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Voces: ARDID ~ COSA JUZGADA ~ DELITO TRIBUTARIO ~ EVASION FISCAL ~ INSTRUCCION ~

NON BIS IN IDEM ~ PRESENTACION DE DECLARACION JURADA ~ SOBRESEIMIENTO ~


TIPICIDAD
Tribunal: Cámara Nacional de Casación Penal, sala I(CNCasacionPenal)(SalaI)
Fecha: 21/08/2008
Partes: Eurnekian, Eduardo
Publicado en: IMP2009-1 (enero), 40
Hechos:
En un proceso por evasión tributaria motivado en la presunta simulación de una transferencia de bienes a
favor de dos fideicomisos constituidos en el exterior, se sobreseyó al imputado y dicho auto quedó firme. Con
posterioridad, se inició una causa por evasión contra el mismo contribuyente y fundada en la misma maniobra,
pero por períodos diversos. El juez rechazó el requerimiento de instrucción. La Cámara revocó el auto apelado.
La Cámara de Casación casó la sentencia recurrida.
Sumarios:
1. En una causa en la cual se investiga la presunta evasión del impuesto a los bienes personales por parte de una
persona a la cual se le imputa haber simulado una transferencia de bienes a dos fideicomisos constituidos en el
exterior, corresponde rechazar el requerimiento de instrucción formulado si se encuentra firme el auto que
sobreseyó al imputado en un proceso por evasión tributaria que tuvo como objeto la maniobra descripta pero
respecto de períodos distintos, pues aquél obró en ejercicio de un derecho que le fue judicialmente reconocido.
(Del voto del doctor Madueño).
2. A efectos de la configuración del delito de evasión tributaria, el ardid desplegado para burlar al Fisco debe ser
idóneo, lo cual no puede consistir en el simple ocultamiento o la supuesta falsedad que se comete al momento
de la presentación de una declaración jurada o del pago de un tributo, ello porque la figura no reprime la simple
mentira fácilmente detectable, sino la que se lleva a cabo generalmente en el momento de la actuación
fiscalizadora. (Del voto del doctor Rodríguez Basavilbaso).
Jurisprudencia Relacionada(*)
Ver Tambien
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, sala B, "Incidente de apelación del auto de procesamiento de Jorge
Ernesto Rodríguez en causa n° 214/2005(290) Shock Entertainment S.A. s/inf. ley. 24.769", 25/10/2007, LA LEY 2008-B,
537; sala A, "Arthur Lindey S.A.I. y C.", 02/11/2005, LA LEY 02/02/2006, 5 - LA LEY 2006-A, 612.
(*) Información a la época del fallo
3. La conducta del contribuyente que continúa ajustando sus sucesivas declaraciones juradas a las normas que
entiende aplicables, en un tema que está siendo dirimido en sede administrativa para establecer la corrección o
no de tal declaración, no puede considerarse eficaz para inducir a error al Fisco en los términos del artículo 1°
de la ley 24.769 (Adla, LVII-A, 55). (Del voto del doctor Rodríguez Basavilbaso).
Jurisprudencia Relacionada(*)
Ver Tambien
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, sala B, "Incidente de apelación del auto de procesamiento de Jorge
Ernesto Rodríguez en causa n° 214/2005(290) Shock Entertainment S.A. s/inf. ley. 24.769", 25/10/2007, LA LEY 2008-B,
537; sala A, "Arthur Lindey S.A.I. y C.", 02/11/2005, LA LEY 02/02/2006, 5 - LA LEY 2006-A, 612.
(*) Información a la época del fallo

Texto Completo:
Buenos Aires, agosto 21 de 2008.
RESULTA:
1°) Que la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico resolvió revocar la
resolución de fs. 136/137, en cuanto se dispuso "rechazar el requerimiento de instrucción (art. 195 del C.P.P.N.)
por no constituir delito los hechos en que se funda".
2°) Que recurrieron los letrados defensores del denunciado, doctores Roberto G. Marconi y Rodolfo B.
Roldán, a fs. 212/232; recurso concedido por esta Sala a fs. 108 del presente incidente al hacerse lugar al
recurso de queja -cfr. reg. n° 10.993-, y mantenido en la instancia a fs. 109.
