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¿Hay música en
el hombre?
El libro de bolsillo
Música
Alianza Editorial
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Prólogo
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1liseüode cubierta: Ángel Uriarte A principios de los años setenta, John Blacking fue invitado
Fotografía: El autor
por la Universidad de Washington (Seattle) a pronunciar
una serie de conferencias sobre la música centradas espe
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la
cialmente en su labor de investigador durante dos décadas 1,
Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes Era una ocasión magnífica para ofrecer un balance de los
indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, años de trabajo de campo sobre diversas músicas de África
distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra litera
ria, artística o científica, o su transforn1ación, interpretación o ejecución artística
meridional. Pero Blacking lo aprovechó, también, para ex
fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin presar las convicciones más básicas que tenía del hecho mu
la preceptiva autorización.
sical y proponer los caminos de investigación que, a su
modo de entender, podían revolucionar los estudios y la en
© 1973 by the U niversity uf Washington Press
señanza de la música. Y eso tanto en lo relativo a las músicas
© del prólogo: jaume Ayats, 2006 europeas u occidentales como en lo relativo a las músicas ca
© de la traducción: Francisco Cruces Villalobos, 2006 lificadas de «exóticas». Con sus palabras Blacking pretendía
© Alianza Editorial, S. A., Madrid, 2006 provocar una cierta perplejidad en los oyentes, transformar
Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15; algunas de las ideas más comunes que se tienen sobre la mú-
28027 Madrid; teléfono 91 393 88 88
www.alianzaeditorial.es
ISBN: 84-206-6039-6 l. Fue invitado en el marco de las fessie and fohn Danz Lectures. La re
Depósito legal: M . 9.195-2006 dacción revisada de estas conferencias apareció publicada en el año
Fotocomposición: cFCA, s. A. 1973 con el título How Musical is Man? Agradecemos a Eumo Editorial
Parque Industrial «Las Monjas>> su autorización para utilizar el prólogo de la edición catalana de este
28850 Torrejón de Ardoz ( M adrid) libro.
Printed in Spain
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¡\ YAT�
9
1 \11,\11 PROLOGO
sica y cuestionar un a serie de ••'P''' to' lund.tttH·nt.dcs de la la investigación musical contemporáneos; un texto que, ade
práctica musical y la comprcnsiún que tllll''' r.t s< ,, icdad tie más, tiene las virtudes de estar escrito en un estilo de lectura
ne de ellos. Deseaba, en definitiva, que lo s asisll'nll's a las fácil y amena, nada complicada para los «no-especialist� s>>;
conferencias se sintieran empujados a tomar n uevas posi con ejemplos que a menudo pertenecen a nuestra expenen
ciones frente a la actividad musical v' la enseúanza e investi- cia musical más inmediata; y que propone cuestiones que no
gación de la música. sólo afectan a los profesionales de la música (sean intérpre
Para conseguirlo, articuló toda su exposición a partir de tes, profesores o teóricos), sino también a un público general.
una sola pregunta -¿Cuán músico es el hombre?-, que iba Ese público que en nuestra sociedad ha sido considerado tra
contestando parcialmente a partir de las teorías antropológi dicionalmente «sólo de aficionados)) (o de supuestos «consu
cas y lingüísticas que le ofrecían diversas investigaciones de midores pasivos)) de unos productos sonoros elaborados por
aquellos años y, sobre todo, a partir de sus propias experien una élite de técnicos) y que Blacking reivindica como creado
cias y reflexiones. Evidentemente, no podía pretender dar res potenciales en el hecho musical, como actores necesarios.
una respuesta completa a la pregunta, sino más bien indicar Precisamente una de las argumentaciones básicas de Blacking
las vías de investigación que podían ayudarnos a ir respon es presentar la práctica musical como una actividad inevita
diéndola y, de este modo, sugerir los caminos que deberían blemente social y demostrar que el desarrollo completo de la
seguir los futuros estudios sobre la musicalidad humana. Los creatividad musical humana, de la completa experiencia hu
ejemplos con los que argumentaba el discurso iban alternan mana de la música, sólo puede entenderse dentro de un con-
do y contraponiendo el trabajo de campo en África con di texto social, de participación colectiva. _
versas situaciones de la vida musical occidental, bien conoci Pero, ¿quién era John Blacking? ¿Cómo llegó a tormular
das y probablemente experimentadas por el público que lo sus concepciones sobre la actividad musical?
escuchaba. La frescura y el lenguaje directo y claro que usa
ba, la variedad y riqueza de los ejemplos y la agudeza con que
abordó gran parte de los temas hicieron que la publicación john Blacking nació en Guildford (Surrey, Inglaterra) en el
de estas conferencias se transformara inmediatamente en un año 1928 y se formó en las escuelas de la catedral de Salis
clásico que se iría traduciendo a diversas lenguas (francés, ja bury y de Sherbone, donde recibió las primeras clase� de
ponés, alemán, italiano, griego y catalán, entre otros). música. Quería ser sacerdote anglicano y, a la vez, se dedtca
Al cabo de treinta años, y a pesar de los cambios teóricos y ba al estudio del piano. Su contacto con la realidad social de
las lógicas discrepancias que la investigación ha ido formu los barrios marginales londinenses a mediados de la década
lando a algunas de las propuestas del libro, ¿Hay música en el de los cuarenta lo llevó del conservadurismo al socialismo.
hombre? continúa siendo un texto de referencia inevitable y Pasó los años 1948-1949 en Malasia, durante el período del
un motivo constante de reflexión: no ha perdido nada de la servicio militar. Allí conoció otras religiones. Estas expe
fuerza y la capacidad de interpelación que, hace ya una gene riencias -junto con diversos contactos con malasios, chinos
ración, incitaba a la investigación y la teorización sobre la e indios- cambiaron la dirección de sus estudios y lo impul
música. Por eso su traducción al castellano ofrece la posibili saron a emprender una reevaluación gradual de su propia
dad de acercarse a una obra fundamental del pensamiento y cultura y sus valores.
/() J \ll,\.11 A Y:\TS PRO LObO 11
Estudió antropología bajo la dirección de Meycr h>rtes, a Durante los años 1956-1958 emprendió un trabajo de
quien dedica¿Hay música en el hombre? hH·tcs se di o cuenta, campo intensivo entre los venda del norte del Transvaal
con su habitual perspicacia y amplitud de esp ír itu que ningún
,
( Sudáfrica). Más que una erudita «observación» de la músi
antropólogo hasta entonces había atribuido importancia su ca de los venda, el trabajo fue transformándose en un inter
ficiente a la música y por eso envió a Blacking unos meses a cambio y un diálogo. Hablaba de música con los venda, les
París con André Schaeffner para que se iniciase en el estudio tocaba el piano y aprendía a cantar sus canciones y tocar sus
de la, en aquellos años, incipiente etnomus icología. En el instrumentos. En cierto modo, con las ideas de diálogo, de
año 1953 obtuvo la licenciatu ra de antropol ogía social en transformación mutua, y la construcción de una explicación
el King's College de Cambridge. Pocos meses más tarde fue del porqué de la música venda que fuera válida para los mis
nombrado consejero adjunto del Gobierno para los asuntos mos venda, ya anticipaba algunas de las actitudes que años
referentes a los aborígenes de Malasia, pero sólo estuvo seis más tarde desarrollaría la llamada antropología postmoder
días en el cargo. Fue despedid o porque expresó su desacuer na. Blacking explicaba con estas palabras cómo inició la in
do en sacar a los aborí ge ne s de la selva, como pretendí vestigación:
a el
gennal sir< ;crald Templer. Las autorida des procedie ron
al
desplazamiento de la población y el resultado fue un elevado Existía una idea bastante precisa del modo de dar forma a una co
número de muertos. lección de documentos etnomusicológicos. Maud Karpeles, Percy
Seguidamente se dedicó a actividades de investigación an Grainger, Béla Bartók, Constantin Brailoiu y muchos otros habían
tropológica, enseñó en un instituto de secundaria en Singa hecho trabajos soberbios. Pero, realmente, yo no quería imitarles.
pur, trabajó de locutor en Radio Malasia y acompañó a Mauri Sus trabajos evocaban la antigua escuela de la antropología dirigi
da a recoger datos sobre las costumbres y el parentesco, elaborada
ce Ciare en una gira de conciertos, hasta que en junio de 1954
a partir de entrevistas con los informantes. Por lo que a mí respec
volvió a París para recibir clases de piano. Quedándose sin
ta, yo quería sumergirme verdaderamente en la vida de una socie
sostén económico, se incorporó en Sudáfrica como musicólo
dad y participar en sus actividades musicales durante largo tiempo
(Howard, 1990: 191).
go en el proyecto «International Library of African Music»,
donde transcribió, analizó y comentó las grabaciones hechas
por Hugh Tracey. Años más tarde recordaba así aquel período:
1
12
PR(li.O<�O 13
.,
14 J A lJMI: AYATS Pl-{()1.{)(�0 15
por qué? ¿Qué significa aquella música en aquella cultura? a una única explicación que armonice los elementos musica
¿Por qué es rechazada por unos, mientras atrae a otros? Los les y extramusicales: esta explicación tendrá que ser, claro
valores sociales que asume una música y el efecto que pro está, aceptada y validada por los propios miembros del gru-
duce dependen sobre todo del «contexto»: por esta razón el po social. .
motivo que hace posible una actividad musical es siempre Actualmente muchos de los investigadores no comparti
«extramusical». ríamos algunas de la ideas de Blacking: los elementos inna
Establecido este punto de partida, Blacking pretende ana tistas y generativistas serían probablemente cuestiona dos,
!izar la música desde un postulado diáfano: debe de haber y la relación directa entre las estructur as sociales y las es
una relación forzosa entre las estructuras de la organización tructuras musicales sería matizada a partir de otras cir
humana de una sociedad concreta y las estructuras sonoras cunstanci as que intervien en en la actividad musical. O al
que resulten de su interacción social (es decir, la música). menos así nos lo han hecho comprender numerosas inves
Aunque nunca se manifiesta tan determinista como para de tigaciones realizadas durante estos treinta años ( investiga
fender un vínculo de causalidad entre los dos conjuntos de ciones que, por otra parte, no habrían sido posibles sin las
estructuras, sí cree que la función social puede explicar gran reflexiones de Blacking). Aun así, las propuestas de Blacking
parte de las estructuras musicales. De todos modos, ya que continúan teniendo una presencia incuestio nable en los
este vínculo no siempre se revela de forma evidente, Blac planteamientos de la disciplina , ya que desde que él partici
king propone un modelo de estructura superficial (la estruc pó en la difusión del punto de vista social en los estudios de
tura musical que percibimos con el oído) que sería la elabo la música, la investigac ión musicológ ica no ha podido con
ración en una situación concreta de una supuesta estructura tinuar aceptand o ningún análisis de un «objeto musical»
profunda. Esta estructura profunda, no tan fácil de indagar, como si se tratase de una realidad independiente de las per
sería la que nos indicaría las bases cognoscitivas y composi sonas y el contexto social que la hacen posible. Continúa
tivas que aquella sociedad lleva a la práctica en el momento siendo completa mente válida su afirmació n de que «a no
de expresarse musicalmente. Encontramos, de nuevo, varias ser que el análisis formal comience con un análisis de la si
nociones básicas de la gramática chomskiana aprovechadas tuación social que genera la música, carecerá de sentido».
para construir un modelo de comunicación musical, hasta el Y la concienc ia de esta realidad ha transformado y orienta
punto de que Blacking también llega a proponer la necesi do gran parte de las investigac iones musicológ icas y etno
dad de formular reglas simples que describan la creatividad musicoló gicas. También en la dirección que él sostenía, la
desde la conjunción de procesos sociales, musicales y cog tradicion al división entre musicolo gía (destinada a la inves
noscitivos. tigación de la música occidental) y etnomusicología ( reser
Desde esta perspectiva, propone una definición de la mú vada a las músicas calificadas de exóticas) se ha revelado
sica como sonido humanamente organizado, etiqueta que cada vez menos pertinent e, y las investigac iones en estas
-aunque un tanto ambigua- se ha convertido en un clásico disciplina s tienen una necesidad creciente de un diálogo
constantemente citado. entre los dos campos. Las palabras de Blacking sobre esta
Yendo más lejos, cree que un análisis que tenga completa cuestión todavía son de estricta actualidad: « La comparti
mente en cuenta el contexto de la sociedad estudiada llegará mentació n de la musicolo gía me parece una tragedia» y
jAlJME AYATS
16 !lRt)UKiO 17
«Una aproximación etnomusicológica es necesaria incluso música en sí misma fuera un valor suficiente. Y cómo esta
en el estudio de la música europea». concepción del aprendizaje ha llevado a grandes fracasos en
Otro elemento de reflexión de Blacking que continúa con la educación musical de los niños. Blacking defiende que, si la
servando una gran fuerza de transformación de nuestra ac persona «nace musical», la experiencia y la práctica musi
tividad musical es su convencimiento en torno a la capaci cales deberían estar en el centro de la educación escolar.
dad de cualquier persona para desarrollar importantes Cuando esto se hace en total consonancia con el desarrollo
niveles de creatividad musical. En consonancia con sus ideas social y corporal del niño, la actividad musical redunda po
socialistas -y con un cierto grado de idealismo-, defiende sitivamente en el desarrollo orgánico de todas las capacida
las aptitudes musicales del ser humano condicionadas por la des infantiles, desde las lógicas y las afectivas hasta las más
situación social que las estimula o las impide. En este punto claramente sociales.
destaca el enorme contraste entre la sociedad venda, donde Por lo que se refiere al apartado de críticas, conserva tam
prácticamente todos los miembros son considerados intér bién completa validez el análisis que hace de las teorías evo
pretes aptos, y la sociedad occidental, donde la tarea musical lucionistas de la música. Por una parte, muestra la futilidad
está reservada a una élite técnica. Por lo que concierne a que representa el ejercicio de buscar los «orígenes» de la mú
nuestra cultura, expone una paradoja bastante elocuente: sica y, por otra, revela cómo una supuesta «historia univer
«El dogma capitalista le dice [al productor de cine] que la sal de la música», fundamentada en el argumento de una
música es sólo para unos pocos escogidos, pero la experien complejidad creciente y bajo los criterios de valor más es
cia capitalista le recuerda que Sonrisas y lágrimas fue uno de trictos de la música europea, no es más que un discurso
los mayores éxitos de taquilla de todos los tiempos». O la etnocéntrico que pretende justificar una «superioridad mu
misma argumentación en clave de explotación de clase: sical» de la élite dominante en nuestra sociedad. Ni la com
«¿Debe la mayoría tornarse "amusical" para que unos pocos plejidad de una «obra» musical indica ningún tipo de supe
se vuelvan "musicales"?». rioridad artística, ni tampoco puede igualarse simplicidad a
Las potencialidades musicales del ser humano le condu arcaísmo. Especular sobre una historia conjetural no contri
cen a tratar otro gran tema: la preocupación por el aprendi buye a una mejor comprensión de un sistema musical ni al
zaje musical. La contraposición de la sociedad venda con la desarrollo de la musicalidad humana.
occidental pone inmediatamente de manifiesto la importan En todo caso, su pensamiento sobre la música lo conduce
cia decisiva que para cualquier tipo de aprendizaje musical a una definición bastante explícita del carácter social de esta
tiene la actividad social donde se realiza. Y revela, al mismo actividad: «La función de la música es reforzar ciertas expe
tiempo, cómo es el aprecio e interés que los diferentes acto riencias que han resultado significativas para la vida social,
res muestran hacia la actividad, lo que hace posible que la vinculando más estrechamente a la gente con ellas».
música se transforme en un aprendizaje más o menos rápi Y es desde esta visión participativa y social como ¿Hay
do por parte de los niños. En la otra cara de la moneda, nos música en el hombre? nos propone un amplio campo de re
t :ecuerda que la pedagogía occidental de la música ha pre flexión, lleno de sugerencias y puertas abiertas, en nuestra
tendido con demasiada frecuencia poner en práctica una condición de personas que destinamos a la actividad musi
enseñanza desligada de las necesidades sociales, como si la cal (como intérpretes o como oyentes) gran parte de nuestra
¡¡¡ JAU,\t1E AYATS
]AUMEAYATS
Prefacio
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24 ¿HA Y MÚSICA EN EL HOMBRE?
bern, o siempre que había un piano disponible y podía Los venda me enseñaron que la música nunca puede
sumergirme en Bach, Chopin o Mozart. ·· ntcnderse como una cosa en sí misma, y que toda músi
F ueron los venda de Sudáfrica los primeros que echa ' ,, es música popular, en la medida en que, sin asociacio
ron abajo algunos de mis prejuicios. Ellos me introdu I ws entre las personas, no se puede transmitir ni dotar de
jeron en un nuevo mundo de experiencia musical y una .,,.111 ido. Las distinciones al uso entre diferentes técnicas
comprensión más profunda de «mi propia» música. Yo • • est i los musicales según su complejidad aparente no nos
me había formado para comprender la música como un • IHen nada útil sobre los propósitos expresivos y el poder
sistema de ordenación del sonido en el cual algunos eu • le l a música, ni sobre la organización intelectual implica
ropeos dotados de excepcional talento musical habían d.! en su creación. La música no se somete a reglas arbi-
ido inventando y desarrollando un conjunto acumulati 1 ra rias como las de los juegos: tiene demasiado que ver
vo de reglas y una variedad cada vez mayor de patrones '• • n sentimientos humanos y experiencias en sociedad,
aceptables de sonido. Asociando diferentes «objetos so demasiado a menudo sus patrones son generados por
noros» con diversas experiencias personales, escuchan "'• rprendentes explosiones de actividad mental incons
do y tocando repetidamente la música de una serie de ' iente. Muchos de los procesos musicales esenciales, si no
compositores reconocidos, y por un refuerzo selectivo t o dos, se hallan en la constitución del cuerpo humano y
que se suponía objetivamente estético pero que no care en patrones de interacción entre cuerpos humanos en so
cía de relación con intereses de clase, adquirí un reperto ' iedad. En consecuencia, toda música es, estructural y
rio de técnicas y valores musicales p ara interpretar y funcionalmente, música popular. Los creadores de músi
componer. Dicho repertorio era consecuencia de mi en ca «clásica>> no son de manera innata más sensibles o in
torno social y cultural en la misma medida que las apti tel igentes que los músicos «populares». Sencillamente,
tudes y el gusto musical de un venda son una convención las estructuras de su música expresan, por procesos simi
de su propia sociedad. Los principales resultados de los lares a los de la música venda, los sistemas de interacción
cerca de dos años de trabajo de campo que estuve entre entre las personas que viven en sus sociedades, numéri
los venda y de mis intentos de analizar esos datos duran camente más amplios, así como las consecuencias de una
te un período de doce años son que creo que estoy co mayor división del trabajo y una tradición tecnológica
menzando a entender el sistema venda; que he dejado de acumulativa.
entender la historia y las estructuras de la música «clási Claramente, la lectoescritura y la invención de la nota
ca» europea con la claridad que solía; y que ya no en ción son factores importantes en la generación de estruc
cuentro utilidad alguna en distinguir entre términos turas musicales de gran envergadura, pero sólo expresan
como música «popular» y música «culta» 1 , excepto en diferencias de grado y no la diferencia de naturaleza im
calidad de etiquetas comerciales. plícita en la distinción entre música «culta» y «popular>>.
He limitado mis ejemplos a la música de los venda por
l. Folkyart m usicen el original. [N. del T.] que tengo de ella una experiencia personal y datos empí-
26 ¿HAY M O�! CA El\ E L HOMBRF3 1111 <,< 1\1 27
"---r,··
1 . Sonido humanamente organizado
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311 ¿IIAY .\<1CSICA EN EL HOMBRE? 1 \(INIDO HUMANAMENTE OR(;ANIZADO 31
de teoría y pníc t ica mus ica l que emerg ió y se desarrolló descubrimientos y se desarrolle como un método de
durante un período determ i nado de la historia europea. estudio, y no sólo como un campo. Pienso que la etno
Más importantes que cualqu ier división arbitraria, et musicología debería ser algo más que una rama de la mu
nocéntrica, entre música y música étnica, o entre música -, i cología ortodoxa que trate sobre música «exótica» o
culta y música popular, son las distinciones que estable «popular»: podría encabezar nuevas formas de analizar
cen diferentes culturas y grupos sociales entre música y l.t música y su historia. Las divisiones al uso entre música
no música. En último término, más que los logros musi 'u Ita y música popular son inadecuadas y engañosas
cales particulares del hombre occidental, son las activi 'omo herramientas conceptuales. Carecen de sentido y
dades del Hombre Hacedor de Música las que revisten precisión como indicadores de diferencias musicales. A
mayor interés y consecuencias para la humanidad. Si, por lo más, definen los intereses y actividades de distintos
ejemplo, todos los miembros de una sociedad africana grupos sociales. Expresan una perspectiva similar a la del
son capaces de ejecutar y escuchar de manera inteligente d icho que conjuga: «Yo toco música, tú eres cantante po
su propia música nativa, y si esa música no escrita, una p ular, él hace un ruido horrible». Lo que precisamos sa
vez analizada en su propio contexto sociocultural, mues be r es qué sonidos y qué tipos de comportamiento han
tra una variedad de efectos similar sobre las personas y decidido las diferentes sociedades llamar «musicales». Y
tiene su fundamento en los mismos procesos intelectua h asta que no sepamos algo más sobre esto, no podremos
les y musicales que hallamos en la llamada música «cul comenzar a dar respuesta a la pregunta: «¿Cuán músico
ta» europea, debemos preguntarnos por qué aptitudes es el hombre?».
musicales aparentemente generales deberían verse res Si los estudios en psicología de la música y los tests de
tringidas a unos pocos elegidos, precisamente en socie musicalidad han fracasado a la hora de llegar a un acuer
dades que se tienen por culturalmente más avanzadas. do sobre la naturaleza de esta última, probablemente se
¿ Representa el desarrollo cultural un verdadero avance deba a su carácter exclusivamente etnocéntrico. Así, las
en sensibilidad humana y capacidad técnica, o es más que contradicciones existentes entre las diferentes escuelas de
nada una diversión para las élites y un arma de explota pensamiento podrían ser resultado de su propio etnocen
ción de clase? ¿Debe la mayoría tornarse «amusical» para t rismo. Cuando la escuela de la Gestalt insiste en que el
que unos pocos se vuelvan más «musicales»? talento musical es algo más que un conjunto de atributos
La investigación etnomusicológica ha ampliado nues específicos dependiente de capacidades sensoriales, está
tro conocimiento de los diferentes sistemas musicales del e n lo cierto; pero sólo en parte, puesto que no extiende su
mundo, pero aún no ha traído consigo la reevaluación de noción del conjunto holista a la cultura misma, a la cual
la musicalidad humana que demanda este nuevo cono pertenece la música. Cuando los oponentes a dicha es
cimiento. La etnomusicología tiene el poder de revolu cuela conceden una importancia fundamental a las capa
cionar el mundo de la música y la educación musical cidades sensoriales, también tienen razón, pues sin cier
siempre que se deje guiar por las implicaciones de sus tas capacidades específicas no es posible ejecutar ni
---·;¡
32 ¡HAY MÚSICA EN El. HOMBRE?
