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los principios constitucionales que soportan los tributos en Venezuela.

Indique según su conocimiento cómo se desempeña el sistema tributario en Venezuela

Todo espacio para obtener su buen y adecuado funcionamiento debe de partir con reglas y normas
que impartan el bien y desarrollo comun, permitiendo asi el orden publico y crecimiento de las
principales areas, a medida del tiempo estas van actualizandose y mejorando pues asi como la
sociedad y los estatus de dominio publico son afectados por las caracteristicas por las cuales se
presenta la cibilizacion. Actualmente se desarrolla en Venezuela la constitucion siendo el maximo
poder a nivel legal en el pais, siendo la base para otras leyes, mandatos y ordenes en areas
especificas como lo son la sociedad, la economia, la descentralizacion y centralizacion, entre otras.

Mas alla de establecer normas de comportamiento social estas permiten impartir principios morales
en la sociedad, la cual debe ser esenciales para cada persona sin afectar su genero, edad,
profesion, entre otras caracteristicas, dicho sistema tributario se fundamenta en principios
constitucionales, como lo son:

Legalidad

Proviene del latín “Nullum Tributum sine Lege”, que significa, No hay tributo sin ley,
es decir, primero se crea la Ley y el Reglamento de algún tributo y luego se empieza
a cobrar.

Progresividad
Equidad
Justicia
Capacidad contributiva

Implica que solo aquellos hechos de la vida social que son índices de capacidad
económica pueden ser adoptados por las leyes como presupuesto generador de la
obligación tributaria.

No retroactividad

Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, esto se traduce en que


primero se crea la Ley (Principio de legalidad), luego se promulga, es decir, El
Presidente de la República la firma y sale en Gaceta, y entonces, entra en vigencia.

No confiscacion

Ningún tributo puede tener carácter confiscatorio.


B) Principios Doctrinarios:
1. Certeza:

Señala que el tributo debe estar establecido con todo lo relativo a éste lo más claro
posible, para evitar las distintas interpretaciones de las Normas tributarias.

2. Oportunidad:

Consiste en que toda ley debe fijar un tiempo para su entrada en vigencia.

3. Economía:

Este principio consagra los derechos individuales de la persona.

4. Razonabilidad:

La garantía innominada de la razonabilidad, es decir, que la exigencia de que dicho


tributo sea formalmente legal e intrínsecamente justo.

5. Control Jurisdiccional:

Es el conjunto de actividades realizadas por instituciones competentes para lograr,


mediante sistemas y procedimientos diversos, la regularidad y corrección de la
administración del Patrimonio Público.

6. Seguridad Jurídica:

La seguridad jurídica es, la garantía dada al individuo por el Estado de modo que
su persona, sus bienes y sus derechos no serán violentados o que, si esto último
llegara a producirse, le serán asegurados por la sociedad, la protección y reparación
de los mismos.

En resumen, la seguridad jurídica es la certeza del derecho que tiene el individuo


de modo que su situación jurídica no será modificada más que por procedimientos
regulares y conductos legales establecidos, debidamente publicados.

7. Analogía:

La analogía significa semejanza, y en derecho, es el método por el que una norma


jurídica se extiende, por identidad de razón, a casos no comprendidos en ella.

Mediante la analogía, un juez aplica una consecuencia jurídica a un supuesto de


hecho distinto del que contempla, basándose en la semejanza entre un supuesto y
otro (ratio).
En conclusión se sugiere y recomienda que se elaboren Leyes que amplíen el
universo de contribuyente, disminuyan la evasión fiscal y mejoren la capacidad de
recaudación, mediante incentivos fiscales para incrementar las inversiones
nacionales y extranjeras en un marco jurídico y legal que dé Seguridad Jurídica.

1- Principio de Generalidad del Tributo: Toda persona tiene el deber de


coadyuvar a los gastos públicos mediante el pago de impuestos, tasas y
contribuciones que establezca la ley. (Art. 133 - CN).

