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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
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POR
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be la jurisbicton be ttaraljio.
CORUÑA:
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aa preciso tenga sus víeioi y defectos, como loi tienen los individuos de toda!
las demas clases: que !a opinion pública se ha estraviado al censurar á estol
ftinciorarios, atribuyéndoles faltas que traen origen, las unas de la legisla*
«ion poco conforme con los buenos principios, y las otras de las providencial
Indiciales.
Diré tambien que los escribanos, obrando extricta y rigurosamente conformé
í su institucion, segun hoy se baila embrollada y desatendida su profesion y
éarrera, es imposible que la mayor parte ganen lo preciso para sustentarse y
i su familia, y que por consiguiente nadie debe estrañar se encuentren algu
nos, que en ocasiones falten ásus deberes, euando sin esta circunstancia, ea
Medio de la opulencia y en las clases aun mas elebadas, todos los dias esta
mos viendo delincuentes mas ó menos. Noesmiobgeto entrar en mayor
discordia en defensa de una clase á que tengo el honor de pertenecer;
Don Juan José Sanchez en su obra tilulsda. «Nobleza de ttcribano$* se
•e upó estansamente de este asunto, y los que gusten podrán ver en ella su»
privilegios y prerrogativas: mi deseo al tomar la pluma es solo hacer paten
tes los beneficios que puede hacer á la nacion si se eleva por medro de la
organizacion conducente á la altura que la compete, sacándola del estado da
abyeccion y desprecio en que yace, efecto del abandono y marcada indife.
encia con que fue mirada por el Gobierno, eomo h» asento el mismo orador,
y se dejará conocer de lo que espondré mas adelante.
Cuando me decidi á solicitar la escribania que ejerzo, bien agena estaba
pi imaginacion de los compromisos que en ella se encuentran á cada paso.
Ro habiendo apenas tenido práctica, y siendome solo conocida esta profe
sion por lo que de ella aprendj dedicándome al estudio y carrera de las leyes,
desde el primer dia que entré en su ejercicio, encontré una diferencia nota
ble entre la teoria y la práctica; pero diferencia de tal naturaleza que luego-
ate hizo mirar con desden el oficio, porque entre lo quaen él diariamente
•bservába, y los sentimientos de filantropia qne por fortuna y por educacion
de mis padresen mi rc»iden, habia una distancia inmensa. A esta circuns
tancia debo á no dudarlo los conocimientos que he adquirido, y que espere-
•irvan para mejorar algun dia la clase de escribanos, porque eomo jamas me
be propuesto adquirir mi subsistencia sino haciendo todo el bi¡ ■ posible,
tropezando á cada paso en el ejercicio de mi oficio, con ocasion de hacer ne
cesariamente alguna cosa repugnante á mis convencimiento», tuve que la-
Mentar lo desquiciado de nuestra profesion, pensar y discurrir dicieadome i
mi mismo ¿estos mates que advierto y toco no pueden ser previstos y pre
cavidos por la ley, y evitarse en bien de los escribanos, de los particulares y
de la nacion toda? Lejos de mi todo envanecimiento y orgullo; pero me pa
rvee que mis discursos no han sido desacertados, y que aquel que todo !•
dirije, viendo mi deseo del bien, me ha guiado para hallarle.
El Gobierno de S. M. ha reconocido que la elasede escribanos no s» ha
llaba basada «orno ara da desear j dietóalguoas disposiciones quejadicaa dé
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tees de mejorarla, anunciándose en el año de 1845 la instruccion de un es
pediente acerca de su arreglo, con cuyo motivo se nos ha imitado en la (fo
leta de los Tribunales para que cada uno en lo qnc alcanzase emitiese •■
dictámen en el particular. Entonces traté de apuntar y reunir datot peca
formar un proyecto de reglamento; mas como aquel espediente se daba »«
tan adelantado, que se suponia saldria á luz de un dia á otro el arreglo, ate
parecio oportuno dirigir dos artículos para insertar en dicho periédico, co
sio efectivamente lo fueron en los números correspondientes al 4 y 8 de
Enero de 1846, con objeto de hacer presente cuanto interesaba oír en este
asunto á escribanos inteligentes, por ser los que mas estensnmente podian
liar consejo en él; demonstrando al propio tiempo, en lo que mis fuerzas
intelectuales alcanzaron, la grande importancia de la instilucion, las gran
jas ventajas de su buen arreglo, y hasta que este mismo arreglo debia tentf
consecuencias muy intimas y enlazadas con los códigos legales: á fin toda)
tilo de que en asunto de tanto interes se procediese con el debido detenj u
miento, se hiciesen públicas las vases, y oyese á cuantos pudiesen tener ID '
teres ó emitir su dictámen.
Toda la razon y justicia que las partes pueden alegar para la defensa de sus
intereses y derechos, tiene su apoyo en una de dos cosas: la primera es la
ley; la segunda son los contratos y obligaciones hechas con sugeccion y apli
cacion á la misma ley y garantidos por ella. Leyes justas, sencillas, claras y
metódicas es lo primero que debe buscar el Gobierno: pactos y contratos coa
tal precaucion y precision que nadie pueda hacer traición ni engaño á otro,
ni eludir la ley oscureciendo la verdades, lo segundo. Ante los Tribunales
y jueces vienen á ventilarse derechos dudosos, ó que se quieren bacer pare-
ter tales; pues evítense dudasen las leyes y en los contratos, y desaparecerás)
las contiendas judiciales. Y ved aqui, decia en uno de los artículos citados,
«omo la institucion de tscrtbanoi viene á ser d* las mas grandiosas, de \é§
mas necesarias de la sociedad, porque despues de la ley son tos primeros $**
eargodos de sostener y conservar en seguridad y claridad los derechos de fe*
demás hombres. Que los escribanos nada en el dia pueden hacer.es indudable,
pero que cesarán todas las contiendas judiciales en el órden civil, y aun
inuebas en el criminal despues de su conveniente arreglo, no tengo la menor
duda, y esto es lo que voy á probar. Con este obgeto, y de que sea mas noto-
fio, haré mencion de algunos casos prácticos que tengo observado, para que
se vea el estado lastimoso incierto é inseguro en que la legislacion tiene
embueltos los derechos de los hombres, por lo raquítico de la relativa á es*
eribanos. Asi conviene á mi propósito á fin de manifestar despues que nar'
con quimeras los medios con que me lisongeo pueden evitarse.
En el curso de mi profesion tube ocasion de observar que cuando fallece
elguo hombre ó muger casada, son frecuentes los pleitos entre el cónyuge*
superviviente y los herederos del muerto. Aquel, apoderado de los documeo»
tes da pertsaeaeia, osulta los que la partes, ja del capital da su «onsorte, jé
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ie los gananciales de la compañia, al paso que no es escaso en producir los
de deudas pasivas, que tal rez ha fraguado para quedar en buen lugar: de
■Banera que los herederos del que fallecio, aun que sepan la verdad, tiene»
que transigirias mas veces perdiendo muchos intereses; y si algunas enta
blan pleitos se aniquilan en gastos y costas, resultando la mayor parte de
estos litigios en contra suya, porque faltos de pruebas documentales tienen
que procurarlas con testigos, que bien se puede decir, supuesta la moralidad
que en el dia nos acompaña, que es una prueba incierta y dudosa para fun
dar un fallo. De estos casos los he visto entre hermanos, y entre padres é hi
jos, y me falta aun saber de uno solo de los segundos, que al fallecimiento
de su muger hiciese la descripcion de bienes de esta, para un dia entregarlos
á los hijos ¿Estos pleitos pueden evitarse? ¿Habrá medios para evitar esas
ocultaciones y esas dudas? Esto me preguntaba á mi mismo, discurria y efee -
tivamente hallólo que deseaba.
Casos frecuentes he notado de vender el marido los bienes de su muger
y el padre los de sus hijos, y para volverse á ellos tener que demandarlos,
eonsumiendo en gastos y costas muchas veces mas de su valor, quedando el
comprador, á quien malamente pudo engañarse, perjudicado en el precio, y
tambien en las costas y gastos del pleito. ¿Se pueden evitar estas cuestiones?
Si, seguramente. Y en este lugar debo llamar la atencion sobre la ley 61 de
Toro, cuya inobservancia está a utorizada por la práctica, y esa renuncia que
de ella hacen las mugeres, esperando se ponga remedio pronto á los abusos y
perjuicios que causa.
Cásase un hijo de familia, y lleva en dote ó donacion propternuncias, bie
nes raices ó muebles, y sobre traerlos á colacion se mueven disputas por ig
norarse lo que llevó, bien por no haberse otorgado escritura, ósisehíze
porque se ocultó. ¿Y esto puede evitarse? Si, tambien.
Es muy frecuente en Galicia admitir los padres á sus hijos casados en ta
compañia; y con la misma frecuencia acontece haber luego discordia y sepa
rarse. De aquí salen dos pleitos; el uno sobre que parte hace el hijo en los
gananciales, añadas] cubluras, y el otro sobre la parte del lugar, si son la
bradores, que el padre debe dar al hijo para cultivar; pues se tiene como cosa
corriente que el hecho de admitirle en compañia da derecho al hijo para re
clamarle en caso de separacion donde vivir. ¿Pueden y deben cortarse estas
cuestiones que menguan el prestigio de los padres, autorizando la inobe
diencia y falta de respeto en los hijos? Es indudable.
Muere una persona dejando mas de un hijo, nietos ó herederos laterales,
y uno de ellos, porque estuviese en la casa ó porque tuvo mejor proporcion,
se apoderó de la herencia y la está disfrutando algun tiempo, entorpecicnde
para ello la parlija que debe hacerse. Otras veces le conviene vender su parte,
ya porque necesita dinero, bien porque ve á otro apoderado de todo, y antes
deque se realice la partija, enagena piezas determinadas; que por lo general
busos las mejores, y entra s poseerlas un tercero; todo locuai ocasiona pleitee
.
y disputas ra-quese acaban fortunas muy crecidas. ¿Es deber del Gobiera*
evitarlo, y puede hacerlo^ Si.
Se procede á una partija entre distintos herederos, que supongo sean seis,
y ciertas piezas de lo herencia se dejan sin demarcacion, adjudicando a cada
uno su srsta parle. Uno de los herederos tuvo siete hijos, el otro dos, otrt»
•inco, etc. y ruai.do fallecen quieren dichos bijos proceder á la partija d»
aquella»; mas se encuentran con que si bien su padre tenia una sesta partée
nnosta demarcada sino en cuestion con sus tios ó primos, á quienes ya no
pueden reunir sin mucho trabajo, y á veces pastos para la demarcacion.
¿Que hacen entonces? Siguen en esta partija el mismo método que en la an
terior, y si son por ejemplo siete, se adjudica á cada uno un séptimo de un
sesto de la finca, y pasa la tercera y cuarta generacion del mismo modo y
con el mismo embrollo y confusion. Esta falta de demarcacion que es fre
cuente en los montes y demas terrenos, que solo se cultivan de años en años,
da lugar ¿ que, disfrutando proindiviso, perciba por lo general mas el qua
tiene menor parte; y de aqui viene que muchos incomodados venden su por
cion á desprecio á uno de los condueños ó á estraño. Prueba de esto es que
todos los dias se ven documentos que espresan la parte de un dueño en esta
forma: Un quinto de un cuarto de tres vetavos de una mitad y dos sestos de
tres séptimos de un cuarto, y otras por el estilo, que rs preciso buscar un pe
rito, no ja para demarcar, sino para que diga el tanto de la finca que le per
tenece. Sucede asimismo que vende su paite, que supongo fuese un sesto de
lo que su padre tenia en la finca; pero sin hacerse cargo, ó sea que lo oculte
con malicia, vende el sesto simplemente, que el comprador cree es de toda
•11a, cuando tal vez no era mas que de un octavo de un cuarto. De todo esto
resulta tal confusion y desorden, tantos pleitos, riñas y discordias, que solo
puede creerlo el que lo ve, y aunque se dirá que tuvieron en un principio
culpa las paites, esto no exime al Gobierno el deber tn que está de evitarlo.
Vende un hombre cualquier finca que no es suja, y el comprador la posee
con justo titulo el liimpo necesario para prescribir, ja presente ó yaausente
el verdadero dueño, porque nunca faltan medios de engañarle, y cuando
quiere usar de ella se encuentra con otro que la llama suya ¿Pueden evitarse
esas ventas de lo ageno, y esas prescripciones que solo pudo introducir la in
moralidad? Si por cierto, y tambien lo que se observa diariamente de ven
derse tres, cuatro y mas veces una misma cosa por un mismo sujeto, ó em
peñarla por distintos créditos, ocultando los anteriores, sin dar lugar á esos
concursos de acreedores que ocasionan tantos gastes y lamina de muchas
familias.
Se ausenta una persona que tic ne bit nes ó le recaen despues por herencia,
y no dejó apodeiac'o, ó si le dejó murió, ó por otía caus8 cesó en el caigo. Si
el Juez no tiene «oticia suele haber quien se apiopie los biincs; mas si 1»
sabe ó hay solicitador, se nombra una persona que los administre. Este ad
ministrador fallece, y tus bijoj, Hfiu reces ignoiarUcs y otras veces con
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lieis, entran i poseer les bienei eomo herencia paterna, siendo del ausenta:
Venden unos, otros permutan, y en fin,á pocos años pasan tres ó cuatro posee-
dores. Viene en este estado el ausente, ó llegado el caso de ventilarse el dere
cho de sucesion, reclam in los parientes los bieoes y rentas, sobre lo cual hay
pleitos eternos, incidentes de todis clases y consecuencias las mas desastrosas.
(Jn espediente que se sigue hace años en el Juzgado de primera instancia de
Ferrol, puede servir de prueba y modelo: nadie que tenga sentimientos de ho-
■or podrá menos de horrorizarse al reconocerlo. Y pregunto ¿pueden evitaras
éstas cuestiones? Si por cierto. Pierdese el dominio de las cosas por el aban
dono del dueño, y antes de pasar adelante, quisiera saber que razon hay para
tener en adminitracion y conservar á un ausente los bienes hasta pasar cie»
«ños, cuando por mas lejos que estuviese, pudo regresar á cuidarlos ó enviar
apoderado. Si una ausencia de veinte é treinta años no prueba el abandono,
ato se cuando pueda justificarse. La legislacion en esta parte merece segura
mente Una reforma que corte los innumerables pleitos que acontecen.
Pide un hombre á otro en empréstito alguna cantidad, y se la facilita ó
«el obra otro contrato creyendo tiene responsabilidad bastante; mas cuando
intenta cobrar ó reclamar lo que le pert -nece, se encuentra burlado de una
de las mil maneras que hay de engañar sin proveerlo, pero que la ley puede
•vitar.
