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Por ejemplo, si contratamos a una persona para que con su vehículo nos transporte un
material de una bodega a otra, podríamos hablar de un contrato que está regulado por el
código de comercio, y si bien es un servicio, es muy distinto a un servicio en el que se contrata
el trabajo humano, como el de un contador público o un abogado para que preste asesoría
legal a la empresa.
En el contrato de servicios se caracteriza por tener objeto que se debe desarrollar o un servicio
que se debe prestar, y en el cual el contratista tiene cierta libertad para ejecutarlo por cuanto
no está sometido a la continuada y completa subordinación, aunque se precisa que la
subordinación también es un elemento presente en el contrato de servicios, pero sin la
connotación y sin el alcance que tiene en un contrato de trabajo.
Es por ello que una secretaria o una recepcionista no pueden ser vinculadas con un contrato
de servicios, pues ella tendrá que cumplir un horario obligado, y tendrá que estar sujeta a lo
que disponga el empleador.
Otra de las características del contrato de servicios es que la remuneración no se llama salario
sino de honorarios, y en las partes se denominan contratante y contratista, pues lo de
trabajador y empleador es propio del contrato de trabajo.
De suerte que lo único que tiene derecho el contratista es a que el contratante le pague los
honorarios a los que se comprometió en el contrato de servicios.
Si bien en algunos casos particulares es correcto acordar una jornada durante la cual el
contratista debe prestar sus servicios, se debe tener especial cuidado para que no se configure
una relación laboral.
En todo caso, como se trata de una relación civil donde todo se pacta según la voluntad de
las partes, en caso de acordarse una jornada de servicio, esta dependerá únicamente de la
voluntad de las partes, teniendo en cuenta que esta no debe ser excesiva, pues no se le debe
exigir a un contratista una dedicación que sobrepase lo que es razonable, y el hecho de que
la jornada de prestación del servicio no esté regulada por ley alguna, no es una carta blanca
para que se imponga una jornada de 24 horas, por decir algo.
Además, tenga en cuenta que si en el futuro un juez declara la existencia de una relación
laboral, la jornada de trabajo establecida en el contrato de servicios será tomada como
referencia para determinar las eventuales horas extras, pues ya convertida en laboral la
relación civil, entonces sí aplica la jornada laboral máxima contemplada por el código
sustantivo del trabajo.
Duración del contrato de servicios.
La duración de un contrato de servicios es la que fijen las partes, pues la ley regula ese
aspecto.
En consecuencia, las partes libremente pueden pactar cuánto tiempo ha de durar el contrato
de servicios.
¿Un contrato de servicios se puede renovar? Por supuesto que sí, siempre que las partes así
lo decidan, y la renovación se hará en las condiciones que las partes hayan acorado.
La terminación del contrato de servicios depende exclusivamente de lo que las partes hayan
pactado, como la expiración del plazo acordado, el incumplimiento de alguna de las partes,
o por mutuo acuerdo.
Lo bueno del contrato de servicios es que las partes tienen absoluta libertad contractual de
modo que pueden acordar cualquier cosa que no vaya contra ninguna ley.
Cuando el contrato de servicios termina por la razón que sea, las partes debe liquidar los
conceptos relacionados con el contrato de servicios, como el saldo adeudado por el
contratante al contratista o lo que este pueda deber al contratante.
Se debe dejar claro que en el contrato de servicios no existe la liquidación como la conocemos
en el contrato de trabajo.
Si hay incumplimiento es posible que se deban liquidar conceptos como cláusula penal o
indemnizaciones si fuere el caso.
En el caso del contrato de prestación de servicios no se habla de justa causa en los términos
de una relación laboral, sino más bien en términos de incumplimiento, de manera que el
contratante en cualquier momento puede terminar el contrato de servicios, haya o no
incumplimiento del contratista.
Si el contratante “despide” al contratista sin que este haya incumplido el contrato, quien está
incumpliendo es el contratante que decide terminar un contrato sin una causa objetivo, y en
tal caso el contratista puede exigir el pago de la indemnización que haya acordado en el
contrato, o la que pueda probar de acuerdo a las normas civiles si es que optar por demandar
el incumplimiento del contrato.