2- Principio de Progresividad y Capacidad Contributiva: El sistema


tributario procurará la justa distribución de las cargas públicas según la
capacidad económica del o la contribuyente, atendiendo al principio de
progresividad, así como la protección de la economía nacional y la
elevación del nivel de vida de la población, y se sustentará para ello en un
sistema eficiente para la recaudación de los tributos. (Art. 316 - CN).

3- Principio de Legalidad y No Confiscatoriedad: No podrá cobrarse


impuesto, tasa, ni contribución alguna que no estén establecidas en la ley,
ni concederse exenciones y rebajas, ni otras formas de incentivos fiscales,
sino en los casos previstos por las leyes que cree el tributo
correspondiente. Ningún tributo puede tener efecto confiscatorio. (Art. 317
- CN).
los artículos 133, 316 y 317 de la Constitución de 1999 son:
1. Supremacía de la Constitución
La constitución es la norma de las normas, norma normarum, lex superior, y que por
tanto la misma posee una fuerza normativa superior, al tope de la jerarquía legal,
ya que todos los sujetos públicos deben supeditarse a los preceptos y principios
constitucionales y deben poseer una vinculación más fuerte con esta que con
normas jurídicas inferiores, debido a que la aplicación preferencial por excelencia
debe ser la constitucional frente a todo el ordenamiento jurídico nacional.
Por lo tanto, el pilar fundamental sobre el cual se soporta el ejercicio del poder
tributario y los derechos y garantías de los ciudadanos frente a dicho ejercicio, es la
supremacía absoluta, superlativamente intensa y omnipresente de la constitución y
la obligación indeclinable de aplicarla, siempre y en todo caso, en forma preferente.

2. Legalidad o reserva Legal


3. Generalidad
4. Capacidad Contributiva
5. No Confiscatoriedad
6. Justicia Tributaria
7. Recaudación Eficiente

PRINCIPIO DE SUPREMACIA DE LA CONSTITUCIÓN


PRINCIPIO DE LEGALIDAD O RESERVA LEGAL.
Legalidad o reserva legal este principio se origina en la carta magna, impuesta al
Rey por el parlamento de Inglaterra en el año 1215 y luego se extiende a las
constituciones de los Estados y se expresa con el aforismo “nulum tributum sine
lege”, similar al del derecho penal relativo a la tipificación del delito y de la pena.
A nuestro entender es uno de los principios fundamentales del sistema tributario por
cuanto este coadyuva a garantizar otros principios tales como Certeza, Seguridad
Jurídica, entre otros. También es llamado Principio de Reserva Legal. La
jurisprudencia patria ha considerado al Principio de Legalidad como la columna
vertebral del Derecho Administrativo (Sentencia de la Corte Suprema de Justicia del
17 de abril de 1997, caso DIRECTORES DEL B.C.V. vs. C.G.R.)
En este orden de ideas podemos citar el aforismo latino “nullum tributum sine lege”
que significa que no habrá tributo sin Ley. Afirmar que no debe existir tributo sin Ley,
implica que solo la Ley puede establecer la obligación tributaria, definir cuáles son
los supuestos de hecho o hechos imponibles, cuales son los sujetos pasivos de la
obligación.
El Código Orgánico Tributario desarrolla este principio al establecer en su artículo
3, lo siguiente:
Solo a las leyes corresponde regular con sujeción a las normas generales de este
Código las siguientes materias;
1. Crear, modificar o suprimir tributos; definir el hecho imponible, fijar la alícuota del
tributo, la base de cálculo e indicar los sujetos pasivos del mismo.
2. Otorgar exenciones y rebajas de impuesto.
3. Autorizar al Poder Ejecutivo para conceder exoneraciones y otros beneficios o
incentivos fiscales.
… omissis…
Para Dino Jarach (Curso de Derecho Tributario, 1980, pag. 75), el primer principio
fundamental del Derecho Tributario Constitucional, lo que denomina “la partida de
nacimiento” del Derecho Tributario, es el Principio de Legalidad. En este orden de
ideas, la base histórico-constitucional del principio es que los tributos representan
invasiones del poder público en las riquezas de los particulares, por lo que en un
Estado de derecho estas invasiones deben hacerse únicamente a través de la Ley.
Es el principio según el cual la creación de tributos, manifestación del poder del
imperio del Estado, sólo debe hacerse mediante ley. En situaciones de emergencia,
y siempre con sujeción a las normas constitucionales, puede admitirse que le Poder
Legislativo autorice al Poder Ejecutivo para establecer, modificar o derogar tributos.
Este principio exige que el instrumento legal en el que adopta un tributo contenga
todos los elementos fundamentales, a saber: Hecho Imponible, base de cálculo,
sujetos y alícuota, además de las otras materias que le ardimiento jurídico exija que
se adopten por ley, como deberes, sanciones y procedimientos.
La legalidad es la base fundamental del Derecho Tributario, que impide a los
gobiernos decidir arbitrariamente la creación o suspensión de tributos, para los cual
somete estos actos a la decisión del Poder Legislativo como representante legítimo
del pueblo que lo elige, cumpliéndose la exigencia política de su consentimiento.

