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Hospital Moyano. Clínica de la Psicosis. Adultos. Cátedra I.

Presentación de enfermos

2/05/2016

P: Paciente.

A: Analista.

-El profesor Alomo hace una introducción en la que comenta que es la paciente quien
solicita la consulta.

Comienza el relato diciendo que inicialmente ingresa por guardia con síntomas de
angustia y depresión, por estos motivos comenzó a tomar ansiolíticos.

P: Yo soy homosexual estaba en pareja hace tres años y medio, y me separe. Mi pareja
era de chaco.
Mi novia vivió una situación atípica, con una familia “tribal”, manejaban a las hijas
como les parecía mejor. Mi pareja salió de ese círculo vicioso, se fue de Chaco, esa fue
una decisión valiente. La familia de ella boicoteaba la relación, trataban de hacerla
regresar, ofreciéndole puestos de trabajo en el gobierno, un auto.
Es licenciada en trabajo social. Ella sabía que eran sobornos, la madre y el padre
inventaban situaciones de enfermedad que después terminaron siendo ciertas, no sé si
fue un señuelo que se enfermaran. El padre utilizaba la enfermedad para manejar a los
hijos, les elegía la pareja. Comenzamos a tener problemas por si volvía con la familia, o
se quedaba conmigo en casa.
Los padres eran como el modelo de pareja ideal que debían seguir sus hijos.
Ella decide irse, no sé si por un tercero, volvió a su casa porque supuestamente su
padre estaba por morirse, tenía EPOC y nunca respeto el tratamiento, quizás eso
también lo hacían a propósito.
Ella se vuelve a comunicar conmigo después de tres meses, yo ya venía a la guardia, no
tenía asignada una psicóloga, pero por guardia me atendían siempre, iba conteniendo
la soledad. Sentía falta de compañía, hasta que aparece un sobrino mío, me pidió vivir
conmigo, entonces me encargue por vía legal de hacer todos los trámites para que me

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otorgaran la guarda, mi sobrino me conto que la madre le pegaba, tiene una situación
familiar complicada. Tengo dos sobrinos, pero Franco (el sobrino mas grande) vive
conmigo hace un año, el tiempo que me separe.
Franco dice que su mamá tiene un problema psiquiátrico, no sigue un tratamiento,
ejerce abusos físicos y verbales, se quiso suicidar adelante de ellos. Me dieron la
custodia de mi sobrino más grande y con el más pequeño no podía hacer nada porque
era menor de edad.
Ahora que se resolvieron mis problemas de depresión, me bajaron la medicación, estoy
bien, hice muchas amigas en una organización para la comunidad de gay, lesbianas y
trans, asisto a un grupo ahí; conocí a una chica, pero no es una relación estable, no veo
que tenga las condiciones que yo busco en una pareja, no es un bache para tapar, ella
sabe de mi anterior pareja, le cuento la verdad, los mensajes que me manda.
Yo tuve tres parejas, la primera a los 16 años. La segunda buscó asistencia acá, nos
separamos bien, nos respetamos mucho. Mi pareja estaba en terapia y un día me pidió
si podía acompañarla y acepte, ¡eras vos! (Le dice al profesor, comienza a contarle
sobre ella y su profesión, el profesor le pregunta por el nombre y finalmente recuerda
de quien estaba hablando).
Yo estudio, estoy haciendo el profesorado de historia, me faltan tres materias. (Cuenta
que siente interés por una materia que tuvo sobre psicología). Estaba muy interesada
en todo lo que decía, empecé a sentirme interpretada con algunas cosas que leí.
Al final de la materia me acerqué y le agradecí a la profesora, le conté sobre mi interés
y me dijo ¿No será hora de empezar una terapia? Y empecé, duro tres meses. Con ella
trate el tema de porque yo había decidido ser gay, tenía muchas preguntas sobre mi
sexualidad. Durante la semana escribía todas las preguntas que tenia, las escribía para
no olvidarlas, después iba y se las decía, primero hacia los test y después le hacia las
preguntas.
Yo fui una chiquita abusada y me dijo algo que nunca me habían dicho antes “vos no
tenés la culpa”, eso fue como un bálsamo para mi, palabras sanadoras, me dio un
abrazo.
A: ¿Podes hablar de eso?
P: Si puedo hablar de eso tranquilamente. Fue con un tío de mi papá, el abuso fue con
acceso carnal, también mediante regalos y sobornos.
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A: ¿sobornos?

P: Si, sobornos ¡mira! (Pareciera que se acordó de que utilizó la misma palabra
anteriormente para referirse a las actitudes de la familia de su ex pareja), también
mediante amenazas, yo hasta ese momento me sentía culpable por lo que había
pasado.

Sobre la pregunta que se hizo por la sexualidad: Yo creo que es una cuestión cultural,
uno elige lo que quiere hacer, pero también es empujado, nunca tuve problemas con
hombres, me relaciono, a mí los hombres no me erotizan, tengo dos buenos amigos
heterosexuales, ellos nunca me discriminan, me cuidan, puedo recibir los cuidados, esa
parte masculina que a las mujeres les gusta.

