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Líneas de Nazca
Andrea Imaginario
Especialista en Artes, Literatura Comparada e Historia
Se conoce con el nombre de “líneas de Nazca” a un conjunto de geoglifos
biomórficos, fitomórficos y geométricos diseñados y ejecutados sobre el desierto de
Nazca y Palpa, departamento de Ica, Perú.
Suele creerse que estas líneas solo pueden ser vistas desde el cielo. Por eso, han
generado toda clase de preguntas y elucubraciones. ¿Las líneas de Nazca estaban
dedicadas a los dioses? ¿Había en aquellos tiempos tecnología posible para la
magnitud de esta obra? ¿Eran pistas de aterrizaje para prototipos de aviación de la
cultura nazca o, más allá, para seres extraterrestres? ¿Fueron hechas por manos
humanas?
Lo cierto es que la belleza de las líneas de Nazca puede contemplarse desde lo alto
de las colinas circundantes, lo cual cambia radicalmente el modo de comprenderlas.
De hecho, fue así que el arqueólogo peruano Toribio Mejía Xesspe las descubrió en
el siglo XX, específicamente en el año 1927.
El interés por el estudio de estos geoglifos no se generalizó sino a partir del año
1940, cuando Paúl Kosok y María Richie, dos investigadores internacionales,
publicaron una serie de fotografías aéreas que había tomado el Servicio Aerográfico
Nacional.
En todo caso, los geoglifos de Nazca en Perú, no son los únicos del mundo, pero sí
son los más célebres. De hecho, sus características le han merecido ser nombrados
como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 1994.
Sin embargo, destacan también los geoglifos de Acre y Rondomia en Brasil, los
geoglifos chilenos de Atacama, Pintado y Chiza; además se conooen también
geoglifos en Australia, Estados Unidos e Inglaterra.
Las investigaciones sugieres que las líneas de Nazca fueron producidas a lo largo
de unos 1500 años, proceso que llegó a término hacia el siglo XVI.
De acuerdo con algunas fuentes, las líneas de Nazca destacan porque abarcan unos
400 kilómetros cuadrados. Otras fuentes señalan que pueden abarcar hasta 800
km2. En todo caso, son las más grandes del mundo.
El ancho de cada línea puede variar entre los 40 y los 210 centímetros de ancho. Así
como el ancho de las líneas varía, evidentemente la longitud de cada línea depende
del trazado. Puede haber líneas de hasta 295 metros. La profundidad de los surcos
también varía desde simples hendiduras superficiales, hasta zanjas de no más de 30
metros.
Entre las figuras de animales podemos mencionar las siguientes: mono, araña,
garza, grulla, pelícano, colibrí, caracol, ballena, perro, llamas, iguana, serpiente,
lagartija y lagarto.
Las líneas de Nazca se ubican en un terreno entre negruzco y rojizo que, de acuerdo
a la incidencia de la luz, modifica sus tonalidades. Así, durante el atardecer, las
tierras del desierto de Nazca adquieren tonalidades violeta.
Tras sustraer las rocas, quedaron al descubierto aquellas capas no afectadas por el
proceso de oxidación y que, por lo tanto, conservaron un color más claro.
Así, las piedras extraídas, más oscuras, remarcan los bordes al lado de las líneas
expuestas, lo que brinda nitidez a los trazos y facilita su observación a distancia.
Debido al hecho de que estas líneas monumentales pueden ser vistas desde los
aires, son muchas las especulaciones que han surgido para explicar su propósito.
Propósito religioso
En 1977, la teoría de Jim Woodman plantearía que las líneas de Nazca tenían
propósitos religiosos. Por lo tanto, habrían sido hechas para ser observadas por los
dioses e, incluso, por personas que habrían podido elevarse en el desierto en
aeróstatos. Esto implica que Woodman postulaba la hipótesis de que la cultura
nazca manejaba elementos de navegación aérea.
Función astronómica
Esta teoría, hasta ahora la más seria de todas, fue propuesta justamente por Kosok,
quien a partir de la observación de un atardecer en Nazca, detectó que algunas de
las líneas se orientaban hacia la salida y la puesta del sol, mientras que otras se
orientaban hacia las Pléyades.
Vista detalle de espiral. Nazca.
Sin embargo, para Aveni y Silverman, esta hipótesis, aunque seria, no explica
totalmente el fenómeno de Nazca. Los autores señalan que tanto Kosok como
Silverman pasan por alto algunos elementos que cambian el curso de las
investigaciones.
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Para Aveni y Silverman, quienes no niegan que los geoglifos de Nazca puedan
funcionar como un sistema astronómico y un calendario, es necesario comprender
que dan cuenta de otras funciones tanto sociales como religiosas y políticas a la vez.
Así, las orientaciones solares que, en efecto, son reconocibles en algunas de sus
líneas, pueden tener que ver, más bien, con un sistema de presagio relacionado con
la llegada del agua a esta zona que es, fundamentalmente, un desierto. Esta teoría
se fundamenta en que existen evidencias de que la escogencia del emplazamiento
de las líneas se vincula con el sentido de los cerros y las fuentes de agua.
Cerámica nazca: huaco.
Es posible también, según las investigaciones de los autores, que las líneas de
Nazca se relacionaran con el sistema de ceques de la cultura inca. Los ceques eran
líneas radiales imaginarias usadas en el Cuzco para planear la distribución del agua
según la importancia social y, además, para cumplir funciones religiosas. Para
Aveni, esto pudo haberse aplicado en Nazca. También es posible que algunas de las
líneas hayan podido funcionar como caminos ceremoniales de peregrinación, por
ejemplo, y no solo como simples vías de comunicación.
Junto a esto, los investigadores apuntan que existe una identidad entre las figuras
de los geoglifos con los motivos que decoran la cerámica nazca. Silverman realizó
una serie de excavaciones en Cahuachi (valle de Nazca al Sur de la Pampa), en el
que se descubrieron elementos de un centro ceremonial, dotado de un complejo de
geoglifos que acompañan pirámides, templos, plazas y ofrendas rituales.
Pirámides de Cahuachi.
Esta información hace ver que, en efecto, hay elementos para creer que los
geoglifos monumentales de Nazca se corresponden con un sistema sociocultural
complejo, lo que a su vez se ve confirmado por el hallazgo de al menos 500
yacimientos arqueológicos que datan del período que va entre el año 500 a.C. hasta
la colonización de América. Parte de esos yacimientos, según el artículo referido,
son centros cívicos-ceremoniales, cementerios, aldeas, otros sistemas de geoglifos
(estos de tipo geométrico y no biomorfos), etc.
link: https://www.culturagenial.com/es/lineas-de-nazca/
2.
Líneas de Nazca en Perú: así son los intrigantes nuevos geoglifos descubiertos con tecnología de
última generación
18 noviembre 2019
Algunas tienen formas humanas, de animales o plantas; otras son seres míticos, desconocidos, al
parecer sacados de una enfebrecida imaginación.
Casi todas son una especie de mensaje desde la Tierra hasta el cosmos, trazos -como caligrafías
desconocidas- creadas desde el pasado para la eternidad.
Las llamadas "líneas de Nazca" (también escrito como Nasca), en pleno desierto en el centro-sur de
Perú, siguen intrigando a científicos y visitantes cientos de años después de su creación.
La sorprendente identidad de las misteriosas aves gigantes en las líneas de Nasca en Perú
María Reiche, la matemática alemana que dedicó su vida a proteger las líneas de Nasca en
Perú
Algunas se conservan en perfecto estado, otras han sido borradas lentamente por los vientos, la
erosión y el paso del tiempo.
Pero ahora, un grupo de expertos japoneses ha encontrado, a través del uso de tecnología de última
generación, un grupo de geoglifos del que no se tenía idea de que existían.
Son más de 140 formas que van desde algunas ya conocidas, como monos y serpientes, hasta otras
que han sorprendido a los científicos, como un ser humanoide con bastón cuyo significado
comenzará ahora a estudiarse.
Derechos de autor de la imagenUNIVERSIDAD DE YAMAGATAImage captionLas nuevas tecnologías
permitieron identificar con precisión qué había detrás de este trazado...
Según informó en un comunicado la Universidad de Yamagata, que patrocinó el estudio, se cree que
los geoglifos encontrados fueron creados entre el 100 a.C y 300 d.C, y la mayoría de ellos se
encuentra en mal estado.
ANUNCIO
De ahí que para su localización fuera necesario, además del trabajo de campo e imágenes de alta
resolución, un modelo de inteligencia artificial (IA) para el que utilizaron tecnología de IBM.
Con los datos obtenidos y tras el procesamiento de imágenes de alta resolución, realizaron
proyecciones de las figuras y descubrieron 142 nuevas formas que incluyen peces, llamas, monos y
aves.
Luego, con los datos obtenidos, utilizaron técnicas de IA para reconstruir algunos cuya forma no
había podido determinarse por los métodos convencionales.
Finalmente, la apuesta concluyó con la identificación de un nuevo geoglifo: una forma humana con
un bastón.
La más grande identificada mide más de 100 metros de extremo a extremo (un poco más que la
Estatua de la Libertad) y las más pequeñas miden apenas 5 metros, aproximadamente el mismo
tamaño que el David de Miguel Ángel.
Para facilitar su identificación, los expertos japoneses los dividieron en dos grupos:
Grupo A
Son dibujos lineales y tienden a ser más grandes: miden más de 50 metros cada uno.
Se cree que fueron las de más reciente creación y su origen varía entre el año 100 y 300 d.C.
Derechos de autor de la imagenUNIVERSIDAD DE YAMAGATAImage captionAlgunas formas miden
más de 50 m.
Grupo B
Se cree que son más antiguas, construidas alrededor del 100 a. C., o incluso anterior a esa
fecha.
De acuerdo con los científicos, cada grupo habría tenido diferentes propósitos: el primero habría sido
utilizado para rituales que involucraban el uso de cerámica y los segundos con fines más decorativos.
Ubicadas a unos 400 kilómetros de Lima, las líneas de Nazca fueron desconocidas durante siglos,
hasta que el inicio de la aviación descubrió las enigmáticas formas que solo son visibles desde las
alturas.
En conjunto, ocupan un área aproximada de 517 kilómetros cuadrados de desierto e incluyen cientos
de geoglifos, creados por la civilización Nazca entre 500 a.C. y 500 d.C.
Estos diseños fueron delineados como canales o zanjas en la arena, es decir, como grabados de bajo
relieve, pero las condiciones áridas del terreno han permitido su conservación por siglos.
Con estas figuras, la antigua sociedad Nazca, desarrollada hace unos 2.300 años, "transformó un
extenso territorio yermo en un paisaje cultural con alta connotación simbólica, ritual y social",
según el Ministerio de Cultura de Perú.