La mayor parte de los labradores, con especialidad en Galicia, no tienen
ganado propio para atender á su labranza, sino que se valen de otras per-
eonas que se dedican al tráfico de ponerlo á medias ganancias: contrato que
versa en toda clase de ganados, y que al labrador pobre le proporciona los
necesarios para su cultivo y mas usos. Sucede con muchísima frecuencia que
estos labradores tengan contra si créditos y que se les ejecute por ellos, y
•I alguacil ó escribano encargado embarga estos ganados, que los dueños se
ven en la necesidad de defender con crecidos gastos. De aqui resulta que
dichos dueños cuando proveen una ocurrencia de este género se anticipan á
secar los ganados al labrador, y este, que con su ayuda pensaba en una re*
guiar cosecha que le sacase de sus apuros, se encueotrasin poder trabajar sus
tierras, la cosecha se le disminuye en gran parte y se le pone en peor estado.
jPor qué razon en ningun easoel legítimo dueño de la cosa ha de verse pre
cisado á defenderla, y por qué se le han de embarazar con ella? Asi sucede
y medios hay de evitarlo.
Si este labrador ó sea persona de otro oficio es casado, tiene algu n her
mano o cuñado en su compañia, peligran tambien los bienes de su muger,
hermano ó cuñado; y no es esto solo, sino que de aquellos bienes que la mu
ger acredita en el acto son suyos, no se tiene reparo en embargarle los frutos,
como si estos no fueran accesorio de lo principal, y eomo si fuera justo de
jarla sin los alimentos necesarios para si y sus hijos. Este escándalo llega i
lo sumo cuando el embargo procede por delito del marido. Los gananciales
■•a do marido y muger nor mitad, j los tratadistas dicen, que si al maride
desfalcase eitos gananciales pagando alguna deuda de otro por faalrr salido
10 fiador, debe abonar la mitad é la muger, y dan la razon, porque tn la Ganta
•inguna utilidad podia seguirse á la compañla, y al contrario dfbia temerse
pérdida, y por consiguiente no pudo obrar á nombre de la sociedad. ¿Y el
marido que di linquió, lo hizo á nombre de la muger } para la compañia? ¿Hay
motivo para que en este caso la infeliz muger que los ayudó á ganar pierda
au mitad do gananciales? No lo encuentro, aunque si medios de evitar cstoa
desórdenes que son los que roa» menguan la dignidad, decoro y honradez
de los jueces como de los escribanos, pero mas especialmente la de estot,
e¡ue como son los que se presentan ¿ egecutar a ellos, se lo atribuye todo lo
malo. Verdad es, y siento el tener que confesarlo, que la arbitrariedad, falta
de pundonor y aun de humanidad con que algunos obran, es sin limites; mas
esto procede tambien de no estar erganizado el oficio de escribano de una
manera que cortase la ocasion de estas arbitrariedades, y aun de robos y ea>
tafas que se cometen.
Observé tambien deudores que, egecutados yor los acrehedores, señalad-
ron para el pago bienes que no eran suyos, ó que si lo fueran estaban y»
enagenados, comprometiendo á sus dueños en tercerias, ya con obgeto d»
dar largas en el asunto, ya por vengar resentimientos. Esto merece en>
mirnda. i
Pudiera referir otros casos; mas la circunstancia de que la resolucion de
los anteriores sirve para cuantos se ofrezcan, me escusa de hacerlo. Es verdad
que tales inconvenientes se han creído evitar con el establecimiento del ofi»
de hipotecas: se dio un paso de acierto con su institucion; pero quedó y esli
defectuoso, y no puede producirlas ventajas que son de desear.
Queda dicho que la razon de todo litigante se funda en una de
dos cosas, á saber: ley y contratos; mas estas doa cosas tienen necesa
riamente que referirse á los hechos y circunstancias aplicables á la ley
A los contratos. De aquí es que en todo juicio el objeto de las partea
contendientes es primero justificar el hecho en cuestion con sus circunstan
cias, segundo demostrar que esta comprendido en la ley ó contrato que
favorece á sus intereses.
Los hechos son de tres especies. Los unos se acreditan por la ley, porque
siendo indemostrables en si, fue necesario que los determinase; otros se
justifican por los cactos y contratos; los demas no estén ó no pueden estar
previstos en aquella y estos por depender de diversas ocurrencias sin relación
i una y otros. Al poder legislativo corresponde el establecimiento de
las leyes con la claridad conveniente: los hechos que afectan 4 su aplicacion
sondela incumbencia de loa escribanos é inherente su justificacion al
desempeño de tu oficio. Oficio sin duda grande, porque de su buen
desempeño pende cuanto el hombre tiene, honra, hacienda y en muchos oasea
la vida. Nadie, pues, debe dudar que au arreglo es de mucho interea, y qte
para él i» requiera mucha meditacion. Nada en este arreglo debe quedar a»
Wtfio del escribano: lodos sus actos deben ser precisos y con extricta su-
gecion á la ley: la claridad y sencillez debe ser su ¡principal ornamento, y
no esas cláusulas antiguas y rutinarias que á nada conducen.
A ocho reducen los trata listas los medios de probar en juicio lo que á las
partes interesa: ley, fuero ó privilegio; instrumentos', confosion de parte;
juramento decisorio; testigos; vista ocular,- presuncion; fama pública. La
ley como dejo sentado fué necesario rosol viese como deben entenderse cier-
tos hechos por su naturaleza injustificables, como por egemplo la fecha en
que debe contarse muerto un ausente en pais ignorado, para los efectos de
su sucesion; ó quien ha de estiimrse que fallecio primero, cuando padres y
hijos son victimas de un naufragio, incendio ú Otra catástrofe semejante. Esta
prueba es irrecusable y merece acatamiento, como lo merece tambien todo
fuero ó privilegio fundado en ley, documento auténtico ó público; debien
do rechizarse en una buena legislacion esa ley no escrita ósea costumbre,
como inmoral muchas veces, y dudosa en todas sus aplicaciones. . .
Los instrumentos son públicos ó privados. Los primeros hechos con las
formalidades debidas hacen prueba plena: de los segundos unos se hacen
ante testigos y otros sin ellos, correspondiendo á esta últimi clase los libro*
de cuentas, las cartas y recibos. Los instrumentosante testigos son válidos y
hacen fe reconocienéndolos los que los otorgaron, y lo mismo sucede con los
queso hacen sin testigos, á noser que versen sobre traslacion de bienes rai
ces, pues con arreglo á la ley H4, del título 18, partida 3.u, para ella se
requiere escritura pub'ica. Dj consiguiente los documentos pribaJos puede
decirse que no son me lios de pruebi, y si el reconocimiento ó confesion de
la parte, que si falta esprocisj recurrir á los testigos si los hubo, y sino el
hecho es emprobable, nor quo la semejanza de letra está declarado no hacer
semiplena probanza. Mas aun, supuesto el reconocimiento de las partes y la
declaracion de los testigos, cuando p >r ellos se perjudica el derecho de ter
ceros, que no intervinieron en su celebracion, ofrecen gravísimas difi
cultades.
La confesion dela parte produce plena prueba; pero como en muy raros
easos se encuentra, y por otra parte la seguridad de los intereses del hombre
no debeestar á la merced y voluitad dentro, preciso es buscar un medio
de sostenerlos si h ín de evitarse cuestiones y pleitos,- y digo lo mismo del
juramento decisorio, siquiera por no dar lugar á que se profane el nombro
de Dios como está sucediendo.
La prueba de testigos, dige atras, que en el estado de moralidad en quo
nos encontrabamos se podia tener como incierta y dudosa pura fundar un
fallo: y efectivamente ¿Qué otro juicio form ir de ella el que todos los dias
ve testigos en absoluta contra licion ("n los hechos mis claros y sencillos?
¿Q jien ignora la facilidad que h ly de buscar testigos falsos« y que se bailan
materialmente por un basi de vino? Aunque asi no fuera, esta prueba debia
(«usarse en lo posible, porque ademas de la mentira y falsedad á que está
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espuesta, trao muchísimos perjuicios á los particulares, á la agricultura y
artes. El que tiene que valerse de testigos ba de buscados, llamarlos y lle
varlos al juzgado, y supuesto les ocupa en utilidad propia, cuando no les
pague un jornal, justo es les mantenga. Si no se prestan voluntariamente á
declarar, tiene que acudir al juez para que les baga comparecer por medio de
alguacil, cujas dietas no son pequeñas; y de cualquier modo la agricultura y
las artes son defraudadas en muchos jornales. Siempre he lamentado la suor-
te «le los vecinos donde sucede un crimen por lo que padecen y sufren te
niendo que abandonar sus casas p ira ir á dar declaraciones ¿ cuatro y cinco
leguas ile distancia, ocupando muchas veces dos y tres dias sin retribucion,
y gnstindo loque necesitan para su familia, al piso que quedan desatendidas
sus laboras, sobre cunos perjuicios nu oca .observé se hiciese reparo; y esto
es m;is es nndaloso cuando se procede por delitos leves, que mejor fuera mi
rar c.>n desprecio é indiferencia, ó someterlos al conocimiento de los alcal
des en juicio verbal. Ciertamente es ridiculo ver formado un gran proceso
« ni i ni is que para en definitiva imponer una multa de diez ó veinte duca
dos, uno ó dos meses de carcel, y aun a sugetos que no pueden pagar aque
llos ni las costas, molestando á veinte, treinta y mas testigos sin la menor
consideracion. En los ocho distritos municipales de que se compone este
partido, y en el juzgado de primera instancia, tengo calculado que se ocupan
diariamente en coocurrirá las audiencias mas de cuatrocientas personas, las
uoas como litigantes, otras como agentes, y tas demas como testigos, y com
putando á cada una cinco reales por razon de manutencion y pérdida de
jornal, en lo que oadie dirá soy escesivo: sin contar con otros gastos, saco al
año la suma de 730,000 rs., contribucion no pequeña, que bien merece la
atención del Gobierno y de las corles, á fin de procurar evitarla, moralizan
do la Nacioo y la administracion de justicia. Fuera de todos estos incon
venientes, la prueba de testigos tiene el de ser costosa por los derechos de
jueces y escribanos, y los de procuradores y abogados en los recursos, que.
con su motivo deben presentarse.
La vista ocular es un medio de prueba necesario en muchos casos; pero
siempre tiene que precederle otro sobre que recaiga. Es precisa en el deslin-,
de y amojonamiento de terrenos; mas este no puedo hacerse sino con pre
sencia de los documentos de pertenencia, que son los qne han de de
cidirle.
La presuncion y fama pública tampoco son medios seguros de prueba. De
la primera, vemos cada dia casos que la desacreditan; pues datos que á uno
le inclinan á pensar de un modo, sirven á otro para distinto concepto: y ta
segunda, falta muchlsimas veces, y famas bien reputadas desaparecen con
frecuencia, haciendo ver circunstanciasimprevistas, su origen vicioso ó nulo.
Hay sin embargo casos que no se justifican por la ley, contrato ni el su
ceso de otras circunstancias, como la perpetracion de un robo, la pertur
bacion de una posesion y otro» semejantes, y habiá que recurrir á Otros
m;,lio$ de prjoln; mis esto n y quita la espssicion del engaito y error, y por
eso .¿ludan evitarse cuYnto f.iese permitido, ,. , ,.
Dj to I ) lo dicho deduzco que siendo los instrumentos públicos los que
tienen firtn uiy seguridad, debe estenderso su intcrveneion á las cosas mas
insignificantes, y ana aquellas circunstancias, que -ni por la ley ñi par los
contratos pueden ser previstas, y que á ellas pueda deberso la resolucion de
cuestiones, es conveniente y necesario atraerlas en cierto modo y hermanar
las a los contratos y escrituras públicas, sometiendolas al egercicio do la
escribania, cuyo buen desempeño jamas pudra lograrse sin esta union y en
lace, como se echará do ver.
Sentados estos principios y que en el oficio do escribano nada debe que
dar al arbitrio de estos funcionarios, sino qun todo debe ser preciso y exac
tamente sugeto á la ley, piso á ocuparme del modo y forma que creo indis
pensable sea reglamentada esta institucion.
La facultad de nombrar escribanos reside solo en el Rey, y si por con
cesion de oste tuviese alguno semejante derecho, convendria mucho revestir
le á la corona, ó á lo menos y mientras por la indemnizacion que debe hacerse
á los dueños no pueJa verilicarse, no permitir que la eleccion recayese en
sugetos que careciesen de la instruccion necesaria y las prendas inorales que
se requieren para tan alta mision.
En el supuesto de que el Rey no puede tener conocimiento de quienes
son |os aspirantes que reunen las cualidades requeridas en el oficio de escri
bano, opino indispensable que el nombramiento recaiga á propuesta de
aquellas personas, que por una parte tengan interes en que no entre en la
clase ninguno que no sea digno, y por otra puedan informar á S. M ., no solo
de la buena conducta, sino tambien de la inteligencia y demis circunstan
cias. Los exámenes que se hacen no ofrecen el mejor resultad», y la infor
macion de buena conducta que acostumbra recibirse es iusi gn ilicanto al
obgeto. Muchos ti'onen inteligencia, y no se les puode tachar en su conduc
ta' sin embargo no son á proposito para desempeñar una escribania. Para
cada oficio se requieren tendencias ó inclinaciones especiales.
Para las escribanias vacantes deben ser nombradas personas naturales ó
vecinas del partido, y como nadie puede conocerlas y su aptitud en todos
conceptos mas bien que el juez promotor y escribaros del partido por las re
laciones y trato con todos los curiales, á mi entenderlas propuestas deben
hacerse por el los á mayoria de votos, y de un modo que evítase todo com
promiso con los aspirantes, sacando ó coastando á los proponentes la libertad
en las votaciones. ,, -
Las subastas públicas de escribanias es mayor absurdo y un principio do
desmoralizacion: la razon es porque al rematante no puede en justicia dene
garsele el título á no justificarsele incapacidad ó mala conducta, lo cual
puede ser difícil, si bien el sugeto no sea «proposito para escribano; y por
qno los priji^i p^blÍ,c¿s no deb¿a venderse, y si darse como premio «I mérito
no hallando rszoh idguHÍi par* ^jte solo el oficio de escribano y no otro se
ponga sn venta; pero por no chocar con antiguos usos, condesciendo en qadr
weon tribu
mesura ja por la gracia
conveniente. , '!tcon¿ialguna cantidad marcada por la ley, con la
Para conseguir la debida instruccion en los aspirantes debiera establecerte
en eada partido judicial una cátedra á cargo de un abogado, y no tan solo
en tas capitales de las audiencias como está dispuesto. De este modo se gene
ralizaria más la instruccion, bien seguro que muchas personas sin ánimo dé
seguir esta carrera tomarlan lecciones ó las darian á sus hijos, para' qué por
si supieran dirigir sus propios negocios. Er estas catedras debieran tambien
estudiar los aspirantes á procuradoras, yá peritos agrimensores, cuyas tres
clases necesitan la misma instrucion por el enlace que entre si tienen.
Dos son las funciones de los escribanos: dar Té de jos contralds/'v 'actuar1
en los negocias judiciales. Para que puedan desempeñarse debidamente con
viene estén separadas, nombrando escribanos con destino esclusivámente á'
dar fé de los contratos, á quienes llamaré notarios; y otros para las actuacio
nes judiciales, á quienes podrá llamnrsclcs actuarios. La separacion de estas
funciones la aconsejan: primero, el deber de losnotarios de asistir constante
mente en sus despachos con el fin do que no sean detenidos mas tiempo del
regular los que de ellos tengan que valerse, lo que no se consigue siendo al'
mismo tiempo actuarios; y segundo la incompatibilidad de estas funciones en
muchos casos, de que hasta el dia se hizo poco aprecio, conociendo de la
nulidad de contratos que ante ellos se otorghron •
A los escribanos de cámara se les conceden oficiales mayores habilitados
paraescusarles en casos de enfermedad ó ausencia: estos dependientes les son
indispensables, y es de necesidad los tengan, asi como tambien los notarios'
y actuariosjporque sucediendo con frecuencia dos y mas negociosá un tiempo
y en distintos parages, no pudieran sin este auxilio desempeñarlos sin causar
demoras á las partes! A estos oficiales mayores revestidos del carácter do
escribanos les daré el nombre de secretarios.
