EXPERIENCIAS.

INFANTIL

Sofía, la vaca
que amaba la música
Un ser imaginario se cuela en esta aula a través de un cuento. Es Sofía,
una vaca que se desvive por la música y que contagia este placer a los
niños y niñas. Las peripecias de este personaje dan pie a un conjunto
de actividades con las que el alumnado trabaja no sólo la expresión
musical, sino también la oral, la plástica y la corporal.

Noelia del Pino Suárez Marrero*

Aprendizaje por descubrimiento / Expresión y comunicación infantil / Expresión

artística, plástica y visual / Expresión corporal / Educación musical /
Interdisciplinariedad y globalización / Expresión dramática / Aprendizaje de la
lectura y la escritura

La vaca Sofía es el personaje que nos

ha acompañado y guiado a lo largo de to-
da esta experiencia. Se ha llevado a cabo
en el CEIP Poeta Tomás Morales con el
alumnado de cinco y seis años, y tiene su
origen en el cuento Sofía, la vaca que
amaba la música.
Los cuentos son un buen instrumen-
to para estimular la expresión y partici-
pación del niño en clase y para mejorar
su comprensión oral y su conocimiento
de la lengua, que constituyen la base de
la expresión oral. La música en los cuen-
tos nos ayuda, además, y entre muchas
otras cosas, a captar la atención de los
alumnos y a llenar su mundo de las fan-
tasías que tanto necesitan y buscan.
La vaca Sofía ha estado entre nosotros,
en el aula. Ha sido el punto de apoyo de
los niños y niñas, que han intercambiado
vivencias y emociones con ella. Han ido a
darle besos, a abrazarla y a decirle lo gua-
pa que estaba. También se han planteado
N. del Pino. si era de verdad o sólo de papel. Han sen-
tido interés y curiosidad por este perso-
naje imaginario lleno de encanto, gracias
al cual sus vidas han tomado un nuevo
La vaca Sofía llena de fantasía el aula y al final se preguntan si es de verdad sentido. Lo real y lo fantástico se han uni-
o sólo de papel do para hacerles aliados de un sortilegio
maravilloso que no tiene principio ni fin.

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¿Qué botella suena más?

Tras llenar las botellas que nos servirán de instrumen-

tos, los niños experimentan con cada una de ellas y se
les formulan algunas preguntas: ¿suenan todas igual?,
¿tiene que ver con el material que llevan dentro?, ¿y con
la cantidad? Descubren que cada una suena diferente.
“La botella con boliches suena más, la de serrín menos y
el silencio (botella vacía) no suena nada.”
Se les muestran dos botellas con el mismo contenido
pero con distintas cantidades y se les pregunta cuál creen
que sonará más y cuál menos. Como es lógico, responden
que la botella más llena producirá más sonido. Las mani-
pulan para comprobarlo y descubren que el efecto es el
contrario. Llegan a la conclusión de que suena más la bo-
tella menos llena porque hay más espacio para que se
mueva su contenido.
Para plantearles otro conflicto, repetimos el ejercicio
con boliches. ¿Cuál suena más, la botella que tiene un so-
lo boliche o la que tiene varios? Como es natural, contes-
tan que la que tiene uno solo, porque acaban de ver que
suenan más las botellas con menos contenido. Y se lle-
van una gran sorpresa al descubrir que, en este caso, no
sucede lo mismo. Enseguida encuentran la razón: “Al es-
N. del Pino.

tar el boliche solo, sólo chocaba con la botella mientras

que los demás también chocaban unos con otros”.