Las líneas fueron descubiertas en 1927 y según Paul Kosok, un académico estadounidense que se
dedicó a su estudio, eran "el libro astronómico más grande del mundo", que marcaba los solsticios de
invierno y verano.
En 1993, los geoglifos se convirtieron en reserva arqueológica y parte del Patrimonio Cultural de la
Nación de Perú.
Un año después fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Organización de Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
"Son el grupo de geoglifos más destacado del mundo y son incomparables en extensión, magnitud,
cantidad, tamaño y diversidad con cualquier otro trabajo similar en el mundo", afirmó la Unesco.
El aura de misterio que rodea a esta obra preincaica se debe a tres características fundamentales:
su monumentalidad;
el hecho de que los diseños pueden apreciarse a plenitud solo desde grandes alturas;
link: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-50467520
3.
Resumen de las Líneas de Nazca
de: Paco Domingo y Germán
La arqueología tiene muchos enigmas pendientes, estos son hechos o evidencias
que no encajan según la cronología cultural que nos imaginamos para dichas culturas.
No llegamos a entender algunos restos, que para su construcción o creación,
se hubieran necesitado tecnologías superiores a lo que correspondería a esa época y
ese lugar.
En los Andes peruanos hay un enorme desierto que encierra uno de estos
enigmas. Son las pistas o líneas de Nazca; denominadas por los
arqueólogos geoglifos. Son una inmensa red de líneas rectas blancas sobre la pampa
rojiza; carreteras que nadie utilizó jamás, terminándose bruscamente o cruzándose con
otras figuras geométricas sin aparente significado. Son líneas o pistas simples
desconcertantes. Las desviación comprobada en esas inmensas líneas rectas no llegan
al 2 por 1000 ( 2 metros por kilómetro)
¿Dónde se encuentra?
Estos misteriosos geoglifos se extienden sobre una superficie de 750 km2 (50 Km.
de longitud y 15 Km. de ancho) a 400 Km. al sur de Lima, en la provincia de Nasca,
Región Ica. Es un desierto, al borde de los Andes Occidentales, donde se encuentran
las pampas Nazca, Palpa, Ingeni, y Socos. Es una extensa llanura que la erosión ha
dejado aislada pequeñas mesetas. Están entre los Km. 419 y 425 de la carretera
Panamericana Sur.
¿Cómo verlas?
Se pueden ver desde una avión de línea regular o pagano el servicio de avionetas
turísticas que se dedican comercialmente a enseñar las figuras por unos 100 $
También se pueden ver desde miradores naturales o artificiales. En este último caso
hay que pagar un par de dólares.
Con el Google Map también podemos ver las líneas y dibujos. En las fotos están las
coordenadas
Link: http://www.elorigendelhombre.com/lineas%20de%20nazca.html
4. El misterio de las líneas de Nazca, resuelto por los
arquéologos
Uno de los geoglifos de Nazca visto desde el mirador situado junto a la Carretera Panamericana.
(Efe)
AUTOR
MIGUEL AYUSO
NAZCA
Ni extraterrestres ni avionetas
En 1968, el escritor suizo Erich von Däniken publicó su
libro Recuerdos del Futuro, en el que aseguraba que en la Antigüedad
el hombre había contactado con extraterrestres. Fue entonces cuando
se popularizaron las líneas de Nazca y se asociaron a éstas todo tipo
de fenómenos paranormales. En opinión de von Däniken, los
geoglifos eran pistas de aterrizaje para las naves alienígenas.
Aunque la teoría no tenía ni pies ni cabeza, su libro fue
un superventas y, desde entonces, la mayoría de la gente piensa
que las líneas de Nazca sólo pueden divisarse desde las alturas, algo
que es falso, pues todos los geoglifos pueden verse desde las colinas
cercanas.
El libro que popularizó las líneas de Nazca es tan fascinante como falaz.
Link:
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-05-07/el-misterio-de-las-lineas-de-
nazca-resuelto_789817/
5. Contactando con el planeta tierra. De las líneas de Nazca al Land Art en clave
geoglífica
Autor: Diego Ezequiel Noriega *
Link: http://www.sabuco.com/patrimonio/Nazca.pdf
7. LAS LÍNEAS DE NAZCA. DESAFÍO DESDE EL PASADO
Autor: NN
El desierto de Nazca es una inmensa extensión árida atrapada entre el océano Pacífico y
las estribaciones occidentales de los Andes al sur del Perú. Nadie, absolutamente nadie
habría afirmado hace cien años que en esa gran planicie desértica se encontrase nada de
interés, pero sorpresivamente se ha convertido en el escenario de uno de los
descubrimientos arqueológicos más deslumbrantes del siglo XX. En su inmensa superficie
se descubrieron a finales de la década de los veinte unos inmensos grabados sobre la
superficie terrestre, como si se hubiese usado el suelo del desierto a modo de un
gigantesco lienzo en el que un pintor desconocido había representado con consumada
perfección formas geométricas, complejos diagramas lineales, figuras animales e incluso
representaciones humanas. Todos ellos de unas dimensiones colosales, verdaderamente
sobrehumanas. Inmediatamente los estudiosos de todo el mundo se pusieron manos a la
obra para explorar la zona e intentar desentrañar el misterio del significado de aquellos
dibujos y de sus autores, de los que se desconocía prácticamente todo. Décadas después,
las líneas de Nazca continúan escurriéndose a las interpretaciones de los expertos de todas
las disciplinas que se han acercado a ellas: arqueólogos, matemáticos, astrónomos,
historiadores... la lista es interminable. Incluso especialistas de disciplinas no académicas,
como parapsicólogos y ufólogos, han hecho de este desierto peruano uno de sus
laboratorios predilectos para poner a prueba todo tipo de teorías. Ninguno de ellos ha
podido resistirse a intentar aportar algo de luz a la cuestión. Pero acercarse a Nazca es
acercarse a uno de los interrogantes más importantes de la arqueología del siglo XX, que
todavía hoy sigue poniendo a prueba el intelecto del género humano a la búsqueda de una
solución. En el sur de Perú, a unos 450 kilómetros de Lima, se encuentra la pequeña
población de Nazca (o Nasca, como la llaman sus habitantes). Hoy día la localidad es uno
de los centros de peregrinación turística más animados del país, adonde acuden
diariamente cientos de personas de todo el mundo para intentar contemplar una de las
expresiones artísticas más desconcertantes de todos los tiempos. Entre los viajeros que
acuden a este apartado rincón del planeta se encuentran multitud de científicos de
disciplinas tan dispares como la física y la arqueología, así como muchos seguidores de la
espiritualidad new age y el esoterismo, deseosos de encontrar una experiencia mística de
comunión con la sabiduría ancestral de un pueblo precolombino del que se conoce muy
poco. El foco de esta atención no está en la población, sino en las extensiones desérticas
que se encuentran a pocos kilómetros al oeste de ella. Allí se encuentran las célebres
Líneas de Nazca, unos gigantescos diagramas realizados en el suelo desértico que llevan
allí siglos, aunque han permanecido muchos de ellos ocultos a la mirada del hombre
corriente. En un giro trágico del destino este lugar pasó del más absoluto olvido a la fama
internacional gracias a un hallazgo quizá fortuito, pero que no se podría haber producido
con anterioridad. Un descubrimiento que necesitó de la moderna tecnología industrial
para salir a la luz. EL PASADO A VISTA DE PÁJARO En 1927 el arqueólogo peruano Toribio
Mejía Xesspe, que trabajaba con el eminente Julio César Tello (que hoy está considerado
como el padre de la arqueología peruana) recorría los valles aluviales de los Andes del sur
de Perú en busca de posibles emplazamientos para futuras misiones arqueológicas. Mejía
y Tello se encontraban 2 inmersos en una gran campaña para explorar el país en busca de
yacimientos que permitiesen documentar mejor las culturas prehispánicas anteriores al
Imperio Inca, ya que se sabía menos de ellas y sospechaban que su conocimiento era
indispensable para arrojar luz a algunos de los misterios que todavía escondía aquella gran
civilización. Mejía llegó a Nazca en una misión de exploración cuyo objetivo principal eran
las estribaciones de la gran cadena montañosa, pero allí reparó en una anomalía situada
no hacia las montañas, sino hacia el gran desierto que separaba el lugar del océano:
observando desde cierta altura se apreciaban grandes líneas en la superficie terrestre y lo
que parecían ser grandes pistas de terreno despejado que a la fuerza tenían que haber
sido fruto de actividad humana. Con anterioridad a la llegada de Mejía sólo los
descubridores españoles se habían percatado de la presencia de estos diseños. El
conquistador español Pedro Cieza de León, que publicó una Crónica del Perú en 1553,
mencionaba que en la región de Nazca había señales trazadas en el suelo, marcas
realizadas por los pueblos anteriores a la conquista que resultaban visibles desde las
elevaciones cercanas. Poco después, en 1586, Luis Monzón (el corregidor de las provincias
de Rucanas y Soras) apuntó que aquellos trazados debían haber servido como carreteras.
Pero no fue hasta cuatro siglos más tarde cuando se pudo apreciar la auténtica dimensión
de lo que había grabado en el suelo del desierto. Tras percatarse Mejía de lo mismo que
Cieza casi cuatrocientos años antes, fue el uso de la exploración aérea lo que abrió sus ojos
y los del mundo. Desde el aire se podía avistar sin dificultad la vasta superficie de ciento
cincuenta kilómetros cuadrados en los que han aparecido marcas, aunque la mayoría de
los dibujos se concentran en apenas veinte kilómetros cuadrados. No fue hasta la llegada
en 1939 de un nuevo investigador, el norteamericano Paul Kosok, de la Universidad de
Long Island (Nueva York), cuando se usó el método de la fotografía aérea de forma
sistemática para poner orden en el sinfín de información que se estaba recopilando. Kosok
se había desplazado a Perú para investigar la hidrología y los sistemas de irrigación de los
pueblos precolombinos del área andina, especialmente en los valles de Ica, Palpa y Nazca.