Deben ademas los escribanos de cámara, notarios y actuarios tener un ofi
cial ayudante, que hubiese cursado los años necesarios para ser escribano, y
un aprendiz: aquel para ayudarle en la parte material aun formal de escribir,
y este pira que al paso que adquiere alguna instruccion pueda desempeñar
la remision de autos al juez promotor y otros funcionarios, oficios al correo
y encargos semejantes; pero sin nunca dedicarle á cosas domésticas, quo
puedan rebajar las cualidades morales/ '•''!"li"!rt *'"' ¿i
En la carrera de escribano no se encuentra premio alguno para loá'qtie íé7
distinguen por sos conocimientos, honradez y puntualidad en el desempeño
de su oficte^'ijo hay tttútóVd'e^ honor al mérito, til ástetisit/s 'Sr/^fta:: h'^6t lo
general te-jfotf mueren en él ^kttrd- p uesto ch (jueHí ^rincípiaróri; y falta
pOT'coitfjga&MiFe&trnsitf^
preste mn utilidad. Debe p«es establecerse entre los escribano; cierta ge-
rarquia por clases, contando como de entrada á los secretarios, de ascenso á
los actuarios y notarios, y de término á los escribanos de cámara, y por se
parado algunas condecoraciones análogas a la profesion.
Todas las autoridades y corporaciones que por derecho y por razon de s«
mision les precisa tener secretarios, debieran elegirles de iliit#e llos que lo
fuesen, ó gozasen del caracter de actuarios ó notarios en el partido ó terri
torio á que sfl estendiese su jurisdiccion, prohibiéndoles el nombramiento
de personas particulares para semejantes cargos.
Entre los requisitos para ser escribano debe contarse como esencial el que
tengan bienes propios en determinada cantidad, ó renta vitalicia equivalen
te k un doble capital segun estimacion comun; y por separado el que ade
mas de jurar, den fianza del buen desempeño.
Ningun secretario debiera ser nombrado actuario ó secretario de autori
dad gefe do provincia sin tener á lo menos seis años de oficio, ni para notoria
sin ocho, y doce para escribanias de cámara. Los secretarios para los que
desempeñasen las últimas, convendrin tuviesen á lo menos dos de actuarios.
Como la organizacion del oficio de escribano tiene que estar en relacion
conla de partidos judiciales, distritos municipales y alcaldias, para que ba\a
la armonia conveniente, antes de seguir adelante no puedo prescindir de
hacer algunas observaciones acerca de las reformas que se deben adoptar en
bien de la pronta administracion dejusticia y de los intereses individua
les: reformas sobre las cuales seguiré despues este discurso.
Habiendo necesariamente de minorarse los pleitos, convendrá reducirá
menos número los partidos judiciales, subdividlrlos en tres, cuatro o cinco
distritos, y cada uno de estos en dos notarios, si bien en pueblos de conside
racion seria indispensable mayor número segun las parl ¡rulares circunstancias
A los alcaldes, debe corresponder el conocimiento de injurias y delitos le
ves, y de asuntos civiles que no escedon de quinientos reales en juicio vei-i
bal; y en juicio de menor cuantia de los que, pasando de dicha cantidad, no
rscedan de dos mil. Debieran tambien encárgaselos no solo las primeras di
ligencias en causas criminales, sino lodos los del sumario hasta ei estado de
confesion, remitiendo entonces los actos al juzgado de primera inrancia.
Asimismo debieran conocer en todos los negocios de jurisdiccion volunta
ria, ínterin no llegase á haber oposicion ó contienda judicial; j aun seria
conveniente que en los asuntos de major cuantia y en las causas criminales,
cuando no hubiese circunstancias que reclamasen otra cosa, se les encargasen
las pruebas y otras cualesquiera diligencias por medio de despachos. Mas
todo lo antedicho se entiende respecto de los alcaldes que no son de la ca
beza de partido, pues en esta todo debe ser del privativo conocimiento del
juez de primera instancia.
De lo espuesto, se deduce que los alcaldes han de ser letrados, y efectiva
mente deben serlo; pues parece ridiculo sugetar la decision de cuestiones
de derecho al juicio ilr personus que no es dr surorer fe cntiondsr, y «un
confiar á un alcalde de monteiilla, eon>o suele decirse, el drsri.br imi¡ i.lo do
un delito, cuando no es c;<paz de examinar un testigo, vinirrdo el r í c r i 1 ' a n o
á ser juez al propio tiempo, con las demas consecuencias que se (lrj«n cono
cer. En el caso de cometerse un delito á distancia de cuatro ó cinco leguas
de la cabeza del .partido, el juez no puede pics( ntarse en el sitio sin mediar
á lo menos uno é dos dias, y en este licmi o pueden dtsapaiccer le* delin
cuentes y los comprobai tes del crimen, ó hacerse diflciles, segun los resortes'
que se pongan en juego. Aunque esto no suceda, resulta que tiene que dejar
abandonados otros asunt« s, y debiendo por necesidad ser corta su estancia,
regresará a la capital sin mas que haber principiado la causa, Minando des
pues á los testigos á la cabeza del partido para temarles declaraciones, con
perjuicio de sus personas y haciendas, y lo mas esencial sin fruto, en razon
á que mientras van oficios ó alguaciles para avisarles, hay tiempo para vis
lumbrar lo que se intenta y dar'pasos para que los testigos oculten la ver
dad: habiendome di mostrado la práctica que esto lo hacen de muy buena
voluntad, á fin de evitar que vuelva a llamárseles á la ratificacion, ó por no
indisponerse con los delincuentes. No sucederia asi formando y concluyendo
el alcalde el sumario. pues al p8?o de no molestar á los tt st igos ron viages
largos, podria sorprc ndei les sin dar lug ai á ( 0r fi I ulsi ioi i s te ningun gé
nero, concluyéndose n es biovr mente el [ r( c( so ; y esto r0 j i í de sil sin
alcaldes letrados. Fuera de estas rszcrrs h¡:llo uña muyes|eci».l paraquo
los alcaldes reciban las declaraciones de los testigos, y es, que « lies ) los se-'
cretarios que les den fe deben ser mas conocedores del terrero 5 lugares do
su distrito, oputdan infoinarse cen facilidad, y de este coi.tein lento salen
á veces muchas te«tajas, y con testigos me hallé en diferentes enviones quo-
me hubieran engañado á rio saLer las veredas y (¡minos, y la disj csicir r ¡n- -
terior de habitaciones y coloracion de sus muebles.
Establecido el método anterior, en cada partido judicial será suficiente
un actuario ó cuar. do nías des, } un secretario paia desi m, 1 f:ai la del juz
gado, los alcaldes t( ráil n un secretario ¡fia dar fe de si.s ri 1 1¡ « ir r ( s * do
los acuerdos de ayunt¡ m¡« uto, j cada actuario y r otario el suyo. Huj r/ me
nos alcaldias, y por (cnsiguii nte meros secrrlitios de aj unli 1r ionio. reu
niendo estes la ( ualídad de escribai os, que tanto tecisitsn, ya que en la
actualidad tienen que intent nir a falta de lincic narios de« i sta clftse en la
formacion de causas, de que se sigue el inconveniente de bali r de ratificarse
f or ante estos las diligencias en que actuan, ( uya infe imalidí d es sin cuento,
por carecer la mayor parle de les secretanos de la instruccicn necesaria.
Hablé tambien mor os actuarios y rn ó'\t\ osiiit i> mas ventajosa j ara 1 1 des
pacho, y los notarios colocados cada uno en el centro de su Botaria podrán
atender á sus obligaciones sin les inconvenientes del dia, | urs el que nece
sita otorgar una escritura tiene á veres que ir é distai cio di cuatro y cinco
leguas {ara hallar escribano, razon ¡cr la cual lo naycr jaiten-.hacen por
ante testigos con perjuicio de la Hacienda ea el papel sellado y derechas por
traslacion de dominio, quedando al mismo tiempo aquellos espuestos a mu
chísimos pleitos por la inseguridad do tales documentos. Se dirá tal vez que
so aumenta el número por ios secretarios de los actuarios, notarios y escribanos
do cámara/ mas esto no es exacta si se tiene en cuenta que son unos meros
oficiales mayores dotados por estos como dependientes suyos, si bien revesti
dos de la fe pública para ajudar á sus principales en el despacho bajo sus in
mediatas órdenes y direccion en los casos que se puedan ofrecer.
Como los alcaldes y ayuntamientos, los actuarios y notarios pueden str
responsables en muchas ocasiones de las faltas desus secretarios, preciso es
tengan facultad de elegirlos on cierto modo, y para ello estableceria en cada
partido judicial tres secretarios supernumerarios, á fin de que la eleccion
en las vacantes pudiese recaer en uno de ellos. sin perjuicio de hacerlo tam
bien en |os secretarios que estuviesen ya en ejercicio, si quisiesen optará
la nueva secretaria. De esta manera para ser secretario habian de preceder
dos cosas: la propuesta nombramiento y tltulo de S. M., seria la primera, á
la segunda el nombramiento particular para una secretaria hecho por la au
toridad que para ello tuviese derecho, ó por actuario notario ó escribano de
cámara. Cuando esto tuviese efecto seria la época de pagar los derechos do
la Real gracia y de prestar la fianza.
Trazado el anterior bosquejo sobre el modo de conseguir la instruccion
necesaria en los que boyan de ser escribanos, la forma de proceder en su
nombramiento, y la material distribucion de estos funcionarios en el terri
torio español, cuya mayor inteligencia se comprenderá del proyecto de ley
que propondré, cumple tratar de las obligaciones de cada una de sus clases,
y como deben ejercer su oficio para llenarlas debidamente. No me detendré
respecto de los secretarios y. actuarios ni de los escribanos de cámara,, porque í
seria imposible hacerlo con la ostension conveniente, ya porque las de estos
vacian segun la dependencia en que sirvan; ya tambien en razon de tener
como actuarios que arreglarse á las leyes sobre procedimientos judiciales, y
debiendo en estos reformarse por necesidad infinidad de abusos, me distrac- ¡
ria de mi propósito: asi es que solo asentaré en dicho proyecto aquellas dis
posiciones generales en el orden de la organizacion. Mi idea al emprender
este trabajo ha sido discurrir y proponer medios de evitar cuestiones y plei
tos: esta es la grande mision á que están llamados los notarios, y en el cum
plimiento de sus deberos para conseguir el fin, es donde tengo que ser mas
lato, si bien procuraré ser conciso en cuanto sea compatible con la claridad
y la instruccion oportuna para no fastidiar á los lectores.: . ''. ¡ ¡
La empresa que me he tomado es sin duda superior á mis fuerzas, no por
que me filien las ideas necesarias para concluirla, sino porque de lo que
mi entendimiento concibe, á lo que mi pluma puutk esplicar, hay uoatJis-
tane ja inmensa. .Esto y oJ,ra> razones, que no concluiré sin apu«tary segura
mente riip^gJjiex^a tksaicnl^do y hubiera desfaUecidp/,ii ¡par a0l#*i'np»r4c es
-15-
deseo de ser útil á. mis semejante» y to'tMaWhetbribiW fceFaíii&:• ^rooolo.'nV
me inspirasen la esperanza mas cumplid*. Desle'qudip anuncio eYarYegló Se'.
escriban*», he Icido muchos articules dirigidos acerca del mismo : en \a'.
mayor psrto encuentro ventilados intereses personales; el interés público en,
pocos: en el provecto de ley del notariado discutido en 'el congrcsoJ
de 1848, hallé muy en su lugar los artlculos 21 y 22, y en el Real decreto d u.
26 de Noviembre de 1852 los 16 y 17, cuyos efectos se mandaron despues
suspender. Mas digo: los artlculos citados son la esencia en el arreglo deí
notariado v el apoyo mas cabal de mi provecto concluso ja en 1847, y anun
ciados á mis compañeros en oja volante impresa en Ferrol en 13 de Enero do'
1848. Fuera de aqui en ninguna parte veo trazado el modo y forma en que
ha de ser reglamentada la institucion, y medios de asegurar la propiedad,
intereses y derechos de los hombres. El establecimiento del papel do,
multas y el de los sellos de franqueo de» correos me ha sugerido la
idea de que del mismo modo pueden pagarso á la Hacienda los derechos
por traslaciones; y en esta sola parte he- crejdo debia hacer Ti variacion ó
reforma oportuna para simplificar mas los trabajos y evitar molfstias á los
particulares. Porque estoes loque conviene y no otras cuestiones niez-r"
quinas, por eso me decidl 6 publicar esta poquefia obra, producto no de.
mis estudios y lectura, sino de mis reflexiones sobre los casos que la pr&e-
tica de mi profesion me puso ante los ojos. No me lisongeo de que carezca
de efectos, ylejos de mostrarme resentido de quien le advierta y manifieste,
le seré deudor de un especial favor, porque asi con la discusion, podrán eví-"
tarse en beneficio público, y habré con ello conseguido mi deseo.
Dividido el territorio español por parroquias, barrios ó cuarteles en nota
rias, dada notario en la suya es el encargado de velar constantemente, no
tan solo por la propiedad teritorial del radio de la -notaria, sino por todos
los derechos y acciones de sus vecinos, ó que sin serlo, los depositen bajo su
salvaguardia, y de la fe pública que en él reside. Desde el momento que
recibe el nombramiento y tltulo de notario, queda constituido perpetuo
guardian de cuanto corresponda a los que se acojan bajo la égida del nota-
rindo. Asi como el ejército que descansa de sus fatigas, duerme tranqailo
en la confianza del centinela, asi los hombres en sus propiedades o intereses
deben descansar en ra del notario. Para llevará cabo tan sagrado deber, justo
es se le den las atribuciones convenientes, y se Ir* faciliten los medios necesa
rios al intento-, mas obtenidos que estos sean, justo es tambien que, si faltan
do á las obligaciones de su oficio causase perjuicios á las partes, responda da
ellos, no solo indemnizando á los dañados, si do tambien sufriendo la pena •
que la ley le imponga segun el grado de culpa. No tanto consiste eíser buen
notario en saber redactar una escritura, cuanto en asegurar' para lo futtiro lo-
contratado ó convenido en ella. Hasta el dia cumplia tm esWibano haciendo ''
lo primero*, mas un notarta á fo sucesivo debe procurar "y ctrmplir Ib según- J
do, bajo su mas estricta responsabilidad. AÍ que BdqWera Mk fittea sea cual'1'
A*»****!* «Uto — ■
fuese ol titulo, e! notario fecsR'idbrde quá nn i será inquietado en stj,
(io:ninio, nadio se la dem mdará, ni tendrá necesidad de emplear 'unsohv
maravedl par ningun evento para deten lerla y acreditar su propiedad. Kf
notario ha de responder á los menores ausentos y á toda clase de personas
«lo la conservacion de todos sus intereses, y para ello ha de tener su oficio
arreglado en tal órden, que al golpe de vista aun que tuviesen la des^ricia'
de perder las copias que seles hubiesen, ficilitado, hallen al ti los originales
sin faltar uno, evitan lo las ocultaciones con tj j'e h ¡síi el dia se enriquel-ié-
ron unos sobre la ruin i de otro*, listo pireeerá á primera vis'a imponible 6
complicado; pero no hay lo uno ni lo otro, v al contrario es cosa muy sen
cilla, muy económica para las parte*, v de u.n 's veril ij is inmensas ¡ura el
público; y com > m inifesté en el artículo ingerto eu l,i G 'ceta de los Tribu
nales do 4 de Enero de 1813, ya citado, restablecí lo el oficio de escribano en .
el alto aprecio y lugir que le compet», trabajarán meó 's * guiarán m is, no'
habrá escrituras falsas ni simula las: el censo ile poblacion, cuya exaclituit
tanto se requiere para el desempeño del notaría lo, estará á sú cargo; su des
pacho será una dependencia de policla, porqio en él estarán consignados los'
hechos mas importantes da la vi la del hombre, siendo uno de los mejores
trabajadores para la moral pública, en razon do que el malvado y atrevido
enredador, encontrando en el notario un obstáculo invencible para sus de
pravados intentos, tendrá que a bandonarlos.
