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MALTRATO INFANTIL EN

ECUADOR

AUTOR:

Mindiola Vega Carlos

I
CERTIFICACIÓN

En mi calidad de Tutor de la Monografía “MALTRATO INFANTIL EN ECUADOR”

presentado por el ciudadano MINDIOLA VEGA CARLOS ABRAHAM .

CERTIFICO, que dicha monografía ha sido revisada en todas sus partes y considero que

reúne los requisitos y méritos suficientes para ser sometidos a la presentación pública y

evaluación por parte del tribunal examinador que se designe.

En la ciudad de Guayaquil a los 15 días del mes de diciembre del 2018

DIRECTOR

II
APROBACION

Monografía aprobada

Firma…………………………….. Calificación…………………………..

Firma…………………………….. Calificación…………………………..

Firma……………………………….. Calificación……………………………..

Promedio

Calificación…………………………….. …………………………………..

Guayaquil, ……de……del 2018

III
DECLARACION DE AUTENTICIDAD

El abajo firmante declara que los contenidos y los resultados obtenidos en la presente

monografía son absolutamente originales, auténticos y personal y de exclusiva

responsabilidad legal y académicos del autor.

Mendiola Vega Carlos Abraham

C.I.: 092858200-6

IV
AGRADECIMIENTO

Agradezco a Dios por guiarme en mi camino y por

permitirme concluir con mi objetivo.

A mis padres por ser mi pilar fundamental y haberme

apoyado incondicionalmente, pese a las adversidades e

inconvenientes que se presentaron.

V
DEDICATORIA

El presente trabajo investigativo lo dedicamos principalmente a

Dios, por ser el inspirador y darnos fuerza para continuar en este

proceso de obtener uno de los anhelos más deseados.

A mis padres, por su amor, trabajo y sacrificio en todos estos

años, gracias a ustedes he logrado llegar hasta aquí́ y convertirme

en lo que soy.

VI
INDICE GENERAL

CARATULA I
CERTIFICACION II
APROBACION III
DECLARACION DE AUTENTICIDAD IV
AGRADECIMIENTO V
DEDICATORIA VI
CAPITULO I 1
Introducción 1
Problematización 2
Delimitación del Problema 2
Formulación del Problema 2
Justificación 3
Objetivo General y Específicos 4
CAPITULO III 5
Marco Teórico 5
Maltrato Infantil 5
Tipos de maltrato Infantil 5
Maltrato Físico 5
La negligencia infantil o abandono 6
Abandono 7
Abuso de sustancias 7
Mendicidad 8
Corrupción 8
Explotación Laboral 8
Maltrato Emocional 8
Abuso Sexual 9
Sindrome de Münchausen por poderes 9
Maltrato Prenatal 10
Maltrato Infantil institucional 10
Perfil del abusador 10
Señales de abuso 11
Las causas del maltrato infantil 12
Modelo intergal del maltrato infantil 13
Consecuencias del maltrato infantil 14
Prevención del maltrato infantil y actuación del pediatra 20
Prevención primaria 21
Prevencion secuandaria 21
Prevencion terciaria 22
Denunciar el maltrato infantil 22
Antecedentes 23
Secuelas del maltrato infantil en el cerebro del niño 25
Fundamentación 35
Base Legal 36
Definicion de términos 37
CAPITULO III 38
Metodologia 38
Encuesta 38
CAPITULO IV 51

VII
Tipo de maltrato infantil según su sexo 51
CAPITULO V 52
Conclusiones 52
Recomendaciones 52
CAPITULO VI 56
Propuesta 56
Conclusiones 59
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 61
Conclusiones 61
Recomendaciones 62
BIBLIOGRAFIA Y WEBGRAFIA 63
ANEXOS 64

INDICE DE TABLAS

Tablas # 1 40
Tablas # 2 41
Tablas # 3 42
Tablas # 4 43
Tablas # 5 44
Tablas # 6 45
Tablas # 7 46
Tablas # 8 47
Tablas # 9 48
Tablas # 10 49
Tablas # 11 50

INDICE DE GRAFICO

Gráfico # 1 41
Gráfico # 2
Gráfico # 3
Gráfico # 4
Gráfico # 5
Gráfico # 6
Gráfico # 7
Gráfico # 8
Gráfico # 9
Gráfico # 10
Gráfico # 11

VIII
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CAPITULO I

Introducción

La razón por la cual se ha realizado este tema del maltrato infantil es que través de los

años anteriores ha existido y me pareció de mucha importancia, ya que la

sociedad antiguamente no le daba la debida atención, y ha recibido diferentes conceptos,

los cuales se han ido enriqueciendo y modificando gracias a las nuevas investigaciones,

pero todos conservan su esencia.

Según la Organización mundial de la salud (OMS), se define como los abusos y la

desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de

maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación

comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o

dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de

responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se

incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.

Las estimaciones actuales son muy variables, dependiendo del país y del método de

investigación utilizado. Dichas estimaciones dependen de las definiciones de maltrato

infantil utilizadas, del tipo de maltrato infantil estudiado, de la calidad de las estadísticas

oficiales así como de la cobertura y la calidad de las encuestas basadas en los informes

de las propias víctimas, los padres o los cuidadores.

Actualmente continúa siendo un problema mundial con graves consecuencias que

pueden durar toda la vida. A pesar de las encuestas realizadas recientemente en varios

países de ingresos bajos y medianos, faltan todavía datos acerca de la situación actual en

muchos países.
2

Ante esta problemática, me propuse realizar dicha investigación con el objetivo de

determinar la incidencia del maltrato infantil en la ciudadela El Recreo 5ta Etapa del

Cantón Durán de la provincia de Guaya en Ecuador.

Problematización

Hoy día hay muchos casos de maltrato infantil, los padres pasan mucho tiempo en sus

trabajos y solo con eso van creando una barrera difícil de atravesar. Después de un día

atareado los padres quieren estar solos, pero sus hijos quieren un poco de su atención; los

padres cansados los repelen a gritos. Los niños poco a poco se van sumiendo en la

depresión y se sienten solos y abandonados; por eso es que buscan una salida fácil a su

problema entregándose al alcohol o las drogas. Los niños tienden también a imitar las

actitudes de sus padres entonces se llega a la conclusión de que en un futuro solo podemos

esperar esa misma actitud de ellos hacia nosotros, ya no habrá respeto sino solo violencia

en cualquier lugar..

Delimitación del problema

La investigación a realizar se enfoca principalmente al maltrato infantil en los niños y

niñas en la edad de 12 a 18 años de la ciudadela El Recreo 5ta Etapa del Cantón Durán

de la provincia de Guaya en Ecuador, en el periodo 2018 – 2019.

Formulación del problema

El maltrato infantil ha sido una práctica de siglos atrás pero es ahora, ante los eventos de

violencia que registran altos índices de mortalidad y morbilidad mundiales y en el país por esta

causa, que se ha prestado mayor atención en el logro e identificación de situaciones que ponen en

peligro la vida de los infantes. A través del tiempo diversas definiciones de maltrato infantil se

han dado en torno a la problemática que presentan estos niños y al análisis de las consecuencias

de las agresiones en cualquiera de sus modalidades.


3

Debido a esta gran problemática mundial y regional, las consecuencias que esta misma

acarrea y a que las medidas de prevención y las políticas actuales no están brindando la

ayuda necesaria para combatirla, consideramos pertinente realizarnos la siguiente

pregunta ¿Cuál es la incidencia del maltrato infantil en la ciudadela El Recreo 5ta Etapa

del Cantón Durán de la provincia de Guaya en Ecuador?

Justificación

Este tema es de muy importante estudiarlo, porque hay muchas personas, que

maltratan a los niños de muchas maneras, por lo cual muchas veces ellos mismos no se

dan cuenta del maltrato que están cometiendo con sus hijos, o diferentes niños.

El maltrato físico infantil lamentablemente es el pan de cada día en nuestra sociedad,

podemos observar cómo padres de familia maltratan a sus hijos en plena calle y nosotros

como testigos de aquel hecho no decimos ni hacemos algo, de las causas que provocan el

maltrato físico y psicológico infantil son los mejores mecanismos de prevención y

disminución. Toda forma de violencia vulnera los derechos fundamentales establecidos

tanto en la Declaración Universal de Derechos Humanos como en la Convención sobre

los Derechos del Niño. En nuestro país, el público en general no conoce los altos niveles

de abuso y sus consecuencias, es por esto que es tan aceptada como método alternativo

de crianza. El presente trabajo pretende indagar los factores que hacen al maltrato infantil

un grave problema social en el Ecuador, y establecer la prioridad de fomentar la

protección de los niños contra toda forma de violencia, como un derecho fundamental

garantizado por la Constitución de la República del Ecuador, la convención sobre los

derechos del niño y otros tratados o normas internacionales de amparo infantil. Y con esto

generar un impacto positivo, para plantear el mejoramiento en las políticas actuales de

salud, indicando que la vulnerabilidad de la población infantil ante la disparidad del poder

jerárquico que muchos padres ejercen sobre los niños, incrementando esta disparidad muy
4

asimétrica, generando a su vez, la afectación de su dignidad, integridad física, psicológica

y sexual, pudiendo muchos de los agredidos, adoptar las conductas de sus agresores.

Objetivos General y Específicos

Objetivo General

Analizar e identificar sobre el maltrato infantil en la Provincia del Guayas del Cantón

Durán en la Cdla. El Recreo 5ta etapa.

Objetivo Específicos

 Establecer la importancia que tiene el conocimiento de los modelos y factores que

intervienen en el maltrato infantil.

 Mencionar los tipos de maltrato infantil y los de mayor presentación.

 Anotar las principales consecuencias del maltrato infantil.

 Analizar el marco jurídico del maltrato infantil en el Ecuador.

 Analizar la realidad del maltrato infantil en el Ecuador


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CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

Maltrato infantil

Definición:

El maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los

menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso

sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o

puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su

supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La

exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato

infantil.

El maltrato infantil es una causa de sufrimiento para los niños y las familias, y puede

tener consecuencias a largo plazo. El maltrato causa estrés y se asocia a trastornos del

desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo

de los sistemas nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido

maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y

mentales

Tipos de maltrato infantil

Los tipos de maltrato infantil que podemos distinguir son los siguientes:

El maltrato físico

Este tipo de maltrato abarca una serie de actos perpetrados utilizando la fuerza física

de modo inapropiado y excesivo. Es decir, es aquel conjunto de acciones no accidentales

ocasionadas por adultos (padres, tutores, maestros, etc.) que originan en el niño un daño

físico o enfermedad manifiesta. Aquí se incluyen golpes, arañazos, fracturas, pinchazos,

quemaduras, mordeduras, sacudidas violentas, etc.


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La negligencia infantil o abandono

Negligencia

La negligencia es cualquier acción (o inacción) por parte de un cuidador que cause un

daño físico o emocional del niño.

La negligencia infantil ocurre cuando el adulto no proporciona las necesidades básicas de

un niño, ya sea intencionalmente o por falta de atención hacia el bienestar del pequeño.

Esto puede incluir:

 Negligencia física, como no proporcionarle comida, ropa, hogar u otras

necesidades al menor, negligencia emocional que incluye la negación del amor,

cariño y afecto.

 Negligencia médica que se produce cuando se le niega la atención médica

necesaria.

 Negligencia Educacional (cuando se le niega al niño el derecho a la educación o

cuando se ignoran necesidades escolares especiales).