Pero, como le había pasado antes a Mejía, pronto su atención se centró en las líneas del
desierto. Había miles de líneas rectas trazadas en el suelo desértico, algunas formando
diseños intrincados, diagramas de proporciones extrañas pero muy exactas ya a simple
vista. La magnitud de algunas de éstas formas era colosal, la línea recta más larga se
extendía a lo largo de catorce kilómetros. También había ejemplos de espirales y líneas en
zig-zag de una complejidad variable: mientras que algunas eran muy sencillas otras
parecían auténticos laberintos. Un segundo grupo de trazados fruto de la acción humana
eran espacios geométricos (triángulos, rectángulos o trapecios) de un rigor matemático
asombroso y grandes dimensiones, que habían sido limpiados concienzudamente y
formaban una suerte de pistas que podían alcanzar dimensiones impresionantes: el
llamado Gran Rectángulo tiene 850 metros de longitud por 110 de anchura. Por fin se
encontraron las más enigmáticas y fascinantes de todas las representaciones, las
figurativas, que representaban imágenes tanto animales como humanas y que sólo se
podían ver completamente desde el aire. Fueron apareciendo ante los ojos de los
investigadores dibujos de un mono, un perro, un cóndor, un pelícano, una garza, un colibrí,
un cachalote, una ballena, una orca, un lagarto, una araña... También se localizó una figura
humanoide en la ladera de un cerro y la imagen de lo que parecían ser unas manos
humanas extendidas... así hasta contabilizar casi setenta figuras. La mayoría de éstas se
encontraban asociadas a alguna de las pistas mencionadas 3 anteriormente. Sus
dimensiones eran igualmente sorprendentes: mientras que el llamado Gran Colibrí tiene
97 metros de largo ¡el pelícano llega a los 285 metros! Todos estos gigantescos dibujos
recibieron el nombre de geoglifos (literalmente del griego: grabado o cincelado en la
tierra) y con posterioridad a los primeros años de la exploración aérea se han descubierto
nuevos ejemplos en el desierto de Nazca, la última vez a comienzos de 2011. Kosok unió
sus esfuerzos en 1946 a la que se convirtió en una de las personalidades señeras en la
investigación de las líneas de Nazca, la matemática alemana Maria Reiche, que dedicó
cincuenta años de su vida al estudio y preservación del legado arqueológico del desierto
de Nazca. Kosok y Reiche colaboraron durante tres años, ya que el norteamericano regresó
a su país en 1949, mientras que la alemana continuó trabajando sobre el terreno en el
enigma de los grabados. Uno de los primeros objetivos de los arqueólogos fue determinar
la antigüedad exacta de los geoglifos, tarea que no parecía sencilla, a lo que se sumaba
otra cuestión no menos inquietante ¿Cómo podían haber sobrevivido aquellos trazos en
el suelo durante siglos sin que desapareciesen como efecto de la acción del clima o la
erosión? LEYENDO EL SUELO DESÉRTICO La respuesta al enigma de la perduración de los
geoglifos se halló en el entorno natural del desierto. Las extremas condiciones climáticas
del terreno hacen que el desierto de Nazca sea como un papel en el que la acción del
hombre sobre la superficie terrestre es prácticamente permanente a no ser que otro ser
humano intervenga para borrarla. La superficie del suelo está compuesta por una primera
capa de arena y guijarros ricos en hierro que se oxida en contacto con el aire, lo que le da
un color rojizo oscuro. Por debajo, a pocos centímetros de la superficie, se encuentra una
capa caliza rica en yeso más resistente, por lo que los dibujos se hacían retirando la primera
capa roja y dejando la segunda al descubierto, que se endurecía al contacto con la
atmósfera y adquiría una tonalidad amarillenta. La práctica inexistencia de precipitaciones
y de vientos fuertes ha hecho que los dibujos quedasen inalterados por muchos siglos, en
lo que constituye un inmenso golpe de suerte para el patrimonio arqueológico mundial.
Datar los dibujos era algo bastante más complicado. A vista de pájaro se apreciaba el
majestuoso espectáculo de los geoglifos, pero ponerse a trabajar sobre el terreno en el
desierto brindaba una expectativa poco halagüeña. Sin embargo el duro día a día fue
dando pequeñas recompensas a los investigadores que desarrollaban su trabajo en unas
condiciones extremas. La acción del hombre había dejado huellas en el desierto, más allá
de los magníficos dibujos, como abundantes (y pequeños) fragmentos cerámicos y
elementos usados presumiblemente para trazar los dibujos en el suelo, como estacas de
madera y pequeños montículos artificiales. Los arqueólogos pudieron poner en relación
estos hallazgos con los de los yacimientos que se fueron descubriendo en los valles
cercanos de las estribaciones de los Andes. Allí, al tiempo que se trabajaba en el desierto,
se descubrió una antigua civilización que precisamente fue bautizada como cultura Nazca,
puesto que sus principales asentamientos se documentan en el valle homónimo. Dicha
cultura floreció entre los siglos II y VI d.C. y junto a las culturas mochica y de Tiahuanaco
constituye lo que los arqueólogos han llamado período clásico de las civilizaciones andinas
precolombinas. En sus principales yacimientos fueron apareciendo restos cerámicos
similares a los del desierto, y en las tumbas se 4 descubrieron impresionantes tejidos
ricamente decorados con motivos que en muchos casos recordaban a los geoglifos. Poco
a poco iban emergiendo piezas del puzzle que podían ir dando pistas sobre el significado
de los dibujos. Pero para empezar la información arqueológica rescatada permitía
confirmar que los dibujos se podían datar en el momento de florecimiento de la cultura
Nazca. De hecho, la mayoría de los arqueólogos sostienen que las líneas se debieron trazar
durante un período muy largo de tiempo, siendo usadas y mantenidas generación tras
generación. Así se podría explicar, por ejemplo, que algunos dibujos (sobre todo los
motivos geométricos) se superpusiesen unos sobre otros, ya que las necesidades de un
determinado momento podían diferir de las del anterior y así se tendría que hacer nuevos
dibujos en una misma zona. Sin embargo todavía había que averiguar la forma en que los
antiguos indígenas pudieron trazar estos complicados dibujos. Maria Reiche estudió
minuciosamente cómo se había intervenido en el suelo desértico para realizar los
grabados. Como no se habían encontrado restos de artilugios de madera ni restos óseos
de animales que indicasen la utilización de ganado, carros o cualquier otra maquinaria en
la tarea, dedujo que el trabajo de limpieza del terreno se tuvo que hacer a mano. Para ello
se debieron emplear partidas de hombres dedicadas a eliminar de la superficie cualquier
piedra o roca y a transportarlos fuera del área de dibujo. Descubrió además que en el
terreno se habían dejado pequeños montones equidistantes de piedras retiradas, de
modo que en la observación desde el aire parece que la superficie terrestre está moteada
de puntos oscuros. Asimismo observó que los bordes de las pistas (que algunos
arqueólogos también llamaban “plazas”) estaban delimitados por pequeños montones de
piedras dispuestas linealmente, a modo de cercas o tapias de pocos centímetros. Estas
acumulaciones de material, como el trazado de los propios bordes, conservaban siempre
la perspectiva y respetaban una precisión geométrica impecable. La propia Reiche realizó
varios experimentos de recogida y disposición del material terrestre como pensaba que
habrían hecho los antiguos indígenas, y dedujo que las pistas o plazas de mayor tamaño
debieron ocupar a trescientos obreros durante dos meses. Esto daba una idea del nivel de
desarrollo que había alcanzado la cultura de Nazca, ya que una sociedad que era capaz de
desviar el trabajo de semejante cantidad de hombres durante tanto tiempo tenía que
haber llegado a un desarrollo económico considerable. A partir de los restos de estacas de
madera Reiche dedujo que las tapias y las líneas en sí debían haberse realizado mediante
el tendido de cordeles entre dos estacas. Sin embargo, la exactitud matemática y
geométrica del trazado constituyen un auténtico reto para los investigadores. Se ha
calculado que el margen de error en el trazado de las líneas es menor a un dos por mil...
son líneas perfectamente rectas. Reiche observó que a ambos lados de las líneas se había
realizado otras más tenues por acumulación de guijarros y siempre se habían realizado
pequeños montículos de piedras cada cierta distancia. Dedujo que el material pedregoso
que se limpiaba para realizar las líneas era escrupulosamente depositado en sus márgenes
y que los pequeños montículos se realizaban para que la cuerda no se desviase a medida
que aumentaba la distancia del punto de origen. Las conclusiones de la investigadora
alemana no fueron unánimemente acogidas por la comunidad científica. Algunos
investigadores no estaban de acuerdo con sus teorías, aunque la solidez de su trabajo de
campo era un factor que siempre habló en su favor. Sin embargo, había un interrogante al
que no se había dado respuesta todavía: cómo se podía haber realizado en época
precolombina diseños de kilómetros de 5 envergadura con una maestría implacable y sin
poder tomar altura para comprobar cómo estaba quedando el trabajo. La complejidad de
los diseños y la seguridad en su ejecución seguían siendo algo que desconcertaba por
completo a los especialistas. La teoría de Reiche al respecto se basaba en la existencia de
un método para la realización de las figuras, consistente en transponer a gran tamaño un
diseño realizado previamente a pequeña escala mediante el método de reducción al
cuadrado, cuyo empleo se había documentado en la Antigüedad, en la realización de las
grandes obras del Egipto faraónico, por ejemplo. El medio para trazar este diseño
preconcebido en el suelo del desierto era mediante la utilización de estacas y cuerdas que
permitían mantener el trazado de las líneas rectas e incluso de las curvas, al poder usarse
a modo de compás. Pero hubo quien fue más allá en sus postulados. ¿Y si los indios de
Nazca hubiesen podido volar? Los norteamericanos Jim Woodman y Julian Knott
propusieron en 1975 que los indígenas de la cultura Nazca tenían los conocimientos
técnicos suficientes para realizar aparatos aerostáticos que permitiesen el vuelo, poder
ver las grandes figuras desde el aire y supervisar así su realización. En 1976 elaboraron un
globo, el Cóndor, con textiles y materiales similares a los encontrados en los yacimientos
de la cultura Nazca, y efectuaron con éxito un breve vuelo sobre los geoglifos que, pese a
su repercusión mediática, no tuvo gran eco entre los especialistas. Tampoco las propuestas
de Reiche fueron universalmente admitidas por la comunidad científica, aunque como en
el resto de sus propuestas, la solidez de su trabajo obliga hoy en día a los investigadores a
tenerlas en cuenta. Pero todavía quedaban preguntas por responder, y no eran éstas las
menos importantes. Al fin y al cabo, aparte del misterio de la posibilidad física de
realización de las líneas su significado global seguía siendo un misterio rotundo. Ya se sabía
algo de cuándo se habían trazado e incluso parecía saberse quiénes lo habían hecho, pero
¿por qué? ¿para qué? ¿Cuál es el mensaje que encierran estos maravillas grabadas en el
suelo desde hace cientos de años? DESCIFRANDO SEÑALES DE UNA ANTIGUA SABIDURÍA
Los interrogantes sobre la finalidad y el significado de las líneas de Nazca han sido dos de