Para plantear por primera vez el notariado de forma que produzca los
efectos que dejo sentados, se presenta sin embargo un inconveniente que
parecerá grande; mas no lo es en realidad . Este inconveniente consiste en
averiguar el actual estado do la propiedad, derechos y acciones de los españo
les, por no haber datos ciertos y seguros de donde parlir. ¿Cómo ha de'
principiar el notario á egercer su oficio, y salir garante de los contratos que'
ante él se colebren, si carece de antecedentes que le sirvan de guia? No es
posible. ¡VI is en ocasion estamos de salir de este apurn, porque el Gobierno
de S. M. tiene dispuesta La form icion de la esta llstica de riqueza que ha de
dar, adem is de las ventajas respecto del sistema tributario, las que me pro
pongo on este proyecto. Y no es esto solo, sino que la organizacion del no
tariado hace asequibles las altas i leas del G «bienio al acordar la estadlstica,
que de otra m mera tarde veremos cumplidas; pu ;s va se sabe el efecto que
produjo la Ileal instruccion de 6 de Diciembre do 1815, los resultados que
dio la de 18 de Diciembre de 1846 v otras muchas posteriores, porque la una
> las otras hicen complicados los trabijos de una manera odiosa á los pueblos,
les causan g islos y m ¿lestias que no h ly necesidad de darles, y graban ade
mas el erario público en muchos millones. A estas causas debe atribuirse en
abandono le las autoridades en promover la estadlstica, y la indiferencia el
los pueblos á cu 'nto dispone el gobierno, burlándose de las penas con que,
l'a creido intimidarles; y asi es que los plazos fijados para su cumplimiento
i/asaron, y piarán otrosr y la obra estará sin cimientos. El gobierno tuvo lín'
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pensamiento, grande ) feliz; pero no ha comprendida el modo de llevarlo á
efecto y esto nace de otra cau^aque conviene no quede desapercibida. Todos
los que tratan de dedicarse á una carrera, ti no tienen influjo han do ceñirte
á ocupar el primer paso ó escalon, mientras los que cueoten con favor en
tran ya en el segundo ó tercero, de modo que priban á aquellos do los as*
censos, que ó nunca 6 muy tarde alcanzan; y por el contrario estos llegan &
los puestos mas elevados, entrando á mandar lo que nunca tupieron obede
cer, porque siempre tuvieron á quien encargar la ejecucion, y no llegaron!
comprender las dificultades de la práctica, teniendo h menos consultarse
por no aparecer ignorantes; ó si las conocieron las despicetan por conve
niencia propia, ó para monstrarso con superioridad de talento á los demas
con varias teorias y proyectos irrealizables. Esto es lo que sucede en la es
tadlstica y en otros muchos asuntos, y prueba de ello son los repetidos de
cretos, reales órdenes, adiciones y aclaraciones que todos los dias salen á
luz, resultando una legislacion de retazos, unos viejos, nuevos los otros, de
diversos colores y matices sin conexion alguna, en vez de meditar con cor
dura sensatez y detenimiento un proyecto radical y acabado. Las relacionas
de bienes que los propietarios y colonos tienen que presentar, ofrecen gran
des perjuicios, y mas principalmente á estos, que por lo regular son pobres.
Los hay que cultivan bienes propios y al mismo tiempo de cinco o seis pro
pietarios, y dar otras tantas relaciones es muy costoso, porque mas de las
tres cuartas partes no saben hacerlas, y tienen que buscar y pagar á quien
sepa: y no es ciertamente una friolera lo que con este motivo se les arrancó
inutilmente, ni poco lo que aun les espera. Es verdad queá los que no se
pan hacer sus relaciones previene la instruccion se les hagan los alcaldes y
pedáneos, y si no supiesen escribir que se acompañen de quien sepa; pero
¿qué sacamos de aqul? ¿Piensa el Gobierno que esto se ha de cumplir? ni
los alcaldes ni los pedáneos piensan en eso, porque tienen que procurar pan
á su familia, que es sin duda primero que trabajar mas de un año en valde;
y otro tanto digo de las juntas periciales con los suyas y el catastro, que en
pueblos rurales compuestos de meros labradores esceden notoriamente á su
capacidad y talento, y por consiguiente están física y moralmente imposi
bilitados de cumplir lo que so les encarga. Por separado, aun vencidos estos
obstáculos, no puedo haber exactituJ en las relaciones en razon de que la
mayor parte de los labradores ignoran la cabida de sus fincas, y no saben es
presar los linderos con claridad, como me lo tiene acreditado repetidas ve
ces la esperiencia. Si ha de haber comisionados de partido con escribiente,
secretario, agrimensor, práctico y perito agrónomo para reconocer medir y
tasar los terrenos, cotejando las relaciones con objeto de juzgar de su vera
cidad, y si estos han de cobrar sueldo del erario público, ¿por qué no han de
hacer al mismo tiempo las relaciones y el catastro sin duplicar ios trabajos,
una vez es positivo que todo puede realizarse sin ocupar mas tiempo? A
buen seguro que por este método se conseguiria la estadisticacon mas facili
3
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dsJ y con menos dispendios j no se hubiera dado tanta ganancia á los im
presores en el rajado do papel, siempre con arreglo á ino lelos dLJVrtnhM,
qqe ninguno al cabo se conceptuó ni fué de provecho. Luidas las instruc
ciones que en la materia rigen, á cualquiera so le ocurrirá la idea de que si
. con premeditacion y estudio para encontrar faltas y cobrar multas fueran
i redactadas, no estarian mas adecuadas á su fin.
- J3I; Gobierno ha reconocido que en lo» oficios de los escribanos y conta
durias de hipotecas existen antecedentes dignos de tenerse en consldera-
. cion para la estadlstica, y mas especialmente para saber las mutilaciones de
. dominio á lo sucesivo, y á este objeto se espidió la Real orden de 12 de
i diciembre de 1846, y la circular de la Direccion de estadlstica de 27 de
.niarzo de 1847; mas dudo que comprendiese en toda su ostension lo que en
. este punto valen y pueden hacer los escribanos establecidas las notarias del
modo que convie'ne. Los notarios pueden y á ellos corresponde hacer la es
tadlstica sin dar a penas gastos á los pueblos, y por mas traslaciones de do-
„fliinio que haya, pueden y deben llevar los'registros en tal órden que nunca
. sea necesario rectificarla, porque segun desempeñen su oficio lo irán ya eje-
N . - .CUtando. El notario no puede cumplir sus deberes no teniendo conocimien
to de la riqueza de toda su notaria: luego es necesidad que su formacion y
. conservacion so encargue á los notario*. Establecidas las notarias y colocado
en cada una el notario, ¿qué persona buscará el Gobierno mas á propósito
, ni mas interesada en el acierto do la estadlstica, que ha de servirle de guia
y regla de sus operaciones? ¿Quien podrá hacerla con mas economia? Nadie.
. Plantéese pues el notariado acomodando en primer lugar á los que actual
mente son escribanos, y despues á los abogados que gusten entrar en esta
'«jarrera, y cuya clase en otra manera va a quedar arruinada, porque cortados
los. pleitos ya no tendrá de que ocuparse; y á los secretarios que los notarios
elijan, y que han de ayudarles en la formacion de la estadística, deseles gra
tuitamente en recompensa el titulo, ofreciendoles con la misma circunstan
cia el del primer ascenso que tengan, en lo cual no se grava el erario, y
atendrá el Gobierno dos operarios para la grande obra. Hay que tener presen-
-te que existe una infinidad de terrenos sin dividir y demarcar entre los due
laos cuya proindivision, como dejo notado, causa perjuicios trascendentales á
dos particulares, y es un estorbo para el desarrollo de la agricultura: para la
-division es preciso un perito agrimensor, y lo es tambien para la estadlstica,
-por causa de medir los terrenos, y regular sus producciones y utilidades, y
tas dos cosas, pueden hacerse aun tiempo. Los dueños de estos terrenos tie
nen que comparecer á minifestar la parte que en ellos les pertenoce para ir
anotando su riqueza, ¿qué trabajo mayor será entonces demarcarlos, dando á
cada uno su parte deslindada y am >jonada? Es bien corto y tiene mucha vep-
.taja para los propietarios. Nombrese pues en cad i notaria un perito, que
Vea del misma .país y esté al alcanoe de los valores corrientes, y asóciesele
al notario y secretario; y en los casos que estos lo exijan por hallar alguna
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divergencia entre las parte», prevéngase á los alcaldes asistan en e! sitio; J
allí sin esas formasjudiciales, en cuanto se puedan escusar, sin recursos por
escrito, y solo de un modo amigable J de plano decidan tus cuestiones tiuo
sea posihle dirimir, autorizándose estas diligencia* de un modo breve, sen
cillo y claro. De esta numera con una corta gratificacion, que los vecinos
diesen por hacerles la relacion de bienes, que no será major de la que tie
nen ya satisfecha, ó de la que pagarán dando nuevas relaciones por el méto*-
do que está establecido, y con los derechos devengados en las demarcacion
nes, puede casi asegurarse que serán debidamente recompensados los tra1-
bajos de la estadlstica, sin gasto de esos millones que el Gobierno tiene qua
presupuestar; al paso que los particulares se darán por muy satisfechos, puei
la misma estadística, será un titulo mas que acredite sus derechos.
El trabajo material de la estadlstica es de necesidad que los notarios le
conserven en su poder, porque ha de ser su guia para el desempeño de su
oficio, el Gobierno la necesita para otros usos distintos; pero en ellos no in
terna el materialismo, sino un estado que demuestre su resultado, é sea la
riqueza y utjlidad con que cuenta cada parroquia distrito ó provincia estado
que podrá dar e! notorio en cualquier época, segun lo que resulte de aquel;
cuando le sea reclamado. Debe estar en poder del notario para tenerlo ¿'la
vista en el reparto de contribuciones; y aun el mismo notario puede hacer
el comparto, adoptando una contribucion graduada á un tanto por ciento
sobre las utilidades que aparezcan: con lo cual se evitarán esas juntas de re
partimiento, las quejas de agravios, y una infinidad de rr.oléstias á los con-j
tribuj entes y ayuntamientos, que en el dia los abruman y fastfdian.
La estadlstica de que hasta ahora hablé, ha sido con referencia á la rique
za territorial, que salvas algunas pequeñas variaciones subsiste siempre, de-1
pendiendo su aumento é decadencia del mayor 6 menor cultivo por parte
de los colonos. El Gobierno establece por separado otrs estadlstica sobre Id
riqueza pecuaria, y en mi concepto no solo es innecesaria, sino que es emba
razosa. La riqueza pecuaria depende de la territorial, porque si faltan yerbas
y pastas, no puede subsistir; y estas yerbas y pastos ha de ser graduada su
Utilidad en consideracion al mayor ó menor número de cabezas de ganado»
que puedan mantener, y producto que segun su especie puedan arrojar en
estimacion comun. La tierra para dar fruto es preciso estercolarla como cor
responde segun los paises y climas, y al regular la utilidad de los colonos1
debe tenerse esto en cuenta, y no precisa tasar las abonos que hacen los ga
nados, porquelos esquilmos de los montes y la paja de los frutos, queá ellos
se destinan, son productos de la tierra, que deben ser tasados como utilidad
de esta; y otro tanto digo delos aibolados'y plantas destinados á 'diferentes -
objetos. Encuentro pues en esto un clrculo vicioso, que es de necesidad
etitar: que de graduarse de otro modo la riqueza pecuaria, que varia cada'
año, cada mes y cada semana, los repartimientos sobre su utilidad estarán-
siempre espuestos al capricho y arbitrariedad, 'y la estadística, ' rc^ui-
-2 o-
riendo hacerse á «ada paso causa muchl•ima f^üelio y perjuicios a Jat
pueblas.- •. . '
La estadlstica al modo que la comprendo, para que sirva á un tiempo al
.desempeño del notariado, y al repartimiento de contribuciones, opino debe
hacerse, del modo siguiente.
£1 Gobierno teniendo presente el número de notarias, y el papel que en
cada una puede necesitarse para formar la estadlstica, y para las variaciones
que en algunos años puedan ocurrir, sacara á remate la fabricacion del papel
qUe estime conveniente, y lo distribuirá á los notarios, manifestándoles
el precio á que deben cobrarlo segun vayan empleándole, y que al fin del
año entregarán al recaudador que al efecto se designe. Este papel será de
buena consistencia, su tamaño del pliego comun; y pactado como el del
modelo que acompaña bajo el número 1.°
Recibido por los notarios, y provistos ademas de los libros necesarios para
el registro de fincas, procederán á formar el censo de poblacion, poniendo el
libros separados, segun la letra con que empiece el apellido, los vecinos de la
notaria en el cual, con sujeccion á dicho modelo, anotarán su filiacion, natu
raleza, edad, oficio ) estado; y si fuere casado ó viudo, espresarán iguales cir
cunstancias de su muger y familia, ya seanhijos ya domésticos. Convendrá es-
presar si hubo capitulaciones matrimoniales, dote ú otro contrato, recogiendo
y archivando en la notaria cópia del mismosiendoposible: si es tutor ó cura
dor de algun menor, ó administrador de los bienes de algun ausente: si le
falleció algun hijo por quien heredase bienes sugelos á reservacion, ó que
por otra razon deban recaer en distinta persona, con todo lo demas que,
aunque sea remotamente, pueda servir coa el tiempo para aclarar algun
derecho.
Cuando en una misma casa haya padres é hijos casados ú otras personas
que formen com;iañh y vida comun, se abrirán tantos registros, cuantas sean
las personas cabezas de esta sociedad, con las correspondientes anotaciones
en cada registro, y espresion de si hay escritura do compañia.
