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PRODUCTO DE HISTOLOGÍA

Tema: Tejido sanguíneo


Grupo: A
Semestre: 2
Docente: Dra. Jessica Moscoso
Integrantes: Natalia Dominguez Yaveta 201902460
Diego Jiménez Rojas 201901270
Fabiola Jordán López 201900024
Marco A. Lazarte Montaño 201902524
Miguel Ángel Soto Villarreal 201801159
Josué Villarroel Murillo 201802524
Fecha: 22 de noviembre, 2019
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Dedicatoria:

El presente trabajo investigativo lo dedicamos principalmente a Dios, por ser el inspirador y


darnos fuerza para continuar en este proceso de obtener uno de los anhelos más deseados.

A todas las personas que nos han apoyado y han hecho que el trabajo se realice con éxito, en
especial a aquellos que nos abrieron las puertas y compartieron sus conocimientos.
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Agradecimiento:

Agradecemos a Dios por bendecirnos la vida, por guiarnos a lo largo de nuestra existencia,
ser el apoyo y fortaleza en aquellos momentos de dificultad y de debilidad.

Gracias a nuestros padres, por ser los principales promotores de nuestros sueños, por confiar
y creer en nuestras expectativas, por los consejos, valores y principios que nos han inculcado.

Agradecemos a nuestra docente de la Universidad Evangélica Boliviana, Dra, Jessica


Moscoso, por haber compartido sus conocimientos a lo largo de la preparación de nuestra
profesión en la materia de Histología II.
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Índice:
1. Introducción
2. Contenido
Capítulo I: Tejido sanguíneo
1.1 Generalidades de tejido sanguíneo
1.2 Plasma
1.3 Eritrocitos
1.4 Leucocitos
1.4.1 Neutrófilos
1.4.2 Eosinófilos
1.4.3 Basófilos
1.4.4 Linfocitos
1.4.5 Monocitos
1.5 Trombocitos
1.6 Médula ósea

Capítulo II: Hematopoyesis


2.1 Concepto
2.2 Formación de eritrocitos
2.3 Formación de trombocitos
2.4 Formación de granulocitos
2.5 Formación de monocitos
2.6 Formación de linfocitos

Capítulo II: Hemograma


3.1 Concepto
3.2 Función
3.3 Valores de referencia

Capítulo III: Correlaciones clínicas


4.1 Sistemas de grupos sanguíneos AB0 y Rh
4.2 Hemoglobina en pacientes con diabetes
4.3 Trastornos hereditarios de los neutrófilos
4.4 Degradación de la sangre e ictericia
4.5 Celularidad de la médula ósea

3. Conclusión
4. Anexos
5. Bibliografía
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1. Introducción
El concepto de tejido sanguíneo refiere a aquél que está compuesto por una matriz
líquida y por distintas clases de células. Por lo general, el tejido sanguíneo es
calificado como un tejido conectivo especializado, que es la denominación de
aquellos tejidos que permiten la integración de los diferentes sistemas orgánicos y
que facilitan su sostén. Para algunos expertos, en cambio, el tejido sanguíneo es uno
de los tejidos primordiales.
En el tejido sanguíneo puede diferenciarse una fase líquida (el plasma sanguíneo) y
una fase sólida (compuesta por las plaquetas, los glóbulos blancos y los glóbulos
rojos). Ambas fases reciben el nombre de componentes sanguíneos: la fase líquida es
el componente sérico, mientras que la fase sólida es el componente celular.
Los vasos sanguíneos contienen el tejido sanguíneo y permiten que éste sea
distribuido por el cuerpo. Entre las diversas funciones que cumple, se encuentran el
traslado de oxígeno, la provisión de nutrientes y el transporte de células y de diversas
sustancias.
El sistema circulatorio es el responsable de la circulación del tejido sanguíneo por el
organismo. El órgano que impulsa la actividad circulatoria es el corazón, que bombea
la sangre a través de las venas, las arterias y los capilares.
Entre las principales funciones de la sangre destacan tres.
 Transportar nutrientes y oxígeno desde el aparato digestivo y los pulmones,
respectivamente, al resto de las células del organismo, y productos de desecho
desde las células hasta el riñón y los pulmones. Es la principal vía de
comunicación entre células distantes para el intercambio de señales como las
hormonas.
 Homeostasis general o regulación del estado general del cuerpo, como el
mantenimiento de una temperatura corporal corporal homogénea o un pH
estable.
 Protección frente a heridas mediante su capacidad de coagulación, y defensa
frente a patógenos externos o células malignas internas gracias a las células
del sistema inmunitario, que utilizan la red de vasos sanguíneos para viajar a
cualquier parte del organismo.
Las células sanguíneas se clasifican en dos tipos: eritrocitos o glóbulos rojos y
leucocitos o glóbulos blancos. La sangre también contiene fragmentos celulares
denominados plaquetas. Los leucocitos se dividen a su vez en granulares: neutrófilos,
basófilos y eosinófilos, y en agranulares: linfocitos y monocitos. Entre el componente
celular, la mayoría son eritrocitos (99% de la células), el resto son leucocitos y
plaquetas. Todas las células de la sangre derivan de una célula madre adulta común,
que en los organismos adultos se encuentran en la médula ósea.
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2. Contenido
Capítulo I: Tejido sanguíneo
1.1 Generalidades de tejido sanguíneo
La sangre es considerada por numerosos autores como un tipo especializado de
tejido conectivo compuesto de elementos celulares (células y fragmentos
celulares) y una matriz extracelular líquida denominada plasma sanguíneo. La
sangre se encuentra en el interior de los vasos sanguíneos y del corazón, y circula
por todo el organismo impulsada por las contracciones del corazón y por los
movimientos corporales.
La cantidad de sangre en el cuerpo humano depende del tamaño; una persona de
unos 70 Kg tiene 5 o 6 litros de sangre. La temperatura de la sangre en el cuerpo
humano es de 38 ºC, un grado más que el cuerpo. La mayor temperatura de la
sangre respecto a la temperatura corporar general puede deberse a la fricción de
la sangre al circular por los vasos sanguíneos, sobre todo los de pequeño calibre.
Las células sanguíneas se clasifican en dos tipos: eritrocitos o glóbulos rojos y
leucocitos o glóbulos blancos. La sangre también contiene fragmentos celulares
denominados plaquetas. Los leucocitos se dividen a su vez en granulares:
neutrófilos, basófilos y eosinófilos, y en agranulares: linfocitos y monocitos.
Entre el componente celular, la mayoría son eritrocitos (99% de las células), el
resto son leucocitos y plaquetas. Todas las células de la sangre derivan de una
célula madre adulta común, que en los organismos adultos se encuentran en la
médula ósea.
Cuando se centrifuga la sangre los diferentes elementos que la componen se
separan por densidad. El componente más pesado son los eritrocitos que quedan
en el fondo del tubo, más arriba están los linfocitos y plaquetas formando una fina
banda blanquecina, mientras que el plasma es el componente más ligero y queda
en la parte superior. La sangre típica contiene en hombres un 47% de promedio
de eritrocitos, mientras que en mujeres es de un 41 %. Esto es lo que se denomina
hematocrito, es decir, el porcentaje de volumen de glóbulos rojos respecto al total
del volumen sanguíneo. El porcentaje de leucocitos y plaquetas es menos del 1
%. El resto es plasma. (ver anexo 1)
El color rojo de la sangre se debe a la gran cantidad de hemoglobina que hay en
el interior de los eritrocitos, con un color más oscuro cuando tienen poco oxígeno.
El suero es el plasma al que se le han eliminado los agentes coagulantes. (Manuel
Megías Pacheco, 2017)
Muchas de las funciones de la sangre son las siguientes:
 Transporte de sustancias nutritivas y oxígeno hacia las células en forma
directa o indirecta.
 Transporte de desechos y dióxido de carbono desde las células.
 Distribución de hormonas y otras sustancias reguladoras a las células y los
tejidos.
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 Mantenimiento de la homeostasis porque actúa como amortiguador