33
percibir la música. Pero sus tests, como las teorías en que I<"Illa musical. De modo similar, personas que usan sólo
se basan, son también de un valor muy limitado y ape , 11al ro o cinco términos básicos de color pueden ser
nas más objetivos que otros de apariencia menos cientí '.I¡ >aces de distinguir entre gradaciones más sutiles de
fi ca. Paradójicamente, esa loable intención de establecer 'olor, por más que ignoren términos especiales de co
pruebas objetivas y libres de contexto las hace fracasar, ¡ , • r l omo los que inventan los fabricantes de ropa de cara
pues minimizan la importancia de la experiencia cultural .1 la venta de la moda de temporada. Yo viví cerca de dos
en la selección y desarrollo de las capacidades sensoria .JI Jos en una sociedad rural africana, estudiando el desa
les. Por ejemplo, un test de alturas musicales basado en ' 1 • •llo y expresión de la aptitud musical de sus miembros
los sonidos de un oscilador de frecuencias puede parecer ,·¡¡el contexto de su experiencia social y cultural. La mú
más científico que otro basado en timbres culturalmente ·,¡, <1 es una parte muy importante en la vida de los venda
familiares, puesto que con él podemos controlar de ma .!el norte de Transvaal, en Sudáfrica. Hasta los colonos
nera precisa la intensidad y la duración de los sonidos. 1 da neos, con su demencial lógica del apartheid, admi-
Pero los resultados de dicho test representan, en realidad, 1<'11 enseguida que los venda son un pueblo muy mu
una distorsión de la verdad, dado que la percepción de las '>Il al. Sin embargo, frente a los tests de talento musical de
personas se verá totalmente perturbada por el uso de un \,·.tshore, un brillante músico venda parecería un autén
medio no familiar. IIL o i nepto, carente de oído. Puesto que su percepción del
Un ejemplo del etnocentrismo de todos los tests musi o,on ido es básicamente armónica, podría declarar, por
cales que he conocido hasta la fecha servirá de crítica ge ejemplo, que dos intervalos de cuarta y de quinta son el
neral, y también ilustrará por qué debemos ampliar 111isrno. O que no existe diferencia entre dos perfiles me-
nuestro campo de investigación si queremos descubrir 1 ú dicos visiblemente diferentes (véase el Ejemplo 2). Fuera
qué capacidades se hallan involucradas en la musicali dd contexto social del sonido, los tests de timbre e inten
dad. El libro Measures ofMusical Talents ( Medida de los o., idad resultarían irrelevantes para él. En todo caso, pro
talentos musicales) de Carl Seashore, publicado en el año bablemente el sonido del oscilador lo desconcertaría al
1 9 1 9, constituyó el primer test estandarizado de aptitud i nstante: puesto que no es un sonido de origen humano,
musical, y aunque posteriormente ha sido criticado, refi no es música.
nado y elaborado tanto por el propio Seashore como por Está claro que los tests de aptitud musical sólo son re
otros investigadores, los procedimientos de valoración levantes en aquellas culturas con un sistema musical si
no han variado radicalmente. La base de los tests de Seas milar al del examinador. Y podemos seguir planteando
hore es la discriminación de algún tipo. Puesto que la dis m ás preguntas. ¿Qué utilidad tienen dichos tests, incluso
criminación sensorial se desarrolla en el seno de la cultu dentro de la tradición cultural de la que proceden? ¿Qué
ra, las personas pueden ser incapaces de expresar una es lo que miden realmente? ¿En qué medida se relacionan
distinción entre intervalos musicales que pueden oír, con la aptitud musical? ¿Cuán musical es esa aptitud que
pero que acaso carezcan de significado en su propio sis- encuentra su expresión en la composición y la interpreta-
EH
ción, y en qué condiciones puede surgir? No podremos ·.tea puede proporc ionar la prueba de que los seres huma
responder a la cuestión de cwín músico es el hombre has tu >s son criaturas más capaces y extraord
inarias de lo que
ta que no sepamos qué rasgos del comportamiento hu l.t mayoría de las sociedades les han permitido ser. No hay
mano son peculiares de la música -si es que hay alguno-. •
l ''l' culpar por ello a la cultura en sí misma, sino al hom-
Podemos hablar libremente del genio musical, pero igno 1 >re, que toma equivocadamente la cultura como fin y no
ramos qué cualidades de ese genio se restringen a la mú '< nno medio. Así, vive para la cultura en lugar de vivir
sica, y si pueden o no encontrar expresión en otro medio. llllÍS allá de ella.
Tampoco sabemos en qué medida esas cualidades se ha < :onsideremos las contrad icciones entre teoría y prác
llan latentes en todo ser humano. Pudiera muy bien ocu ''' a en materia de musical idad en el tipo de ambient
e
rrir que las inhibiciones sociales y culturales que impiden lntrgués en el que yo crecí y en el que adquirí al parecer
el florecimiento del talento musical tengan mayor impor "'' cierto grado de competencia mus ical. (Digo «al pare
tancia que cualquier aptitud individual que parezca faci ' tT>> porque un punto esencial de mi argume ntación
litarlo. , . ., que no sabemos con exactitu d en qué consiste la com
«¿Cuán músico es el hombre?» La pregunta se encuen l 'l' lencia musical , ni cómo se adquier e. ) Suena música
tra relacionada con otras más generales, como «¿Cuál es t n ientras comemos y tratamos de convers ar; suena tam-
la naturaleza del hombre?» y « ¿Qué límites existen a su 1 ,¡L;n en el cine y el teatro; mientras estamos sentados en
desarrollo cultural? ». Es parte de una serie obligada de .1er opuertos repletos de gente, y de manera detestab le
preguntas sobre el pasado y el presente de la humanidad, 111 ientras esperamos a que el avión aterrice ; suena todo
el
si es que queremos h acer algo más que avanzar ciega '1 ía en la radio; hasta en la iglesia pocos organis tas conce
mente a tropezones hacia el futuro. Aunque carezco de den un minuto de silencio entre los diferentes momentos
una respuesta definitiva a la pregunta que da título a este del ritual. «Mi» sociedad pretende que sólo un número li
libro, espero ser capaz de mostrar en los tres primeros ca lllitado de personas son musicales, y sin embargo se com
pítulos cómo la investigación etnomusicológica puede porta como si todas poseyeran esa capacid ad básica sin la
resolver la mayor p arte de estos problemas y, en la cuar ,u al ninguna tradició n musical resulta posible : la capaci
ta, por qué este tema resulta importante para el futuro de dad de escucha r y distingu ir entre patrones de sonido.
la humanidad. Hay tanta música en el mundo que es ra Los creadores de películas y series de televisió n esperan
zonable suponer que la música, como el lenguaje y posi conectar con una audiencia amplia y variada y, en conse
blemente la religión, es un rasgo específico de nuestra L·uencia, cuando ponen música de fondo a la acción y los
especie. Es posible incluso que procesos fisiológicos y diálogos, están asumien do implícit amente que las au
cognitivos esenciales para la ejecución y la composición diencias pueden discrim inar entre estos patrones y res
musical se hereden genéticamente y estén presentes, por ponder a su llamada emocio nal, y que los escucha rán y
tanto, en todo ser humano. Una mejor comprensión de entende rán de la manera que pretend e el compos itor.
éstos y otros procesos implicados en la producción de mú- Asumen que la música es una forma de comuni cación y
--
1 ',1 INIIH l HUMANAMENTE OR<;ANIZADO
36 ¿HAY !'v l l JSICA FN EL HOMBRE? 37
que, en un contexto cultural compartido, determinadas ¡mga generalmente en función de signos de productivi
secuencias musicales pueden evocar sentimientos de , l .ul y beneficio inmediatos, así como de presunta utilidad
miedo, tensión, pasión, patriotismo, religiosidad, miste '1 ''1 11 ro del marco de un sistema dado. La aptitud latente
rio, etc. '·' ra mente se reconoce ni se alimenta, a menos que su por
Los productores de cine tal vez no sean conscientes del l."¡, ,r pertenezca a la clase social adecuada o que muestre
fundamento de sus suposiciones, pero podemos dar por 1'' •r casualidad alguna evidencia de lo que la gente ha
sentado que, si la experiencia las hubiera contradicho, .•¡•rendido a considerar como talento. Así, se juzga que los
habrían prescindido por superflua de toda música am 11111os están dotados de buen o mal oído sobre la base de
biental y de fondo. Al contrario, parece que su confianza .,,,ca pacidad para tocar música. Y, sin embargo, la exis
en la musicalidad de las audiencias va en aumento, pues l<'ncia misma de un músico profesional, así como su ne
han ido abandonando la música de fondo continua en , <'\ario sostén económico, depende de oyentes que en un
favor de una intensificación selectiva del drama. Esto ,, . ,pccto importante tienen que ser no menos capaces mu
podría no ser más que una respuesta a las presiones de '"' al mente que él. Deben ser capaces de distinguir e in-
los sindicatos de músicos, pero aun así el hecho es que los 1 '· r relacionar diferentes patrones de sonido.
productores de cine siguen encargando bandas sonoras a Soy consciente de que -antes y después de la compo
compositores, con un coste considerable. Es interesante '"' iún de la Sinfonía «Sorpresa» de Haydn- siempre ha
el hecho de que quienes parten de estas suposiciones sean h.1bido públicos que escuchan la música con escasa aten
hombres y mujeres cuyas actitudes hacia el arte y el bene ' Hll1, y de que, en una sociedad que ha inventado la no-
ficio comercial a menudo las contradicen. La formación 1.1< ió n, la música puede transmitirse dentro de una élite
de un productor en la cultura occidental debería haberle hereditaria sin necesidad de oyente alguno. Pero si adop
enseñado que no todas las personas son musicales, y que l.l mos una visión de la música a nivel mundial y conside
algunas son más musicales que otras. Pero su conoci t.lln os las tradiciones musicales carentes de notación, re
miento y experiencia de la vida le llevan a rechazar in \ U Ita claro que la creación y la ejecución de la mayor parte
conscientemente esta teoría. El dogma capitalista le dice de la música obedece fundamentalmente a la capacidad
que la música es sólo para unos pocos escogidos, pero la hu mana para descubrir patrones de sonido e identificar
experiencia capitalista le recuerda que The Sound ofMu los en ocasiones posteriores. Sin procesos biológicos de
sic (El sonido de la música) 2 fue uno de los mayores éxi percepción auditiva y sin consenso cultural sobre lo per
tos de taquilla de todos los tiempos. ci bido entre por lo menos algunos oyentes, no pueden
Enseguida viene a la cabeza una explicación de esta pa existir ni música ni comunicación musical.
radoja. En muchas sociedades industriales el mérito se En las discusiones sobre la aptitud musical se pasa por
alto con demasiada frecuencia la importancia de la escu
2. En España esta película se presentó en cartelera como Sonrisas y lá cha creativa, cuando es tan fundamental para la música
grimas. [N. del T.} como lo es para el lenguaje. Lo interesante de los niños
-
38 ¿HAY MUSJCA EN EL HOMBRE? ',. :1 1•< 1 11!1,\JANc\MENTJ- ORCA\1!/.ADO 39
prodigio no es tanto que algunos niños nazcan con dotes 'l'll' es posible salir del paso con una ejecución mediocre
aparentemente excepcionales cuanto el hecho de que un " 1111 precisa, siempre que haya una audiencia que mira
niño pueda responder a los sonidos organizados de la 1 •• ·r () no escucha; e incluso audiencias que sí escuchan
.
música antes de que se le haya enseñado a reconocerlos. 1 >�ll'dcn estar educadas para aceptar en partituras familia
Sabemos también que niños que no son prodigio pueden ' • , de Chopin o Beethoven flagrantes desviaciones que en
ser igualmente receptivos a la música, aunque luego pue '"' principio respondían a modas y terminaron volvién
dan no relacionarse con ella de una forma positiva ni ' 1. "e parte de una tradición pianística. La continuidad de
busquen reproducir su experiencia. l.r rnúsica depende tanto de las exigencias de audiencias
En sociedades donde la música no se escribe, la escu . r rl icas como de la provisión de intérpretes.
cha informada y precisa es tan importante y reveladora < :uando digo que la música no puede existir sin una
de la aptitud musical como la ejecución misma, puesto 1 rL"qKión de orden en el ámbito del sonido, no estoy de
w
que supone el único medio de asegurar la continuidad de krld iendo que toda ejecución o composición musical
la tradición. La música es un producto del comporta lr.rya de verse precedida por algún tipo de teoría de la mú
miento de los grupos humanos, ya sea formal o informal: ,,,·a. Esto sería obviamente falso, tanto para la mayor par
es sonido humanamente organizado. Y aunque diferentes ll' de las grandes composiciones clásicas como para el
sociedades tienden a tener ideas diferentes sobre lo que 1 rabajo de los así llamados músicos «populares». Lo que
puede considerarse música, todas las definiciones se ba ··stoy sugiriendo es que, antes de emerger en forma de
san en algún consenso de opinión en torno a los princi lll úsica, en la mente ha de haber alguna percepción de or
pios sobre los cuales deben organizarse los sonidos. Di den sonoro, sea innata o aprendida, o ambas.
cho consenso es imposible sin un terreno de experiencia Estoy usando de manera deliberada el término «orden
común, y sin que distintas personas sean capaces de oír y sonoro», subrayando experiencias de escucha de estí
reconocer patrones en los sonidos que llegan a sus oídos. mulos externos, porque quiero enfatizar que cualquier
En la medida en que la música es una tradición cultu valoración de la musicalidad humana debe basarse en
ral susceptible de compartirse y transmitirse, no puede descripciones de un campo distintivo y acotado del
existir a no ser que al menos algunos seres humanos ha comportamiento humano que denominaremos provi
yan desarrollado una capacidad para la escucha estructu sionalmente «musical». El orden sonoro puede ser crea
rada. La ejecución musical, como algo diferenciado de la do de forma incidental como resultado de principios de
mera producción de ruido, es inconcebible sin una per organización no musicales o extramusicales, como por
cepción de orden en el sonido. ejemplo la selección de agujeros sobre una flauta o de
Si mi énfasis en la primacía de la escucha puede parecer trastes sobre un instrumento de cuerda guardando espa
exagerada, considérese lo que le ocurriría incluso a una cios equidistantes. De manera similar, una carencia apa
tradición de música escrita si la mera ejecución se tomara rente de orden sonoro puede expresar disposiciones or
como criterio de la aptitud musical. Los músicos saben denadas de números, personas, fórmulas matemáticas o
---
40 ¿I-!AY �1USICA FN EL HOMBRE? ',llr\IIHJ H l iMA�AMENTE OJH;ANIZADO
41
8 2
gos del compositor. Por tanto, tiene que ver con la comu
Pulgar izquierdo 1 Pulgar derecho
recias A §
nicación y con las relaciones entre personas.
A 12 •• a 3 1 � !! ! b� �
..
8 to
·
ctz-- .�
Este proceso de producción de sonido musical no es tan
....
moderno ni sofisticado como sus creadores pretenden. íi;¡-::'ii:::- ,..._; · � n
¡;;; ·--
· -- �.
12 -.3
Sencillamente, es una extensión del principio general de Teclas B B1 10 11 1 � 14
Do'
que la música debe expresar aspectos de organización hu ti l Do Mi 1.1' Sol Sol' 1.1 Fa' Si Do' Re' .W Sol' 1.1' Si,'
(u} 1 2
mana o percepciones humanamente condicionadas de or
B
ganización «natural». Yo observé un proceso similar en
1
3 b 2 a
Zambia en 1 96 1 . Entre los nsenga del distrito de Petauke,
(iil) .4
e
t rano por los 1 ulgares derecho e izquierdo. Las «teclas>> en sombra y los números subra
(iii): «Teclas» numeradas simétricamente de acuerdo con su uso en movimiento con
derecho, los modelos rítmicos al pulsar las «teclas» y la dis .
�
. del pentagrama indican las alturas en la parte superior del
posición del propio «teclado» ( véase la Figura 1 ) . Las me .
yados por enCJma o debaJO
<<teclado>>.
lodías no se parecen al resto de la música nsenga, pero am
bos pulgares tocan polirritmias típicamente nsenga que en FiGURA 1, Comparación de melodías y «teclados>> de las mbiras kalim
otros contextos serían ejecutadas por más de un músico. ba y ndimba, tocadas por los nsenga de Petauke, Zambia, ilustrando los
orígenes culturales y físicos del sonido musical.
¿ H AY MlJSJCA l:N EL !lUMBRE! � �� 1 1 lt l 1 ll :J\.1A!\AME:-.JTE 0R(;ANI/.AD0
42 t 43
Bases rítmicas de las mdodta.s p ara kalimba, tal y como revelan los análisis de las partes
que tocan los pulgares izquierdo y dereL·ho
�-� 9ú M. M.
. - r:r:-Jc-c_ �-
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' ¡ , • l l l <Ís sencilla que la que hacen los chicos, posee de he
, l to u na arquitectura más propiamente musical, puesto
• 1 1 w la relación pautada entre el movimiento del pulgar y
• ·1 " ll'clado» se subordina a los requerimientos de una can
' 1 0 1 1 con letra, de manera tal que permita a otros cantar
, o 1 1 el i nstrumento. Algunas de las melodías de los mu
:J
� -.:::::_
l '' ' rt l no llegan a mucha gente por carecer de una cualidad
. =-�- ;_-_·--:-l:f=· . :
2 a 2 a
:r-
2 1 a
-
2 .
-
�_;L 3.:�4�
2 a 2 1
.
1 ¡a 2 1
.
a
' 1 1 1c l < lS nsenga parecen desear para su música: el poder de
1 ' · u n i r a la gente en hermandad.
b e b b
-
1
-
Fs posible proporcionar más de un análisis de cualquier
1 3 a 1 a a 1 4 '
. - . ;i�%J;-==-����-�
4 a ll. 11o !i 4
-
- c-�$=c��: l llcza musical, y de hecho se dedica gran cantidad de tinta
.1 hacer precisamente eso. Pero debería ser posible realizar
. 1 n .ílisis exactos que indiquen dónde se han empleado
p rocesos musicales y dónde extramusicales, así como
, n .íles fueron exactamente y por qué se recurrió a ellos.
o\ cierto nivel de análisis, todo comportamiento musical
o;c halla estructurado, ya sea por procesos biológicos, psi
Frase musical utilizada en música para flauta de B u tembo ' . d que expresa relajación-tensión-relajación. El músico
t i . I IH. ei también podría concebir el pasaje como un movi
t l l lcnto de alejamiento y de regreso a un centro tonal,
l l l lcsto que una gran parte de la música africana se halla
• ·,1 ructurada de esa forma (aunque probablemente él no
Digitación de la flauta de Rutembo y �o nidos 4ue produce
l ' ' ' l lsaría específicamente en términos de relaciones de
' ¡, l l l l i nante y tónica) . Pero si consideramos su ejecución
e representa agujero tapado
O representa agujero abierto ' · 1 1 relación con la experiencia física de tapar agujeros con
l .'' dedo • • • • () 1 , " dedos, las relaciones tonales adquieren un sentido
M.ll.
¡ • • • CJ u l 1 '> l into. La relajación física al retirar los dedos de la flau-
¡
3."dedo . •
Fa" Sol" La
·,, ' n ido que es armónicamente relajado.
'l'ransformaciún <<l.enguaje» J\lOPHO <<Lenguaje>> 'l'ransformaciún No sé cuál de estas interpretaciones es la correcta en el
Tonalidad ,\JL\1()N ICO Fl�ICO Tonalidad ' ' 'ntcxto de la sociedad nande y de la musicalidad de este
e n la (agujcr<)S tapado.\ en la
! l llL' l'Prete particular, Katsuba Mwongolo, o si existe otra
' · ' plicación alternativa. Pero estoy seguro de que en última
frase en la flauta: frase
musical digitaciún) musical
l
I I L,tancia hay una sola y podría ser descubierta por un aná-
o
La Dominante TLN\lON Sol
1 1 ' is de la música en la cultura que sea sensible al contexto.
l
Sol Tónica Rl'.l .A)ACIO\J La
La Dominante 1 1·:-J:-.IO� Sol
Sol Tónica RFLA)M:It)t\: La . \ 1 analizar estas melodías de t1auta en 1955, yo trabajé con
¡ ·. rabaciones anotadas y un instrumento de muestra que ha
FI<;URA 2. Dos interpretaciones posibles del mismo pasaje musical, uti l •1a aprendido a tocar. Pero no tenía experiencia de primera
lizando un modelo de tensión/relajación y los <<lenguajes>> armónico y 1 1 1a no de la cultura del ejecutante ni evidencia de su sistema
físico, respectivamente.
I I Htsical, pues había muy pocas grabaciones disponibles.
Puedo presentar con mayor confianza mis análisis del
damentales de estructura musical. Lo que ya no resulta equilibrio entre factores físicos y musicales en la produc
tan claro a partir de la música por sí sola es la naturaleza ' illn de las melodías que tocan los nsenga en las mbiras
de tales principios. Un oyente adiestrado en la música ét /, u timba y ndimba, porque trabajé en Zambia en 1 96 1 con
nica europea oiría aquí un movimiento de alejamiento y los intérpretes y aprendí a tocar las melodías (aunque
de regreso a un centro tonal, que aquél describiría en for bastante mal ), observé los diferentes contextos de ejecu
ma de secuencia tónica-dominante-tónica. Esto puede ' iún y escuché y grabé otras piezas del repertorio nsenga.
describirse de forma más general, en términos que han Sólo haciendo acopio de información musical y extramu
utilizado Hindemith y otros, como una secuencia musi- s i cal fue posible descubrir lo que estaba «en las notas».
¿ H A Y �1lÍ,':\ICA EN 1-J . HOMBRE? ' '" 1 1 >1 l 1 \ l ii\JA:-.:AJ\.lF NTE OR(,A\J!Z ADO
49
48
Resulta posible improvisar tests musicales sobre el te l 1 • . j ! J J O '> Venda p ara ocarina
���c����-: j.:•¡.,=_-���'f]
C
do. Aun cuando el significado de la música descanse en Progresiones
fund<llllent.lles
último término «en las notas» que percibe el oído huma
no, puede haber varias interpretaciones posibles de la es
tructura de un determinado patrón sonoro, así como un
número casi infinito de respuestas individuales a dicha
estructura, dependiendo del entorno cultural y el estado
emocional de sus oyentes en un momento dado. 1 '' ,L'RA 3. Principios tonal y armónico en la música venda para ocarina.