 Negligencia Emocional (la inatención a las necesidades emocionales del niño;

cuando no se le da un cuidado psicológico adecuado; cuando se le permite usar el

alcohol y las drogas)

A veces los valores culturales, los estándares de cuidado en una comunidad y la

pobreza pueden contribuir al maltrato, indicando que la familia necesita información o

asistencia.

Cuando una familia no se beneficia de la información y los recursos disponibles, y la

salud o seguridad del niño está en riesgo, entonces la intervención por parte de

profesionales del bienestar de menores podría ser requerida.


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Además, en muchos países la definición legal de la negligencia deja exentos de

culpabilidad a aquellos padres que han optado por no buscar atención médica para sus

hijos por razón de creencias religiosas que prohíben estos tratamientos.

Abandono

El abandono se define en algunos lugares como una forma de negligencia o descuido.

Por lo general, se considera que un niño ha sido abandonado cuando se desconoce la

identidad de los padres o su paradero, cuando se deja solo al niño en circunstancias donde

sufre daños graves o cuando los padres no mantienen el contacto o no proveen el apoyo

necesario durante un periodo de tiempo determinado.

Abuso de sustancias

El abuso de sustancias es un elemento de la definición de abuso y negligencia de

menores en muchos estados en los Estados Unidos. Varios estados incluyen las siguientes

actividades como una forma de abuso y negligencia de menores:

 Riesgo o exposición prenatal que pone en peligro al niño debido al consumo de

sustancias ilícitas u otras sustancias por parte de la madre

 Manufactura de metanfetaminas estando presente un niño

 Vender, distribuir o dar sustancias ilícitas o alcohol a un niño

 El uso de una sustancia controlada por parte de un cuidador que incapacita su

habilidad para cuidar al niño


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Mendicidad

El niño es utilizado habitual o esporádicamente para mendigar, o bien, el menor ejerce

la mendicidad por iniciativa propia.

Corrupción

Conducta de los adultos que promueven en el niño pautas de conducta antisocial o

desviada, particularmente en las áreas de la agresividad, la apropiación indebida, la

sexualidad y el tráfico o el consumo de drogas.

Explotación Laboral

Para la obtención de un beneficio económico se asigna al niño con carácter obligatorio

la realización de trabajos que exceden los límites de lo habitual, que deberían ser

realizados por adultos, y que interfieren de manera clara en las actividades y necesidades

escolares del menor.

El maltrato emocional

Es aquel conjunto de manifestaciones crónicas, persistentes y muy destructivas que

amenazan el normal desarrollo psicológico del niño. Estas conductas comprenden

insultos, desprecios, rechazos, indiferencia, confinamientos, amenazas, en fin, toda clase

de hostilidad verbal hacia el niño. Este tipo de maltrato infantil ocasiona que en los

primeros años del niño, este no pueda desarrollar adecuadamente el apego y, en los años

posteriores, se sienta excluido del ambiente familiar y social, afectando su autoestima y

sus habilidades sociales.

El abuso emocional (o abuso psicológico) es un comportamiento recurrente que

impide el desarrollo emocional de un niño y perjudica su autoestima.

Este comportamiento puede incluir la crítica constante, las amenazas, el rechazo, así como

la falta de amor, cariño o apoyo.


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El abuso emocional es difícil de comprobar, y por esta razón es posible que los

servicios de protección de menores no puedan intervenir sin evidencia de que existe un

daño físico o mental. El abuso emocional casi siempre se manifiesta cuando se identifican

otras formas de maltrato.

El abuso sexual

Es uno de los tipos de maltrato que implica mayores dificultades a la hora de estudiar.

Consiste en aquellas relaciones sexuales que mantiene un niño o una niña (menor de 18

años) con un adulto o con un niño de más edad, para las que no está preparado

evolutivamente y en las cuales se establece una relación de sometimiento, poder y

autoridad sobre la víctima.

Las formas más comunes de abuso sexual son: el incesto, la violación, la vejación y la

explotación sexual. También incluye la solicitud indecente sin contacto físico o seducción

verbal explícita, la realización de acto sexual o masturbación en presencia de un niño y la

exposición de órganos sexuales a un niño. El maltratador habitualmente es un hombre

(padre, padrastro, otro familiar, compañero sentimental de la madre u otro varón conocido

de la familia), raramente es la madre, cuidadora u otra mujer conocida por el niño.

Síndrome de Münchausen por poderes

Otro tipo de violencia infantil es el Síndrome de Münchausen por poderes, que consiste

en inventar una enfermedad en el niño o producirla por la administración de sustancias

y medicamentos no prescritos. Generalmente, se trata de un niño en la edad de lactante-

preescolar (edad media de 3 años). Los signos y síntomas aparecen solamente en

presencia de la madre (habitualmente, el perpetrador del abuso) son de causa inexplicable

y los exámenes complementarios no aclaran el diagnóstico.

Este síndrome presenta una mortalidad entre 10-20 y su impacto a largo plazo puede dar

lugar a desórdenes psicológicos, emocionales y conductuales.


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Maltrato prenatal

Además, se debe incluir el maltrato prenatal, definido como aquellas circunstancias de

vida de la madre, siempre que exista voluntariedad o negligencia, que influyen negativa

y patológicamente en el embarazo, parto y repercuten en el feto. Tales como: rechazo

del embarazo, falta de control y seguimiento médico del embarazo, negligencia personal

en la alimentación e higiene, medicaciones excesivas o no prescritas, consumo de alcohol,

drogas y tabaco, exposición a radiaciones y otras.

Maltrato infantil institucional

En los últimos tiempos, se habla de maltrato institucional, que consiste en cualquier

legislación, programa o procedimiento, ya sea por acción o por omisión, procedente de

poderes públicos o privados, por profesionales al amparo de la institución, que vulnere

los derechos básicos del menor, con o sin contacto directo con el niño.

Cada uno de estos tipos de maltrato infantil presentan indicadores físicos y

conductuales en el menor maltratado, así como indicadores conductuales y actitudes del

maltratador, lo cual ayuda en su diagnóstico.

Perfil del abusador

Sería más sencillo para todos si los abusadores siguieran un patrón y fueran fáciles de

reconocer. Pero la verdad es que esto no es así, y los abusadores provienen de todos los

ámbitos de la vida. Pueden ser los padres o cualquier otro miembro de la familia,

maestros, entrenadores y amigos. Prácticamente cualquier persona que tenga acceso

a un niño se encuentra en una posición de maltratar al menor. Afortunadamente, la

gran mayoría de las personas no lo hacen.

A veces, las personas que abusan de los niños pueden mostrar algunos signos de

comportamiento. Por ejemplo, algunos padres que abusan de sus hijos evitan establecer
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amistad con otros padres de la escuela o el barrio, pueden no participar en las actividades

escolares y sentirse incómodos al hablar de las lesiones de sus hijos o problemas de

conducta.

Los adultos que abusan sexualmente de los niños por lo general conocen a los niños

de antemano. Es raro que un abusador sexual escoja a un niño al azar. El abusador puede

usar esta relación en su beneficio, diciéndole al niño que mantenga la relación en secreto

o amenazándole con hacerle daño.

Muchas veces, las personas que abusan de los niños fueron abusadas también de

pequeñas. Este ciclo de abuso puede ser difícil de romper y puede pasar de generación

en generación dentro de una familia.

Señales de abuso

A veces es difícil saber la diferencia entre los arañazos y rasguños normales de la

infancia y una señal física de maltrato infantil. Múltiples contusiones, acudir a menudo al

centro médico con lesiones o los huesos rotos, pueden ser señales de alerta, pero existen

otros signos incluyendo la salud emocional de un niño que también nos deben poner en

alerta.

Algunas señales emocionales que presentan los niños que están siendo abusados son:

 Mostrarse tristes o enfadados. Los niños que están siendo abusados pueden actuar de

forma extremadamente retraída, temerosa, deprimida y tienen muy baja autoestima.

Los niños más deprimidos podrían incluso contemplar el suicidio o intento de

suicidio. Otros niños se convierten en agresores y tienen problemas para manejar su

ira y otras emociones fuertes. Muchos tienen pesadillas o dificultad para dormir.

 Existen problemas de relación. Aquellos niños que son abusados por lo general tienen

problemas para desarrollar y mantener relaciones. A menudo son incapaces de amar

o confiar en los demás, especialmente en los adultos, a los que pueden tener miedo
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de que les hagan daño. Un signo revelador de que algo no va bien es cuando un niño

deja de buscar la comodidad de un padre u otro cuidador.

 Presentar comportamientos de riesgo. Los niños que están siendo abusados pueden

actuar de forma agresiva y disfuncional en la escuela. También pueden perder el

interés por actividades que antes les gustaban, así como por los estudios en general.

Conforme se van haciendo más mayores pueden presentar conductas de abuso de

drogas y alcohol, así como promiscuidad sexual.

Otros niños podrían evitar ir a casa después de la escuela e intentar realizar cualquier

actividad que les impida pasar tiempo a solas con el abusador.

Por otro lado, los niños que no están siendo abusados pero son testigos de

abusos (como un hermano por ejemplo) a veces muestran signos similares.

De todas formas hemos de ser muy prudentes, ya que el hecho de que un niño esté

mostrando alguno de estos signos, no significa necesariamente que sea víctima de abuso.

Los niños que están pasando por situaciones de estrés, como la separación de los

padres, una mudanza, o la pérdida de un amigo o miembro de la familia, pueden

experimentar un cambio en su estado de ánimo o disposición.

Las causas del maltrato infantil

Los estudiosos del tema del maltrato infantil han tratado de explicar su aparición y

mantenimiento utilizando diversos modelos, así tenemos:

 El modelo sociológico, que considera que el abandono físico es consecuencia de

situaciones de carencia económica o de situaciones de aislamiento social (Wolock

y Horowitz, 1984).

 El modelo cognitivo, que lo entiende como una situación de desprotección que se

produce como consecuencia de distorsiones cognitivas, expectativas y


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percepciones inadecuadas de los progenitores/cuidadores en relación a los

menores a su cargo (Larrance, 1983).

 El modelo psiquiátrico, que considera que el maltrato infantil es consecuencia de

la existencia de psicopatología en los padres (Polansky, 1985).

 El modelo del procesamiento de la información, que plantea la existencia de un

estilo peculiar de procesamiento en las familias con menores en situación de

abandono físico o negligencia infantil (Crittender, 1993).

 El modelo de afrontamiento del estrés, que hace referencia a la forma de evaluar y

percibir las situaciones y/o sucesos estresantes por parte de estas familias (Hilson

y Kuiper, 1994).

Modelo integral del maltrato infantil

En la actualidad, el modelo etiopatogénico que mejor explica el maltrato infantil es el

modelo integral del maltrato infantil. Este modelo considera la existencia de diferentes

niveles ecológicos que están encajados unos dentro de otros interactuando en una

dimensión temporal. Existen en este modelo factores compensatorios que actuarían según

un modelo de afrontamiento, impidiendo que los factores estresores que se producen en

las familias desencadenen una respuesta agresiva hacia sus miembros.

La progresiva disminución de los factores compensatorios podría explicar la espiral

de violencia intrafamiliar que se produce en el fenómeno del maltrato infantil. Entre los

factores compensatorios se señalan: armonía marital, planificación familiar, satisfacción

personal, escasos sucesos vitales estresantes, intervenciones terapéuticas familiares,

apego materno/paterno al hijo, apoyo social, buena condición financiera, acceso a

programas sanitarios adecuados, etc. Entre los factores estresores se cuentan: historia

familiar de abuso, disarmonía familiar, baja autoestima, trastornos físicos y psíquicos en

los padres, farmacodependencia, hijos no deseados, padre no biológico, madre no


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protectora, ausencia de control prenatal, desempleo, bajo nivel social y económico,

promiscuidad, etc.