(buffer) y participa en la coagulación y la termorregulación.
 Transporte de células y agentes humorales del sistema inmunitario que
protege al organismo de los agentes patógenos, proteínas extrañas y
células transformadas (es decir, células cancerosas). (Wojciech Pawlina,
2007)

1.2 Plasma
El plasma es la fracción acelular de la sangre. Se obtiene al dejar a la sangre
desprovista de células como los glóbulos rojos y los glóbulos blancos. Está
compuesto por un 90 % de agua, un 7 % de proteínas, y el 3 % restante por grasa,
glucosa, vitaminas, hormonas, oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno, además
de productos de desecho del metabolismo como el ácido úrico. A estos se les
pueden añadir otros compuestos como las sales y la urea. Es el componente
mayoritario de la sangre, representando aproximadamente el 55% del volumen
sanguíneo total, mientras que el 45 % restante corresponde a los elementos formes
(tal magnitud está relacionada con el hematocrito). (Neil A. Campbell, 2007)
Las proteínas del plasma son las substancias más abundantes del plasma y están
presentes en tres tipos importantes, a saber, albúmina, globulinas, y fibrinógeno.
Desempeñan papeles especializados como sigue:
 Albúmina: Las ayudas de la albúmina mantienen la presión osmótica
coloide de la sangre. Es la más pequeña de tamaño entre las proteínas del
plasma pero compone el porcentaje más grande. La presión osmótica
coloide de la sangre está importante en mantener un equilibrio entre el
agua dentro de la sangre y ésa en el líquido de tejido, alrededor de las
células. Cuando las proteínas del plasma son deficientes, el agua en el
plasma filtra fuera en el espacio alrededor de los vasos sanguíneos y puede
dar lugar a edema intersticial, a una característica de los desordenes del
hígado, a enfermedad de riñón y a la desnutrición, por ejemplo. Las ayudas
de la albúmina también transportan muchas substancias tales como drogas,
hormonas, y ácidos grasos.
 Globulinas: Las globulinas son de tres tipos, alfa, beta, y gamma, de la
más pequeño a la más grande. Las gamaglobulinas se llaman los
anticuerpos. Las globulinas alfa incluyen las lipoproteínas de alta densidad
(HDL) que son importantes en grasas que llevan para las células para
construir diversas substancias así como para el metabolismo energético.
HDL es el más conocido para su papel en la prevención de la formación
de placas manteniendo el colesterol transporte dentro de la sangre. Las
lipoproteínas de baja densidad (LDL) son las globulinas beta que
transportan la grasa a las células para la síntesis de la membrana celular
del esteroide y. También asciende la formación de placas del colesterol
que es un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca arterial.
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Los anticuerpos o las globulinas gammas también se llaman las


inmunoglobulinas. Son producidos por los linfocitos de B, un subconjunto
de las células inmunes. Los anticuerpos son responsables de la función
inmune humoral de la carrocería, reconociendo patógeno vía los
receptores específicos y neutralizándolos por los diversos mecanismos.
 Fibrinógeno: El fibrinógeno es un precursor soluble importante del factor
de coagulación del plasma, que se convierte a una proteína llamada fibrina
en contacto con una superficie pegajosa. Las roscas de la fibrina formadas
de esta manera atrapan las plaquetas para formar el coágulo primario de la
plaqueta en el cual un coágulo de sangre estable es formado por el proceso
de la coagulación. (Dr. Liji Thomas, 2018) (ver anexo 2)

