÑOR JESÚS.
51. LA BÚSQUEDA DE LA LUZ.
52. YO TE BAUTIZO.
53. LA CONAMINACIÓN MORAL... MENSAJE DE LOS OBISPOS I
54. LA COMUNICACIÓN COMO SERVICIO. MENSAJE DE LOS OBISPOS II.
55. EL CAMINO SE LLAMA LIBERTAD.
56. EN EL CARNAVAL. UN DISFRAZ PARA DIOS.
57. RENOVACIÓN CARISMÁICA CATÓLICA. DIOS SIGUE LLAMANDO.
58. BODAS DE ORO EN EL MINISTERIO SACERDOTAL.
59. CUARESMA Y SUPERSTICIÓN.
60. JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD.
61. III DOMINGO DE PASCUA, EL PAPA Y LOS JÓVENES.
62. ROGAD AL DUEÑO DEL CAMPO PARA QUE ENVÍE OBREROS.
63. CRISTO, EL PAN DE VIDA.
64. LA RESPUESTA DE UN DIÁCONO.
65. ¿QUÉ ESPERAMOS DE UN SACERDOTE?
66. EL CLAMOR DE LA PAZ.
67. LA VIRGEN DEL ROSARIO.
68. A LOS HOMBRES DE LA CALLE.
69. ESPERANZA CRISTIANA Y VIGILANCIA.
70. LA PATRONA DE VALENCIA EN CAMINO.
71. JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO.
72. TIEMPO DE CONVERSIÓN.
73. BALANCE DE LA DEMOCRACIA.
74. CRISTO, UN PROFETA INCÓMODO.
75. TEOLOGÍAS DE LA LIBERACIÓN.
76. LOS JÓVENES Y LA LIBERTAD.
77. INFANCIA DESAMPARADA.
78. SOLO PARA VALIENTES.
79. ¿CONFESARSE PARA QUÉ?
80. EL CAMINO DE LA CRUZ II
81. ORACIÓN POR LAS VOCACIONES.
82. ASCENSIÓN Y COMPROMISO CRISTIANO.
83. FUTUROS SACERDOTES.
84. II SÍNODO ARQUIDIÓCESANO.
85. EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO.

50
86. LA PRUEBA DE LA FE.
87. ¿POR QUÉ SOY CATÓLICO?. EN LA IGLESIA I.
88. ¿POR QUÉ PERMANEZCO EN LA IGLESIA?. EN LA IGLESIA II.
89. ¿SE PUEDE HABLAR DE DIOS HOY?
90. HAMBRE DE DIOS.
91. LA MADRE DE DIOS.
92. ¿PARA QUE SIRVE UN CURA?
93. LA AUTORIDAD COMO SERVICIO.
94. EL LIBRO DE DIOS.
95. MATRIMONIO Y DIVORCIO.
96. EL ROSARIO: LA ORACIÓN DEL PUEBLO.
97. LOS PRIMEROS PUESTOS.
98. CRISTO PASA Y LLAMA.
99. RICOS Y POBRES.
100. FORMACIÓN CRISTIANA.
101. INMACULADA CONCEPCIÓN.
102. VEN SEÑOR, JESÚS.
103. LA MANIFESTACIÓN DE DIOS.
104. SEMANA DE LA UNIDAD.
105. EL CRISTIANO SU MISIÓN PROFÉTICA.
106. LO DEJARON TODO Y SIGUIERON A JESÚS.
107. CUANDO CRISTO FUE TENTADO
108. EL CAMINO DE LA CONVERSIÓN.
109. EL DILEMA DE LA MUJER ADÚLTERA.
110. 7 PALABRAS A LA CRUZ.
111.EL AMOR DE LOS CRISTIANOS.
112. PORNOGRAFÍA Y VIOLENCIA.
113. YO SOY E PAN DE VIDA.
114. LA PATERNIDAD DEVALUADA.
115. LAS COLUMNAS DE LA IGLESIA.
116. SACERDOTES EN ORACIÓN.
117. SUCESORES DE LOS APÓSTOLES.
118. RÍOS DE AGUA VIVA.
119. EL ESPÍRITU DE LA LEY.
120. UN DIOS SIN MÁSCARAS.
121. LA PIEDRA DE LA IGLESIA.
122. LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR.
123. LUZ DEL MUNDO Y SAL DE LA TIERRA.
124. LA CONCIENCIA DEL PECADO.
125. LAS ÚLTIMAS PALABRAS DE JESUCRISTO.
126. ¿PARA QUÉ SIRVE LA CONVERSÓN?
127. FELICES AQUELLOS QUE CREEN SIN HABER VISTO.
128. PALABRA DE DIOS.
129. LOS MANDAMIENTOS Y EL RESPETO HUMANO.
130. LAS HUELLAS DE UN APÓSTOL.

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131. LA NOVEDAD DEL CRISTIANISMO.
132. EL SENTIDO DE LA MISA.
133. SAN BENITO, ABAD.
134. SANTIFICAR EL NOMBRE DE DIOS.
135. ESPERO EN DIOS.
136. LA ALEGRÍA DEL NIÑO DIOS.
137. UN DIOS ENCARNADO.
138. LA PAZ ES POSIBLE
139. DESAFÍOS DE LA IGLESIA.
140. DIOS Y EL TIEMPO.
141. IGLESIA EVANGELIZADORA.
142. FIDELIDAD A LA IGLESIA.
143. ¿QUÉ ES LA CUARESMA?
144. MORAL CRISTIANA.
145. ¿DÓNDE ESTÁ TU DIOS?
146. LA PALABRA DE DIOS. SEMANA DE LA BIBLIA I
147. DIOS TE HABLA HOY. SEMANA DE LA BIBLIA II.
148. LA ACCIÓN SOCIAL DE LA IGLESIA.
149. ASCENSIÓN DEL SEÑOR.
150. SACERDOTES DEL FUTURO.
151. YO SOY EL PAN DE VIDA.
152. SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
153. LA PRUEBA DE LA FE.
154. JESUCRISTO SIGNO DE CONTRADICCIÓN.
155. QUIERO SER SACERDOTE.
156. HOMBRE DE DIOS Y DE LA IGLESIA.

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“Era algo como espiritual.
Una fantasía.
El hombre. Algo único.
Nunca tuve un amigo como él”
Noris Miquelena 15 – 06 – 98

“Su preocupación por la juventud, su incansable dedicación por los desposeídos,


su mística y vocación al servicio de su feligresía
y comunidad en general, su indoblegable espíritu
como hombre de bien y ejemplar sacerdote”
Vicaría Diocesana de los Derechos Humanos
Puerto Cabello 04 – 04 – 98

“Un sacerdote íntegro con una actuación impecable”


Mons. Urosa Savino 04 – 04 – 98

“Hombre sincero y cariñoso, siempre con una sonrisa y, sus famosas carcajadas
y con un chiste por delante”
Pbro. Ricardo Lozada A. 05 – 04 – 98

“Un hombre de la cultura y con un permanente compromiso con los pobres”


Oscar León U. 05-04-98.

“Un pastor del cielo, un hombre de indiscutible


liderazgo en la ciudad”
Ítalo Pizzolante 05 – 04 – 98

“El caballero de la misa encendida,


el joven venezolano que con la cruz en el pecho
alborotaba la fe”
Domingo A. Bacalao(hijo) 03 – 04 – 98

“No hay que tener miedo.


No nos pueden asesinar a todos”
Pbro. Rafael María Álvarez 19 – 07 - 57

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