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ANALISIS DOGMÁTICO
Antes de abordar la prescripción de la acción penal debemos tener algunos alcances respecto
de la prescripción.
Para Peña (2011), indica que el paso irremediable del tiempo diluye inoperablemente la alarma
social producida por el delito, las necesidades conminatorias no son ya tan fuertes, así como
determinadas dificultades probatorias, aconsejan cesar la pretensión persecutoria, en
concreto, la realización del derecho penal en la persona del culpable.
Dicho de lo anterior, convenimos que el transcurso del tiempo conlleva una serie de cambios
en las relaciones jurídicas entre ciudadanos y Estado por eso la prescripción sirve sobre todo
a la seguridad jurídica, estableciendo una serie de limitaciones políticas al poder punitivo del
Estado.
1. CONCEPTO
Para Roy (1998) “esta prescripción pone fin a la potestad represiva antes de la misma se haya
manifestado concretamente en una sentencia condenatoria firme, lo que ocurre ya sea porque
el poder penal del Estado nunca dio lugar a la formación de causa (cualquiera que fuera el
motivo), o porque iniciada ya la persecución, se omitió proseguirla con la continuidad debida
y dentro de un plazo legal que vence sin que se haya expedido sentencia irrecurrible.
Se puede considerar que tiene una triple vertiente, de diferente relevancia: El principio de
necesidad de declaración de responsabilidad e imposición de pena, los principios
constitucionales de seguridad jurídica y de derecho a un proceso sin dilaciones indebidas, y
el derecho constitucional de defensa. Parece bien asentada la idea de que la ausencia de
necesidad de pena constituye el argumento más significativo a favor de dar relevancia a la
prescripción del delito. Esto es así porque los efectos que se han de perseguir con la
declaración de responsabilidad y consecuente imposición de la pena se ven en la mayoría de
las ocasiones notablemente afectados por el paso del tiempo. Si nos fijamos en los posibles
efectos preventivo-generales a conseguir, sean de intimidación colectiva, sean de
reforzamiento de las normas sociales, sean de reafirmación de la vigencia del ordenamiento,
parece claro que éstos se atenúan o incluso desaparecen con el devenir temporal: Para que
tales efectos funcionen es preciso que se mantenga en los ciudadanos una asociación
cognitiva entre la realización del comportamiento delictivo y la posterior declaración de
responsabilidad e imposición de pena, asociación que, sin embargo, resulta progresivamente
más difícil a medida que el comportamiento delictivo se aleja en el recuerdo. Y lo mismo puede
decirse respecto a los efectos preventivo-especiales susceptibles de perseguirse sobre el
propio 85 delincuente: Su eficaz intimidación será difícil de conseguir si se le declara
responsable e impone una pena transcurrido un tiempo significativo tras su comportamiento,
pues sentirá la reacción penal como una respuesta a destiempo y, por ello, injusta; en cuanto
a los posibles efectos resocializadores o inocuizadores, deben quedar circunscritos al
momento de la ejecución de la pena, momento procedimental al que todavía no hemos
llegado. En cualquier caso, la necesidad de declarar la responsabilidad e imponer la pena
varía significativamente según la importancia del delito, lo que explica incluso que ciertos
delitos se consideren imprescriptibles (Villa, 2014). Por otro lado, el principio de legalidad
material o de seguridad jurídica, reconocido en nuestra Constitución en sus arts. 9.3 y 25.1,
así como el derecho fundamental a un proceso público sin dilaciones indebidas, recogido en
el art. 24.2 de nuestra Constitución, se ven sin duda afectados por el retraso en la verificación
de la responsabilidad penal y la eventual imposición de una pena: Cuando el transcurso del
tiempo desde la comisión del delito supera ciertos términos se acentúa ilegítimamente en la
persona imputada o susceptible de ser imputada la incertidumbre y la estigmatización ligadas
necesariamente a un proceso penal a iniciar o ya iniciado pero interrumpido. Resulta
razonable, por otro lado, que la legitimidad de mantener la incertidumbre o la estigmatización
se gradúe temporalmente en función de la gravedad del delito cometido. Por último, no resulta
inhabitual que el paso del tiempo dificulte progresivamente la posibilidad de obtener las
pruebas precisas para verificar la responsabilidad de quien ha cometido el delito, de asegurar
su fiabilidad o de permitir una valoración adecuada de ellas, lo que repercute sobre un cabal
entendimiento del 86 derecho fundamental a la defensa contenida en el art. 24.2 de nuestra
Constitución. Parece asimismo razonable que la obligatoriedad de correr esos riesgos se
acompase a la gravedad del delito cometido. (Villa, 2014)
3. NATURALEZA JURÍDICA
Nuestra legislación positiva, en concreto el legislador del 91, decidió conveniente ubicar la
prescripción en el texto punitivo; las razones habría que buscarlas en criterios materiales, en
tanto la prescripción produce indefectiblemente la extinción de la responsabilidad criminal, sin
pronunciarse sobre el fondo, es decir, sobre el injusto y la responsabilidad penal del imputado.
