Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
En el día mundial del riñón que se celebra hoy 14 de Marzo, os mostramos la relación entre
diabetes y deterioro renal. La Sociedad Española de Diabetes (SED) advierte de que entre el 35
y 40% de las personas con diabetes desarrollan daño renal, por lo que se convierte en la
causa más frecuente de insuficiencia renal terminal en nuestro país.
Nuestros riñones son muy importantes ya que, entre otras funciones, favorecen la eliminación
de sustancias tóxicas de nuestro organismo, mantienen la presión arterial, contribuyen al
mantenimiento de la estructura ósea (evitando la osteoporosis) y a la correcta producción de
glóbulos rojos (evitando la anemia). Cuando sufrimos enfermedades renales agudas, suelen
presentarse síntomas, como por ejemplo la cara hinchada, elevación de la tensión arterial o
fatiga. “Sin embargo, las alteraciones renales crónicas, como las que produce la diabetes a lo
largo de los años en el riñón, en sus inicios no presentan síntomas y pasan inadvertidas”,
explica la Dra. Sonia Gaztambide, presidenta de la Sociedad Española de Diabetes (SED).
Para el despistaje anual es necesario hacer un análisis de orina al levantarse para determinar la
cantidad de microalbumuniria eliminada y de sangre (creatinina) para valorar el posible daño
renal causado por la diabetes.
La diabetes también puede causar daños en los nervios del cuerpo, que son los que
transportan mensajes entre el cerebro y otros órganos como la vejiga. Si los nervios de la
vejiga están dañados, es posible que el cuerpo no reconozca cuándo está llena y de lugar a
una vejiga neurógena con tendencia a la retención de orina. Además, al permanecer la orina
mucho tiempo en la vejiga, hay mas infecciones de las vías urinarias facilitadas a su vez por
los niveles elevados de azúcar.
La Sociedad Española de Diabetes aconseja seguir una serie de recomendaciones, sobre todo
en caso de padecer diabetes:
Controlar los niveles de glucosa en sangre desde el inicio de la diabetes y con los años
de evolución de la misma.
Controlar los niveles de colesterol y triglicéridos, ya que los niveles altos de lípidos en sangre
contribuyen a obstruir los vasos sanguíneos.
Reducir el consumo excesivo de proteínas. Para ello, se debe acudir a un profesional que le
indique la dieta más adecuada y saludable.
Mantener otras medidas saludables: dejar de fumar y realizar ejercicio con moderación.
Fuente: http://www.freedigitalphotos.net
La salud renal y la del corazón van de la mano: cómo actuar para evitar la enfermedad renal
Los enemigos del corazón como la vida sedentaria, el tabaquismo o la obesidad lo son
también de los riñones.
Los hombres tienen un mayor riesgo renal que las mujeres, en una proporción de
aproximadamente 1,5 a 1.
Los riñones están llenos de arterias y pequeños capilares, y todo lo que afecta a los vasos
sanguíneos tiene un efecto sobre ellos. De modo que la salud renal y la del corazón van muy
de la mano. Así puede entenderse que los enemigos del corazón como la vida sedentaria,
el tabaquismo o la obesidad lo son también de los riñones.
Los riñones depuran la sangre del organismo y colaboran con otros órganos para mantener la
composición corporal, como el pH o los niveles de bicarbonatos, sodio o potasio. Además,
estos órganos tienen una importante función endocrina al producir la eritropoyetina, una
hormona que envía señales a la médula ósea para producir más glóbulos rojos, y participar en
las últimas fases de la activación de la vitamina D en el cuerpo.
Según explica Roberto Martín, director médico de la Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo,
la enfermedad renal en muchos de los casos es 'silente' aunque los factores asociados al riesgo
cardiovascular pueden aumentar su incidencia. Como principal factor desencadenante de la
insuficiencia renal, Martín apunta a la diabetes del adulto, la diabetes tipo 2.
Los hombres tienen un mayor riesgo renal que las mujeres, en una proporción de
aproximadamente 1,5 a 1. La incidencia de la insuficiencia renal está disminuyendo pero los
últimos datos apuntan a una prevalencia de unos 1.100 enfermos por millón de habitantes, de
los que un 51% han pasado por un trasplante de riñón que funciona, un 44% está en
hemodiálisis y un 5% se somete a diálisis peritoneal.
Martín descifra algunos de los indicadores y recomendaciones más útiles para mantener sanos
los riñones:
Si se presenta algún síntoma como orina oscura, espuma en la orina, síntoma éste de
que se pierden muchas proteínas, o algún tipo de dolor hay que acudir al médico de
cabecera.
Siempre que se tengan molestias urinarias o infecciones de orina recurrentes hay que
consultar al especialista.
Los antiinflamatorios se encuentran entre los fármacos que más dañan la salud renal,
al incidir en gran medida sobre su capacidad de filtrado, y su abuso puede dar lugar a
un fracaso renal agudo. El uso de analgésicos de manera indiscriminada puede tener
efectos muy patentes al agravar los casos de insuficiencia renal.
Aunque no existen alimentos malos para los riñones sí que debe controlarse la ingesta
de sodio (sal), sobre todo en los hipertensos, y aquellos que perjudican la salud de los
diabéticos, además de controlar las grasas y los factores que inciden sobre la salud de
los vasos sanguíneos.