El contratista debe cotizar a salud como trabajador independiente, según como lo dispone el
artículo 135 de la ley 1753 del 2015.
Es importante anotar que desde el punto de vista fiscal el contratante tiene la obligación de
verificar que su contratista haya realizado los aportes a seguridad social que le correspondan.
Para que un juez declare la existencia de un contrato de trabajo realidad, se requiere que en
el desarrollo de la relación contractual que las partes denominaron como de servicios se den
los tres elementos propios de una relación laboral, y contrario a lo que se esperaría, la carga
de la prueba le corresponde al empleador, es decir, que el trabajador que demanda no debe
probar nada, sino que es el empleador quien debe demostrar que en la relación civil no se
configuran los elementos del contrato de trabajo.
Como se puede observar, quien vincule a un trabajador mediante contrato de servicios debe
asegurarse de dos cosas:
En cuanto al segundo aspecto, es importante tener en cuenta que no debe existir una
continuada subordinación, sino que el contratista debe gozar de cierta autonomía, lo que no
impide, claro está, que el contratante pueda ejercer control y supervisión del contratista, pero
en eso hay que tener mucho cuidado pues existe una línea muy delgada entre control y
supervisión y subordinación continuada.
En el contrato de servicios se puede pactar un horario que el contratista debe cumplir, pero
si a ello se suman otras circunstancias que acercan la relación contractual a una laboral, el
asunto se vuelve de un delicado manejo para el contratista, pues ese horario podría
convertirse en una prueba a favor de quien alega la existencia del contrato de trabajo, así que
lo del horario debe manejarse con mucha prudencia.
Aspectos adicionales a considerar en el contrato de
servicios.
En la contratación por servicios se presentan situaciones particulares que debemos saber
como manejar, y algunas de ellas las señalamos a continuación.
Una de las inquietudes que recibimos regularmente de nuestros lectores tiene que ver con la
posibilidad de pasar de un contrato de prestación de servicios a un contrato de trabajo.
Las partes tienen absoluta libertad y autonomía contractual, de manera que si así lo desean,
pueden mutar de un contrato de servicios a uno de trabajo, observando algunas
recomendaciones.
Lo anterior para evitar que exista una continuidad entre los dos contratos, donde todo sigue
igual menos el tipo de contrato, lo que sería un indicio serio de que el anterior contrato de
servicios se utilizó irregularmente para disfrazar una relación laboral.
No obstante, esta precaución tiene sentido si el contrato de servicios en efecto fue uno de
servicios y no un contrato de trabajo simulado, pues en tal caso el trabajador podría demandar
el reconocimiento de un contrato de trabajo realidad.
En todo caso, cualquiera haya sido la verdadera naturaleza del contrato de servicios, lo ideal
es liquidarlo y firmar luego el contrato de trabajo.
Las partes, dentro de su autonomía contractual pueden acordar algún tipo de pago o
reconocimiento por concepto viáticos de auxilio de transporte, pero los efectos serán los que
se acuerden en el respectivo contrato.
El hecho de que se firmen varios contratos de servicios sucesivos con el mismo contratante
no da lugar a que se conviertan en un contrato de trabajo.
Esa posibilidad no existe ni en el supuesto de que el contrato de servicios finaliza y las partes
siguen la relación contractual sin renovar el contrato o sin firmar uno nuevo.
Algunas empresas firman contratos de servicios por menos de un año, o sólo renuevan un
contrato de servicios después de 15 días de terminado el anterior, con el objetivo de evitar la
solución de continuidad, lo cual no tiene asidero alguno, ya que esta figura no aplica en la
contratación de servicios.