Los instrumentos musicales
La experiencia arranca con la lectura
del cuento: “Sofía es una vaca que ama la
música y que se pasa la vida regalando
sus conciertos a su familia y amigos. Un
día decide irse del pueblo a la ciudad pa-
ra participar en un concierto de música.
A partir de ese momento, Sofía pasa por
una serie de vivencias emocionantes que
iremos descubriendo.”
Tras leer el cuento surge una duda:
¿qué es un concierto? Muchos de los
alumnos no han disfrutado nunca de un
concierto y sienten interés por saber qué
es. Algunos intentan definirlo: “Donde
la gente se divierte y se ponen guapos”;
“Hay música”; “Cantan y bailan”; “Es
como un circo”, etc. Para contrastar sus
ideas buscamos una imagen del cuento
en la que Sofía da un concierto familiar,
la analizamos y llegamos todos a la mis-
ma conclusión. Después cada uno dibu-
ja la idea que tenía.
Seguimos examinando las imágenes
del cuento y nos fijamos en los instru-
mentos que aparecen. Recabamos infor-
mación para saber qué instrumentos son
(cajas chinas, platillos, tambor y triángu-
lo) y los imitamos corporalmente. Pri-
mero lo hacemos todos juntos. Después
nos dividimos en pequeños grupos, a ca-
da uno de los cuales se asigna un instru-
mento determinado.
A continuación ya no sólo lo imitamos
con el cuerpo sino que, mientras que un
alumno toca un instrumento, los demás
producen su sonido: “tun, tun, tun” (cor-
to) para las cajas chinas; “tennnnnnnn”
(largo) para los platillos; “ton, ton, ton,
ton” (corto) para el tambor, y “tinnnnnnn”
(largo) para el triángulo.
Iniciamos un juego para familiarizar-
los con los distintos instrumentos de per-
cusión. Sentados en círculo se van pa-
sando una baraja musical siguiendo la
pulsación que crea primero la maestra y
después un niño con un tambor. Cuando
deja de sonar, el alumno que tiene la baraja
en sus manos toca el instrumento que apa-
rece en la carta y entre todos comentamos
si el sonido ha sido largo o corto. Poco a po-
co, la actividad se va complicando con otras
barajas que contienen más instrumentos.
La diferencia entre sonidos largos y
cortos la trabajamos también con un dic-
tado musical. Los niños y niñas dibujan
un punto en el folio cuando la maestra
efectua un sonido corto, y una línea cuan-
do es largo.
Otra actividad la dedicamos a extraer
las ideas previas de los niños y niñas so-
bre los diversos tipos de instrumentos:
¿qué son los instrumentos de cuerda?,
¿y de percusión?, ¿y de viento?, ¿conocéis
algunos? Para que saquen sus propias
conclusiones, observamos tres láminas
en las que aparecen dibujados tres ins-
trumentos que tienen que describir. De
esta manera observan sus diferencias y
similitudes. Los describen así: “Se lla-
ma flauta, es de color amarillo, larga y
con agujeros. Se toca soplando”; “Son cla-
ves de madera, de color marrón y se to-
can dando golpes”; “Es una guitarra, de
madera, color marrón y se utiliza tocan-
do las cuerdas”.
Profundizamos en estos aspectos con
un juego de clasificación. Los niños y ni-
ñas extraen fichas de la “caja divertida”.
En estas fichas aparecen imágenes de ins-
trumentos y cada una de ellas es de un
color diferente en función de la familia
a la que pertenece el instrumento. El
juego consiste en coger las fichas y co-
locarlas en un tablero que contiene las
palabras cuerda, percusión y viento, y que
también están representadas por los mis-
mos colores. De esta manera, por ejem-
plo, asocian los instrumentos de percu-

