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FUNCIONES DEL TUTOR EN EL DESARROLLO DE LA EDUCACIÓN SOCIOEMOCIONAL

DE LOS ADOLESCENTES

Evaluación temprana y realista de las necesidades del estudiante


Mediante test o quiz que permitan identificar las características de su
personalidad (estilos de aprendizaje, hábitos de estudio, temperamento y
carácter, etc.), que permita detectar las necesidades e identificar los problemas
principales y poder atenderlos en su fase primaria.

Advertencia de las señales de peligro


Estos tipos clave de comportamiento refieren a lo que Rothblum, Solomon y
Murakami (1986) denominan "procrastinación académica" o tendencia a
posponer el trabajo, relacionada con el temor al fracaso. Esta conducta incluye:
ansiedad generalizada, perfeccionismo, baja tolerancia a la frustración,
incapacidad para pedir o aceptar ayuda, falta de auto-confianza, dificultad para
tomar decisiones.

Observación y seguimiento personalizado de las actividades académicas y


sociales (con el acompañamiento y trabajo en conjunto generalizado con los
padres de familia) para tener herramientas que permitan conocer al alumno
dentro y fuera del contexto áulico.

El tutor debe ofrecer un acompañamiento cercano que permita identificar y


detectar de forma oportuna las necesidades y problemas del estudiante para
poder realizar acciones tendientes a coadyuvar en la solución de los problemas
sociales y /o poder ayudarlos a ser responsables en la toma de decisiones y sus
respectivas consecuencias. Se necesita que el tutor sirva de medio para que el
alumno pueda canalizar sus emociones y pueda intervenir de forma eficaz para
poder aceptar sus emociones ya sea positivas o negativas, que pueda enfrentarlas
y en su caso poder cambiarlas en caso de que así lo decida.

Habilidades y actitudes que requiere poner en práctica el tutor.

• Interés por los estudiantes, para conocerlos como personas,


independientemente de su desempeño académico. Dicho interés abrirá la
posibilidad de identificar sus necesidades, intereses y posibles dificultades
personales y escolares. 


• Interlocución, que implica escuchar con atención a los estudiantes y com-


prender su perspectiva sobre diversas situaciones y acontecimientos de la vida
escolar, familiar y social. Asimismo, comprende un trato respetuoso hacia los
asuntos que son de interés o preocupación de los estudiantes. 


• Empatía con los estudiantes para propiciar que externen sus necesidades,
preocupaciones y problemas; así como para fortalecer su autoestima y
autonomía en un marco de comprensión y respeto hacia todos los estudian- tes.
También deberá favorecer un clima de respeto y empatía entre los estudiantes,
de manera que todos se sientan en confianza para expresar sus ideas, dudas y
sentimientos. 


• Flexibilidad que favorezca la apertura, para que los estudiantes exploren


soluciones a problemas y conflictos que les afectan-evitando imponer ideas,
ideales o modelos de actuación-con una clara orientación hacia su crecimiento
personal y desarrollo integral. 


• Disposición al diálogo para promover la comunicación con los estudiantes,


entre estos, y con diversos actores de la escuela y de sus familias, en torno a
situaciones que afectan o favorecen su rendimiento escolar. 


• Compromiso y responsabilidad con el proceso de formación de los


adolescentes, para fomentar su capacidad de decisión y autonomía. Es
indispensable ser responsables en el manejo de información sensible de los
estudian- tes, y cómo se usa para tomar decisiones relacionadas con su
desempeño escolar y con su bienestar individual y colectivo. 


• Capacidad crítica en los procesos de mediación, para favorecer que los


estudiantes busquen soluciones a sus conflictos y diferencias, y que el tutor funja
solo como mediador; la intención es que los estudiantes se reconozcan como
personas competentes y responsables, y que se favorezca la participación de
todos sin distinción de género, características personales, condición
socioeconómica, etcétera. 


• Atención y observación de los acontecimientos que pueden ser significativos


para los estudiantes; e identificación oportuna de problemáticas que deben ser
tratadas en el trabajo con el grupo; o bien, de situaciones individua- les que
requieran atención especializada dentro o fuera de la escuela. 


Referencias

Difabio de Anglat, H. (2011). Las funciones del tutor de la tesis en educación.


Revista mexicana de investigación educativa, 16(50), 935-959. Recuperado de:
h t t p : / / w w w . s c i e l o . o r g . m x / s c i e l o . p h p ?
pid=S1405-66662011000300012&script=sci_arttext&tlng=en

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