las cuestiones esenciales que han movido a cientos de especialistas de todas las disciplinas
a interesarse por esta chocante manifestación artística de las culturas precolombinas del
área andina. Su descubridor, Mejía Xesspe, les dedicó parte de su atención y aventuró una
primera interpretación basándose en sus impresiones y en su profundo conocimiento de
dichas culturas. Para el eminente arqueólogo peruano las líneas tenían un claro sentido
religioso, consideraba que sus complejos trazados tenían un sentido viario y ritual, siendo
algo así como una red de caminos por los que sus creadores transitaban en actos de
veneración a sus dioses. Aunque Mejía no desarrolló esta teoría, ya que dedicó su trabajo
posterior a otras civilizaciones andinas, su primera interpretación avanzó algunas de las
líneas que posteriormente serían retomadas por otros estudiosos. La primera
interpretación global de las líneas provino del trabajo conjunto de Kosok y Reiche a finales
de la década de los cuarenta. Como recuerda el historiador del arte Henri Stierlin el trabajo
conjunto de ambos especialistas se basó en “la impresión de que aquellos signos estaban
relacionados con el calendario. Las figuras animales repartidas por el suelo evocan la
imagen de un gigantesco zodíaco... las líneas, los triángulos y los trapecios constituyen
elementos para visualizaciones astronómicas”. 6 Ambos investigadores centraron su
trabajo en estudiar la relación de las líneas con los puntos de salida y ocaso de importantes
estrellas, planetas y constelaciones para comprobar si los geoglifos eran un instrumento
de observación astronómica. Para ello tuvieron en cuenta la importancia de determinadas
fechas en el calendario astronómico (como los solsticios y los equinoccios) así como otras
esenciales en el calendario agrícola andino, como el 6 de mayo, fecha del comienzo de
recolección de las cosechas. Ambos investigadores publicaron años más tarde sus
conclusiones y, como recuerda Stierlin, llegaron a la conclusión de que “las líneas son «el
mayor libro de astronomía del mundo» y representan «el más fantástico calendario de la
Antigüedad»”. Las líneas serían así un calendario astronómico que respondería a la
necesidad de prever con precisión el comienzo de las estaciones y las cosechas; y que
algunos de los dibujos eran representaciones terrestres muy elaboradas de
constelaciones. El mono estaría así relacionado con la Osa Mayor y la araña con Orión y la
estrella Sirio. Ambos investigadores advertían de que las líneas tuvieron que ponerse en
uso en una fecha muy antigua, ya que teniendo en cuenta los cambios que han
experimentado las posiciones de las principales constelaciones en el cielo nocturno a lo
largo de los siglos (debido al fenómeno conocido como precesión de los equinoccios) para
que las líneas encajasen con sus estrellas correspondientes había que retroceder al primer
milenio antes de Cristo, mucho antes de la formación de la cultura de Nazca. Sin embargo
esta teoría, que causó un importante impacto en la comunidad científica y llegó a ser
ampliamente aceptada, ha contado con importantes detractores que han atacado
despiadadamente sus bases. En 1967 la Smithsonian Institution y la National Geographic
Society pusieron en marcha un ambicioso proyecto para verificar la validez científica esta
teoría astronómica. Su ejecución fue encomendada al astrónomo norteamericano Gerald
S. Hawkins, que años atrás había culminado un proyecto sobre la connotaciones
astronómicas del monumento megalítico más famoso del mundo, Stonehenge (Reino
Unido). Junto a su equipo se trasladó al desierto peruano y realizaron mediciones de 72
líneas y 21 figuras geométricas en un total de 186 direcciones distintas. Los resultados
fueron analizados por ordenador con un programa que contemplaba los datos referentes
a 45 cuerpos celestes visibles desde la latitud de Nazca entre el V milenio a.C. y el año 1900
d.C. El resultado fue demoledor: el ochenta por cien de las direcciones a que apuntaban
los dibujos no coincidían con puntos en el horizonte relacionados con constelaciones.
Hawkins concluyó que “las líneas no pueden ser explicadas por una función astronómica,
como tampoco desempeñan papel alguno para el establecimiento de un calendario”. Por
tanto había que dejar paso a otras interpretaciones, aunque la lectura estelar de las líneas
de Nazca sigue siendo muy popular en nuestros días. Algunos investigadores propusieron
soluciones más imaginativas. El alemán Georg A. von Breunig lanzó la teoría de que las
figuras geométricas de Nazca eran en realidad pistas para carreras pedestres, donde se
entrenarían personas encargadas de importantes funciones en la sociedad precolombina.
En esta formulación flotaba el recuerdo de los chasquis, los correos al servicio del monarca
inca, cuya función política era primordial para el mantenimiento del imperio y que se
desplazaban a larguísimas distancias por el imponente sistema de calzadas construido por
el imperio prehispánico. Además, las manifestaciones deportivas tenían importantes
connotaciones en otras civilizaciones precolombinas, como la maya (con su célebre juego
de pelota), por lo que esta función podría haber estado en consonancia con el carácter
sagrado que todos los estudiosos otorgan al desierto y sus líneas. Sin embargo, esta
propuesta no tuvo eco y la 7 mayoría de los autores se volvieron a la interpretación
religiosa que había avanzado Mejía. El explorador británico Tony Morrison propuso que
las líneas y pistas serían lugares de reunión en los que las comunidades indias practicarían
el culto a los antepasados, y que las figuras animales serían entonces emblemas familiares
que representaban a un clan que se reunía para adorar a un antepasado común. El
norteamericano John Reinhard no apuntó a un culto a los antepasados sino a la fertilidad.
La cultura Nazca se basaba en la agricultura, y a lo largo de los valles cercanos desarrollaron
un complejo sistema de canalizaciones de agua desde las montañas que permitieron su
desarrollo. Según este investigador, las líneas no apuntarían a las estrellas, sino a las
montañas. En el desierto sagrado se habrían construido pistas o plazas donde rendir culto
a la fertilidad y el agua de las montañas orientales, y las líneas serían un trasunto de las
canalizaciones que se habían efectuado en el valle. El antropólogo Anthony Aveni se sumó
a esta teoría enfatizando el carácter ritual de las líneas y añadiendo que las figuras
animales tendrían un carácter totémico. Las interpretaciones sobre el significado real de
las líneas de Nazca no cesan de surgir y los debates entre los científicos en ocasiones no
llegan al gran público, que ante las dudas de los expertos busca respuestas en otras voces
que están dispuestas a avanzar propuestas más osadas y conformes a la inquietud de los
tiempos. SIGNIFICADOS DE MÁS ALLÁ DE LAS ESTRELLAS Las líneas de Nazca han atraído a
especialistas de ámbitos muy alejados de la ciencia, sobre todo a partir de los años sesenta.
Coincidiendo con un nuevo auge de corrientes espiritualistas y esotéricas en Occidente,
una serie de autores de repercusión internacional se volvieron hacia el que es uno de los
misterios más desconcertantes de nuestro tiempo. En 1968 vio la luz uno de los libros más
vendidos del siglo XX Recuerdos del futuro, del suizo Erich von Däniken, en el que
proclamaba una de las teorías más cautivadoras del siglo: la evolución del ser humano era
el producto de una mutación programada por visitantes extraterrestres de un pasado
remoto que ocasionalmente regresaron con posterioridad para comprobar la fortuna de
su experimento y dejar señales de su estancia en varias civilizaciones de la Antigüedad.
Däniken extendió su teoría a lo largo de una serie de libros que le han reportado fama y
fortuna a lo largo de los años, pero desde el comienzo la cultura de Nazca jugó una posición
central en su argumentación, que afirmó así cuál era su visión de las misteriosas líneas del
desierto: “Cerca de la pequeña ciudad actual de Nazca aterrizaron un día, en la llanura
desértica, seres inteligentes extranjeros. Instalaron un aeródromo improvisado para sus
ingenios espaciales que debían efectuar sus operaciones en la cercanía de la Tierra. En este
terreno ideal construyeron dos pistas... Los cosmonautas cumplieron su misión –una vez
más– y regresaron a su planeta de origen. Pero las tribus preincaicas que vieron cómo
trabajaban estas criaturas extranjeras que les inspiraban un profundo temor, solamente
tenían un deseo: ¡que esos dioses regresaran! Consecuentemente, se pusieron a trazar
nuevas líneas en la llanura, como vieron hacer a los dioses. Pero los dioses no volvieron a
presentarse...” Por tanto las figuras geométricas del desierto serían un gigantesco
aeródromo espacial en el que hicieron su aterrizaje naves de otro planeta y las líneas y
dibujos serían un mensaje de los indígenas a sus visitantes de más allá de las estrellas, un
ruego para que volviesen. Esta teoría ya había sido avanzada en 1960 en otro de los libros
fundacionales del esoterismo moderno, El retorno de los brujos, de los franceses Louis
Pauwels y 8 Jacques Bergier, que no dudaban en afirmar que “las fotografías que
poseemos de la llanura de Nazca nos hacen pensar de modo insoslayable en el
balizamiento de un campo de aterrizaje. Hijos del Sol llegados del cielo... No podemos
negarnos a suponer las visitas de habitantes del exterior, de civilizaciones atómicas
desaparecidas sin dejar rastro”. Cuando apenas habían pasado cuarenta años de su
descubrimiento, las líneas del desierto peruano hacían su entrada por la puerta grande en
el complejo mundo de los estudios de lo oculto para no abandonarlo jamás. Tal fue su
impacto en el conocimiento general del asunto que la figura humanoide de treinta metros
de altura grabada en la ladera de un monte, que constituye el testimonio más claro en las
líneas de una representación humana, ha pasado a conocerse como El Astronauta.
Posibles rituales de una civilización casi desconocida, sofisticados calendarios
astronómicos para la predicción de las estaciones y las cosechas, pistas de atletismo
religioso de una época remota, santuario de cultos familiares o de la fertilidad... hasta
gigantescos campos de aterrizaje espacial. Nazca sigue planteando interrogantes a todos
aquellos que quieran acercarse al desierto y contemplar uno de los vestigios arqueológicos
más importantes del planeta. Tras su redescubrimiento a finales de la década de 1920 la
arqueología y la ciencia han aportado mucha información sobre quiénes trazaron esos
dibujos, incluso sobre cuándo lo hicieron, pero el propósito de los mismos sigue siendo un
acertijo para el que las respuestas parecen escaparse entre los dedos. Sólo el tiempo y los
avances de la ciencia podrán desvelarnos algún día el significado real de este inquietante
misterio de la América prehispánica.
Link: https://canalhistoria.es/wp-content/uploads/2014/11/LAS-L%C3%8DNEAS-DE-NAZCA.-
DESAF%C3%8DO-DESDE-EL-PASADO-.pdf
8. Líneas de Nazca
El viento la barre con furia, día a día, noche a noche desde hace miles de años, el sol la quema sin
clemencia y la lluvia nunca a osado asomarse por ahí. Sólo las estrellas las visitan todas las noches. No
es lugar para hombres, es morada de dioses. Sobre su plana superficie se han trazado líneas y otros
dibujos que son visibles sólo desde el cielo: es la pampa de Nazca con sus rayas y figuras. No son un
misterio, son sólo para iniciados.
