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ENCONTRADO

Encontrado EL PRIMER
el primer CONCIERTO
concierto para saxofón y PARA
orquesta del
mundo tras 117 años de búsqueda. 13-02-2019
SAXOFÓN DEL MUNDO TRAS 117 AÑOS
Una obra maestra musical de la historia musical belga, el primer concierto para saxofón
y orquesta de Paul Gilson (compuesto en 1901) fue finalmente encontrado por el
director de orquesta y especialista en viento belga Luc Vertommen.

Una comisión especial desde Boston


Elise Hall, una famosa mecenas y saxofonista aficionada, fue directora del Club Orquestal de
Boston. Es conocida principalmente porque Claude Debussy compuso para ella su Rapsodia para
saxofón y orquesta.

Hall empezó a tocar el saxofón por recomendación de su médico —para contrarrestar su


creciente sordera— y estudió en el Conservatorio de París. Fue la primera saxofonista que actuó
como solista con la Boston Symphony Orchestra. Además, Hall encargó a 17 compositores
(principalmente franceses) entre 1900 y 1920, que escribieran 22 obras para el nuevo instrumento
presentado en 1841 por Adolphe Sax.

Alrededor de 1895, Claude Debussy recibió este singular encargo. Se apresuró a recoger el

significativo cheque, pero se olvidó por completo de terminar la pieza. Trabajó de forma
intermitente entre 1901 y 1908. Fue entonces cuando Hall recibió finalmente el trabajo terminado

de Debussy.

Un notable compositor belga


El único compositor belga en la lista de Hall fue Paul Gilson, el más destacado en la Bélgica de la
segunda mitad del siglo XIX. Gilson ganó fama internacional con su primer concierto para saxofón
y orquesta (1901-1902), ya que fue la primera obra de este tipo que el mundo había escuchado.

En este trabajo, Gilson usa todas las posibilidades virtuosísticas y musicales del saxofón. Para Elise

Hall, el concierto resultó demasiado difícil, por lo que nunca lo interpretó. En consecuencia, la

partitura no terminó en la colección de Hall en el Conservatorio de Nueva Inglaterra en Boston,

donde se encuentran las otras obras encargadas por ella. Debido a que la partitura orquestal se

perdió, el concierto nunca se pudo interpretar con una orquesta sinfónica en su forma original. La

única fuente disponible fue una reducción para piano, de la que el compositor eliminó la

dedicatoria a Elise Hall, como una forma de venganza por no estrenar nunca la obra.

Una larga búsqueda


Después de la muerte de Gilson en 1942, muchas de sus partituras originales se perdieron.
Algunas de las obras restantes se conservaron en el Fondo Paul Gilson de la biblioteca del Real
Conservatorio de Bruselas, gracias a una donación de Gaston Brenta, alumno de Gilson. Otro de
sus alumnos, además de amigo, Jules Blangenois, recibió gran parte de su trabajo para vientos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, uno de los alumnos de Blangenois huyó al sur de Francia con
una parte del archivo de Gilson. Allí, los manuscritos aparecieron hace unos años después de la
muerte de Blangenois, encontrados en el interior de algunos muebles viejos comprados en una
tienda de antigüedades. El anterior propietario contactó con el experto en Gilson Luc Vertommen,
terminando así la larga búsqueda con el regreso de la partitura original a su país natal.

La partitura se obtuvo con el apoyo de la biblioteca del Conservatorio de Bruselas y del

doctorando y saxofonista Kurt Bertels, con la esperanza de que esta obra única (el primer

concierto para el invento musical más innovador de un belga y por parte del compositor más

importante de su generación) se refleje pronto en los escenarios de conciertos nacionales e

internacionales, 117 años después.

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