1.3 Eritrocitos
Eritrocitos, llamados también hematíes o glóbulos rojos, son los elementos formes
(células) más numerosos de la sangre (alrededor de 5 000 000 por mm³), que
tienen un tamaño bastante uniforme (diámetro de unos 7.5µm) y la forma de
discos bicóncavos, por lo que al observarlos con el microscopio se aprecia una
zona central más clara. Reciben su nombre porque en grandes cantidades le
proporcionan el color rojo a la sangre, aunque al observarlos aislados en
preparaciones de sangre fresca (sin teñir), presentan un color amarillo verdoso.
(Ver anexo 3)
Los eritrocitos se caracterizan por que su contenido fundamental es la
hemoglobina, que le proporciona al eritrocito su color característico y la función
de transportar el oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos, y parte del dióxido
de carbono desde los tejidos hasta los pulmones, participa de esta manera en el
proceso de la respiración. Además, como todas las proteínas, contribuye a
mantener el equilibrio ácido-básico de la sangre al actuar como un sistema
amortiguador del pH sanguíneo (sistema buffer o tampón). (Javier Martín
Campos, 2010)

1.4 Leucocitos
Los leucocitos son un conjunto heterogéneo de células sanguíneas que son
ejecutoras de la respuesta inmunitaria, interviniendo así en la defensa del
organismo contra sustancias extrañas o agentes infecciosos (antígenos). Se
originan en la médula ósea y en el tejido linfático. Los leucocitos son producidos
y derivados de unas células multipotenciales en la médula ósea, conocidas como
células madre hematopoyéticas. Los glóbulos blancos se encuentran en todo el
organismo, incluyendo la sangre y el tejido linfoide. (Anthea Maton, 1997)
Los glóbulos blancos se clasifican en granulares y agranulares. Todos tienen
granos azurófilos pero los granos específicos son característicos de los granulares.
Los leucocitos granulares son los neutrófilos, eosinófilos y basófilos , mientras
que los no granulares son los linfocitos y los monocitos. (Manuel Megías
Pacheco, 2017) (ver anexo 4)
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1.4.1 Neutrófilos
Los neutrófilos son leucocitos de tipo granulocito también denominados
polimorfonucleares (PMN). Miden de 9 a 12 μm y es el tipo de leucocito más
abundante de la sangre en el ser humano, representando en torno al 60-70 % de
los mismos. Su periodo de vida media es corto, durando horas o algunos días. Su
función principal es la fagocitosis de bacterias y hongos Y X.
Se llaman neutrófilos porque no se tiñen con colorantes ácidos ni básicos, por lo
que su citoplasma al microscopio óptico aparece de color rosa suave. Se
caracterizan por presentar un núcleo con cromatina compacta segmentada
multilobulado —de 2 a 5 lóbulos conectados por delgados puentes—. (G. Gigolo,
2010)
Presentan gránulos azurófilos, pero en mayor cantidad granos específicos con un
contenido en lisozimas, activadores del complemento, colagenasas, etcétera. Son
uno de los principales tipos celulares que intervienen en la defensa frente a las
infecciones bacterianas. (Manuel Megías Pacheco, 2017) (ver anexo 5)

1.4.2 Eosinófilos
Los eosinófilos son uno de los distintos tipos celulares que forma parte del sistema
inmunitario. Estas células participan en la respuesta inmune ante infecciones, pero
pueden estar implicadas en variedad de patologías, como procesos inflamatorios
o alergias. (Anónimo, 2015)
Los eosinófilos representan del 2 al 5% de la población leucocitaria. Su núcleo es
bilobulado y en su citoplasma los granos específicos se caracterizan por su fuerte
apetencia por colorantes ácidos como la eosina. Estos granos poseen proteínas de
carácter básico como la proteína básica mayor y la proteína catiónica eosinófila,
las cuales intervienen en la lucha contra las infecciones parasitarias, además de
histaminasas encargadas de neutralizar la acción de la histamina en reacciones
alérgicas. (Manuel Megías Pacheco, 2017) (ver anexo 5)

1.4.3 Basófilos
Los basófilos son los leucocitos granulares menos abundantes y más pequeños,
representando el 0.5% del total. Su núcleo es poco lobulado. Se caracterizan por
poseer granos específicos que se tiñen con colorantes básicos como la
hematoxilina. El contenido en heparina e histamina de sus granos específicos, así
como la presencia en su membrana plasmática de receptores para las
immunoglobulinas E, hace pensar que actúan en el tejido conjuntivo en
cooperación con las células cebadas o mastocitos. (Manuel Megías Pacheco,
2017) (ver anexo 5)
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1.4.4 Linfocitos
Los linfocitos son tras los neutrófilos los leucocitos más abundantes,
representando del 20 al 35 % de las células sanguíneas. Son células pequeñas,
aunque se puede encontrar una cierta variabilidad en su tamaño, lo cual parece no
estar relacionado con los diferentes tipos de linfocitos. Los dos grandes grupos de
linfocitos son los B y los T. Ambos principales responsables de las respuestas de
defensa inmune del organismo. (Manuel Megías Pacheco, 2017) (ver anexo 5)

1.4.5 Monocitos
Éstos se caracterizan por tener un tamaño grande en los frotis sanguíneos y por
presentar un núcleo arriñonado. Los monocitos contribuyen a las respuestas de
defensa del organismo, abandonando la sangre y desplazándose al lugar de la
infección o daño, donde se convierten en macrófagos. (Manuel Megías Pacheco,
2017) (ver anexo 5)

