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Escuela de Post Grado

Curso: Evaluaciòn de aprendizajes


Cusco/10/11/2018

Pràctica/Tarea
a. Formular una quinta pregunta a los TEXTOS I y II
b. Identificar las capacidades que desarrrolla las

Texto I
Pregunta Què capacidades se Reformule la pregunta
desarrollan
Pregunta 01
Pregunta 02
Pregunta 03
Pregunta 04

Texto II
Pregunta Què capacidades se Reformule la pregunta
desarrollan
Pregunta 01
Pregunta 02
Pregunta 03
Pregunta 04

TEXTO I: Preguntas 1 al 4

Todo principiante en filosofía conoce el notable curso de pensamiento de las


Meditaciones. Tengamos presente su idea directriz. Su meta es una completa reforma
de la filosofía en una ciencia de una fundamentación absoluta. Esto implica para
Descartes una reforma correspondiente de todas las ciencias. Pues, según él, éstas
sólo son miembros no independientes de la única ciencia universal, que es la filosofía.
Sólo dentro de la unidad sistemática de la filosofía pueden aquéllas llegar a ser
auténticas ciencias. Ahora bien, tal como se han desarrollado históricamente, las
ciencias carecen de esa autenticidad propia de una fundamentación completa y última
a partir de evidencias (Einsichten) absolutas -evidencias tras de las cuales ya no se
puede retroceder. Se necesita, por tanto, una reconstrucción radical que satisfaga la
idea de la filosofía, entendida como unidad universal de las ciencias en la unidad de
dicha fundamentación absoluta. En Descartes, esta exigencia de reconstrucción se
traduce en una filosofía subjetivamente orientada. Este giro subjetivo se realiza en dos
importantes niveles. En primer lugar, todo el que seriamente quiere llegar a ser filósofo
tiene que replegarse sobre sí mismo “una vez en la vida” e intentar, dentro de sí
mismo, derrumbar todas las ciencias admitidas hasta entonces y reconstruirlas. La
filosofía −la sabiduría (sagesse) − es una incumbencia absolutamente personal de
quien filosofa. Debe desarrollarse como su sabiduría, como su saber, adquirido por él
mismo y tendente a lo universal, del que él puede hacerse responsable desde un
comienzo y en cada uno de sus pasos sobre la base de sus evidencias absolutas. Si
he tomado la decisión de consagrar mi vida a esa finalidad, es decir, la única decisión
que puede llevarme a un desarrollo filosófico, entonces he elegido, con ello, comenzar
en la absoluta pobreza de conocimiento. En este comienzo, obviamente está implícito
en primer lugar el hecho de que yo reflexione sobre el modo cómo podría encontrar un
método progresivo capaz de conducir a un verdadero saber. Las meditaciones
cartesianas no pretenden ser, por tanto, simplemente un asunto privado del filósofo
Descartes; menos aún la mera forma literaria empleada convincentemente para
exponer las fundamentaciones primeras de la filosofía. Por el contrario, ellas trazan el
prototipo de las meditaciones necesarias de todo filósofo principiante, de las cuales,
únicamente, puede brotar originariamente una filosofía.

1. Según el texto anterior:

I. Las meditaciones cartesianas son un asunto privado de Descartes.


II. Descartes predica una filosofía subjetivamente orientada hacia lo universal.
III. La filosofía es una de las tantas ciencias universales.

Es correcto:
a) Solo II
d) Solo I y III
b) Solo I y II
e) Ninguna es correcta.
c) II y III

2. Acerca de la reforma de la filosofía que propone Descartes, es correcto:

a) La filosofía deberá ser una ciencia de fundamentación rigurosa.


b) Todas las ciencias deberán afianzarse en sus métodos y así independizarse.
c) La filosofía aparece como una ciencia matriz, englobadora de las demás.
d) Las ciencias deben buscar, históricamente, su propia autenticidad.
e) b y d son correctas.

2. Marque lo incorrecto:

a) El desarrollo filosófico adecuado debe partir de la absoluta pobreza de


conocimiento.
b) La directriz de las Meditaciones apunta a una completa reforma de la historia de la
filosofía.
c) Descartes cree que una reforma en la filosofía implicaría una reforma de todas las
ciencias.
d) Es necesario que el filósofo reflexione acerca de cómo encontrar un método que
conduzca al verdadero saber.
e) El giro subjetivo parte de un necesario repliegue sobre uno mismo.

4. Se pueden inferir del texto:

I. Las ciencias pueden ser fundamentadas en evidencias absolutas.


II. El filósofo debe apoyarse en sus propias certezas y, a partir de ellas, llegar a lo
universal.
III. La actividad científica es perfectible.

a) Todas.
d) Solo I y III
b) Solo II y III
e) Solo I
c) Solo I y II

TEXTO II: Preguntas del 1 al 04

Es compresible que un escritor de la talla de Albert Camus, al tropezarse alguna vez


con la figura de Calígula, haya pensado en llevarla al teatro. Calígula, por sí solo, era
todo un inmenso teatro. Un teatro terrible y múltiple, donde las fronteras entre el
mundo de la realidad y el mundo de la demencia quedaban abolidas. ”Blasfemas
Cayo” −le dice uno de los personajes de la tragedia “No”−responde el emperador. “Es
arte dramático. El error de todos esos hombres está en no creer lo suficientemente en
el teatro. De lo contrario sabrían que está permitido a todo hombre interpretar
tragedias celestiales y transformarse en dios. Basta con endurecerse el corazón”...