El Derecho penal posee respecto a la prescripción naturaleza mixta. El hecho que en la
prescripción se añadan criterios procesales no hace que este instituto sea un mero obstáculo
procesal. La prescripción tiene naturaleza material y procesal (Peña, 2013). Por efectos de la
prescripción, el estado a través del ius puniendi que caracteriza en cuanto a castigar conductas
antijurídicas, este pierde la facultad de poder perseguir punitivamente un hecho punible;
asimismo, el paso inevitable del tiempo evita que se pueda accionar contra quienes recae una
sospecha vehemente de culpabilidad. (Peña, 2013)
4. PLAZOS DE LA PRESCRIPCIÓN
Se han establecido normativamente una serie de espacios temporales para que el juzgador
de oficio o a petición del interesado- pueda declarar judicialmente la acción penal o la pena.
Dichos plazos se encuentran regulados según la naturaleza del ilícito penal, dado que no todas
las figuras delictivas comprendidas en la Parte Especial se perfeccionan típicamente de una
forma homogénea.
Se produce cuando un mismo autor con una pluralidad de acciones independientes entre sí,
realiza, a su vez, varios delitos autónomos. Las acciones prescriben separadamente en el
plazo señalado para cada uno. (Artículo 80 del Código Penal, segundo párrafo)
En concurso se constituye una unidad de conducta que infringe varias posiciones penales,
conectadas por un mismo autor y resolución criminal. Las acciones penales prescriben cuando
haya transcurrido un plazo igual al máximo correspondiente al delito más grave, en estos
casos la prescripción no será mayor a 20 años. (Artículo 80 del Código Penal, tercer párrafo)
En los delitos en los que la pena desde limitación de días libres, prestación de servicios a la
comunidad, inhabilitación, multa; la pena acción penal se extingue a los dos años, el plazo se
computa desde que se produce el hecho delictivo. (Artículo 80 del Código Penal, quinto
párrafo)
Solo en los supuestos de delitos contra el patrimonio del Estado o cometidos con integrantes
de organizaciones criminales, el plazo de prescripción se duplica. (Artículo 80 del Código
Penal, sexto párrafo)
A las personas que tuviesen más de 18 y menos de 21 años, o más de 65 años al momento
de la comisión del hecho punible se les reduce prudencialmente el plazo de la prescripción,
en tanto que los plazos fijados se verán reducidos en la mitad si cuando al momento de la
comisión del hecho el agente tenía entre 18 y 21 años, o más de 65. (Artículo 81 del Código
Penal)
a) Tentativa
Según el desarrollo del iter criminis, se valora el plan criminal del autor según diversas
etapas que comprenden la fases interna y externa; para que el plan ideado del autor tenga
relevancia jurídico-penal debe ser manifestado en el mundo exterior a través de una serie
de actos que normativamente significan la puesta en peligro de un bien jurídico protegido.
