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LA BIBLIA DE LA ORGANIZACIÓN

DEL HOGAR Y LA OFICINA

Tratado de consejos y tips de


cómo ordenar para personas
super desordenadas, para no
desanimarse y tener paz en sus
hogares y en el entorno de
trabajo.
Rutinas. Tareas de
mantenimiento

Una contradicción muy común es decir que apenas estamos


en casa, pero todo está siempre desordenado.

Veamos: si no estamos en casa, no puede haber desorden. Por tanto, está


claro que la suciedad y los trastos fuera de lugar los generamos nosotros
durante el tiempo que estamos en casa. Así que vamos a ponerle remedio.

En primer lugar es importante que tengas claro que necesitamos incorporar


a este proceso una rutina. Las rutinas son acciones que realizamos siempre
a una determinada hora o de una manera concreta.

Cada uno tiene que valorar cuál es su rutina según sea su


casa y los que viven en ella. Te daremos una pauta, pero tendrás que
adaptarla a tu estilo de vida. No es lo mismo contar con 2 horas que con 30
minutos para acicalar tu casa.

Eso sí, todos los días debes hacer unas acciones básicas que te iremos
contando. Las rutinas deben ser constantes. En el momento en que no lo
hagas, lo notarás tú, lo notará tu casa y será el inicio, una vez más, del
desorden.

Las rutinas te ayudarán a tener la casa ordenada y limpia a diario. Nos


gustaría que no sintieras vergüenza ni tuvieras prisas la próxima ver que
recibas una visita por sorpresa. Queremos que puedas estar orgullos@ y
cómod@ en tu casa todos los días. Para tu disfrute.

Los imprescindibles.
Para mantener la casa limpia a diario, hay tres imprescindibles.

Fregar la vajilla

Una cocina limpia y recogida es, junto con el


dormitorio, tener la mitad del trabajo hecho.
Una cocina sin platos y vasos por fregar y sin
restos de comida da un aspecto impecable a nuestro
hogar.
Procura fregar después de cada comida o'si tienes
lavavajillas, pon todos los cacharros en su
interior. Nunca los dejes por medio, ya que tu
cocina daría la sensación de estar sucia y
descuidada.

Hacer la cama
Haz la cama cuando te levantes o antes de salir de
casa, después de ventilar el dormitorio.

Parece en gesto inútil pero en realidad notaras la


diferencia al regresar a casa y ver el dormitorio
recogido. También agradecerás acostarte en una
cama fresca.

Limpiar el baño

A todos nos gusta la higiene. El baño, sobre todo si es compartido, debe


estar siempre limpio. Su mantenimiento diario es sencillo y rápido. No te
llevará más de dos minutos al día. Una limpieza semanal más profunda hará
el resto.

Un lugar para cada cosa...


...y cada cosa en su lugar.

Este es el principio básico del orden. Nuestras viviendas suelen estar


desordenadas bien porque las cosas estén fuera del lugar que les
corresponde, o bien porque no se les ha asignado un sitio.
Cuando ordenes tu casa, procura poner cada cosa en su lugar y si no lo
tiene, busca urgentemente uno. Evita tener trastos en casa, si no tiene un
lugar y no es imprescindible plantéate regalarlo o deshacerte de ello de
cualquier otra manera.

La principal fortaleza de este principio radica en que si todo tiene su lugar,


y todo está colocado en el sitio que le corresponde, siempre lo vas a buscar
ahí y siempre lo encontrarás. El lugar que le corresponde a cada cosa lo
decides tú. Pero recuerda que si agrupas los objetos similares en un mismo
sitio será más sencillo recordarlo (por ejemplo, el destornillador y el
martillo en la misma caja para herramientas).

Además, te ayudará en el mantenimiento diario de tu casa. Cuando utilices


algo, guárdalo de nuevo en su sitio. Como ya sabes qué lugar le
corresponde, será más fácil de guardar y volver a localizar si lo necesitas
otra vez.

Piensa en este principio cada vez que quieras comprar algo nuevo para la
casa. ¿Realmente lo necesito? ¿Dónde lo voy a poner? Si lo tienes claro,
cómpralo. Si no, no lo compres hasta que lo sepas.

El método de los 15 minutos


Cuando decidimos que ya está bien y que queremos que nuestra casa luzca
perfecta, solemos darnos "palizas" a limpiar, habitualmente en fin de
semana, y le dedicamos horas y horas. Vamos a empezar por evitar esta
situación, que normalmente nos estresa y nos quita todas las energías para
tener un buen descanso cuando más lo merecemos.