Los recurrentes plantearon, por la forma en que fue resuelta la incidencia en la instancia anterior, la
conculcación de los principios de jerarquía superior como la garantía constitucional del ne bis in idem, por
cuanto en el proceso en el que su asistido fue sobreseído por el Tribunal Oral en lo Penal Económico n° 1, causa
n° 1094/04, y en las presentes actuaciones, se trató de la constitución de fideicomisos en el Citi Trust (Cayman)
Limited y el ITK Trust Co. Ltd. de Bahamas, con el fin de disimular su verdadera situación patrimonial y así
evadir el pago del impuesto a los bienes personales; pero con la diferencia de que en la primera de las causas se
correspondía con los períodos 1995, 1996 y 1997; y ahora se lo denunció por los períodos 1999, 2000, 2001 y

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2002.
Consideraron que su asistido ya fue sometido a proceso penal por "simular la transferencia de sus bienes a
fideicomisos constituidos en el exterior, más precisamente al CTI TRUST LIMITED e ITK COMPANY
LIMITED ambos pertenecientes a paraísos fiscales"; independientemente de los períodos de los impuestos que
se consideren evadidos.
Asimismo, afirmaron que aun cuando por vía de hipótesis se aceptase que el presente proceso es por "hechos
nuevos", "no por eso podrían considerárselos independientes en los términos exigidos por el artículo 55 del
Código Penal, sino que… deberían ser tratados como una continuación, con las características que dan lugar a lo
que en doctrina se conoce como delito continuado"; y que habiendo sido sobreseído en el referido expediente,
"le serían extensibles los efectos de clausura del ne bis in idem".
Por otra parte, sostuvieron que el criterio adoptado por la mayoría en la resolución puesta en crisis
desconoce la autoridad de la cosa juzgada que adquirieron las declaraciones efectuadas por el Tribunal Oral en
lo Penal Económico n° 1 al sobreseer a su defendido, ya que en aquélla se había resuelto "tanto en lo referente a
la salida del patrimonio de los bienes afectados a los trusts, como en lo relativo al rechazo de la pretensión de
considerarlos créditos o inversiones en el exterior para la liquidación del impuesto de marras".
Por último, plantearon que pese a vincularse a períodos fiscales distintos, en virtud de lo resuelto por la
Cámara de grado debería emitirse un pronunciamiento nuevo sobre el mismo y exacto punto controvertido: la
posibilidad de considerar alcanzados por el impuesto a los bienes personales los bienes afectados a los trusts,
aspecto sobre el que ya se había expedido definitivamente el Tribunal Oral en lo Penal Económico n° 1.
En definitiva solicitaron que se case la resolución recurrida, y se reenvíe el expediente para que se dicte una
nueva con arreglo a derecho, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 471 del Código de rito.
3°) a. Que en la etapa prevista en el art. 465 primera parte del Código Procesal Penal, se presentó el
representante del Ministerio Público Fiscal en la instancia, doctor Raúl Omar Plee, y solicitó que se haga lugar
al recurso de casación deducido por la defensa.
En tal sentido afirmó que de la simple comparación entre el contenido de la denuncia inicial y el de los
testimonios agregados en autos referidos a la causa n° 1094/04, del TOPE n° 1, surge que los hechos por los que
se formuló la denuncia y se concretó el requerimiento de instrucción rechazado en primera instancia son
idénticos a aquellos que fueron objeto de decisión en la causa concluida a través de un sobreseimiento ya firme.
Y que la pretendida diferenciación por liquidación de períodos distintos no puede ser en modo alguno
considerada como marco habilitante para encarar una nueva causa penal en orden al delito de defraudación
tributaria como "hechos distintos".
Asimismo, se remitió al dictamen que había presentado oportunamente en la referida causa del Tribunal
Oral en lo Penal Económico, que tramitó por ante esta Sala; en el que concluyó que Eduardo Eurnekian había
sido correctamente sobreseído por inexistencia de delito; reiterando que aquél sobreseimiento firme hizo cosa
juzgada y es de aplicación a las presentes actuaciones.