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Se trabaja la capacidad
gestual y expresiva: en
esta foto imitan el uso
de los platillos
sión con el color verde. Después dibujan
un instrumento de cada una de las tres
familias y escriben su nombre. Para ello
acuden a la “caja divertida” y consultan
las fichas de los instrumentos que han
dibujado.
Vamos a la sala de informática y apren-
demos más cosas de los instrumentos y
la música gracias al programa Sinera
Clic 2000. Manipulamos el ratón y re-
alizamos actividades sobre las cualida-
des del sonido, la duración y el timbre.
El alumnado de Infantil debe experimen-
tar, desde sus inicios, con los medios de
comunicación de masas y las nuevas tec-
nologías de la información y la comunica-
ción (Alonso y Gallego, 1995), puesto que
constituyen ejes fundamentales para el
desarrollo de la sociedad venidera. Ade-
más, ofrecen una serie de ventajas para
el alumno: participa de forma activa en
la construcción de su propio aprendiza-
je, interacciona con la máquina, recibe
una atención individualizada y aprende
de sus errores a través de la retroalimen-
tación inmediata y efectiva.
La música y el arte
Escuchamos música clásica para que
los niños reconozcan auditivamente los
instrumentos y a continuación se les pi-
de que expresen con tizas de colores las
emociones y sensaciones que les produ-
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ce. Porque, al igual que Sofía ama la mú-
sica y vivencia sus emociones cada vez
que ofrece un concierto o acude a alguno,
el ejercicio de “pintar la música” fomenta
en los niños el gusto por ese arte y desa-
rrolla su creatividad.
El conocimiento que muestran estas
creaciones plásticas conforma una parte
de sus percepciones acerca de la reali-
dad más inmediata, matizadas por el com-
ponente emocional. Según Martínez y
Gutiérrez (1998): “El arte infantil apare-
ce cuando se dan una serie de circuns-
tancias naturales y sociales que afectan a
los niños en el curso de su desarrollo”.
Escuchar una audición y relacionar los
pensamientos, sentimientos y percep-
ciones en un dibujo tiene un efecto in-
tegrador sobre su personalidad, ya que
favorece el crecimiento de tres parcelas
importantes del desarrollo global: la cog-
nitiva, la afectiva y la perceptiva. Cuando
realizan estas producciones, su expresión
coincide con su nivel de desarrollo y ex-
pectativas, se implican afectivamente y
desarrollan un pensamiento indepen-
diente y un universo simbólico personal.
Retomamos el cuento y organizamos
un pequeño debate en la asamblea sobre
algunos interrogantes que se plantea
Sofía: Qué tiene que ver la música con el
peso, con la talla, con el color, con la ele-
gancia, etc. Las opiniones de los niños y
niñas son varias y enriquecedoras: “No
tiene nada que ver”; “Para tocar la músi-
N. del Pino.
ca tiene que gustarte, como a Sofía”; “A
mí me gusta tocar los instrumentos”; “Si
te gusta la música, puedes ser un buen
músico”. En palabras de Camps (1990);
“La tomemos como la tomemos, la edu-
cación no está libre de valores. Tiene que
ser ideológica. Si educar es dirigir, formar
el carácter o la personalidad, llevar al indi-
viduo en una determinada dirección, la
educación no puede ser neutra”. La edu-
cación en valores a través de la música es
una tarea compleja pero imprescindible.
Otra actividad que llevamos a cabo con-
siste en cantar la canción de la vaca Sofía:
“Yo soy una vaquita que me llamo Sofía.
Muevo las orejas, llamando a mi mamita.
Y la madre le dice: pórtate bien, Sofía. Si
no, te voy a dar, cha-cha, por la colita”. La
canción infantil es un recurso didáctico
excelente porque solicita la participación
directa y activa del niño, lo que hace de
ella un elemento básico, tanto para la Edu-
cación Musical como para el aprendizaje
e interiorización de otras áreas del currí-
culo. Por medio de la canción educamos
el oído, la voz y el ritmo. También se tra-
bajan las habilidades motrices, la capaci-
dad gestual y expresiva, y el desarrollo de
la memoria, la imaginación, etc.
El concierto
Nos situamos en el punto de partida,
ante la pregunta “¿qué es un concierto?”,
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y entre toda la clase decidimos organizar
uno. Nuestros instrumentos serán pe-