A: Eso podes recibir, los cuidados.

P: Yo nunca me siento invadida por mis amigos varones, mi problema ahora es que mi
ex pareja tiene apariciones esporádicas. Me dijo que se va a quedar en su casa porque
los padres la necesitan, yo le dije que la usan como bastoncillo, que los padres suelen
hacer eso, y ella es la hija soltera. Ella no lo ve así, siente que es imprescindible que se
quede, le dije: vos tenes como una regresión, volviste a ser hija de nuevo, acá tenías
todo, quizás tenes que vivir allá otras experiencias que antes no viviste; Ella también
fue abusada, por el cuñado, en reiteradas ocasiones. Yo no lo conté, lo conté de
grande. Mi vieja nunca vino a sesión, no tenía tiempo, se sentía presionada.

A: ¿Crees posible una relación entre el abuso y la decisión de ser gay?

P: Hay condicionamientos. Yo creo que a uno lo empujan a ser gay. Cuando era chica mi
mamá me alejaba de mi papá, era posesiva, ella hacia todo lo posible para cuidarme
por si mi papá me hacia algo. Mi mama tenía una familia de ocho hermanos, y los
maltrataban.
Mi papa era un tipo súper educado, nunca me pegó, lo único que hizo una vez fue dejar
de hablarme durante vario días. Mi papa jamás me hizo algo, era hijo único, tenía una
crianza modelo.

A: ¿Y eso te afectó?
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P: Si, eso me afectó mucho, porque teníamos una buena relación, con el tiempo
descubrí que mi mamá me alejaba de él porque ella también fue abusada. Al final todo
ese cuidado y sobreprotección no funcionó

A: ¿No había alguna forma que pudieran enterarse de lo que pasaba?

P: No había forma que se enteraran porque ellos trabajaban, el tío de mi papa venía
cuando ellos no estaban. Esos condicionamientos me hicieron tenerle miedo a la figura
masculina, me hizo poner una barrera. Tenía miedo a los hombres, que me atacaran.
Yo no tuve mi complejo de Edipo, fue solo mi madre, fue tan dominante. Mucha
presencia, que era ausencia también. Con mi papá el complejo de Edipo no estuvo, fue
todo mi mama.
El vínculo con mi mama no fue un vínculo amoroso, fue un vínculo que no quedo
cerrado. En un vínculo entre 2 mujeres, son los roles de madre-hija, tal vez en esa
búsqueda de la pareja, se busca una mamá, un afecto de una mamá.

A: ¿Te sentiste hija de tu pareja?

P: No me sentí hija de mi pareja, quizá en el afecto, en los cuidados.


Ahora que ya me siento bien y aprendí que el estar solo no es malo, si uno se siente
bien con uno mismo, ahora que estoy más equilibrada empieza como a invadirme mi ex
pareja, yo nunca la llame para cuidarme a mí misma, si la llamara no sería una
tratamiento progresivo.

A: ¿progresivo?

P: Volvería al mismo lugar.


Puedo conocer a otras personas, ella me deja mensajes y apunta a hacerme sentir
culpable porque no le contesto. A mí no me produce nada hablar con ella, me da pena
de que no encontró lo que los padres le prometieron y teníamos una linda pareja, mi
idea era hacer mas, proyectar. Yo me recibí de técnica electricista, estudie motores,
hago teatro.

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-El profesor le consulta sobre el pedido de consulta de ella.
Dice que su pregunta se relaciona sobre cómo actuar con su ex pareja, ahora que está
mejor.
P: ¿Qué hago? Yo ya puse límites, pero se sigue comunicando, siempre encuentra una
ventana para meterse, no quiero cambiar el número de teléfono, “no puedo cambiar el
chip”, el Facebook, me tendría que ir a otro país para perder el contacto, no hay
ventana que pueda dejar cerrada, siempre se filtra por algún lado, ya intente de todo.
Cuando aparece me hace pensar, para ella hablarle bien seria maltratarla, es decir
ponerle los puntos. Le escribí una carta, pero no como una revancha, sino aclarando las
cosas, “vos estas ahí porque lo elegiste”, yo le quiero poner un límite pero no lo
entiende. Me conto que está en Buenos Aires y que abrió mi mail y se drogo toda la
noche.
Una vez dando una clase empecé a sentir que el cuerpo me temblaba, pero la clase la
di bien, me vine a la guardia y me atendió una psiquiatra, me dijo que era un ataque
de pánico. Le conté que me estaba separando de mi pareja, que estaba en el colectivo
y me quería bajar, no soportaba la gente. Le conté que cuando salía de mi profesión mi
vida estallaba, lo de afuera explotaba, lloraba mucho, muchísimo.
Ahí me dio una dosis baja de un ansiolítico, bajísima, me hizo bien.
A mí me paso eso y busque ayuda acá y ella me cuenta que se droga, que al final
termina siendo peor, al otro día es peor.
¿Qué hago? Es una segunda etapa.

Termina presentación.

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