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ANALOGÍA ENTRE UNA CIRUGÍA FÍSICA Y UNA ESPIRITUAL

Quiero compartirles una analogía entre el proceso de destierro del “yo” y


una cirugía física, le doy gracias a mi Padre bueno, porque cuando me
anunciaron que debía realizarme una cirugía en mi cuerpo, aunque me
llene de pánico, pues le tenía fobia a las cirugías, y quise por todos los medios
posibles evitarla, al final era tal la agonía que sentía, que ya no me
quedaban fuerzas para pensar en ese día, lo que sí puedo decir que
después dicho proceso previo y durante, mi buen Padre que siempre sabe
lo que hace y lo hace de la mejor manera, me permitió experimentar no
solamente una cirugía física sino también espiritual, porque mi vida cambio
de una manera sorprendente. En el libro de colosenses 2:11 versión PDT. Dice
“Cuando Cristo los liberó a ustedes del poder de su naturaleza carnal, fueron
circuncidados con otra clase de circuncisión hecha por Él y no por seres
humanos”, También el Apóstol Pablo manifiesta en la expresión “Miserable
de mí, quien me librara de este cuerpo de muerte”? luego proclamo la
victoria en Cristo, vemos que así como el Apóstol Pablo experimento una
lucha con el “yo” nosotros también libramos una lucha con el “yo”, y que
debe ser eliminado del trono de nuestro corazón a través del proceso de la
cruz.

Ahora bien, en el proceso la eliminación del “Yo” del trono de nuestro


corazón por decirlo de alguna manera, y una cirugía física, ambas tienen
muchas similitudes, antes de la cirugía física hay generalmente aunque no
siempre, un periodo de tiempo durante el cual la persona sufre cierta
síntomas, este sufrimiento le convence de que tiene un problema, en
algunos casos estas síntomas pueden molestarle en varias formas durante
algunos años antes de que vaya a ver al médico o se someta a una cirugía,
el paciente probará algunos remedios para eliminar las síntomas en un
esfuerzo para impedir la cirugía, cuando los efectos adversos sobre la vida
son bastantes severos y el dolor ya no puede soportarse más, la persona
comprende que debe hacer algo.

Muchas veces nosotros como cristianos también lo probamos todo, desde


consejerías, seminarios, y experiencias espirituales (aunque esto no es
incorrecto), con tal de eliminar las síntomas y evitar la cirugía espiritual que
debe tener lugar para que podamos disfrutar de una vida de libertad, sin la
esclavitud que produce el ser gobernado por el “yo”, y podamos servir sin
estorbo a nuestro amado Padre, es similar a los pacientes que prueban
todos los remedios y escapes hasta que la cirugía se hace inevitable, aún
después de saber que la cirugía es la única salida la mayoría de las personas
la posponen tanto cómo pueden, una vez que tienen el diagnóstico los
pacientes experimentan un cierto alivio, si saben que el mal no es incurable,
habrá dolor involucrado pero sus vidas serán otra vez normales después de
la convalecencia.

Entender el sufrimiento alivia la agonía, incluso aunque el dolor persista, el


problema ahora puede abordarse de forma realista pues entendemos que
cualesquiera que sean las circunstancias adversas que estemos
experimentando Dios las está permitiendo para señalar la necesidad de una
cirugía espiritual, Dios no permite esto para castigarnos, sino para
disciplinarnos o corregirnos de manera que nuestra vida puede ser libres y
gozosas como nunca antes, en Hebreos 12:11 versión PDT: “no nos gusta
cuando nos corrigen porque nos duele pero luego de haber sido corregidos
da buenos resultados nos llenamos de paz y empezamos a vivir como debe
ser”.

Una vez que todas las opciones se han agotado tenemos que soportar la
cirugía, mientras el cirujano hace los preparativos para la operación el
paciente debe rendirse totalmente, debe resistir la tentación de sentir
lastima de sí mismo y despertar lástima en los demás, solo nos queda
rendirnos totalmente en manos de nuestro amado Cirujano, se puede
imaginar usted como se vería un paciente en la mesa de operaciones
intentando ayudar al cirujano? o suplicándole al cirujano que no lo opere?,
si el paciente comienza a moverse durante la cirugía se le administra más
anestesia, el cirujano no desea ni necesita ayuda del paciente; de la misma
manera mientras Dios nos prepara para la cirugía espiritual debe llevarnos a
través del proceso derrota fracaso y sufrimiento para dejarnos impotentes y
que él pueda hacer su trabajo, generalmente hemos hecho tanto para
ayudarle que queremos continuar haciéndolo cuando comienza el
proceso, el cirujano del cuerpo usa el bisturí, el cirujano del alma aplica la
cruz a la raíz del problema el “yo”, (Lucas 9:23) el propósito del cirujano
Divino no es solamente eliminar el dolor y eliminar nuestro anterior estilo de
vida dominada por el “yo”, sino capacitarnos para gozar de una libertad en
Cristo en lugar de un vida de esclavitud rendida al “yo”, algunas veces la
cirugía es corta y otras veces es larga según la naturaleza del caso, en otras
palabras la cirugía espiritual puede tener lugar gradualmente o puede
experimentarse en una crisis en cualquiera de los dos casos el resultado es
el mismo, los cierto es que cuando salimos de una cirugía espiritual
experimentamos una transformación en nuestras vidas debido a la
renovación de nuestra mente y podemos ver la vida a través de la óptica
de Dios, una nueva manera de pensar y de ver la vida, podemos entender
y aceptar que lo que Dios desea para nosotros es siempre bueno agradable
y perfecto (Romanos 12:2).

Después de la cirugía viene la convalecencia está rara vez es un proceso


suave hacia arriba, hay muchos altibajos mientras nos adaptamos a la
nueva vida, lo cierto es que nos sentimos más livianos con una nueva
perspectiva de la vida, valoramos más las personas y lo que Dios nos ha
dado, aunque en algunos caso podemos volver a la vieja vida con sus
derrotas y frustraciones sólo para necesitar una repetición de la cirugía de
la cruz, finalmente así como en la cirugía física nos deleitamos en contarles
a otros nuestra exitosa cirugía y estamos más encantados de recomendar al
eminente y único Cirujano para que nuestros amigos también puedan
conocer el gozo y la paz de la nueva vida la vida del gobierno absoluto de
nuestro amado Espíritu Santo.

Estimado amigo si estas experimentado el dolor, o una profunda aflicción


cualquiera que sea, causado por una situación donde no ves salida, o quizás
ya se agotaron tus fuerzas o tus oraciones de tanto luchar por tratar de
arreglar una situación, te felicito !!!, porque ha llegado el momento preciso,
ya estás listo !!! Para quedar en las manos del mejor Cirujano, el Médico de
los Médicos, te ánimo para que confíes y rindas totalmente esa situación y
tu vida misma en sus manos, pues EL sabe lo que hace y no permitirá un
sufrimiento mayor del que necesites, para que tu cirugía sea todo un éxito,
eso si te garantizo que saldrás como nunca antes te habías sentido
experimentaras su gozo, su amor y paz desbordando tu vida.

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