Concluyó que "existiendo identidad fáctica entre aquellas liquidaciones al impuesto a los bienes personales
objeto procesal de aquella causa, y las liquidaciones que son objeto de la denuncia formulada en autos,
corresponde extender a estas últimas el efecto negativo de la cosa juzgada por el sobreseimiento dictado
oportunamente, sin que exista posibilidad alguna de persecución penal en esta causa, pues de lo contrario se
estaría violando el principio ne bis in idem".
b. Que por su parte, la querella solicitó que se rechace el recurso de casación deducido por la defensa.
En tal sentido sostuvo que el ente recaudador determinó la existencia de un hecho imponible, acto
administrativo que actualmente se encuentra recurrido ante el Tribunal Fiscal de la Nación; por el que se
determinó que Eduardo Eurnekian debía abonar las diferencias por el impuesto a los Bienes Personales,
incluyendo los bienes que había transferido constituyendo fideicomisos en el exterior.
Afirmó que la realidad económica debía prevalecer sobre los artilugios utilizados por los contribuyentes, y
que por ello debían considerarse los bienes situados en el exterior como pertenecientes al denunciado a los
efectos del cálculo del impuesto a las ganancias.
Señaló que los hechos denunciados en las presentes actuaciones no fueron analizados por la causa que
tramitó ante el Tribunal Oral en lo Penal Económico n° 1; ya que en aquél se trató de los períodos 1995, 1996,
1997 y 1998, mientras que el caso de autos se corresponde a los períodos 1999, 2000, 2001 y 2002.
4°) Que superada la etapa prevista en el artículo 468 del Código Procesal Penal de la Nación, el Tribunal
pasó a deliberar (art. 469 del C.P.P.N.), oportunidad en la cual se fijaron y votaron las siguientes cuestiones:
Primera: ¿se encuentra ajustada a derecho la resolución recurrida? Segunda: ¿qué decisión corresponde adoptar?
PRIMERA CUESTION:
El señor juez doctor Raúl R. Madueño dijo:

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I.- Las presentes actuaciones se iniciaron por la denuncia presentada por la Administración Federal de
Ingresos Públicos, en la que imputaron a Eduardo Eurnekian, el haber presentado declaraciones juradas
engañosas o falsas en orden al Impuesto a los Bienes Personales correspondientes a los períodos 1999, 2000,
2001 y 2002.
En tal sentido, afirmaron que el nombrado no había indicado en sus declaraciones los fondos que había
girado oportunamente al CITI TRUST (CAYMAN) LIMITED y al ITK TRUST CO LTD. de BAHAMAS; y
que valiéndose de determinados instrumentos jurídicos había burlado sus obligaciones tributarias.
El representante del Ministerio Público, impulsó la acción penal conforme lo dispuesto por los artículos 180
y 188 del Código Procesal Penal; indicando que una causa similar pero por los períodos fiscales 1995 a 1998, ya
había tramitado en el fuero y en la que se había confirmado el procesamiento del querellado por parte de la Sala
"A" de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico (cfr. fs. 18/24).
En virtud de lo señalado por el Agente Fiscal, el magistrado instructor requirió al Tribunal Oral en lo Penal
Económico n° 1 la causa n° 1094/04, de la que se extrajeron fotocopias certificadas, las que fueron incorporadas
a las presentes actuaciones (cfr. fs. 48).
De cuanto surgía de lo actuado en la referida causa, el doctor López Biscayart, resolvió rechazar el
requerimiento de instrucción por no constituir delito los hechos en que se funda (cfr. fs. 136/137); resolución
que luego fue revocada por mayoría por la Sala B de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal
Económico y que es el objeto del presente análisis.
II.- Esta Cámara ha resuelto, recogiendo la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que
el principio del non bis in idem tiene reconocido el rango constitucional y la tutela inmediata de ese derecho
federal, en razón de que no veda únicamente la aplicación de una nueva sanción por el hecho anteriormente
penado, sino también la exposición al riesgo de que ello ocurra mediante el sometimiento a juicio de quien ya lo
ha sufrido por el mismo hecho (Fallos: 292:202; 299:221; 308:84 y 1678; 311:1451; 314:377; 319:43;
330:1016, entre muchos otros).
También ha sostenido el más Alto Tribunal que a partir de una interpretación amplia de dicho principio se
desprende la inadmisibilidad de imponer una nueva pena por un mismo delito, sea que el acusado haya sufrido o
no la haya cumplido, y sea que en el primer proceso haya sido absuelto o condenado (Fallos: 321:2826,
considerando 17°).
