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Curso/Módulo:
CONTROL COMPARADO DE CONVENCIONALIDAD
Prof.: Dr. MARCELO FERNANDO TRUCCO
Doctorando:
JORGE FERNANDO PERUSINA MÉRIDA
Guatemala, 2 de abril de 2019
Tabla de contenido
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 1
CONCLUSIONES ............................................................................................................ 18
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................... 19
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INTRODUCCIÓN
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1. GENERALIDADES DEL SISTEMA INTERAMERICANO DE
DERECHOS HUMANOS
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1. Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Competencia de la Comisión
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como otros Estados miembros de la OEA pueden presentar a la Comisión denuncias
o quejas referentes a violaciones a los derechos humanos reconocidos en dicha
Convención.
La Corte IDH fue constituida en 1979 por la Convención Americana, como un órgano
judicial autónomo de la OEA, la cual tiene su sede en la ciudad de San José, Costa
Rica, se encuentra compuesta por siete jueces electos entre los Estados miembros
de la OEA y un secretario. A la presente fecha la Corte puede conocer denuncias
en contra de 20 Estados, en virtud que estos han reconocido su competencia
contenciosa.
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la Secretaría General de la OEA, el Acuerdo Gubernativo No. 123-87, de 20 de
febrero de 1987; por medio del cual reconoce la competencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, en los siguientes términos:
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De acuerdo con el Derecho de los Tratados, codificado en la Convención de Viena
sobre el Derecho de los Tratados, los tratados internacionales suscritos por los
Estados en el pleno ejercicio de su soberanía deben ser cumplidos por estos de
buena fe, principalmente, derivado de la observancia del principio "Pacta sunt
servanda" el cual se encuentra contemplado en el artículo 26 de la referida
convención, regulando a su vez el artículo 27 que, un Estado “no podrá invocar las
disposiciones de su derecho interno como justificación del incumplimiento de un
tratado”. Derivado de las normas anteriormente citadas, pareciera que no debieran
existir razones que lo Estados pudieran invocar para incumplir sus compromisos
internacionales. Sin embargo, en la practica se ha llegado a considerar como el
principal problema del Derecho Internacional Publico la falta de efectividad que
tienen los instrumentos jurídicos internacionales, mismo destino guaran las
resoluciones o sentencias y cualquier acto derivado de los primeras, ante la negativa
infundada de un Estado de cumplir con los compromisos adoptados, o los derivados
de dichos compromisos. A la consecuencia del incumplimiento de los compromisos
internacionales por parte de un Estado es a lo que se le conoce como: “la
responsabilidad internacional del Estado”.
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embargo, la antes referida resolución, establece en el artículo 4 que se considera
hecho Internacionalmente ilícito el que se haya realizado ejerciendo “(…) funciones
legislativas, ejecutivas, judiciales o de otra índole (…)”.
Ante un hecho internacionalmente ilícito cometido por un Estado, éste debe verse
compelido repararlo, como una consecuencia de la Responsabilidad Internacional,
en ese sentido establece, e Artículo 31 de la resolución AG/56/83 de la Asamblea
General de las Naciones Unidas que: “Reparación 1. El Estado responsable está
obligado a reparar íntegramente el perjuicio causado por el hecho
internacionalmente ilícito. 2. El perjuicio comprende todo daño, tanto material como
moral, causado por el hecho internacionalmente ilícito del Estado”.
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Commission -establecida por mandado de la Asamblea General de las Naciones
Unidas-, he llegado a reconocer en el documento “Materials on the Responsibility of
States for Internationally Wrongful Acts” , como causales de justificación, se tiene
entre otras, las siguientes:
a) El consentimiento;
b) La auto defensa o defensa propia;
c) La fuerza mayor y estado de necesidad; y
d) Las represalias;
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7. Caso Chinchilla Sandoval y otros Vs. Guatemala. Sentencia de 29 de febrero
de 2016.