1.5 Trombocitos
Las plaquetas, también conocidas como trombocitos, son pequeños fragmentos de
células sanguíneas. Se forman en la médula ósea, un tejido similar a una esponja
en sus huesos. Las plaquetas juegan un papel importante en la coagulación de la
sangre. Normalmente, cuando uno de sus vasos sanguíneos se rompe, comienza a
sangrar. Las plaquetas se coagularán (se agruparán) para tapar la lesión en el vaso
sanguíneo y detener el sangrado. Puede tener diferentes problemas con sus
plaquetas:
 Si su sangre tiene un bajo número de plaquetas, se llama trombocitopenia.
Esto puede ponerlo en riesgo de hemorragia leve a grave. El sangrado
puede ser externo o interno. Puede tener varias causas. Si el problema es
leve, es posible que no necesite tratamiento. Para casos más graves, es
posible que necesite medicamentos o transfusiones de sangre o plaquetas
 Si su sangre tiene demasiadas plaquetas, puede tener un mayor riesgo de
coágulos de sangre (Medline, 2019) (ver anexo 5)

1.6 Médula ósea


La médula ósea está compuesta por vasos sanguíneos, las unidades especializadas
de vasos sanguíneos llamadas sinusoides y una red similar a una esponja de
células hematopoyéticas. Los sinusoides de la médula ósea proporcionan una
barrera entre el compartimento hematopoyético y la circulación periférica. En los
cortes, las células hematopoyéticas parecen que forman “cordones” entre
sinusoides o entre sinusoides y hueso. El sinusoide de la médula ósea roja es una
unidad vascular única. Se localiza en la posición normalmente ocupada por un
capilar; es decir, que se interpone entre las arterias y las venas. Se cree que derivan
de vasos que han irrigado el tejido óseo cortical.
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Los sinusoides se originan a partir de estos vasos en la unión corticomedular. La


pared sinusoide consiste en un revestimiento endotelial, una lámina basal
discontinua y un recubrimiento incompleto de células adventicias. El endotelio es
un epitelio plano simple. La célula adventicia, también llamada célula reticular,
envía extensiones laminares en la sustancia de los cordones hematopoyéticos, que
proporcionan cierto grado de sostén a las células sanguíneas en desarrollo.
Además, las células adventicias producen fibras reticulares. También actúan
estimulando la diferenciación de las células de las series hematopoyéticas en los
elementos figurados maduros de la sangre por la secreción de varias citocinas (p.
ej., CSF , IL-5, IL-7). Cuando la hematopoyesis y el paso de las células maduras
hacia los sinusoides son activos, la célula adventicia y la lámina basal son
desplazadas por las células sanguíneas maduras al aproximarse al endotelio para
entrar en el sinusoide desde la cavidad medular ósea.
El sistema de sinusoides de la médula ósea es una circulación cerrada; los
elementos figurados nuevos tienen que atravesar el endotelio para entrar en la
circulación. Conforme una célula sanguínea ya madura o la prolongación de un
megacariocito empuja una célula endotelial, se comprime la membrana
plasmática abluminal contra la membrana plasmática luminal hasta que ambas se
fusionan, y forman así un orificio o abertura transitoria. La célula migrante o la
prolongación del megacariocito perfora literalmente la célula endotelial. Por lo
tanto, la migración a través del endotelio de la médula ósea es un fenómeno
transcelular y no intercelular. Cada célula de la sangre debe pasar a través de una
abertura para entrar en la luz de un sinusoide. Del mismo modo, una prolongación
de megacariocitos debe sobresalir a través de una abertura de manera que las
plaquetas puedan liberarse directamente a la luz del sinusoide. La abertura está
limitada por la membrana plasmática fusionada y de este modo se mantiene la
integridad de la célula endotelial durante el paso transcelular. Una vez que la
célula sanguínea ha completado su paso a través de la abertura o el megacariocito
que ha emitido las plaquetas retrae su prolongación, la célula endotelial se
“autorrepara” y la abertura desaparece. En la médula ósea roja activa, los cordones
de las células hematopoyéticas contienen principalmente células sanguíneas en
desarrollo y megacariocitos. Los cordones también contienen macrófagos,
mastocitos y algunas células adiposas. Si bien los cordones de tejido
hematopoyético parecen desorganizados, los tipos específicos de células
sanguíneas se desarrollan en cúmulos o nidos. Cada nido eritropoyético contiene
un macrófago. Estos nidos están ubicados cerca de la pared de un sinusoide. Los
megacariocitos también están ubicados junto a la pared sinusoidal y emiten sus
plaquetas directamente en el sinusoide a través de aberturas en el endotelio. Los
granulocitos se desarrollan en nidos celulares alejados de la pared sinusoidal.
Cuando está maduro, el granulocito migra hacia el sinusoide y entra en la
circulación.
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La médula ósea que no es activamente hematopoyética contiene sobre todo


adipocitos, lo que le da el aspecto de tejido adiposo. La médula ósea inactiva se
llama médula ósea amarilla. Es la forma principal de médula ósea en la cavidad
medular de los huesos del adulto que ya no son hematopoyéticamente activos,
como los huesos largos de los brazos, piernas, dedos de manos y pies. En estos
huesos, la médula ósea roja se ha sustituido completamente por la grasa. Incluso
en la médula ósea hematopoyéticamente activa en los seres humanos adultos,
como las costillas, vértebras, pelvis y cintura escapular, alrededor de la mitad del
espacio medular está ocupado por tejido adiposo y la otra mitad por tejido
hematopoyético. No obstante, la médula ósea amarilla retiene su potencialidad
hematopoyética y, si es necesario, como ocurre después de una hemorragia grave,
puede volver a convertirse en médula ósea roja tanto por la extensión del tejido
hematopoyético hacia la médula amarilla como por la repoblación de esta última
con citoblastos circulantes. (Wojciech Pawlina, 2007)
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Capítulo II: Hematopoyesis