Consecuencias del maltrato infantil

Las consecuencias más frecuentes que podemos encontrar son

 Aislamiento social.

 Agresividad.

 Consumo de alcohol abusivo, dependencia.

 Desórdenes de la conducta alimentaria.

 Ansiedad.

 Problemas de aprendizaje.

 Disminución de la atención.

 Baja autoestima.

 Disminución en la capacidad de concentración.

 Cambios de conducta.

 Conductas alteradas.

 Conductas destructivas.

 Conductas delictivas.

 Depresión.

 Desobediencia.

 Problemas con las drogas.

 Desajustes emocionales.

 Escolarización: bajo rendimiento, bajas expectativas escolares, absentismo.

 Estrés postraumático.

 Hiperactividad.

 Hostilidad, agresividad.
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 Cambios de humor bruscos.

 Impulsividad.

 Miedo a la relación con las personas.

 Socialización (problemas de relación con iguales, de apego, de amistad, de cariño.

 Alteraciones del sueño.

 Sexualidad: conductas sexuales anormales, conductas sexuales agresivas.

 Suicidio, autolesiones.

Dificultad para concentrarse y para prestar atención. La atención es el filtro que

determina qué es importante y qué no, qué sirve en cada caso para llevar a cabo una

acción. Los niños maltratados presentan mucha mayor dificultad para poder mantener la

atención que niños que no han sufrido maltrato.

Problemas de memoria. La memoria es una de las funciones más complejas del

cerebro humano. Su función es catalogar aprendizajes y experiencias con el cometido de

que puedan volver a ser utilizados en situaciones similares. Memoria y atención son dos

de las funciones más negativamente alteradas como resultado del maltrato infantil. Se

observan no sólo alteradas de su normal desarrollo, sino disminuidas en relación al

promedio.

Bajo rendimiento académico. Un derivado de las alteraciones deficitarias en relación

a memoria y atención. Si a un ser humano promedio le restamos capacidad de memoria y

atención sin dudas su rendimiento en varias áreas aparecerá por debajo del promedio. De

todas las formas de maltrato infantil el abuso sexual es el que más alteraciones produce a

nivel de desempeño académico; afectando en especial estas funciones. El estrés en etapas

vulnerables del desarrollo altera en forma irreversible ciertas áreas del cerebro que

intervienen en forma crucial en el proceso de aprendizaje. Los niños que han sufrido de
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maltrato muestran un rendimiento más bajo en las áreas de lectura, cálculo y expresión

escrita del que cabe esperar por edad, escolarización y nivel de inteligencia

Problemas para comunicarse o para entender a otros. El lenguaje es una de las

capacidades más importantes del ser humano, ya que con él tenemos la oportunidad de

comunicarnos. En niños que han sufrido maltrato se logran apreciar dificultades en el

desarrollo del lenguaje, tanto para expresarse como para comunicarse. El componente

oral se encuentra dañado en todos los tipos de maltrato, observando que el abandono es

el más perjudicial en este sentido.

Distanciamiento afectivo y problemas generales de relacionamiento. La confianza

en los otros es un elemento clave para el desarrollo de la empatía, o la capacidad de

ponerse en el lugar del otro. Los niños que desconfían desde etapas tempranas de aquellos

que están a su cargo, difícilmente puedan confiar en alguien más en el resto de sus vidas,

y con esto tengan dificultades para desarrollar empatía y para relacionarse con otros en

forma saludable.

Depresión. Los niños que sufren cualquier tipo de maltrato desarrollan, en mayor

proporción, problemas de conducta y problemas emocionales, que niños sin maltrato.

Estos problemas incluyen, problemas de ansiedad, de depresión y de angustia, así como

problemas de control de impulsos, agresividad y comportamientos poco sociales.

Bajo nivel de autoestima. El maltrato produce individuos que no creen en sus propias

capacidades, que se creen menos que aquellos que no son maltratados. En algún momento

de su desarrollo, es posible que los niños maltratados crean que lo que sufren se lo

merecen pues es el único argumento que explica lo que les sucede. La baja autoestima

marcará el resto de sus vidas, determinando el desarrollo de sus potencialidades. Aquí

podríamos sostener, junto a autores de referencia, que en una sociedad adulto-centrista

todos los individuos padecen de baja autoestima. El sentimiento de inferioridad es común


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a todos sus integrantes (Adler, 1959). Venimos a un mundo hecho por adultos y para

adultos, donde hasta el picaporte de una puerta pude parecer un obstáculo infranqueable.

Pero en niños que han sufrido maltrato el sentimiento de inferioridad relativo es mucho

mayor y puede significar un verdadero riesgo. Los niños maltratados se sienten menos

que los niños que no sufren maltrato. Su punto de comparación está muy bien definido.

Cuando el maltrato se da en niños pequeños, menores de tres años, es probable que no se

desarrolle el apego y por lo tanto se dañarán sus habilidades sociales y su autoestima

Conducta antisocial. Los niños maltratados muestran un comportamiento poco

cooperativo y una menor empatía hacia los demás. Este tipo de maltrato se asocia con una

menor inhibición de conductas que llevan asociadas emociones como la rabia o la

frustración. El maltrato físico crónico puede llevar a que en un futuro se desarrolle una

personalidad antisocial.

Widom y Maxfield (1996) llegaron a la conclusión de que los niños abusados y objetos

de negligencia eran casi el doble más proclives a ser arrestados antes de los 18 años que

los muchachos de su misma edad que no habían sufrido maltrato.

Autoagresión. El maltrato físico hace sentir a los niños que no son dueños de sus

cuerpos. La autoagresión (cortes) puede ser utilizada como una forma de volver a sentir

su propio cuerpo como suyo, volver a adueñarse. Por otro lado, el maltrato infantil

siempre implica una cuestión de poder en la que el niño es el menos favorecido. Muchas

veces los niños maltratados sólo encuentran una posible explicación al maltrato desde una

figura referente: ellos deben ser los culpables. Este sentimiento de culpa puede implicar

un auto castigo a nivel físico.

Violencia. Cualquier alteración de la corteza cerebral puede significar serias

deficiencias en las funciones ejecutivas de los niños maltratados, como pensamiento

abstracto, atención y memoria. Aquí debemos añadir que los malos tratos de la infancia
18

pueden llevar a un mayor grado de violencia y a su naturalización como elemento

vinculante (lo opuesto a lo que es considerado normal), así como a conductas antisociales

en la edad adulta. En niños que no han sufrido maltrato, la corteza orbito – frontal inhibe

las conductas agresivas para actuar de forma normal. Pero en personas con daños por

hechos traumáticos esta zona presenta escasa activación, de manera que queda inhibida

la capacidad normal de inhibición y del control de las conductas agresivas, por lo que los

niños afectados podían responder negativamente. Esto podría explicar la actitud agresiva

y por completo desinhibida de algunos niños frente a las diversas figuras de autoridad. En

estos niños, la violencia muchas veces pasa a ser la reacción más normal.

Problemas en la alimentación. Numerosas investigaciones parecen sugerir que el

abuso sexual infantil es un especial factor de riesgo para los trastornos alimenticios,

siendo mayor su asociación con la bulimia nerviosa y en general con los cuadros que

presentan una sintomatología bulímica (Connors & Morse, 1993; Everill & Waller, 1995;

Thompson & Wonderlich, 2004). Las principales hipótesis se focalizan en el significado

del cuerpo como el sitio del trauma sexual, la importancia de la vergüenza del cuerpo y

el deseo de restablecer el control y reducir la vulnerabilidad mediante acciones

relacionadas con el ocultamiento del cuerpo (Connors, 2001). En otras palabras: el niño

que sufre abuso sexual se avergüenza de su cuerpo. Esto, y el deseo de reducir la potencial

vulnerabilidad, vuelven a los niños abusados mucho más propensos a intentar ocultar su

cuerpo alejándolo de cualquier versión cultural que pudiera resultar atractiva.

Determinadas actitudes auto lesivas y una variedad de conductas impulsivas, además

de los atracones y los vómitos, proveen de un alivio temporal para la perturbación no

resuelta relacionada con el abuso. Las conductas bulímicas, como los atracones y los

vómitos, pueden ser una forma de anestesiar los sentimientos, o también una forma
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simbólica de limpiar su cuerpo, expulsar la rabia y el sentimiento de bajo o nulo valor

personal (Briere, 1992).

Otros estudios vinculan el abuso en la infancia con el aumento de peso corporal y el

riesgo de obesidad en la adultez (Williamson D.F., 2002).

El maltrato puede producir un deterioro hormonal que a largo plazo genera un mayor

riesgo a desarrollar enfermedades metabólicas, como la obesidad y la diabetes. La

hormona irisina participa en el metabolismo energético. La adiponectina reduce la

inflamación en el cuerpo. Los adultos que sufrieron los abusos y las negligencias más

graves en la infancia tendían a tener niveles más altos de leptina e irisina y niveles más

bajos de adiponectina.

Las mujeres que sufren maltrato físico o sexual de niñas y adolescentes tienen un

riesgo significativamente mayor de desarrollar diabetes tipo 2. Además existe una

relación dosis-respuesta de manera cuanto más grave es el abuso, mayor es el riesgo.

Suicidio. Las víctimas de cualquier tipo de violencia interpersonal en la infancia o

adolescencia tienen dos veces más riesgo de intentos de suicidio cuando son jóvenes o

adultos jóvenes, y este riesgo casi se cuadruplica cuando el abuso ha sido sexual.

Independientemente de las secuelas físicas que desencadena directamente la agresión

producida por el abuso físico o sexual, todos los tipos de maltrato infantil dan lugar

atrastornos conductuales, emocionales y sociales. La importancia, severidad y

cronicidad de las estas secuelas depende de:

 Intensidad y frecuencia del maltrato.

 Características del niño (edad, sexo, susceptibilidad, temperamento, habilidades

sociales, etc).

 El uso o no de la violencia física.

 Relación del niño con el agresor.


20

 Apoyo intrafamiliar a la víctima infantil.

 Acceso y competencia de los servicios de ayuda médica, psicológica y social.

En los primeros momentos del desarrollo evolutivo, se observan repercusiones

negativas en las capacidades relacionales de apego y en la autoestima del niño, así como

pesadillas y problemas del sueño, cambios de hábitos de comida, pérdidas del control de

esfínteres, deficiencias psicomotoras y trastornos psicosomáticos.

En escolares y adolescentes encontramos: fugas del hogar, conductas autolesivas,

hiperactividad o aislamiento, bajo rendimiento académico, deficiencias intelectuales,

fracaso escolar, trastorno disociativo de identidad, delincuencia juvenil, consumo de

drogas y alcohol, miedo generalizado, depresión, rechazo al propio cuerpo, culpa y

vergüenza, agresividad, problemas de relación interpersonal.

En el siguiente artículo, explicamos con más detalle las secuelas del maltrato infantil

en adultos .

Diversos estudios señalan que el maltrato continúa de una generación a la siguiente de

forma que un niño maltratado tiene alto riesgo de ser perpetuador de maltrato en la etapa

adulta..

Prevención del maltrato infantil y actuación del pediatra

Los pediatras, al ser los profesionales de salud que están en mayor contacto con los

niños, son los llamados a realizar la prevención cuando hay casos de violencia infantil,

además de establecer diagnósticos y junto con un equipo multidisciplinario colaborar en

su tratamiento.