Concluso el centro de poblacion, reunidos el notario, su secretario y»el
perito agrimensor nombrado, procederán á dividir en bárrios, distritos ó pa
gos el territorio de Ui notaria por parroquias, dando á cada uno el nombre
de una silaba, con espresion circunstanciada de sus linderos, procurando en
la division que estos recaigan en caminos públicos, rios, arroyos y otrus co
nocidos é invariables, á fin de que haya la mayor claridad. Para designar los
limites de los pagos en puntos que confinen con distinta parroquia, se
convocarán á los « iras párrocos de ambas, y tambien á los alcaldes y
eotarios si las parroquias pertenecen á distintas alcaldias y notarias,
on el fin de evitar disputas, y de que los llmites queden arreglados
con los correspondientes hitos ó mojones: y aun seria conveniente quo
Jara la mejor direccion se variasen las antiguas demarcacion enpuntos
• posa congideraaion, compensándose ruútuumento las parroquias ta
-21-
lea tarrrnes que se diesen ó. quitasen, segun pareciese mas tonventén-
t»; procediendo en todo ello á mayoria de votos, y decidiendo 6 suerte
en caso de empale. listas operaciones deben asentarse en un libro, que se
llevará y firmarán el notario, secretario y perito; y los alcaldes y párrocos
cuando asistan en conformidad de lo que queda espuesto. Hecba la division
de toda la notaria se publicará por edictos en Im parroquias de su compren
sion, anunciando el dio en que se ha de dar principio al reconocimiento,
medida y tasacion de los terrenos y porque pagos, á fin de que los
propietarios colonos v demas personas, que tengan algun interés, concur
ran á manifestar sus fincas, y á reclamar los derechos, que sobre ellas tengan
adquiridos. Todos los domingos se dará conocimiento por edictos de lo ade
lantado en la antreior semana, y de lo que en aquella se crea poder
desempeñar
Seria conveniente que para facilitar la operacion, cuando los dueños de
terrenos contiguos ó linderos los quisiesen vender ó permutar, ó porque asi
les conviniese, ó para la mejor alineacion, no se les cobrasen derechos de
traslacion, como tampoco á los que vendiesen á sus condueños terrenos que
estubiesen indivisos. De esta manera se proporcionarian algunas escrituras,
que compensasen el trabajo del notario j perito, dividiendo entre ambos por
mitad los derechos. i. : . ' - * .
El notario y perito cobrarán de los propietarios y colonos por el reconoci
miento, mensura y tasacion de cada finca una cantidad en proporcion á su
cavida y valor, y por separado el papel necesario. Cuando se demarquen ter
renos, que estubiesen indivisos, por esta operacion y la escritura consi
guiente percibirán los derechos marcados en el arancel para tales caso*.
Se abrirá un registro general de las fincas de cada distrito, segun estas se
fueren midiendo y tasando, espresando el nombre porque antes era conocida
cada una, y dándola otro que principie con la silaba nombre del distrito,
para que de este modo no sea necesario mencionar su situacion, ni aun acaso
la parroquia; designando sus llmites por los que se den á las fincas confinan
tes, y no los de sus dueños, porque estos varian y no aquellos. Se dirá quien
essu dueño, si es libre ó vincular, tiene sobre si algun censo hipoteca 6
pension, ó hay otra circunstancia que afecte á su libre disposicion: quien
los cultiva ó lleva en arriendo, porque término y en que precio: todo con
designacion de los números del registro del durño y arrendatario en el cen
so de la poblacion, como indispensable para que el notario lo pueda tener
presente cuando haya alguna traslacion de dominio, á fin de evitar engaños
en los adquirientes, y la enagenacion por quien no tenga derecho para ha
cerla, evijUnlo pleitos y contiendas. En cada hoja del libro de registro se
anotará una sola finca, quedando el resto y otra hoja mas en blanco para
anotar las subce:<ivas traslaciones ó variaciones que convengan, segun se ob
servará en el modelo número 2.°. Este registro estará foliado y con su cor
respondiente Indice alfabético de fincas, para buscar facilmente la quaprecis».
Ademas (le anotarse las fincas en el registro espresado, se anotarán en «1
de su dueño y arrendatario y censatario; pero sucintamente á continuacion
del censo de poblacion, como se advierte en el modelo número 1 .°.
A los forasteros y ausentes se les abrirán sus hojns de registro can espre-
sion de su vecindad; pero no precisa la naturaleza;. edad, oficio y estado,
porque esto corresponda á la notaria de aquella.
Los bienes comunesy baldlos se anotarán en registro separado; y supuesto
el reducirlos á propiedad particulares una medida reconocida y recomen
dada como ventajosa, al ser reconocidos, medidos j tasados por el notario
f perito, deberán efctos dejarlos divididos en suertes, para proceder luego á
su venta. Esta division se hará teniendo en consideracion la mayor facilidad
del cierro y mejor disposicion para el cultivo: y en cuanterá la estension de
cada suerte, la que baste al cultivo de un labrador; y siendo monte, la que
sea precisa para la manutencion de un rebaño de los medianos del pais.
Donde haya terrenos que unos sirvan para pasto en verano y otros en in
vierno, se rematarán dos suertes asi unidas. Sobre todas estas circunstan
cias el notario y perito oirán el parecer de una comision de labradores
nombrada por el ayuntamiento.
La uniformidad de pesos y medidas mandada ya plantear, puede quedarlo
en la estadistica sin perjudicar intereses creados por contratos anteriores:
dificultad que hasta el dia le servia de impedimento, sin que los pueblos
puedan tener la menor repugnancia, con solo prevenir á los peritos, qun,
al hacer dicha estadlstica, teniendo presente los antiguos pesos y medi
das y los ultimamente establecidos, reduzcan al tipo de estos toda clase de
pensiones rentas y pagos, que segun aquellos deben hacerse y graven lá
propiedad.
Ademas de que todos tienen derecho á presenciar la medida y tasacion
de los terrenos para reclamar en el acto cualquier derecho que sobre ellos
tengan, será obligacion del notario manifestar á cuantos se lo pidan los
registros que señalen; no precisamente para leerlos integramente, sino
solo para cerciorarse de si está acotado el derecho que asienten tener; y
reclamar su anotacion en caso negativo. Para esto deberia señalarse un pla
zo contado desde el dia que se anunciase haberse reconocido la finca; y pa
sado este denegar toda reclamacion.
Acabada. la estadlstica en la forma que queda dicho deberán las partps fir
mar cada una su registro ó un testigo á su ruego si no supiese, haciendo
lo igualmente el notario, perito y secretario. Tambien firmarán las enmien
das hechas en conformidad de lo espuesto en el párrafo anterior.
Todos los notarios dehen pasarse esquelas unos á otros, avisando que per
sonas tienen bienes ó derechos en su notaria, para que el de ta vecindad lo
anote en sus registros, y en caso de muerte ú otro cualquiera pueda saberse
cual es su caudal. Tambien se avisarán cuando por enagenacion dejen de te
ner bienes ó derechos en la notaria; cuando otorguen algun testamento co
-aa-
dieilo mi jur.i lepado ú otro instrumento, que sea precisa lenarle presente e*
la de su vecindad al li.empo.de su muerte, por afectar á las derechos de subr-
cpsion, ó durante la vida,á fin de que en este caso el notario de la vecindad
lo anote, y con presencia del -registro pase los avisos oportunos á los demas
.donde tengan bienes para que tomen razonen los suyos. Do estas esquelas
de aviso se acusarán recibos con puntualidad, y cuando no se rceil)3n-estos
, dentro del término prefijado, se pasarán nuevas esquelas por conducto de los
alcaldes, sin que nunca pueda servir de disculpa para cubrir cualquier falta
. la nota de remision, sino el recibo del notario.
Los libros de-regisiro deben estar en tal disposicion, que con Facilidad se
puedan descoser para aumentar al de cada individuo una ó mas hojas que ne
cesite. Las hojas aumentadas llevarán el mismo número de registro con la
espresion de segunda, tercera, y cuarta etc.
El tener á la vista el censo de poblacion es tan necesario al notario, que
sin él no puede en muchos casos cumplir sus deberes. Cuando fallece una
persona ie praci'a saber si es soltera, casada ó viuda, si tiene descendientes ó
ascendientes, y á su falta quienes son sus parientes con derecho á heredarle
si no hizo testamento, para no permitir se apodere de la herencia quien no
tenga derecho á ella. A este objeto es de absoluta necesidad que el registro
civil de nacidos casados y muertos esté á su cargo, para poder hacer en el ds
cada familia las alteraciones que vavan ocurriendo.
Sin conocimiento del notario nadie deberia admitir en su casa criado ni
dependiente alguno-, y cuando fuesen despedidos seria igualmente preciso se
le diese conocimiento. De esta manera el notario podria averiguar su ante
rior conducta, y certificar de la observada durante la estancia, sin cuyo do
cumento debiera prohibirse su admision en otra cosa.
, En el caso de ser alguna persona procesada multada ó penada en cualquie
ra manera por delito ó falta que cometiese, se dará conocimiento al notario
de su vecindad para la anotacion conveniente en el registro, á fin de poder
.dar los informes y testimonios que se le reclamen. , .
Para "que cualquiera persona pueda traspasar á otra el dominio posesion ó
colonia de alguna finca, asi como tambien imponer sobre ella gravámeo cen
so o hipoteca habrá precisamente de intervenir el notario do una de dos ma
neras: dando fé de la escritura despues de enterado por los registros que el
que dispone de la cosa lienefacultad de hacerlo, ó espidiendo testimonio,
que acredite esta circunstancio ante ia notaria en que haya de celebrarse,
sin perjuicio de tomar despues razon de la misma escritura en los registros
asi del que enagena, como del que adquiere.
Las contadur'as de hipotecas, que, en el dia existen, se suprimirán como
, innecesarias, por quedar este cargo apexo á la notaria; cuya union es ta,n ne
cesaria é indispensable, que sin ella no pueden otorgarse los contratos sin ex
posicion de fraudes, ni. con la economia de gastos que es menester.
Revestido el notario de las.-atrih^iones #u.e yao espues.tap^ puede y deba
I
_ , -*4- •
llevar ajo t&téetifo (^1e*acV¡tud los registros dé fincas, anotando' cuantas
trwfacion»» de dominio $úc«dan, ys sean de la propiedad, ya del usufruto,
ywdeia cwlotfia, én térmjnoi qtre nunca pueda ser sorprendido, Autorizando
aserftarís% quien na séa legttjihó'ilo'efio, ni sobre la propiedad inmueb!e
pueda caber pretesto para un solo pleito; como tampoco engañada persona al
guna contratando con aquellas, que por anteriores compromisos le pueda
causar perjuicio su compañia y la union de su* intereses. Al mismo tiempo
estos registros servirán para por ellos estar al alcance de la riqueza de cada
individuo, y en proporcion á ella cargarle la cuota anual con que debe con
tribuir al Estado. Los datos de donde ha de partir á lo adelante el valor do
crida finca para el pago de contribuciones serán el valor que tenga en venta,
éa renta en arrendamiento, el precio de la adjudicacion en partija, el aprecio
perital en los casos necesarios, y cualesquiera otros que segun las circuns
tancias puedan servir de regla para juzgar de aquel, aumentando 6 disminu
yendo el que se la considere al tiempo de la estadlstica. Este mismo valor
será la base sobre que ha de descansar la seguridad de los contratos, y otros
Setos sugetosal egercicio del notariado.
Debiendo estar constantemente en su despacho el notario, y cmndo tenga
precision de salir dejar en su lugar al secretario para autorizar los contratos
y escrituras, que á cualquier hora se ofrezcan; y reducida la redaccion da
estas á las menos palabras posibles, con objeto de conseguir la brevedad y
rhayor economia en los derechos, sin que por lo mismo pueda servir de dis*
culpa la falta de funcionarios de esta clase para dar fé de cualquier instru
mento por mas insignificante que sea; conviene prohibir toda reclamacion,
y no admitirse en juicio accion ni escepcion, que no esté fundada en escri
tura pública. El que no lo otorgare como corresponde sobre cualquier pacto,
por pareccrle innecesaria, bien sea por confiar de la honradez del sugeto con
quien contrata, bien por el corto interés del negocio, ó por evitar el pago de
derechos al notario, la conciencia del que debe cumplir lo pactado es el úni
co tribunal á que debe demandarle. Sobre hechos previstosos ningun tes
tigo puede admitirse mas de aquellos que los presencien con el notario,
que de los mismos de fé. La prueba de testigos se ha de reprobar en todos
aquellos casos en que las partes tuvieron tiempo y lugar para hacer que los
interviniese el notario Un testamento o una declaracion que hace un enfer
mo ú otra persona en caso imprevisto y apurado justo es sea admitido sin la
inte. vencion de la fé pública; mas para ello hm de concurrir dos cosas: que
no hubiese el caso dado lugar despues de otorgado para que la parte fo rati
ficase por ante el notario; y que se hubiese presentado para su corroboracion
por ante el mismo con los testigos que lo presenciaron en el plazo marcado a I
efecto por la ley. Cuantos principios se aleguen para salir de esta regla no
tienen cotejo con los que resultan de los pleitos, aun sin considerar que con
«líos se rebaja la moral pública, j los hombres se acostumbran á la mentira
y trampa, familiarizándose son estos vicios hasta no mirarlos con hor
rer, y antes biea pamerles permitidos par* lograr sis lat».
I hit aplicacion práctica de cuanto hasta aquí de, loespnestey y lat. ventajas
«jae pueden tacarse de! método que propongo, se liarán mas claras por las
«btervacionea con que concluiré este discurso, en las que m« haré sargo 4t
U mas interesante de la siguiente '-. -..
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PARTE LEGISLATIVA.
Titulo I.
Titulo II.
Estudios y requisitos necesarios para ser escrihano,
Título III.
Art. 4.° En cada partiJo juilicial habrá una Cátedra para la enseñanza
de aspirantes á escribanos procuradores y peritos agrimensores á cargo de
un abogado nombrado por la junta gubernativa de la Audiencia territorial á
propuesta en torna del juez promotor y escribanos del partido.
Art. 5.° ti inspeccion do esta Cátedra estará al cuidado de una junta
compuesta del juez promotor y un escribano, que nombrarán entre si los
del partido. El secretario será el del juzgado.
Art. 6.° Una ley designará la obra que ha do servir de testo para la en
señanza; pero se tendrá especial cuidado del estudio de las relativas á contra
tos testamentos y herencias, y de las que rigen en las diversas clases de
enjuiciamiento.
Art. 7.° El curso durará todo el año, y en cada semana se darán tres
lecciones los martes jueves y sábados desdo las seis de la tarde hasta las nue
ve, empleándose el último tércio del curso en la parte práctica, haciendo
que los alumnos formen procesos y escrituras do todas clases, sobre las cua
tes el catedrático les hará las observaciones conducentes, enseñándoles el
modo de evitar en todo consecuencias perjudiciales.
Art. 8.° Para cortar abusos y que en la regencia dela Cátedra siga un
abogado que tal vez no sea á propósito, ó no hubiese dado pruebas de aplica
cion, su eleccion se renovará cada tres años, y en los quince primeros dias
del mes de diciembre.
Art. 9.0 Para ser admitido á la matricula so requiere que el alumno pre
sente certificacion quo acredite tener diez y siete años de edad, otra d«
hm estro aprobado que esprese estar suficientemente instruido en leer, escri
bir, gramática castellana, aritmática, elementos de geometria y triganorne-
tri»; y la do un abogido escribano ó procurador que manifieste haber estado
de aprendiz en su oficio por espacio de un año.