2.1 Concepto
La hematopoyesis es la producción de células sanguíneas (hema, “sangre”;
poiesis, “formación”). En el ser humano se lleva a cabo en la médula ósea durante
toda la vida; este tejido es uno de los más activos en cuanto a proliferación.
No sólo la médula ósea es un órgano hematopoyético, pues durante la vida
embrionaria y fetal otros órganos tienen esta función. La hematopoyesis inicia en
el saco vitelino, alrededor de la segunda semana de gestación (fase mesoblástica).
Continúa alrededor de la quinta semana en el hígado y posteriormente en el bazo,
son estos dos los que toman esta función y son los responsables de la
hematopoyesis en el segundo trimestre del embarazo (fases hepática y esplénica).
La médula ósea inicia la producción sanguínea a partir del cuarto mes y continúa
con esta función durante toda la vida de la persona (fase mieloide). Sólo en
condiciones patológicas el hígado y el bazo pueden recuperar su función
hematopoyética después del nacimiento. (Dra. Teresa Fortoul, 2010)

2.2 Formación de los eritrocitos


La producción de eritrocitos (eritropoyesis) tiene lugar en la médula ósea bajo el
control de la hormona eritropoyetina (EPO). Las células yuxtaglomerulares del
riñón producen EPO en respuesta a la disminución del aporte de oxígeno (como
en la anemia y la hipoxia) y los mayores niveles de andrógenos. Además de la
EPO, la eritropoyesis requiere suministros adecuados de sustratos, principalmente
hierro, vitamina B12 y ácido fólico.
Los glóbulos rojos sobreviven unos 120 días. Entonces, pierden su membrana
celular y son eliminados, en gran medida, de la circulación por las células
fagocíticas del bazo, el hígado y la médula ósea. La hemoglobina (Hb) es
degradada en estas células y en los hepatocitos fundamentalmente por el sistema
de la hemooxigenasa, que conserva (para reutilizar) el hierro, degrada el grupo
hemo a bilirrubina mediante una serie de pasos enzimáticos y reutiliza las
proteínas. El mantenimiento de una cantidad estable de eritrocitos requiere una
renovación diaria de 1/120 de las células; se liberan en forma continua eritrocitos
inmaduros (reticulocitos), que representan del 0,5 al 1,5% de la población de
eritrocitos periféricos.
Con el envejecimiento, la Hb y el hematocrito (Hto) disminuyen ligeramente, pero
no por debajo de los valores normales. En las mujeres, otros factores que suelen
contribuir a reducir los niveles de eritrocitos son la pérdida de la sangre menstrual
y la mayor demanda de hierro en los embarazos. (Evan M. Braunstein, 2017)

2.3 Formación de los trombocitos


Trombopoyesis es el proceso mediante el cual se generan las plaquetas que
promueven la coagulación para impedir la pérdida de sangre en caso de una lesión
vascular.
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Conviene remarcar que, a diferencia de otras líneas hematopoyéticas, el producto


final no son células maduras. Las plaquetas son fragmentos citoplasmáticos
desprendidos del último precursor hematopoyético de la línea
trombocitopoyética. Son el motivo por el que, en la composición sanguínea, se
habla de elementos formes en lugar de hablar de células sanguíneas, ya que en
ésta última definición quedan excluídas las plaquetas.
 El megacarioblasto es el primer precursor hematopoyético de la linea
trombocitopoyética. Se trata de una célula de gran tamaño, de forma
irregular y con un diámetro de 15-30 µm.
 El promegacariocito es el segundo precursor hematopoyético de la linea
trombocitopoyética. Cuenta con un tamaño mayor que su antecesor
directo, con un diámetro celular de 30-50 µm.
 Megacariocito, también llamado megacariocito granular. Prosigue con la
tendencia de tener un tamaño mayor que su antecesor trombocitopoyético.
Cuenta con un diámetro celular de entre 50-80 µm.
 Metamegacariocito, también conocido como megacariocito maduro o
megacariocito liberador de plaquetas. Es la célula de mayor tamaño
presente en la médula osea, con un diámetro celular de 80-100 µm.
 Plaqueta, también denominada trombocito. Es el producto final de la
trombocitopoyesis. Una plaqueta es un fragmento de citoplasma del
metamegacariocito. Tiene forma variable, aunque suele predominar su
forma de disco. Tiene un diámetro de 2-4 µm.
Cuenta con un citoplasma ligeramente acidófilo, de color rosa paĺido.
Además, contiene en su interior pequeños gránulos azurófilos. (Francisco
Rodríguez, 2017)
Durante la trombocitopoyesis, los precursores hematopoyéticos siguen un patrón
en su fase de maduración. Este patrón está compuesto por una serie de cambios
progresivos:
 Reducción de la relación núcleo/citoplasma.
 Desaparición de los nucléolos.
 Aumento de la granulación.
 Aumento del tamaño celular.
 Endomitosis, causante de la poliploidía con sus núcleos lobulados.

2.4 Formación de los granulocitos


La granulopoyesis es el proceso de renovación de las células granulocíticas que
circulan en la sangre y que forman parte del sistema de defensa del organismo. La
granulopoyesis ocurre en la médula ósea.
Durante el proceso de la granulopoyesis, las células van sufriendo una serie de
cambios a medida que estas van diferenciándose en células más maduras.
Los cambios más destacados son:
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 Disminución del tamaño de las células.


 Disminución de la relación núcleo – citoplasma (núcleo más pequeño y
citoplasma más amplio).
 Condensación y fragmentación del núcleo.
 Invisibilidad de los nucléolos.
 Aparición de gránulos primarios y luego secundarios en el citoplasma.