Al respecto la sala laboral de la Corte suprema de Justicia se pronunció sobre este tema en
sentencia 42773 del 19 de marzo de 2014 con ponencia de la magistrada Elsy del Pilar Cuello:
«Tal facultad -conocida como ius variandi locativo-, es totalmente ajena a una relación como
la que aduce el demandado, que se caracteriza por su independencia y autonomía, es decir
por la ausencia de subordinación. Es exclusiva de ser ejercida por quien ostenta la condición
de empleador; legítima en la medida en que resulta necesaria para que el empresario pueda
organizar y dirigir el recurso humano en aras de optimizar el resultado de la empresa, de
suerte que denota, sin ambages, que quien toma una decisión de este talante, tiene plena
convicción del poder que le asiste para adoptarla, lo cual significa que ante un escenario
fáctico como el que emerge de la lectura de la documental reseñada, debía arribarse a una
conclusión diametralmente opuesta a la que obtuvo el juzgador de segundo grado; es decir,
lo que medió entre las partes fue un contrato de trabajo.»
Es decir que el ius variando aplicará solo si previamente se declara la existencia del contrato
de trabajo realidad, pero mientras el contrato de servicios mantenga su naturaleza y
validez, no aplica.
Un vigilante no puede ser contratado por intermedio de un contrato de servicios por dos
razones:
1. Los servicios de vigilancia deben ser contratados con empresas autorizadas para ello.
2. La naturaleza del servicio exige un contrato de trabajo.
Suponiendo que una empresa quiera contratar a una persona para que vigile o cuide sus
instalaciones sin usar armas ni uniformes, y que técnicamente no sea un vigilante, podría
hacerlo directamente pero en tal caso la vinculación debe ser mediante un contrato de trabajo.
«Advierte la Sala que si una persona presta servicios como vigilante - celador resulta
inadmisible afirmar que realiza actividades temporales e independientes, siendo que la labor
contratada por la entidad exige que se brinde el servicio de seguridad en forma permanente
para poder funcionar con total tranquilidad.
Las instituciones educativas no pueden vincular a sus docentes por hora catedra por medio
de un contrato de prestación de servicios.
En algunos casos puede que no sea ilegal dicha práctica, pero es riesgosa para el empleador
puesto que este tipo de relación es eminentemente laboral como bien lo expresa la sala laboral
de la Corte suprema de justicia en sentencia 38182 del 17 de mayo de 2011, MP Jorge
Mauricio Burgos Ruiz
Es un tema delicado que se debe manejar con precaución para evitar la configuración de un
contrato de trabajo realidad.
Una de las dudas constantes de nuestros lectores tiene que ver con la obligación o no de pagar
indemnizaciones o multas por terminar el contrato de servicios, o por renunciar a él.
Si nada se dijo en el contrato, no hay lugar al pago de ninguna sanción o multa por renunciar
o terminar con el contrato sin causa justificada, o por incumplirlo en alguna forma.
Es así porque quien gobierna el contrato de servicios es la ley civil, y esta no contempla las
sanciones que sí contempla el código laboral.
Modelo o formato de contrato de prestación de servicios
CONTRATO DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS PROFESIONALES
Entre los suscritos, XXXX XXXXX XXXX, mayor de edad, identificado con cédula de
ciudadanía No. xxxxxxxx expedida en XXXXXX, , actuando en nombre y representación de
la sociedad XXXXXXX S.A. “ quien en adelante se denominará EL CONTRATANTE, por
una parte, y por otra, XXXXX XXXXXXX, mayor de edad, identificado con cédula de
ciudadanía No. xxxxxxx expedida en XXXXXX, CONTADOR PUBLICO, actuando en
nombre propio y quien para los efectos del presente Contrato se denominará EL
CONTRATISTA, acuerdan celebrar el presente contrato de prestación de servicios de
revisoría fiscal, el cual se regirá por las siguientes cláusulas:
SEGUNDA.- VALOR: El valor del presente contrato será de XXXXXX pesos mensuales
pagaderos el primer día hábil de cada mes.
QUINTA.-DURACIÓN: Este contrato tiene una vigencia por el tiempo de xx meses y regirá
a partir de la fecha en que se firme.
De conformidad con lo anterior, las partes suscriben el presente documento en dos ejemplares
del mismo tenor, a los diecinueve (19) días del mes de julio de dos mil tres (2003).
EL CONTRATISTA,
_______________________
XXXXXXXXXX
EL CONTRATANTE,
____________________________
El anterior es solo un modelo, que puede ser adaptado a las necesidades y características
propias según el tipo de servicio a prestar.