Geoglifo llamado "de las manos". Una de las manos tiene cuatro dedos. Personas o animales que nacen
con menos dedos de lo normal son considerados como cercanos a los "apus", los dioses que son cerros
(montañas).
En 1939 y el arqueólogo norteamericano Paul Kosok recorre en avión los cielos del sur del Perú
estudiando los antiguos sistemas de riego descubriendo regiones que otrora fueron cultivadas y ahora
son yermas. Pero no es lo único que descubre, sobre una pampa rocosa y seca se dibuja la figura de un
ave, que por primera vez, 1,500 años (más o menos) después de hechas para ser vistas desde el cielo,
un humano y no un dios la observa. Para el mundo moderno las Líneas de las Pampas de Nazca están
formalmente descubiertas.
mapa de ubicación
Dibujadas sobre un terreno plano de grandes dimensiones estas rayas y dibujos no son distinguibles a
ras del suelo, por ello Kosok dedujo que para su construcción fueron necesarios conocimientos de
matemáticas para poder trazar los dibujos basándose en un modelo a escala menor. Fue por ello que
en 1946 le propone a la matemática alemana María Reiche el estudio de estas figuras desde ese punto
de vista.
A la izquierda, María Reiche, a la derecha Duncan Masson, otro gran estudioso de las líneas. Foto de
Ralph Cané tomado del libro "Las Líneas de Nasca" de Johan Reinhard.
Desde que María pisó Nasca por primera vez, nunca más la pudo dejar. Para poder estudiar las líneas
con mayor detenimiento, Reiche, se muda a una pequeña casa en la pampa, caminándola palmo a
palmo y dibujando cada una de las formas trazadas en el suelo, barriéndolas con una escoba para que
puedan ser mejor vistas, tanto por los acuciosos investigadores y arqueólogos, así como por los
muchos turistas que ya acudían por cientos para admirar estas misteriosas figuras desde pequeñas
avionetas. En 1998, en contra de su voluntad, tiene que abandonar la pampa, pero pronto regresa a
sus amadas líneas, donde yacerá por siempre.
Rayas y Figuras
¿Qué son las Líneas de Nasca?, pues son eso, rayas y figuras dibujadas sobre una llanura seca (pampa).
Las rayas tienen dimensiones que van desde los pocos metros hasta los cientos, partiendo,
aparentemente, de ningún lado, llevando a ningún otro. Para trazar estas líneas los diseñadores Nasca
aprovecharon las especiales condiciones meteorológicas y geológicas de este lugar. La casi total
ausencia de lluvias (media hora cada 2 años) combinado con el viento y el suelo rico en minerales,
formaron una delgadísima costra oscura, la que al ser removida se contrasta con el color claro del
subsuelo. De ese modo las amplias líneas y figuras aparecen como trazos claros sobre un fondo oscuro
que sólo pueden ser observadas desde gran altura. Esto ha motivado las más variadas conjetura,
llegando incluso a la ridícula propuesta que fueron trazadas por extraterrestres, negando al antiguo
poblador nasquence toda capacidad simbólica y habilidad matemática.
Geoglifo de la arañ
Geoglifo de la araña, uno de los más populares. Foto: Servicio Aerofotográfico Nacional (Perú)
Pareciera un milagro que las líneas y figuras de Nasca, siendo sólo ligeras hendiduras en el suelo no
hallan sido borradas por el agua y el viento. En cuanto al agua repetiremos lo ya señalado: un promedio
de media hora de lluvia cada dos años convierte a este lugar en uno de los más secos del planeta.
Además, el suelo contiene yeso, que al contacto con el rocío matinal ayuda a fijar todo elemento (tierra
y piedras) que haya en la superficie. Por otra parte, el fuerte viento barre la pampa y carga mucha
arena, pero al no encontrar oposición en esta planicie la lleva cien kilómetros más al norte en donde
la deposita formando grandes dunas. El color oscuro del suelo y el inclemente sol forman un delgado
colchón de aire caliente disminuyendo considerablemente la velocidad del viento a unos cuantos
centímetros de la superficie, protegiéndola de la erosión producida por el acarreo de materiales
livianos. Como se puede entender, las Pampas de Nasca tienen características naturales muy
particulares que la hicieron ideal para plasmar las creencias de los nasqueños antiguos.
¿Cuáles son las líneas y figuras dibujadas sobre la Pampa de Nasca?. Aunque las más famosas son las
figuras, las más numerosas son la líneas. Estas son de cientos de metros de largo por unos cuantos
centímetros de ancho, formando verdaderas líneas, que como ya se dijo, parecieran venir de ningún
lugar y llevar a ningún otro. Sin embargo, como se explicará más adelante algunas de ellas apuntan a
hitos astronómicos como solsticios y equinoccios, y otras apuntan a cerros no muy cercanos pero
observables desde la pampa. Pero de la mayoría no se tiene explicación alguna. Están dibujadas sin
ningún orden aparente, superponiéndose en muchos casos.
geoglifos de Nasca
Otro tipo de líneas son las que tienen algunos metros de ancho y como las otras muchos metros de
largo, apareciendo ante los ojos modernos como pistas de aterrizaje. Por su ancho y largo, más que
líneas son rectángulos y algunos, trapecios.
Finalmente, el tercer tipo son las figuras, las más famosas. Esparcidas por aquí y por allá, nuevamente,
sin un orden aparente, estos dibujos son rápidamente identificables, el mono, la araña, la ballena, el
ave. El motivo del "pájaro" es el que más se ha repetido: 18 veces, sólo superado por un motivo que
no es representación de un animal: la espiral. Lo particular de estos dibujos es que están formados por
una misma línea que parte de un punto recorriendo el suelo dibujando una figura estilizada retornando
al mismo punto de partida, tal como si se hubiera hecho el dibujo con un sólo movimiento de mano.
Desde que las observó por primera vez el Dr. Kosok vio en estas rayas y figuras un calendario
astronómico llegando a considerarlo el "el libro de astronomía más grande del mundo". Fue por ello,
como ya se dijo, que motivó a María Reiche al estudio de dichos geoglifos desde un punto de vista
matemático. La experimentación in situ les llevó a descubrimientos sorprendentes. Acantonados en
un lugar del que partían muchas líneas observaron la puesta del sol el 21 de junio, día del solsticio de
invierno, encontrando que una de las líneas coincidía casi exactamente desde su punto de observación
con el lugar en el horizonte donde se ponía el sol. Como conclusión anotaron que dicha línea sirvió
para marcar esta fecha y por tanto las otras líneas habrían servido para marcar el movimiento de otros
astros. Esto último sigue como una tarea pendiente de realizar.
Otro dato en favor de esta hipótesis es que el primer trecho de cada una de las líneas más grandes que
van en zig-zag señalan al lugar donde se pone el astro rey el día del solsticio. Ya que son varias las líneas
en zig-zag con esta orientación no se puede suponer que dicha propiedad sea fruto de la casualidad,
sino de una intencionalidad clara. Trazar el recorrido de los astros no sólo tiene fines prácticos, como
en la agricultura, también pudo existir la creencia de la influencia de dichos astros en los destinos de
los hombres o las naciones.
Johan Reinhaed es un gran estudioso de las Líneas de Nasca y para él dichos dibujos se hicieron en
honor a los dioses del agua. Explica que en las creencias antiguas de Nasca los cerros eran responsables
de la aparición de las lluvias, que llenaban de agua los causes secos de los ríos en esa árida región. Por
tanto, las líneas no estarían apuntando (solamente) a puntos en el firmamento, si no, señalarían la
dirección donde se ubican estos cerros tutelares, los generadores de lluvia , materia esencial para la
economía agricultora de los nasca. Dicho planteamiento tiene un sólido fundamento ecológico, ya que
los ríos nacen de las montañas altas en donde tienen su origen las lluvias y la nieve.
En cuanto a las figuras, éstas representarían a animales que inclusive hoy en día los agricultores asocian
al ciclo del agua. Tomemos por ejemplo al geoglifo de la araña; dicho insecto es considerado en la
actualidad como presagio de lluvias. Otras figuras, como un ave que ha sido identificada como
"cóndor", es tomado en muchas partes del Perú como representación de los "apus", los cerros
sagrados.
El motivo por el cual las figuras y líneas se aprecian mejor desde el aire es explicado por la facultad que
tenían las antiguas divinidades nasca de convertirse en aves y volar. En la cerámica hay gran cantidad
de dibujos de dioses alados y otros, que sin tener alas, están en clara posición de vuelo.
Otro argumento que refuerza la asociación entre los cerros y el culto al agua es la existencia de
acueductos subterráneos. Los ríos en Nasca son estacionales y están secos la mayor parte del año. Así
que, a fin de proveerse de una segura fuente de agua los antiguos nasquences construyeron una
prodigiosas red de canales subterráneos que captaban el agua del subsuelo y la conducían hasta los
campos de cultivo. Dicho sistema funciona aún en la actualidad y las aguas que acarrean irrigan gran
cantidad de campos de cultivo. Muchos de estos canales empiezan al interior de algunos cerros. Por
ello, atribuirles el control del agua fue un paso lógico y natural.
Cronología
Fechar certeramente el momento en que fueron dibujados estos geoglifos ha representado para los
arqueólogos un fuerte dolor de cabeza, debido a que por su naturaleza no se les puede aplicar las
técnicas tradicionales de datación, como el de medición de Carbono 14. Sin embargo en base a
estudios iconográficos (de las formas y detalles en los dibujos) se han identificado a algunos de estos
motivos en la cerámica de la cultura Nasca, motivo por el que desde un principio se han ligado estas
líneas y figuras con la mencionada nación prehispánica.
Sin embargo, usando tecnología y conocimientos de los últimos años un grupo de científicos
encabezados por Persis B. Clarkson y Ronald I Dorn han puesto en práctica un novísimo método de
datación que consiste en analizar la cantidad de Carbono 14 (C14) contenido en materiales orgánicos
de tamaño milimétrico atrapados en el barniz de roca, que es una capa que se forma en la superficie
de las piedras en climas extremadamente secos. Para esta medición emplearon un espectrómetro de
masa (EM) de C14. Los fechados producidos por éstos análisis ubican a muchas de estas líneas y figuras
entre los 550 a 650 años d.C., esto es durante la fase Nasca Temprano del Período Intermedio
Temprano.