-
' " ' l l < ' rg y Noam Chomsky y sus colaboradores apuntan
rH;UIZA 3. Continuación t , ,,,·tttras que pueden hallarse ocultas bajo las estructuras
ting ofthe hun ters (el 1 .. 1.\ estructuras musicales, como las cadenas de pala-
tura de la frase con gerundio the shoo
una transfor mac ió.n, 1 ' ' · " · pueden contemplarse como el resultado de rellenar
disparo de los cazadores) puede ser
t (los cazadores dis • 1 • 1 1 1 1 o t as ciertas casillas de acuerdo con las reglas de una
bien de la orac ión activa hun ters shoo
(los cazadores son ¡ · ' l i i i < Í t ica musical. Pero ignorar las estructuras profun
para n) 0 de la p asiv a hun ters are shot
.
ma cog nitivo bás ico que imp ' '· " a deja claro que las cosas musicales no son siempre es
agr upa cion es pa:a las
pal es obr as, al ma rge n de las . ' ' ll l amente musicales, y que la expresión de relaciones
incluye tod a act1v1dad
fue ran esc rita s. Dic ho sist ema " • na les en patrones de sonido puede resultar secundaria
ació n motora, sus
rebral involucrada en su coo rdin , . . ,pecto a las relaciones extramusicales que representan
les, así com o sus
mientos y experiencias cult ura 1. �. , notas. Podemos estar de acuerdo en que la música es
sica les. Un a
des soc iale s, inte lect ual es y mu
¿HAY Mt'SI CA EN EL HUM
HRE? • • ,11 h l l l UivlANAMFl\'TE OJH;ANJ/Al)(l 57
56
e; • •l 1 a
ron es ace pta dos socialm ent persona una pieza de música, pero tal vez podamos
son ido org ani zad o en pat l l , · ) •, a r
de con tem pla rse com o una a comprender los factores estructurales que gene-
que la act ivid ad mu sica l pue les 1 . 1 1 1 t a l es sentimientos. La atención a la función de la mú
ta; y que los est ilos musica
for ma aprendida de conduc
se basan en aquello que los
seres hum ano s han ?
eci did o ·" .1 en la sociedad es necesaria únicamente en la medi
No sab em os cuá les de tale · \ l '.tc ntes entre sujeto y objeto, los principios activos de
ese nciales par a ha�er
-ap art e del oíd o- resultan • " 1 ', . 1 1 1 i zación. Stravinsky expresó esto con su caracterís-
ecí fica me nte musKa L
0 si alg una de ella s es esp . 1 1 • .1 perspicacia, al escribir a propósito de su propia mú
les se hal lan asooadas con
que las act ivid ade s mu sica · " .1 l'l n ica: « La música nos es dada con el único objeto
que no coi nci den c ?n los
nas específicas del cer ebr o . ..,. · 1. , · , t a blecer un orden en las cosas, i ncluyendo de modo
ca sabremos en que - � -- �
tro s del lenguaje. Per o nun cre at 1 1 1 1 1 1 1 1 a rticular la coordinación entre el hombre y el tiem-
os eso � pro sos
indagar hasta que est udi em �:
pre sen tes en una eJe cuo o � de • u •_.,,.._... 1 ' ' ' .. ( 1 936: 8 3 ) . Cada cultura posee su propio ritmo, en el
.
que se hal lan
án e� un le�guaJe 1 1 1 1do de que la experiencia consciente se ordena en ci
'
. �mr
t . 1. , ., de cambio estacional, crecimiento físico, actividad
ust eol ogt a de c � nst
La pre ten sió n de la etn om
mú sica y su hts ton a • • 1 1 1 1 1 nnica, profundidad y amplitud genealógica, vida y
a ana liza r la
nuevo método par 1 1 1 . " al lá, sucesi ó n polít ica, y cualesquiera otros rasgos
n que no es aún de
descansar en una sup osi ció
la ú ica es son i�� 1 ., 1 1 rrentes a los que se dote de significación . Podemos
•
general, est o es, que dad o que � � , ¡ , . , 1 r que la experiencia de la vida ordinaria tiene lugar
ería ext stu una rela oo n
nam ent e org ani zad o, deb s • 1 1 1 1 1 1 mundo en tiempo real . La cualidad esencial de la
ión hum ana y los � atr one
los p atro nes de org ani zac . 1 1 1 1 1 \ i c a es su poder para crear otro mundo de tiempo
o resultado de la
son ido que se pro duc en com , .
ana . A mí me inte res a par ticularmente el anahsts ' 1 1 1 1 1 a l.
hum l · n d sistema musical de los venda, es el ritmo el que di
que sup one el pri me r
las est ruc tur as mu sica les por ' ' I I ' I Kia la canción (u imba) del habla (u amba), de modo
os mu sica les y, por
par a com pre nde r los pro ces 1 1 " ' l os patrones de palabras recitadas con una métrica
Probablemente nunca •
Fl HOM BRE? 59
' , . , 1 1 11 1 1 l l ' ¡\ JANAM!:.·:NTE OR<;Al\IZADO
¿HAY iv1ÚS!CA EN
58
.J ' � ' 11 111 l'arlando
ca la pre
n en qu e la mú sic a im pli
com o los venda ins iste
sencia del ho mb re; el tra
qu ete o regular de un a má qu ina
o los f --¡-.L-�� ---+1__..)l'- . _j___J___
----..J'.. fll-t-l-----1-
Jl ---.. 1 r
ira r agua po drá son com 1 1 Hlll t
ar nga 2i 1
:�
- 2u - la h -
o de un a bo mb a pa ra asp V ha ko ma ya
M u - si
con sid era ría - - tshi Dza !_a,
ro nin gú n venda los
_
Mo og no qu ed arí a exclui no el
que es sólo el tim bre y
mu sic al, en la me did a en l
e queda fuera del contro
todo de ordenación lo qu lod ía, sin o en
Jl
la me
no . La mú sic a venda no
se basa en
la cua l la <.dll ll.tu l• ) +-)2_) � 1 Jl L..L t-JL�_J 1�
l:,
o el cuerpo , de
an im aci ón rít mi ca de tod 1 Mu ¡ji - n - ga ndi Ra - �u - dzu -
s qu e un a ex ten sió n. Po r tan to,
no sup on e má tamb
ncio entre do s golpes de l l ' l t l ,)
creemos escuchar un sile tan te no se 1 11
bas -qu , tsha y - nga, qu ' ' 1 1 • · 1 1 d a nu � ca es una huida de la realidad, es una aven-
ció n,
añ an con pa lm as la can 1 1 1 1 .1 . 1 1 '_ n tenor de la realidad: la realidad del mundo del
Pe ro cua nd o ellos aco mp que
hacen sobre las sílabas
Tsh i, -la , -si y -qi , de mo do ' · l " " t u . Es un � �xp � riencia de alumbramiento, en la
o
rta parte , sin o un mo del 1 1 ·
' 1 1 . � ! .1. con ciencia md1vidual se alime nta de a connenna
_
hay un silencio en la cua se qui era, si
·
as cua ntas vec es
de cuatro par tes repetid s' , , ¡ "' t lva de la comunidad y a partir de ahí se torna fuen-
ten de qu e se con
nu nca me no s de un a
si se pre ' ' "' l o r mas culturales más ricas. Por e·Jemp ¡ O, SI· d OS
'' 1 ' � l s H mstas toca� exactamente el mismo ritmo apa-
o «ha bla ». . .
com o «ca nci ón » y no com
tamente po líti ca, en el :
' 1 1 1 ' pe ro mantemendo una diferencia individual in_
da es ab ier
La mú sic a ven tos •
de un pulso sencillo tocado por dos personas en tiempos 1 '' vrib ir estos patro nes de sonid
o organizados de for
diferentes produce: , , . , ., t a n distin tas como los mism os «obje
tos sono ros»
1 1 1 1 ¡ > l c mente porq ue suen an igua l sería
J. J.
�.
r r r
terri blem ente
,; . �. �. • . I I I I V< ICO. Aun reco noce r la form
a en que se producen ta
r r r r r r l . · . ·.un idos, desc ribié ndol os com o ejem
plos de polir rit
" 1 1 . 1 , resul taría inad ecua do en el cont
E!EMPI () 4 exto de la mús ica
• , 1 " l . t . Ante s debe n
ser desc ritos en térm inos de los pro
. aoo . . n de ritmos yámbi cos con la pa , • · · · " L ogni tivos y cond uctu
Una comb m ales que pertenecen al patró n
. . 1 . d 1 < ha cult ura.
fuerte en distint a posici ón puede produ or:
1 · , 1 .tnáli sis cultural de los ritmo s de
la Figura 4 no se li
" " ' · " "' a seiialar que se utiliz an
de tal y tal mod o en una
" ' " d ad de ocasi ones . No cons istirí
a en unas breves no-
1 , .. . 1 l ¡ >nlgr ama esbo zand
EJEMPLO 5 o el contexto de la músi ca, sino
· " 1 1 1 1 d ispos itivo anal ítico que desc riba
su estru ctura en
1 1 1 1 t r r ' ¡ u e expr esión de
En la F igura 4 se ilustra n otras combi na�i�nes patrones culturales. Así, ejecu cio
"' . • un com bina cion
muest ran cómo la misma estruc tura s_uperflo al pue es de dos o tres intér pretes de rit
ser resultado de Proces os d iferent es, mvoluc rando ' ' ' ' , . , ¡ul' podrían de hech o ser ejecutados por
uno solo no
· • 1 1 I I ILTos ardid es mus
cada caso a uno, dos o tres intérpretes. icales: expresan conc epto s de in
. ¡ , ' 1 • l t t . t 1 i d ad en com unid ad,
y de equi librio socia l, tem
r P r li p
m m a. � n J I J n �
Dos patrone� d e , . , , , .d v espa cial que se h allan tamb
ién en otros tipos de
�i • • 1 1 1 "' .1 vend a y en otros elem
'ion ido producidos
� b.
\.I>pJ p i a. \'r· ¡· r· r·
por un solo ejecutante entos de su cultu ra. Ritm os
. · · 1 1 1 < ' estos no
J J 1 � � �
podr ían inter preta rse corre ctam ente a
N
" ' ' " " ' que los intér prete s actúe n como direc
por 2 ejecutantes
r
tores de sí
1
a.
� , " 1 · " 1 os y, al mism o tiem po, se
some tan al ritm o de un
· ' " , . t o r invis ible. E s
\ p r P r \' P i�íI J p J
J. . J IJ � b
ése el tipo de expe rienc ia comp artí
d · ' ' • / l l l ' l o s venda buscan y expr
esan e n s u man era d e ha
b. �
) · � . , 1 1 t 1 1 1 s ica, y un anál isis de su mús ica
que ignore tales he-
). J 1 , , •·· w r ía tan incom pleto com o un
por J ejc( u t,m tcs �
J J.
\J ¡· 1 �· ¡·
J. J. J .
J.
r r
¡·
r . ! . //" H.·ata Vergine de Montever
1 , , ¡ , ' el marc o lit úrgic o, l as prim
· ' ' l l ! ' l l s i tor, sus años
análi sis de las Vespro
di de 1 6 l 0 que dejara de
eras obra s sacra s del
de serv icio para los duqu es de
' .. " 1 1 aga y sus prim
Fl(.IJRA
' 4 · Distintas formas en las que las mismas estructuras eros expe rime ntos en el terreno de la
ciales de música pueden ser p roduo·d as por un o , dos o tres " 1 ,, ., ' l .
62 ¿HAY ML'SILA EN 1-L HOI\llmE?
.
Los análisis funo ��: 1 d 1 estructura musical no
pueden separarse de
_ La fun cwn
:� : :áli i estructurales de su fun
_ , d e l as notas en sus interrelacio La música en la
ción social. so cie da d y la cu
ltura
nes no puede exPhcarse _ adecuadamente como parte de
.
un s¡stema cer. rado , sm . h acer re1•cerencia a las estructuras
_
del s�. stema ,sooocult � ral del cual forma parte el sistema
musical, as¡ como al s¡ste� a biológico al que pertenecen
to dos 1 os crea. dores de mus1ca.
. . L a etnomusicología no es
,
sólo un área de estud'!O qu e se c ocupa de la nlúsica exot¡- .
63
-
¿HA 1 ;\1USlLA EN l:l. HOJ\1HRE? \ l l '•H \ !·�· l A SOCIED AI) Y LA ( llJ.TUHA
64 65
a vi�a �� · ' "' ' · avion es y much as otras máqu inas está
mos ocup ando únicamente de su funci ón en � relacionada
s sigm fi ' 1 1 1 ' l l efica cia como
cial. En este aspec to puede no habe r difer enoa
•
medi os de comu nicac ión, a menu
¡ "' asum e que �1 desar rollo
cativ as entre la músi ca negr a, el coun try &
west ern, el
.
' , '
técni co en la músi ca y el
, la músi ca sinfó nica o el canto lla · " , , dcb_e , de la m1sma mane ra, ser signo
rock y el pop, la ópera de una expre
· 1 0 ' " me or o más profu
lo repel e; � o a cau.sa
1
no. Lo que enga ncha a uno, a otro � nda. Sospech o que la popu lari
1� , l .11 de nerta mús1_ ca
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de algun a cuali dad abso luta prese n � e en m � siCa mis d e l a India e n Euro pa y Amé rica no
ficar ' ¡ , . , , � d e estar r lacion ada con el hecho
ma, sino por lo que la músi ca ha vemdo a s1gm
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� de que parec e téc
bro de una cultu ra o " ' ' . 1 1 1 1 ente bnl ante, al tiemp o que agrad able
esa persona en tanto que miem al oído, y
recor dar ue, ' 1 ' " · \'<1 acom pana da de un filoso far
po conc reto. Tamb ién debe mos � profu ndo. Yo mism o,
as perso na · " · ' "do trato de intere
poda mos tener nues tras prop ias prefe reno sar a mis estud iantes en los soni
la músi ca o lo: se ' ¡ , , ., ' k la músi ca afric ana, sé que tiend o a atrae
les, no debe mos juzga r la eficacia de r su aten-
apari enoa s. , " ' 1 1 l acia rasgo s
timie ntos de los músi cos por las mera s � técni cos de la ejecu ción, porque son
, ese ' i ' l <'lla � os de mane ra inme diata . Y, sin emba
un maes tro de i nicia ción vend a, viejo y ciego � rgo, la
inicia ció · • ' ' ' ' 1 1 i c)ld d o simp licida
en silen cio una graba ción de la canci ón de � d de la músi ca es algo defin í
m s ' " . 1 1nc nte Irrele vante : la ecua ción no debe ría
domb a, no pode mos juzga r que esa mú sica sea � ser «me
flaut1 mejo r», ni «más = mejo r», sino «men os o más
meno s eficaz que una graba ción de la band a de =
ane de Johan nesb urgo , que • l r l n,·nt e». Es el conte nido huma no
celta s de Spok cs M ashiy del sonid o huma na
encan dila a su nieto . No pode mos soste " ' ' ' " ' " organ izado lo que «atra pa» a la gente .
aburre a él pero I nclus o si
· · . l , · cm erge como un
ner que los kwak iutl son más emoc io �
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1 1e los exqu isito giro meló dico 0 armó ni
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porq ue su estilo de danz a parez ca mas e�tat1co �
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amplia de la aptitud para escuchar y ejec u t a r 1 n ú sica en pleja que nada que hayan producido culturas o indivi
tre los venda y otras sociedades aparen ll' ment e bien do duos concretos. Sobre todo, a los oyentes parece impor
tadas para la música no debería comp a ra rse l ( ) I J la d istri tarles más la eficacia funcional de la música que su com
bución limitada de la aptitud m u s ica l l'n , ponga mos, plejidad o simplicidad superficiales. ¿ De qué sirve ser el
Inglaterra, debido a que la complejidad de la m ú sica in mejor pianista del mundo, o escribir las composiciones
glesa es tal que sólo unos pocos podrían dom i n a rl a . En más brillantes, si nadie quiere escucharlas? ¿Cuál es la uti
otras palabras, si la música inglesa fuera t a n ele mental lidad humana de inventar o usar nuevos sonidos por los
como la venda, entonces, por supuesto, ¡los i ngleses pare puros sonidos? ¿Significan algo los nuevos sonidos en la
cerían unos músicos tan universales como los venda! La cultura venda, por ejemplo, en términos de nuevos gru
conclusión implícita en este argumento es q ue el desarro pos y de cambio social? ¿Por qué, entonces, cantar, bailar
llo tecnológico trae consigo un cierto grado de exclusión o tocar? ¿Para qué molestarse en mejorar la técnica musi
social: volverse audiencia pasiva es el prec io que algunos cal, si el objetivo de la interpretación es compartir una
tienen que pagar por pertenecer a una sociedad s u pe r ior, experiencia social?
cuya superioridad se apoya en la aptitud excepcional de Las funciones de la música en sociedad pueden ser fac
unos pocos escogidos. Así, al elevar el n ivel kc n i co de lo tores decisivos en la promoción o inhibición de la aptitud
que se entiende por musicalidad, algunas per s o n as ha musical latente, así como en la elección de materiales y
brán de quedar relegadas por su carencia de o ído. Es so conceptos culturales a partir de los cuales componer. No
bre la base de tales suposiciones como la apti tud musical seremos capaces de explicar los principios de la compo
se alimenta o se anestesia en muchas sociedades i ndus sición y los efectos de la música hasta que no comprenda
triales modernas. Tales suposiciones son d ia md ralmente mos mejor la relación entre experiencia musical y expe
opuestas a la idea venda de que todos los seres h u m anos riencia humana. Si describo algunas de las funciones de
normales son capaces de hacer música. la música en la sociedad venda, quizá ese nuevo conoci
La cuestión de la complejidad musical es i rrelevante en miento pueda estimular una mejor comprensión de pro
cualquier consideración de la competencia m usical uni cesos similares en otras sociedades. Realmente, ésa ha
versal. Primero, dentro de un sistema musical dado, una sido mi propia experiencia. A partir de mi estancia inicial
mayor complejidad superficial puede ser compa rable a de dos años en el distrito Sibasa, en 1 956 y 1 958, y como
una mera extensión de vocabulario, la cual no al tera los resultado de posteriores trabajos de campo en otras par
principios básicos de una gramática y resulta carente de tes de África, he llegado a comprender mi sociedad con
sentido al margen de ella. Segundo, al comparar sistemas más claridad y he aprendido a apreciar mejor mi propia
diferentes, no podemos asumir que la complejidad super música. No sé si estos análisis de la música venda son o
ficial implique una complej idad mayor desde u n punto no correctos. Me he beneficiado mucho de las críticas de
de vista musical ni cognitivo. En cualquier caso, la men algunos venda que fueron tan amables como para dis
te de cualquier ser humano es infinitamente m<Ís com- cutir conmigo mis pruebas y mis conclusiones; pero po-
68 ¡ l l l\ l J\1 1 1 '> 1 1 \ 1 r--< 1 · 1 . H0.\1BI-H.? 2. LA MUSI<.:A E:'\l LA �OC!EDAD Y LA CL1J:J URA 69
drían darse otras interpretaciones que se nos hayan esca desde el sur por gentes de color que huían del avance de
pado. Sea cual fuere el juicio fi nal s ob re mis análisis de la los blancos, los venda prefirieron retirarse a la seguridad
música venda, espero que mis desc u b r i m ie ntos puedan de sus montañas y esperar a que pasaran. Son poco pro
servir en alguna medida para devolver las wndiciones de clives a aceptar innovaciones culturales o incorporar ex
dignidad y libertad en las cuales se desarrolló original traños en su sistema político en términos que puedan
mente su tradición musical. disminuir, más que incrementar, la cooperación y la
Existen cerca de treinta mil venda, la mayoría de los «humanidad» (vhuthu) en su sociedad. Por otra parte,
cuales vive en la zona rural subdesarrollada que les que durante la última mitad del siglo xrx, los venda adopta
dó cuando colonos blancos ocuparon el resto de sus tie ron y aceptaron como «canciones del pueblo venda» va
rras para dedicarlas a actividades agríwlas y mineras. rias canciones y estilos musicales foráneos, procedentes
Comparada con los cerca de doce millones de surafrica de sus vecinos del norte y el sur.
nos negros repartidos casi a partes iguales entre los gru Puede p arecer sorprendente que un pueblo con tal
pos lingüísticos zulú, xhosa y sotho-tswana, la población disposición musical haya mostrado tan poco interés, y
venda puede parecer insignificante. Aun así, el Gobierno comparativamente tan poca aptitud, por los sonidos
blanco surafricano ha mostrado gran interés por ellos, y técnicas de la música europea. Las razones son en parte
realizando maniobras militares de importancia en el que técnicas, pero principalmente políticas. En cuanto a lo
se considera su territorio, pues los venda viven en torno a primero, el tipo de música difundido desde misiones y
las montañas Zoutpansberg, justo al sur del río Limpopo, escuelas ha sido a menudo el más aburrido de la música
la frontera norte de la República blanca de Suráfrica. institucional europea. E incluso la mejor de las músicas
Desde que llegué allí en 1 958, un número creciente de ha sido invariablemente distorsionada por la forma de
blancos se ha ido asentando en ese territorio antaño re enseúanza de los blancos. No ha existido un contacto
servado para la población negra. real con las fuentes originales de ese lenguaje, para ellos
En 1 899 los venda fueron los últimos surafricanos en tan poco familiar. Ninguno de los europeos que han
someterse al dominio bóer. Y se encuentran bien situa transmitido aquí esa tradición era un músico consuma
dos para ser los primeros en obtener su total libertad. do, con lo que muchas veces tanto ellos como los afri
Los antepasados de algunos clanes venda vivían en esta canos a los que habían formado se sentían tan insegu
tierra mucho antes de que los blancos desembarcaran en ros sobre la lectura correcta de las partituras como sus
El Cabo, y fueron capaces de mantener su identidad in alumnos. Los «expertos» blancos les han asegurado que
cluso tras h aber aceptado el dominio de invasores ne el sentimiento y la expresión (que con frecuencia equiva
gros del norte, hace cerca de doscientos años. Los venda len a llevar brillantes uniformes en los concursos interes
son pacifistas convencidos y tienen un refrán que dice: colares de canto) son más importantes que la precisión.
Mw;ii wa gozwi a u na malila ( E n casa del cobarde, no Ésta es una noción completamente ajena a la música tra
existe llanto) . Cuando su p aís fue más tarde invadido dicional venda, en la cual la precisión siempre se espera y
70 ¿1 L\ l ,\ l l ' \ 1 ( \ 1 N 1 1 1 1():\11-!RF? 2. LA MUS! CA r.l\ L\ "0CfFDAP Y 1 A u;¡ J'URA
71
el sentimiento se da por supuesto. Es, no obstante, una ción especial, en la cual agitan el labio inferior con el
noción lo suficientemente fuerte como para haber teni dedo índice.
do efectos desastrosos en el proceso de asimilación de la La siguiente canción, con su inusual preludio, indica
música europea. De modo que no es sorprendente que que están sacando a una novicia de su casa para la inicia
los venda, aparentemente tan bien dotados para la músi ción. La melodía puede ser reconocida a distancia hasta
ca, hayan sido en general incapaces de excelencia alguna por aquellas personas que no puedan oír la letra con cla
en la ejecución de la música europea incluso c uando lo ridad.
han intentado.
Probablemente, los factores políticos h ayan tenido
mayor importancia que las barreras técnicas que aca
bo de describir. Aunque el gospel y la educación traídos
por los misioneros fueron en principio bien recibidos por
los venda, la administración blanca y la explotación co
mercial subsiguientes no lo fueron. Desde 1 900 los ven
da no han podido retirarse a sus refugios de montaña,
como solían h acer ante invasiones precedentes. Han
sido reducidos por una fuerza física superior a soportar
un sistema autoritario que contradice la democracia tra
dicional africana. ¿Hay que sorprenderse, pues, de que
la indiferencia e incluso la hostil idad h acia la música
europea acompañaran su resistencia a la dominación
blanca? La reacción general a la música europea está en E) f.MI'U > 6
consonancia con la función de la música en su sociedad
y debe verse como un fenómeno tanto sociológico como
musical. Durante las varias fases de que constan las escuelas de
Gran parte de la música venda es ocasional y su inter las adolescentes, se les proporciona instrucción tanto di
pretación es un signo de la actividad de grupos sociales. recta como indirecta por medio de danzas de contenido
La mayoría de los adultos venda sabe qué está pasando simbólico que a menudo suponen un extenuante ejerci
en un momento dado con sólo escuchar sus sonidos. cio físico, interpretadas con una variedad de complejos
Durante la iniciación de las adolescentes, cuando se lle ritmos. Una canción les dice a las muchachas que no sean
va a u na chica al río o se la trae de vuelta de su inicia chismosas.
ción, las mujeres y muchachas que la acompañan van Los venda aprenden a comprender los sonidos de la
avisando a la gente de su proximidad mediante una can- música de la misma manera que entienden el habla. Se
72 ¡ 1 1 \ l ,\ 1 1 1\1< \ 1 � 1· 1 l l ( ll\IHRE? 2 . LA MCSICA EN l A _..,O CIEDALJ Y LA t;L:r !'CR.A 73
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c iacionc'l dd tambor contralto
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Fl uso de las manos izquierda y derecha (L¡ue puede invertir.'le) para las parte� del tambor se in
dica mediante la d i rección de las plicas de las notas.