PRINCIPIO DE GENERALIDAD
Este principio tiene su base constitucional en el artículo 133 de la Constitución de la
República que establece que todas las personas están obligadas a contribuir con
los gastos públicos.
Indica Giuliani Fonrouge en su obra Derecho Financiero, tomo I, pág. 341.1993. Que
el gravamen se debe establecer en tal forma, que cualquier persona cuya situación
coincida con las señaladas como hecho generador del crédito fiscal, deben ser
sujeto del impuesto.
Partiendo de lo indicado por tal tratadista podemos concluir que la existencia de este
principio coadyuva a que se cumpla el principio de igualdad.
Por otra parte entendemos que si bien es cierto que bajo este principio todas las
personas que se encuentren en los supuestos establecidos en la Ley para el
nacimiento de la obligación tributaria, y en consecuencia obligado al pago del tributo,
el mismo debe ser de acuerdo a su capacidad contributiva.

PRINCIPIO DE NO CONFISCATORIEDAD
Este principio lo busca es garantizar a los ciudadanos su derecho constitucional de
propiedad, razón por la cual el constituyente establece la garantía de no
confiscación para evitar que por la vía tributaria se prive al sujeto pasivo de su
derecho de propiedad.
Para Héctor Villegas la confiscatoriedad existe cuando el Estado se apropia
indebidamente de los bienes de los contribuyentes, al aplicar un gravamen en el
cual el monto llega a extremos insoportables, desbordando la capacidad contributiva
de la persona, vulnerando la propiedad privada impidiéndole ejercer su actividad.
Un tributo será confiscatorio cuando absorbe parte sustancial de la renta del
contribuyente o absorbe parte de su capital, al no poder satisfacerlo con su renta.
Consideramos que es importante destacar que no solo existe la confiscatoriedad en
los casos de un tributo cuyo gravamen sea excesivo, sino también en los casos de
un gran número de tributos que deteriore el patrimonio del sujeto pasivo, lo que
equivale a decir que estaríamos en presencia de un sistema tributario confiscatorio...
En nuestro país es necesario reflexionar si nuestro sistema tributario es
confiscatorio ante la existencia no solo de los tributos administrados y controlados
por el SENIAT, sino también la cantidad de contribuciones parafiscales, impuestos
estadales y las altas alícuotas impositivas contenidas en las distintas Ordenanzas
municipales.