Link: arqueologiadelperu.com.ar/l-nasca.htm
9. Pampas de Nasca. Patrimonio cultural de
Perú (página 2)
Cuenta la leyenda, que en estas tierras de Nasca, en los tiempos antiguos, vivió un sabio Curaca
descendiente de los Killkaumaku, quien dedicado a laorganización de su pueblo que crecía
en población y costumbres, salió con su gente a otros señoríos para concertarlos en amistad,
según dicen por mandato divino de Chinchaycama, al que tenían por dios principal.
En el primer viaje que hizo a la sierra, regresó huyendo con la hija principal del Curaca de Saysa,
de quien se había enamorado. El día que este gran Señor y su mujer escapaban de los guerreros
de Saysa, viniendo por el camino que baja a la Mina de los Incas, de improviso apareció
Chinchaycama e hizo que cayese fuego del cielo quemando los campos, directos hacia los
perseguidores que tuvieron temor de ser quemados y arrojaron sus armas y volvieron a su pueblo
contando lo que habían visto.
Tras este hecho divino Killkumaku fue directo hacia Chinchaycama y se arrodilló ante.
Chinchaycama, que sabía que Killkumaku era uno de sus hijos, ungió su cuerpo con wactikuc del
cielo, y le comunicó que era el elegido para unir a los pueblos de la llanura.
Después de pronosticarle que trazaría en la tierra de los dioses los símbolos de cada pueblo
hermano, y de anunciarle que se presentaría en sus sueños como voz de oráculo, de elevó dejando
en las nubes una estela de luz de colores.
Luego de esto, Killkumaku y su mujer se instalaron en la población de Karachi, en donde fueron
recibidos en medio de entusiastas aclamaciones y reverencias por ser considerados un buen
presagio a favor de la siembra.
Killkumaku descubrió los secretos de la naturaleza, hizo venir gente e los pueblos concertados; y
entonces los puso de su parte mostrándose como un verdadero sabio; así fue como pasaron los
años y se hizo poderoso, y las cosechas se hicieron abundantes.
Un buen día, Killkumaku se quedó dormido, y al despertar le contó a su mujer lo que había visto
en su sueño. Estaba de rodillas ante Chincaycama y recibió ejemplares revelaciones al subir un
cerro de donde su protector le mostró la tierra anunciándole buen augurio en plenitud de
su poder. Todos los pueblos de la llanura lo honraban y mientas iba envejeciendo, veía dejar
testimonio de sus peregrinaciones en los señoríos amigos donde aprendió a trazar dibujos que
simbolizaban a estos pueblos.
Tiempo después, los nasquenses se llenaron de maldad, por lo que Chinchaycama le aconsejó a
Killkumaku que no sintiera temor, porque su tiempo era otro, el del equilibrio; y manifestándole
sus secretos le ordenó y enseñó a hacer en la Pampa de los Dioses misteriosas líneas que
simbolizaran el Cielo-Tierra, el testimonio que dejará los reinos unidos de la Confederación
Chincha. Mandó así al señor de Nanasca, quien reunió a cierto número de gente y los llevó a la
pampa de los Dioses, donde trazaron líneas que señalaban los cuatro puntos cardinales e hicieron
figuras gigantescas. Luego, en el mismo lugar, levantaron un templo para venerar a sus
divinidades.
Terminada la obra, Killkumaku alistó a su gente y los envió a los diferentes rumbos de la tierra,
diciéndoles: "de aquí saldremos y poblaremos lugares para no quedar olvidados, y nuestros
descendientes e esparcirán por diferentes provincias, donde se dará origen a la estirpe de los
Killkumakus. Así partieron para cumplir la labor que les fue encomendada. Internados en los
arenales llegaron primero a unos espesos huarangales, que comprendían 12 pueblos. Fue en ese
lugar donde les llamó la atención la belleza del Siwarquenti, un picaflor de color turquesa que
absorbía el néctar de la flor de huarango, simbolizando con este pajarito a los pueblos de la región
de las lagunas. El colibrí o picaflor, representó el néctar de la vida; el huarango, el árbol de la vida;
la paloma, la amistad y los vínculos culturales; la lagartija, el espíritu de las pampas; el pichingo,
el anunciador de los amaneceres; el zorro, el saber y la astucia; el chono, el bienhechor de la
abundancia y la riqueza; el chaucato, el espíritu anunciador del verano; y el lobo marino
representó al espíritu modelador del viento.
*Informante: Tiburcio Alpaca
Versión original recogida por Maximiliano Iglesias Rojas
En el año 1925. Recopilado por César Ormeño Iglesias. Año 1976
Es así como las líneas y las figuras que aparecen con frecuencia sólo débilmente sobre la
superficie, se han conservado durante no se sabe cuántos siglos. Debe haber tomado siglos llevar
a cabo el complicado complejo de líneas, y si se tiene presente que este trabajo concluyó a mas
tardar con la invasión española, no queda mas que asombrarse respecto del increíble periodo de
tiempo a través del cual se han conservado las líneas, sobre todo porque estas se encuentran
completamente sobre la superficie.
Diversas teorías han sido presentadas, pero ninguna de ellas ha obtenido una aprobación
unánime entre los arqueólogos. Basándose principalmente en el trabajo de Maria Reiche, las
líneas han sido interpretadas por lo general como medios auxiliares en las observaciones
astronómicas habiendo sido admitida esta teoría en una serie de libros y hasta en museos que se
ocupan de la arqueología peruana. Sin embargo, se han formulado también argumentos varios
para desvirtuarla.
Una crítica consiste en que es difícil explicar con esta teoría las medidas diferentes de largo y
ancho de las líneas, siendo muchas de ellas innecesariamente más largas o más cortas. Además,
sin conocer la fecha aproximada en que fueron tratadas estas líneas singulares, será difícil
encontrar correlaciones con los astros o constelaciones de astros, en vista que éstos desplazan sus
posiciones a través del tiempo. Un gran porcentaje de las líneas no señalan las zonas donde están
ubicados el sol, la luna y los planetas; es decir, donde tiene lugar la más significante actividad
astronómica. Han fracasado los estudios realizados por la computadora por encontrar algunas
correlaciones estadísticamente significantes para cualquier período durante éstos últimos tres mil
años, excepto por una posible pequeña fracción de las líneas. La explicación de las variadas
figuras de planas y animales viene a ser especialmente problemática al emplear esta teoría.
La asociación entre las constelaciones y las figuras carece de una base científica, basándose
principalmente en la imaginación de los investigadores. Más aún, un sistema complejo
de observación astronómica, que utilice líneas labradas en tierra, no concuerda con
nuestro conocimiento de los pueblos antiguos de Sudamérica. Los Incas nos proporcionan el
mejor caso del cual tenemos información, siendo pocas las líneas de su sistema de ceque (línea
conceptualizada) en el Cuzco, que tuvieron un significado astronómico. La opinión general
actualmente entre los especialistas, es que solamente unas pocas de las líneas de Nasca hayan
tenido alguna importancia en las observaciones astronómicas.
Algunas teorías, como la que afirma que las líneas fueron hechas por astronautas, han carecido de
un fundamento científico, mientas otras no han sido desarrolladas en forma adecuada, no
habiendo contribuido mucho valor interpretativo, como por ejemplo aquella que afirma que
fueron parte de un culto a los antepasados. Aquella interpretación que asevera que las líneas
fueron utilizadas para coreografiar danzas, no explica la existencia de la mayor parte de ellas,
siendo en todo caso muy hipotética, ya que no hay una firme evidencia para sostenerla.
En base a evidencias sobre el uso de alucinógenos en el Perú Prehispánico, una teoría planteó que
los geoglifos Nasca se relacionaban con experiencias alucinógenas y que algunas de las figuras
eran representaciones simbólicas de animales relacionados con chamanes. Sin embrago, como
notaron estos autores, es circunstancial la evidencia de que se usaron plantas alucinógenas en las
ceremonias religiosas de los nasquences. Aun cuando su identificación de algunas plantas en la
iconografía Nasca sea correcta (y es no es del todo cierto), esto no probaría que las plantas fueron
usadas por sus propiedades alucinógenas o que jugaran un papel en la construcción de los
geoglificos. Todo aquel que conoce ala gente de los Andes sabe que no necesitan drogas para
percibir seres mitológicos, que también tienden a seguir patrones culturalmente de terminados.
La teoría es también muy general, no ofrece explicaciones detalladas de los significados de los
diferentes geoglifos, ni los encaja en la cultura y entorno de los nasquenses.
Una contribución valiosa fue hecha por Morrison, quien reunió datos etnográficos e históricos de
una extensa área en los Andes. Al igual que Horkheimer, él ha llegado a la conclusión de que las
líneas eran senderas sagrados, y los rectángulos servían para reuniones religiosas (especialmente
el culto a los antepasados). El presume que las figuras representaban dioses mitológicos y
espíritus de animales. A pesar de que, en términos generales, pueda tratarse de conclusiones
fundadas, desgraciadamente carece del detalle y la uniformidad que cabe esperar de una teoría
comprensiva.
Isabel presento una hipótesis según la cual, aunque el propósito conciente de la construcción de
geoglifos habría sido el de registrar datos calendarios, la verdadera finalidad fue absorber los
sobrantes económicos empleando una fuerza laboral grande para tales obras publicas. Habría
sido una medida útil para asegurar que no ocurriera un aumento importante en el crecimiento de
la población. Eso presupone que mucha gente fuese requerida por largos periodos. Sin embargo,
se ha calculado que no más de tres semanas de trabajo, ejecutado por 1000 personas, era
necesario para construir todos los geoglifos; y aun cuando se multiplicara varias veces esta cifra,
el mayor monto carecería aun de significación en cuanto a nivelar el crecimiento poblacional.
Además, es convenido generalmente que los geoglifos fueron hechos a través de un largo periodo;
y en efecto, la cronología de la cerámica indica que esta práctica pueda haberse ejercido por
espacio de varios siglos. Unos pocos geoglifos habrían sido construidos por relativamente
pequeños grupos de personas durante épocas de poca actividad en el ciclo agrícola, no habiendo
tenido ningún efecto significativo en la nivelación de excedentes económicos.
Recientemente se ha presentado una teoría que afirma que los geoglifos eran parte de un culto
al agua. A estas conclusiones se han llegado basándose en la importancia que tiene el agua en
Nasca, y por el hecho de que los cultos al agua fueron muy difundidos en los Andes. Sin embargo,
se ha proporcionado poca evidencia concreta acerca de cómo las diversas figuras y líneas se
relacionaban en efecto con este culto.
Varios científicos han demostrado la situación ecológica difícil que existía y aún existe en Nasca.