Asimismo, para la aplicación del principio será necesario que la posterior persecución penal se refiera al
mismo hecho que fue objeto de la primera, esto es la triple identidad de persona (idem personam), objeto (idem
re) y causa (idem causa petendi) (confr. Cafferata Nores, José I. "Asociación ilícita y non bis in idem",
Suplemento de Jurisprudencia Penal de La Ley del 26/3/99, pág. 19 y sus citas; y vid en igual sentido causa
"Rugonyi, Gustavo s/ recurso de casación", causa n° 3412, reg. n° 4457, rta. el 19/09/01, de la Sala II de esta
Cámara).
III.- Avocado ahora a resolver el planteo de la defensa, he de adelantar que considero le asiste razón en sus
agravios.
Es que a poco que se examinen las constancias de la referida causa n° 1094/04 del Tribunal Oral en lo Penal
Económico n° 1, surge que pese a que en aquélla se trató la supuesta evasión del impuesto a los bienes
personales de los períodos 1995 a 1998; expresamente se estableció que la maniobra supuestamente fraudulenta
por la que se habían constituido los fideicomisos en el extranjero era lícita.
Es decir que, más allá del acierto o error que hoy se pudiera señalar sobre la validez de la donación realizada
por el contribuyente a fin de constituir dos fideicomisos en el extranjero; aquello ya fue objeto de análisis por
parte de la justicia argentina, existiendo al día de hoy una sentencia firme, con autoridad de cosa juzgada tanto
formal como material.
Ello así, toda vez que ante el sobreseimiento dispuesto por el Tribunal Oral, el Fiscal ante esta Cámara
desistió expresamente del recurso de casación que había sido oportunamente deducido por esa parte y se
rechazó el recurso interpuesto por la querella (cfr. reg. n° 7622, del 29/4/2005), con lo que quedó incólume el
veredicto.
En consecuencia, y tal como sostuvo el magistrado a cargo de la investigación y el voto disidente en la
resolución puesta en crisis, un nuevo pronunciamiento sobre la legalidad de liquidar el impuesto como lo hizo el
denunciado, amerita la posibilidad de escándalo jurisdiccional; ya que se puede concluir que a la fecha, el
contribuyente obró en ejercicio de un derecho que le fue judicialmente reconocido; en tanto, vale reiterarlo, en
sus presentaciones ante el órgano recaudador denunció los fideicomisos a partir del año en que fue objeto de
tratamiento.
IV.- En virtud de lo expuesto, considero que debe darse respuesta negativa a la cuestión planteada.
El señor juez doctor Juan C. Rodríguez Basavilbaso dijo:
I. Que si bien las decisiones como la cuestionada en autos -que revoca la resolución de primera instancia en

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cuanto dispuso el rechazo del requerimiento de instrucción por no constituir delito los hechos en que se funda-
no son pronunciamientos de carácter definitivo en los términos del artículo 457 del C.P.P.N., en virtud de la
índole de los agravios planteados por la defensa se impone en el presente caso apartarse de dicha regla,
conforme fue decidido por reg. n° 10.993 de esta Sala.
Ello, por cuanto marca la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que corresponde equiparar a
sentencia definitiva la resolución cuya consecuencia sea seguir sometido a proceso cuando el reclamo del
apelante por el respeto de la cosa juzgada se dirige a lograr la plena efectividad de la prohibición de la doble
persecución penal, cuyo rango constitucional ha sido reconocido por la Corte -cfr. causa A. 2762 "Alvarez,
Néstor Hugo", resuelta el 8/3/05; causa M 594 "Mangudo, Ramón", resuelta el 30/3/04; Fallos: 326:2805,
319:1885, 313:1297, 311:651 y 310:687, entre muchos otros; y esta Sala, causa n° 6120 "Góngora, Walter
Miguel s/ recurso de queja", reg. n° 7826, del 6/7/2005 y recientemente causa n° 8357, "Ghillione, Oscar
Mauricio s/recurso de queja", reg. n° 10.299 rta. el 11/4/07-.