2.5 Formación de los monocitos


Por monopoyesis se conoce la formación de monocitos a partir de las UFC-M
(Unidad Formadora de colonias Monocíticas o monocitos). Su formación está
caracterizada por dos fases de maduración que se consideran las más importantes:
 Monoblastos: Células de 18 a 22uM de diámetro similares a los
mieloblastos, con la diferencia del que el núcleo es más claro y la
cromatina nuclear mucho menos diferenciada.
 Promonocitos: Células de 20uM de citoplasma azulado grisáceo, donde
no es posible distinguir a los nucleolos. Es posible distinguir
granulaciones azurófilas.
Los monocitos se pueden localizar como células fijas en órganos como el bazo,
los alveolos pulmonares, y las células de Kupffer del hígado. Su función principal
consiste en fagocitar bacterias, micobacterias, hongos, protozoos, o virus.
(Anonimo, 2007)

2.6 Formación de los linfocitos


La linfopoyesis es el proceso del desarrollo hematopoyético, en el que se forman
los Linfocitos y células Natural Killers (NK), a partir de una célula madre
hematopoyética. Cada una de las células que se forman (Linfocitos B, Linfocitos
T y Cél. Natural Killers), tiene una génesis y proceso de maduración
independiente, que culmina en distintos órganos.
La diferenciación de las células linfocíticas se desarrolla en la médula ósea
(órgano hematopoyético principal), aunque la maduración de los linfocitos T y B,
se produce en distintos órganos: Linfocitos B, en el Bazo; Linfocitos T, en el
Timo.
Los linfocitos B se forman en la médula ósea, y su desarrollo consta de dos partes
distintas: Una fase independiente de la preséncia de antígeno y una fase
dependiente de antígeno. La primera fase de diferenciación, se distingue por la
producción de Inmunoglobulina M (IgM), su presentación en la membrana celular
y la selección de los linfocitos idóneos en el Bazo. Y la segunda fase de
diferenciación, se produce cuando los linfocitos presentes en los órganos
linfáticos, entran en contacto con los antígenos presentes en el organismo, debido
a una infección.
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Una vez los linfocitos B han producido la Inmunoglobulina M y la muestran en la


membrana plasmática, estos se dirigen hacia el Bazo con la finalidad de ser
seleccionados. Es en una zona concreta del Bazo, PALS, donde entran en contacto
con una serie de Linfocitos T. La función de estos, es presentar a los los linfoctios
B antígenos propios del organismom para comprovar su respuesta. Aquellos que
respondan a los antígenos específicos del propio organismo, serán eliminados,
mientras que aquellos linfocitos que no respondan a estos antígenos (1-3%),
sobrevivirán y madurarán en un proceso posterior y dependiente de antígeno. Este
hecho se denomina Selección Positiva/Negativa y tiene la finalidad de eliminar
aquellos linfocitos que puedan responder contra sustancias propias del organismo
y causar una respuesta inmune (enfermedades autoinmunes).
Por otra parte los linfocitos T, también sufren un proceso de maduración, pero
estos, a diferencia de los linfocitos B, lo producen des del inicio en el Timo,
mediante la migración de los progenitores hematopoyéticos de la médula ósea
hacia ese órgano. La maduración primaria de los linfocitos T consiste en la
producción y presentación en la membrana del receptor de célula T (RCT),
estructura imprescindible para la función de activación de los linfocitos T.
Posteriormente a este proceso de producción del receptor T, los linfocitos,
sufrirán, también, una Selección Positiva/Negativa. Ahora bién, esta selección
está relacionadad con el Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH) y la
afinidad de su receptor por éste. Aquellos linfocitos T con RCT afín a CMH I,
evolucionarán y madurarán en linfocitos T8, mientras que aquellos linfocitos con
RCT afín a CMH II, se converitrán en Linfocitos T4.
Y por último, la producción final de células que forman parte de la linfopoyesis,
se relaciona con las células Natural Killers. Es un proceso simple, en el que los
progenitores hematopoyéticos, empiezan a desarrollarse y evolucionar en Células
Natural Killers, con la presencia imprescindible de la acción de Interleucina 15
(IL-15).
16

Capítulo III: Hemograma


3.1 Concepto
El hemograma es un examen de sangre que permite realizar un recuento sanguíneo
de las tres células principales: glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.
Con un conteo de este tipo de células es posible confirmar el diagnóstico de
algunas enfermedades, según si estas células están sobre o bajo el rango normal.
También permite detectar respuestas adversas a diferentes tratamientos. (Dra.
María Jesús Vial, 2019)

3.2 Función
Un hemograma completo es un análisis de sangre frecuente que se realiza por una
variedad de motivos:
 Para controlar tu salud general. El médico puede recomendarte un
hemograma completo como parte de un examen médico de rutina para
controlar tu salud general y para detectar diversos trastornos, como anemia
o leucemia.
 Para diagnosticar una enfermedad. El médico puede sugerirte un
hemograma completo si tienes debilidad, fatiga, fiebre, inflamación,
hematomas o sangrado. Un hemograma completo puede ayudar a
diagnosticar la causa de estos signos y síntomas. Si el médico sospecha
que tienes una infección, el análisis también puede ayudar a confirmar ese
diagnóstico.
 Para controlar una enfermedad. Si te han diagnosticado un trastorno en la
sangre que afecta el recuento de células sanguíneas, el médico puede
utilizar hemogramas completos para controlar tu enfermedad.
 Para supervisar un tratamiento médico. Se puede usar un hemograma
completo para controlar tu salud si estás tomando medicamentos que
podrían afectar el recuento de células sanguíneas. (Mayo Clinic, 2019)

3.3 Valores de referencia


3.3.1 Serie roja
En la serie roja valoramos esencialmente el número de hematíes que hay en
sangre, el porcentaje de sangre que ocupan, la cantidad de hemoglobina que tiene
cada uno de promedio, su forma y volumen, entre otros parámetros. Estos
parámetros nos permiten estudiar estados de anemia, entre otras enfermedades.
Algunos de los más habituales son:
 Hematíes: número total de células rojas en sangre, que oscila entre 4,5-5,9
millones/mm3 en hombres y 4-5,2 millones/mm3 en mujeres.
 Hematocrito: el porcentaje del volumen de los hematíes con respecto al
volumen total de sangre, cuyos valores son 41-53% en hombres y 35-46%
en mujeres.
 Hemoglobina: la proteína de los hematíes que transporta el oxígeno, cuyos
niveles son 13,5-17,5 g/dl en hombres y 12-16 gr/dl en mujeres.
17

 Volumen corpuscular medio (VCM): valora el tamaño medio de los


hematíes, que oscila entre 80 y 100 ml.
 Hemoglobina corpuscular media (HCN): cantidad de hemoglobina que
tienen de promedio los hematíes, y que oscila entre 27 y 33 pgr.