El método de los 15 minutos es un sistema muy


eficaz. Consiste en dedicar sólo 15 minutos de reloj a cada tarea, ya sea de
limpieza o de orden. Ni uno más ni uno menos.

En primer lugar piensa que tu casa no se ha ensuciado y desordenado en un


solo día: no pretendas dejarla impecable en dos jornadas maratonianas. En
Casa Perfecta queremos que vivas tu casa, no que vivas para ella.

Te proponemos que apliques este método. Además, se adecua


perfectamente al tiempo que tengas a diario. Planifica tu día a día según tu
tiempo y tus necesidades, pero no dediques más de 15 minutos a cada
actividad. Al principio te parecerá que es poco tiempo y que no avanzas,
sobre todo los dos primeros días. Pero enseguida verás los resultados. Te
ponemos un ejemplo. Adáptalo a tu ritmo de vida.

Día 1

Llego a casa a las 20 horas de trabajar


De 20 a 20,15 me pongo ropa cómoda para estar en casa y guardo todo lo
que he traído (ropa, bolso, bolsas adicionales, etc.)
20,15 a 20,30 dedico este tiempo a pasear por la casa y colocar cosas fuera
de lugar en el sitio que les corresponde
20,30 a 20,45 paso un aspirador (barro la casa, paso una mopa)
20,45 a 21 limpio el polvo del salón y del dormitorio principal

Día 2

Llego a casa a las 20 horas de trabajar


De 20 a 20,15 me pongo ropa cómoda para estar en casa y guardo todo lo
que he traído
20,15 a 20,30 coloco cosas fuera de lugar en el sitio que les corresponde
20,30 a 20,45 limpio el polvo del dormitorio secundario y del recibidor
20,45 a 21 limpio el baño

Estos son ejemplos de dos días. Lo habitual en ellos es que, si son los dos
primeros en que aplicas el método, pasen 15 minutos y tengas la actividad a
medias. No continúes. Termina la actividad al día siguiente y pasa a hacer
otra cosa. Según como sea de grande tu casa o el punto de desorden y
suciedad con el que comiences, tardarás un poco más o menos en conseguir
una casa que a diario te de satisfacción cuando llegas a ella.

Además, verás que después de unos días, ya no necesitas utilizar los 15


minutos para esa actividad. Si apenas se ha acumulado polvo, eliminarlo es
más rápido y sencillo, por lo que puedes limpiar en el mismo tiempo el de
más habitaciones o dedicarte a otra labor.

Es importante que respetes los 15 minutos. Así la tarea no te agotará. Si es


necesario pon la alarma de un reloj para controlar el tiempo. Poco a poco te
acostumbrarás y no necesitarás usarlo, pero los primeros días es vital.

En solo unos días, aplicando este método y los dos anteriores que te hemos
contado ya (cada cosa en su lugar, incluso tras su uso, y los imprescindibles
a diario) lograrás mejorar el aspecto de tu hogar.
Y, por favor, dedícate tiempo a ti, a tus amigos y familiares. El domingo no
hagas nada (salvo lo imprescindible, que ya te lo hemos contado en otro
post).

La regla de oro para organizar resumida en tres pasos


esenciales.

Siguiendo las indicaciones de los puntos anteriores, podemos resumir,


que para comenzar a ordenar una gran desorden en el hogar, debemos
seguir los 3 pasos principales:

1. Hacer lo imprescindible: fregar la vajilla, hacer la cama y lavar el


baño (los puntos fueros explicados anteriormente)
2. Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.
3. El método de los 15 minutos.

Limpieza en diez pasos

Aunque ya muchos de estas acciones las hemos contado, no queremos dejar


de lado la posibilidad de ofrecerte consejos que encontramos en otros
lugares y que a veces nos gusta tener reunidos en un solo documento.
Encontramos en Demadres estos consejos para tener la casa limpia en diez
pasos:

1. Haz un plan de limpieza no muy ambicioso pero cúmplelo a rajatabla,


para ello revisa cada rincón de tu casa localizando los rincones
caóticos y haciendo una lista de tareas. Si tu tiempo es limitado
establece prioridades decidiendo qué es lo más importante.
2. Organiza a los miembros de tu familia y asígnales responsabilidades
según sus capacidades y disponibilidad. Haz que se sientan
implicados.
3. Reúne todo el material necesario antes de comenzar, así evitarás
viajes inútiles.
4. Pon música para animarte
5. Ordena. Una casa bien organizada tiene mejor aspecto que una sin
una mota de polvo pero patas arriba. Resulta útil destinar una bandeja
para el correo, periódicos, llaves, etc. También, si tienes sitio,
conviene tener un cesto para la ropa sucia blanca y otro para la de
color.
6. Limpia siempre el polvo empezando por arriba.
7. Procura mantener la casa al día. Lleva menos tiempo quitar suciedad
nueva y ordenar las cosas según se terminan de usar que acumular
trabajo.
8. Una casa que huele bien da sensación de limpieza. Un buen truco, es
usar productos “quita-olores” en spray.
9. Si no tienes ayuda en casa, piensa en contratar una compañía de
limpieza para dar un buen repaso a la casa un par de veces al año, o
servicios aislados como limpia–cristales o planchado a domicilio.
10. A medida que vayas terminando las tareas de tu lista táchalas,
te animará ver que vas avanzando

Ordenar mientras trabajas


Intentar hacer dos cosas a la vez y hacerlas las dos bien, no es fácil. A veces
consigues acabar las dos pero ninguna de modo adecuado. Otras veces
tardas más tiempo que si las hubieras hecho por separado. Procura hacer
las tareas del hogar de una en una. De este modo te aseguras de que todo se
hace bien y que no te dejas nada en el tintero.

Otro consejo: ordena mientras trabajas. Te ponemos un ejemplo. Y nadie


mejor que tú mism@ para aplicarlo a cada situación concreta de tu casa.
Estás cocinando. Mientras el filete se está cocinando, tú estás cruzado de
brazos, mirando el techo, la vitrocerámica o la calle a través de la ventana.
Aprovecha estos dos minutos de tu tiempo para fregar los cacharros que ya
has utilizado y dejar la cocina recogida. Limpia la encimera o retira los
vasos que están por medio. Adelanta tiempo preparando la ensalada o el
postre.

Aunque muchas veces hacer dos cosas complejas a la vez no es fácil y no te


lo recomendamos, si una de las acciones tiene un tiempo de espera (la
comida, la lavadora, la secadora, el lavavajillas, y muchas otras actividades
similares), aprovecha ese tiempo, mucho o poco, para avanzar con otras
tareas más cortas.

Orden en los armarios I:


preparar el armario
No importa si tienes armario o vestidor. Cada vez que vas a vestirte no
encuentras qué ponerte. O bien te pones siempre lo mismo. El desorden
suele reinar en estos rincones y parece que nunca somos capaces de tenerlo
perfecto.

En varias entregas os daremos algunos consejos y pistas para conseguir, si


no un armario perfecto, al menos sí uno más ordenado y atractivo.

En primer lugar, saca todo lo que haya en el armario/vestidor. Limpia a


fondo y seca los muebles, cajones, rincones y esquinas. Coloca jabones
olorosos, bolsas atrapahumedad y antipolillas.

Por lo general, esto deberías hacerlo una vez al año o en cada cambio de
estación. Procura pensar en la distribución del armario, utilizar los altillos,
bajos de camas y otros lugares para guardar la ropa de otras temporadas o
de poco uso en casa. Si tienes la suerte de tener trastero, te recomendamos
que este tipo de prendas, bien empaquetadas, las almacenes allí.

Vamos ahora a ver todo lo que hemos sacado. Sepáralo todo en 3 grupos.
Las prendas que están en buen estado y te pones. Las que está en buen
estado pero apenas o nunca te las pones. Si no te lo has puesto en los
últimos 12 meses, inclúyelo en este grupo. Y, por último, las que están en
mal estado y hay que tirar. Procura que tus familiares que viven en casa
(pareja, hijos, etc.) estén allí para colaborar. No te deshagas de prendas,

juguetes u otros enseres suyos sin su consentimiento.

Tenemos mucho apego a nuestra ropa y complementos. Pero sabemos que


usamos el 20% de nuestra ropa el 80% de las veces. Conservamos prendas
que guardamos por cariño, o por el "para cuando adelgace", pero no nos
damos cuenta de que, llegado el momento de que nos sirvan, seguramente
hayan pasado de moda, o hayan cambiado nuestros gustos.

Por este motivo, el grupo de la ropa que no te pones seguramente sea el más
numeroso. Mira con atención esta ropa y divídela en otros dos grupos: la
ropa que vas a regalar a quien la necesite (vecinos, amigos, familiares,
donación a ONG o iglesia, etc.) y la que no tiene uso, que deberás tirarla.