PRINCIPIO DE CAPACIDAD CONTRIBUTIVA


Este principio implica que solo aquellos hechos de la vida social que son indices de
capacidad económica puede adoptados por las leyes como presupuestos generedor
de la obligación tributaria. Mas la estructura del tributo y la medida en que cada uno
contribuirá a los gastos públicos no están solamente determinadas por la capacidad
económica del sujeto pasivo, sino también por razones de convivencia, justicia
social y de bien común, ajenas a la capacidad económica.
Este principio, tiene su base constitucional en el artículo 316 de la Ley Fundamental
de la República que expresa:
“El sistema tributario procurara la justa distribución de las cargas publicas según la
capacidad económica del o la contribuyente, atendiendo al principio de
progresividad, así como la protección de la economía nacional y la elevación del
nivel de vida de la población, y se sustentara para ello en un sistema eficiente para
la recaudación de los tributos”
La incidencia tributaria no puede descuidar la capacidad económica del
contribuyente. La carga tributaria que le corresponde a cada sujeto con capacidad
económica y contributiva debe ser proporcional a la manifestación económica En
este orden de ideas las categorías jurídicas impositivas deben tener un carácter
progresivo, en el entendido que el aumento de la carga fiscal debe obedecer al
incremento real de la riqueza del contribuyente, es decir, la alícuota aumentara en
la medida que aumente la capacidad contributiva del sujeto gravado, razón por la
cual, a mayor ingreso o mayor riqueza, mayor gravamen, lo que implica en todo
caso un impuesto progresivo.
Jurisprudencialmente el Tribunal Cuarto de lo Contencioso Tributario (Casos
MENACA e INDELMA) señala que, el rechazo de la deducción de los gastos
normales y necesarios a los fines del impuesto sobre la renta, por falta de retención,
comprendía un supuesto de inconstitucionalidad por violar el principio de capacidad
contributiva, tomando en cuenta que en este caso, la renta gravable se estaba
incrementando ficticia e ilegalmente.
En otra Jurisprudencia destaco “…que dicho principio implica que los tributos solo
pueden ser aplicados en aquellos casos en que el legislador pueda presumir, con
fundamento, que existe la posibilidad de extraer del patrimonio de los particulares,
parte de la riqueza para ayudar al Estado en el cumplimiento de los fines que le son
propios. En virtud de este principio solamente se debe gravar una porción de riqueza
dentro de la capacidad que tenga cada sujeto...” (Sentencia del Tribunal Superior
Primero de lo Contencioso Tributario del 17 de diciembre de 1997, caso SUCESION
BERTA HENY DE MUJICA).
En nuestro sistema tributario consideramos que al excluir a los contribuyentes
especiales del Sistema de Ajuste por Inflación se desconoce este principio por
cuanto se grava la base imponible sin considerar el resultado por inflación del
ejercicio, desconociendo la incidencia del efecto inflacionario en la renta neta
gravable del sujeto pasivo.

PRINCIPIO DE JUSTICIA TRIBUTARIA O EQUIDAD


El termino justicia, a la luz del derecho romano, se refiere como la constante y
perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho, es decir, dar a cada
quien lo que merece. Bajo la óptica del derecho tributario, la justicia se traduce en
pagar impuestos, tasas y contribuciones según las posibilidades de cada quien.
Este principio fue reconocido como un derecho humano en el artículo XIII de la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, emitida en París en
agosto de 1789, expresando lo siguiente: “Siendo necesaria, para sostener al fuerza
pública y subvenir a los demás gastos del gobierno, una contribución común, esta
debe ser distribuida equitativamente entre los miembros de la comunidad, de acurdo
a sus facultades”.
De igual forma, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,
aprobada en la Conferencia Internacional Americana, aprobada en Bogotá,
Colombia en el año de 1948, dispone en el Artículo XXXVI: "Toda persona tiene el
deber de pagar los impuestos establecidos por la Ley para el sostenimiento de los
servicios públicos"
Bajo estas premisas, la Constitución del año 1999 en su artículo 316, prevé que el
sistema tributario procurará la justa distribución de las cargas públicas, exigiendo a
cada ciudadano soportar la carga del Estado tomando en cuenta su capacidad
contributiva.
De esta forma, la creación de leyes tributarias deben delimitar nítidamente la base
imponible de cada tributo, asi como establecer exenciones y no sujeciones
orientadas a reconocer la capacidad contributiva de cada contribuyente.
De igual forma, el sistema tributario es justo cuando extrae del sector privado
estrictamente lo necesario para poder atender los gastos derivados de la
satisfacción de las necesidades de la comunidad en general, ya que los tributos no
deben ser instrumentos de intervención o un medio para la delegación de sus
funciones intrínsecas o financiamiento de actividades proselitistas, pues es injusto
que la finalidad de un tributo no sea para utilidad general