Los pediatras se encuentran en una posición favorable para detectar niños en situación

de riesgo (sobre todo en menores de 5 años, la población más vulnerable), a partir de esta

edad los maestros comienzan a tener un papel principal en la prevención y diagnóstico

del maltrato en los niños.


21

La prevención del maltrato infantil se establece en tres niveles:

Prevención primaria

Dirigida a la población general con el objetivo de evitar la presencia de factores

estresores o de riesgo y potenciar los factores protectores del maltrato infantil. Se

incluyen:

 Sensibilización y formación de profesionales de atención al menor.

 Intervenir en la psicoprofilaxis obstétrica (preparación al parto).

 Intervenir en las escuelas para padres, promoviendo valores de estima hacia la

infancia, la mujer y la paternidad.

 Prevenir el embarazo no deseado, principalmente, en mujeres jóvenes, mediante

la educación sexual en centros escolares y asistenciales.

 Búsqueda sistemática de factores de riesgo en las consultas de niño sano, así como

evaluar la calidad del vínculo afectivo padres-hijos, los cuidados del niño, actitud

de los padres en la aplicación del binomio autoridad-afecto.

 Intervenir en las consultas y exponer los derechos de los niños y la inconveniencia

de los castigos físicos. Ofrecer la alternativa de la aplicación del castigo

conductual.

 Identificar los valores y fortalezas de los padres, reforzando su autoestima.

Prevención secundaria

Dirigida a la población de riesgo con el objetivo de realizar un diagnóstico temprano

de la violencia infantil y un tratamiento inmediato. Atenuar los factores de riesgo

presentes y potenciar los factores protectores. Se incluyen:

 Reconocer situaciones de maltrato infantil, estableciendo estrategias de

tratamiento.
22

 Reconocer situaciones de violencia infantil, doméstica o de abuso a la mujer y

buscar soluciones.

 Reconocer las conductas paternas de maltrato físico o emocional, considerando la

remisión de la familia a una ayuda especializada en el manejo de la ira y la

frustración.

 Remitir a centros de salud mental a padres con adicción a alcohol y drogas.

Prevención terciaria

Consiste en la rehabilitación del maltrato infantil, tanto para los menores víctimas

como para los maltratadores. Para ello, se debe disponer de un equipo interdisciplinario

(pediatras, psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, orientadores familiares,

terapeutas, jueces de menores, cuerpos policiales, etc.).

Denunciar el maltrato infantil

En el caso de sospechar que un niño está siendo víctima de violencia infantil nuestra

obligación es la de actuar ante tal situación y trasladar esta información a los

organismos encargados de la protección a la infancia.

Para notificar una situación de maltrato infantil, se debe acudir a los servicios sociales

básicos o de atención primaria, servicios especializados competentes en protección de

menores o cuerpo y fuerzas de seguridad del estado.

Este artículo es meramente informativo, en Psicología-Online no tenemos facultad

para hacer un diagnóstico ni recomendar un tratamiento. Te invitamos a acudir a un

psicólogo para que trate tu caso en particular.

Si deseas leer más artículos parecidos a El maltrato infantil: tipos, causas,

consecuencias y prevención, te recomendamos que entres en nuestra categoría

de Psicología social.
23

Antecedentes

El maltrato infantil es tan antiguo como la historia misma, ya que los niños, niñas y

adolescentes han estado desde épocas antiguas en situaciones de riesgo, es por esto que

en el año de 1924 en Ginebra se realiza la Declaración de los Derechos del Niño, para

ayudar a este sector vulnerable, creando así diez principios que protegen los derechos de

los menores, ya que al ser grupo de la sociedad desprotegido, se requiere la ayuda de la

sociedad misma, y para poder contrarrestar y erradicar progresivamente este mal que

aqueja a la sociedad, se requiere el esfuerzo no solo por parte del Estado, sino que las

todas las personas que conformamos la sociedad, ya que al crear conciencia de este mal

que aqueja a los menores se puede erradicarlo progresivamente, los niños, niñas y

adolescentes han sido víctimas de maltratos tanto físicos como psicológicos a lo largo de

la historia, viéndose afectada su integridad tanto física como psicológica, sin que esto

llegara a implicar alguna sanción legal o moral a los agresores. El maltrato infantil en el

Ecuador es más propenso a darse en los sectores pobres o alejados del sector urbano,

muchas de las veces por desconocimiento o falta de cultura de la gente, que al desconocer

las leyes que protegen a los menores, vulneran sus derechos, siendo estos agredidos tanto

física como psicológicamente, es por esto que depende mucho de los Gobiernos y las

políticas que se impongan, al igual que las sanciones en contra de los agresores.
24

El maltrato infantil es definido por la Organización Panamericana de la Salud como

“toda forma de maltrato físico y/o emocional, abuso sexual, abandono o trato negligente,

explotación comercial o de otro tipo, de la que resulte un daño real o potencial para la

salud, la supervivencia, el desarrollo o la dignidad del niño en el contexto de una relación

de responsabilidad, confianza o poder” (O.P.S., 2004). Las Naciones Unidas (Secretaría

Regional para América Latina y del Caribe, 2006) consideran que el maltrato crea un

síndrome que produce en la víctima lesiones físicas y emocionales indelebles, muerte o

cualquier daño severo. Pinheiro (2006) reconoce el impacto del maltrato en la salud física

y mental de niños y niñas, causando un daño que se extiende durante toda la vida de la

persona.

En Ecuador, de acuerdo con los datos de Medicina Legal (2015) para el 2014, se

reportaron 10.402 casos de maltrato físico severo contra niños y niñas, es decir 28 casos

diarios y más de uno cada hora en el país. Y de acuerdo con Medicina Legal, durante el

2014 se reportaron 18.116 casos de abuso sexual infantil, equivale a 49 casos diarios, es

decir, cada hora dos niños fueron víctimas de abuso sexual infantil.

La Organización Mundial de la Salud (2014), en estudios internacionales realizados a

diciembre de 2014 revela estas cifras: “Una cuarta parte de todos los adultos manifiestan

haber sufrido maltratos físicos de niños. Una de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres

declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia. Al año mueren 41.000 niños

víctimas del maltrato infantil que se atribuyen erróneamente a caídas, quemaduras,

ahogamientos y otras causas. Muchos niños son objeto de maltrato psicológico (también

llamado maltrato emocional) y víctimas de desatención, este tipo de maltrato no queda en

las estadísticas”.

Sin embargo, estos datos muestran las cifras sólo de casos extremos o que han sido

denunciados. La OMS (2014) y autores como Montoya (1999) reconocen el


25

inconveniente del subregistro del maltrato infantil y aclaran que se subestiman las cifras

verdaderas. Estos autores lo consideran como un problema de salud pública. Pereda

(2009) muestra que el abuso sexual infantil es un grave problema de salud pública, que

deja a la víctima afectada física y psicológicamente, con un elevado grado de estrés y

malestar. Este maltrato se presenta en todas las culturas y sociedades, en cualquier estrato

social y constituye un problema universal muy complejo que puede desencadenar la

muerte del niño o niña.

Secuelas del maltrato infantil en el cerebro del niño

Las estructuras fundamentales implicadas en el procesamiento de una emoción son: el

eje hipotálamo-hipófisis-adrenocortical (HPA), que se expresa a través del sistema

endocrino y permite que el cuerpo actúe con la secreción de cortisol en la corteza de las

glándulas suprarrenales y se genere el flujo de activación que va desde la amígdala hacia

la corteza prefrontal.

De acuerdo con el DSM 5 el maltrato infantil en sus distintos tipos y el abuso sexual

están asociados al trastorno de estrés postraumático (TEPT) (Asociación Americana de

Psiquiatría, 2013). Blix Formoso (2014), define el trastorno de estrés post-traumático

(TEPT) como un estado alterado de conciencia que se da cuando el ser humano percibe

que su vida está amenazada. Se observa mayor o menor grado de trastorno de estrés

postraumático de acuerdo a cómo interprete el niño o niña el maltrato infantil, este puede

ser por amenaza a su vida, lesiones interpersonales o personales, violencia recibida por

un cuidador o ser testigos de la violencia entre los padres.

Finkelhor, Ormord y Turner (2007) definen la victimización múltiple que sufre un

niño o niña maltratado como polivictimización. Los autores relacionaron las experiencias

de victimización del año inmediatamente anterior con los síntomas del trauma reciente.
26

Encontraron que un niño que tenga estas características de polivictimización en los que

presentan cuatro o más tipos diferentes de victimización en un solo año son altamente

predictivos de síntomas del TEPT. Además, estos niños muestran diferencias

significativas en comparación con los niños con episodios repetidos de sólo el mismo tipo

de victimización.

La polivictimización (The National Child Traumatic Stress Network, 2015b) crea un

trauma complejo, porque el niño es expuesto a múltiples o prolongados eventos

traumáticos, con las consecuencias de esta exposición durante su desarrollo evolutivo. El

trauma complejo conlleva la exposición a los diferentes tipos de maltrato infantil de

manera simultánea o en secuencia, generados en el sistema de cuidado primario.

Diversos autores (Lim, Radua, & Rubia, 2014) a través de datos de neuroimágenes

estructurales del cerebro, han evidenciado la transformación permanentemente de la

estructura cerebral de niños que presentan polivictimización causada por el maltrato

infantil. Radua (2014) al respecto expresa: “El maltrato durante la infancia actúa como

un estresor grave y produce una cascada de cambios fisiológicos y neurobiológicos que

podrían provocar alteraciones permanentes de la estructura cerebral” (Lim et al., 2014).

Para Fraser Mustard (2005), la respuesta al estrés postraumático (TEPT) fruto del

maltrato, se produce en el sistema límbico, en la amígdala y el eje hipotálamo-hipófisis-

adrenocortical (HPA), originando una alteración en la liberación del cortisol. Bilx

Formoso expone que ante la tensión constante que experimenta el niño o niña maltratados,

el sistema permanece activo con diversos niveles de cortisol en la sangre.

Schalinski, Elbert y Cols. (2015) presentan el papel del medio ambiente en la

programación del eje HPA. Los autores muestran que en adultos abusados sexualmente

en su infancia, las experiencias adversas de la infancia y el estrés postraumático influyen


27

en la programación del eje HPA y se constituyen en factores esenciales en la secreción de

cortisol a largo plazo.

Giménez-Pando, Pérez-Arjona y Cols (2007) muestran que el maltrato infantil causa

trauma emocional que altera la bioquímica cerebral. Estos niños presentan exceso de

producción de cortisol como producto del estrés crónico. En ellos, se encuentra alterada

la norepinefrina o el número de receptores intracelulares, que crean un estado de

“hiperexcitabilidad” permanente generado por el estrés crónico. Esta alteración puede

modificar la respuesta a los estímulos por exceso o por defecto. Se afectan las conexiones

fronto- límbicas y los núcleos adrenérgicos del troncoencéfalo, incluyendo el “locus

ceruleus” y los “núcleos del rafe”.

Por otro lado, Cicchetti y Rogosch (2001) demuestran elevados niveles de cortisol

basal en estos niños. Pero otros autores (Van Goozen & Fairchild, 2008) muestran que la

exposición continua y temprana al maltrato infantil puede relacionarse a la habituación

del estrés, produciendo con el tiempo, la reducción de niveles de cortisol. Es decir, estas

alteraciones pueden ser por hipoactividad o por hiperactividad. Esta aparente

contradicción entre el nivel del cortisol, parece estar asociada a las diferentes experiencias

de maltrato infantil que varían en el inicio y duración, por tanto, conducen a patrones

diferenciales de adaptación.