Art. 10. Las solicitudes para dicha admision se presentaran en todo el
es de diciembre para que el curso puede dai' jiririei^tO í« primera de
toero. , . '' A hofi'i^9t9 .al».
. Art. II. En virtud de las solicitudes y documentos que las acompañen
la junta de inspeccion acordará la admision ó no admision á la matricula, y
en el primer caso el secretario espedirá al interesado la certificacion condu
cente pagando por razon de matrlcula 120 reales. ' ' • -'"
Art. 12. En los quince primeros diasdel me% de enero se pasará al nota
rio mayor de los reinos una lista de los matriculados. ' ' • ;',;!'-•<•:». m '
13. Habrá examenes públicos en los quince primeros dias del mes ds
diciembre, que practicará la junta de inspeccion en -union del catedratico,
cuyo resultado firmarán todos y autorizará el secretario.
Art. 14. De los aprobados y reprobados se pasarán listas conforme á lo
prescripto en el articulo 12 para los mhtriculados.
Art. 15. Los que fueren aprobados de primer año podrán obtener del
secretario certificacion que asi lo acredite, y quo les matricule en segundo
' afo pagando otros 120 reales. • í • ¡ ,.. „<n 0»,
Art. 16. A los que no merecieren aprobacion podrá igualmente sentar
les en la matricula para volver á estudiar el curso perdido, pagando {os de
rechos de aquella. '«,,, nm¡,i ¡^hsu^^ik
Art. 17. A los aprobados de segundo año se les espedirá por el secreta
rio la correspondiente certificacion, en la queso insertará la solicitud 'hecha
para su admision á la matrlcula, y los documentos con que la acompañaron,
haciendo relacion do haber sido aprobado dolos dos cursos, y ultimamente
la certificacion que le hubiese espedido el escribano é procurador cotí quien
durante los dos cursos hubiese practicado, quedando la original archivada
con aquellos en la secretaria. Por esta certificacion cobrará del interesado
20 reales, y 4 por las de matricula y aprobacion de curso. . . .V '
Art. 18. - Los que habiendo ganado los dos cursos quieran continuar
asistiendo á la Cátedra para su mayor instruccion, solo pagaran' lamitad de
derechos de matricula: y no dudando que muchos, sin ánimo. de seféscriba-
nos procuradores y peritos, desearán concurrir á ella para saber dirigir por
si sus negocios é intereses, el secretario admitirá do estos á cuantos lo soli
citen vcrbalm«nte, satisfaciendo la propia mitad de derechos} 'anotándolos
en lista separada, -y-dandoles una papeleta que lo acredite.^ r( '-. .} .
Art, I9. De los derechos de matricula se abonarán al, secretario 200 rea
les para gastos do escritorio y por razon do su trabajo el resto se; aplicará k
la dotacion del catedrático, quedando de cuenta de este el pago tf¿ fb'c'a! su„
lisíente para la enseñanza sus muebles y alumbrado.
30-
Titulo IV.
TítuloV*
Título VX
Titulo IX.
SECCION PRIMERA.
De lo s Secretarios.
SECCION SEGUNDA.
De los Actuarios.
SECCION TERCERA.
Da los Notarios.
•
Art. 73. Notarios son los escribanos destinados á autorizar con su fé lo4
contratos entre partes, y cuanto de un modo estrajudicial tienda á dar segu.
ridad y firmeza a la propiedad de derechos y acciones de los demas hombres
Art. 74. Por una ley especial se hará la conveniente division del terri
torio español en notarias, y en cada una de estas habrá su correspondiente
notario.
Art. 75. Para ser propuesto y nombrado notario se requiere tener ocho
-37-
■ñas de egercicío d« escribano en el partido judicial do la propuesta, ó bien
en otro si en aquel fue nombrado secretario.
Art. 76. Los derechos que segun arancel devenguen será de única
dotacion.
SECCIÓN CUARTA.
Art. 77. Son escribanos de cámara los nombrados para dar le de las ac
tuaciones judiciales en las audiencias territoriales y tribunales supremos.
Art. 78. En cada audiencia ó tribunal habrá tantos escribanos de cá
mara, cuantas sean las salas do justicia.
Art. 79. Para obtener el nombramiento de escribano de cámara se re
quiere el cgercicio del oficio por espacio de doce años en el territorio de la
audiencia ó tribunal, y estar condecorado con una de las cruces de distin-
eion. El nombramiento para los tribunales supremos ha de recaer precisa
mente en los de cámara de las audiencias, ó en los condecorados con la cruz
de acreditada lealtad.
Art. 80.. Percibirán sus derechos segun arancel, y prévio informe de las
. audiencias y tribunales se les concoderá la dotacion correspondiente en el
caso de no considerarse aquellos suficientes para vivir con arreglo á su clase.
Titulo X.
f i
-38-
Título XI.
Titula XII.
Art. 10*. Para *notH las eatregas de autos, y U remision ¿ja cuilaSr
-40-
rj'uicrfi espedientes á autor itlodes ó funcionarios habrá en cada escribania un
lfbeo que se denominara de conocimientos, y otros dos eon el nombre rie
inventarios: en uno se apuntarán los espedientes que se prineipien, y en el
« tro los que por haberse ultimado pasen al archivo.
Art. 102. Estos libros serán de papel sellado variado en todas sui
hojas y foliados de impreso: los unos serán distintos de los otros, para
que no puedan falsificarse, ni aplicarse cada uno, mas que al objeto de
su institucion, con su correspondiente portada tambien impresa.
Art. Í03. Se imprimirán por disposicion del Gobierno y encuader
nados con eubierta de pergamino se pondrán en venta en las secreta
rias de los jtngados de primera instancia, para que de allí se provean
ios escribanos seguo los- necesiten.
Art. 104. Al entregar cualquiera de estos libros se asentará en la por
tada la escribania á que se destina, y el dia, mes y año de la entrega,
fumando 'y sellando el Juez, el escribano que recibe y el secretario.
Art. 105. Estos libros regirán el tiempo que t»rden en cubrirse aupque
pasen del año, y. si el escribano que los costeó falleciese ó dejase aquella
escribania, le abonará la parte que esté en blanco el sucesor en el oficio.
Art. ICO. En el libro de conocimientos se estamparán por orden de
fechas, poniendo estas en letra y no en guarismo, las entregas de autos
y expedientes, y las remisiones ejue de ellos se hagan por correo, ó ra
devolución de ciborios ó informes evacuado*. Las entregas se firmarán
por el que recibe, y las notas de remision por el escribano.
Art. 107. Todas las partidas llevarán numeracinn seguida al márgen
á ím de que ño pueda intercalarse ninguna sin ser conocida, y á este
efecto se prohibe dejar claros ó blancos, interlinear raspar ó enmendar
cosa alguna; y en el caso de haber necesidad de hacerlo, se salvará en
la forma acostumbrada . antes dela firma y de hacer nuevo asiento.
Art. 108. Cuando so devuelvan los autos ó expedientes se cancelará
el recibo á presencia de la parle con una cruz diagonal sobre la firma;
pero de forma que siempre pueda leerse lo escrito.
Art. 109. De la remision de autos, expedientes y documentos se acu
sarán los correspondientes recibos todas las autoridades y funcionarios
por medio de esquelas, cerno se esplicará en su lugar. Las esquelas se
colocarán y coserán en manos numerándolas, y al l'tdo de la nota de re
mision se asentará el númrro del recibo en esta forma, «ü. 121» á fin
de poder buscarle con facilidad si fuere necesario. Cuando se devuelvan
los autos ó expedientes re cancelará la fiima de la nota de remision y
de la esquela de recibo sin perjuicio de acusar el conducerte.
Art. 110. La inversion de fechas y falta de foimalidades prevenidas
será castigada co» la multa íe 20 á ICO reales si no hubiese perjuicio
de tercero ni estravio, pues en estos cases será procesado el escribano, con
denado en los daños causados y las cestas, j penado segun el grado de culpa.
-41-
Art. 111. Lns auto» y expedientes que bajo recibo recojan las parles,
procura Jores, ab>gidos y otras personas se devolverán á la escribania ó
renovarán sus recibos cancelándose los anteriores al preciso término de
dos meses. Transcurridos que sean, y dentro de quince dias precisos el
escribano de autoridad propia espedirá órden de apremio á alguacil. El
apremiado que á los cuatro dias de la intimaeion no cntrsguo el expan
diente incurrirá en la multa de dos ducados con aplicacion á penas de
cámara, y si continuase en rebeldia pagará por cada dia un ducado <fe
multa hasta diez, pues si á osle término no cumpliese será reducido 4
prision par espacio de otros diez dijs. Guand» ni aun asi cumpla con la
devolucion, el escribano pasará testimonio ni Juez con insercion de la
partida de recibo y relacion dil hecho para la formacion de causa. El es
cribano que en esta parle falte á su deber queda responsable del estra--
vio y de la multa que debia satisfacer el apremiado, pagando doble cen
las costas la que por condescendencia ó disimulo se le acredite no ha
ber cobrado, y cuadrupla la que cobrada otultose ó no anotase en ta
libro correspondiente.
Art. 112. A todas las escriban'as seles dará gratis un libro sellado,
foliado y encuadernado para la anotacion de los números del papel en
qur; hagan efectivas las tnulljs que cobren, y do los del en que se satis-
fjgin derechos á la Hacienda.
Art. 113. Cuando los incursos en la multa no la satisfagan al término
<¡c diez dias, el escribano pasará testimonio al notario, para la ejecu
cion en virtuJ de las atribuciones que le son propias, y el recibo anor-
tado conformo á lo proscripto en el art. 109 será su legitimo descargo.
Art. 114. Los recibos dados por autoridades ó funcionarios públicos
encargados de la ejecucion do algunas diligencias subsisten en su vigor
lnterin que evacuadas aquellas no se devuelvan los autos y cancelen; pero
nunca podrán retenerlos mas de un año, á cuyo plazo se observara lo
dispuesto en el art. 111.
Art. 115. En el libro de inventario de pleitos principiados se anota
rán por orden numérico cuantos se premueban de oficio óá instancia de
parte; y al concluirse y a'chivarse, al paso de estamparse en el de con
clusos por el mismo órden, se pondrá en aquel nota del número del ar
chivo en esta forma «C 133» para facilitar su busca.
Art. 11(3. Sise inhibiese alguna escriban'a del conocimiento de un
expediente principiado en ella, y pasase á otra ó á poder de cualquier
autoridad, el recibo de entrega ó nota de remision se pondrá en el libro
de conocimientos anotándose en la partida de asiento del inventario el
número de aquella en esta forma «i. C. 408». Y cuando del expediente
se acuse el recibo so observará lo dispuesto en el art. 109. .
► i
6
-42-
TTitiilo XÍH.m
SECCION PRIMERA.
: í SECCION SEGUNDA.
Título XIV.
Titulo XV.
Título XVI.
^ ¡, ; : Titulo XVII.
•..7'."/. '1*1 •"" í' '•
7)e /a habitacion y despacho del notario.
Tjtulo XVill.
I SECCION PRIMERA,
Art. 192. Tara que el notario pueda llevar con exactitud el censo de
poblacion, es indispensable tenga datos positivos y seguros de donde partir.
Estas datos seran: 1.° Los que arroje el registro civil de nacidos casados
'muertos: 2.° Las esquelas de aviso que los demas notarios deben pasarte
cuando en el rádio desus notarias nazca, se case ó muera' tina persona, que
deba ser anotada en el censo de aquella: 3 0 El conooiraiento que debe tener
de la mutacion de domicilio de cualquier persona, bien se establezca de nue
vo en la notaria. bien se ausente de ella. - - .
Art. 193. I Es obligacion de los padres dar aviso al notario del nacimiea-
lo de sús hijos en .'todo el dia siguiente al de su bautismo, entregnádole ana
papeleta, ((ue á este efecto han de facilitarles los párrocos ó los que haga*
-54-
sus veces con arreglo al modelo número 4.°. Est.as papetelas las pondra en
un legajo por órden de su numeracion,formando el. libro de bautizados de. la
notaria; debiendo hacer por cada parroquia el. suyo independiente segun los
lleven los párrocos.
Art. 191. Cuando el recien nacido falleciese sin llegará la pila bautis
mal, pero bautizado con agua de socorro, el párroco estenderá la partida es
presando la hora del nacimiento y la en que falleció, y espedirá la papeleta
en la forma prevenida y con dicha espresion.
• Art. 195. Si el nacimiento acaeciere no en casa de los padres, sinn en
otra en que la madre se hallase eventualmcnte, alcanza la obligacion predi-
cha á Ins dueños de la casa: y xon respecto á los espósitos, en los claros que
deja la falta de espresion de padres y abuelos, se hará mencion del sitio en
que fueron espuestos, señales y ropas con que se les encontré.
Art. 196. La falta de puntualidad en los avisos y entrega de papeletas
será .castigada con la multa de uno á dos dúV>s.
Art. 197. S¡ los padres del relien nacido fuesen vecinos de distinta no
taria de la en que se verificó el nacimiento, el notario lueg > que reciba la
papeleta, pasará cópiaal de la vecindad para que pueda sentarte en el regis
tro de dichos padres, y le 8cuse recibo que archivará en su correspondiente
prqtocolo ó legajo anotando su número en la original en esta forma «/?. 147»
como en dicho modelo so nota. Mas siendo vecinos de la notaria hirá el re
ferido asiento anotándolo tambien en la papeleta como se ve en la del mo
delo número 5.°.
Art. 1,98. Los párrocos no tendrán derecho á poner á los bautizados
o.tro. nombre que el designado por los padres ó persona por ellos encargada,
mas siendo perjudicial que en una parroquia, y mucho mas entre personas
de una misma familia haya dos de igual nombre y apellido, por dar lugar
á dudas sobrela identificacion, deberán contradecir el que se encuentre en
este caso, y prevenir se elija otro, nombrándolo ellos en caso de resistencia.
Art. 199. Tendrán libros separados por el territorio de cada iglesia, y
si su vecindario estuviese dividido en dos ó mas notarías llevarán por cada
una el suyo. Las partidas irán con numeracion seguida, y la de cada una se
espresará en la papeleta que se espida para el notario, á fin de que este por
ella pueda conocer si dejó de presentársele alguna, y averiguar cual hubiese
sido para exigir la multa dispuesta en el articulo 196 y las costas que se
ocasionen.
Art. 200. Para autorizar el matrimonio necesitan los párrocos que los
contrayentes le presenten y entreguen testimonio del notario de sus vecin
dades, que acredite no constaren sus registros impedimento alguno. -
Art. 201. La obligacion de los padres respecto al nacimiento de los
hijos, prevenida en el articulo 193, es ostensiva al marido con relacion. á su
casamiento. La papeleta que en e&te caso ha de espedir el párroco será arre
glada al modelo oúm, 5.° -.— TV
-55-
A Ti . 202 Cuando el marido yntugér ó alguno ilo 'ellos rio sea reciño i»
la notaria, el nolnrio pnsarA al de la vecindad copia de la ' papeleta^ p'ára ta
consiguiente nota en lo» registros, haciendo las'afleranónt'S con vertiente» én
los de la «un, ,■ conservando las papeletas originales para formar cllibro.