No guardes cosas para reparar porque no lo harás, quedarán relegadas a un


rincón y ocupará sitio innecesariamente.

Ahora vamos a colocar de nuevo en el armario todo lo que hemos dejado


como ropa y complementos necesarios, en uso y buen estado. Clasifica la
ropa por temporadas: invierno, verano y entretiempo. La tercera estará
siempre en el armario, a la vista, o en cajas etiquetadas de fácil acceso.
Cambia la de invierno y verano según la estación. Guarda la que no deba
utilizarse en esta estación, etiquetándola correctamente. Hablaremos sobre
el modo de organizar la ropa de temporada y de otras estaciones en futuras
entradas de este blog.

La ropa que ahora tienes a la vista debe ser la de temporada. Divídela por
tipo: camisetas, camisas, pantalones, faldas, zapatos, cinturones,
pañuelos… y coloca cada uno en su lugar del armario.
Orden en los armarios II:
consideraciones generales

Aunque tu armario sea pequeño,


podrá parecer que es más grande siempre que
organices la ropa con criterio. Si tienes que
pasar minutos y minutos buscando una prenda en
concreto, tu armario no cumple su función.

Si tienes ropa que puede serte útil en algún otro momento (por ejemplo, la ropa
actual de una mujer embarazada, que deberá volver a usarla una vez que dé a
luz), guárdala en un lugar menos accesible. Si tienes suficiente espacio también
puedes guardar la ropa en cajas o bolsas transparentes con una etiqueta que
identifique el contenido.

Los cambios de estación obligan a reorganizar las prendas. En espacios muy


pequeños, puedes optimizar lel espacio guardando la ropa de la temporada pasada
en maletas de viaje -que de por sí ya ocupan bastante espacio- o en cajas de
plástico bajo la cama. Puedes utilizar también las denominadas bolsas
ahorradoras de espacio. Consisten en bolsas de plástico a las que se extrae el aire
interior con el aspirador, reduciendo su volumen considerablemente y
manteniendo la prenda protegida en su interior.

Para evitar daños, en algunos casos irreparables, de determinadas prendas más


delicadas como vestidos, prendas de seda, etc., resulta muy útil utilizar
accesorios pensados para protegerlas. Un ejemplo son las bolsas con cremallera
diseñadas para estos casos, donde pueden guardarse desde chaquetones, mantas,
edredones, ropa de cama, etc.

Medidas a tener en cuenta


Ahora que ya tienes una visión general de la ropa que tienes y unas
nociones generales, hay que decidir qué espacio tenemos en el armario y a
qué lo vamos a dedicar.

Los armarios deben ordenarse por alturas, una para cada tipo de prenda.
Esto facilita la búsqueda y ayudará a tener un armario de aspecto ordenado.
Para optimizar al máximo el uso de cajoneras y elegir las más adecuadas, resulta práctico conocer
las medidas de lo que se guardará en ellas. Para calcular el espacio, se pueden tomar de referencia
algunos volúmenes estándar:

 Jersey doblado: 30x50x7 centímetros


 Camiseta: 60x80x12 centímetros
 Toalla de baño doblada: 40x50x8 centímetros
 Los trajes y americanas suelen tener una largura de entre 95 a 100
centímetros
 Las camisas de 90 a 95 cm de largo
 Los pantalones colgados en la percha de 70 a 75centímetros de largo
 En el caso de las mujeres la longitud de los vestidos es más variable,
de 115 a 130 centímetros, las blusas de 75 a 82 y las faldas de 95 a
100 centímetros.

Los zapatos se pueden guardar en cajas de cartón etiquetadas o con una


fotografía que identifique lo que contiene facilitando así su búsqueda. Si las cajas
ocupan mucho espacio, se puede utilizar un zapatero. En este caso, es importante
que tomes medidas del espacio y de los zapatos, ya que algunos no sirven para
guardar los zapatos de tacones altos.