La alteración del eje HPA por maltrato infantil temprano en la infancia se relaciona

con dificultades en la regulación emocional y conductual en niños. Yehuda y cols. (2005)

muestran que adultos que reportan alteraciones en este eje y presentan hipoactividad

tiende a caracterizar adultos con trastorno de estrés postraumático (TEPT). Mientras que

Heim y cols. (2008) expresan que la hiperactividad del sistema HPA tiende a caracterizar

a adultos que presentan depresión. Esta evidencia apunta igualmente a patrones


28

diferenciales de adaptación, que varían de acuerdo con las formas diferenciales de

adversidad en la infancia, por la forma de aparición y por la cronicidad.

El cerebelo tiene una función esencial en el procesamiento de la emoción y el

condicionamiento del miedo a través de su conexión con las estructuras límbicas y el eje

HPA. Un hallazgo constante en las investigaciones (Govindan, Behen, Helder, Makkin,

& Chugani, 2010; McCrory, De Brito, & Viding, 2010; Schutter & Van Honk, 2005;

Tottenham, Hare, & Millner, 2011) con niños y adolescentes con antecedentes de

maltrato, es la reducción del volumen del cerebelo. Para De Bellis (2006), el volumen

cerebelar esta positivamente relacionado con la edad de inicio del trauma y negativamente

con la duración de éste.

En cuanto a cambios en estructuras cerebelares, varios autores (C. Andersen, Teicher,

Polcari, & Renshaw, 2002; Teicher et al., 2003) se refieren a que el vermis cerebelar se

ve gravemente afectado por el maltrato infantil temprano, por el estrés temprano o el

abandono. Estas alteraciones se relacionan con modificaciones cognitivas, lingüísticas,

sociales, conductuales y emocionales, relacionadas con una variedad de psicopatologías.

El cuerpo calloso es la mayor estructura de sustancia blanca en el cerebro, haz de fibras

mielinizadas que permiten la conexión interhemisférica de una serie de procesos

emocionales y habilidades cognitivas superiores. Varios estudios (McCrory et al., 2010)

realizados con niños y adolescentes maltratados manifiestan la reducción del volumen del

cuerpo calloso, lo que sugiere que en estos niños se produce menor integración de

información entre el hemisferio izquierdo y el derecho en el lóbulo frontal. De Bellis (M.

D. De Bellis et al., 1999) demostró que el cuerpo calloso de los niños se observa más

afectado que el de las niñas. Diversos autores (Lee & Hoaken, 2007; Teicher et al., 2004)

exponen que niños que habían sufrido abandono, mostraban mayor reducción del cuerpo

calloso (entre 15-18% menor) en comparación con niños que habían sufrido maltrato
29

físico o sexual. Teicher y Cols. (2004) descubren que en niñas abusadas sexualmente

(ASI), el cuerpo calloso es más vulnerable frente a los efectos adversos de este tipo de

abuso. En síntesis, el cuerpo calloso se afecta en mayor o menor grado dependiendo del

sexo y del tipo de maltrato infantil sufrido.

El hipocampo está asociado con memoria y aprendizaje, funciones que se deterioran

al estar expuesto el niño a maltrato crónico que produce TEPT. Diversos autores (Mesa-

Gresa & Moya-Albiol, 2011; Teicher et al., 2003) refieren que el estrés temprano en

adultos con TEPT, altera el volumen del hipocampo, zona especialmente vulnerable a

los efectos del cortisol. Estos efectos son observables después de la poda neural, cuando

se manifiesta el déficit permanente de la densidad sináptica de forma generalizada. Esto

puede deberse a que el impacto del estrés por la poda neural se retrasa y se manifiesta

sólo en la edad adulta.

Lim, Radua y Rubia (2014) demuestran alteraciones en la sustancia gris,

significativamente más pequeña en la circunvolución temporal derecha orbitofrontal /

superiores que se extienden a la amígdala, ínsula, hipocampo y la circunvolución

temporal media y en el frontal inferior izquierdo y circunvolución postcentral. Además

de un mayor volumen de sustancia gris en el frontal superior derecho y en circunvolución

occipital media izquierda. Las alteraciones en la sustancia gris se encuentran en regiones

de relativ o desarrollo tardío ventrolaterales prefrontal-límbico-temporal, que median en

funciones de desarrollo tardío de afecto y control cognitivo.

La amígdala está relacionada con la respuesta ante situaciones amenazantes, memoria

y procesamiento emocional. Hasta hace poco, existía el consenso que el maltrato infantil

temprano no se asociaba con incremento del volumen de la amígdala. Sin embargo, en

investigaciones realizadas por Woon y Hedges (2008) con imágenes de resonancia

magnética estructural (SMRI) en niños y adolescentes institucionalizados durante sus


30

dos primeros años de vida, hay notorio el incremento del volumen de la amígdala,

resultados que concuerdan con las investigaciones realizadas con animales expuestos

tempranamente al estrés (Lupien, McEwen, Gunnar, & Heim, 2009; Tottenham et al.,

2010). Estos resultados sugieren que este efecto se manifiesta en niños que han

experimentado privación sensorial temprana y severa. Estos efectos adversos en el

cerebro se observaron incluso muchos años después que la adversidad había cesado.

McCrory y Cols. (2012) demostraron un patrón de actividad elevada en la ínsula

anterior y la amígdala, con resonancia magnética funcional (IRMF), asociadas con la

detección de posibles amenazas e implicaciones en la regulación emocional y de

comportamiento. Este patrón señala la respuesta adaptativa en el corto plazo del niño

maltratado ante la situación amenazante de su ambiente, que le lleva a permanecer “hiper-

atento”. Esta experiencia temprana de maltrato infantil repetitiva, a largo plazo constituye

un factor de riesgo neurobiológico que incrementa la probabilidad de las siguientes

enfermedades: trastorno de conducta, trastorno de personalidad antisocial, ansiedad y

depresión, así como un mayor riesgo de problemas de salud y sociales.

Tottenham, Hare, Miller y Cols. (2010) observaron mediante imágenes de resonancia

magnética funcional a niños maltratados y niños institucionalizados. Las imágenes

revelaron que ante señales amenazantes se aparece un aumento anormal de la respuesta

de la amígdala.

La corteza prefrontal (CPF) igualmente juega un papel esencial en el control de

diversos aspectos de la conducta, la regulación de procesos cognitivos y emocionales a

través de extensas interconexiones con otras áreas corticales y regiones subcorticales.

Teicher y Cols. (2003) evidenciaron que los altos niveles de estrés temprano afectan el

desarrollo cortical, especialmente en la maduración prefrontal y la lateralización

hemisférica. Otros autores (Grassi-Oliveira, Ashy, & Stein, 2008) igualmente refieren,
31

que el córtex prefrontal es el que se mieliniza más tarde y el que reacciona ante el estrés,

encargándose de las funciones ejecutivas, la toma de decisiones, la memoria de trabajo y

la atención. Los altos niveles de estrés pueden provocar que la función del cortex

prefrontal de inhibición del sistema límbico se detenga. Estos resultados los observó

Bremner y Cols. (1999) en adultos que sufrieron maltrato infantil con altos niveles de

estrés, lo que se denomina efectos adversos de la infancia.

Lee y Hoaken (2007) aclaran que dos regiones de la corteza prefrontal se afectan con

el estrés: el córtex dorsolateral porque es una de las últimas regiones en madurar, por

esto es muy vulnerable ante las interrupciones del desarrollo durante la infancia y la

adolescencia. Y el córtex orbitofrontal, que junto con la amígdala, está involucrado en la

percepción del contenido emocional de los estímulos ambientales y en la comprensión de

las señales sociales que implican ira. Los daños en esta área se relacionan con control

pobre de impulsos, estallidos de agresividad, falta de sensibilidad interpersonal.

Beers y De Bellis (2002) establecen que los cambios originados en el córtex prefrontal

(CPF), dependen de la maduración cortical y la lateralización hemisférica. Y en niños con

TEPT está asociado a déficits en las funciones ejecutivas secundarias al maltrato. Estos

autores (Beers & De Bellis, 2002) encuentran en niños maltratados con TEPT, déficits en

las funciones ejecutivas, alteraciones en el pensamiento abstracto, en atención y en

memoria. Nemeroff (2004) relaciona las alteraciones en el cortex prefrontal en pacientes

con diagnóstico de depresión y de TEPT y con los cambios estructurales de la amígdala,

observados en pacientes deprimidos. Los datos anteriores establecen una relación entre

maltrato infantil, TEPT, cambios estructurales y psicopatología.

Diversos estudios (Carrion, Weems, Richert, Hoffman, & Reiss, 2010) descubren un

volumen prefrontal más pequeño, con menor sustancia blanca prefrontal en niños

maltratados con TEPT. Sin embargo, otros estudios obtienen resultados contradictorios
32

con los anteriores, porque muestran un volumen de sustancia gris más grande en las

regiones ventromedial inferior de la CPF. Ante estos resultados inconsistentes, se plantea

que de acuerdo al desarrollo evolutivo del cerebro en el momento del trauma y de la

cronicidad del mismo, existe vulnerabilidad en ventanas específicas de distintas regiones

del cerebro. En este sentido, Andersen (2008) demuestra que el volumen de la sustancia

gris de la corteza frontal se afecta gravemente a las edades de 14 a 16 años, mientras que

el hipocampo y el cuerpo calloso son fuertemente afectados de 3 a 5 años y de 9 a 10

años. Estos resultados indican que la corteza frontal del adolescente que es maltratado, es

particularmente susceptible a cambios estructurales.

Karlsgodt, Jhon y Cols. (2015) utilizan imágenes cerebrales (difusión tensor imaging

–DTI-) y revisan el tracto acumbofrontal que conecta el cortex orbitofrontal y el núcleo

acumbens, vía involucrada en el procesamiento de la recompensa, en el proceso de toma

de decisiones y la asunción de riesgos. Al comparar hombres con mujeres, éstos muestran

un pico más alto y más temprano en la maduración de la sustancia blanca durante la

adolescencia y la adultez temprana, el tracto acumbofrontal sufre cambios significativos

durante toda la vida, afectando el proceso de toma de decisiones con presencia de una

serie de trastornos neuropsiquiátricos.

Mueller, Maheu, Dozier, y Cols., (2010) con resonancia magnética funcional, encontró

en niños y adolescentes maltratados cambios en la corteza prefrontal inferior (BA 44/46),

datos que sugieren deterioro en el control cognitivo en la juventud.

Martin, Ressler, Binder, y Nemeroff (2009) evaluaron las alteraciones anatómicas y

de neuroimagen en cerebros de adultos con el trastorno de estrés postraumático

encontrando la hiperreactividad de la amígdala, estructura relacionada con el miedo y la

agresión. Las estructuras cognitivas superiores en pacientes con TEPT son incapaces de

reprimir los recuerdos emocionales negativos. La red ejecutiva dorsolateral se emplea


33

para el procesamiento emocional – afectivo en los pacientes con TEPT, lo que sugiere

que las áreas del cerebro que están restringidas a la función ejecutiva en sujetos sanos, se

utilizan para el procesamiento emocional-afectivo en pacientes con estrés postraumático,

lo que disminuye la capacidad de control ejecutivo. Se encontró déficit en la entrada

sensorial de estos pacientes, dominados por la hipervigilancia de estímulos y la

hiperexcitación relacionada con las amenazas. Estos pacientes presentan déficit de control

inhibitorio.