PRINCIPIO DE RECAUDACIÓN EFICIENTE


Para que un Sistema Tributario logre eficiencia en la recaudación de los tributos
destinados al sostenimiento de la carga pública, debe reposar bajo criterios de
certeza y comodidad.
En este sentido, todo impuesto debe tener fijeza en sus principales elementos o
característica, para evitar así, actos arbitrarios por parte de la administración
pública, es decir que el impuesto que cada individuo debe pagar debe ser cierto y
claro , el tiempo de cobro, la forma de pago, la cantidad adecuada , para el
contribuyente ya que la incertidumbre da cabida al abuso y favorece la corrupción
de ciertas personas que son impopulares por la naturaleza misma de su cargo ,
aunque cuando no incurra en corrupción o abuso, para evitar las distintas
interpretaciones de las Normas tributarias.
La certeza tributaria es la posibilidad que debe tener el contribuyente de conocer en
forma pronta y definitiva sus obligaciones y derechos, en especial la cuantía de su
deuda tributaria. En esa línea, el Código Tributario ha previsto a la consulta
institucional y la jurisprudencia como herramientas de certeza para el cumplimiento
de las obligaciones tributarias.
Cabe destacar la importancia de la necesidad de la certeza tributaria, que no es más
que la percepción desde el lente tributario que adquiere transcendentalmente
connotación, y se refiere a que toda ley sobre impuesto debe delinear en forma
expresa los elementos constitutivos de las obligaciones tributarias, para que las
personas sepan si es contribuyente, cuando debe pagar, la cantidad a pagar, que
conozca con claridad cuáles son los hechos gravados.
Establecer el impuesto con certeza es obligar al legislador a que produzca leyes
claras en su enunciado, claras al señalar el objeto de la imposición, el sujeto pasivo,
el hecho imponible, cuales son sujeto pasivo y sujeto activo y cuáles son los sujetos
determinante del el nacimiento de la obligación tributaria, la tasa, impuesto,
contribuciones, etc. Por eso es imprescindible que, no basta a la ley crear el tributo,
sino establecer todos sus elementos esenciales, Solo así podrá haber certeza.
Por otro lado, la Administración Tributaria debe procurar comodidad tributaria,
disponiendo que todo impuesto debe cobrarse en el tiempo y la forma que sea más
cómoda para el contribúyete, lo cual se significa que los plazos y fecha debe fijarse
de modo que los contribuyente le resulten más prácticos y poco gravoso el cumplir
con sus obligaciones tributarias.
Para cumplir con este principio, sobre la premisa de que todos los tributos deben
ser cobrados en el tiempo y el espacio más cómodo y oportuno. Siempre se debe
tener en cuenta la disponibilidad de dinero y tiempo del contribuyente y así
garantizar el ingreso de los recursos al Estado, deben escogerse aquellas fechas o
periodos , en atención a la naturaleza del gravamen, sean más propicias y
ventajosas para que el contribuyente realice su pago, implica que los documentos
que los contribuyentes deben elaborar para efectuar el pago (declaraciones de
impuestos, formularios, etc.) aparezcan redactados en forma clara, sencilla y
comprensible, de manera que puedan realizar sus operaciones lo hagan sin incurrir
en error, asimismo, designando lugares adecuados para el desarrollo de las
funciones recaudatorias del Estado, en donde los sujetos pasivos sean tratados con
decoro y atención.
Además, se deben proporcionar otro tipo de facilidades, como el que el pago de
determinadas contribuciones se puedan efectuarse por internet. Que actualmente
las operaciones se están realizando de forma digital, tanto el pago, como las
declaraciones, de esta forma el contribuyente cumple con la obligación tributaria
en el tiempo correspondiente que debe pagar.

PRINCIPIO Pecuniario de la Obligación Tributaria.


En el artículo 317 de nuestra carta magna se recogió este principio según el cual
“no se podrán establecerse obligaciones tributarias pagaderas en servicios
personales” se consagre el derecho al carácter pecuniario del tributo, como garantía
del derecho a la integridad personal, es decir, como una garantía del derecho que
tiene toda persona que se respete su integridad física, psíquica y moral, previsto en
el artículo 46 Constitucional.