3.3.2 Serie blanca


Su estudio nos permite valorar estados de infección o de alteraciones de la inmunidad.
No se diferencian los valores en función del género y se expresan tanto en números
totales como en porcentajes del tipo de leucocitos. Los parámetros más habituales que
se estudian son:
 Leucocitos: total de glóbulos blancos que hay en sangre; sus valores suelen
oscilar entre 4.000-10.000/mm3
 Neutrófilos: un tipo de leucocitos que se eleva en general con las infecciones
bacterianas; sus valores de referencia son 2.000-7.500/mm3 o 40-75%.
 Linfocitos: una clase de glóbulos blancos que se eleva sobre todo en
infecciones víricas y que producen anticuerpos; sus valores de normalidad son
1.500-4.000/mm3 o 20-45%.
 Monocitos: un tipo de leucocitos que una vez activo se convierte en un
macrófago, que se encarga de fagocitar, es decir, “comerse” a varios
microorganismos; sus valores de referencia son 200-800/mm3 o 2-10%.
 Eosinófilos: una clase de leucocitos que se activa ante reacciones alérgicas o
la presencia de microorganismos que no se pueden fagocitar; sus valores de
referencia son 40-400/mm3 o 1-3%.
 Basófilos: unos leucocitos implicados también en la gestión de las reacciones
alérgicas; sus valores de referencia son 10-100/mm3 o menos de un 1%.

3.3.3 Plaquetas y capacidad de coagulación


Cuando con un hemograma queremos valorar la capacidad de coagulación del
paciente son varios los parámetros que evaluamos:
 Plaquetas, que indica el número total de estas células que hay en sangre, cuyos
parámetros de referencia oscilan entre 150.000 y 400.000 por mm3.
 Tiempo de tromboplastina parcial activado o TTPA o APTT o tiempo de
cefalina: valora una de las vías de la coagulación, lo que llamamos la vía
intrínseca, y sus valores de referencia oscilan entre 20 y 40 segundos.
 Tiempo de protrombina o TP o PT: valora el tiempo que tarda en formarse un
coágulo en la sangre; su valor de normalidad va de 10 a 12,5 segundos.
 Fibrinógeno: una proteína precursora de la fibrina, que forma la malla a la que
se unen las plaquetas para formar el coágulo y cuyos valores normales son de
200-400 mg/dl.
18

Capítulo IV: Correlaciones clínicas


4.1 Sistemas de grupos sanguíneos AB0 y Rh
Los dos principales sistemas para determinar el grupo sanguíneo de una
persona son el ABO y el Rh.
El sistema sanguíneo AB0 tiene cuatro grupos sanguíneos:
 Grupo A. Este grupo sanguíneo tiene un marcador conocido como
“A”.
 Grupo B. Este grupo sanguíneo tiene un marcador conocido como
“B”.
 Grupo AB. Este grupo sanguíneo tiene tanto marcadores A como
marcadores B.
 Grupo 0. Este grupo sanguíneo no tiene marcadores A ni B.
La sangre también se clasifica como "Rh positiva" (lo que significa que tiene
el factor Rh) o "Rh negativa" (sin el factor Rh).
Por lo tanto, hay ocho grupos sanguíneos en total:
 O negativo. Este grupo sanguíneo no tiene marcadores A ni B y
tampoco presenta el factor Rh.
 O positivo. Este grupo sanguíneo no tiene marcadores A ni B pero sí
que presenta el factor Rh. Se trata de uno de los grupos sanguíneos
más frecuentes (junto con el A positivo).
 A negativo. Este grupo sanguíneo solo tiene el marcador A.
 A positivo. Este grupo sanguíneo tiene el marcador A y el factor Rh,
pero no tiene el marcador B.
 Junto con el O positivo, se trata de uno de los dos grupos sanguíneos
más frecuentes.
 B negativo. Este grupo sanguíneo solo tiene el marcador B.
 B positivo. Este grupo sanguíneo tiene el marcador B y el factor Rh,
pero carece del marcador A.
 AB negativo. Este grupo sanguíneo tiene los marcadores A y B, pero
carece del factor Rh.
 AB positivo. Este grupo sanguíneo tiene los tres marcadores: A, B y
factor Rh. (Maureen F. Edelson, 2019) (ver anexo 8)

4.2 Hemoglobina en pacientes con diabetes


Aproximadamente el 96 % de la hemoglobina total en los adultos corresponde
a hemoglobina tipo HbA. Alrededor del 8 % de HbA consta de varios subtipos
que muestran leves diferencias químicas. Estos subtipos son hemoglobinas
HbA1a1, HbA1a2, HbA1b y HbA1c. De estos subtipos, el tipo de
hemoglobina A1c es de importancia clínica debido a que se une de forma
irreversible a la glucosa. Se le conoce como hemoglobina glucosada o
glucosilada. Las concentraciones de este subtipo de hemoglobina se utilizan
para controlar la glucemia de una persona durante los últimos 2 a 3 meses
(prueba que en clínica se denomina determinación de HbA1c).
19