EJEMPLO S
3. Nyimbo dza dzingoma (canciones para ritos especia son propias de la función y aquellas que han sido adopta
les). Acompañan ciertas duras pruebas que deben supe das y adaptadas. Como creo que es un fenómeno común
rar las novicias durante la segunda fase de su iniciación. en la música del África central y del sur que precisa una
Cada una posee un modelo rítmico característico. cuidadosa investigación de campo, mencionaré un ejem
4. Nyimbo dza milayo (canciones de las leyes de la es plo particularmente bueno que encontré trabajando con
cuela) . Las cantan las novicias, así como cualquier inicia los gwembe tonga de Zambia. Grabé lo que me había sido
do que se halle presente. Se arrodillan en el suelo junto a descrito como una «canción de molienda», y el contex
los tambores mientras muluvhe, la muchacha nombrada to dejaba pocas dudas sobre su función. En un contexto
para estar a cargo de las novicias, encabeza el canto. muy diferente se me describió la misma canción como un
La Figura 5 resume los diferentes tipos de música co baile mankuntu de jóvenes, y el nuevo contexto tampoco
munitaria reconocidos por los venda, e indica las épocas dejaba lugar a dudas. Las únicas diferencias entre ambas
del año en que pueden o no ejecutarse. ejecuciones estaban en su ritmo, su tempo y su contexto
Aunque los venda generalmente clasifican la música de social. De hecho, la canción no era una canción de mo
acuerdo con su función social y a menudo el nombre de lienda, sino una canción cantada al moler. Resultó ser
la función coincide con el de la música, los criterios dis una canción de danza mankuntu popular en aquel mo
criminativos son formales y musicales. Es por su sonido, mento, y el uso que de ella hacían las mujeres al moler se
y en particular por su ritmo y por el arreglo de partes vo ría comparable a alguien que cantara Campana sobre
cales e instrumentales, por lo que se reconoce la función campana mientras friega los platos de la comida de Na
de la música. No hay contextos exclusivos para las can vidad 4.
ciones, si bien generalmente la manera de interpretarlas La clasificación de las canciones por parte de los nati
viene determinada por el contexto. Así, una canción de la vos según su forma y su función puede proporcionar im
cerveza puede ser adaptada como canción de juego para portantes evidencias de los procesos de transformación
la iniciación femenina domba, en cuyo caso se añadirá musical y extramusical aceptables en esa cultura. Tam
acompañamiento de tambores y la forma de llamada-res bién puede resultar relevante en la valoración de los efec
puesta será reelaborada como una secuencia de frases tos de la música. Por ejemplo, hay una canción venda so
melódicas intercaladas. De modo similar, ciertas trans bre soledad y muerte que en una ocasión escuché cantar
formaciones de la danza nacional, la tshikona, pueden in durante una fiesta con gran gusto y sin asomo alguno de
terpretarse instrumentalmente. Suenan de un modo dife pesadumbre. Otra vez, hablando con un viejo y ciego
rente, pero se les s igue llamando tshikona y se conciben maestro de iniciación, repentinamente comenzó a cantar
como variaciones de un tema en el «lenguaje» de los dis
tintos instrumentos. 4. En el original, Blacking menciona Hark, the Herald A ngels Sing!, una
Cuando los venda discuten o clasifican diferentes tipos de las canciones navideñas más populares en los países anglosajones.
de canción, generalmente distinguen entre canciones que [N. del T.]
MÚSICA COM UN ITARIA DE LOS VENDA
Octubre Noviembre Diciembre Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre
Tsh1medz1 �ara Nyendevhusiku Phando Luhuhw1 Thafamuhwe Lambemel Shundunthule Fulw1 Fulwana Thangule Khubvumedz1
ESCUELA D E C t R C U N C • S I O N D E C n . C O S
m u u n u
6 d
SESIONES DE UNOS TRES M_!'o;_E�'O_L_9 0!3�0_9é_L_!'f!_O_ _ _
7 ESCUELA DE CIRCUNCISIÓN DE_ QI:j_IQ6§ _S_!.J!J(l'-'!:i _q_ _m_U§8Vhetho
CON PERIODOS DE DESCANSO
[lit maraca pequeña] SE DANZA DENTRO DE LA CASA CUANDO LA ngoma dza midzimu, na dza malombo
8 DANZAS DE POSESIÓN tshele
_ _ _
Uli..lEWlbPtf!a..df: lo�SPWW.S..acu;:e.stwl.e� - - _ .
..ruFER!l.!��.f:�"llilfll.J.Wl.E &IlESE'.O !:llJ.QS �EÍFilllJS.DE..EWRAB f;!:.J.ELJ::LJE: 8PQ.QEUt::LfERMQ.. _ _ _ _ SE TOCA AL AIRE LIBRE DE 4 A 6 DÍAS
11 do m b a >
ESC!IEI A DE INICIACIÓN PREMARITAI DE CHICOS Y CHICAS DE UN NUEVO DIRIGENTE
DIRIGIDA POR DIRIGENTES Y JEFES EN INTERVALOS DE UNOS CINCO AÑOS EN CADA DISTRITO, Y TRAS EL ACCESO AL PODER
_ _
12 Dl\NZi\J'I� CI_.O_NAL COKF:JAllJAS_ O E .CAÑA Cb!WWPnir.�L'L I�MB.O_ffi;_� _ _t_s_ b j _k_Q D_a _ _ _ _
THEVHULA EN LA TUMBA
PARA LA INSTALACIÓN DE UN DIRIGENTE O LA CONMEMORACIÓN DE SU MUERTE. PARA LOS RITOS SACRIFICIALES
DE LOS ANCESTROS DE DIRIGENTES EN CUALQUIER OCASIÓN DE IMPORTANCIA
13 MÚSICA DE LAS IGLES IAS SEPARAT ISTAS nyimbo dza zion
MÚSICA LIGERA SECULAR MODERNA, JAZZ, etc. nyimbo dza tshikhuwa dza dzhaivi etc.
URBANOS QISCOS etc
16 PARA BOpAS CUMPl EAÑOS FIESTAS SOCIAl ES etc SE APRENDE MEQIANTE CONJACIOS
durante el período marcado.
Nota: Las líneas continuas indican ejecuciones diarias o, al menos, regulares
Las lineas discontinuas indican ejecuciones intermitentes.
FIGURA 5. Diagrama que muestra los diferentes tipos de música comunitaria reconocidos por los venda,
con indicación de las épocas del año en que pueden o no ser interpretados.
78 ¿HA Y MUS! CA EN EL HOMRI\E? 2. LA ¡\J lÍSICA EN LA SOCIEDAD Y LA CULTURA 79
esa misma canción. Estaba a punto de ponerse en pie malgastados en los campos de rugby y los rings de boxeo.
para bailarla cuando su hijo lo detuvo, diciendo: « ¡ No No fui criado para cooperar, sino para competir. Hasta la
bailes, anciano ! » . Puesto que su padre estaba cantando misma música se me ofreció como una experiencia más
una canción triste debía sentirse embargado de tristeza, y competitiva que compartida.
en consecuencia no tenía objeto intensificar la emoción Aunque la estructura de la mayor parte de la música
por medio del baile, especialmente ante el riesgo de que venda exige un alto grado de cooperación en la interpre
se cayera y se hiciera daño. El hijo estaba profundamente tación, sería erróneo sugerir que todas las experiencias
conmovido, pero cuando le pregunté sobre la canción se musicales y sociales son igualmente compartidas. Por
limitó a responder que se trataba sencillamente de una ejemplo, en el último día de la iniciación femenina tshi
canción para beber cerveza. Podría haberla descrito kanda, las maneras sombrías y reservadas de las novicias
como una «canción de lamento», pero prefirió dar su cla contrastan vivamente con el entusiasmo en el canto y la
sificación formal. danza por parte de las mujeres adultas que lo dirigen y de
El valor de la música en sociedad y sus efectos diferen los demás iniciados presentes. Aun aceptando que las
ciales sobre las personas pueden ser factores esenciales en chicas han de poner en escena una representación de de
el crecimiento o la atrofia de las aptitudes musicales, y el sapego y humildad, es difícil creer que sencillamente es
interés de los individuos puede radicar menos en la músi tén simulando resignación e indiferencia ante la música
ca en sí misma que en las actividades sociales que la que se les pide que interpreten. Cuando les pregunté so
acompañan. Por otro lado, sin cierta motivación extra bre sus reacciones, detecté una diferencia significativa
musical la aptitud musical tal vez nunca se desarrolle. Por entre la respuesta de las chicas, «Es la costumbre», y la de
cada niño prodigio cuyo interés y aptitud acabaron ex los adultos, «Es la costumbre. ¡ Es bonito !».
tinguiéndose porque no le era posible relacionar su mú De modo similar, los excitantes ritmos de la danza de
sica con la vida junto a sus compañeros, debe de haber posesión venda (ngoma dza midzumi) no ponen en tran
miles de personas que aman de adultos la música como ce a cualquier venda. Sólo caen en trance miembros del
parte de su experiencia vital y se arrepienten profun culto, y eso sólo cuando están bailando en su propio ho
damente de haber abandonado la práctica de un instru gar, que resulta familiar a los ancestros que les poseen. La
mento, o de que nunca les enseñaran a tocarlo. Aunque eficacia de la música depende del contexto en que se eje
algunos programas de educación musical han comenza cute y escuche. Pero en último término depende de la
do a subsanar considerablemente este conflicto, la com música, como descubrí en una ocasión en que yo mismo
binación de actividad social, física y musical aún no es en estaba tocando uno de los tambores. Los danzantes van
ellos tan total como en la sociedad venda. Cuando con ocupando por turnos el centro de «la escena», y al princi
te�plé a los jóvenes venda desarrollar al mismo tiempo pio no hubo quejas sobre mis esfuerzos. Sin embargo,
sus cuerpos, su amistad y su sensibilidad en la danza co pronto comenzó a bailar una señora mayor de quien se
munitaria no pude dejar de lamentar los cientos de tardes esperaba que cayera en trance, dado que la música estaba
80 ¿1 J \Y :'1.11 ' � h .\ EN rL lH l¡\IBRE? 2. LA .Vt L '-. I C A F\: I :\ �OCJ E D \ D Y 1 A 1 l'l TL.JL\ 81
tocándose para su grupo de culto. Pasados unos minutos más que conducta aprendida me hacen confiar en que
se detuvo e insistió en que me sustituyeran. Se quejaba de sean las inhibiciones sociales las poderosas, y no la músi
que yo estaba arruinando el efecto de la música al «acele ca la que es impotente.
rar» el tempo: lo justo, supongo, como para inhibir la lle Volvamos a la cuestión del parentesco en el desarrollo
gada del trance. de la aptitud musical. Los venda no consideran la posibi
La forma en que la música de la danza de posesión se lidad de que existan seres humanos no musicales, aunque
vuelve eficaz sugiere que el parentesco es un factor tan reconocen el hecho de que ciertas personas interpreten
importante como el ritmo musical en los efectos sobre mejor que otras. El juicio se basa en la exhibición por
las personas. Pero los factores decisivos no son tanto el parte del ejecutante de brillantez técnica y originalidad,
vínculo de sangre como sus implicaciones sociales, y no así como en el vigor y confianza de su interpretación. Se
tanto la música como su entorno social y las actitudes de considera que cualquiera que se tome el trabajo de per
sarrolladas hacia ella. Después de todo, si la música de la feccionar su técnica lo hace por un compromiso profun
danza de posesión tiene el poder de hacer que una deter do con la música como medio para compartir experien
minada mujer «caiga» en trance, ¿por qué no habría de cia con sus semejantes. Un deseo sincero de expresar
tener ese mismo efecto sobre otra? ¿Es la situación la que sentimiento, empero, no se acepta como excusa para la
inhibe los, por lo demás, poderosos efectos de la músi interpretación imprecisa o incompetente, como ocurre
ca? ¿O resulta la música impotente sin el refuerzo de un tan a menudo en el confuso mundo del pop moderno y
conjunto especial de circunstancias sociales? Son eviden de la así llamada música popular. Si alguien quiere hacer
cias de este t ipo las que me vuelven escéptico sobre los lo suyo, se espera que lo haga bien. La capacidad de maes
tests de asociación musical que se plantean a los sujetos tro en la ejecución del tambor ( matsige) en una danza de
en contextos artificiales, asociales, que nunca imagina posesión es valorada por el sonido que produce, no por la
ron los creadores de la música. En tales condiciones, ésta intensidad con que agite el cuerpo o gire los ojos.
no puede dejar de carecer de sentido, o por lo menos re Los venda pueden sugerir que la aptitud musical ex
vestirse de sentidos irreductiblemente dispares. Esto sus cepcional se hereda biológicamente, pero en la práctica
cita además otro problema: dado que la música no puede reconocen que ciertos factores sociales desempeñan el
expresar nada extramusical, a no ser que la experiencia a papel más importante a la hora de desplegarla o supri
la cual se refiere ya exista en la mente del oyente, ¿puede mirla. Por ejemplo, un ch ico de noble cuna puede mos
comunicar algo en absoluto a mentes no preparadas o no trar un gran talento, pero según vaya creciendo se espe
receptivas? ¿Podría el ritmo más poderoso afectar a una rará que abandone la dedicación habitual a la música en
persona no preparada? ¿O se quedan las mujeres venda favor de los (para él) asuntos más serios del gobierno. Lo
indiferentes sencillamente porque no están disponibles cual no significa que tenga que dej ar de escuchar música
para el trance? No puedo contestar a esto, pero mi propio crítica e inteligentemente, pues de hecho a través de las
amor a la música y mi convicción de que se trata de algo canciones le llegarán consejos importantes sobre el buen
82 ¿HA) !\..t lJ\ICA 1:1\: FJ. HOMRRE? 2. l A ,\i\ US!CA t� LA SOOEDAf> Y LA UJLTLRA 83
gobierno. De manera inversa, a una chica de origen no una escuela de iniciación domba o una escuela de niñas
ble se la anima al máximo para que desarrolle sus ca sungwi se desintegrarían sin música. Sólo unos pocos de
p acidades musicales, de modo que cuando sea mujer entre aquellos nacidos en el grupo apropiado se revelan
pueda desempeñar un papel activo en las escuelas de ini realmente como músicos excepcionales. Lo que parece
ciación femenina que tienen lugar en las casas de los je distinguirlos es que tocan o cantan mejor por haber dedi
fes y en las cuales la música es un acompañamiento in cado a ello más tiempo y energía. Al aplaudir la maestría
dispensable de todas las funciones didácticas y rituales. de músicos excepcionales, los venda aplauden el esfuerzo
A lo largo de los dos meses que duraron los ensayos dia humano. Y al ser capaces de reconocer los signos de la
rios de la tshigombela, una danza de iniciación de chicas, maestría en el medio musical, los oyentes manifiestan una
pude observar cómo las jóvenes parientes de un jefe iban competencia musical general no menor que la de aquellos
destacando como intérpretes sobresalientes, aunque en músicos a quienes aplauden. De la misma forma que los
un primer momento no hubieran parecido mejor dota ancestros venda no pueden retornar a sus hogares si no es
das que las de su misma edad. Estoy seguro de que la cla por los buenos oficios de sus descendientes, deberíamos
ve de su evolución como bailarinas estuvo en la alaban recordar que la existencia de Bach o Beethoven depende
za e interés mostrados por las mujeres del público, que tanto de intérpretes como de públicos educados.
procedían principalmente de la familia del jefe y que, de Aunque la música comunitaria domina la escena musi
bido a estas relaciones de parentesco, las conocían por su cal venda y los factores sociales intluyen en el desarrollo
nombre. Más que unas capacidades especiales genética de la aptitud musical, existe también una actividad musi
mente heredadas, probablemente fueron las consecuen cal individual, y pueden emerger buenos solistas sin nin
cias sociales de las relaciones de sangre las que influye guno de los incentivos que acabo de describir. Las jóvenes
ron en el crecimiento de su musicalidad. Es más, no es adolescentes se confían a los sonidos apacibles e íntimos
sorprendente que los maestros de iniciación tiendan a de un arco musical lugube o su equivalente moderno, la
«heredan> el oficio de sus padres. Un maestro puede sa guimbarda. Los j óvenes cantan las dichas y penas del
ber muchas canciones y rituales, por lo que, al ayudar a amor acompañándose con una mbira u otro tipo de arco
su padre en su trabajo, su hijo se encuentra en una posi llamado tshihwana. Un tercer tipo de arco (dende) lo to
ción privilegiada. can con más frecuencia músicos semiprofesionales de no
En la sociedad venda, por tanto, la aptitud musical ex torio éxito entre las mujeres.
cepcional se espera de personas nacidas dentro de ciertas El nombre dado a tales trovadores - tshilombe- está re
familias o grupos sociales en que la ejecución musical es lacionado con palabras que denotan la posesión espiri
esencial para el mantenimiento de la solidaridad. Así tual, tales como tshilombo y malombo. Los venda recono
como la actividad central que justifica la existencia conti cen que las manifestaciones de aptitud musical pueden
nuada de una orquesta como grupo social es la ejecución surgir en lugares inesperados y entre sujetos improba
musical, también un grupo de culto de posesión venda, bles, aunque insisten en que sean normalizadas por me-
84 2. 1 /\ M l l :-. I C A f :.; LA �ncrr.DAD Y 1 A Cl'l ·¡ l " IU 85
dio de explicaciones lógicas. El término tshilombe debe dría aplicarse a otros contextos: no consideraría exagera
considerarse no tanto una aclamación de genio o talento do decir que Beethoven obtenía su extraordinario poder
excepcional como una mera descripción ocupacional. musical siendo antimusical y escandalizando la compla
Un músico sobresaliente es alguien que entra en contac cencia de la sociedad de su tiempo. Puede que sus con
to con fuerzas espirituales, como un doctor o el iniciado temporáneos fueran más musicales, por ejemplo, en el
de un culto de posesión, y de ese modo es capaz de expre tratamiento de la melodía, pero ese tipo de convenciona
sar un abanico más amplio de experiencias que la mayo lismo musical resultaba menos pertinente de cara a los
ría de la gente. Puede parecer paradójico que sea en la ori problemas contemporáneos, aunque fuera una conse
ginalidad y cabalidad de las letras que compone, más que cuencia lógica de los procesos cognitivos de la época.
en su música, donde se espera que se manifiesten sus ca Analizar la composición y la apreciación musical en
pacidades creativas. Existe una razón para esto, y se halla términos de su función social y de procesos cognitivos
en el equilibrio entre dos principios básicos de la música que pueden aplicarse en otros campos de la actividad hu
venda. mana, no rebaja de ninguna manera la importancia de la
Tal y como subrayé en el capítulo primero, la música música en sí misma, y está en línea con la costumbre co
venda se distingue de lo que no es música por la creación mún de interrelacionar toda una serie de actividades hu
de un mundo especial de tiempo. La principal función de manas al denominarlas Las Artes. Sea como sea, en este
la música consiste en implicar a la gente en experiencias estadio primerizo de la investigación deberíamos tener la
compartidas dentro del marco de su experiencia cultural. precaución de no asumir que la música se crea siempre
La forma que adopta la música debe servir a esa función mediante los mismos procesos, o que éstos se encuentran
y, así, en el curso normal de los acontecimientos, la músi especialmente relacionados con los empleados en otras
ca venda va tornándose cada vez más musical, en lo posi artes. Los procesos que en una cultura se aplican al len
ble cada vez menos atada a la cultura, a medida que las guaje o la música pueden en otra aplicarse al parentesco
restricciones impuestas por la letra van abandonándose o la organización económica.
en favor de una expresión musical más libre de los indivi Será útil distinguir distintos tipos de comunicación
duos en comunidad. Para asegurarse de que la forma no musical que podrían, de forma genérica, ser descritos
pierda su función esencial, en las composiciones de cier como los usos utilitarios y artísticos de la música en la so
tos individuos el proceso se invierte. La función de tales ciedad venda. A juzgar por el modo en que los venda ha
composiciones es agitar y expandir la conciencia de las blan sobre el tema, resulta claro que no toda música po
audiencias venda, reflejando y contradiciendo a un tiem see el mismo valor. Toda su música surge de experiencias
po el espíritu del momento. Reflejan el interés político de humanas y tiene una función directa en la vida social,
la mayor cantidad de gente por la vía de contradecir las pero sólo una parte es considerada lo que John Dewey de
tendencias musicales a las cuales ésta se halla acostum nominó «un instrumento indispensable para la transfor
brada. El mismo tipo de análisis de eficacia musical po- mación del hombre y su mundo».
86 ¿ t i A � 1\lL:-,lCA ! S El HU011BRE? 2. LA Ml'SICA !·.N LA SOCIEDAD Y I.A U:I.TL'IC\ 87
Danzante solista venda, dando un cada vez que se ejecuta. La música de la tshikona sólo
salto durante la interpretación de puede producirse cuando veinte o más hombres tocan
música de flautas de caña pentatóni flautas de caña de variadas afinaciones con una preci
cas (tshikanganga o visa). Este estilo sión que depende tanto de saber llevar su p ropia parte
de baile se denomina u gaya, como
en la segunda parte de la tshigombe como de combinarla con la de los demás, mientras al
la, y se diferencia del baile comunita menos cuatro mujeres tocan diferentes tambores en ar
rio (u tshina) en su primera parte. monía polirrítmica. Además, la tshikona no está comple
ta a menos que los hombres realicen al unísono los dife
rentes pasos que el maestro de danza dirige de cuando
en cuando.
La eficacia de la tshikona no es un caso de MÁS == MEJOR:
es un ejemplo de la producción del máximo de energía
humana disponible en una situación que genera el grado
más alto de individualidad dentro de la comunidad de in
dividuos más amplia posible. La tshikona proporciona
una experiencia del mejor de los mundos posibles, y los
venda son plenamente conscientes de su valor. Tshikona,
dicen, es lwa-ha-masia-khali-i-tshi-vhila, «el momento
en que la gente se precipita al baile olvidando los cacha
rros dejados al fuego». La tshikona «hace que los enfer
mos mejoren y que los viejos arrojen a un lado sus mule
tas para bailar». La tshikona «trae paz al campo». De
entre todas las experiencias compartidas en la sociedad
venda, una ejecución de la tshikona es la más valorada.
Conecta con el culto a los ancestros y las grandes ocasio
nes ceremoniales, incorpora a los vivos y los muertos y es
la más universal de las músicas venda.
Es por esta capacidad de la música para crear un mun
do de tiempo virtual por lo que Gustav Mahler dijo que
Novicias en una iniciación domba, con el pelo recién rapado, son dirigi
puede llevar al «"otro mundo", un mundo en que las cosas
das en el canto por el maestro de iniciación mientras el asistente las con dejan de estar sujetas al tiempo y el espacio». Los baline
duce hacia la viga de la cabaña del consejo, de la cual habrán de colgar ses hablan de «la otra mente», un estado del ser que se al
cabeza abajo como murciélagos como parte de una lección sobre el alum canza a través de la música y el baile. Se refieren con ello a
bramiento. Nótese el bebé a espaldas de la madre que toca el bombo.