8. Caso Maldonado Ordóñez Vs. Guatemala. Sentencia de 3 de mayo de 2016.
9. Caso Velásquez Paiz y otros Vs. Guatemala. Sentencia de 19 de noviembre
de 2015.
10. Caso Defensor de Derechos Humanos y otros Vs. Guatemala. Sentencia de
28 de agosto de 2014.
11. Caso Véliz Franco y otros Vs. Guatemala. Sentencia de 19 de mayo de 2014.
12. Caso Gudiel Álvarez y otros ("Diario Militar") Vs. Guatemala. Sentencia de 20
noviembre de 2012.
13. Caso Masacres de Río Negro Vs. Guatemala. Sentencia de 4 de septiembre
de 2012.
14. Caso Chitay Nech y otros Vs. Guatemala. Sentencia de 25 de mayo de 2010.
15. Caso de la Masacre de Las Dos Erres Vs. Guatemala. Sentencia de 24 de
noviembre de 2009.
16. Caso Tiu Tojín Vs. Guatemala. Sentencia de 26 de noviembre de 2008.
17. Caso Raxcacó Reyes Vs. Guatemala. Sentencia de 15 de septiembre de
2005.
18. Caso Fermín Ramírez Vs. Guatemala. Sentencia de 20 de junio de 2005.
En el año 2017 el presente autor, como parte de la tesis de postgrado para obtener
el titulo de Maestría en Derecho Internacional, solicitó a la a Comisión Presidencial
Coordinadora de la Política del Ejecutivo en materia de Derechos Humanos -
COPREDEH-, información sobre las Sentencias que la Corte Interamericana de
Derechos Humanos ha dictado contra el Estado de Guatemala que se han cumplido
a cabalidad, habiendo respondido dicha Comisión que: “Ninguna de las sentencias
emitidas por la Honorable Corte IDH se encuentra cumplida en su totalidad”.
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en el artículo 69 del Reglamento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
aprobado por la Corte en su LXXXV Período Ordinario de Sesiones celebrado del
16 al 28 de noviembre de 2009, el cual establece que:
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Que de el 100% de sentencias dictadas en contra del Estado de Guatemala no se
haya cumplido ninguna es un hecho deplorable, aun mas considerado que la
Constitución Política de la Republica de Guatemala establece en el artículo 1 que:
“El Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia; su
fin supremo es la realización del bien común” y en ese sentido establece el artículo
46 que la: “Preeminencia del Derecho Internacional. Se establece el principio
general de que en materia de derechos humanos, los tratados y convenciones
aceptados y ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho
interno”. Sin embargo, de lo anteriores citados artículos, la misma constitución en
otros artículos pareciera desdecirse sobre tal preminencia, extremo que será
analizado en el titulo final de la presente investigación.
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A manera de introducción del presente apartado es importante indicar que el Estado
de Guatemala suscribió el 23 de mayo de 1969 la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados la cual fue ratificada por Guatemala el 14 de mayo de 1997,
con reservas a los artículos 11,12, 25, 27 y 66.
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retiró las reservas formuladas a los artículos 11 y 12 mediante el Acuerdo
Gubernativo 64-2007, el 28 de febrero de 2007.
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los tribunales de justicia en toda resolución o sentencia observarán
obligadamente el principio de que la Constitución prevalece sobre cualquier
ley o tratado...”.
Lo anterior refuerza la posición inicial del presente autor, de que una de las causas
de responsabilidad internacional por incumplimiento de las sentencias de la Corte
IDH es la inobservancia del derecho internacional de los derechos humanos. En ese
sentido se puede mencionar otra sentencia de la Corte de Constitucionalidad que
viene a consolidar la posición del Estado Guatemalteco y esta se da análisis, del
antes citado articulo 46 en el cual dicha Corte señala que:
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sobre la Constitución, porque si tales derechos, en el caso de serlo, guardan
armonía con la misma, entonces su ingreso al sistema normativo no tiene
problema, pero si entraren en contradicción con la Carta Magna, su efecto
sería modificador o derogatorio, lo cual provocaría conflicto con las cláusulas
de la misma que garantizan su rigidez y superioridad y con la disposición que
únicamente el poder constituyente o el refrendo popular, según sea el caso,
tienen facultad reformadora de la Constitución”.