Orden en los armarios III:


accesorios para organizar
Para organizar un armario, nada mejor que los accesorios. Permiten tener a
la vista lo que se necesita y oculto lo que se utiliza menos. Si empiezas
desde cero a montar tu armario, necesitas cosas básicas como una o varias
barras para colgar ropa, cajones y baldas.
Pero a partir de aquí la lista de accessorios es inmensa. Nombraremos

algunos de los accesorios más recomendables:

 Colgadores de loneta: son un modo sencillo y económico de


aprovechar el interior de un armario grande. Los hay sencillos o con
cajones desmontables. Los puedes utilizar para multitud de cosas:
zapatos, bolsos, pañuelos, toallas, bufandas... utiliza tu
imaginación!Bandejas extraíbles: suelen utilizarse básicamente para
guardar camisas. Te permiten ver lo que hay dentro sin tener que
abrirlas. Si están cerradas y tienen frente de cristal, protegerán tu
ropa.

 Perchas: en el mercado puedes encontrarlas de muchísimas formas,

tamaños, colores y materiales . Te


recomendamos que las compres de calidad y, a ser posible, todas
iguales (en color, tamaño, material o forma) ya que para mantener el
orden es importante que todo se vea a la misma altura y con el mismo
estilo visual. Tienes perchas para faldas, para pantalones, para trajes,
reforzadas en los hombros (ideales para las camisas de seda, por
ejemplo), para cinturones, antideslizantes... Para las nuevas mamás,
recomiendo perchas divertidas y que os ayudan a organizar la ropita
por edad. Aquí podéis ver un ejemplo.

 Barras abatibles: puedes utilizarlas para ahorrar espacio y colgar


camisas y pantalones.

 Cajas: de cartón, de loneta, de mimbre, de plástico o de madera.


Procura unificar estilo y etiquetarlas con lo que pongas dentro.
Fantásticas para guardar lo que menos utilices o los zapatos. Para
estos últimos también puedes encontrar cajas específicas para ellos.

 Divisores de cajón: para ordenar prendas de pequeño tamaño, como


ropa interior, calcetines, corbatas (es mejor colgarlas...), cinturones.
Cómpralo hecho o hazlo tú mism@ a tus medidas. Es importante que
tengas en cuenta las medidas de tu cajón al comprarlo.

 Zapateros: los tienes de loneta, metálicos fijos y extraíbles, y de


distintas dimensiones.

 Pantaloneros: hay barras específicas para los pantalones. Si prefieres


colgarlos, hay perchas múltiples para colgarlos hasta de cinco en
cinco.

 Contenedor de diseño: puede ser una caja especial, con una forma
menos vista, metálica...

 Ganchos: para cinturones, bolsos y pañuelos. Nada más práctico,


cómodo y que ocupa poco espacio.

 Corbatero: hay varios modelos en el mercado: de madera, metálicos,


automáticos, manuales... colgadas las corbatas no toman formas
extrañas. Si las utilizas habitualmente, son la mejor opción.
 Galán: es importante tener uno en el dormitorio o vestidor para
vestirse y desvestirse. Evitará que tengas siempre una silla con un
montón de ropa, que hace que tu casa se vea poco estética y recogida.

Orden en los armarios IV:


¿Dónde lo guardo?

En muchas ocasiones, más de las que nos gustaría, nos damos cuenta de que
determinados accesorios o prendas no sabemos dónde colocarlas. No hemos
sabido encontrar su lugar, y por tanto, siempre están creando desorden en
nuestros armarios y casas en general.

Recuerda que para saber dónde guardar estas prendas es importante tener
ordenado el resto del armario o vestidor. Procura tener etiquetadas todas las
cajas, con texto y/o fotos a la vista. Organiza la ropa siguiendo un criterio,
el que tú prefieras, pero elige uno (ropa de chico/chica, por colores, por
conjuntos, ropa larga/corta, abrigos juntos, vestidos todos en el mismo
lugar, bolsos...).

Y para esas cosas que nunca sabemos dónde poner, te sugerimos algunas
ideas:
 Cinturones: si los doblas, haciéndolos un ovillo, puedes guardarlos en
un cajón o caja con separadores. También en el mercado tienes
perchas portacinturones para los armarios. Otra idea más barata
consiste en comprar un gancho (los hay de muchos tamaños, elige
uno grande y ancho, que soporte el peso) y ponerlo en la puerta del
armario o en un lateral. También hemos visto la idea de utilizar los
percheros que se ponen detrás de las puertas para este fin.

 Bolsos: el quebradero de cabeza de las mujeres. Si tienes sitio en los


altillos de los armarios, coloca ahí, bien limpios y en su funda (o una
que le prepares al efecto) los bolsos que menos utilizas, los de
ocasiones especiales e incluso los de temporada (los de invierno o
verano). Otras opciones son guardarlos en cajas, señalizadas para ver
siempre cuál está en qué caja. Una tercera opción es utilizar un
perchero de pared o gancho para este fin, aunque esto suele ser útil
sólo en el caso de que tengas pocos bolsos o bien ocupen poco
espacio.