1 00 2. LA i\JUSICA E N LA SOCIEDAD Y L A CUJ ·¡l;RA
101
estados en que las personas se vuelven agudamente cons sico. Pero en ambos casos el disfrute dependerá de un en
cientes de la verdadera naturaleza de su ser -del «otro yo» torno de experiencia humana.
que existe dentro de sí mismos y de los demás seres hu Incluso cuando alguien describe experiencias musica
manos-, así como de su relación con el mundo circun les en el lenguaje técnico de la música, lo que de hecho
dante. Vejez, muerte, sufrimiento, sed, hambre y otras está describiendo son experiencias emocionales que ha
aflicciones de este mundo se ven como acontecimientos aprendido a asociar con patrones particulares de sonido.
transitorios. Hay libertad respecto a las restricciones del Si otra persona describe su experiencia dentro de la mis
tiempo real y una absorción completa en el « Presente ma tradición musical, puede estar presentando una expe
Eterno del Espíritu Divino», el abandono del yo en el ser. riencia emocional similar, si es que no idéntica. La termi
A menudo experimentamos la vida en su mayor intensi nología musical proporciona entonces un lenguaje con
dad cuando nuestros valores normales de tiempo quedan el que describir la experiencia emocional humana, igual
en suspenso. Entonces apreciamos la cualidad del tiem que la pertenencia a un culto de posesión venda facilita
po dedicado a algo, más que su duración. El tiempo vir tanto un tipo de experiencia como un modo de hablar so
tual de la música ayuda a generar dichas experiencias. bre ella. Así, en ciertas condiciones, el sonido de la músi
Hay excitación en el ritmo y en la progresión del sonido ca permite recuperar un estado de conciencia adquirido
organizado, en la tensión y relajaciones de la armonía y la mediante procesos de experiencia social. Si el agente efi
melodía, en la evolución acumulativa de una fuga o en las caz es la situación social apropiada, como en el culto de
infinitas variaciones sobre el tema del movimiento que se posesión venda, o la situación musical apropiada, como
aleja y retorna a un centro tonal. Por sí mismo, el movi en las respuestas de dos músicos con una formación si
miento de la música parece despertar en nuestro cuerpo milar, es eficaz debido únicamente a las asociaciones en
todo tipo de respuestas. Y, aun así, las respuestas de la gen tre determinadas experiencias individuales y culturales.
te a la música no pueden explicarse plenamente sin hacer Estoy seguro de que muchas de las funciones de la mú
algún tipo de referencia a sus experiencias en la cultura de sica en la sociedad venda que he descrito les recordarán
la cual las notas son signos y símbolos. Si una pieza musi situaciones similares en otras sociedades. Mi argumento
cal emociona a una variedad de oyentes, probablemente general ha sido que, si hemos de apreciar el valor de la
no sea por su forma externa, sino a causa de lo que ésta música en la sociedad y la cultura, hemos de hacerlo en
significa para cada uno en términos de experiencia huma términos de las actitudes y procesos cognitivos implica
na. La misma pieza musical puede emocionar de modo dos en su creación y de las funciones y efectos del produc
distinto a diferentes personas, en la misma medida pero to musical en la sociedad. Se sigue que deberían existir
por diferentes razones. Te puede gustar el canto llano por estrechas relaciones estructurales entre función, conteni
que eres católico o porque te gusta el sonido de la música. do y forma de la música. Robert Kauffman ha llamado mi
No necesitas tener «buen oído» para disfrutarlo como ca atención hacia un pasaje de Blues People ( Gentes del
tólico, ni precisas ser creyente para disfrutarlo como mú- blues) de LeRoi Johns ( 1 963: 1 53 ) en el cual dice que la hi-
¿HA Y ,r>.,.\LJSJCA EN EL llO,\lBRE?
1 02
1 03
M 0SICA
¿l L·\ Y M L 'l ! ( .\ E�
3. LA CULTURA Y LA SOCIEDAD EN LA 1 05
1 04 fL HO:\IBRF?
muere pero el arte vive. Comparto el punto de vista venda mas. Tiende a asumir la existencia de una historia univer
de que la música es esencial para la supervivencia mis sal de la música en la cual el hombre comenzó por usar
ma de la humanidad del hombre y encuentro significa una o dos notas, descubriendo gradualmente cada vez
tivo que, en general, los venda conversaban sobre música más y más notas y patrones de sonido. Conduce a afirma
con más entusiasmo y erudición que sobre historia (aun ciones del tipo: «En el nacimiento de las grandes civili
que no más que sobre política actual ) . En parte, tal vez zaciones, la música es la primera de las artes en emerger
esto haya sido una respuesta a mi propia tendencia, pero y la última en desarrollarse». Tales afirmaciones ignoran
creo que también reflejaba la preocupación venda con la el hecho de que nuestro conocimiento de la música del
vida como un proceso de devenir, más que como un esta pasado suele limitarse a lo que las clases instruidas esco
dio dentro de un progreso evolutivo. gieron registrar de tales actividades. Algunos misioneros
Haremos bien en contemplar la música de esa manera. blancos del distrito de Sibasa, por ejemplo, se asombra
Y así, antes de que vuelva sobre los patrones superficiales ban de que pudiera llevar más de seis meses aprender
de la música desde los procesos sociales y culturales a los todo lo que hay que saber sobre la música venda, ya que
que los he reducido, antes de examinar los orígenes de la sus oídos estaban cerrados a la variedad y complejidad de
música en la cultura y la sociedad, quiero empezar dese estos sonidos.
chando dos tipos de enfoque evolucionista de la historia La ausencia de información sobre música en los regis
de la música que resultan inútiles a la hora de buscar res tros de la élite no significa que no hubiera buena música
puesta a la pregunta «¿Cuán músico es el hombre?». Son en la vida de la gente ordinaria; ni la aparente simplicidad
inútiles principalmente porque no pueden ponerse a de algunos estilos contemporáneos implica que su músi
prueba. La primera aproximación trata de comprender el ca sea una supervivencia de estadios anteriores en la his
significado y formas de la música por la vía de especular toria de la música universal. En 1 885 Alexander John
sobre sus orígenes históricos, buscándolos en el canto de Ellis, considerado generalmente como el padre de la et
los pájaros, las llamadas de apareamiento y toda una se nomusicología, demostró que las escalas musicales no
rie de otras reacciones de una suerte de mítico «hombre son naturales sino considerablemente artificiales y que
primitivo» respecto a su entorno. Puesto que las princi las leyes de la acústica pueden ser irrelevantes en la orga
pales fuentes de información para este trabajo especula nización humana del sonido. A pesar de su oportuna ad
tivo han sido -y sólo pueden ser- las prácticas musicales vertencia, aún hay etnomusicólogos que escriben como
de pueblos vivos; y puesto que un conocimiento de los si su tarea fuera rellenar los huecos de la historia musical
orígenes de la música solamente sería útil para compren con descripciones de los estilos musicales de culturas
der mejor dichas prácticas, de ello se sigue que el ejerci exóticas. Sin decirlo claramente, sus técnicas de análisis
cio es claramente fútil. delatan apego a una visión evolucionista de la música.
El segundo tipo de enfoque evolucionista considera el Los estilos musicales no pueden oírse como si se tratara
desarrollo de los estilos musicales como cosas en sí mis- de estadios evolutivos, j uzgándolos en términos de los
3. LA CULTURA Y LA SOCIEDAD E N 1 A l'vtÜSICA
1 06 ¿liA Y MllSJu\ !·.N El HOMHRE? 1 07
conceptos musicales de una civilización concreta. Cada Por ejemplo, ¿dónde colocaría nuestro historiador es
estilo tiene su propia historia y su estado actual tan sólo peculativo a los venda en su historia universal de la músi
representa un momento de su propio desarrollo. Éste ca? Existen mbiras con escalas de cinco, seis y siete notas,
puede haber seguido un curso único y distintivo, aunque y conjuntos de flautas de caña que hacen uso de escalas
sus p atrones superficiales sugieran contactos con otros tanto de cinco como de siete notas; la melodía de las can
estilos. Es más, aun cuando las personas son a menudo ciones puede tener entre una y siete, seleccionadas de en
más conservadoras en materia de música que en otros as tre varios modos heptatónicos. Las canciones de cinco
pectos, resulta difícil creer que en algunas partes del notas pueden estar basadas en una escala pentatónica o
mundo no haya existido ninguna innovación musical du en selecciones de cinco notas tomadas de un modo hep
rante miles de años. tatónico (¡ como la «Oda a la alegría» de la Novena Sinfo
Las historias especulativas de la música universal son nía de Beethoven! ) . Sí nuestro historiador de la música
un absoluto dispendio de energía. Incluso si supiéramos concede a los venda el mérito de h aber sido capaces de
cómo fueron cambiando los estilos en las culturas que se obtener la escala heptatónica por sí mismos y no asume
citan como evidencia de la existencia de estadios en el de que la hayan tomado prestada de alguna cultura «supe
sarrollo de la música, dicho conocimiento tendría un in rior>>, sospecho que podría describir su música como una
terés meramente enciclopédico. Ayudaría poco o nada a especie de transición entre la música penta y heptatónica:
comprender la creatividad musical humana, a no ser que ¡ un ejemplo fascinante de evolución musical en acción! �1
además tuviéramos una evidencia correlativa sobre el único problema con una descripción así es que contradi
medio cultural y social en el cual se produjeron tales de ce la evidencia social y cultural. Por ejemplo, los venda
sarrollos musicales. Por otro lado, cuando la historia so usaron nautas y un xilófono h eptatónicos mucho antes
cial y cultural se halla bien documentada, los estudios de adoptar las nautas pentatónicas de sus vecinos del sur,
sobre historia musical son posibles y útiles. Trabajos como los pedí, quienes a su vez dicen haber adoptado y adapta
los de Paul Henry Lang ( 1 94 1 ) Musíe in Western Civiliza do la música heptatónica de nautas de caña de los venda.
tion (La música en la civilización o ccidental) , Hugo De acuerdo con las teorías evolucionistas de la historia de
Leichtentritt ( 1 946) Music, History and Ideas (Música, la música, los venda han de estar evolucionando hacia
historia e ideas), y Alee Harman y Wilfrid Mellers ( 1 957) atrás: como los chinos, que escogieron para su música
Man and His Music (El hombre y su música) buscan los una escala pentatónica ¡a pesar de que conocían y habían
orígenes de ciertos aspectos del estilo musical en los mo utilizado escalas «mayores y mejores»!
vimientos sociales y las convenciones filosóficas de la Podría argüirse que yo mismo vengo usando un tipo
época. Existe un abismo entre esta clase de estudios y los de h istoria especulativo con objeto de rechazar otro, y
que trazan el desarrollo musical en términos de añadir que los mencionados orígenes culturales de las mús icas
más tonos a la octava, más terceras al acorde y más ins .
venda y pedi, en tanto que racionalizaciones de un siste
trumentos a la orquesta. ma, pueden ser no menos etnocéntricos e inexactos que
109
1 08 ¿HA Y MLJ�JL\ l::: N EL HOMBHE?
un concepto de evolución musical que explique esos pa mos sentimientos, y que el uso de este tipo de código es
trones de sonido de otra forma. A esa objeción contestaría un rasgo esencial de la comunicación mu:-ical. Su argu
que, al estudiar sistemas musicales, me preocupa funda mento tiene que dar muchas vueltas para tender un
mentalmente la relevancia histórica. Aun cuando pudié puente entre los análisis formales y expresivos de la mú
ramos llegar a conocer con exactitud cómo consiguieron sica, aspirando a mostrar con exactitud cómo puede des
los venda la tshikona, la domba o la escala heptatónica (y cribirse la música en tanto que expresión de ciertas acti
dudo que jamás lo sepamos), e incluso si fuera cierto que tudes. Por ejemplo, describe la progresión descendente
la música heptatónica se desarrolló a partir de la pentató V- ( IV ) - I I I - ( I I ) - 1 (MENOR) como una figura «que ha sido
nica, eso no contribuiría demasiado a nuestra compren muy utilizada para expresar la "llegada" de una emoción
sión del sistema musical venda o del desarrollo de la mu dolorosa en un contexto de inevitabilidad: aceptación del
sicalidad en la sociedad venda. Estoy interesado en la dolor o abandono ante él; desánimo y depresión; sufri
música venda en tanto que producto de la mente humana miento pasivo; y la desesperación que acompaña a la
en esa cultura y sociedad, más que como un estadio en la muerte» (p. 1 33). Así, compara una frase del madrigal de
historia de la música del mundo. Gibbons Wha t Is Our Life? (¿Qué es nuestra vida?) con el
Al preguntar cuán músico es el hombre, me ocupo ob comienzo del finale de la Sinfonía patética de Tchai
viamente de todos los aspectos de los orígenes de la músi kovsky:
ca, pero no de los especulativos ni de aquellos que un his
toriador extranjero piensa que puede detectar pero que
no son reconocidos como tales por los propios creadores.
Los orígenes de la música que me preocupan son los que
residen en la propia psicología y el entorno sociocultural
de sus creadores, en el conjunto de procesos que generan
los patrones de sonido. Si la música expresa actitudes, de
beríamos esperar encontrar correlaciones entre las dife En un principio me impresionó la tesis de Cooke, por
rentes actitudes y los patrones de sonido en los cuales se que parecía tener sentido en términos de mi propia ex
expresan. periencia. Por ejemplo, yo había percibido la similitud
¿En qué medida es la música un «lenguaje de emocio musical y expresiva entre la melodía suplicante del
nes, semejante a la palabra hablada», como Deryck Cooke « Recordare Jesu Pie» del War Requicm de Benjamin Brit
( 1 959) ha sostenido en The language of music ( El lengua ten (véase el Ejemplo 1 0 ) y la figura con la que Mahler
je de la m úsica ) ? La tesis debe examinarse en el contex acompaña las palabras nostálgicas Ich selzne mích,
to en que se propuso: la música tonal europea entre 1 400 O Freund, a m deíner Seite die Schonheit dieses Abends zu
y 1 953. Cooke ha mostrado que ciertas figuras musica geniessen ( Anhelo, oh amigo, disfrutar a tu lado de la be
les parecen usarse una y otra vez para transmitir los mis- lleza de este atardecer) en « Der Abscheid» (La despedi-
110 J. LA C U LTURA Y LA S< lClrJ)A[) E�· L\ ¡\Hhl< /\ 111
da), l a última canción de Das Líed van der Erde (La can
ción de la tierra) ( Universal Edition, secciones 23, 30 v
1 &�:}=l�JE-1.=-F-t
=: f�ffif- :i-�-lJi)f�ff=H"-!4:�=�- ; ]
trou- ble 1 see, Lord, No -bod-y knows the trou-ble 1 see.
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Bu-gleB sang,
EJLM I'IO 18
au-gtes sang,
y Bugles sang, saddening the evening air ( Las cornetas
cantaron, entristeciendo el aire de la tarde) ¡ Las trompe
tas gloriosas de Dios y, a continuación, las sangrientas
cornetas del hombre!
H)O
EJUVIPLO 20
1
1 1 \ \ ' LT l l 'KA Y LA :-,OC! l-.]) A [ ) EN J A J\.Jl.ISJLA 119
1 18
cercanas a los sentimientos que tenía Britten cuando la es u na marcha de l a Tercera y Sexta Sinfonías de Mahler y la
cribió que en el caso de la Novena y la Décima Sinfonías de marcha de la Escena 3 del Acto I de Wozzeck, de Berg,
Mahler. Pero, ¿utilizaron realmente Britten y Mahler un l'uando María está admirando al sargento mayor, no tie
lenguaje semejante en algún aspecto a la palabra hablada? nen nada que ver con sentimientos relacionados con la
Los compositores adquieren rasgos de estilo escuchando g uerra. Sus contextos musicales y dramáticos sugieren
música del pasado y el presente. Britten reconoce su deuda significados enteramente distintos.
con Mahler, y tanto uno como otro pasaron una tempora Ninguno de estos significados musicales es absoluto, ni
da en los Estados Unidos. Pero ¿existe un factor común en s iquiera dentro de la tradición musical europea, en la que
su uso de la misma figura en el War Requiem y en Das Lied se han establecido reglas claras y cuyo sistema de apren
von der Erde?Y, ¿existe alguna probabilidad de que los crea dizaje ha sido similar durante siglos. No sólo dependen
dores de «Nobody Knows» hubieran utilizado el mismo del contexto de la obra, sino también de las convenciones
lenguaje musical que Britten y Mahler, cuando está claro musicales de la época. Se ha escrito mucho sobre el uso de
(para mí, al menos) que los espirituales son un desarrollo figuras musicales para ilustrar ideas, especialmente en la
de formas africanas de hacer música, más que una imita música de ]. S. Bach. Pero la música de Bach y Haendel no
ción de las europeas? ( Por ejemplo, la métrica básica de puede entenderse cabalmente sin referencia a la visión
«Nobody Knows» es 3+ 3+ 2 y la melodía, de apariencia del mundo del siglo XVIII, en la que las teorías estéticas in
poco africana, puede haberse iniciado como la voz más cluían <<Una compleja doctrina de la expresión emocional
grave de una melodía «descendente» característicamente que se remite a ciertas correlaciones entre, por un lado, el
africana que recibió el tratamiento armónico típicamen ritmo y la línea melódica y, por otro, diversas emociones»
te africano y no necesariamente tomado de Europa.) ( Leichtentritt, 1 946: 1 42 ) . Por ejemplo, Fa mayor era la
Igual que Britten asigna distintos significados al mis tonalidad del idilio pastoril, y Fa sostenido mayor una to
mo timbre en el contexto de una sola obra, el mismo pa nalidad trascendental: «Todo el sistema armónico y el es
trón de melodía puede poseer también una variedad de tilo de modulación de Haendel se basa en el significado
significados expresivos. De hecho, es esta variedad en el subyacente de las diversas tonalidades» (ibíd., p. 1 54). De
contexto de la unidad a la que pertenece la que contribu modo similar, si la música del norte de la India se consi
ye al poder expresivo de la música. En Las cuatro estacio dera capaz de producir «un matiz de tristeza, o de amor
nes de Vivaldi (o p. 8), escalas y arpegios similares descri [ ... ] mediante un uso cuidadoso y pasajero de los interva
ben temas tan diferentes como los campesinos borrachos los que se corresponden con estas emociones» (Danielou,
tambaleantes del «Otoño» y los vientos gélidos del «In 1 954: 9) es porque la música se escucha e interpreta en el
vierno». Aun sin conocer los sonetos que inspiraron esta contexto de la cultura hindú y el de un sistema musical
música, los significados de figuras musicales semejantes íntimamente relacionado con ella.
resultan claramente distintos cuando se escuchan en el Las convenciones musicales del siglo xvm se sitúan a
contexto de la obra. Asimismo, las melodías semejantes a medio camino entre el madrigal de Gibbons y la sinfonía
1 \ t \ 1 ¡ l l ' R A Y L A �OCIEDA ! l F :"J 1 A ,\H' � I C \
120 121
c..J _:�-±=,:¡;5!'-=i=f:=s-�:t=c:t�E-=i'�-ªJ
que es posible que convenciones musicales venda hayan
suprimido un deseo innato en el pueblo venda de expre 1�
A nó gó - n;a mU- r( ng&. tshí -ti - ko 4 . Phá-n;já ú shá-vhá - '�í, MU - Ii - � -(nfl) ?
sar sus emociones de una manera universal y específica. •,
consecuencias incidentales de cambios en el tono del . . tecto sobre los individuos. En el desarrollo de una can
' i(HJ tslzigombela, durante una ejecución que puede durar
h �bla, que son generados a su vez por el uso de p alabras
diferentes cuya secuencia se ve generada por la «h isto desde diez hasta más de treinta minutos, va pasándose
ria» de la canción. g radualmente de un patrón estricto de llamada y res
p u esta a una secuencia casi contrapuntística en la que la
Factores generativos esenciales en la música de estas y
. kt ra se abandona. En el curso de esta expresión musical
otras cancwnes venda son, por tanto, de naturaleza ex
1 1 1 ;Í s libre, una variedad de melodías alcanza su máxima
tramusical. Partes de las melodías son una representa
ción formal de patrones lingüísticos, los cuales son tam lcsit ura, pues con la emoción de la danza las voces de las
bién puramente formales y no están necesariamente lllllchachas van elevándose hasta el punto de que, cuan
relacionados con el significado o propósito expresivo de do ya no pueden alcanzar una nota, la transportan des
la letra. No cabe descartar que se produzcan relaciones ' endentemente a la quinta o la octava. Así, los intervalos
entre el contenido emocional específico de una letra y la descendentes a veces expresan el sentimiento: « ¡No pue
forma de su melodía asociada, pero serían casuales. do alcanzar la siguiente nota!».
Esto no significa que los venda no sientan emoción con Existen también relaciones entre las variaciones en el
la música o que la consideren una mera extensión del len L Oiltenido social y emocional de una danza tshigombela
guaje. El tratamiento de una canción de la danza femeni y la forma de la música, de modo que un análisis formal
d e distintas ejecuciones es también un análisis expresi
na tshigombela lo ilustra claramente. Esta música tiende
vo. Pero a no ser que el análisis formal comience con un
a volverse más musical según avanza la interpretación.
Incluso en la música vocal a solo, como es el caso de las análisis de la situación social que genera la música, care
canciones infantiles, la forma de las melodías es divisible cerá de sentido. Basta escuchar las ejecuciones de una
en secciones de llamada y respuesta, reflejando una situa tarde en que las chicas son pocas y están aburridas, com
ción social en la cual alguien «siembra» (-sima) una can parándola con otra en la que haya una buena asistencia
ción -una metáfora derivada de la horticultura-, y otros de gente, con una audiencia apreciativa y un ambiente de
«truenan en respuesta» (-bvumela). Las melodías siguen expectación y entusiasmo, para darse cuenta de cómo
los patrones tonales del habla solamente en la sección de dos interpretaciones de la misma canción pueden resul
llamada. Además, sólo en esa sección se cumple la regla tar diferentes por completo en cuanto a forma y poder
expresivo. La cantidad y calidad de las variaciones rítmi
�eneral de que cada sílaba de una palabra vaya acampa
nada por una única nota. Si los ejecutantes sustituyen las cas, por ejemplo, dependen de la habilidad de los bailari
palabras de la letra por combinaciones de fonemas como nes y percusionistas, pero no se reducen al simple repaso
ee, ahee, huwelele wee, yowee, etcétera, se conceden una de un muestrario de estándares ya conocidos. Lo que
mayor libertad de expresión musical. Esto es importante, otorga su poder expresivo a la música es cuándo y cómo
pues es la parte de la experiencia compartida en la activi se introducen estas variaciones, lo cual depende de la
dad musical la que puede resultar trascendental en su implicación de los presentes y la calidad de la experien-
124 ¿HAY !I.WSICA EN EL HOMBRE? 1 \ 1 l ' 1 l l ' R A 'r 1 A S()( 'IFDAD EN LA l\ll:�ICA 125
cia compartida que surge entre ejecutantes, y entre éstos I I I L'ntc distintas antes y después de la Revolución fran-
y el público. c�a.