Indudablemente, la teoría astronómica surgió precisamente porque uno se daba cuenta de que el
pueblo necesitaba de tales informaciones que anunciaban la época para iniciar la siembra. El
problema del agua era crítico porque el río Nasca no tiene agua por varios meses del año y puede
hasta permanecer completamente seco durante algunos años. Los ríos dependían de las
precipitaciones fluviales en las montañas al este. Cuando las precipitaciones eran insuficientes, no
solo los ríos quedaban secos durante todo el año, sino que también las corrientes de agua
subterráneas se secaban. Con el fin de aprovechar estas corrientes al máximo y obtener agua aún
cuando los ríos se encontraran secos se construyó un extenso sistema de canales de filtración
subterránea. Los canales se situaban generalmente a lo largo de los cauces de los ríos. Por medio
de la irrigación del uso ingeniosote manantiales, el pueblo de Nasca era capaz de dedicarse a
una agricultura intensa y desarrollaron un grado alto de destreza en la cerámica y los textiles en
una región desértica y pobre. Sin embargo, su posición era constantemente precaria, dependiendo
siempre las lluvias anuales en las montañas. El papel que han desempeñado en las creencias
religiosos-económicas de los pueblos andinos la adoración de las montañas fue (y es todavía)
sumamente importante, debiéndolo haber sido también, de manera semejante, en el antiguo
Nasca.
Podría parecer sorprendente, en un principio, que los pobladores de Nasca y de otros pueblos en
los primeros estadios civilizatorios, hubieran tomado tanto interés en observaciones
astronómicas, y que hubieran desarrollado cultos astrológicos tan elaborados. Sin embargo,
después de un análisis más cercano, nos parece menos sorprendente .
El surgimiento de una agricultura más desarrollada, y las transformaciones de una sociedad tribal
al estadio de civilización temprana, trajo consigo el crecimiento de una vida social más compleja y
organizada. Esto dio como resultado el incremento de la civilización y asimismo de una
organización extremadamente compleja en torno a los cuerpos celestes. Cuando ellos aprendieron
que el movimiento anual de la mayoría de los cuerpos celestes podía ser relacionado con el avance
de las estaciones, alrededor de las cuales el proceso productivo se llevaba a cabo, el entendimiento
de la astronomíase hizo imperativo. Por tanto, debió darse un incremento sistemático de intentos
con la finalidad de entender, predecir y controlar los distintos eventossociales y naturales de la
tierra.
Con este propósito, la emergente clase sacerdotal construyó un extenso sistema para
observaciones y cálculos y estableció rituales de súplica a los cuerpos celestes que, con su
implacable e influctuante periodicidad, parecían dominar completamente la vida sobre la Tierra.
Así es como nació la primera ciencia, la Astronomía.
El control que aparentemente ejercían los cuerpos celestes sobre los asuntos mundanos, llevaron
al desarrollo de un minucioso y muy bien organizado calendario para determinar las fechas
"sagradas" y "afortunadas" para la siembra y la cosecha, y para soportar otros eventos tanto
prácticos como ceremoniales.
En una economía sustentada en la irrigación, el aumento y la disminución del agua procedente de
los ríos, alrededor de la cual se resolvían los procesosproductivos y ceremoniales, se convirtió en
el principal problema alrededor del cual se centraban las predicciones y actividades astronómicas.
Más aún, como el desarrollo de la economía agraria llevó un incremento en las diferenciaciones
sociales, los sacerdotes-astrónomos probablemente-encontraron que mientras más complicados
fuesen sus conocimientos astronómicos y las formas ceremoniales, más podían impresionar al
pueblo con sus misteriosos poderes sobrenaturales.
De esta manera ellos fortalecieron su posición privilegiada. Por tanto, evolucionó un amplio
sistema de fuerzas interactivas que, una vez establecida, se desarrollo a su propio ritmo y
probablemente lo hizo más allá de las reales necesidades prácticas.
Una ves que ya se hayan descifrado las líneas de Nasca, deberá hacerse un esfuerzo para
relacionar los resultados con el análisis tentativo del barón Erland Nordenskiod de los antiguos
cordones anudados o quipus. Cuando esto se haga, tendremos nuevas luces sobre un periodo de la
antigua cultura peruana que todavía se mantiene en la oscuridad.
Pero la pregunta perdura: ¿por qué una región tan pobre como Nasca produjo formas tan
elaboradas y peculiares? Una explicación general puede encontrarse en el hecho que en Nasca, así
como entre los mayas del Yucatán, la temprana aparición y continua existencia de un cierto nivel
de cultura, junto a la ausencia de influencias represivas de un Estado secular centralizado,
permitió al poderoso sacerdocio el desarrollar sus investigaciones y prácticas astronómicas lo más
extensamente posible.
En 1927 el arqueólogo Mejía Xesspe tomó conocimiento de esos trazos y geoglíficos sin que ello
moviera mayormente su interés porque, según él, "la arqueología se hallaba presente en cada
metro cuadrado de nuestro territorio" y había muchos asuntos pendientes por atender en esa
ciencia que recién nacía en nuestra patria. En este sentido, Mejía Xesspe tenía muchísima razón.
Esos inmensos diseños no venían a representar otra cosa que un gran enigma cuyo estudio y
solución bien podían quedar reservados para el futuro.
De inmediato habían muchas otras cosas de que ocuparse y así fue que la preocupación por este
asunto debió esperar varias décadas. Con el correr del tiempo aparecieron nuevos nombres en la
escena; valiosos medios de observación como la aviación y la aerofotografía. Y, por qué no decirlo,
también: nuevos factores de destrucción como el rodar de los camiones y de las palas mecánicas
que construyeron la carretera y borraron muchos trazos. Igualmente los autos de los curiosos; o
las motocicletas deportivas que escogieron ese terreno para practicar motocross.
El año 1939, el profesor norteamericano Paúl Kosok observó estas líneas desde un avión y una de
las primeras cosas que se le ocurrieron fue que debería tratarse de un calendario astronómico del
que se habrían valido los hombres que habitaban esta región en un pasado aún no precisado por
la historia. Más tarde dijo haber comprobado coincidencias entre algunas líneas con la marcha del
sol desde el orto hasta el ocaso.
Por recomendación de Kosok, María Reiche se dedicó posteriormente al estudio de los geoglifos
que habían despertado el interés del ilustre profesor. Lo hizo con tal dedicación y esmero que se
entregó por entero a una tarea realmente heroica. Instalada en la pampa desde un principio y,
escoba en mano, como nadie lo ha hecho. Ha tratado de arrancarle su misterioso secreto,
Después de siete años de encomiable esfuerzo, María Reiche publica las primeras notas referidas
a sus observaciones y mediciones realizadas sobre el terreno. Las conclusiones a que llega en
su informe son muy semejantes a las ideas que antes había sugerido Kosok en el sentido de
establecer una casi coincidencia del rumbo que obedecían algunas líneas, con la marcha seguida
por el sol en determinada fecha del año, llegando a proponer que estas coincidencias podrían
servir muy bien para proponer que el conjunto debió servir de calendario a quienes lo
construyeron. Según María Reiche "hay líneas que durante la noche del 21 de diciembre coinciden
en el ocaso del Sol" y le atribuye la falta de coincidencia actual de todas las demás, al fenómeno
conocido como "procesión de los equinoccios", que consiste en el movimiento retrogrado de los
puntos equinocciales en virtud de lo cual se adelanta o anticipa en una pequeñísima fracción de
tiempo, cada año, la fecha de los equinoccios y con ello la primavera se adelanta en el punto en
que coinciden el ecuador terrestre y eclíptica. Esto es: el punto vernal.
En 1946, que es el año en que María Reiche se instala en el desierto, Hans Horkhelmer también se
interesa por descubrir el significado de esos notables geoglifos.
Los datos que se refieren a la antigüedad de esta obrase encuentran todavía en el terreno de los
debates y de los esfuerzos por alcanzar su esclarecimiento. Entre ellos hay que anotar que se han
llevado a cabo estudios que, mediante el uso de análisis químicos, han tratado de establecer la
edad de una estaca de madera muy antigua que ha sido encontrada en ese mismo lugar,
precisamente al extremo de una de esas extensas líneas de las que hemos hablado. Para el Caso se
ha hecho uso del método que consiste en la aplicación del carbono radioactivo (Carbono 14) y se
ha llegado a la conclusión de que la estaca pertenece a un árbol que debió tener vida alrededor del
año 550 de nuestra era. Al mismo tiempo, debemos suponer que una obra de tal magnitud y de
tan complicados diseños, debió demandar de sus autores el empleo de muchos años de paciente y
cuidadoso trabajo, Con mayor razón sui la actividad en la que estuvieron empeñados se llevó a
cabo sólo por temporadas. Es cosa que no sabemos con certeza. Sin tradición y sin escritura no
habría modo de confirmarlo.
Otros estudiosos del asunto sitúan esta misma obra en una fecha próxima al año 700 de nuestra
era; y no faltan quienes la acercan al primer milenio.
Tomando la primera fecha (año 550) habrían transcurrido 1396 años a la fecha en que Maria
Reiche hizo sus cálculos (año 1946). Este dato resulta ser muy interesante para poder establecer
en qué medida la variación del punto vernal puede tener influencia en la falta de exactitud
astronómica aportada por las líneas a las que Maria Reiche se refiere.
El movimiento de precesión se completa en 26,000 años, correspondiendo un periodo de cerca de
2,116 años para que el punto vernal recorra cada una de las constelaciones. De ser así, los 1,396
transcurridos podrían significar un período considerable, capaz de hacer variar la posición de las
líneas referidas al curso de los astros. En fin, más adelante veremos cuáles son las conclusiones a
que han llegado los científicos sobre este mismo punto.
Un estudio exhaustivo de estas líneas desde el punto de vista astronómico, ha sido realizado por
un equipo científico de la más alta calidad, el mismo que ha obtenido resultados que están por
encima de toda duda.
Fue en 1968 que, por encargo del Smithsonian Astrophysical Observatory, el astrofísico
norteamericano Gerar H. Hawkins tuvo el buen cuidado de procesar científicamente los datos
aportados por todas las líneas contenidas en esa pampa, valiéndose para el caso
de computadoras electrónicas debidamente programadas. Como resultado encontró que ninguna
línea respondía la tesis de que alguna hubiera servido para marcar la dirección de la marcha de
algún astro.
Completados los estudios, se agotaron las posibilidades de dar cabida a discusiones en este
sentido. En tanto, las palabras de Hawkind fueron textualmente las siguientes:
"Las líneas que aparecen en las pampas de Nasca no tienen absolutamente nada que ver con las
astronomía"
Con esto el aso quedó definitivamente cerrado para toda discusión que en el futuro pretendiera
insistir sobre el mismo planteamiento. Sin embargo, allí siguen las líneas estimulando
la inteligencia, sobreponiéndose al tiempo, resistiendo la agresividad de los agentes telúricos, de
la obra destructiva de los humanos y de sus máquinas, como una valiosa reliquia del pasado que
golpea nuestras sienes en un afán de comunicarse con nosotros, como si tratara de un gesto
desesperado de quien no quiere morir sin ser escuchado y comprendido.