II. En la resolución dictada el 13 de agosto de 2004 en la causa n° 1094/04 (fs 112/120 vta.) el Tribunal Oral
en lo Penal Económico n° 1 de la Capital Federal estableció que la constitución de los dos fideicomisos por
parte de Eduardo Eurnekian en las Islas Cayman con los fiduciarios "Citi Trust Cayman Limited" e "Itk Trust
Co." entre los años 1995 y 1997, no configuraba el delito de evasión tributaria del impuesto a los Bienes
Personales por los períodos fiscales 1995, 1996, 1997 y 1998. Para así decidir analizó los respectivos contratos
y afirmó su validez formal de conformidad con las normas del lugar de su creación según lo dispone el art. 1205
del Código Civil. Asimismo, recordó que legalmente los fideicomisos son extraños al gravamen a los bienes
personales y tuvo en cuenta las circunstancias particulares que les dieron origen, en especial las motivaciones
familiares que los justificaron y, además, sus consecuencias económicas.
Estos fideicomisos son los mismos por los cuales ahora se inició una nueva denuncia penal pero en relación
con las declaraciones juradas de bienes personales de los años 1999, 2000, 2001 y 2002. Es decir que lo que
pretende la querella es, en violación del principio que prohíbe la doble persecución penal, desoír aquella
decisión jurisdiccional que quedó firme y que trató el fondo de la cuestión arrimada, cual era si importó una
conducta ardidosa a los fines del tipo penal la concreción de tales contratos en el exterior para evadir el pago de
bienes personales, más allá de lo que resolviera el Tribunal Fiscal de la Nación, en definitiva, en el tema
netamente impositivo.
Por ende, no tiene relevancia alguna en este caso analizar en cuántas declaraciones juradas se siguió
concretando la inclusión de los fideicomisos en cuestión pues la causa de la imputación penal por parte del
órgano recaudador es indudablemente la misma que se declaró como no ardidosa.
A ello debo agregar que, aun de soslayar el impedimento que importa la garantía de non bis in idem,
entiendo que mal podría ser considerada ardidosa la conducta del imputado que sigue ajustando sus sucesivas
declaraciones juradas a las normas que entiende aplicables, en un tema que está siendo dirimido en sede
administrativa para establecer, en definitiva, la corrección o no de tal declaración. Todas las sucesivas
declaraciones fueron, por lo tanto, ineficaces para inducir a error al órgano recaudador que conocía
puntualmente de aquellos fideicomisos y litigaba en distinto ámbito los alcances de la imposición tributaria.
Debo recordar aquí que ha dicho recientemente esta Sala en el precedente "Gerold, Walter A. s/recurso de
casación" (causa n° 9388) que el hecho punible en el art. 1 de la ley 24.769 consiste en evadir fraudulentamente
el pago de tributos nacionales, siempre que el monto evadido exceda la suma que indica la ley por cada tributo y
por cada ejercicio anual, es decir que para ser punible esta figura debe estar acompañada de fraude, que se
configura cuando el resultado se logra utilizando las conductas que la norma describe o cualquier otra forma de
ardid o engaño. También se señaló que el ardid desplegado para burlar al fisco debe ser idóneo, lo cual no puede
consistir en el simple ocultamiento o la supuesta falsedad que se comete al momento de la presentación de una
declaración jurada o del pago de un tributo. Ello por cuanto la figura no tipifica la simple mentira sin basamento
alguno y fácilmente detectable, sino la que se lleva a cabo generalmente con posterioridad, en el momento de la
actuación fiscalizadora del órgano recaudador, dirigida a establecer la veracidad de la declaración jurada y la
regularidad del pago practicado. "Antes de allí sólo pudo haberse cometido el tipo infraccional, porque se trata
del incumplimiento del contribuyente a su deber jurídico administrativo de proveer lealmente a la
autoliquidación de su impuesto. A partir de allí, frente a la pesquisa administrativa, se puede llevar a cabo el
ardid o engaño descripto en el tipo penal… Es recién frente a la pesquisa que se lleva a cabo el intento de
escapar, de evadir lo que se debe, a través de un comportamiento objetivamente ardidoso y subjetivamente
engañoso" (se citó a Julio Virgolini y Mariano Silvestroni, Delito e Infracción Tributaria, "Una reinterpretación
de las sanciones vigentes en el sistema tributario a la luz de los principios constitucionales de razonabilidad y de
extrema ratio" en "Derecho Penal Tributario. Cuestiones críticas", Julio Virgolini y otros, Rubinzal - Culzoni
Editores, Santa Fe, 2005, pág. 121/157).