1
\
He aludido a la teoría del lenguaje musical de Deryck ksde la distancia, las formas, técnicas y materiales
Cooke porque, aunque no puedo aceptarla, resulta inne , ( mstructivos de la música parecen acumulativos, al esti-
gablemente sugerente. Y he concluido mis críticas con 1 ( ' de una tradición tecnológica. Pero la música no es una
ejemplos tomados de la música venda para mostrar por ra 1 1 1 a de la tecnología, aunque los desarrollos tecnológi
qué es necesario un enfoque etnomusicológico incluso en ' ( 's la afecten. Se parece más a la filosofía, que puede
el estudio de la música europea entre 1 400 y 1 953. No 1 ra nsmitir también una impresión superficial de evolu
puede reprochársele a Cooke haberse circunscrito a un ' i ú n . Cada idea aparentemente nueva en música, como
área cultural concreta; pero si su teoría no es suficiente , · n fi losofía, no surge realmente de las ideas expresadas
mente general como para aplicarla a cualquier cultura o I ' ITViamente, aunque muy bien pueda hallarse limitada
sociedad, entonces es automáticamente inadecuada tam l '( ' r ellas. Es un nuevo énfasis surgido de la experiencia de
bién para la música europea. No es suficientemente sen '- l l entorno por parte de un compositor, una concreción
sible al contexto. La música tonal entre 1 400 y 1 953 no de c iertos aspectos de las experiencias comunes a todos
puede aislarse como una entidad en sí misma, especial 1( 's seres humanos que a él le parecen particularmente re
mente si el objetivo es relacionarla con las emociones hu levantes a la luz de sus experiencias personales y de los
manas. Las convenciones estéticas del siglo XVlll no pue acontecimientos contemporáneos.
den separarse de la experiencia de los grupos sociales Lo más importante acerca de una tradición cultural
involucrados o no en ellas. Si la música sirve como signo en cualquier época de su historia es el modo en que sus
o símbolo de diferentes tipos de experiencia humana, su componentes humanos se relacionan entre sí. Es en el
interpretación puede ayudar a canalizar los sentimientos contexto de esas relaciones donde se viven y comparten
de los oyentes en ciertas direcciones. Un compositor que experiencias emocionales. El disfrute artístico se «basa
aspire a comunicar algo más que hermosos sonidos ha de esencialmente en la reacción de nuestras mentes a la for
ser consciente de las asociaciones que éstos suscitan en la ma» ( Boas, 1 955: 349 ) . Pero las formas son producidas
mente de los miembros de diferentes grupos sociales. No por mentes humanas cuyos hábitos de funcionamiento
se trata simplemente de expresar sentimiento relacionan son, pienso, una síntesis de sistemas de operación dados,
do sonidos entre sí en el contexto de una pieza musical universales, y patrones culturales, adquiridos, de expre
determinada, como en el War Requiem de Britten. Los sión. Puesto que tales patrones se adquieren siempre a
principios de organización musical han de ponerse en re través de -y en el contexto de- relaciones sociales y las
lación con experiencias sociales, de las cuales escuchar emociones que se les asocian, el factor formador del esti
e interpretar música no constituyen sino un aspecto. El lo decisivo en cualquier intento de expresar sentimientos
minueto no es sólo una forma musical tomada de la dan a través de la música ha de ser su contenido social. Si que
za: posee asociaciones sociales y emocionales completa- remos descubrir los principios básicos de organización
1 \
126 ¿ I ! A Y I\1U\ICA E :J EL 1 10.\1BRE?
( \ 1 1 l l " IL\ Y 1 A SOCIEDAD E:--J l A ,\ ll"\ICA 127
carse como un legado de la música popular de sus respec ' 1 t " n o y acento del lenguaje del propio compositor y es-
tivas sociedades. ( Hoy día en África, las sociedades que ,
1 '' . i a 1 mente las melodías de la música «popular» han de
cantan en movimiento paralelo muestran preferencias . . , . 1 1 l pel1 ado un papel tan vital en el proceso de asimila
' 1 < 1 1 1 y c reación como el de las convenciones del estilo
por determinados intervalos. ) En esta misma línea, el no
table desarrollo de la música polifónica en Inglaterra du 1 1 1 1 1 -> i c a l . Ha llamado la atención acerca del predominio
· · ' ' ' c s i vo de formas vocales e instrumentales en el desa-
rante el siglo XVI puede haberse visto estimulado tanto
por la invención musical de compositores individuales en 1 " 1 1 io de las técnicas de la música «clásica» europea, vin
' I J I .mdo tales desarrollos con cambios en el orden social
la primera mitad del siglo xv como por el advenimiento
de la monarquía galesa y sus seguidores. Cuando el rey 1 ,\ k l k rs , 1 950: 8 1 , 1 32 ) . De modo similar, Curt Sachs ha
Tudor Enrique VII llegó al trono en 1 485, restableció la 1 l 1 ' ' u t ido la influencia de los estilos de danza de distintas
· · " ' ied ades en la forma de sus melodías ( 1 937: 1 8 1 -203 ) .
influencia galesa en Inglaterra; y la música popular galesa
había destacado por su técnica polifónica desde al menos 1 . n general, los cambios d e estilo musical han sido re-
el siglo XII. 1 k jo d e cambios en la sociedad. Por ejemplo, en Europa
1 �c,pués de ca. 1 200, la nobleza y otros poderes seculares
El estilo de un compositor es «dictado por el tipo de se
res humanos y emociones humanas» que él «trata de con ,., •!v ieron cada vez más su mirada hacia el pueblo, «cuyo
vocar en su arte, usando para ello los elementos de len , . , , i lo popular de canto adaptaron a su gusto más refina
guaje de su tiempo», afirma Sidney Finkelstein ( 1 947: 29) ' ¡ , , ,, ( Leichtentritt, 1 946: 60). Al distanciarse del dominio
en Art and Society (Arte y sociedad) . La influencia de la " •cial de la Iglesia, rechazaron también su música. De
cultura popular es fuerte en la obra de muchos grandes l l l odo similar, los distintos estilos de música venda refle
compositores que han tratado de expresarse, y en conse j a n la variedad de grupos sociales y su grado de asimila
l iún en el cuerpo político. Las interpretaciones musicales
cuencia expresar su sociedad, en los términos más am
plios posibles. Los corales de Lutero nacieron de manera son un signo audible y visible del agrupamiento social y
deliberada de «canciones populares» y Bach organizó político dentro de la sociedad venda, y la Figura 7 mues
buena parte de su música en torno a ellos. En particular, t ra su patrón dentro de la estructura social. La música de
Haydn, Mozart y Schubert organizaron su música en tor estilo tradicional aparece en círculos concéntricos, en
no al lenguaje «popular» austríaco. Bartók, Kodály, Ja alusión tanto a la forma de las casas como a la de los pa
nácek, Copland y muchos otros compositores de escue trones de danza venda. De modo similar, he representa
las nacionalistas han encontrado su mayor estímulo en do la música no tradicional dentro de rectángulos, como
los sonidos de sus propias sociedades. En los volúmenes los de las casas de tipo europeo que ha adoptado mucha
tercero v cuarto de Man and His Music (El hombre y su gente educada. Las escuelas de i n iciación vhusha, tshi
música ), especialmente en The Sonata Principie (from kanda y dmnba son directamente controladas por los
c. 1 750) ( El principio sonata desde ca. 1 75 0 ) , Wilfrid jefes, mientras que murundu y sungwi están en manos
Mellers ( 1 957) ha mostrado cómo las formas de la danza, privadas, pero orientadas tradicionalmente bajo los aus-
1 \ 1 1 1 1 1 1 1\ Y !JA[) J·\J 1 A .\ l l'�JC.\ 131
EN
\ 1 -\ \()C!J
130 ¿ ! ! A Y i\.lllSICA r l HO!viBRl:?
1 16
tuciones se toma muy en serio y se denomina ngoma (li
1 5. MÚSIC4 ESCOLAR
u<kRA
teralmente, «tambor» ). Otros tipos de música pueden
MODERNA¡
considerarse entretenimientos ( mitambo ) lo cual no sig TSHi UBU j
.;11 /:::::-�>\
MÚSICA
,
�m:I�"
pero las escuelas e iglesias separatistas han desarrollado . . .
m�zimnHELF.
La variedad y vigor de los estilos musicales venda son / 6 m ru nd �''\ sungw1 \
el producto de una situación política semejante a la que 11 5 1 2. t hikona L_ 5
a e 1 .. n e - --- ---- 1 . ��-mafh
_
p�alaphala Omb a
m 1
l1
1
había en Austria a finales del siglo X V I I I , donde familias khwatha 11. NGOMA
4
DENDE 9 vhusha
4 . tshikanganga 3. tshtgombela
TSHIDZHOL
los estilos musicales reflej a una diversidad subyacente a
TSHIPAI �Janga dza lutanga
LUGUBE
MBILA
/
THUNGWA
pero actualmente lo hacen casi exclusivamente ellas a 1. La mús1ca más importante, controlada por los dirigentes [ngoma khulwane].
causa de la migración de la mano de obra y el incremento 2. Mús1ca seria, patroci nada o perm1t1da por los dirigentes [ngoma].
3. Diversiones [mitamba] patroci nadas por los dirigentes.
de la escolarización, que han modificado el patrón de 4. Música Instrumental [zwil1dzo], divers1ones, etc., no sujetas a control
vida rural. 5-5. Marca la diVISIÓn entre grupos de m ú s rca completamente ortodoxos y los que no
lo son, en diversos grados. Los grupos dentro d e rectángulo participan oficial
La música y la danza de la escuela de iniciación domba
círculos: de hecho. no hay muchos que penetren los circulas 1 y 2 .
mente en la mústca ortodoxa en la medida e n que los rectángulos penetran los
de una cultura. Lo que las hace especialmente notables es haber transcrito las relaciones entre letra, baile y música,
que, aunque el proceso de creación es casi por completo y haber aprendido el simbolismo esotérico de la escuela.
inconsciente, sus formas se encuentran sistemáticamente Tuve que sumergirme en la cultura y la sociedad venda
relacionadas con su propósito expresivo. Los venda expli para llegar a entender este producto de sus mentes.
can que la domba tiene siglos de antigüedad, y tienen mu El análisis de la domba que aquí presento deriva de una
cho que decir sobre las funciones de esta escuela de ini combinación de distintos tipos de información etnográ
ciación y sobre la belleza y valor de su principal danza l!ca. No pretendo que sea la última palabra en la materia,
ritual. No hacen comentarios sobre la forma de la danza y pero por lo menos resulta congruente y surge de la etno
su música, salvo para decir que «domba es domba; es un grafía. Cuando comencé este análisis no tenía ni idea de
rito importante (¡¡goma) ». Y, sin embargo, la música y la dónde acabaría y nunca sospeché que los elementos for
danza dibujan un rasgo esencial de la vida adulta, simbo males y expresivos se hallaran tan imbricados. Las con
lizando periódicamente mediante su interpretación la clusiones me vinieron impuestas por las regularidades y
importancia del matrimonio, el nacimiento y la materni �-orrespondencias que emergían del material recogido
dad institucionalizada. sobre el terreno.
En apariencia, la domba suena como una pieza habi La domba es la última de una serie de escuelas de ini
tual de música venda, con su forma de llamada y respues ciación que preparan a las muchachas para el matrimo
ta, acompañamiento polirrítmico y desarrollo musical de nio. Aunque en ellas se pone mucho énfasis en el sexo y
la sección de respuesta. La forma circular de la danza es l a reproducción, las escuelas no tratan sólo de asuntos
característicamente venda y, dado que un gran número de fertilidad. Su propósito es preparar a las mujeres
de chicas baila en un recinto reducido, no es extraño que para una maternidad institucionalizada, junto con los
tengan que agarrarse unas a otras. En revistas ilustradas derechos y obl igaciones que comporta. H ay evidencia
y folletos turísticos, el movimiento ha sido erróneamente de que el contenido y la forma de este tipo de escuela
denominado «la danza de la pitón», y en ellos se presenta han cambiado con los años, especialmente tras su « na
como una de las atracciones interesantes de los venda (es cionalizació n>> por parte de los clanes dirigentes. En el
de suponer que el motivo es que la ejecuta un grupo de pasado, cuando la domba era un ritual de los clanes más
vírgenes semidesnudas). Con todo, tanto el movimiento normales, el énfasis en el crecimiento físico ha debido
de danza como el tipo de desarrollo musical que se da a la ser mayor. Los clanes dirigentes han ampliado el signi
sección de respuesta y la señalización del comienzo y fi ficado político de las escuelas de iniciación, pero la mú
nal de los movimientos de baile son generados por las sica y el baile aún conservan su orientación básicamente
funciones expresivas de la música. Es más, no podría ha física.
ber descubierto eso sin haber asistido a ejecuciones de Cada ejecución de la danza simboliza la relación se
esta danza en diferentes zonas del territorio venda, ha xual, y ejecuciones sucesivas simbolizan el desarrollo del
ber grabado cientos de las letras que canta el solista, feto, para el cual se considera necesaria la relación
1 34 ¿ 1 ! AY 1\lt:'·,(CA E l\' H HOMBRE?
135
CORO
SOLO
1¡
1
11
1 11 CORO 12
�
V
percusión «Sorda>' en
el centro del parche
con la mano izquierda
,J percusión con baqueta en el borde
de madera del tambor c.-=;t.�
.ff.:c�i-.;�1=�4r�=.=�¡�1�� --C�:C.
Eee ! _________ __________ _ __
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1 1 1 1 1 \ ·\ 1 1 · 1 1:\ ] ) 1 · !\J 1 .-\ ¡\J l " <.,]C,\ 137
136
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- Aa ya ! Yee, oo
1-:e, yo - wee ! _ _ _ _ _ _ _ _
I·�����
Adelante ... Atrás ... Adelante ...
En este punto las muchachas son excitadas simbólica '. t i h asta el patio del jefe, donde bailan la domba
1 n a d rc
mente. Tras algunas repeticiones de la melodía básica, el ' • 11 no nov icias por última vez. A partir de ahí estarán lis
maestro canta «La caña del río se desenrolla», y las chicas, " ' ' p a r a el matrimonio y una participación plena en la
agarradas en fila india, comienzan a caminar alrededor · · • " 1cdad venda. Una función de la música y la danza ha
de los tambores. Tanto la caña como la fila de chicas son · o � • ¡ , , L ITar simbólicamente un bebé y, como para reforzar
símbolos fálicos y el movimiento de comienzo de la dan ' · ·.t o, p a ra los ritos finales el bombo se retira de la viga.
za simboliza la entrada del falo. Acto seguido las mucha l . x i stc una relación importante entre la música de la
chas emprenden una forma cuasiorgiástica de canto que ' '"llliht y la de la tshikona que refleja la función de los dos
denominan khulo. Como en la tshikona, se emplea una ' ' 1 , , ,s de música en la sociedad venda. Se denomina mutav
técnica de hoquetus. Algunos minutos más tarde, al can / ¡ , ¡ .1 u n conjunto completo de flautas de caüa. El término
tar el maestro la frase «Gudu os h a removido las entra · · • · rdlcre al conjunto instrumental, no al número de notas
ñas», las muchachas dejan de moverse y se inclinan hacia , ¡ 1 1 1 1 a octava. La misma palabra se usa para referirse al te
,
.
el centro del círculo de danza, simbolizando la detumes ' l.1do de una mbira o un xilófono. Sin embargo, se pone
cencia del falo. J H l l nhre a las notas de tal modo que su relación con la oc
En el centro hay un fuego que debe mantenerse encen t . l va y sus funciones musicales sean reconocibles. Se deno
dido mientras dure la escuela. Las cenizas «blancas» sim , , , ¡ , ¡ a phala a la nota principal de un conjunto de flautas de
bolizan el semen, considerado necesario para el creci ' . 1 1 1 a heptatónicas, yphalana o «pequeüo phalm> a la que se
miento del feto. Según el simbolismo esotérico de la ' i t t'1 a una octava por encima. La nota que sigue por encima
escuela, se llama «la cabeza del niño» a un bombo mante de phala se llama thakhula, «la transportadora>>, porque
nido en suspensión. Al comienzo de la domba, yace en el • < m duce la melodía de vuelta al tono principal. (Funciona,
suelo. Después de tres o cuatro meses ( aunque a veces pues, como una sensible en la música europea.) Cada nota
menos, según parece) tiene lugar una ceremonia en la t iene una acompaüante situada una quinta por debajo.
que dicho tambor se « cocina» y cuelga de la viga. Es Este no es un mecanismo limitado a la tshikona: se encuen
como el movimiento del niño en el útero, simbolizado t ra i mplícito en toda melodía venda sobre modos heptató
también por el círculo de baile. El simbolismo no es con n icos. En una escala pentatónica la nota acompaüante di
clusivo en cuanto al significado de los tambores, pero pa tlere a causa del espaciamiento entre intervalos, pero sigue
rece que sus diferentes golpes expresan los latidos del pa aplicándose el principio básicamente social de que cada
dre, la madre y el feto. nota debe tener una acompaüante. Por ejemplo, se aplica
En la última noche de la escuela, las muchachas bailan de forma implícita en las armonías improvisadas por el
con las manos por encima de la cabeza, simbolizando con resto de los ejecutantes.
ello los dolores del nacimiento y de una noche de parto. A En la música instrumental, se permite el intervalo de
la mañana siguiente las desvisten, las asean y les ponen tri tono, pero en la vocal se evita dentro del acorde. Existe
ropas de iniciadas. Son llevadas como bebés a espaldas de un contraste interesante entre la tshikona y el khulo de la
1 \ 1 1 1 1 1 : 1u Y l 1\ :'-.(){ Jl I M ! J ! \.. l A :\ ! l ' � !( A 141
140
domba, en el cual las muchachas cantan casi el mismo pa 1 w r m i t ido no se halla en la misma posición ( D o" /Fa#"
trón tocado por los hombres en sus flautas de caña (véa ' · 1 1 Ka ) que la que tendría, si no se evitara, en la estructura
se la Figura S). En la estructura de la tshikona, el tritono . I d kl1111o (segundo acorde de 8b ). Esto evidencia que el
/, l! u lo n o es una simple transposición de la tshikona; si
. 1 '> 1 i"uera, el tritono evitado aparecería en el penúltimo
. 1 . ordc, como aparece en la tshikona, en lugar de en el se
) ', t l l l do. Khulo es más bien una transformación generada
1 ' ' •r la distinta función de la música. Así, las notas acom-
1 •.1 1 1 a ntes en la tshikona de los hombres (B en Sa, Se y Se)
· , , \cleccionan como el modo principal del khulo canta
' 1 . . 1 1 or las muchachas, para el cual se selecciona otro
' " 1 1 j unto de notas acompañantes (C en Sb, 8d y Se). Es
' • l l l l O si la tshikona incorporara en su mutavha un modo
k-e������-��
Progresión armónica
'u relación común con una misma progresión armónica
L�J L���
�==f==��-'-�1$c��-_é='�
Progresión armónica
1 43
� -�� - �--�� -------
���+=P!:JEt;=tt?W€fF=tfi-�
repetirse en cierto punto un patrón dado? ¿Por qué ha
bría de repetirse en absoluto? La musicología debe ser ca
7. Tsha ga - la 8 . Mu - l.a - nda. 9 . Ma-ndu - le. I O . G u-ni - wee !
paz de atender a preguntas similares si pretende explicar
lo que acontece en música; pero creo que no logrará res 1 1 1 ,\ 1 1 ' 1 ( ) 22
J-100 ll2
. -�.P ,..Jb·!�=----==
l. Ndé' ndf nge - i tbi - vhá - ni,
�� �-�.�
.. + ��_:=f
l. Th3.-thll - thil !
+ : -+t- -:g-T��]
Thá- ngá dzí íl
+
swá. Nde' dZÍ
+ +
3. swá:
+
l'l-I2�=4LT=��n��ª
:�.
-t +
swá na Vhó -Má - di
+
mba ná
+ +
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.. -r
mú -- k�
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-- si tshf 11 - ti, Dzí á - Vhó-NyÚ - ndb.
�� 1'M=-��=-1����x-=t-:IÉ=��
-� . Vhó-Nyú - ndó vhé1 Rí y?i 'flú ? Ri y3. shó-ndó - ni;
EJE�!PLO 23 1 11 ,\ 1 1 ' 1 ( ) 24
letra, que a su vez se generan por da historia» que narra h a bla. Los mismos principios se aplican a la cuarta can
la canción (véase también la Figura 6). Por otra parte, la ' i<'l ll ,
que utiliza seis notas, también según el motivo de
sección de llamada varía, mientras que la respuesta se ·< l anfarria» Do-Mi-La-Do.
mantiene invariable. De ese modo, la forma de la canción Podría argumentarse que estas cuatro canciones repre
deriva de un modelo social, reflejando una situación en la 'cn tan estadios de una evolución musical a partir de un
que el solista trabaja con un coro. Los cambios en el tono n ú cleo de cuatro notas Mi-Re-Do-La. Es posible anali
del habla se reflejan, por tanto, en la primera sección de !. a rl as como meros patrones musicales, desde el punto de
cada frase, pero no en la segunda, de forma que en la eje- v i sta de la repetición de notas y su convergencia en cen-
cución a solo por parte del niño se produce una conden- 1 ros tonales, el refuerzo rítmico de las notas, la tonalidad
sación de una situación social que encontrarán los niños ! única-dominante, los modelos de tensión y relajación
cuando crezcan y participen en grupos sociales más am- melódica, etc. Tratando estas melodías como «objetos so
plios. noros», es decir, como cosas en sí mismas -que es el tipo
La tercera canción utiliza también cinco notas, pero en de tratamiento que estoy criticando-, podemos obtener
un arreglo diferente. Repárese en el patrón Mi--Sol-D o-Mi, varios análisis diferentes. Éste es un procedimiento muy
semejante al de Potilo, Do-Mi-L a-Do. Esto podría lla habitual en el análisis de la música europea y tal vez sea
marse un motivo de fanfarria ; pero cornetas y fanfarria s esa una de las razones por las que las publicaciones musi
resultan irrelevantes en el contexto de la cultura venda cales están plagadas de explicaciones contradictorias de
tradiciona l. De nuevo, la primera parte de la melodía es una misma música. Todos discrepan acaloradamente,
como una sección de llamada, donde variacion es me fundando su reputación académica en lo que Mozart qui
nores de la melodía dependen de los cambios tonales del so realmente decir en tal o cual compás de sus sinfonías,
1
1 48 ¿HAY A.ll1�!C\ E:-.J EL ! Hl.\1BIU.? 149
�T�±t--=-��-c-
24
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NrliYo
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los niños venda aprenden las canciones tiende a estar re
g ulada por factores sociales; el hecho de que unas tengan
SOLO CORO cuatro y otras cinco, seis o siete notas tiene poco que ver
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_-:::...:.__ _--::..:._____ --=::..:_ - __::_:_:__
___ == - - ---= - -- con el proceso de aprendizaje. Lo significativo no es el
3. Sé - sé á tshl hva -'fhT?
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la música y las situaciones asociadas a ella. Los niños las
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a prenden como aprenden el lenguaje: como ideas com
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4. l
Fha - la há Mú - kwá - vhó kwá yá vha vhu - ya. pletas, no gradualmente por progresión musical.
_
La primera música que aprenden los niños venda, en el
�--�--�--:J, -*
5.
--
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c. -5
Patrón de N do bva na tshidongo (Ejemplo 25)
FJ(;LIRA 1 0. Diferentes modos que tienen los venda de cantar la tshiko
na, su danza nacional para flautas de caña y tambores. Las cifras indi 1 ' ' . t : tzA 1 1 . Relación entre las melodías de tres canciones de niños ven
can el número de semitonos de cada intervalo. D y E son los equivalen , l.t y la música de la tshikona, de la cual tan sólo se proporciona una par-
tes más cercanos de la escala que cantan los venda; los cantantes no 1 , 1 ranspuesta una tercera menor descendente.