Después de una adolescencia ruda y marcial, Calígula inicia su reinado de modo


magnánimo y justiciero. Tal conciencia tiene de hacer el Bien que, al serle denunciada
una conspiración, responde fríamente: “Nada he hecho para que se me aborrezca”.
Pero, un día, se produce la fisura incompresible que aún tiene perplejos a los
historiadores, divididos en lo que respecta a la posibilidad de un caso de enajenación
mental. Calígula se vuelve una suerte de personificación del Mal: de un Mal ejercido
en escala gigantesca que retrocede al lector inadvertido al leer las páginas que le
consagrara Suetonio, creyendo que puedan estar llenas de exageraciones inspiradas
por el odio.

Todos los pasajes que en el Calígula de Camus pueden parecer delirantes,


exagerados, paroxísticos –o superrealistas si se considera el caso desde otro punto de
vista− no son sino páginas de historia; de una historia que llega a confundirse con el
mito. “¡Lo imposible!” −clama el monstruo en la escena final: ”He buscado lo imposible
en los límites del mundo, en los confines de mí mismo”. Tal el Don Juan de Moliére
que, sabiéndose perdido ante la eternidad, acoge la muerte con retos y blasfemias
para que su condena resulte más irremediable, más absoluta.

Calígula había vaciado el cielo de dioses, adoptando la identidad de Hércules, de


Mercurio, y hasta de la Venus grotesca −suerte de Abraxas imperial −que Camus no
ha vacilado en sacar a escena. Y se da el caso de que cuando creemos que el gran
escritor hace literatura o deja las riendas sueltas a su imaginación, no hace sino
atenerse a una verdad tan insólita, que los hechos cobran una nueva categoría de
proporciones. No nos dice Camus que Calígula quería posesionarse de la Luna, por
hacer una mera imagen poética: esa posesión obsesionaba efectivamente a Calígula,
hasta el punto de que solo dormía dos o tres horas, para que el astro nocturno no
burlara su vigilancia.

Igual ocurre con los episodios de la danza ridícula ejecutada ante los patricios; igual
ocurre con la extraordinaria escena del certamen poético... ¿Locura? ¿Histrionismo
exacerbado? ¿Repentina creencia de que todo el bien hecho en los inicios de su
reinado era absolutamente inútil? Hay mucho del Goetz de Jean Paul Sartre en ese
personaje hipostático, y mucho también de un Hamlet monstruoso, cuyo escenario
tuviese la vastedad de un imperio. Y sobre todo, por encima de todo, un inacabable
desprecio a la especie humana, que secundaba sus juegos terribles, ofreciéndole
sacrificios que sólo se habían destinado hasta entonces a los dioses.
De la demencia lúcida de Calígula −o acaso de su lucidez demencial- extrae Camus
frases, párrafos, réplicas, que bien podrían aplicarse a muchos acontecimientos
actuales. Sobre las ruinas de una historia atropellada, destrozada, ensangrentada por
su protagonista, se yergue un arquetipo de humanidad llegado a las extremas
fronteras del Mal.

La carne real se hace tragedia por la acción de sus propias energías destructoras. Al
comienzo del drama, Calígula ha llegado ya al punto en que nada puede esperar del
más allá. Y, al final, cuando el emperador destruye su propia figura en el espejo que
repite sus gestos, invoca la única certeza que le queda: la de haberse inscrito con
trazos de horror en la historia. Muerto ya, grita: “Todavía estoy vivo”... Ha
desempeñado el papel por él escogido −un papel existencial −en la tragedia de la
creación.

1. Marque lo correcto:
a) Los historiadores concuerdan en que Calígula era un enajenado.
b) Camus da demasiada rienda suelta a su imaginación en su obra.
c) Calígula dormía tres horas para poder vigilar la luna.
d) El personaje de Calígula es tan exagerado que resulta desactualizado.
e) Después de una adolescencia ruda y marcial, Calígula se convierte en la
personificación del Mal.

2. Según el texto anterior:

I. En un inicio el emperador Calígula tenía la conciencia de hacer el bien.


II. La obra de Camus puede remitirnos a otras obras clásicas.
III. Hacer una relación entre Hamlet y Calígula es algo aventurado, según el autor.
Son correctas:
a) Solo I y II d) Solo I y III
b) Solo II e) Todas.
c) Solo II y III

3. ¿Por qué podría ser importante ahora el Calígula de Camus?

I. Resulta ser claramente explicativo de la locura de Camus.


II. Podría considerársele como un documento de consulta histórica.
III. Muchos de los actos de Calígula pueden bien aplicarse a acontecimientos actuales.
Son correctas:
a) Solo III d) Solo II
b) Solo I y III e) Solo II y III
c) Solo I y II

4. El título más adecuado para el texto anterior:

a) Vida de Calígula.
b) Camus y el teatro.
c) El Calígula de Camus.
d) La obsesión de Camus por Calígula.
e) La crueldad de Calígula.

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