Art. 203. En el cuso de fallecimiento de alguna persona, la que fuere ó
quedare cabeza de la familia á que hubiese pertenecido aquella, está en'la
obligacion que á los padres y maridos incumbe con arreglo a los artículos
193 y 20l La papeleta que facilitará el parroco será arreglada al modelo
número 6.o. • ■l . ■ ■'' '
Art . 204. Si el fallecimiento se verificó en distinta casa de la del difun
to, alcanza la predican obligacion al habitador de esta.
Art. 205. Cuando la persona muerta no sea conocida, el párroco dará
aviso al notario para que proceda á su identificacion; y en el caso de no ba
ilar datos suficientes tomará razon de sus señas personales, y recogerá la
ropa v efectos del muerto para los fines que puedan ser consiguientes.
Art. 206. l o prevenido on el articulo anterior se entiende aun en el
caso de que la autoridad judicial lome conocimiento de la muerte por ser
violenta ú otro motivo-, sin por ello relevar á aquella de proceder á su iden
tificacion.
Art 207. En el caso .le los artlculos antecedentes el párroco no pro
cederá al entierro sin orden psirita del notario, y esteno la dará sin la
dela autoridad cuando intervenga. . .....
Art. 208. Las señas personales del muerto, ropas y mas efectos que so
le hallaren las trasladará inmediatamente el notario á la redaccion del Bo-
letin oficial para su insercion en él.
Art. 209. En cualquier tiempo que llegue á averiguarse quien fué el
difunto, se pondrá nota que lo acredite en el libro <fe defunciones del
parroco con la oportuna llamada en la partida, asi como tambien en la' és-
palda de la papeleta de la notaria.
Art. 210. El notario observará en los casos de defuncion lo dispuesto
en lo» artlculos 197 } 202 relativamente á tos nacidos y casados, y ds. lb»
papeletas formará el libro de defunciones guardando el érden de su nu
meracion. • ' '■■ • -
Art. 211. Para los libros de nacidos, casados y muertos de los párrocos
se observarán las formalidades prevenidas en los artículos 102 v tres si
guientes respecto de los allí mencionados.
Art. 212. Ninguna autoridad püede expedir péSaporl'c á persona algu
na sin papeleta del notario, qué esprese no >b}aBer providurreia ;qüe lo
impida "' "' *'*••••'
Art. 213. En el easo imprevisto qW hallándose tm individuo1 faeía
de la notaria de su vecindad ó residencia, se le qíreíieá uri 'fage urgente,
suplirá la falta de papeleta del notario, la de un vecino abonído que ga
rantice su persona. . 1 •'" ' ' f-rir .tr , ,r
-56-
Art. 214. Para mudar de vecindad de una notarla á otra da de prece
der conocimiento de ambos notarios.
' Art. 215. Cuando una persona quiera trasladarse á otro pueblo, lo hará
presente ol notario para que lo siente en el registro, y no habiendo provi
dencia que lo impida, lo dé copia del mismo estendija en papel igual fir
mada y sellada, á fin de presentarla al d«l punio de su nueva vecindad,
que ha de ir designado en la referida copia.
Art. 216. Si la mutacion de domicilio os de toda una familia, U copia
será ostensiva á cuantos individuos compremla- y si solo fuese de una ó mas
personas, se sacará del registro lo correspondiente á estas.
Art. 217. La copia ha de servir en la notaria á que se trasbide de prin
cipio de registro: por consiguiente irá sin numeracion, si bien expresará l»
de aquel de donde procede, poniendole en aquella la que corresponda.
Art. 218. Si el que mudase de vecindad tuviese ya registro abierto ra
la notaria á que se traslade, la copia se unirá á dicho registro como 2. ° ,
3. ó 4. • hoja.
Art. 219. Como la propiedad inmueble solo se registra en el punto
donde radica, únicamente se espresnrán en la copia las notarias en que la
tenga, con arreglo á lo prescripto en el art. 275.
Art. 220. Él notario de la nueva vecindad sentará á continuacion de la
copia el dia en que le fuero presentada, desde el cual quedará constituida
aquella, perdiendo la antigua, avisando de ello al notario de esta por me
dio de esquela de que la acusará recibo.-
Art. 221. Luego que el notario de la antigua vecindad reciba la es
quela de estar la persona ó familia avecindada en otra notaria con arreglo
al anterior articulo, lo avisará tambien por esquelas á todos los notarios
en cuyo territorio resulte tener bienes ó derechos, por quienes se le acusa
rán igualmente recibos en conformidad del art. 277.
Art. 222. Cuando la mutacion de domicilio sea solo para residir por al
gun tiempo en determinado empleo, destino ú ocupacion, pero conservando
la antigua vecindad, la copia de registro que ha de espedirse será limi
tada á espresar el número del de que procede, la filiacion, edad, estado y
oficio, y lo concerniente á la moralidad; y no serán precisas las formalida
des dispuestas en los tres anteriores artículos, á escopcion de que el nota
rio sentará el dia de la presentacion.
Art. 223. El notario ha do entregar al nuevo vecino ó residente una
papeleta que acredite estar admitido en la notaria en uno de los des con
ceptos: y sin exhibir esta ningun dueño ó administrador de casa podrá al
quilársela, ni admitirle á su servicio como ern<io ó dependiente, bajo la
malta de cinco á diez duros, y de responder de los delitos que cometiera
é baya cometido, como su encubridor.
: Art. 224. En las sucesivas mutaciones de vecindad ó residencia se ob
servará cuanto queda prevenido para la primera; «•*»« «< «••-«•diese * '
-57-
á la antigua, bastará que la copla del registro Sea Je las' partidas aumen
tadas desde la anterior traslacion. ! ' r •''
Art. 225. Los residentes ftóra de su v«cindad serán contados para
el censo de poblacion en el Itígnr da' la 'résidefteia^ en {a cual deápues da
un año de esta estarán sujetos á las cargas públicas y concégjles, y gozarán
do los dereehos de los demas vecinos. • '¡>•-'.•.; ' / «. . -:.
Art. 226. P.ira que á pretésto de llevar pasaporte nadie puedá Jformar
residencia en distinta notaria sin presentar cbpía de' Sb fegistroi ; pasados
6eis meses do permanencia sin entregarla áé le'tendrS cbfñé tránsé'dhte sin
documento d« seguridad, y observará cl ári. 223^ ~
•.. . . i;¡-i.i.."T •¿' 'i »• » ;••''.•* '•- "il '• ' • i : «r¡¡ ' *.»¡'.'».\ t. * T'« i'.
SECCION CLURTA.
De la conservacion de la estadística.
- SECCION QUINTA.
SECCION SEPTIMA.
SECCION OCTAVA.
Art. 351. Los notarios tienen obligacion de cobrar los derechos que
la Hacieuda devengue por traslacion ó subcesion de bienes con arreglo
á la tarifa que la ley tenga establecida. El pago podrá hacerse en la no
taria donde se autorice la traslacion ó subcesion, ó en la en que estén
sitos los bienes.
Art. 352. Si estos estubiesen en el término de la notaria en que le
otorgue la escritura, dicho pago se hará dentro de los diez dias siguien¿
tes al otorgamiento, y hallándose en otras se verificará en el plazo en
que deben ser entregados los testimonios correspondientes á los notario!
para la cancelacion de los documentos antiguos, y anotaciones consiguien
tes en los registros.
Art. 353. Cuando á los plazos designados no se hubiesen hecho loa'
pagos, procederán los notarios á ejecutar por el duplo á los adquirien
tes, que siempre responderán de los derechos causados, quedando hipo
tecados al seguro los bienes sin que pueda haher pacto en contrario.
Art. 351. Los pagos á la Hacienda se harán en papel destinado 4
este efecto, que se establecerá á imitacion del de multas y franqueado
de correos.
Art. 355. Este papel estará de modo que pueda dividirse en dos mita
des: la superior se pegará al original de la escritura, y la inferior a ta
primera copia si el pago se hiciese en la notaria en que se otorga: y á la copia
que se pase á la notaria donde -itueu los bienes, y recibo que da ella se
acuse cuando en esta se satisficiesen.
Art. 356. Ambas mitades tendrán un claro donde se pueda sentar el
número con que quedan anotadas en el libro de que trata el articulo Í12,
del cual se hará siempre mencion en la copia qne se diere á la parte cuando
esta no lleve dicha mitad.
Art. 357. Lo dispuesto en los artlculos anteriores es ostensivo á los
demas escribanos en el caso de percibir sin ejecucion derechos ó multas cor
respondientes á laHx-ienda.
Art. 358. Un reglamento partieular espresxrá las demas formalidades
que han de observarse.respecto de oste papel para evitar falsedades y fraudes.
Art. 359. Están por separado obligados lo j notarios á hacer pago de
-Til-
todas las «lemas deudas prévio mandamiento de cjecucion de autoridad legi
tima, ya sea de oficio, ó va á instanciíi de parte.
Art. 360. Las ejecuciones serán consideradas de mayor ó menor cuantia
para los efectos que espresa el articulo 378.
Art. 361. Son ejecuciones de mayor cuantia las en que pase de cinco mil
reales el importe de la deud«, é que sin llegar á esta cantidad esceda de la
quinta parle del caudal del deudor.
Art. 362. Dentro de tres dias precisos de haber recibido el notario un
mandamiento de ejecucion lo intimará al deudor, haciendole saber paguen
dentro de otros tres, y en defecto señale bienes para la subasta, siempre
que no haya hipoteca especial, ó esta no sea suficiente. Para este efecto si
avisado por el ayudante óaprendiz no se presentase á ser notificado y citado,
pasará á su casa á practicarsela, y no hallandole dejará testimonio á cualquier
persona de la familia ó vecino inmediato mayores de diez y ocho años, con
encargo de que se le entregue á su regreso, sin necesidad de preceder mas
diligenciasen su busca, ni otra alguna intimacion 6 citacion en el curto
le la egecucion. El señalamiento de bienes podrá hacerse ie palabra á la
notificacion ó despues, y tambien por medio de recurso.
Art. 363. La notificacion la firmará el deudor, y en caso que no íepa
lo hará un testigo á ruego; mas sabiendo firmar y recusándose á verificarlo,
habrán de presenciar dos testigos, que á lo menos uno firme la diligencia.
Esto mismo es aplicable, cuando se deje testimonio en ausencia, á la perso
na que recibe con encargo de entregarlo á la persona á quien se dirige.
Art. 364. El testimonio mencionado ha de espresar la fecha del man
damiento, autoridad que le despachó, si fué de oficio ó á instancia de parte
y cual sea esta, porque cantidad, > su procedencia, con la advertencia al
deudor de que pague dentro de tres dias, ó se presente á señalar bienes
para la ejecucion.
Ari. 365. Cuando el deudor sea vecino de destinta notaria, el notario
ejecutor pasará al de esta testimonio del mandamiento, para que le haga
la intimacion en la forma prevenida.
Art. 366. Si al buscar al deudor en su casa contestase su familia ó veci
nos haber salido de viage fuera del pueblo, el notario oficiará al alcalde,
preguntándole si le espidió ó no pasaporte, y para que punto en caso
afirmativo.
Art. 367. Si de la contestacion resultaso no haberse espedido pasapoílr,
se le tendrá por residente dentro del rádio de las ocho leguas, y por bastan
te la intimacion por testimonio-, mas en el de que se le huhieso franqueado
pasaporte, remitirá el notario lesl imonio del mandamiento al del pueblo
para donde fuere, á fin de que hallándole alli le haga la intimacion en per
sona, ó por testimonio en Id posada si la tubiese, y en su defecto lo fije en la
ante sala de su despacho.
Art. 368. A los deudores ausentes de ¡u casa se les concede por razon do
77-
viage, adornas de los tres dias para hacer el pago ó señalamiento de bienes,
cuatro estando dentro del rádio de las ocho leguas, y hallándose á mayor dis
tancia un dia por cada seis de esceso.
Art. 369. Pasado el término del pago sin verificarlo, el notario publica
rá la venta en primer lugar de los bienes especialmente hipotecados, en
segundo de los que el deudor señale, y en tercero de los designados por el
acreedor, siempre que no se conforme con los señalados por aquel por
temerse no haya comprador. Mas ni el acreedor ni el notario podrán señalar
muebles mientras el deudor tenga inmuebles ó derechos activos; ni aunque
carezcan de ellos subastar los de cocina, camas, ropas usadas de las mismas
o de las personas, los instrumentos propios dol oficio, entendiendose por ta
les respecto de los labradores dos juntas de ganado bacuno ó caballar con
sus crias y veinte cabezas de lanar; con referencia á los airieros cri Herias y
aparejos, v en las profesiones artlsticas ó cientlficas los libros de su enseñanza.
Art. 370. En el caso de que los bienes hipotecados ó señalados no sean
suficientes á juicio del notario, ó de que ni ha)a hipoteca ni señalamiento,
el notario[hará su disignacion, procediendo al embargo y deposito de muebles
no esceptuados, cuando baya lugar; perocuidará siempre de que los puestos
en venta sean dol deudor y puedan enagenarse, conforme á las bases espues*
tas en la seccion 6.*
Art. 371. Si se hiciese señalamiento de bienes hipotecados á otra deu
da, podrán subastarse en la forma prescipta en el articulo 345.
Art. 372. Las subastas se harán prévio un solo edicto ó cédula, del cual
se han defijar dos egemplares, el uno en la ante sala del notario, y otro 4 la
puerta de la lglesia de la parroquia «n que esten sitos los bienes designa
dos para aquellas. Esta fijacion será dentro de los trusdias siguientes alen
que finalice el étrrnino concedido al deudor para el pago.
Art. 373. Los notarios tendrán en la ante sala las tablillas necesarias
para la fijacion de edictos, cuidando de que estos permanezcan alll hasta
el dia del remate inclusive, arrancarse ni inutilizarse por persona algununa
y como dicha antesala ha de permanecer abierta desde que salga hasta que
se ponga el sol, tanto para este objeto, como para impedir bullicio o desorden
en los concurrentes, habrá do estar de guardia el aprendiz ayudante ú otra
persona.
Art. 374. En todas las iglesias habrá tambien tablillas destinadas á la
fijacion de edictos á cargo del sacristan, quien tendrá obligacion de conser
var estos y sacar aquellas al público los dias festivos durante la misa parro
quial, y una hora antes y otra despues do ella; por cuyo trabajo el notario
al acto de entregarle el edicto para fijarle le abonará cuatro reales, que car
gará on cuenta.
Art. 375. La fijacion en la ante sala se acreditará por diligencia firma-
mada del notario ó secretario; y en la tablilla de la iglesia por la de entrega
al sacristan firmada del mismo ó un testigo á ruego eon dicho notario 6
secretario.
-78-
Art. 376. En todas las notarias habrá dos dias de subastas ú remates al
mes con quince ilias de distancia de uno áotro.
Art. 377. El s«ñ»lam¡ento de estos dias se hará por una ley especial, en
la cual se cuidará de que en notarlas confinantes no sean unos mismos: y
el orden que para esto efecto se ha (le seguir será, designando para una nota -
ria el 1". y 3." lunes, para otra el 1.° y 3.° martes, t.o y 3." miércoles, 2.0
y 4.a lunes, 2 0 y 4° martes, y asi los demás dias de la semana y mes. Los do-
mingos no podrán ser señalados, ni hacerse en ellos remates; pon' si en los
demas de la semana aun cuando haya festividades en que no se pueda trabajar.