.•
1
i !JL '
1 HliMANIDAD SO!\ORAMEN'l E OR(;ANIZADA / 'd
1 52
tal de una melodía puede ser más significativo que el nú Los procesos de creación fueron probablemente in
mero de notas utilizado. Un producto de apariencia ele conscientes. Incluso es posible que las canciones fueran
mental puede esconder un proceso complejo, y viceversa. compuestas originalmente por niños. Pero si no fue así, y
si ahora las aprenden por imitación consciente más que
(u) Patrón Je Ñ1utshuini lb) Patrón de Mongovho por ósmosis, hubo un tiempo en que fueron compuestas,
� -álc:�
::�_fii!=t*=�i=-' y d proceso de transformación utilizado fue en principio
> i m i la r al que relaciona d p a t rón de la tshikona con el del
/, ludo de la do111/Ja, t a l y como se d iscut ió en el capítulo
l l" 1n· ro ( v1;llsc l a Figu ra H ) . El punto importante aquí es
< ¡ t ll' los principios del proceso creativo no siempre se ha
l l . t l l en las estructuras superficiales de la música y mu
' ¡ , , " • 11- 1, ' � t;tdores generativos no son, de hecho, musica
F I C URA 12. Relación entre dos canciones de niños venda y dos melo l<-· l '1 '' ·· i e n t p l o , t a mbién he mostrado cómo una melodía
•.
días de flautas de caña pentatónicas de las que tocan los jóvenes y niños d .. l o,, . ,,. ¡ • t 1 n k .\ l'r ree st r u cturada para ajustarse a cam-
(núm. 4 en las Figuras 5 y 7). 1 " " ' · 1 · 1 1 lm pat mnes tonales del habla presentes en la letra
l t 'l ' l l ' l ' i . t hgma ll ) . H asta los niños venda son capaces de
¡ , , , , n \' I H a j a r nuevas cadenas de palabras en una melo
Hay otras muchas canciones que están relacionadas con
la tshikona y con las danzas infantiles para flautas de caña, d 1.1 preex isll'nte de una forma que se reconoce como típi
como he demostrado en mi libro. Mi argumento es que un ' ,, de los venda, aunque para ello no reciban instrucción
análisis musicológico formal puede resultar inadecuado, o l o r 1 1 1 a l alguna y las reglas del sistema sólo puedan ex
t 1 .1nse a partir de un análisis comparativo de muchas
incluso irrelevante, tan pronto como las canciones se anali
zan en relación con otros elementos de la música venda y en ' a m iones diferentes. En la música venda, la creatividad
términos de su sistema musical, así como en relación con depende del uso y transformación de los modelos con
los «orígenes» sociales de dicho sistema. Las canciones de ' e p t uale s básicos que generan sus estructuras superficia
niños son transformaciones de la música que los niños de les. Y, dado que tales modelos se adquieren inconsciente
ben de haber oído y que, con toda seguridad, tendrán que mente como parte del proceso de maduración, no creo
ejecutar más adelante en su vida. Han sido condensadas que puedan utilizarse de una forma realmente creativa
mediante un proceso de elipsis no muy distinto del que por nadie que no se h alle profundamente inmerso en la
acontece en el habla temprana. En lugar de imitar un movi sociedad venda.
miento descendente siguiendo un patrón de melodía a me En otras palabras, las reglas de la música venda no son
nudo heptatónico, exhiben un nuevo tipo de patrón que arbitrarias como las reglas de un juego. Para crear música
parece ajustarse mejor al ámbito más limitado de las voces venda hay que ser un venda, h aber compartido la vida so
infantiles. cial y cultural venda desde la primera infancia. Los recur-
E 9
1 54 ¿HAY MÚ�lCA }.N EL HOMBRE? ·1. Hl;.rvlANIDAD SONORAI'vtFNT}. OR.CANI/ADA 1 55
sos técnicos de la música venda pueden parecer poca organización de nuevas relaciones entre sonidos o bien en
cosa a alguien acostumbrado a la música clásica europea nuevas formas de producirlos. El interés por el sonido
y las reglas básicas de composición probablemente po como fin en sí mismo o por los medios sociales para la
drían aprenderse a partir del estudio de grabaciones y de consecución de dicho fin son dos aspectos inseparables, y
mis propios análisis. Pero estoy convencido de que un a mbos parecen estar presentes en muchas sociedades. Bien
músico formado no podría componer una música que se ponga el énfasis en el sonido humanamente organizado,
resultara absolutamente nueva y específicamente venda, bien en la humanidad organizada por medio del sonido
y por tanto aceptable como tal a audiencias venda, a me es decir, en una ex pe rien c i a tonal relacionada con perso
nos que se hubiera criado en su sociedad. Puesto que la nas o en una experiencia compartida relacionada con no
composición de música venda depende tanto de ser ven l a � , la l l l ll<ion de la lll i,Jsica es reforzar ciertas experien
da y su estructura se halla tan íntimamente relacionada ' 1 . 1 � q 1 w h o � 1 1 r('s u l t ado significat ivas para la vida social,
con dicha condición, se sigue que un análisis del sonido Y I Jil l l i . I I H i o n 1 . 1 .� ('sl red1amente a las personas con ellas.
no puede concebirse al margen de su contexto social y 1 .1 , l l ' . II I\' I<LHI nu1sical puede describirse en términos
cultural. La música de las cuatro canciones podría haber . ¡ , . 1 ' 1 1 " nos s111 i a lcs, m u si ca les y cognitivos. En otros dos
se analizado sólo en términos de sus notas, pero estos . 1 1 1 . d I '. J ', l '1 1 hl i, a dos sobre un centenar largo de canciones
análisis no hubieran revelado las estructuras profundas ,., . 1 1 d . 1 , l11· esbm,ado seis conjuntos de reglas que dan
de la música, los procesos mediante los cuales fue creada , I H' l l l <l de sus patrones sonoros. El primero de ellos,
en el contexto de la sociedad venda. Un análisis sensible . . 1 :. 1 , l o res sociales y culturales», comienza con la regla
al contexto resulta ser más general, porque explica la mú 1 . 0 . 0 . : << La música se ejecuta como parte de una situación
sica de las canciones de niños de acuerdo con un sistema ··• H iah. Esto puede parecer una obviedad, pero es un pre
que rige también para otros aspectos de la música venda ludio necesario a reglas más complejas que explican los
y lo hace en términos de sus respectivas funciones socia 1 ' ; 1 ! rones musicales como producto de sus antecedentes
les. Es decir, las relaciones sociales y expresivas entre la s• H ia les. Los siguientes cuatro conjuntos de reglas son
función de las canciones de niños y las distintas danzas 1 • ; i s i ca mente musicales: «Tempo, métrica y ritmo», «Tono
con flautas de caña se reflejan en sus relaciones formales y ,]el habla y melodía», «Armonía y tonalidad», «Desarrollo
musicales. mu sical». El último es cognitivo: «Procesos de transfor
Los análisis de música son esencialmente descripciones mación». Estas reglas son vagas y provisionales, y resul
de secuencias de distintos tipos de acto creativo: deberían t a n inadecuadas en la medida en que asumen un conoci
explicar los acontecimientos sociales, culturales, psicoló miento aún en ciernes de la cultura y sociedad vendas. No
gicos y musicales en la vida de grupos e individuos que las discutiré en profundidad, pero quiero sugerir cómo y
conducen a la producción de sonido organizado. A un ni por qué dichas reglas podrían generalizarse y refinarse en
vel superficial, la creatividad se expresa en música princi el marco de una teoría unificada de la cognición, la cul
palmente a través de la composición y la ejecución, en la tura, la sociedad y la creatividad.
1
156 ¡ H AY MGS!CA E N EL HOMBRE? 157
En primer lugar, permítanme explicar a grandes líneas musical puede reflejar grados variables de conciencia de
ciertos presupuestos teóricos. Emile Durkheim ( 1 968: 447) , l a s fuerzas sociales, y la estructura y función de la música
en The Elementary Forms of the Religious Life ( Las for p u eden estar relacionadas con impulsos humanos bási
mas elementales de la vida religiosa) , argumenta que la cos, así como con la necesidad biológica de mantener un
sociedad no es «Un ser nominal creado por la razón, sino e qu i l ibr i o entre ellos. Si los venda ejecutan música comu
un sistema de fuerzas activas» . Yo creo que el comporta n i t a r i a pr i n c i p a l mente cuando tienen el estómago lleno,
miento es parte integral de la constitución de un animal; 1 1 0 es s i m ple m e n t e por matar el tiempo. Cuando, en la
que los seres humanos no son infinitamente plásticos pnsn u L i , ·l l , d e l a a u t o p rescrvación, se dej an de lado los
y que aprenderemos más sobre la música y la musicalidad l l l l l l l d.�o.� , k ' o o pn a , i o n , r e p rod u c c i ó n y exploración, la
humanas si buscamos ciertas reglas básicas de comporta o l l l l l O I I I . I " " 1.1 l l o l l l l l. d l " J a �e ve a k c t a d a . Al hombre no le
miento musical que se hallan condicionadas tanto bioló 1 > . 1 ', 1 . 1 ' 1 1 1 1 1 t ' 1 1 n : d l"hl" L 1 1 1 1 h i L; n ser, y llegar a ser. Pero no
gica como culturalmente y que son específicas de nuestra 1 ' " ' ' ' "' .,, . 1 'o l l l l t ' l l l ' L < : u a n d o los venda sienten hambre, o
especie. Me parece que lo que en último término es más , . .. 1 . 1 1 1 , , , " 1 ' · 1 " " � ·· v i L1 1 1 d o l a , no encuentran tiempo ni
importante en música no puede aprenderse, al igual que < ' 1 1 1 ' 1 ) '. " 1 1 ' " 1 " h . 1 , n 1 1 1 t 1 s i c a . N i tampoco imaginan que la
otras aptitudes culturales. Está ahí, en el cuerpo, esperan l l l l l 'o l < " ¡ • 1 1 . ! w 1 . 1 , de u n a forma mágica, aliviar su hambre,
do a que lo despierten y desarrollen, igual que sucede con . ! . . ! 1 1 1 � ' l l l o n wdo que los magos que provocan la lluvia no
los principios básicos de la formación del lenguaje. A im < "• 1 '� ' � · 1 1 1 ' 1 " " la lluvia caiga si no han visto primero el mo
provisar, realmente, no se aprende, lo cual no significa \' l l l l l l' l l l o de i n sectos que la anuncia. La música está en
que la improvisación sea fruto del azar. El hombre que la , · ! l o s, pero p a ra surgir requiere unas condiciones especia
realiza no ha sido improvisado: todos los aspectos de su ' " � · \ u g i e ro q ue los venda hacen música cuando tienen el
conducta están sujetos a una serie de sistemas interrela ' . ., , ' H n ago lleno porque, conscientemente o no, sienten las
cionados, estructurados, y cuando improvisa está expre l 1 1 n1.as d e la separación inherentes a la satisfacción de la
sando tales sistemas en respuesta a las reacciones que reci . 1 1 1 t u p res ervaci ó n y se sienten impulsados a restaurar el
be de su audiencia. De modo similar, las mujeres casadas n ¡ u i 1 i brio mediante una conducta excepcionalmente co
venda no tienen que reaprender la música de la domba ' >pcra t iva y exploratoria. Así, las fuerzas de la cultura y la
cada cuatro o cinco aiios al inaugurarse una nueva escue .�ociedad se expresan en sonido humanamente organiza
la. Reviven una situación social y la música adecuada sur do porque la principal función de la música es promover
girá cada vez que esa experiencia sea compartida cuando una humanidad sonoramente organizada agudizando la
se den determinadas condiciones de individualidad en conciencia humana.
comunidad. En el tercer capítulo sugerí que muchos cambios forma
Las reglas del comportamiento musical no son conven les en la música europea surgieron como resultado del in
ciones culturales arbitrarias, y las técnicas de la música tento de los compositores de que las personas se hicieran
no son como los desarrollos tecnológicos. La conducta más conscientes de la disarmonía y desigualdad sociales.
-
1 58 ¿HAY MÚSICA EN l:L HOMBRE? 4. HU.'vtANIDAD SONORAJ\·J EN n: OR<;ANIZADA 159
La creatividad musical fue así una función de las actitudes Resulta tentador contemplar la forma musical básica de
de los compositores ante la separación entre personas en tema y variación como una expresión de situaciones y
sociedades que deberían haber sido plenamente coopera fuerzas sociales, transformada de acuerdo con los patro
tivas. De modo muy similar, podemos decir que las rela nes de cultura y el estado de la división social del trabajo
ciones temáticas de la tshikona y las canciones infantiles en una sociedad dada. Así, las diferencias esenciales entre
venda expresan las relaciones sociales correspondientes. la música de una sociedad y otra serían sociales, no musi
La tshikona simboliza la sociedad más amplia conocida ca les . Si la m ú s i c a inglesa parece más compleja que la ven
por los venda en el pasado; y como la opresión del apart da y es prad icada por u n porcentaje menor de personas,
heid los restringe en la sociedad más amplia de la que son d i o � n k l > v a la d i v i s i ú n social del trabajo, no a que los in
dolorosamente conscientes, esta sociedad tradicional ¡•, lv�v� · · � l n l I I H" I Io.� d o t a d o.� para la música o a que su mú
continúa siendo la esfera más amplia en que pueden mo ' " ' .1 �··o� • ")', I I I I I I· . I I I H' I I I l' 1 1 1 as compleja. Los individuos de
verse con relativa libertad. La tshikona es universal tanto d t l n l ' l l l n ' 1 d 1 1 1 1.1s 110 h <I I I de aprender ni más ni menos
en su contenido como en su forma: todo el mundo asiste o • ..
1 1 '. , 1 ·. 1 . 1 ' 1 1 1 ' l i i i i t' x l o de cada cult ura, éstas no son bási
participa en ella; sintetiza el principio de individualidad ' . 1 1 1 1 < ' 1 1 1 1 ' 1 1 1 1 1 1 . 1. � n i menos difíciles. Lo que sí existe son
en comunidad (como un coral de Bach, es interesante 1 1 1 . 1 · · 1 1 1 1 1 c 1 1 o � ' a mpos diferentes en los cuales aprender.
para todos los intérpretes, en contraste con el acompaña N " , . " 1 1 1 . 1. � l a , il n i más difícil ser bosquimano que ameri
miento habitual de los himnos, que reduce a contraltos y ' . 1 1 1 1 >. 1 ·\ d i s t i n t o.
tenores a la condición de esclavos de sopranos y bajos) ; < :o 1 1 1 o
resu ltado de la división del trabajo en la socie
y su estructura musical incorpora los rasgos más impor d.ld, unas personas han de hacer cosas para otras. Si yo
tantes de la música venda. Tanto social como musical l 1 1 na bosquimano, me habría hecho mi propia ropa y ca
mente, es una experiencia compartida. / , 1 r ia m i propia comida: sería individuo hasta un punto
Las canciones de los niños venda son también univer < ¡ l ll' n i ngún americano podrá jamás llegar a ser. ( Los
sales, y no limitadas, en cuanto que se espera que todo . l l l lLTicanos que optan por vivir una vida utópica o sepa-
niño venda cante algunas de ellas y su ejecución no queda 1 ada del mundo, realmente no están escapando a la divi
limitada a un grupo de culto o un sector social. Así, no -� i l l n social del trabajo. Debido a la protección de la socie
es sorprendente encontrar relaciones musicales entre la dad más amplia, disfrutan de una vida fácil que no tiene
tshikona y las canciones infantiles, que discurren parale casi nada en común con la vida de los campesinos y los
las a sus relaciones sociales. En el contexto de la vida mu miembros de sociedades tribales, que no pueden permi
sical y social venda, las canciones de niños pueden consi t i rse los lujos que aquéllos dan por sentado mientras tra
derarse «contrastantes en la superficie, pero idénticas en tan de eludir los problemas de resposabilidad colectiva
sustancia», como Rudolph Reti ( 1 96 1 : 5) ha descrito algu que les presenta una división del trabajo más extensiva.)
nas de las grandes obras musicales en su libro The Thema En cualquier sociedad, el comportamiento cultural es
tic Process in Music (El proceso temático en la música). aprendido. Aunque la introducción de nuevas habilida-
<t ' '
1 60 1 1 J l i .\1 A N II>AI> SOI\O R A M F N r¡... OR< , A N I / A D A 161
des pueda representar un avance intelectual, el aprendi bussy. Dada una persona educada e n una cierta clase so
zaje de las habilidades acumuladas no plantea tareas c i a l , con las oportunidades emocionales adecuadas, es
esencialmente diferentes o de distinto grado de dificultad LT ihir música en el estilo de Tchaikovsky es algo que pue
a los miembros de culturas diferentes. Si existe algún pa de a p re n de rse sin gran esfuerzo y que, como muchas
trón diferencial, consiste en que los americanos tienen ' 1 1 ras ha bil id a des culturales, puede transmitirse de una a
que aprender más sobre menos. Esto significa que tie ' 1 1 ra generación. A u n que un compositor pueda sentir el
nen que aprender menos de lo que sabe un bosquimano t n a y o r res pl'lo por l a música de Tchaikovsky, si fuera
acerca de algunos asuntos. Los problemas en las socieda , o J l \( i e n ll' y k preocupara la tarea contemporánea de ser
des humanas comienzan en el punto en que las personas l n n l l . l l l o ,. q � t i \ t l' l a dec i r algo sobre ello en su música, no
aprenden menos de lo necesario sobre el amor, pues el 1" " l t 1 . 1 " ' 1 '' ' > d t H l l l'.\l' 1 ipo de música en una sociedad cu
amor es la base de nuestra existencia como seres huma \ . 1 '. 1 . 1 1 < ' . 1 \ " ' 1 1 d t s l i n l as de las de la sociedad de Tchai-
nos. Kierkegaard lo expresó en los siguientes términos: 1• < �1 ·.h. ( 1 ,. Hno'l ¡{,· fu h;c d e Strav i nsky puede haber co
I I H' I l l . l d o l l l l l l o u n remedo de Tchaikovsky, pero acaba
1 , · v e l a n d o s c como p u ro Stravinsky, una obra esencial
Una generación puede aprender m u cho d e otra, pero lo que es
propiamente humano, n i nguna generación puede aprenderlo
l l l l' I I IL ' n ueva . ) Así, si un compositor quiere producir una
de la precedente. En este aspecto, cada generación comienza de
nuevo desde el principio, no tiene otra tarea que la de las gene t l l tlsica re l evante para sus contemporáneos, su principal
raciones que l a precedieron, a no ser que la generación anterior problema no es realmente de naturaleza musical, aunque
se haya traicionado y engañado a sí misma [ . .. ] Ninguna gene pueda parecerle que es así: es un problema de actitud ha
ración ha aprendido de otra cómo amar, ninguna comienza en L Ía la sociedad y la cultura contemporáneas en relación
otro punto que no sea el principio y n inguna tiene ante sí una con el problema humano básico de aprender a ser huma
tarea menor que l a generación precedente ( 1 939: 1 83 - 1 84 ) . no. La música no es un lenguaje que describa cómo es en
apariencia la sociedad, sino una expresión metafórica de
Amar es la dura tarea, y la música una destreza que sentimientos asociados con el modo en que realmente es.
prepara al hombre para su tarea más difícil. Como en Es un reflejo de -y una respuesta a- fuerzas sociales, par
este punto cada generación ha de comenzar de nuevo des ticularmente a las consecuencias de la división social del
de el principio, muchos compositores sienten que su tarea trabajo.
consiste en escribir nueva música; no como si estuvieran Algunas músicas expresan la solidaridad concreta de
diseñando un nuevo modelo de automóvil, sino como si grupos en situaciones en que la gente se reúne y produce
estuvieran evaluando la situación humana dentro de la patrones de sonido que funcionan como signos de sus
cual se hacen y usan nuevos automóviles. La tarea de di lealtades de grupo. Otras músicas expresan una solidari
señar nuevos automóviles es un problema básicamente dad teórica, cuando el compositor agrupa patrones de
técnico y comercial, comparable con la escritura de mú sonido que expresan aspectos de la experiencia social.
sica incidental en el estilo de Tchaikovsky, Mahler o De- Del mismo modo que grupos sociales diversos -por ejem-
1 62 ¿ H A Y !\.JLJSICA F t\' EL HOt\H H\E? ·L HCMANIDAD SONORAME:-.JTE OR<;ANIZAIJA 1 63
plo, en la sociedad venda- pueden unirse por medio de de este logro básicamente humano sean apreciadas de
una ejecución de su danza nacional, en una sociedad in manera intuitiva por los oyentes legos, aunque sean tan
dustrial p atrones contrastantes de sonido pueden ser pobremente entendidas por las mentes cerradas de algu
agrupados por un compositor mediante la idea indivi nos expertos musicales.