El método de investigación esta condicionado por el hecho de que las formas de las gigantescas y
artísticas figuras-que no pueden ser reconocidas desde el suelo- son ampliaciones de dibujos más
pequeños realizados sobre planos, lo cual puede ser corroborado por cualquier topógrafo.
Uno podría imaginarse el método de ampliación de la siguiente forma: una longitud del dibujo en
el plano era llevada a un cordel, y con ayuda del mismo cordel era luego duplicada. El resultado
volvía a ser duplicado, y a través de sucesivas repeticiones de la misma operación se obtenía
una escalade 1:16para las figuras más pequeñas y de 1:32 y 1:64 para las más grandes. Una
prueba, que sustenta esta hipótesis, la brinda un petroglifo que contiene una construcción
geométrica a partir de la cual se puede derivar una unidad de medida que es exactamente 1:32 de
la unidad de medida contenida en figuras y dibujos geométricos de la pampa. Esta medida
fundamental ha sido resultado de la investigación-a lo largo de varios años-de las curvas de las
figuras, que son tan regulares que deben haber sido hechas con una estaquilla y una cuerda a
manera de gigantescos compases.
Las largas líneas rectas de la pampa tienen usualmente un ancho de 40 cm. Esta unidad de
medida fue aplicada en los dibujos de las pampas con gran exactitud y su longitud permanece
constante de principio a fin en la misma figura. El análisis sobre la construcción de diversas
figuras trajo a la luz que el gran cuidado y exactitud con que trabajaron los autores de las líneas,
podría tener una explicación si se consideran sus medidas como intervalos de tiempo, tal como se
hicieron con las medidas de las pirámides de Egipto.
El suelo de esta región, una de las más secas del mundo, es de color marrón -según María Reiche-
y bajo una primera capa se encuentra otra de color amarillo. Esa es la razón porque una pisada
deja una perdurable mancha blanca, que se fijará para siempre. Las figuras se hallan en un
desierto, donde el suelo no es sólo arena sino que está cubierto de piedras de color verdusco. Sus
enormes dimensiones y la exactitud de su hechura sugieren ser comparadas por los expertos con
las pirámides de Egipto.
Es el lugar un gran tablero de dibujo, con líneas rectas anchas y angostas de diversas longitudes,
atravesado por grandes cuadriláteros como si fuera una gran red. Pero su complejidad de líneas
sólo puede ser apreciada desde el aire a una altura de 1500 pies. Recién desde allí pueden verse
con claridad unos hermosos diseños, que en su mayoría representan grandes figuras de animales.
Los arqueólogos que han estudiado las Pampas de Nasca acreditan los dibujos a las culturas
Nasca y Paracas, entre los siglos 300 a.C y 900 d.C. Se cree, además, que su construcción debe
haberse extendido sobre un período largo por el extraordinario número de dibujos. Su perfecta
proporción y enorme tamaño destacan la armonía y el equilibrio geométrico sobre todo en las
figuras de animales.
"Es de suponerse que si los autores no podían volar, sólo en la imaginación podían percibir el
aspecto de sus obras y deben haberlas planeado y dibujado de antemano en una menor escala" -
opina la doctora Reiche.
Afirma ella también que la astronomía fue muy bien desarrollada y cultivada por los antiguos
peruanos, alcanzando un alto nivel científico en la costa peruana. Sólo así se explica la perfección
de estos geoglifos que constituyen un gran calendario astronómico. Más aún el plasmar y
proyectar una escala tras otra necesitan de una mente capaz de formar complejos conceptos
abstractos y excelente facultad de razonamiento.
XIII. FUENTES
"Misterios y Simbolismos de la Cultura Nasca"
Cesar Ormeño Iglesias
Editorial Delgado Villanueva - 1995
"Las líneas de Nasca"
Johan Reinhard
Segunda Edición
Editorial Los Pinos - 1988
"El cielo de los Antiguos Peruanos"
Autor:
Melissa Herrada Mateo
Stephanie Mestanza Figueroa
Universidad San Martín de Porres
Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Hotelería
Escuela Profesional de Ciencias de la Comunicación
Junio 2008
Link: https://www.monografias.com/trabajos60/pampas-nasca/pampas-nasca2.shtml
¿Qué son las líneas de
Nazca? Historia,
curiosidades y leyendas
REPORTAJE
26/08/2018 - 08:35
Las Líneas de Nazca, dibujos mastodónticos solo visibles desde las alturas,
son uno de los grandes enigmas arqueológicos de la Tierra. Te contamos qué
son, cuáles es su historia, cómo se construyeron y las diferentes teorías que
explican su significado.
En Perú, entre las poblaciones de Nazca y Palpa, se encuentran las Líneas de
Nazca, uno de los misterios arqueológicos más enigmáticos de nuestro
planeta. Lo que en el suelo parece un laberinto de caminos trazados sobre la tierra,
a vista de pájaro compone gigantescas figuras que representan formas geométricas,
de animales, plantas y humanos.
Debido a que la obra solo se puede contemplar desde las alturas (bien desde las
colinas circundantes o bien desde el aire), el objetivo y significado de las Líneas
de Nazca ha dado lugar a teorías de lo más diversas, desde que solo se trata de
caminos rituales hasta que las figuras están relacionadas con las visitas de
extraterrestres a la Tierra.
Si te gustaría salir de dudas, te contamos qué son las Líneas de Nazca, cuál es su
historia, su significado y sus leyendas.
Qué son las Líneas de Nazca
Las Líneas de Nazca son una serie de caminos trazados en la superficie terrestre
que ocupan una basta extensión ubicada en el desierto de Nazca, localizado en el
departamento de Ica en Perú.
Se trata de unos 300 geoglifos (dibujos trazados en la tierra) con forma de figuras
geométricas, antropomorfas, zoomorfas y fitomorfas, con unas longitudes de
entre 50 y 300 metros, que se extienden sobre una superficie de 450 metros
cuadrados. El ancho de las líneas oscila entre los 40 y los 210 centímetros, y su
profundidad nunca excede de los 30 centímetros.
Fueron trazadas mediante la retirada de los materiales de la superficie
terrestre, guijarros de un color rojizo causado por la oxidación, quedando a la vista
una tierra más pálida, que es la que dibuja las formas que se pueden apreciar desde
las alturas. La obra se ha conservado prácticamente intacta a lo largo de los siglos
gracias a que en la zona apenas llueve, lo que ha favorecido su preservación.
Dada la precisión de las formas teniendo en cuenta sus enormes proporciones, se
cree que los autores pudieron utilizar cuadrículas realizadas con cuerdas y
estacas para trasladar los dibujos a escala. Teniendo en cuenta que a ras de
suelo no se puede percibir si las figuras están correctamente trazadas o no, se
piensa que la construcción tuvo que estar dirigida desde un lugar elevado.
Entre los geoglifos más llamativos y populares se encuentran los siguientes:
El colibrí, cuya imagen puedes ver en la portada de este reportaje. Destaca por sus
dimensiones armónicas. Entre sus dos alas hay una distancia de unos 66 metros. Según
la historiadora María Rostworowski, esta figura es un homenaje a un dios volador para
evitar la ausencia de lluvias.
El mono tiene una cola en forma de espiral y nueve dedos, y su tamaño es de 135
metros. Fue descubierto por María Reiche, quien considera que la cola y las manos del
geoglifo tienen relación directa con las constelaciones y la temporada de lluvias. Se cree
que representa la Osa Mayor.
La araña es otra de las figuras más características de Nazca. Mide unos 46 metros de
largo y se cree que se trazó para evitar las sequías.
El pájaro gigante mide 300 metros de largo y 54 de ancho. Tiene el cuello con forma de
culebra y su pico apunta directamente hacia el punto en el que sale el sol en el mes de
junio. Los investigadores consideran que es el "Anunciador del Inti Raymi", la fiesta solar
de los incas.
El hombre - búho, popularmente conocido como el astronauta, es una extraña figura
antropomorfa que se ha convertido en una de las más conocidas de las Líneas de Nazca.
Las teorías pseudoarqueológicas defienden que se trata de una figura con escafandra o
casco y se apoyan en ella para explicar que los geoglifos fueron trazados como mensajes
para los extraterrestres.
La ballena tiene un tamaño de unos 60 metros de ancho y 20 de alto. Los investigadores
creen que simboliza una deidad marina.
Los 10 lugares más misteriosos que puedes ver por Google Earth
Historia de las Líneas de Nazca
Aunque las formas se pueden observar desde las colinas cercanas, fueron los
pilotos peruanos los que advirtieron de su presencia. En 1929 empezó a estudiarlas
el arqueólogo peruano Julio César Tello, y el mismo año inició su investigación Paul
Kosok. El antropólogo norteamericano estuvo estudiando las líneas hasta los años
50, y fue el encargado de averiguar que datan del año 550 d.C mediante la técnica
del Carbono-14.
Su compañera, la alemana María Reiche Neumann, fue la mayor
investigadora de las misteriosas formas y dedicó su vida a su estudio, conservación
y difusión. Gracias a su labor, las Líneas de Nazca fueron declaradas Patrimonio
Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1994.
La Fundación Suiza Liechtenstein para las Investigaciones Arqueológicas en el
Exterior fue la institución que llevó a cabo el primer estudio de campo sistemático. La
investigación, dirigida por los arqueólogos Markus Reindel y Johny Isla Cuadrado
desde 1996, ha excavado y documentado más de 650 yacimientos para analizar los
dibujos y esclarecer su significado.
Las Líneas de Nazca son uno de los lugares mencionados por von Däniken, que
también recoge otros grandes monumentos de la historia, como las Pirámides de
Egipto, las piedras megalíticas de Stonehenge o los moais de la isla de Pascua. El
autor explica que los extraterrestres aterrizaban en el desierto de Nazca y que,
debido a que necesitaban largas pistas de aterrizaje, ordenaron a los indígenas
construir las líneas que formaban las figuras.
Los estudiosos descartaron esta teoría por considerarla descabellada: no parece
lógico pensar que las aeronaves de alta tecnología de los extraterrestres necesiten
de largas pistas para aterrizar y, en caso de hacerlo, las intrincadas líneas con forma
de espiral de la cola del mono o el cuello zigzagueante del pájaro gigante no
parecen el lugar más propicio para hacerlo.
Link: https://computerhoy.com/reportajes/life/que-son-lineas-nazca-historia-curiosidades-
leyendas-292997