 Carteras: hay quien tiene más de una y de dos carteras. En este caso
te recomendamos que guardes el resto en una caja, poniéndolas de
canto para localizarlas rápido y eficazmente.

 Zapatos: el lugar ideal son los zapateros, ya que los mantiene a la


vista, es rápido de localizar el par que necesitamos y siempre lo
tendremos ordenado. Los tienes fijos y extraíbles para armarios y
vestidores. También los encontrarás en formato mueble, en los que
caben muchos más pares y además algunos sirven también para
almacenar otras cosas de casa. Para los que no puedan utilizar
zapateros o necesiten espacio extra para sus zapatos, recomendamos
guardarlos en cajas etiquetadas. Esta opción es también importante
para los zapatos de temporada.
 Corbatas: si se utilizan a menudo, es mejor colgarlas para que no
tomen formas extrañas ni dobleces feos. Si tienes pocas, tal vez te
puedas organizar bien con una percha. Puede ser una de la ropa,
normal. Si tienes bastantes te sugerimos adquirir corbateros. Los
tienes muy básicos, para cinco o seis corbatas en el mismo rack. Pero
también puedes encontrarlos en formato percha para cerca de 20
corbatas y hasta automática y con luz.

 Bisutería y joyas: las joyas procura guardarlas cuidadosamente en


tela de seda en cajas, joyeros o lugares adaptados a ellas. La bisutería,
si te la pones a menudo, tenla a la vista. Puedes comprar una de estas
figuras que ahora están de moda, expositoras, para colgar pendientes
y collares. Para los collares también puedes usar una percha a la que
pongas unos clavos. Una idea más original para tenerlos a la vista es
poner en una pared una pizarra de corcho (o simplemente el corcho
con cinta de doble cara) y colgar allí tus pendientes y collares con la
ayuda de chinchetas.

Orden en los armarios V:


mantenimiento
Ya tienes el armario o vestidor a punto. Limpio, ordenado e impecable.
Pero es inevitable: siempre que hay orden, acaba llegando el caos. Unos
días después ya está otra vez con ropa fuera de lugar. Te daremos algunos
consejos para su mantenimiento.

 Procura mantener cada cosa en su lugar. Cuando regreses de trabajar,


coloca el bolso, los zapatos y el abrigo en el lugar que les
corresponde.

 ¿Qué hacemos con la ropa de una sola puesta que no está manchada
ni para lavar? Hay quien prefiere lavarlas a mano con agua y un poco
de jabón neutro para eliminar olores como el tabaco o el sudor. Pero
si tu ropa no tiene ninguno de estos problemas, ¿dónde la pones? En
primer lugar airéala, tendiéndola o colgándola de una percha durante
un par de horas, si es al aire mejor. Después dóblala con cuidado y
colócala en una balda que destines a este efecto (ropa de segunda
puesta), o en una caja sin tapa -puede ser de cartón o de mimbre
forrada con tela. Y mantenla a la vista.

 Cuando guardes la ropa recién doblada, procura hacerlo con orden y


cuidado

 Limpia una vez al mes las baldas y revisa que los cajones están en
orden.

Orden en los armarios VI:


trucos y consejos prácticos
 Las camisas puedes guardarlas dobladas en un cajón extraíble y
también colgarlas de perchas. En este último caso, abrocha el primer
botón de la camisa para que no se deforme el cuello. Quedan más
elegantes y mejor colgadas si abrochas un botón sí y otro no en toda
la camisa.

 Si no tienes sitio para colgar los cinturones ni las corbatas, prueba a


poner ganchos detrás de las puertas para los primeros, y una barra
fina para las segundas.

 Las prendas muy delicadas, como las de seda, cuélgalas de una


percha con los hombros acolchados.

 Si no tienes zapatero, una buena solución es guardarlos en su propia


caja, apilarlas y poner una etiqueta identificativa y/o una fotografía.
Además, si tienes maña puedes forrar todas las cajas con el papel que
más te guste o que haga juego con tu armario/vestidor.

 Al organizar tu armario, una buena manera de facilitar las búsquedas


de la ropa es colocar juntas las de un mismo tipo: calcetines, ropa
interior...

 La ropa de fiesta o muy delicada es importante que se guarde en


fundas de viaje o de tintorería. Si no son transparentes, pon una
etiqueta que identifique su contenido.