dual de una sinfonía, con su correspondiente unidad te Las teorías de Rudolph Reti y sus seguidores encajan
mática. Como me dijo un jefe venda: « Vas a oír la inter bien con investigaciones recientes que muestran que la
pretación más brillante imaginable de nuestra danza ' a pacidad de pensar creativamente y construir formas
nacional: llamaré a todos los músicos disponibles en el nuevas es una función de la personalidad. La creatividad
distrito para que acudan aquí». Mahler, de un modo muy requ iere amplitud de miras o lo que Milton Rokeach de
parecido, afirmó: «Para mí, escribir una sinfonía signifi l l o l n i n a una «mente abierta». La capacidad de sintetizar
ca construir un universo con todas las herramientas de la co. t a 1 1 1 hién un factor de una importancia crítica. Perso-
Pueden establecerse relaciones entre los análisis forma t i i L I , t H n pleta organización cognitiva, potencialmente
les y expresivos de la música incluso en materias como el I I L I '• , n·a t i va que la que caracteriza a personas de mente
carácter de la creatividad, un tema que ocupa constante 1 , 1 1 . u l . , , m á s estrecha. (Debería añadir que un etnocen-
mente a musicólogos y críticos. En años recientes se ha va 1 1 1 '. 1 1 1 0 superficial no siempre ha de ser tomado como
lorado la capacidad creativa en función de la capacidad ¡ • 1 1 1 < " 1 '·' de a u téntico etnocentrismo. Por ejemplo, el apa-
del compositor para producir unidad temática con con 1 1 ' 1 1 1 < ' 1 ' 1 I I O<Tntrismo de los negros que ven en una forma
traste expresivo, y los notables estudios de Heinrich , ¡ , l '• " I n Negro el único medio para recuperar su tierra y
·
Schenker, Rudolph Reti, Hans Keller, Alan Walker y otros . , � , 1 d ) ( ' 1 t .1 d es muy diferente del tipo de etnocentrismo de
mente por el propio compositor como germen de toda la ,. • ' 1 , , , .... 1 < ' 1 1 el nllnportamien to de los individuos. La
sinfonía ( 1 962: 1 1 6- 1 26). Muchos críticos la han descali " ' ' I ', I I L i l l , l . ! d l ' uc d e ser una expresión de conducta ex
ficado como pobremente construida sobre la base de que ' " " ' . t l < l l l . l 1 1 1 1 1 . 1 L 1 nm los materiales acumulados de una
su material temático no fue tratado de acuerdo con las re 1 1 , , o l 1 1 1 1 1 1 1 1 t � I I I I L i i . Y la capacidad de sintetizar, que a me-
glas convencionales de la construcción sinfónica. En reali 1 1 1 1 . 1 . , ··• 1 ! . 1 1 • �t · l t ' n d ido que distingue el genio del talento,
·
dad, esta obra podría describirse como un salto intelec 1 ' 1 1 • · · ¡ . . n 1 ' 1 < "· . 1 1 la organización cognitiva global que es
tual hacia delante en el que Tchaikovsky fue conducido f', < ' l l < ' l , , , l , , 1 ' " 1 l . 1 c x p e r i c ncia de las relaciones existentes
hacia una manera innovadora de elaborar la forma sinfó < ' 1 1 1 1 • · 1 . . · . ¡ ', 1 1 1 1 ' " � .-; m· i a ks que usan y desarrollan las téc-
nica; y resulta interesante que las consecuencias musicales 1 1 1 • . 1 ·. . ¡ , . l . 1 1 1 .u 1 1 , i< 1 1 1 . Si e s o es así -y estoy convencido de
r
ello-, las diferencias entre culturas y el desarrollo de sus sultará cada vez más difícil adaptarse a los cambios que
tecnologías son el resultado de diferencias no de intelec derivan inevitablemente del nacimiento, vida y muerte
to, sino de organización humana. Si los blancos de Sudá de s us individuos. En ocasiones sucede que logros cul
frica parecen rendir mej or que los negros, o los ricos y la l u rales extraordinarios pueden tener lugar en socieda
élite de un país parecen rendir mej or que los pobres o las d es en las que la huma nidad del hombre ha sido progre
masas, no es porque ellos o sus progenitores sean más sivamente ultraj ada, rest ringida e ignorada. Eso se debe
listos o posean una herencia cultural más rica. Es porque a q u e el desa rrollo cult ural puede alcanzar un estadio en
su sociedad está organizada de tal modo que tienen me d q u e se autogenera de forma práct icamente mecánica,
jores oportunidades para desarrollar su potencial huma 'i b i e n sólo en ciertos ámbitos de actividad y durante un
no, y en consecuencia su organización cognitiva. Si 1 i c 1 n p o lim i tado. La historia de muchas civilizaciones ha
los tests de inteligencia desarrollados por miembros de n�t ,,, LHio que una sociedad y su cultura pueden acabar
cierta clase social muestran el pobre rendimiento por , o l . q " · " H iose a causa de la alienación humana. La má
parte de los miembros de otra clase en una sociedad teó ' 1 ' ' " ' · ' , k j a de funcionar cuando falta el único poder que
ricamente «abierta», lo que en primer lugar deberíamos l ' " ('( k 1 1 1 o v e r l a : la fuerza creativa que surge de la auto
cuestionarnos es cuán «abierta» es realmente dicha so ' o 1 1 , , , . m ia humana. Ésa es la razón por la que los venda
ciedad, y en qué medida sus divisiones de clase inhiben 1 1 1 ." s l c n en que « El hombre es hombre debido a sus aso
el desarrollo cognitivo de sus miembros menos afortu ' i a c iones con otros hombres», reforzando su creencia
nados. , 'm música. Cada vez que, tocando tambores, cantando y
Los cambios y desarrollos en la cultura y la sociedad locando sus flautas, comparten la experiencia de un di
son una función del crecimiento de la población y de las redor invisible entre ellos, se hacen más conscientes del
relaciones y actitudes entre las personas dentro de pobla sistema de fuerzas activas que constituye su sociedad, y
ciones dadas. Los grupos más amplios de personas impli su propia conciencia se agudiza.
cadas en empresas conjuntas se ha traducido en una ma La música no puede cambiar las sociedades como pue
yor productividad. En tales casos, un incremento en la den hacerlo los cambios en la tecnología o la organiza
división del trabajo resulta productivamente dinámico, ción política. No puede l levar a la gente a actuar, a menos
pero sólo siempre y cuando a la larga no constituya una que esté social y culturalmente predispuesta a hacerlo.
división entre la gente. La interacción entre mentes que se No puede infundir hermandad, como esperaba Tolstoi,
han desarrollado en condiciones diversas es un estímulo ni ningún otro estado o valor social. Lo más que puede
para la invención en una situación nueva, compartida, en hacer en las personas es confirmar situaciones que ya
el supuesto de que la situación sea realmente compartida. existen. Por sí misma no puede generar pensamientos
Cuando una situación compartida pasa a ser estática o que beneficien o dañen a la humanidad, como algunos
formalizada, o se desintegra por completo, la creatividad escritores han querido. Pero puede hacer a las personas
tenderá a secarse y para los miembros de esa sociedad re- más conscientes de sentimientos que han experimenta-
1 66 ¿HA Y MÚSICA EN EL HOMBRE? 1 HUMANIDAD SONORAMEN TJ-, OR(;Ar-.;JZAD A
1 67
do, o que han experimentado en parte, al reforzar, estre la tocan (y ya he venido indicando que incluso los miem
char o expandir su conciencia de distintas formas. Puesto bros de una misma cultura no reciben su música de igual
que la música se aprende en contextos diversos, también manera) , pero nuestra propia experiencia sugiere que
lleva a componer en el espíritu correspondiente. Alguien existen algunas posibilidades de comunicación transcul
puede crear música para ganar dinero, para su placer pri t u ral. Estoy convencido de que la explicación ha de en
vado, p ara entretenerse o para acompañar una amplia contrarse en el hecho de que, al nivel de la estructura pro
gama de eventos sociales, y no precisa expresar una preo funda de la música, hay elementos que son comunes a la
cupación abierta por la condición humana. Pero su mú psiq ue humana, aunque puedan no aparecer en las es
sica no escapa al sello de la sociedad que hizo humano a t ructuras superficiales.
su creador y el tipo de música que compone estará siem < :onsidérese la cuestión del «sentimiento en música»,
pre relacionado con su conciencia de -y su preocupación t a n a menudo invocado para distinguir dos interpreta
por- el resto de sus semejantes. Su organización cogniti ' io nes t écnicamente correctas de una misma pieza. Esta
la etnomusicología pueden sentirse desilusionados en la 1 1 n , f u ndas en la música. Afirma que la música funciona o
medida en que parece que estoy sugiriendo que no exis t raca sa en virtud de lo que se oye, y de cómo la gente res
ten bases p ara comparar los diferentes sistemas musica ponde a lo que oye «en las notas», pero asume que las re
les; no hay posibilidad de una teoría universal del com l a c i ones superfici ales entre notas que pueden percibirse
portamiento musical, ni esperanza de comunicación , o 1 1 1 o «objetos sonoros» son sólo una parte de otros sis
transcultural. Pero si consideramos nuestras propias ex t t" l n a s de re l a c i o n e s . Dado que estas suposiciones no se
periencias debemos reconocer que, de hecho, no es así. , · , t a b k , l'll ron d a r i d a d , y sólo se entienden débilmente,
La música puede trascender el tiempo y la cultura. Músi , · , t a ' a l i m w ' i o n es resultan de lo más dogmático y a me
ca que entusiasmaba a los contemporáneos de Mozart y t l l u l • , '�' p rese n t a n e n v u e l t a s en el lenguaje de una secta
Beethoven nos entusiasma todavía, aunque no compar c l i t i , t ,l . F l ekl l o de d icha confusión sobre personas mu
tamos su cultura y su sociedad. Las primeras canciones s i c a l m e n l l' comprometidas puede ser traumático y el in
de los Beatles son aún emocionantes, aunque desgracia d iv id u o co n una inclinación musical puede sentirse total
damente los Beatles se separaran. De modo similar, algu mente desanimado.
nas canciones venda que debieron de componerse hace Cuando de niño llegaba a dominar una pieza de piano
siglos todavía entusiasman a los venda, y también a mí. técnicamente difícil, a veces me decían que la tocaba sin
Muchos de nosotros nos maravillamos con la música sentimiento. De resultas de ello tendía a tocar más fuerte
para koto de Japón, la música p ara sitar de la I ndia, l a o agresivamente, o sencillamente renunciaba. Parecía un
música chopi para xilófonos, etc. N o digo que recibamos asalto a mi integridad como persona, más que una crítica
la música exactamente de la misma manera que quienes a mi habilidad técnica. De hecho, mi interpretación «sin
'
16H ¿HAY MÚSICA EN H HOMBRE? 1 l l t :i\J¡\;-..¡ IDAD SONORAMENTE OIH;ANIZADA 169
sentimiento» era el resultado de técnicas de enseñanza a ser «sentida». Una vez que conocemos el paso de baile
inadecuadas, erráticas, en una sociedad cuya teoría edu .lsociado, podemos saber si JJ JJ n m debe entenderse
cativa se fundaba en una confusa doctrina que relaciona , o m o 1 -2-3- 1 23, 1 23 1 -2-3-, 1 -2-3-4, o lo que sea. Puede
el logro con una combinación de herencia superior, tra resultar necesario contener la respiración para «sentir»
bajo duro e integridad moral. Una aversión esnob al domi u n a pieza de música coreana, cuya elegancia y refina
nio técnico, la tecnología y la «mera» destreza desaproba l l l iento únicos son difíciles de apreciar para un europeo.
ba la atención a problemas mecánicos básicos, a menos l l n control similar del cuerpo hace que resulte más fácil
que vinieran envueltos en un halo de moralidad, como , . 1 p t a r el ínnigster Empfindung (sentimiento muy íntimo)
sucedía con la práctica diligente de escalas y arpegios. La , Id últ imo movimiento de la Sonata para piano op. 1 09 de
actitud venda hacia tocar bien es esencialmente técnica y l kct lwven. Basta respirar despacio, relaj ar completa
no desacreditadora del yo. Cuando el ritmo de un tambor l l l l'nle el cuerpo y tocar: la Empfindung llega por el cuer-
contralto en la domba no es correcto, pueden decir a la 1 " . , , k j a ndo de ser un elemento teutónico, esquivo y mis-
ejecutante que se mueva de tal forma que su percusión se 1 <" 1 1 1 1.� 1 1 .
vuelva parte de un movimiento corporal total: toca con 1 >hv i a mente, la interpretación más profundamente
sentimiento precisamente porque se le muestra cómo ex ·., · n i H h d e cualquier pieza de música será aquella que se
perimentar el sentimiento físico de estar moviéndose con · ' 1 • 1 1 1 x i 11 1e de forma más fiel a los sentimientos de su crea
su instrumento y en armonía con el resto de los intérpre ' 1, •r en el momento en que éste comenzó a captar con la
tes y danzantes. Con ello no se sugiere que sea una perso l 1 1 r 111a musical la fuerza de su experiencia individual.
na insensible o inadecuada. Lo que es un lugar común en l ' u c � t o que a menudo esta experiencia puede comenzar
1 la instrucción musical venda parece una rareza en «mi» , , 1 1110 u n a agitación rítmica del cuerpo, es posible para
sociedad. ' " ' in k r prcte volver a captar el sentimiento adecuado por
Muchas veces, el propósito expresivo de una pieza mu 1 , , v 1 . 1 d e e n cont rar el movimiento adecuado. ¿ Hay que
sical ha de encontrarse mediante una identificación con �� � ' l ' l l' n d cr s e entonces de que tantas personas abando-
los movimientos corporales que la generaron, los cuales 1 1 1" 1 1 l.1 n H I S Í l <t porque no pueden tocar lo que sienten, o
a su vez pueden tener origen tanto en la cultura como en ¡ •orquc no pueden sentir lo que tocan? Al crear una falsa
las peculiaridades individuales. Existen tantos tempi di d i , o l o n t r ;t c n t re las estructuras superficiales y profundas
ferentes en el mundo de la naturaleza y del cuerpo huma de Lt 1 1 1 lr s i , a, m u chas sociedades industriales han p riva
no que la música tiene posibilidades inagotables de coor do a la gl' n l c dl' b u e n a parte de la práctica y el placer de
dinación física con cualquiera de ellos, o con varios de hacer nHí s i ( a . ¿ 1 >e qué sirve enseñar a un pianista a tocar
ellos al mismo tiempo. Sin este tipo de coordinación, que escalas y a r pegios de acuerdo con determinado sistema
sólo puede aprenderse mediante una experimentación didáctico, para luego esperar de él que sienta la música de
constante, o más rápidamente por transmisión oral di piano de Mozart , Beethoven, Chopin, Debussy y R avel
recta, existen pocas posibilidades de que la música llegue por un esfuerzo autónomo de la voluntad, o mediante el
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empleo de cierto misterioso atributo espiritual? Una cosa M e gustaría retomar e l ejemplo de la tshiko1111 y l a s can
es ejercitar los músculos del dedo y otra que las escalas y ciones infantiles venda. Ya no me satisface el an cí l isis que
arpegios de la música de un compositor quizá se sientan hiciera en Venda Children's Songs, donde intenté e xp l icar
más profundamente cuando se tocan de acuerdo con su los fenómenos musicales como expresión de situaciones
sistema. Es decir, si descubres por medio del sentimiento sociales. Ya no lo considero suficientemente general. Por
la manera en que Debussy debía de colocar las manos y el ejemplo, el uso de los términos «llamada y respuesta}} im
cuerpo cuando tocaba el piano, tal vez puedas conseguir plicaba una forma musical derivada socialmente, en vez
un mejor sentimiento para su música. Puedes descubrir de buscar una estructura básica de la cual puedan derivar
que tocas la música con sentimiento sin necesidad de te se tanto la forma responsorial como las situaciones socia
ner que ser inmensamente «profundo». les de solo-coro/líder-seguidor. Supongamos que contem
Serás, de hecho, hondamente profundo, porque esta plamos los subsistemas social, musical, económico, legal,
rás compartiendo lo más importante que hay en la músi e l e , de una cultura como transformaciones de estructuras
ca: lo que se halla en el cuerpo humano y es universal a to h<isicas que se hallan en el cuerpo, innatas en el hombre,
dos los hombres. Y será misterioso sólo en cuanto que no parte de su equipamiento biológico. Entonces tendríamos
entendemos lo que sucede en el extraordinario cuerpo di ferentes explicaciones para un montón de cosas que
que todos poseemos; pero no será misterioso en el senti h asta aquí hemos dado por supuestas y seríamos capaces
do de ser algo reservado para unos pocos. de encontrar correspondencias entre elementos aparente
Después de todo, quizá haya esperanza de una com mente dispares de la vida social. Por ejemplo, es posible
prensión transcultural. No digo que podamos experi que las siguientes relaciones sean todas transformaciones
mentar exactamente los mismos pensamientos asociados de u na m isma estructura: llamada/respuesta, nota/nota
con la experiencia corporal; pero, probablemente, lo más acompañante, tónica/ contratónica, individuo/comuni
cerca que podemos llegar a estar de lo que significa reso dad, jefe/súbditos, tema/variación, varón/hembra, y así
nar junto con otro, sea sintiendo a través del cuerpo. No �lll csiva mcntc.
intentaré discutir aquí la cuestión de la comunicación La L'l no musicología es, en algunos aspectos, una rama
musical como fenómeno fisiológico. Pero si la música co de la a nt ro pología cognitiva. Parecen existir principios
mienza, como he sugerido, como una agitación del cuer estructurales universales en música, tales como el uso de
po, podemos evocar el estado en el que fue concebida por formas en espejo (véase el Ejemplo 1 6 ) , tema y variación,
la vía de seguir el movimiento corporal de la música, y así repetición y forma binaria. Siempre será posible que és
sentirla de manera muy cercana a como el compositor la tas surjan de la experiencia de relaciones sociales o del
sintió. Algunos pueden ser lo b astante afortunados para mundo natural: un interés inconsciente por las formas en
poder hacerlo de forma intuitiva; pero para la mayoría de espejo puede surgir de la experiencia ordinaria con for
la gente será más fácil si las notas musicales se consideran mas especulares de la naturaleza, como, por ejemplo, la
el producto de procesos cognitivos, físicos y sociales. observación de las dos «mitades}} del cuerpo. Si diferen-
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tes aspectos y dominios de la conducta humana se anali 1 1 1 ;Í s generalizada «conciencia soc i a l » como u n as pe cto
zaran de esta manera, obtendríamos una nueva visión de de la conciencia individual. Existe una diferencia i mpor
las sociedades y el progreso humano y -lo que es más im l . l l l l l' entre la conciencia «natural» que un i ndividuo t iene
portante- un nuevo concepto del futuro del hombre. 1 t·spec t o a cualquier otro cercano, en tanto que su seme
La evolución tecnológica y el incremento en el tamaño ¡ . l l l ll' h u m a no, y su conciencia «cultural» de los ve c in o s
de las sociedades no pueden tomarse como signos de la , • 1 1 1 1 o p e rson a s que hablan ciertas lenguas o pertenecen
evolución de la cultura en general, ni del potencial inte . 1 , i c r t a s razas, clases o credos. Puesto que los seres hu-
lectual humano. Una canción «popular» africana no es 1 1 1 a 1 w s son fisiológicamente parte del mundo natural,
necesariamente menos intelectual que una sinfonía: la d l l d o q u e puedan crear algo cuyos principios no sean ya
aparente simplicidad del sonido puede esconder comple 1 1 1 l w l r n tes a l sistema de complejidad automática al cual
jos procesos en su generación; puede haber sido estimu 1 ' ' ' 1 l t' l l l'l e rL Los ordenadores, las radios, los rayos X y la
lada por un salto intelectual hacia delante, en el cual l l ' l n i s i < i n no son en cierto modo más que extensiones
quien la compuso vio más allá de los límites de su cultura 1 · 1 ' 1 • ,¡ ,·.s is lle los poderes congénitos del hombre para el
y fue capaz de inventar una forma nueva y poderosa para , . r l . " l o, la telepatía, la diagnosis sensorial y la clarividen
expresar en sonidos su visión de las posibilidades ilimita ' 1 . 1 . .'.e p u e d e n describir los inventos como descubri
das de desarrollo humano. Como logro humano, sería I I I H' n tos i ntencionados de situaciones que ya eran posi
más significativa que la complejidad superficial de una hks p< •r o tro s medios. Modificaría la hipótesis de que «el
sinfonía de escuela producida en el contexto de una so h o r n hre se hace a sí mismo», sugiriendo que, a lo largo de
ciedad tecnológicamente avanzada, y por tanto compara s i glos de logros culturales, el hombre se ha extendido a sí
ble a una obra maestra original. Y, como una obra maes r n i s n w e n el mundo y ha desarrollado la expresión de su
tra sinfónica, es capaz de sobrevivir por su calidad , < l l l l i e n c i a del mundo. Ha desplegado experimentos de
musical, pero también por lo que significa para oyentes v i d a q u e k ayuden a ser lo que de hecho ya es. No preten
críticos. do q u e las culturas en sí mismas sean algo genéticamente
Mediante las operaciones del cerebro, en el cuerpo de h eredado, s i n o que son generadas mediante procesos que
una persona se dan en funcionamiento simultáneo tres se a d l¡ u iere n biológicamente y se desarrollan por medio
los venda se entregan a nuevas experiencias de orden so c�l ructuras de la interacción humana L'l l ge nna l pw 1 1 w
noro, así como en los procesos que han generado distin dio d e las estructuras implicadas en la cn:ar i o n d e 1 1 1 1 1 � 1
tos rasgos de su tradición musical y que constantemente 1 . 1 , y así aprender más sobre l a naturaleza í n t i m a d e 1.1
dan lugar a variaciones dentro de dicha tradición. La I I H' n l l' hu mana. Una de las ventajas de estudiar la m ú s ica
adopción y adaptación venda de la música europea dan fe 1 ' ' q u e se t r at a de un proceso relativamente espon t án e o L'
de la aplicación inconsciente y creativa de procesos mu 1 1 1 1 o l l s,· i c n t e . Puede representar la mente humana traba
sicales. Los mal llamados «errores» al cantar música eu ¡ . 1 1 1 d o s i n i n t e r ferencia y, así, la observación de estruc-
ropea pueden deberse en ocasiones a un aprendizaje ina 1 1 1 1 . 1 � l l l u s i ,·aks puede revelar algunos de los principios
decuado, pero en muchas otras son intencionados. Los 1 " . 1 1 1 1 < l m.dcs e 1 1 los que se basa toda vida humana. Si pu
venda son capaces de imitar intervalos cromáticos, notas l lu · 1 . 1 1 1 1 1 ,., 1 1 1 1 •si ra r ,-� m e x a c t itu d cómo el comportamiento
de atracción o encadenamientos de acordes a la europea; 1 1 1 1 1 '. 1 1 .d 1 1· q u u . 1 todos los de más aspectos del comporta-
pero generalmente prefieren crear más que imitar, por lo 1 1 1 1 1 ' 1 1 1 1 , 1 1 1 1 1 1 1 . 1 1 1 1 1 1 · 1 1 l . 1 , u l t u r a ) es gen e r ado por conjuntos
que escogen ignorar esos rasgos de la música europea o t 1 1 1 1 1 . , . , . ! 1 1 1 T. l . • ·· q 1 1 •· .,, . . 1 p l i, a 1 1 a u n nú mero infinito de va-
mejorarlos, no porque se encuentren atados a p atrones 1 1 . d • l 1 · . . 1 ' 1 " 1 1 1 . 1 1 1 1 1 1 '• . . d >n 1 1 0 �olo qué aspectos del com-
·
aprendidos de conducta, sino porque hay procesos más 1 " 1 1 1 .1 1 1 1 1 1 ' 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 '. 1 1 .d •, o 1 1 npn l l i ,·;u J J e n t L' musicales, sino
profundos en juego en su actividad musical que les inspi l . 1 1 1 1 h 1 1 ' 1 l 1 1 1 1 1 1 " 1· < 1 1 . 1 1 1 d 1 1 t .dc., rl'g l a s y var iables son apli-
ran una adaptación creativa de los sonidos nuevos. No 1 . 1 l > l 1 · � .1 1 1 l n •·· 1 q •o' d e , o 1 1 q >o r L u 1 1 iento.
estoy defendiendo que sistemas musicales concretos sean ; \ p 1 , · n d i1'11do 1 1 1 ao, ·" > 1 1 1 a u t o m á t ica del
(' l a , o 1 1 1 p k j idad
innatos, sino que algunos de los procesos que los generan 1 de proba r de forma
l l • · r po l u 1 1 1 1 a 1 1 o , stTl' l l l o s ra pa res
pueden ser innatos en todos los hombres y, por tanto, es 1 l l l l < l u ye n l l' que todos los hom bres nacen con intelectos
pecíficos de nuestra especie. Similar prueba de creativi 1 " • I L ' I l L i a l m e n t e b r i l l a ntes, o al menos con un nivel muy
dad se aprecia en las canciones infantiles venda, muchas . .!,·vado de competencia cognitiva, y que la fuente de la
de las cuales han sido compuestas por niños. Sus estruc 1 r. . at i v idad cultural es la conciencia que surge de la coo
turas sugieren un uso creativo de rasgos del sistema mu p na c i ú n social y la interacción amorosa. Al descubrir
sical que van más allá de las técnicas aprendidas en su , on precisión cómo se crea y aprecia la música en dife
sociedad. No veo cómo los procesos más profundos, apa re n t e scontextos sociales y culturales, y al establecer qui
rentemente inconscientes, de generación podrían ense ;;í que la musicalidad es una característica universal, es
ñarse o aprenderse en sociedad, excepto a través de un p e c ífica de la especie, podremos mostrar que los seres
proceso holista y complejo de relación entre las potencia humanos son más extraordinarios, incluso, de lo que ac
lidades innatas y su realización cultural a través de la in tualmente creemos -y no sólo unos pocos, sino todos-, y
teracción social. que la mayoría de nosotros vive muy por debajo de su po
Si estudiamos la música del modo que he venido sugi tencial debido a la naturaleza opresiva de buena parte de
riendo, deberíamos ser capaces de aprender algo sobre las las sociedades. Armados con esta información vital sobre
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1
1 78 REFERENCIA� BIBLIOGRAHCAS 1·' 1 1 1 1 < 1 · NC!AS 1-! I H LJOCRAHCA:-:. 1 79
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