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“EL PAÑUELO MOCHILERO Y EL PAÑUELO CUBREPERCHA”

LA BANDERA DEL SOLDADO


En el año que se cumple el 175 aniversario de la publicación del Real Decreto por el
que se unificaba el uso de la bandera de guerra por todos los Cuerpos e Institutos que
componían el Ejército, la Marina y la Milicia Nacional, pretendemos con esta
exposición contaros el origen y evolución de una prenda que, pese a su carácter
menor, llevó a todos los pueblos y hogares españoles los colores rojos y gualda y que
hoy conocemos como bandera de percha o de mochila.

Para hablar del uso de un pañuelo por el soldado podríamos


remontarnos a los legionarios romanos que usaban uno llamado
“focale” que era de forma rectangular, similar a los usados
actualmente en el ejército. Con él se protegía el cuello del roce de
la armadura, se secaba el sudor de la cara, se protegía del polvo, de
la arena, del frío o de los rayos del sol.

Con el tiempo esta prenda no solo tendrá un carácter funcional.


Poco a poco se irán imponiendo en todos los ejércitos otros usos,
bien con fines identificativos, estéticos e incluso docentes.

Todos hemos visto alguna


película sobre las llamadas
“guerras indias” que tenían
como protagonista a esos jinetes de uniforme
azul y pañuelo amarillo anudado alrededor del
cuello conocido como <<bandana>>. Este tipo de
pañuelo fue muy utilizado en el Lejano Oeste
entre civiles y militares. En la U.S. Cavalry se
impuso como elemento identificativo, adoptando
el color amarillo del vivo usado en el cuello,
puños y franjas del pantalón.

Además de aliviar de los rigores del clima, limpiar


el sudor o identificar a que cuerpo pertenecía un
soldado el pañuelo tenía una última función, que
veremos fue común a muchos
ejércitos, que consistía en,
anudado por detrás, tapar el rostro
del soldado caído en combate.

Mientras el ejército yanqui se batía en una cruel Guerra Civil (1861-1865)


y ocupaba los territorios de las Naciones Indias, las tropas españolas se
enfrentaban a las del sultán de Marruecos en la conocida como Guerra
de África (1859-1860), campaña que el imaginario popular considera el
origen de la bandera de mochila que a pesar de nacer como un pañuelo
con los usos que te hemos contado, por llevar los colores de España
terminará convirtiéndose en la <<bandera del soldado>>.
La primera referencia al uso de un pañuelo por nuestros soldados la hemos
encontrado en el Reglamento Provisional para la Sección de Zapadores Jóvenes del
Regimiento de Ingenieros de 1849 y se define como una prenda menor (se las llamaba
así porque eran costeaban por el soldado con una cantidad que se le retenía de su
paga).

No son muchas las


disposiciones encontradas
sobre los pañuelos a usar por
las tropas. Todas coinciden,
independientemente del
Arma o Cuerpo, que debían
ser dos, confeccionados en
algodón, de color oscuro o
sufrido con su escudo en el
centro y de un tamaño entre
50 y 70 cm (lo que descarta su
uso como “pañuelo
moquero”). Tenían que se
incluidos en el equipo a llevar
en la mochila-morral motivo por el que se le denomina
<<pañuelo mochilero>>.

Pero no será solo este el único pañuelo que tengan nuestros soldados. Desde 1884
aparecen los primeros reglamentos y disposiciones en los que se diferencia el
<<pañuelo mochilero>> del llamado << cubrepercha>>.

Hasta 1926 no se declaró obligatorio en los cuarteles


el uso de taquillas por lo que en aquellos que no
existían armarios el soldado guardaba sus uniformes
y objetos personales en el dormitorio, sobre su
cama, en unas baldas colocadas a modo de
estanterías que eran conocidas como “perchas”. Con
el objeto de que no se vieran y para dar mejor
presentación al dormitorio eran tapadas, al principio
con una toalla reservada para esta misión, y luego
por un pañuelo conocido como <<cubre-perchas>>
que era colocado en un marco de madera.
Una utilidad que tuvo este tipo de prenda fue su uso como método de
instrucción del soldado mediante el
modelo llamado << pañuelo de
instrucción>> sistema, se cree que, de
origen francés, que fue muy utilizado
por los ejércitos europeos.

En España existieron varios modelos, algunos enseñaban geografía otros


la instrucción de las distintas armas, etc…

La evolución de los uniformes, equipo y armamento dejarán obsoletos los diseños de


los distintos pañuelos de instrucción quedando la elección del modelo de cubreperchas
a usar lección a criterio de los jefes de Unidad.

En 1903 el Capitán General de Cataluña solicita al ministro de la Guerra el uso de un


nuevo modelo de cubrepercha para su Región Militar, diseño que fue aprobado en
marzo de 1904 y que por Real Orden de 12 de diciembre de ese año el nuevo pañuelo
denominado de <<bandera española >> fue declarado reglamentario para todo el
Ejército.

El nuevo pañuelo cubreperchas unificaba el


modelo a usar por todas las Armas y
Cuerpos llevando los colores nacionales en
sentido vertical con el escudo nacional en el
centro y no, como era costumbre, el escudo
particular de cada Cuerpo.
Pese a no existir ninguna normativa que los regulara lo cierto es que estos pañuelos
tuvieron muchos más usos de los estrictamente reglamentados.

En campaña su uso fue generalizado, sirviendo, una vez desplegada, para identificarse
en puestos y blocaos. También fue utilizado como improvisada bandera ondeando
victoriosa en las acciones de la Guerra de Marruecos durante los primeros años del
siglo XX.
El soldado después de cumplir sus obligaciones con la Patria, regresaba a su casa: Al
cuello colgaba el “canuto” con los papeles de su licencia y sus pocas pertenencias
envueltas en su pañuelo, muchas veces único recuerdo de la unidad en la que sirvió.
Este pañuelo con los colores de la bandera española le acompañará hasta su hogar
sirviendo para engalanar, los días de fiesta, los balcones y ventanas de muchas casas
de pueblos y ciudades, permaneciendo todavía esta tradición en muchos hogares
españoles.

Dejaremos para el final su más importante función, la de rendir un último tributo a los
soldados caídos en combate. Por su diseño, a diferencia de usados en otras naciones,
el pañuelo suponía que cada soldado portaba su propia bandera nacional que, en el
caso de caer en campaña era usada, puesta sobre su rostro, como mortaja. Función
sublime que quedó inmortalizada en la letra del Himno de Infantería:

<<Y la Patria, al que su vida


le entregó,
en la frente dolorida
le devuelve agradecida
el beso que recibió.>>
Para mejorar las condiciones de los dormitorios de nuestros soldados se publicó, con
carácter urgente, el 7 de julio de 1926 una Real orden circular por la que declaraban
reglamentarias una cama y una taquilla para la tropa. Ésta será la
causa de la desaparición de los pañuelos cubreperchas en las
instalaciones militares, si bien siguieron utilizándose, en manos
civiles, con los más variados usos.

En el año 1997 el Regimiento Inmemorial entregó a cada uno de los


soldados que juraron bandera en el llamamiento 3º/97, una
bandera. Tristemente tan buena iniciativa no fue a más.
Seria en el año 2003 cuando, con motivo de la celebración del 300
aniversario del Regimiento Asturias la Asociación Retógenes
entregó a todos sus componentes una bandera.
Desde entonces la recuperación de su uso se ha extendió en
nuestras Fuerzas Armas Más de 60.000 banderas entregadas así lo
acreditan, pudiendo decir que, a día de hoy, ha pasado a ser un
elemento más en el equipo de nuestros soldados y guardias civiles.

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