Los plazos de prescripción comienzan a contarse desde el día en que cesó la actividad
delictuosa.
b) Delito instantáneo
El plazo de prescripción de la acción penal empieza a computarse a partir del día en que
se consumó. La consumación ocurre en el momento en que se produce el resultado o
situación que describe el tipo penal, sin que se determine la creación de una circunstancia
antijurídica de efectos duraderos. Es decir, se consuma inmediatamente, sin necesidad de
que una separación espacio-temporal entre la acción u omisión del resultado.
c) Delito continuado
d) Delito permanente
Sin embargo, la acción penal prescribe, en todo caso, cuando el tiempo transcurrido
sobrepasa en una mitad al plazo ordinario de prescripción.
En el tercer párrafo del artículo 83 del Código Penal, se encuentra normado que: “se
interrumpe igualmente la prescripción de la acción penal por la comisión de un nuevo delito
doloso por el imputado”. Es decir, nos encontramos ante un hecho delictivo que ya es de
conocimiento por parte de los órganos de persecución penal, y muy a pesar de ello,
sobreviene una situación posterior, el agente comete un nuevo delito doloso. Sobre esta
causa de interrupción, resulta necesario, establecer las siguientes precisiones: primero, el
delito que se encuentra siendo investigado antes las instancias competentes, puede ser
un hecho delictivo doloso, imprudente o preterintencional, en cambio, el nuevo delito, cuya
comisión se la atribuye al mismo imputado, debe ser necesariamente doloso. El
fundamento de esta circunstancia de interrupción supone en impedir que el procesado sea
beneficiado prontamente con la prescripción, cuando con su conducta ha manifestado una
nueva desobediencia normativa.
La acción penal se prescribe cuando el tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad el plazo
al plazo ordinario de prescripción (artículo 83 in fine del CP). Con relación a este último punto
las Salas Penales de la Corte Suprema han establecido como doctrina legal que:
Cuando se trate de delitos cuya pena conminada privativa de libertad tiene un máximo legal
superior a 20 años, el plazo ordinario de prescripción de la acción penal será de 20 años, y el
plazo extraordinario de prescripción será de 30 años. Y cuando la pena que reprime el delito
sea la de cadena perpetua, el plazo ordinario de prescripción de la acción penal será de 30
años mientras que el plazo extraordinario de prescripción será de cuarenta y cinco años.
El Código Penal regula la Suspensión de la acción penal en el art. 84°, señalando: “Si el
comienzo o la continuación del proceso penal depende de cualquier cuestión que deba
resolverse en otro procedimiento, se considera en suspenso la prescripción hasta que aquel
quede concluido”.
Es así que, la sola interposición de una causal de suspensión provoca inmediata paralización
de las actuaciones jurisdiccionales penales, a fin que se cumpla con determinados
presupuestos legales, de cuya resolución correcta depende que pueda volver el Estado a
retomar la vigencia de sus facultades persecutorias. (Peña, 2007, pág.1114).
Causales de suspensión:
a) Cuestión Previa
Esta institución procesal procede cuando se inicia el proceso penal omitiendo un
requisito de procedibilidad previsto en la ley.
Art. 4° del CPP.
“Las Cuestiones Previas proceden cuando no concurre un requisito de
procedibilidad […]”.
Esta institución procesal procede cuando se inicia el proceso penal omitiendo un
requisito de procedibilidad previsto en la ley.
Existen requisitos (presupuestos legales), se les denomina “condiciones objetivas
de perseguibilidad”, cuya omisión en su cumplimiento, dan paso, a la interposición
de “cuestión previa”.
b) Cuestión prejudicial
Esta cuestión procede cuando debe determinarse en la vía extra- penal (en lo civil,
laboral, etc.) el carácter delictuoso de hecho imputado. Declarada fundada la Cuestión
se suspenderá el proceso en tanto en la otra vía recaiga la resolución firme sobre el
carácter delictuoso o no.
Art. 4° del CPP.