OTROS PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES APLICABLES AL SISTEMA


TRIBUTARIO VENEZOLANO
1. Irretroactividad.
2. Igualdad
3. Tutela Jurisdiccional
4. Obtención Oportuna de Respuesta (eficiencia )
5. Celeridad.
6. Competencia rentista de los Poder Nacional, Estadal y Municipal.
7. Armonización de las competencias Tributarias.
8. Buena Fe.

Cada uno estos principios se consagran en la Constitución para todas las ramas de
derecho, pero que le derecho tributario se hacen más específicos en razón de las
particularidades de la materia. Ellos reflejan en el campo jurídico, en alguna medida,
las reglas de la tributación enunciadas por Adam Smith en su famosa obra “La
Riqueza de la Naciones”, a saber: Igualdad de los contribuyentes ante los tributos;
Certeza de sus deudas y de la oportunidad y formas de pagos; Comodidad para el
cumplimiento de sus obligaciones; y Economía en el costo de recaudación de los
tributos. También se reflejan en esos principios, los postulados hacendarios de
generalidad, o proyección horizontal, según la cual no debe haber privilegiados
eximidos del tributo; uniformidad o proyección vertical, en el sentido de que el tributo
debe representar un sacrificio igual para los contribuyentes, según su capacidad
económica; y diferenciación de la rentas por su origen, que demanda un tratamiento
favorable a las derivados del trabajo, por cuanto su costo se confunde con la salud
y la vida misma del beneficiario.

PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD
La Irretroactividad es la prohibición de exigir tributos sobres hechos ocurridos con
anterioridad a la vigencia de la ley que los crea. En, esencia, una consecuencia el
principio de legalidad, ya que la aplicación retroactiva de la ley, independientemente
de la inequidad que conlleva, implica exigir un tributo sobre hechos ocurridos
cuando no existía norma legal que los calificara como imponibles. Este principio
acepta la excepción legal de la materia penal, al ordenar la aplicación retroactiva de
la ley cuando suprima el delito o imponga menos pena, que beneficie tanto al
indicado como al convicto.
El principio de Irretroactividad está consagrado en Artículo 24 de la Constitución en
los siguientes términos:
“Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, excepto cuando imponga
menor pena. Las leyes de procedimiento se aplicaran desde el momento mismo de
entrar en vigencia, aun en los procesos que se hallaren en curso…”
En el ámbito tributario este principio se contempla en el artículo 8 del Código
Orgánico Tributario donde establece que las leyes tributarias indicaran su lapso de
entrada en vigencia , si ello no ocurriera se aplicara vencido los 60 días de su
publicación; las normas relativas al procedimiento tributarios se deberán aplicar con
la entrada en vigencia de la ley ; las normas tributarias tienen carácter irrectroactivo,
excepto cuando se suprima o se establezca sanciones que favorezcan al infractor.
En otras palabras este principio, por su rango constitucional, no puede ser
menoscabado por ninguna ley, bajo la pena de nulidad. No obstante, hoy se plante
la validez de las normas legales retroactivas, inspiradas en la llamada “retroactividad
benigna”, o sea, cuando la aplicación de tales normas sea favorable al
contribuyente.