McLaughlin Sheridan, Winter, Fox, Zeanah y Nelson (2014) encontraron que los

niños de Bucarest, criados en instituciones exhibían reducciones generalizadas en el

grosor cortical prefrontal, parietal y temporal. Este grosor reducido en numerosas áreas

corticales se asoció con niveles más altos de síntomas de trastorno de déficit de atención

e hiperactividad (TDAH) y con alto grado de impulsividad. Por tanto, el TDAH e

impulsividad se relacionó con la institucionalización de estos niños y niñas.

Sheridan, Fox, Zeanah, McLaughlin y Nelson (2012) realizaron un estudio en Bucarest

para examinar la estructura y función del cerebro en niños expuestos a la crianza

institucional y niños que crecieron en una institución, pero que posteriormente se

asignaron al azar a una intervención del cuidado de crianza de alta calidad. Encontraron

que los niños con antecedentes de crianza institucional tenían el volumen cortical de

materia gris significativamente menor que los niños no institucionalizados y la sustancia

blanca cortical fue significativamente menor para los niños expuestos a la crianza

institucional al compararlos con los niños que se asignaron a un cuidado de crianza de

alta calidad.

En estudios con niños institucionalizados con deprivación socioafectiva grave

(Moulson, Westerlund, Fox, Zeanah, & Nelson, 2009; Parker & Nelson, 2005), mediante

EEG se obtuvieron potenciales asociados a determinados eventos. Se encontraron


34

patrones de hipoactivación cortical al observar expresiones faciales, emocionales y caras.

Otros estudios (Pollak & Tolley-Schell, 2003) muestran que los niños que han observado

maltrato físico, presentan un aumento en la actividad cerebral frente a imágenes de rostros

enojados y requieren más recursos atencionales para desengancharse de tales estímulos.

Esto último indica que algunos niños maltratados se mantienen hiperatentos ante la

posible amenaza social de su medio ambiente, probablemente a costa de otros procesos.

Marín, y colaboradores (2009) encontraron que las víctimas de abuso sexual presentan

una reducción de la corteza somato-sensorial donde se representan los genitales

femeninos. Esta reducción puede ser un mecanismo de protección, que puede dar pistas

sobre las bases de problemas de la conducta en la adultez.

Blanco, Nydegger y Cols. (2015) evidenciaron que una historia de abuso sexual

infantil se relaciona con irregularidades funcionales en las regiones corticales y

subcorticales del cerebro, que en la adultez alteran procesos cognitivos, conductuales y

psicológicos, que se traducen en problemas de salud mental: ansiedad, depresión, abuso

de sustancias psicoactivas, trastornos disociativos, disfunción sexual persistente en la

edad adulta.
35

Fundamentación

Los grandes paradigmas que regían la vida del ser humano en el siglo pasado

estuvieron centrados en el maltrato infantil como elemento de formación integral en los

niños, de ahí que se manejaba el paradigma de que la letra entra con sangre. Es a finales

del siglo pasado y a comienzos del presente siglo que se han modificado progresiva y

sustancialmente los paradigmas vinculados con la educación, de ahí que resulto

importante el estudio del cómo era actualmente la educación de los niños de una manera

real.
36

Base legal

La presente monografía se realiza porque es un requisito indispensable previo para

graduarme y es fundamental para la obtención del título de Bachiller General Unificado

(BGU) es sustentable por la LCEI “Se establecen las siguientes disposiciones respecto al

artículo 200 del Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural

(LOEI) sobre la monografía de grado para el Bachillerato en Ciencias.

En el Reglamento General a la LOEI el artículo 198. Requisitos para la obtención del

título de bachiller, se establece que para obtener el título de bachiller el estudiante debe:

Obtener una nota final mínima, de siete sobre diez (7/10) que se logra al promediar

calificaciones de:

1. Los subniveles de Básica Elemental, media y Superior, que equivale al cuarenta

por ciento (40%).

2. El promedio de los tres (3) años de Bachillerato, que equivale al cuarenta por

ciento (40%).

3. La nota promedio de los exámenes de grado, que equivale al diez por ciento

(10%).

4. La nota obtenida en la monografía de grado o el proyecto de grado, según sea el

caso, que equivale al diez. por ciento (10%).

El artículo 200 del Reglamento General a la LOEI establece “la monografía de

grado es un trabajo académico escrito que resulta de una acción investigativa realizada

por los estudiantes durante el tercer año del Bachillerato en Ciencias; en ella se

desarrolla la argumentación sobre una determinada temática. Debe tener un lenguaje

preciso y claro, estar redactada correctamente y cumplir con las normas de probidad

académica determinadas en el presente reglamento”.


37

Definición de Términos

Temática:

La palabra temática proviene de otra palabra: tema. Así, cuando hablamos de temática se
está haciendo referencia al tema que aparece en una exposición, en una presentación, en
una charla o en un sinfín de situaciones diferentes.
Probidad:

La etimología de probidad nos remite a la lengua latina, más precisamente al


término probitas. La probidad es la honestidad y la rectitud: una persona honrada, por lo
tanto, es aquella que tiene probidad
38

CAPITULO III

Metodología

Se realizó un estudio prospectivo, con enfoque cuali-cuantitativo, modalidad de

campo, descriptivo, analítico y longitudinal en la ciudadela El Recreo 5ta Etapa del cantón

Durán, provincia del Guayas, Ecuador, durante el periodo 2018-2019.

La muestra estuvo conformada por 25 jóvenes en las edades comprendidas entre 12 y

18 años, escogidos de manera aleatoria del total de 100 casas de dicha ciudadela.

Las variables estudiadas fueron: tipo de maltrato (físico, psicológico, sexual y negligencia

en los cuidados) y lugar donde se recibe el maltrato.

La información se obtuvo mediante la entrevista estructurada, la cual se complementó

con la observación.

Los resultados se evaluaron mediante la determinación de valores porcentuales para cada

una de las variables y fueron expresados mediante tablas y gráficos.

ENCUESTA

1.- ¿Porque los padres le pegan a sus hijos?

a) Propia ira b) Desdicha c) Frustración d) Toda las anteriores

2.- ¿Qué tipo de maltrato conoces?

a) Psicológico b) Físico c) Abandono d) Abuso Sexual

3.- Principal factor en los padres para golear al menor.

a) Agresividad b) Inseguridad c) Persona vulnerable d) Estado de ánimo

4.- Principal características el maltrato físico.

a) Quemaduras b) Golpes c) Traumatismos diversos.

5.- Principal características del maltrato psicológico.

a) Terror b) Miedo c) Inseguridad d) Socializan poco


39

6.- Consecuencias que puede tener el niño.

a) Psicológico b) Físicos c) Retraso d) Muerte

7.- Conoces algún tratamiento para el maltrato

a) Médico b) Psicológico (terapias) c) Grupos d) Todas

8.- ¿Considera usted que el maltrato infantil puede influir negativamente en el

aprendizaje de niño en la edad escolar?

a) Si b) No c) Algunas veces d) Nunca

9.- Usted considera que le niño maltratado tendrá consecuencias en un futuro.

a) Si b) No c) Algunas veces d) Nunca

10.- Considera que tus papás te pegan muchos

a) demasiado b) mucho c) no me pegan

11.- Creencias sobre el maltrato físico

a) Para educar b) ganarse el respeto c) solucionar problemas c) Más obedientes


40

Pregunta # 1

¿Porque los padres le pegan a sus hijos?

a) Propia ira b) Desdicha c) Frustración d) Toda las anteriores

Tabla # 1

Propia ira Desdicha Frustración Toda las anteriores

10 3 7 5

Realizado por: Carlos Mindiola

Gráfico # 1

¿Porque los padres le pegan a sus hijos?

20%
40%

28%
12%

Propia Ira Desdicha Frustación Todas las anteriores

Realizado por: Carlos Mindiola

Análisis de resultados

La tabla 1 muestra que del total de niños evaluados, 10 de 25 era víctima de maltrato

por propias iras de los padres.

En la figura 1 se aprecia que de los niños evaluados, el 40 % representa el maltrato por

propias ira y el 28% corresponde por frustración de los padre siendo la menor cantidad la

de maltrato por desdicha 20%.


41

Pregunta # 2

¿Qué tipo de maltrato conoces?

a) Psicológico b) Físico c) Abandono d) Abuso Sexual

Tabla # 2

Psicológico Físico Abandono Abuso Sexual

5 18 2 0

Realizado por: Carlos Mindiola

Grafico # 2

¿Qué tipo de maltrato conoces?

0%
8% 20%

72%

Psicológico Físico Abandono Abuso Sexual

Realizado por: Carlos Mindiola

Análisis de resultados

La tabla 2 muestra que del total de niños encuestados, 18 de 25 era víctima del tipo de

maltrato físico y que cero niños con abuso sexual.

En la figura 2 debido a que todos atenido diferente tipo de maltratos se observó un 72

% de maltrato físico seguido del maltrato psicológico 20 % y en menor grado el abandono

y abuso sexual.
42

Pregunta # 3

Principal factor en los padres para golear al menor.

a) Agresividad b) Inseguridad c) Persona vulnerable d) Estado de ánimo

Tabla # 3

Agresividad Inseguridad Persona vulnerable Estado de ánimo

13 2 2 8

Realizado por: Carlos Mindiola

Grafico # 3

Principal factor en los padres para golpear al menor.

32%

52%

8%
8%

Agresividad Inseguridad Persona vulnerable Estado de ánimo

Realizado por: Carlos Mindiola

Análisis de resultados*

La tabla 3 muestra que del total de niños evaluados, 13 de 25 el principal factor de que

los padre golpean al menor por agresividad

En la figura 3 se aprecia que de los niños evaluados, el 52 % representa el de

agresividad, el 32% corresponde por estado de ánimo, 8% para cada uno inseguridad y

persona venerable.
43

Pregunta # 4

Principal características el maltrato físico.

a) Quemaduras b) Golpes c) Traumatismos diversos.

Tabla # 4

Quemaduras Golpes Traumatismos diversos.

0 20 5

Realizado por: Carlos Mindiola

Grafico # 4

Principal características el maltrato físico.

0%
20%

80%

Quemaduras Golpes Traumatismos diversos.

Realizado por: Carlos Mindiola

Análisis de resultados

En la tabla 4 de la principal característica del maltrato físico se aprecia que existe un

número superior en golpes (n=20) en comparación con el traumatismo diverso (n=5) y no

existe por quemadura.

En la fig. 4 muestra la principal característica del maltrato físico se observó un 80 %

de golpes seguido el de traumatismo diverso 20 %.


44

Pregunta # 5

Principal características del maltrato psicológico.

a) Terror b) Miedo c) Inseguridad d) Socializan poco

Tabla # 5

Terror Miedo Inseguridad Socializan poco

0 12 5 8

Realizado por: Carlos Mindiola

Grafico # 5

Principal características del maltrato psicológico.

0%
32%
48%

20%

Terror Miedo Inseguridad Socializan poco

Realizado por: Carlos Mindiola

Análisis de resultados

La tabla 5 muestra que del total de niños evaluados, 12 de 25 tienen miedo y 8

socializan poco.

En la figura 5 se aprecia que de los niños evaluados, el 48 % representa a la

característica de miedo y 0% corresponde a que tiene terror.


45

Pregunta # 6

Consecuencias que puede tener el niño.

a) Psicológico b) Físicos c) Retraso d) Muerte

Tabla # 6

Psicológico Físico Retraso Muerte

7 5 10 3

Realizado por: Carlos Mindiola

Grafico # 6

Consecuencias que puede tener el niño.