“Las Cuestiones Prejudiciales proceden cuando deba establecerse en otra vía el
carácter delictuoso del hecho imputado […]”
Mientras la vía extrapenal no se pronuncie al respecto, la actividad
persecutoria debe cesar su operatividad a fin de evitar un pronunciamiento
judicial que podría desembocar en una sentencia injusta y arbitraria.
Sirve para garantizar el ejercicio eficaz de ciertas funciones públicas de
importancia para la vida política del país.
c) Acusación Constitucional
La Constitución en su art. 99° permite a la Comisión Permanente del Congreso realizar
acusación constitucional al Presidente de la República, a los Congresistas, Ministros
de Estado, etc. Mientras no se resuelva el procedimiento para la acusación
constitucional de los funcionarios públicos beneficiados por el antejuicio, se suspende
la prescripción de la acción penal. Concluida la vía extra-penal continúa el decurso
prescriptorio.
d) Desafuero Parlamentario
PRESCRIPCIÓN DE LA PENA
La pena impuesta al autor por resolución firme prescribe si no se cumple el tiempo que fija la
ley para la prescripción de la acción penal, es decir, el máximo de la pena prevista para el
delito de que se trate. El fundamento de la figura de la prescripción de la pena reside en que
el retardo en el cumplimiento de la pena impuesta repercute en la función asignada a la pena,
por lo que la demora en su ejecución hace que se pierda la necesidad punitiva que motivó su
imposición judicial.
Artículo 79. Extinción de la acción penal Artículo 102. Extinción de la acción penal
por sentencia civil por sentencia civil
Se extingue la acción penal si de la sentencia Se extingue la acción penal si de la sentencia
ejecutoriada dictada en la jurisdicción civil, ejecutoriada dictada en la jurisdicción civil
resulte que el hecho imputado como delito es resulte que el hecho imputado como delito es
lícito. lícito.
La acción penal prescribe en un tiempo igual 103.1 La acción penal prescribe en un tiempo
al máximo de la pena fijada por la ley para el igual al máximo de la pena fijada por la ley
delito, si es privativa de libertad. para el delito, si es privativa de libertad. Para
En caso de concurso real de delitos, las los efectos de esta disposición, se considera,
acciones prescriben separadamente en el cuando sea el caso, las circunstancias
plazo señalado para cada uno. modificativas específicas previstas en los
En caso de concurso ideal de delitos, las delitos del Libro Segundo, quedando excluidas
acciones prescriben cuando haya transcurrido
un plazo igual al máximo correspondiente al las circunstancias agravantes cualificadas y
delito más grave. las circunstancias atenuantes privilegiadas.
III. JURISPRUDECIA
IV. CONCLUSIONES
V. PROPUESTA MODIFICATORIA
"LEY DE REFORMA QUE MODIFICA EL ARTÍCULO 80° DEL CÓDIGO PENAL DEL PERÚ
SOBRE SOBRE LOS PLAZOS DE PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENA EN SU ÚLTIMO
PÁRRAFO"
La presente Ley modifica el artículo 80° del Código Penal para la regulación de los plazos de
prescripción en el supuesto de delitos cometidos por funcionarios públicos.
Modificase el texto del artículo 80° del Código Penal, el mismo que quedara redactado en los
siguientes términos:
TEXTO MODIFICADO
Artículo 80. - La acción penal prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por
la ley para el delito, si es privativa de libertad.
En caso de concurso ideal de delitos, las acciones prescriben cuando haya transcurrido un
plazo igual al máximo correspondiente al delito más grave.
La prescripción no será mayor a veinte años. Tratándose de delitos sancionados con pena
de cadena perpetua se extingue la acción penal a los treinta años.
En los delitos que merezcan otras penas, la acción prescribe a los dos años.
En casos de delitos cometidos por funcionarios y servidores públicos, de organismos
sostenidos por el Estado, o cometidos como integrantes de organizaciones criminales, el
plazo de prescripción se duplica.