Art. 378. En las ejecuciones de mayorcuantia se señalará para remate
el tercero despues de la fijacion de los edictos; es decir que si estos se hubie
sen fijado antes del primer dia de remate de aquel mes, so efectuará en el
primero del mes siguiente; y si fuese despues del primero pera antes del se
gundo, so hará en el segundo del próximo mes. En las de menor cuantia se
designarán los remates para el segundo siguiente.
Art. 379. El tipo ó tasacion de bienes para la subasta será el en que
estén considerados en la estadística, á menos que el deudor ó acreedor soli
citen nueva tasa, quince dias antes del remate en las de mayor suantia, y ocho
en las de menor.
Art. 380. La nueva tasacion se practicará por el perito de número A ti
tular de la notaria, ó por el de la inmediata, si en aquel recae justa Causada
recusacion, sin que las partes tengan derecho á nombrar otros.
Art. 381. El deudor podrá aprontar el importe de la deuda hasta
el punto de verificarse el remate; mas concluso que e«te sea por haber
dado el notario la voz de buen probecho al mavor postor, ya no se le ad
mitirá sin consentimiento de este. Tampoco podrá admitirse despues de pa
sado el dia del remate sin prévia conformidad del acreedor, cuando aquel no
tubiese efecto por falta de licitador, en razon á que se considerarán por
esta sola circunstancia adjudicados al mismo los bienes por las dos ter
ceras partes de su valor, en que podrá tomarlos cualquier otro, por no
ser de peor condicion: y bajo este supuesto podrá y deberá admitlrsele
como licitador.
Art. 382. Tiene tambien el deudor la facultad de señalar los bienes
para el pago hasta el vlspera del remate inclusiue, y aun en el dia de
la subasta podrá disignar de los anteriormente señalados, aquellos que
primero quiere se vendan, sin que en este caso se vicie la ejecucion
perque no se publicase su venta, si bien el notario lo hará en cual
quier época que el mismo deudor lo solicite. Mis todo esto se entiende
lió perjuicio de rematar los comprendidos en los edictos, si-faltase lici
tador para los otros.
Art. 383. En los dias de remate se harán todos los que estén anun
ciados dando principio á las diez de la m inina por el órden de fechas de los
mandamientos, y compartiendo las horas de manera, que se puedan concluir
pof Spteí de ponerse el sol.
-79-
Art. 384. El comprador debe entregar el importe del remate dentro do
los teis dias siguientes bajo apercivimiento de ejecucion que hará el notaria
necesidad de nue\o mandamiento en el préximo remate, subastando los bie
nes comprados y los necesarios del comprador, fijando edicto con tres dias de
anticipacion en la ante sala. En el caso de entregar el precio del remate le
otorgará la escritura conveniente, y hará en los registros las anotaciones con
siguientes prevenidas en la seccion 4.".
Art. 385. Dará posesion al mismo comprador cuando la solicite, inti
mando á losinquilinos ó colonos le reconozcan por dueño, j contribuían «on
las rentas y pensiones debidas.
Art. 386. Si entendiendo el notario en una ejecucion se le presentale
antes del remate mandamiento para otro, y por ser deuda mas antigua se so
licita preferencia en el cobro, no per eso suspenderá aquella; mas observará
ti hay ó no bienes suficientes para cubrir la segunda, y encaso negativo
retendrá el importe del primer remate hasta hacer el segundo, á fin de pagar
á quien le corresponda con antelacion, á menos que sea abonado el primer
ejecutante ó de seguridad de volver lo preciso á cubrir el crédito anterior.
Hecho el remate no habrá lugar á preferencia alguna.
Art. 3S7. Si un acreedor observase que su deudor viene á probreza 6
se le consume su caudal en la ejecucion y pago de oíros créditos mas moder
nos, y temiese se haga insolvente, podrá pedir y despachársele ejecucion
aun cuanro no hubiese llegado el plazo del suyo, y deberá ser preferido á
los posteriores, siempre que estos ó el deudor no le aseguren la paga paral
el dia de su vencimiento
Art. 388. Cuando ultimada una ejecucion resultase que no tubo el
deudor bienes bastantes en aquella notaria, «I notario sacará testimonio ins
tructivo y en relacion que lo comprueve y la cantidad que hubiese faltado,
y hechas las anotaciones convenientes en los registros, le entregará al acre
edor para que pueda acudir á otra á cobrar lo que falte, sin que on es
te caso precise mandamiento. < -„
Art. 389. El notario requerido con el testimonio, verificado que ba
ya la egecucion, avisará por esquela al que librase aquel, espresando fa.
castidad que en su consecuencia recibio el acreedor, para la conveniei-
te anotacion en los registros.
Art. 390. Cuando la egecucion sea de oficio, las diligencias pre?el#
das en los dos inmediatos artlculos lo serán tambien; y en naso de t»»
solvencia total ó parcial el notario tendrá cuidado de hacer el p*f*>
siempre que el deudor mejore do fortuna.
-So-
SECCION NOVENA.
11
-82
SECCION DÉCIMA
Título XIX.
Art. 410. Con ebgets de que todos los escribanos cumplan puntual
mente con las obligaciones que les impone su oficio, evitar y reparar
las faltas que por discuido, ignorancia, desidia ó mal i aja puedan cometer,
serán visitados sus despachos cada dos meses por lo menos.
Art. 41 1. En las audiencias y tribunales supremos practicará la risi
ta de sus escribanos de cámara y secretarios el ministro mas moderno!
los jueces de primera instancia y los alcaldes serán visitadores de loa
escribanos do sus partidos y distritos.
Art. 412. Los alcaldes harán al año cuatro visitas, la primera por enero
ofebrebro, la segunda por marzo ó abril, la tercera en jnlio ó agoste, y la
cuartago setiembre ú octubre. Los jueces de primera instancia practicarán
dos, la una en mayo ó junio, y la otra en noviembre ó diciembre. Fuera de
estas visitas consideradas como ordinarias, determinarán las que conceptúen
necesarias á evitar discuidos.
Art. 413. Kn órden á visitas de escribanos no habrá fuero alguno,
y por consiguiente ninguna autoridad podrá impedir la visita de su se
cretaria por el juez ó atcalde.
Art. 414. Los visitadores no podrán llevar derechos algunos á los
escribanos por razon do visita por ser carga de oficio.
Art. 415. Tampoco podrán imponerles multas ni otras penas por las
faltas que adviertan.
Art. 416. Su mision y facultados estarán limitadas á reconocer cuan
tos espedientes y documentos les parezca, y hacer los cotejos y confron
tes de partidas convenientes para venir en conocimiento de si se llevan
los Indices y anotaciones con exactitud; ai se usa del papel competen
te; y se estienden las diligencias con las formalidades que las leyes pres
criben, espresando cuantas faltas adviertan; mas nunca podrá omitirse la
inspeccion de los libros de conocimientos, inventarios, índices, protoco
los y domas que deben llevar, debiendo hacerse constar la última partir
da estampada en cada uno, su número y fecha.
Art. 417. E» las visitas de notarios sellarán con el particular, que á
este efecto deben tener, todas las escrituras de mayor cuantia otorgadas
desde la última visita, los registros individuales que se hubiesen abier
to, para llevar el censo de poblacion y de estadlstica, y las hojas au»
mentadas á los que estubiesen abitrtos con anterioridad.
Art. 418. Los alcaldes sacarán testimonio á la letra del acta de vi
sita de cada escribano, y los remitirán & los jueces en los ocho primer
-84-
ros dias de los meses de marzo, mayo, setiembre y noviembre, quienes
con los de las que hubiesen practicado los dirigirán si Notario mayor del
reino en los quince primeros dias de enero ó julio: épocas en que los
ministros de las audiencias y tribunales les pasarán los correspondientes
á las visitas de escribanos de cámara y secretarios.
Art.419. No obstante si <fe ías actas apareciesen faltas de gravedad
podrán y deberán remitir asi los alcaldes como los jueces y ministros los
espresados testimonios sin esperar los plnzos que quedan prefijados.
Art. 420. Por el Notario mayor y sus dependientes se reconocerán los
testimonios de visita y cotejarán con los anteriores, decretando segun sus
resültados la correccion y castigo de las faltas ««metidas en la forma pres-
cripta por las leyes: y si fuesen tales que den lugar á formacion de cau
sa, pasará á los ministros y jueces visitadores la oportuna orden para que
las instruyan y fallen en primera instancia, remitiendolas citadas las par-
tés para la aprobacion ó reforma.
Art. 421. Los fiscales y promotores harán en «stas causas las aeusa-
: ciones, y darán en ellas los dictámenes convenientes tenia vez quo les
sean pasadas á este fin.
' Art. 422. Las referidas causas serán independientes de las que se for
men entre partes sobro interés civil, y en estas estarán siigelos los es
cribanos á los fallos de los tribunales y jueces en cuanto al resarcimien
to de daños y perjuicios.
Art. 423. De cualquier fallo que por consecuencia de causa ó e»pe-
diente entre partes resulte condenado el escribano á dicho resarcimien
to, se dirigirá testimonio con la instruccion correspondiente por el juez
o tribunal que le pronuncie al Notario mayor, |,ara qne ño habiendo si
do castigada aquella falta ó delito por virtud del juicio de visita, pu«<-
dá serlo prévias las formalidades de derecho.
Titulo XX.
SECCION PRIMERA.
SECCION SEGUNDA.
SECCION TERCERA.
Art. 430. Los notarios por las diligencias y actos de su atribucion cot
bmrán lo que para cada uno marcan los artlculos siguientes.
Art. 431. Por abrir hoja de registro al recino que la necesite, y ano
tar en ella el eenso familiar, 2 rs.
-86-
Art. 432. Por igual diligencia á un forastero para la estadística de
riqueza, 1 rs.
Art. 433. Por la cópia del registro, que espida á un veciuo ó resi
dente para mudar de vecindad ó residencia, por cada partida compulsa
da, 8 mrs.
Art. 434. Por sentar el dia de la presentacion en la nueva vecindad
o residencia« y colocar la cópia en el libro correspondiente, no tenien-
do antes registro abierto, 2 rs.
Art. 435. Si tubiese formado registro, i rs.
Art. 436. Por reeonocer, medir y tasar una finca, y tentarla en el
registro del dueño censualista ó censatario, no escediendo de ocho fer
rados, 8 mrs.
Art. 437. Por cada ferrado de esceso, 1 mrs.
Art. 438. Ademas por cada cien reales de valor de la finca, 2 mrs.
Art. 439. Por el reconocimiento, medida y tasacion de edificios, sus
fondos, corrales, huertos y jardines adyacentes, serán los derechos dobles
que en los terrenos.
Art. 440. Los inquilinos y colonos pagarán los mismos derechos es»
cepto los dos maravedises por cada cien reales«
Art. 441. Por el asiento de cada partida en los derechos activos y
pasives, 8 mrs.
Art. 442. Ademas por cada cien reales de valor hasta dos mil, 2 mrs«
Art. 413. De dos mil arriba por cada cien de esceso, 1 mrs.
Art. 444. Por cada esquela de aviso á otros notarios con arreglo á
los artlculos 197, 202, 210, 220, 221, 275 y 286, con inclusion del fran
queo de correo, y del porte del recibo que se acuse, 3 rs.
Art. 445. Por la comparecencia de cada parte para los efectos men
cionados en los artlculos 297 y 272, ademas de los derechos marcados
desde el artciulo 436 al 443, para pago del ayudante ó alguacil, que
dé el aviso, cobrarán del que hubiese dado lugar á ella,, ó del solici
tante cuando no se aviniesen, 4 rs.
Art. 446. Por el reconocimiento, modida y tasacion de fincas hecho
en virtud de lo dispuesto en el artlculo 292, no resultando haberse inten
tado fraude cobrará media dieta, y dos por dia si hubo ánimo de de
fraudar. Y se conceptua intentado el fraude, cuando el aumento ó baja del
precio llegue á la octava parte.
Art. 447. Las demas diligencias prevenidas en las secciones 1.*, 2.*,
3.a y 4.a del tjtulo 18, serán consideradas de oficio, y por consiguien
te gratuitas.
Escrituras y otras diligencias.
Juicio ejecutivo.
Art. 485. Por |o que recauden para la hacienda, por razon de gas
tos de escritorio percibirán el tres por ciento.
Art. 486. Por la notificacion al ejecutado, 4 rs.
Art. 487. Por el testimonio que debo dejráselo cuando no sea ha
llado, 4 rs.
Art. 488. Por la diligencia de señalamiento de bienes y reconoci
miento de documentos se arreglarán á las escrituras de traslacion de in
muebles.
Art. 489. Por el embargo de muebles cobrarán lo mismo que por
estender un inventario. ,
Art. 490. Por el edicto original y cada una do sus copias, conte
niendo una sola finca, 1 rs. ,
Art. 491. Por cada una de las demas fincas, 17 mrs.
Art. 492. Por la diligencia de fijacion en la notaria, 2 rs.
Art. 493. Por la entrega al sacristan, 3 rs.
Art. 49?. Por el remate de cada finca y su diligencia, 2 ti.
-89-
Art. 495. Por estonder la declaracion del perito cuandoeintervenga,
por cada finca, 1 rs.
Art. 496. Por contar y entregar el dinero inclusa diligencia, por
hora de ocupacion, 10 rs.
Art. 497. Por estender la escritura de venta, en consideracion á qua
los derechos de traslacion quedan comprendidos en el articulo 488, por
cada hoja cobrarán, 8 rs.
Art. 498. Toda vez que el notario tenga que salir de su casa, sea
mucha o poca la distancia, ya ocupe mucha ó poca parte del dia, ade
mas de los derechos correspondientes á la diligencia cobrará inclusos
gastos, 24 rs.
Art. 499. Cuando salga á autorizar escritura fuera de la notaria en
tro personas no imposibilitadas de comparecer al despacho, la dieta se
rá convencional, sin estar el notario sugelo á tasacion.
Art, 500. Por las diligencias quo con arreglo al articulo 407, prac
tiquen, los derechos serán convencionales; pero nunca podrán e»ceder do
««iio reales por cada hora de ocupacion.
Disposicion general.
CONCLUSION.
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De 60 á 80. .
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En el libro 4.° al número 47 se abrió registro en esta
notaria á Domingo Rodriguez, vecino de la parroquia de
San Cosme de Piñeiro en la de su cargo.
San Saturnino 1 2 de mayo de 1 848.
MODELO NUM.
SELLO*. . -:
En el registro de Domingo Rodrfguez de San Cosme de
Piñeiro número 97 del libro 3.° queda anotada la papeleta
de aviso que V. remitió en 12 del corriente y está archivada
al número 103.
-Cedeira mayo 20 de 1848. .
SELLO». '- }
.Con el número 51 2 queda archivado en esta notaria el
testimonio de la escritura de venta que en esa otorgaron
Juan Fernandez en catorce de setiembre prpximo, que usted
espidió con fecha 18 del mismo. ,•;
Puentedeume octubre 1.° de 1848.
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