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HUMANA
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RESUMEN
ABSTRACT
Throughout the history of anatomy, the last half century can be identified when
the passageway from the study of the corpse to the study of the living human
body has taken place. Thus, a retelling of the history of anatomy, rather than
looking to the past, requires thinking from the present: how much can anatomy
contribute to the understanding of the living human body? It seems that the
anatomy is trapped in the corpse study. This article concludes by proposing the
need to establish a new anatomy, which allows explaining not only the structure
of the human body but to that human body as an activated structure or bettering
as a structured activity.
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Introducción
Para empezar a plantearnos, así las cosas, entonces, vamos a afirmar que, a
grandes rasgos, desde el siglo XIV, la anatomía se hizo científico-técnica,
definiendo su método: cortar; su objeto: el cadáver; y su objetivo: comprender
la estructura del cuerpo humano. Y en su desarrollo histórico posterior, no es
sino hasta hace medio siglo (en la segunda mitad del siglo XX), en que le ha
acontecido su más importante innovación. La tecnología desarrollada en los
últimos 50 años, ha significado una renovación rotunda para la anatomía,
desde la noción de “cortar” (el método mismo de la anatomía); y junto con este,
y sin perder de vista su objetivo, la anatomía se ha permitido (en el curso de su
desarrollo más reciente) cambiar de objeto de estudio (aunque más que
cambiarlo es avivarlo): pasando del cadáver al ser humano vivo.
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terminado explicando al ser humano vivo, siempre fiel a su objetivo, que es,
comprender la estructura del cuerpo humano. Hoy, más que nunca la anatomía
tiene un rol sumamente preciado. A saber, la anatomía es la única disciplina
que tiene por objetivo la comprensión de la estructura del cuerpo humano. Así,
en el coro de la interdisciplinariedad contemporánea, la anatomía es la única
disciplina que puede ofrecer una comprensión de la estructura del cuerpo
humano en general, y en particular (y aquí su máxima actualidad), la
explicación de la estructura del sistema nervioso humano (y con este, del
cerebro) (Engelhardt, 2018).
Obviamente que la anatomía no bastará sola para resolver los problemas que
nos plantea la comprensión del cerebro humano, lo que queremos aquí resaltar
es que más que una disciplina cuya historia se tenga que contar hacia el
pasado, en la anatomía se exige una visión hacia el futuro, es decir, resaltar
que es en ella en donde se pueden encontrar los puntos de las íes, cada vez
que nos preguntemos por la estructura del cerebro humano, y de todo el
cuerpo en general.
Anatomía asendereada
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3. Cuando los sociólogos se han acercado a la anatomía, han terminado
igual que los filósofos, y quizá peor, puesto que el acercamiento ha
implicado el sacrificio de la sociología misma, reduciéndola
esencialmente a la condición de vivir en grupos: y por tanto buscando
los sustratos en el cerebro que aseguren esta condición (en lugar de
considerar que todo el cerebro es social, por ejemplo, que sería lo
correcto, se ha propuesto que existiría un “cerebro social” o lo que es lo
mismo: unas partes en el cerebro que aseguran la condición social de un
individuo, y en el colmo: se ha buscado en animales dichos centros con
objeto de afirmar que si en los animales existen dichas áreas, por tanto
en el humano también deben existir). En suma, cuando se busca lo
social en los animales, creemos, que se ha sacrificado a la sociología
(Ortiz, 2019).
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2. Lo mismo cuando se habla de sustancia gris y sustancia blanca, o
materia gris y blanca; se ha perdido completamente la noción original de
estos términos (y en ausencia de otros nuevos, se han utilizado los
mismos sin la rigurosidad adecuada) que hace referencia a un tejido
muerto que toma una coloración producto de su descomposición como
tal (para decirlo rápido: en el cerebro de una persona viva no hay nada
gris: a menos que sea un zombi, pero, hasta donde tenemos
conocimiento, los zombis no existen) (Hernández-Yépez & Contreras-
Pulache, 2019, Contreras-Pulache et al., 2019)
3. Otro punto similar pasa por las nociones de sistema nervioso central y
sistema nervioso periférico, que en cualquier cadáver se pueden
identificar sin ningún problema pero que en términos de actividad
fisiológica continua, no tiene sentido diferenciar una parte del sistema
nervioso solo porque está a un lado o al otro de una estructura ósea
(Ortiz, 2019)
Por esta razón, podríamos decir que la anatomía actualmente tiene una deuda
pendiente: y es la de asumirse con mayoría de edad frente a su nuevo “objeto
de estudio”: ya no el cadáver, sino el cuerpo humano vivo.
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defecto: se encuentra en ciernes: anatomía no del cadáver, sino del cuerpo
humano vivo; anatomía que no busca explicar solo la estructura sino que,
entrelazada con la fisiología (en una sola concepción), busca explicar la
estructura activada, es decir al ser humano vivo: actividad estructurada
(Contreras-Pulache et al., 2019; Ortiz, 2004). Esta es, consideramos en breve,
el problema pendiente de la historia de la anatomía, y, tal como hemos
afirmado, no se resolverá mirando hacia atrás sino esforzándonos en mirar
hacia delante. Toda historia futura de la anatomía, a menos que sea una
repetición del modo como nos hemos venido contando la historia hasta nuestro
tiempo, pasa por replantear esta cuestión fundamental: la anatomía ya no está
para limitarse a la estructura cadavérica, urge un nuevo replanteamiento, un
nuevo paradigma.
Referencias
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11. Ortiz P. Psicobiologia Social (Tomo 2). Lima: Fondo Editorial de la
Universidad de Ciencias y Humanidades; 2019.