 Procura no apilar ropa doblada en columnas muy altas o se caerán. Es


más eficaz poner más baldas, fijas o extraíbles, o utilizar cestas o
cajas.

 No apiles jerséis en estantes, ya que pueden caerse. Utiliza para ellos


los cajones o las cajas.

 En las barras para colgar la ropa, procura utilizar los mismos ganchos
o perchas y que queden a la misma altura. Esto te facilitará la
búsqueda de la ropa y te permitirá distinguirla rápidamente.

 Las perchas de madera pueden estropear las prendas. Utiliza las de


madera o plástico.

 Separa las prendas largas, como los vestidos, de las cortas, como las
camisas. Te ayudará a localizar las prendas, ya que visualmente las
tendrás separadas.

 Guarda los pantalones colgados en perchas. Doblados ocupan mucho


sitio.

 Utiliza el fondo de los estantes anchos para la ropa que menos


utilices.
LUNES 9 DE JUNIO DE 2008

Planificando la semana

A unos se nos da mejor y a otros peor. Pero la planificación es importante


para la organización de una casa. Y como no es sencillo para todos, vamos
a sugerirte que planifiques a corto plazo, no más de una semana.

Limpiezas: puedes trabajar sobre un papel, escribiendo a mano. O también


utilizar el ordenador, que es más ecológico. El caso es que puedas dibujar
una tabla. En la zona superior, en horizontal, escribe los días de la semana
excepto el día de descanso, y en la parte izquierda, en vertical, los nombres
de las personas que viven en casa. Plantéate cuáles son las prioridades de tu
casa, tal y como hemos hablado en un post anterior y, teniendo en cuenta
los horarios en los que estáis en casa y dando no más de 15 minutos a cada
tarea, repártela sobre la tabla. Compártela con tu familia y ponedla en
práctica. Al principio tendréis que ir mirando cuál es la próxima tarea, pero
poco a poco la rutina será sencilla y fácil de seguir.

Compra: mucha gente hace compras mensuales y otras personas van al día.
Sea cual sea tu ritmo de compras, planifícala. Ve a comprar siempre con un
listado de las cosas que te faltan y necesitas, y siempre después de comer.
Lo notará tu bolsillo, positivamente. A muchas personas se les olvida con
facilidad apuntar cosas en lista. Procura mantener un papel y un bolígrafo
en la cocina o despensa. Apunta todo aquello que se acabe o que necesites
comprar. De este modo no olvidarás nada importante.

Comidas: comas en casa o fuera, seguramente hagas al menos una comida


al día en tu hogar, con tu familia. Si te cuesta decidir qué hacer para cenar o
comer, haz una tabla semanal teniendo en cuenta los alimentos que tienes
en la nevera. Te ayudará a no estar pensando delante de la cocina durante
minutos y minutos. Ahorrarás tiempo y cocinar se hará más fácil. Y si te
falta algún alimento, lo verás enseguida y podrás apuntarlo en tu lista de la
compra. No olvides que, además, te ayudará a saber qué alimentos debes
sacar del congelador y poner en la nevera para la siguiente comida.

Ropa: esta acción es muy positiva una vez que la conviertes en rutina. Y si
hay niños en casa, es muy importante enseñarles a hacerlo desde que son
pequeños. Antes de acostarte abre el armario y decide qué te vas a poner al
día siguiente. Elígelo todo, desde el traje o el vestido, hasta la corbata y los
zapatos, pasando por los accesorios, como los gemelos, el bolso o los
pendientes. Esto te ayudará a muchas cosas: ahorrarás tiempo por la
mañana y podrás dormir unos minutos más; aprovecharás más tu ropa, ya
que verás complementos que usas menos a menudo y los incorporarás a tu
vestuario, como ese bolso que tienes abandonado en un rincón o ese reloj
lleno de polvo sobre la mesa. Además, estarás más fresco y con más ideas
para combinar tu ropa.

Prueba unos días, y nos cuentas. Seguro que notas la diferencia.


TIPS PARA
MANTENER EL
ORDEN EN LA
OFICINA
Papeles en orden: ¿qué hay que
guardar?

Guardar los papeles en casa parece sencillo. Por lo general, nos olvidamos
de ello y los guardamos de modo rutinario. El problema se presenta cierto
día, cuando necesitamos un papel muy concreto. ¿Dónde dejaste el último
recibo del pago del impuesto de la vivienda?¿Y el de circulación? Entre
tanto ticket, ahora que lo necesitas no encuentras el que corresponde a la
garantía del aparato que se te acaba de estropear. Vamos a solucionar este
problema desde hoy.