queñas botellas de plástico que llenamos
de agua, arena, piedras, azúcar, lentejas,
boliches, botones, etc., en distintas canti-
dades. Hacer que el niño construya los
objetos que va a usar es una manera de
conseguir que participe activamente en
el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Según Piaget (1980), al niño hay que pre-
sentarle materiales que despierten su cu-
riosidad, que le planteen problemas y que
le conduzcan a soluciones espontáneas
(así lo expone en su obra El estructuralis-
mo). Si además se trata de materiales de
desecho, aprende al mismo tiempo a va-
lorar la importancia del reciclaje.
Preparamos el concierto. Uno de los
alumnos hará de Sofía, pero nos faltan
más músicos. Escribimos una noticia de
periódico en la que la vaca solicita la con-
tratación de buenos músicos para fun-
dar una orquesta. Y así es cómo los demás
niños y niñas se convierten en otros ani-
males amantes de la música, que han
leído la noticia y que quieren participar
en el concierto. Llegan con sus botellas y
se ponen a tocar libremente. Sofía valora
la creatividad de cada uno y el amor y dis-
frute que expresan con su música.
Después, un niño o niña imagina que
es el director de orquesta y se coloca en el
centro de la clase con un triángulo. Los
demás se sientan en semicírculo y se di-
viden en grupos. Cada equipo tiene un
instrumento diferente que hace sonar
cuando el director lo toca. Los demás se
mantienen en silencio, atentos a la llega-
da de su turno. Grabamos los diferentes
sonidos que producen estos instrumen-
tos y luego los escuchamos y jugamos a
acertar de cuál se trata.
Un periódico para potenciar la
lectoescritura
Para finalizar y tener toda la informa-
ción sobre esta experiencia, la maestra
les presenta un periódico que contiene
fotos, dibujos y aportaciones de los niños
y niñas. Mediante este recurso se aumen-
ta la capacidad de lectoescritura de los
niños, que es la herramienta más pode-
rosa para la captación, divulgación, crítica
y creación del conocimiento.
Lo hojeamos y entre todos recordamos
la experiencia y comentamos aquello que
más nos ha gustado. A unos les llama la
atención encontrar sus propios dibujos;
otros se entusiasman al verse en las fo-
tos e imitan las posturas que hacen en
las imágenes. “Así leo el periódico igual
que hacen mis padres”, dicen algunos.
Lo dejamos en la biblioteca de la clase
para que las familias tengan acceso a él
y los niños puedan recordar y revivir la
experiencia.
Conclusiones
Como hemos podido observar, la mú-
sica puede formar parte de la vida mis-
ma ya desde la infancia. Es fundamental
hacer que acompañe al niño a lo largo de
todo su proceso evolutivo desde la Edu-
cación Infantil hasta los niveles superio-
res de enseñanza, y que se adapte en todo
momento a sus capacidades e intereses
específicos para contribuir a su desarro-
llo integral como persona.
Esta experiencia ha sido muy enrique-
cedora y motivadora para los niños, que
han sido los auténticos productores de su
aprendizaje. Se ha trabajado con el cuen-
to, la música, el arte, las nuevas tecno-
logías, la experimentación, el periódico,
etc. Además, todas las actividades han
fomentado la creatividad, la solidaridad,
la socialización, la integración de todo
el alumnado, y han tenido un carácter lú-
dico y globalizador, porque no sólo se ha
trabajado la expresión musical, sino tam-
bién la expresión oral, plástica, dramáti-
ca y corporal.
Para saber más
Alonso, C.M.; Gallego, D. (1995): Apren-
dizaje y ordenador. Madrid: UNED.
Bernal Vázquez, J.; Calvo Niño, M.L.
(2000): Didáctica de la música: La expre-
sión musical en la Educación Infantil. Má-
laga: Aljibe.
Camps, V. (1990): Virtudes públicas. Ma-
drid: Espasa-Calpe.
De Pennart, Geoffroy (2001): Sofía, la vaca
que amaba la música. Barcelona: Corimbo.
Martínez, L.; Gutiérrez, R. (1998): Las ar-
tes plásticas y su función en la escuela. Má-
laga: Aljibe.
Piaget, Jean (1980): Psicología y pedagogía.
Barcelona: Ariel.
* Noelia del Pino Suárez Marrero es licen-
ciada en Psicopedagogía y maestra de Edu-
cación Infantil en el CEIP Poeta Tomás Mo-
rales, de Carrizal, en la isla de Gran Canaria.
Tel. 660 49 19 74
Correo-e: noesua2000@yahoo.es
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