TEXTO VIGENTE
Artículo 80.- La acción penal prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada por
la ley para el delito, si es privativa de libertad.
En caso de concurso ideal de delitos, las acciones prescriben cuando haya transcurrido un
plazo igual al máximo correspondiente al delito más grave.
La prescripción no será mayor a veinte años. Tratándose de delitos sancionados con pena
de cadena perpetua se extingue la acción penal a los treinta años.
En los delitos que merezcan otras penas, la acción prescribe a los dos años.
……………………………………
Ramis Ninaquispe Yzquierdo
Congresista de la República
I. EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Los supuestos mencionados en el último párrafo del artículo 80 del Código Penal vigente
mencionan que se aplica la duplicidad de la prescripción “en casos de delitos cometidos por
funcionarios y servidores públicos contra el patrimonio del Estado (…)”, es decir, como
menciona Peña Cabrera (2015), los presupuestos necesarios para que concurran los efectos de
duplicación del plazo de prescripción, son: que exista una relación funcional entre el agente
infractor especial del delito – funcionario o servidor público – y el patrimonio del Estado; b) que
dicho vínculo implique que el funcionario ejerza o pueda ejercer actos de administración,
percepción o custodia sobre bienes públicos; que la fuente de tales atribuciones y c) que la
fuente de tales atribuciones u funciones sea una orden administrativa o verbal al funcionario o
servidor que no las poseía. Donde se considera según Acuerdo Plenario 1-2010/CJ-116 (2010):
El patrimonio del Estado, parcialmente del Estado o privado está constituido por bienes
muebles o inmuebles con valor económico, como los caudales y efectos, lo que se
traduce en la presencia de un perjuicio patrimonial real y efectivo en la entidad estatal.
Mismo documento en el que se especifica que se trata de bienes íntegramente del Estado,
bienes de Sociedades de economía mixta donde el Estado tiene parte por estar integrado con
capital proveniente tanto del sector público como del sector privado y se comparte la propiedad
de los bienes y, bienes de propiedad privada que se encuentren en posesión directa del Estado,
que ejerce la administración temporal para fines institucionales o de servicio a través de un acto
jurídico legalmente válido. Por lo que quedan sin efecto los actos delictivos de funcionarios –
tipificados en la parte especial del Código Penal- que no afectan el patrimonio del Estado.
(Huamán, 2018)
En base a los alcances de la norma, se entiende de manera vaga e imprecisa cuál es el objeto
real de tutela, pues con la regulación vigente, pueden confundirse los principios jurídico-
constitucionales que guían la Administración Pública (que son los que la razón subyacente de la
ley pretende proteger) con el patrimonio del Estado, de manera que se tiene como consecuencia
un grado de impunidad de los actos delictivos cometidos por funcionarios que no constituyen un
agravio al patrimonio estatal; situación que se evidencia en la excesiva patrimonialización que
muchas veces se encuentra en la doctrina y jurisprudencia, que termina por distorsionar ámbito
de protección de la norma.
Por lo expuesto, se cree conveniente la modificación del artículo 80 del Código Penal, debido a
que nuestro país vive un estado de podredumbre en razón a la corrupción generalizada que
existe, y que por diversos factores asistimos a un gran porcentaje de impunidad, amén de la cifra
de este tipo de criminalidad. (Tucto y Francia, 2016)
Cárdenas Y Villegas. (2013). Prescripción Civil y Penal. Gaceta jurídica. Lima: revista
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Pariona, R. (2010). La Prescripción en los delitos contra la administración púbica (Tomo X).
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Roy, L. (1998). Causas de Extinción de la Acción Penal y de la Pena (Ed. 2). Lima: Grijley.
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Estrada, C. (2018) Prescripción de la Acción penal. Trabajo de suficiencia para optar el título
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Peña, A. (2015) Derecho Penal: Parte General. (Ed. 5) (Tomo II). Lima: Moreno S.A.
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Las Consecuencias Jurídicas. Lima: RODHAS.