No hace falta que guardes todos los papeles que llegan a casa. Vamos a
indicarte los que es necesario que guardes. El resto es innecesario y
ocuparán un espacio muy preciado de tu casa.

Desde la compra y hasta los 3 meses:

 Guarda los boletos de lotería, quiniela y de primitiva. Tienen tres


meses de validez para canjear por el premio que les haya
correspondido.
 Certificados de empadronamiento, residencia o nacimiento. Después
de tres meses tendrás que volver a solicitarlos.
 Facturas de compra de ropa, calzado o alimentación. Te serán útiles
para realizar reclamaciones o devoluciones.
 Recibos de la luz, el agua, el teléfono... al menos los dos últimos
meses por si surgiera alguna incorrección.

Durante un año:

 Facturas de hoteles, restaurantes o billetes de transporte. Es


importante, sobre todo, si ha habido alguna irregularidad
(intoxicación, error en la cuenta, etc.).
 Si eres autónom@, debes guardar todas las facturas al menos hasta el
año fiscal siguiente, con el objetivo de realizar la correspondiente
declaración.
 Billetes de transporte, ya que puedes reclamar por la demora
excesiva. Si hay accidente, tienes 30 días para interponer reclamación
de gastos sanitarios. Si hay indemnización por invalidez, necesitarás
guardar el billete al menos por un año.
 Recibos de pagos varios (colegios, cursos, gimnasios, abogados,
dentistas...)

De dos a tres años:

 Garantías de aparatos selladas y facturas de reparaciones.


 Impuestos locales, por lo menos los de los dos últimos años

Cinco años:

 Todos los documentos relacionados con Hacienda o susceptibles de


inspección

Duración variable:

 Libro de familia y certificados de matrimonio (con o sin notas de


divorcio), nulidad o viuedad.
 Historiales médicos
 Cartillas de vacunación
 Diplomas y títulos oficiales
 Seguros (de vida, decesos, accidentes y hogar)
 Notificaciones de invalidez
 Escrituras de propiedad
 Papeles de la hipoteca
 Boletines escolares de notas
Papeles en orden: cómo
organizarlos

En primer lugar, evita los cajones. Son el primer enemigo de los papeles.
Acabas acumulando sin orden y un día encuentras que están a rebosar.

El principio fundamental consiste en reducir la cantidad de papel que llega


a casa y en seleccionar aquellos que vas a guardar. Al llegar a casa, mira el
buzón, siempre. No dejes que se acumulen tampoco en él, y evitarás que
posibles ladrones estén al tanto de tus estancias fuera de casa.

Antes de hacer ninguna otra cosa, abre todas las cartas y documentación
que haya llegado. Elimina los inservibles (recicla todo el papel y los sobres)
y deja a un lado los que vas a guardar. Recuerda que le puedes pedir al
banco un acceso online a tus cuentas, evitando que te envíen montones de
cartas con tus recibos. A partir de este momento, serán recibos digitales, y
no ocuparán espacio en casa.

Si realizas a diario este proceso, será rápido y muy eficaz. Apenas tendrás
que guardar nada a diario. Si tienes algo que guardar, hazlo en ese
momento. No acumules los papeles en ningún sitio.

Hay quien prefiere hacer este proceso cada dos o tres días. No lo
recomendamos, pero si lo prefieres así, procura tener en la entrada de casa o
en el salón un lugar donde almacenar la documentación (una caja, un
portadocumentos, etc.). El peligro de hacerlo así radica en que acumularás
y siempre quedará alguna carta sin abrir.

Guarda los tickets de compra junto a las garantías de los productos. Así no
se perderán y será sencillo tenerlo todo a mano.

Guarda los papeles en un archivador, preferiblemente con separadores.


Organízalo a tu gusto o como te resulte cómodo. Puedes hacerlo por la
vigencia de los papeles o por tipo de documentación (colegio, casa, trabajo,
personal...). Hay quien los separa en dos tipos de archivadores: el que
contiene los papeles de larga vigencia (hipotecas, diplomas y títulos,
Hacienda, etc.), y los de uso habitual (recibos, facturas, seguros de hogar,
etc.)

No olvides ser constante. La procrastinación (dejar para luego lo que


puedes hacer ahora...) es la que genera el caos y desorden en nuestros
hogares.

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