MÓDULO 2

TRILOGÍA DE LA CREATIVIDAD
TRILOGÍA DE LA CREATIVIDAD 2

Curiosidad • Entusiasmo • Optimismo

Para ser creativos necesitamos curiosidad, entusiasmo y optimismo, tres cualidades que hay
que cultivar.

Roger von Oech, autor, conferencista norteamericano y un profundo estudioso de la creatividad,

creó el “Perfil del hombre creativo”. Él califica la creatividad como una aventura y destaca las cuatro fases
por la que debe transitar el ser humano a la hora de crear:

Primera fase: Debe asumir los rasgos de la personalidad típica de un explorador: abierto, valiente y
curioso. Buscará siempre nuevas oportunidades. Verá el problema como un gran desafío.

Segunda fase: Transformará la información acumulada en nuevas ideas. Debe ser flexible, persistente
e imaginativo, estará dispuesto a la experimentación y a la modificación permanente de los resultados.

Tercera fase: La persona creadora hará una valoración de lo obtenido. Se verá obligada a verificar,
pulir, refinar y tener espíritu crítico, en la justa medida.

Cuarta fase: Convertirá las ideas en acción y debe estar dispuesto a defenderlas con osadía. Deberá
convencer a los demás de su valor.

“Fuera de la sociedad convencional es donde encuentro la real esencia de la creatividad

innovadora y excitante”- David Bowie-

La creatividad hay que cultivarla, y la infancia es el momento idóneo para comenzar a hacerlo.

Para que esta labor rinda frutos, es beneficioso conocer los intereses del niño. Por ejemplo, si le
gusta la pintura, debemos crearle las condiciones necesarias para que pinte.

A continuación les relaciono ocho maneras de actuar para cuidar y estimular la imaginación y la
creatividad del niño:

1. ¡El niño necesita tiempo para ser niño! Debemos estimular y respetar el juego infantil, para
que ellos desarrollen su imaginación. No llenarles el día con actividades extraescolares y otras
obligaciones.

2. Los adultos pueden participar, pero nunca dirigir sus juegos. El niño siempre debe ser
el guía.

3. Estimular los juegos con otros niños, porque socializan, tienen la posibilidad de demostrar
su imaginación y, a la vez, disfrutan y aprenden de la creatividad de los demás.

4. Controlarles el uso de los video-juegos y de la televisión, porque los aleja de la realidad, y

muchas veces el mensaje que llevan implícito no es el mejor.

5. Acostumbrarlos a leer. Antes de dormir, el niño puede leer una historia, no tiene que
hacerlo necesariamente otra persona.

6. Estimularlos para que cuenten historias, no importa si son reales o imaginadas.

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7. Llevarlos a museos, exposiciones, teatros y parques zoológicos, porque, además de en-

tretenerlos, estos lugares le aportan conocimientos.

8. Nunca interrumpir sus preguntan. Debemos prepararnos para hacerle frente a todos sus
“por qué”.

Plan de acción
1. Analiza lo que haces y cómo lo haces, y define si está acorde con tus verdaderos propósitos
en la vida.

2. Pregúntate: ¿Disfruto lo que hago?

3. Si lo disfrutas y todo está en línea con tus propósitos, cuestiónate el nivel de creatividad
que le imprimes a tus acciones.

4. Pregúntate: ¿Le imprimo entusiasmo a lo que hago y contagio a los demás?

5. Si no hay relación entre lo que haces y tus intereses, prepárate para el cambio. Nunca es
tarde para reaprender y reinventarse en la vida.

6. Si no conoces tu coeficiente intelectual, sométete a una prueba, te puede ser muy útil.
¡Conocer las posibilidades reales aumenta la autoconfianza!

7. No temas preguntar lo que no sabes, sé curioso como un niño.