12%
28%

40%
20%

Psicológico Físico Retraso Muerte

Realizado por: Carlos Mindiola

Análisis de resultados

La tabla 6 muestra que el total de las consecuencias que el niño puede tomar es que

existe retraso (n=10), lo psicológico (n=7) y así sucesivamente teniendo como resultado

25 encuestado.

En la figura 6 se aprecia que de los niños evaluados, el 40 % representa lo retraso y el

28% corresponde por psicológico y así sucesivamente<


46

Pregunta # 7

Conoces algún tratamiento para el maltrato

a) Médico b) Psicológico (terapias) c) Grupos d) Todas

Tabla # 7

Médico Psicológico (terapias) Grupos Todas

0 18 5 2

Realizado por: Carlos Mindiola

Grafico # 7

Conoces algún tratamiento para el maltrato

0%

8%

20%

72%

Médico Psicológico (terapias) Grupos Todas

Realizado por: Carlos Mindiola

Análisis de resultados

La tabla 7 muestra que del total de niños evaluados, 18 de 25 era víctima de

necesitaban psicología (terapia).

En la figura 7 se aprecia que de los niños evaluados, el 72 % representa terapias, el

20% corresponde por grupos y con menor cantidad es de medico con un 0%.
47

Pregunta # 8

¿Considera usted que el maltrato infantil puede influir negativamente en el

aprendizaje de niño en la edad escolar?

+a) Si b) No c) Algunas veces d) Nunca

Tabla # 8

Si No Algunas veces Nunca

19 3 3 0

Realizado por: Carlos Mindiola

Grafico # 8

¿Considera usted que el maltrato infantil puede influir


negativamente en el aprendizaje de niño en la edad
escolar?

0%
12%
12%

76%

Si No Algunas veces Nunca

Realizado por: Carlos Mindiola

Análisis de resultados

En la tabla 8 muestra que, del total de niños evaluados, 19 de 25 era hay que influir

negativamente en el aprendizaje del niño en la etapa escolar.

En la figura 8 se aprecia que de los niños evaluados, el 76 % representa dice que sí, l

2% esta entre el no y el alguna veces, y el 0% dice que nunca.


48

Pregunta # 9

Usted considera que le niño maltratado tendrá consecuencias en un futuro.

a) Si b) No c) Algunas veces d) Nunca

Tabla # 9

Si No Algunas veces Nunca

20 0 5 0

Realizado por: Carlos Mindiola

Grafico # 9

Usted considera que le niño maltratado tendrá


consecuencias en un futuro.

0%
20%
0%

80%

Si No Algunas veces Nunca

Realizado por: Carlos Mindiola

Análisis de resultados

La tabla 9 muestra que del total de niños evaluados, 20 de 25 era tendrán consecuencia

a futuros los niños.

En la figura 9 se aprecia que de los niños evaluados, el 80 % representa el si tendrán

consecuencias 0a futuro, el 20% nos comentan que algunas veces tendrán y el 0% no

comenta que no y nunca.


49

Pregunta # 10

Considera que tus papás te pegan muchos

a) demasiado b) mucho c) no me pegan

Tabla # 10

demasiado Mucho no me pegan

5 18 0

Realizado por: Carlos Mindiola

Grafico # 10

Considera que tus papás te pegan muchos

0%
22%

78%

demasiado mucho no me pegan

Realizado por: Carlos Mindiola

Análisis de resultados

La tabla 10 muestra que del total de niños evaluados, 18 de 25 era víctima de maltrato

de los padres.

En la figura 10 se aprecia que de los niños evaluados, el 78 % representa que los padres

le pegan mucho a los niños. el 22% corresponde demasiado le pegan a los niños y el 0%

no le pegan a los niños.


50

Pregunta # 11

Creencias sobre el maltrato físico

a) Para educar b) ganarse el respeto c) solucionar problemas c) Más obedientes

Tabla # 11

Para educar Ganarse el respeto Solucionar Más obedientes

problemas

12 5 3 5

Realizado por: Carlos u Mindiola

Grafico # 11

Creencias sobre el maltrato físico

20%

12% 48%

20%

Para educar Ganarse el respeto Solucionar problemas Más obedientes

Realizado por: Carlos Mindiola

Análisis de resultados

La tabla 11 muestra que del total de niños evaluados, 12 de 25 era para educarlos.

En la figura 11 se aprecia que de los niños evaluados, el 48% representa que era para

educarlos, el 20% esta entre ganarse el respeto y que sea mas obediente y el 12% es para

solucionar los problemas.


51

CAPITULO IV

ANALISIS DE LOS RESULTADOS

En la figura 2, los niños evaluados fueron víctimas de maltrato infantil tanto en la casa

como en la escuela y en el barrio y existe un predominio de dicha práctica en el medio

familiar, lo que representa el 52,17 % seguido de la escuela con un 39,13 %.

La tabla 2 muestra los diferentes tipos de maltrato y el sexo de las víctimas.

Tabla 2. Tipo de maltrato infantil según sexo

En la tabla anterior se aprecia que existe un número superior de maltratos (n=37) en

comparación con el número de niños identificados como maltratados (n=23) debido a que

todos recibían maltrato psicológico y en algunos casos abuso físico o sexual. Atendiendo

al número y tipo de maltratos se observó un 62,16 % de maltrato psicológico seguido del

maltrato físico (24,32 %) y en menor grado el abuso sexual.


52

CAPITULO V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

CONCLUSIONES

La violencia infantil es un problema a nivel internacional. Los programas preventivos

resultan un método eficaz para los padres y les aporta conocimientos y técnicas positivas

respecto a cómo criar a sus hijos.

El reconocimiento precoz de los casos, la asistencia continua a las víctimas del

maltrato y a sus familias pueden ayudar a reducirlo y a atenuar sus consecuencias.

RECOMENDACIONES

El hecho de que el número de niños afectados por maltrato detectados sea

relativamente bajo, no puede ser motivo de desatención, queda mucho por hacer para

lograr el cumplimiento a cabalidad de los Derechos de los Niños expresados en la

Declaración de los Derechos del Niño, donde manifiesta a través de sus 10 principios que

el infante, por su falta de madurez física y mental, necesita amparo y cuidado especiales,

incluso la debida protección legal, antes y después del nacimiento, necesidad que ha sido

enunciada en la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño y

reconocida en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los convenios

constitutivos de los organismos especializados y de las organizaciones internacionales

que se interesan en el bienestar del niño.

Los resultados obtenidos en cuanto al sexo, son variables. Según la bibliografía

consultada, Campos Muñoz et al, encontraron en su investigación que el sexo femenino

era el más maltratado en un 56 % al igual que Rostion en Chile, quien reportó un 75 %;

en Estados Unidos Stein10 un 66 % y un 62,7% en España, López,11 sin embargo, Jiménez

Macías et al encontraron un predominio de los niños maltratados con un 85,6 % al igual


53

que Hernández Muñiz et al con un 69,06 % y Torres Triana et al un 83,8 %. Como se

expresó anteriormente dichos datos pueden depender de muchos factores si se tiene en

cuenta que en algunos casos el sexo masculino oculta que es víctima de maltratos, lo cual

está asociado fundamentalmente a estigmas sociales donde, desde el seno familiar se les

inculca que como varón debe demostrar fortaleza ante los demás.

Los niños/as sufren violencia en su casa, en la escuela, en las instituciones y en la

comunidad. La sufren en aquellos espacios y en lugares que debieran ser de protección y

de estímulo a su desarrollo integral, de resguardo y promoción de sus derechos. Los

niveles de dependencia del niño hacia el adulto o las instituciones que los están

agrediendo, lo dejan en una situación de gran vulnerabilidad; la violencia en la familia,

una de las formas de maltrato más habituales, frecuentemente está relacionada con

violencias que se ejerce en otros niveles o instituciones. Los altos índices de incidencia

del maltrato infantil en la familia la colocan como un importante problema de salud

pública en América Latina, principalmente por las graves consecuencias que puede traer

en el desarrollo de los niños.

Varios autores coinciden en que el maltrato infantil es una causa de sufrimiento para

los niños y las familias y que las características de un menor agredido son: aplanamiento

emocional, limitaciones para experimentar placer, desorganización conductual, estrés y

se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano. Los casos extremos de estrés

pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario. En consecuencia, los

adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas

conductuales, físicos y mentales, tales como actos de violencia (como víctimas o

perpetradores), depresión, consumo de tabaco, obesidad, comportamientos sexuales de

alto riesgo, embarazos no deseados y consumo indebido de alcohol y drogas. A través de


54

estas consecuencias en la conducta y la salud mental, el maltrato puede contribuir a las

enfermedades del corazón, al cáncer, al suicidio y a las infecciones de transmisión sexual.

Los modelos y métodos de educación de los hijos han cambiado de acuerdo con la

época y la cultura, así como las características de la familia; sin embargo, el maltrato a

los hijos ha persistido.

Según datos incluidos en el Informe Mundial sobre la Violencia contra los Niños y

Niñas (ONU, 2006), anualmente entre 133 millones y 275 millones de niñas y niños son

víctimas de violencia dentro de sus hogares, espacio que debiera ser de protección, de

afecto y de resguardo de sus derechos.

En un estudio realizado por Larraín y Bascuñan demostraron que el 75,3 % de los

niños recibían maltrato por parte de los padres, Campos et al demostraron en su estudio

que el 100 % de los niños, hijos de madres adolescentes eran víctimas de algún tipo de

maltrato infantil, y Arce Gómez et al demostraron que los infantes recibían maltrato de

sus padres.

Por su parte Francia Reyes, encontró que los niños estudiados expresaron

manifestaciones de maltrato físico y psicológico de sus educadoras ante las indisciplinas

que cometen sus alumnos. Además, halló que, ante las indisciplinas cometidas por sus

hijos, todos los padres del grupo estudio afirmaron que maltrataban según la severidad de

la indisciplina, ya sea física, psicológica, o emocionalmente. Campos Muñoz y Arce

Gómez et al encontraron maltrato físico en un 91,6 % y un 66,6 % de maltrato psicológico

en su grupo de estudio.

Los resultados de la presente investigación también coinciden con los de Veloso

Mariño y su equipo donde encontraron que las modalidades más frecuentes de maltrato

infantil resultaron ser la violencia física y la psicológica.


55

A pesar de las diversas investigaciones desarrolladas que demuestran la existencia de

este flagelo y de las acciones encaminadas a disminuirlo, actualmente continúa siendo un

hecho a nivel internacional por lo que la lucha debe continuar. En el caso de los niños de

la escuela Manuela Espejo, todos fueron remitidos a la consulta de Psicología para

consulta y seguimiento de manera individualizada.


56

CAPITULO VI

PROPUESTA

El 78% de las niñas de Ecuador sufrió maltratos en sus hogares

Plan Internacional reveló cifras "de alarma general" por una "discriminación

estructural hacia las mujeres" en la nación gobernada por Correa. Los principales

problemas son el embarazo adolescente y el trabajo infantil doméstico.

En Ecuador hay una "discriminación estructural" hacia niñas y mujeres, según la

directora de Plan Internacional en ese país, Rossana Viteri, quien señala entre los

principales problemas al acceso a la educación, el embarazo adolescente, la violencia y

el trabajo infantil doméstico.

En Ecuador, el 78% de las niñas dijo haber recibido algún tipo de maltrato en sus

hogares y un 41%, en sus escuelas. Además, el 69% de los menores entre 10 y 15 años

han sido víctimas de violencia de género, especialmente abuso sexual, según un estudio

de entidades locales e internacionales mencionado por Viteri.