“el decreto del Congreso en virtud del cual se ratifica un tratado sólo es el
medio por el cual el Estado incorpora a su ordenamiento jurídico su
contenido. Este decreto no forma parte del tratado, ni éste de aquel; en el
fondo siguen siendo dos cuerpos normativos distintos y la reforma de uno no
necesariamente supone la reforma del otro”.
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“… por ello que por vía de los artículos 44 y 46 citados, se incorpora la figura
del Bloque de Constitucionalidad como un conjunto de normas
internacionales referidas a derechos inherentes a la persona, incluyendo
todas aquellas libertades y facultades que aunque no figuren en su texto
formal, respondan directamente al concepto de dignidad de la persona, pues
el derecho, por ser dinámico, tiene reglas y principios que están
evolucionando y cuya integración con esta figura permite su interpretación
como derechos propios del ser humano. El alcance del Bloque de
Constitucionalidad es de carácter eminentemente procesal, es decir, que
determina que los instrumentos internacionales en materia de derechos
humanos que componen aquel son también parámetro para ejercer el control
constitucional del derecho interno. Así, a juicio de esta Corte, el artículo 46
constitucional denota la inclusión de los tratados en el Bloque de
Constitucionalidad, cuyo respeto se impone al resto del ordenamiento
jurídico, exigiendo la adaptación de las normas de inferior categoría a los
mandatos contenidos en aquellos instrumentos. El contenido del Bloque de
Constitucionalidad está perfilado por la Constitución, y esta Corte, como
máximo intérprete de la norma suprema, cuyas decisiones son vinculantes a
los poderes públicos, es la competente para determinar, en cada caso, qué
instrumentos se encuentran contenidos en aquel. En orden a la materia de
estudio, se determina que los instrumentos internacionales en materia de
derechos humanos aplicables son la Convención contra la Tortura y Otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, y la Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. Esa inclusión se realiza
por remisión del artículo 46 y, consecuentemente, por el carácter de ius
cogens que tienen las normas de estos instrumentos que, como tal, asumen
categoría de compromisos internacionales adquiridos por el Estado. (art. 149
constitucional). Lo que involucra, en el caso concreto, verificar el
cumplimiento de los compromisos adquiridos en normas internacionales en
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materia de Derechos Humanos, para evidenciar si existe una comisión
legislativa parcial en la creación de la figura tipo de ‘tortura’…”.
A juicio del presente autor, aunque novedosa para el ámbito guatemalteco, la Corte
de Constitucionalidad, nuevamente se mantiene en la posición de desconocer la
supremacía que ostentan los convenios internacionales en materia de derechos
humanos, fundamentándose en la teoría del “Bloque de Constitucionalidad” que, a
pesar de ser un avance, no se adapta a la posición internacionalmente aceptada de
que, el Derecho Internacional de los Derechos Humanos prevalece sobre el derecho
interno incluida la constitución.
Es así como, el presente autor puede afirmar que, mientras el Estado de Guatemala
no reconozca la preminencia que el derecho internacional de los derechos humanos
ostenta (superior a la Constitución), difícilmente podrán constreñirse a los
organismos del Estado a cumplir las sentencias de la Corte IDH, organismos que
parecieran aferrarse al hacer prevalecer la constitución sobre el derecho
internacional, aun en contra del beneficio personal de sus habitantes.
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CONCLUSIONES
4. Ninguna de las sentencias emitidas por la Corte IDH en contra del Estado de
Guatemala se encuentra cumplida en su totalidad.
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BIBLIOGRAFÍA
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Herdegen, M. (2005). Derecho Internacional Público. En M. Herdegen, Derecho
Internacional Público (pág. 411). Mexico: Fundacion Konrad Adenauer.
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