Ha de reiterarse que entre el procedimiento administrativo de determinación de oficio de la obligación
impositiva de un contribuyente y el proceso penal por un posible delito de evasión tributaria existen
significativas diferencias en cuanto a la naturaleza, a las finalidades, a los principios que los gobiernan y, por
sobre todas las cosas, a sus eventuales consecuencias (cfr. Diego García Berro y Guillermo Villella, "Las

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presunciones de la ley 11.683 y el proceso penal por el delito de evasión tributaria, en Derecho Económico,
director Marcos Arnoldo Gravivker, feb. 2004, LA LEY, pág. 112/118). El derecho tributario obedece a la
función recaudatoria del Estado y refleja y acompaña la presión fiscal frente al ciudadano contribuyente,
mientras que el derecho penal se desenvuelve gobernado por las garantías constitucionales del debido proceso,
de la prohibición de doble juzgamiento, de legalidad, de prohibición de autoincriminación, por el principio de
inocencia, entre otras.
Es por ello que es fundamental limitar los comportamientos que se arriman al ámbito penal coercitivo
únicamente a aquellos que reúnen acabadamente los requisitos típicos que componen los delitos establecidos
por la ley 24.769.
No puede dejar de tenerse en miras que en la evasión tributaria la víctima del engaño siempre es una
dependencia estatal dotada de todos los recursos, tanto humanos como económicos y coercitivos, necesarios
para fiscalizar en cada caso lo declarado por los contribuyentes, y si no está de acuerdo con esa presentación,
proceder a la determinación de lo que considera adeudado e iniciar el procedimiento correspondiente para lograr
la percepción de lo debido. Por lo que si su función específica es ejercer el control de lo declarado, tales
declaraciones, per se, difícilmente determinen un error en la imposición si ésta fuese debida.
Es común que en la práctica cotidiana se den con relativa frecuencia discrepancias técnicas entre la AFIP y
el contribuyente, como sucede en autos, sobre criterios de imputación de bienes, ingresos o gastos, en los que
nada se oculta ni se despliegan artificios o maniobras disimuladoras de la realidad realmente aptas para burlar al
fisco, pero eso de por sí no consuma el delito. Y es así por cuanto con la sanción de la ley 24.769 -y su
precedente la 23.771- lo que se pena en el caso de la evasión tributaria es la conducta de evadir el pago de los
tributos mediante conductas fraudulentas u omisivas, por lo cual, para ser punible esta figura, como se dijo más
arriba, debe estar acompañada de fraude.
En orden a lo expuesto, adhiero a lo propugnado por el colega que me precede en la votación.
La señora juez doctora Liliana E. Catucci dijo:
Me adhiero a lo expuesto en los votos precedentes.
SEGUNDA CUESTION:
En atención a la forma en que fue resuelta la cuestión anterior, corresponde hacer lugar al recurso de
casación deducido por la defensa particular de Eduardo Eurnekian, sin costas; casar la resolución de fs. 189/199;
y en consecuencia devolver las actuaciones al tribunal de origen a fin de que se dicte una nueva resolución
conforme los lineamientos expuestos en la presente (arts. 471, 530 y 531 del Código Procesal Penal de la
Nación).
Por ello, y en mérito al acuerdo que antecede, el Tribunal RESUELVE:
HACER LUGAR al recurso de casación deducido por la defensa particular de Eduardo Eurnekian, sin
costas; CASAR la resolución de fs. 189/199; y en consecuencia devolver las presentes actuaciones al tribunal de
origen a fin de que se dicte una nueva resolución conforme los lineamientos expuestos en la presente (arts. 471,
530 y 531 del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, notifíquese en la audiencia del día 5 de septiembre de 2008, a las 10,00 horas, designada a los
fines establecidos en el artículo 400, en función del 469 del Código Procesal Penal de la Nación. A tal fin
líbrense cédulas y oportunamente devuélvase al tribunal de origen, sirviendo la presente de muy atenta nota. —
Juan C. Rodríguez Basavilbaso. — Liliana E. Catucci. — Raúl R. Madueño.

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