PRINCIPIO DE IGUALDAD
Este principio tiene su fundamento en el artículo 21 del texto constitucional que
establece:
“Todas las personas son iguales ante la Ley, y en consecuencia: 1. No se permitirá
la discriminación fundadas en la raza, el sexo, el credo, la condición social o
aquellas que, en general, tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos y
libertades de toda persona. 2. La Ley garantizara las condiciones jurídicas y
administrativas para que la igualdad ante la Ley sea real y efectiva; adoptara
medidas positivas a favor de personas o grupos que pueda ser discriminados,…
(omissis)”
Como puede observarse la carta constitucional establece el principio constitucional
de igualdad ante la Ley a que tienen derecho las personas y en consecuencia la
prohibición a la discriminación así como las previsiones que deben existir en la Ley
que garanticen tal igualad para las personas, por lo que podemos indicar, tal como
lo cita Arvelo Villamizar en su obra El Estatuto del Contribuyente en la Constitución
Bolivariana de Venezuela de 1999. 2000. Pág. 232.”en situaciones iguales el trato
debe ser igual pero, en situaciones diferentes el trato debe ser desigual”
Por otra parte indica el tratadista Dino Jarach que el principio de igualdad ha sido
interpretado como un verdadero limite al poder fiscal y a su ejercicio por parte del
Poder Legislativo con la consecuencia de que si este lo viola, el Poder Judicial,
como supremo interprete de la Constitución, puede invalidar la Ley que infrinja este
principio.
En este orden de ideas podemos destacar que en la reciente reforma a la Ley de
Impuesto sobre la Renta se excluye del sistema de ajuste por inflación a los
denominados contribuyentes especiales lo cual, a nuestro entender, constituye una
violación al Principio Constitucional de Igualdad Tributaria en virtud que se da un
tratamiento diferente a los contribuyentes calificados por la Administración
Tributaria como contribuyentes especiales de aquellos que no tienen tal calificación
no obstante encontrarse en los mismo supuesto legales ambos tipos de
contribuyentes.
Para finalizar, recientemente se ha considerado que los incentivos tributarios
constituyen disposiciones que favorecen a categorías o sectores del mundo
económico mediante exenciones o rebajas, lo que implica una desigualdad y una
violación al principio constitucional correspondiente.

PRINCIPIO DE LA TUTELA JURISDICCIONAL


Previstos en el artículo 26 de nuestra Constitución de la siguiente manera:
“Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de justicia
para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela
efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente”.
El principio de la tutela jurisdiccional representa la garantía más sólida de un Estado
democrático organizado; la tutela judicial efectiva es un principio general del
Derecho, un derecho fundamental de aplicación directa cuya articulación técnica es
absoluta e inmediata. De acuerdo con la doctrina mayoritaria, la existencia de la
tutela judicial efectiva obedece al explícito reconocimiento de que los derechos e
intereses que el ordenamiento atribuye al individuo sólo son reales y efectivos en la
medida en que pueden hacerse valer en caso de conflicto frente al Poder Público.
La tutela jurisdiccional garantiza el acceso al Poder Judicial para obtener la revisión
de los actos administrativos de carácter tributario que afectan a los contribuyentes
o responsables, Este postulado ha sido recogido en las constituciones
contemporáneas como norma obligatoria supranacional, incluso para la materia
tributaria, en la que sin lugar a dudas, los sujetos deben disponer por igual de las
mismas y máximas garantías de defensa de sus intereses, libre acceso a la justicia,
ante un juez independiente, con limitadas posibilidades de exponer sus argumentos
y probarlos.
Este principio logra una mayor protección de los contribuyentes, sin lugar a duda.
Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso
efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en
su Artículo 141 expresa:
“La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se
fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia,
eficiencia, transparencia, certeza, rendición de cuentas y responsabilidad en el
ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho”
En aplicación de dicho principio, la creación de las leyes tributarias debe elaborarse
de manera tal que de su contenido se desprenda la garantía de que el contribuyente
pueda conocer las consecuencias tributarias de sus actos y planificar sus
conductas, renunciando a ejercer algunos hechos gravados, para realizar otros que
no lo están o que si lo están pero con un gravamen inferior, lo cual se denomina
economía de opción.

PRINCIPIO OBTENCIÓN OPORTUNA DE RESPUESTA (EFICIENCIA )


Este principio se encuetra consagrado en nuestro país en la Ley Organica de
Procedimientos Administrativos. Titulo II de la actividad Administrativa. Capitulo I.
Disposiciones Generales. Articulo 30
“…La Actividad Administrativa se desarrollara con arreglo a principios de economía,
eficacia, celeridad e imparcialidad. Las autoridades de cada organismo velaran por
el cumplimiento de todos los preceptos cuando deban resolver custeiones relativas
a las normas de procedimientos…”