Las personas con diabetes tienen un aumento de la concentración de


hemoglobina HbA1c glucosilada en la sangre debido a
su glucemia elevada. Dado que la vida media normal de los eritrocitos es unos
120 días (v. pág. 321), la hemoglobina glucosilada sólo puede ser eliminada
cuando los eritrocitos que la contienen se destruyen. Por lo tanto, los valores
de HbA1c son directamente proporcionales a la concentración de glucosa en
la sangre durante toda la vida del eritrocito. En personas sanas y en pacientes
con diabetes controlada con eficacia, la concentración de HbA1c no debe ser
superior al 7 % de la hemoglobina total. Dado que los valores de HbA1c no
están sujetos a las fluctuaciones a corto plazo de la glucemia que se
comprueban, por ejemplo, después de las comidas o durante el ayuno, la
sangre para la prueba de HbA1c se puede obtener sin tener en cuenta el
momento de ingestión de alimentos. (Wojciech Pawlina, 2007)
20

3. Conclusión
Histológicamente, el tejido sanguíneo es es un tejido que posee mucha sustancia
intercelular o plasma y células. Su función es de transporte de oxígeno y dióxido de
carbono, distribución de hormonas, mantenimiento de la homeostasis, la coagulación,
y el control de la temperatura corporal, también distribuye otras sutancias nutritivas
por el cuerpo.
La sangre tiene un 45% de células y un 55% de plasma.
La sangre contiene células como glóbulos blancos y otras estructuras conocidas como
elementos figurados que son una especie de adaptación de las células para cumplir
una función específica, esto es lo que ocurre con los glóbulos rojos y las plaquetas.
 Glóbulos rojos. También se conocen como eritrocitos. Constituyendo el 99 %
de todos los tipos celulares y elementos figurados de la sangre. Cumplen una
importante función de transporte, gracias a la presencia de hemoglobina una
proteína que contiene hierro, al que se une el oxígeno y el dióxido de carbono.
 Glóbulos blancos. Constituyen las principales células del sistema inmune o de
defensas. Son de varios tipos: neutrófilos, linfocitos, monocitos, basófilos y
eosinófilos. Cada una tiene funciones específicas.
 Plaquetas. Estas células actúan formando trombos para cubrir zonas
lesionadas en los vasos sanguíneos, liberan además proteínas llamadas
factores de crecimiento que intervienen en los procesos de reparación de los
tejidos.
El hematocrito es el volumen de eritrocitos en una muestra de sangre y se obtiene por
medio de la centrifugación para sedimentar las células y calculando el porcentaje de
eritrocitos en la muestra. La muestra debe tener anticoagulante. Se ve una cubierta
tromboleucocitaria sobre las células sedimentadas que poseen las plaquetas y los
leucocitos. Sus valores bajos pueden indicar anemia o sangramiento interno.
21

4. Anexos
Anexo 1: Composición de la sangre

Anexo 2: Componentes del plasma sanguíneo

Anexo 3: Glóbulos rojos

Anexo 4: Leucocitos granulares y agranulares


22

Anexo 5: Células del sistema sanguíneo

Anexo 6: Hematopoyesis
23

Anexo 7: Sistemas de grupos sanguíneos AB0 y Rh

Anexo 8: Sistemas de grupos sanguíneos AB0 y Rh


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5. Bibliografía
Sitios web:
 Manuel Megías Pacheco. (2017). Tejidos animales: Sanguíneo. 2019, de
Universidad de Vigo
Sitio web: https://mmegias.webs.uvigo.es/guiada_a_sanguineo.php
 Dr. Liji Thomas. (2018). Componentes y función del plasma en la sangre. 2019,
de News Medical
Sitio web: https://www.news-medical.net/health/Blood-Plasma-Components-
and-Function-(Spanish).aspx
 Dra. María Jesús Vial. (2019). ¿Qué es un hemograma? 2019, de Clínica
Universidad Los Andes Sitio web:
https://www.clinicauandes.cl/shortcuts/novedades/--que-es-un-hemograma--
 Mayo Clinic. (2019). Hemograma completo. 2019, de Mayo Clinic: Health Care
Sitio web: https://www.mayoclinic.org/es-es/tests-procedures/complete-blood-
count/about/pac-20384919
 Javier Martín Campos. (2010). Eritrocitos. 2019, de EcuRed
Sitio web: https://www.ecured.cu/Eritrocito
 G.Gigola. (2010). Tejido Hematopoyético. 2019, de Anátomo-Histología
Sitio web:
https://web.archive.org/web/20100115024252/http://www.anatomohistologia.un
s.edu.ar/plantilla.asp?zona=modhemat
 Anónimo. (2015). ¿Qué son los eosinófilos?. 2019, de Mi Sistema Inmune
Sitio web: https://www.misistemainmune.es/que-son-los-eosinofilos/
 Francisco Rodríguez. (2017). Trombocitopoyesis. 2019, de Blog de Laboratorio
Clínico y Biomédico
Sitio web: https://www.franrzmn.com/trombocitopoyesis/
 Anónimo. (2007). Monopoyesis. 2019, de Wikipedia
Sitio web: https://es.wikipedia.org/wiki/Monopoyesis
 Maureen F. Edelson. (2019). Grupos sanguíneos. 2019, de Kids Health
Sitio web: https://kidshealth.org/es/teens/blood-types-esp.html

Libros

 Wojciech Pawlina. (2007). Ross. Histología: Texto y Atlas. Filadelfia:


Wolters Kluwer.
 Neil A. Campbell. (2007). Biología. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
 Anthea Maton. (1997). Human Biology and Health. Estados Unidos: Pearson
Prentice Hall.
 Dra. Teresa Fortoul. (2010). Histología y biología celular. México: McGraw
Hill.

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