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15/11
“La Central Unitaria de Trabajadores, frente al anuncio durante la madrugada del día de hoy
del “Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución” entre algunos partidos políticos de
Oposición y Chile Vamos, señalamos lo siguiente:
1.- Todo aquello a lo que han debido obligarse los partidos hoy, ha sido fruto de la
movilización. El anuncio, denominado “histórico”, no refleja más que el deber moral de una
institucionalidad política que durante décadas -primero por efecto del Sistema Binominal y
luego por la falta de convicción de las mayorías de impulsar sus propios compromisos de
campaña- se había negado a enfrentar de manera decidida la necesidad de cambios profundos
en nuestro país.
2.- Lamentamos que se intente reivindicar estos avances como un triunfo del pueblo, cuando
no ha habido una sola palabra sobre el rol del movimiento social organizado en este avance.
Mientras se repudia en toda su magnitud los hechos de violencia y se nos asigna,
interesadamente, una responsabilidad en ello a los actores que nos hemos movilizado, se le
resta la misma fuerza al respeto a los Derechos Humanos y la condena a la violencia de la que
han sido objeto poblaciones enteras. Hacemos un llamado a los parlamentarios a aclarar si se
perseguirán o no los responsables de estas violaciones.
3.- A dos semanas, al menos, de haber entregado a los partidos de Oposición el Pliego de los
Trabajadores y Trabajadoras de Chile, ningún partido hasta el día de hoy ha dado respuesta a
lo señalado ahí. La ausencia de diálogo con los actores sociales organizados no solo le resta
legitimidad al acuerdo alcanzado es, además, una preocupante señal de defensa corporativa
de la institucionalidad que los cobija. Nos preguntamos, legítimamente, si este acuerdo se
construye con la convicción de superar la desigualdad y los abusos o si es más bien un balón de
oxígeno para un Congreso en crisis.
4.- A nuestro juicio, la única manera de contar con las garantías de que este acuerdo se
construye desde el genuino convencimiento de avanzar en transformaciones profundas, es
sumar al reconocimiento de que debe ser el pueblo quien decida el mecanismo sobre el cual
debatir la nueva Constitución Política; una agenda realmente social, donde las prioridades
sean: Un Plan de Protección al Empleo, Salario Mínimo de 500 mil pesos líquidos, Pensión
Mínima igual al Salario Mínimo propuesto, gratuidad en el transporte a estudiantes y adultos
mayores, entre otros. La única manera de construir un proceso constituyente con mínimos de
confianza, es asumir una Agenda Social potente, que responda a lo que la ciudadanía espera y
que nos dé esperanzas a todos que vienen tiempos reales de cambios.
5.- Sabemos que nos jugamos en el Plebiscito el real carácter histórico de este acuerdo y no
seremos neutrales ante este desafío, pero hacemos un llamado, tal como está planteado para
el proceso ratificatorio, a hacer obligatoria la participación en este Plebiscito de Entrada, así
como a realizarlo con celeridad. La ciudadanía espera que el Plebiscito sea con urgencia y no
puede esperar hasta el mes de abril.
La verdadera paz social se construye con justicia social, pero parte por la condena y el NO a la
impunidad frente a los apremios vividos en estos 28 días de movilización”.
CUT. 25/11