PRINCIPIO DE CELERIDAD
Se refiere a que la administración oublica tributaria buscara la manera de agilizar
los procesos de recaudación de los tributos en acciones eficaces y eficientes para
el contribuyente, en otras palabras la Administración Publica procurar que los
procesos sean ágiles y se tramiten y concluyan en el menor tiempo posible; este
principio está estrechamente relacionado con el principio de eficacia que no es mas
la gestión por parte de al administración tributaria de recaudar los tributos.
PRINCIPIO DE ARMONIZACIÓN DE LAS COMPETENCIAS TRIBUTARIAS
Este principio constituye una novedad en la actual Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela: El artículo 156, numeral 13 del texto constitucional
establece que es de la competencia del Poder Público Nacional:
“… La legislación para garantizar la coordinación y armonización de las distintas
potestades tributarias, definir principios, parámetros y limitaciones, especialmente
para la determinación de los tipos impositivos o alícuotas de los tributos estatales y
municipales; así como para crear fondos específicos que aseguren la solidaridad
interterritorial”.
Como puede observarse, la norma antes transcrita plantea el derecho que tiene el
contribuyente a que haya uniformidad en la aplicación de los tributos. Existen
Ordenanzas que establecen alícuotas desproporcionadas para un determinado
ramo de actividad, lo que es tratado diferencialmente por otra entidad local en el
mismo supuesto.
Una Ley de Armonización, como normativa única sobre coordinación y armonización
facilita las relaciones entre el contribuyente y el Fisco Nacional en todos los niveles.

PRINCIPIO DE BUENA FE
La buena fe en el campo administrativo es un principio general del derecho que
consiste en la honradez, convicción de la verdad presentada por los participes en el
campo administrativo, por lo tanto se exige una conducta honrada y honesta de
todos sus participantes. Ejemplo si un contribuyente presenta un documento
acreditando una autorización se presume que ese documento es verdadero.
En este sentido, todo los participes entre ellos , la administración en todas las fase
inmersos en un procedimeintos administrativos deben actuar con probidad, esta
conducta de colaboración y buena fe donde ir mas alla del resultado final en un
procedimiento administrativo, es decir, en única proceso contesioso administrativo
a futuro también debe aplicarse en la conducta procedimental, existe violación de
este principio cuando eiste un atraso malintensionado, existe transgrecion en los
plazos para expedir un acto administrativo.

FUNCIONES DE LA ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA

El COT establece un vasto margen general de funciones a la administración


tributaria dentro del ámbito de aplicación de dicho texto normativo (artículo 1º)
lo cual no obsta para que mediante las leyes tributarias, en el marco de su
especificidad, se establezcan otras funciones, además de las indicadas en el COT.

Es un Órgano competente y tienen las siguientes funciones:

1) Recaudar los tributos, intereses, sanciones y otros accesorios.

2) Ejecutar los procedimientos de verificación y de fiscalización y determinación


para constatar el cumplimiento de las leyes y demás disposiciones
de carácter tributario por parte de los sujetos pasivos del tributo.

3) Liquidar los tributos, intereses, sanciones y otros accesorios, cuando fuere


procedente.

4) Asegurar el cumplimiento de las obligaciones tributarias solicitando de los


órganos judiciales, las medidas cautelares, coactivas o de acción ejecutiva

5) Inscribir en los registros, de oficio o a solicitud de parte, a los sujetos que


determinen las normas tributarias y actualizar dichos registros de oficio o a
requerimiento del interesado. En Venezuela, la Administración Tributaria recae
sobre el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria,
SENIAT.

Se encuentra preparado para desarrollar sistemas de información y de análisis


estadístico económico, y tributario también para implementar aplicar y divulgar
leyes referentes a esta materia.

La administración tributaria dispone de amplias facultades de fiscalización y


determinación para comprobar y exigir el cumplimiento de las obligaciones
tributarias entre las cuales se tiene:

Practicar fiscalizaciones las cuales se autoricen a través de providencia


administrativa.
 Realizar fiscalizaciones en sus propias oficinas a través de las declaraciones
presentes por los contribuyentes y responsables considerando la información
suministrada por los comprobantes de la actividad que realicen.
 Verificar la valides de documentos e información suministrada a la
administración tributaria exigiendo la exhibición de libros contables o
presentándose en las oficinas para cualquier otra información
 Adoptar mecanismos que impidan el resguardo de documentos importantes
desaparición o destrucción de los mismos.

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