Son cifras "de preocupación y alarma general", pues reflejan un Ecuador "que ha

normalizado, naturalizado, la violencia contra las niñas especialmente, tanto así que

nos resulta casi invisible", dijo.

"Hay una discriminación estructural hacia las niñas y mujeres. Lo que está detrás de

esto, además de la invisibilización, es una valoración menor" hacia el género femenino,

situación que no es exclusiva de Ecuador, apuntó en entrevista con EFE, con motivo de

la celebración, este viernes, del Día Internacional de la Niña.

Ello responde a "sociedades patriarcales que ponen el acento, la valoración en lo

masculino" y desde ahí "todo lo femenino se ve como menor, a veces se ridiculiza y las

niñas nacen con esa carga", indicó al recordar, como ejemplo, que en una provincia una

partera cobraba más dinero cuando nacía un niño.


57

Plan Internacional, en un trabajo sobre este tema, propició que niñas de nueve

provincias se expresaran a través de cartas. En las 1.500 misivas recibidas, en las que la

palabra común es "miedo", un 58% dijo haber sufrido algún tipo de violencia en el

hogar, escuela o espacio público.

Hablan de maltrato y abandono de sus padres y miedo, entre otros, a que no las apoyen

con los estudios. Viteri se lamentó de que algunos padres sacan de la escuela a las niñas

porque creen que no será una buena inversión si al final "se van a casar".

Ello, a pesar de que estudios señalan que "un año de educación extra para niñas

significa a futuro un 15 o 20 por ciento más de ingresos. Es decir, la educación de las

niñas está directamente relacionada con el desarrollo económico de un país", apuntó.

La inseguridad también se refleja en las cartas. En una de ellas, una pequeña le pide al

presidente alumbrado público para que no se la lleve "un señor" en un callejón oscuro,

como le ocurrió a su amiga cuando caminaban juntas.

Las misivas también revelan el miedo al embarazo, a que "las personas grandes les

hagan daño", dijo Viteri al evocar estudios que indican que quienes abusan sexualmente

de los niños no son, en su mayoría, personas desconocidas, sino quienes tienen la

confianza de los pequeños: están en su familia, en sus barrios.

La preocupación de las niñas ante el acoso escolar también se desprende de las cartas,

donde hay relatos de inseguridad.

Un 37% habla de maltrato psicológico en sus hogares, un 14% de violencia sexual en

lugares cercanos a sus casas y un 74% dice compartir responsabilidades en tareas

domésticas. Una niña, incluso, expresa su esperanza de, "algún día", poder salir a

jugar.
58

El 94% de las menores dice haber tenido algún caso de embarazo adolescente cercano,

detalló Viteri, quien cree indispensable "más fuerza" en el trabajo con los estamentos de

Estado sobre el tema y que se le quite el "tabú" a la sexualidad.

En las dos últimas décadas, el embarazo adolescente en Ecuador ha subido "en un

80%", dijo.

Viteri relaciona ese incremento con una presión desde los medios de comunicación,

donde hay "casi un bombardeo de ser adultos más pronto", además de que hay más

información sin la suficiente orientación, pero también con "situaciones de abuso sexual",

pues no pueden creer que una niña de "12 o 13 años se embarace tomando una decisión

afirmativa", subrayó.

La lucha contra el machismo -añadió- es básica en la búsqueda de una sociedad

equitativa donde se debe entender

la masculinidad relacionada, entre otras, con la responsabilidad.

Aparte de revelar problemas, la campaña del plan "Por ser niña" destaca también

potenciales. Así, el 80% de quienes escribieron las cartas dijeron que "quieren seguir

estudiando".

Ecuador debe asegurarse de que no haya una niña fuera de las escuelas, donde se debe

abordar "con seriedad" el tema de la violencia, dijo al recordar que hay comunidades en

las que los padres aún "autorizan" a los profesores a "castigar" a sus hijos.

Al segundo aniversario, el viernes, del Día Internacional de la Niña, Ecuador llega con

avances, pero aún "con mucho por hacer", sostuvo.

"Aspiraríamos -dijo- a que las niñas crezcan no con miedo, sino con autovaloración; a

que las niñas ecuatorianas no se resignen con poco, que sueñen en grande, que peleen por

esos sueños, pero que exista una sociedad que está dispuesta a acompañar esos

sueños".
59

CONCLUSIONES

Puedes tomar medidas sencillas para proteger a tu hijo de la explotación y el maltrato, al

igual que para prevenir el maltrato infantil en tu vecindario o en tu comunidad. El objetivo

es ofrecer a los niños relaciones estables, seguras y afectuosas. Por ejemplo:

 Brinda amor y atención a tu hijo. Brinda afecto a tu hijo; escúchalo e involúcrate

en su vida para fomentar la confianza y la buena comunicación. Alienta a tu hijo a

que te cuente si tiene un problema. Un entorno familiar y un tejido social de

contención pueden reforzar la autoestima y el sentimiento de autovaloración de tu

hijo.

 No respondas con ira. Si te sientes abrumado o fuera de control, haz una pausa.

No descargues tu ira sobre tu hijo. Consulta con el médico o el terapeuta sobre la

forma de aprender a enfrentar el estrés e interactuar mejor con tu hijo.

 Supervisión. No dejes a tu hijo solo en el hogar. Cuando estés en lugares públicos,

no pierdas de vista a tu hijo. Ofrécete como voluntario en la escuela y en distintas

actividades para conocer a los adultos que pasan tiempo con tu hijo. Cuando tenga

edad suficiente para salir sin supervisión, alienta a tu hijo a mantener distancia de

los extraños y a pasar el tiempo con amigos en vez de solo; además, pídele que te

informe dónde se encuentra en todo momento. Averigua quién estará a cargo de la

supervisión de tu hijo, por ejemplo, cuando se queda a dormir en casa de amigos.

 Conoce a las personas responsables del cuidado de tu hijo. Pide referencias sobre

las niñeras y sobre otras personas responsables del cuidado. Haz visitas imprevistas,

frecuentes y sin anunciar, para observar qué está sucediendo. No aceptes sustitutos

de la persona que habitualmente es responsable del cuidado de tu hijo si no conoces

al reemplazante.
60

 Insiste sobre cuándo decir «no». Asegúrate de que tu hijo comprenda que no tiene

por qué hacer nada que le resulte incómodo o atemorizante. Alienta a tu hijo a tomar

distancia inmediatamente de las situaciones amenazantes o atemorizantes y a buscar

la ayuda de un adulto de confianza. Si algo sucede, alienta a tu hijo a que hable

contigo o con otro adulto de confianza acerca del episodio. Asegúrale a tu hijo que

está bien hablar y que no se meterá en problemas.

 Enseña a tu hijo cómo mantenerse a salvo cuando está conectado a

Internet.Coloca la computadora en un sector común de tu hogar en vez de colocarla

en el dormitorio de tu hijo. Utiliza los controles parentales para restringir la clase

de sitios web que puede visitar tu hijo y controla su configuración de privacidad en

las redes sociales. Considera una señal de alerta el hecho de que tu hijo pretenda

mantener en secreto sus actividades en línea. Establece las reglas del juego, como

no compartir la información personal, no responder a mensajes inapropiados,

hirientes o atemorizantes y no concertar encuentros para conocer en persona a un

contacto en línea sin tu autorización. Recomienda a tu hijo que te cuente si un

desconocido lo contacta por medio de una red social. Denuncia el acoso en línea o

a los remitentes inapropiados ante el proveedor del servicio y las autoridades

locales, de ser necesario.

 Haz contactos. Conoce a las familias del vecindario, incluso niños y padres.

Considera unirte a un grupo de apoyo para padres, para desahogar tus frustraciones

en el lugar adecuado. Crea una red de contención de familiares y amigos. Si un

amigo o vecino parece estar en dificultades, ofrécete para cuidar de sus hijos o

ayudar de otra manera.


61

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

CONCLUSIONES

 El maltrato infantil afecta estructural y funcionalmente a un cerebro inmaduro, en

desarrollo. El estrés temprano repetitivo emanado por la polivictimización de

diferentes formas de maltrato infantil se asocia con alteración en las funciones

neuroendocrinas, con diferencias estructurales y funcionales del cerebro.

 Estos daños son permanentes, evolucionan en lo que Cicchetti (1981) (2000)

denomina efectos adversos de la infancia, en una variedad de patologías físicas y

mentales que se expresan en la edad adulta.

 La relación entre edad de inicio del trauma y la duración o cronicidad de este

definen el tipo de déficit que presenta el niño. Existe mayor déficit o daño

neurológico entre más temprana sea la edad de inicio del trauma y el tiempo de

duración del trauma. El grado de trauma también depende del momento de

desarrollo evolutivo y el proceso de mielinización que hacen al cerebro más o

menos vulnerable al estrés, y del sexo del infante.

 Lo anterior lleva a cuestionar si bajo la denominación de TEPT, se cubren una

serie de alteraciones diferentes que requieren mayor estudio para denominar a

cada una y brindar un tratamiento específico para el daño que se observa en el

cerebro.

 Esta situación de maltrato infantil y sus efectos neurológicos invitan a generar

investigaciones en nuestro contexto colombiano, en estos estudios se deben tener

en cuenta entre otras categorías: la edad en que ocurre el maltrato infantil, su

duración, el tipo de maltrato, la cronicidad del mismo. Todas estas categorías

constituyen diversos aspectos que determinan la gravedad del daño estructural y

la afectación del área de la corteza cerebral del niño afectado.


62

 El anterior panorama expresa la complejidad de este problema social y su impacto

biopsicosocial en las víctimas, de ahí la urgente necesidad de abordar el maltrato

infantil desde un enfoque multi e interdisciplinar, con la participación de

neuropediatra, psiquiatra infantil, fonoaudiólogo, terapeuta físico, terapeuta

ocupacional, psicólogo (con enfoque conductual y cognitivo-conductual) y

neuropsicólogo.

 Las anteriores evidencias científicas configuran en nuestro contexto al maltrato

infantil como un problema de salud pública que amerita la necesidad y urgencia

de intervenirlo precozmente enmarcado en una estrategia global de la sociedad, la

comunidad y la familia dado los graves efectos en la salud individual y social.

Sobre todo, el énfasis en la intervención de la violencia infantil está en el hogar,

visto como una expresión de la violencia intrafamiliar, que genera en sus víctimas

diferentes efectos tanto físicos y psicológicos y afecta el desarrollo futuro la vida

individual y social, efectos que a su vez se convertirán a futuro en la reproducción

de esta práctica social negativa. Por esto, desde el estado deben definirse políticas

intersectoriales para la intervención oportuna este grave problema de salud

pública.

RECOMENDACIONES

 Para que ya los niños tengan maltratos se le debería tener conversación para que

los niños no tengan el temor de que le castiguen o le peguen.

 Si no existiera maltrato infantil, los niños no tuvieran tratamiento con los

psicólogos, no hubiera muertes, así que dile no al maltrato infantil.


63

BIBLIOGRAFIA Y WEBGRAFIA

Prevención del maltrato infantil en la familia – Moreno Manso Juan Manuel

Maltrato Infantil - Moreno Manso Juan Manuel

Abuse and Neglect – Sarah Medina

Maltrato infantil intrafamiliar: una propuesta de intervención – Graciela Tonon

La intervención arte el maltrato infantil: una revisión del sistema de protección –

Hernandez Javier

Vulnerabilidad infantil: Un enfoque multidisciplinar – Rodes Fernando


64

ANEXOS
65

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