Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
BOLILLA 1
C) Etimología: La palabra “civil”, proviene del latín “civile”. En Roma se distinguía el “ius naturale”,
que era común a todos los hombres, y el “ius civile” que era el derecho propio de los ciudadanos romanos,
con lo cual el “derecho civil” se refería al derecho vigente en Roma y comprendía normas de derecho
público y privado.
En la actualidad, el Derecho Civil es definido como el que rige al hombre como tal, sin consideración
de sus actividades o profesiones en sus relaciones entre sí y con el Estado, en tanto estas relaciones tengan
por objeto satisfacer necesidades de carácter humano.
1
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
Por su parte, Buteler define al Derecho Civil como el Derecho Privado común, que regula la situación
jurídica de una persona en la comunidad, ya sea mirada en sí mismo y en todo en cuanto le es inherente,
ya sea mirado a través de la familia que integra, y en la cual se completa, ya sea mirado desde su
patrimonio y más allá de la muerte a través de la transmisión hereditaria.
D) Antecedentes históricos
1) Evolución: El movimiento de codificación del siglo XIX tuvo sus precedentes históricos en las
Leyes de Manú, del siglo XIII a.C., en el Antiguo Testamento el Deuteronomio contiene las reglas dadas
por Moisés para el pueblo hebreo.
Pero los primeros códigos jurídicos fueron los romanos, como fueron el Gregoriano, el Hermogeniano
y el Teodosiano, que culminaron con la obra de Justiniano, que fue obra del jurisconsulto Triboniano, y
del emperador Justiniano, llamado Corpus Iuris Civilis, formado por el Digesto, las Institutas, el Código y
las Novelas.
2) Legislación española e indiana: Los conquistadores españoles trajeron con ellos los elementos de
su propia civilización y, por consiguiente, su ordenamiento jurídico. En el virreinato del Río de la Plata, y
luego en la Provincias Unidas del Río de la Plata, la legislación española existente en 1810 continuó en
vigencia hasta su derogación por el Código Civil.
Hasta entonces, rigió en nuestro país la Nueva Recopilación, de 1567, que contenía leyes provenientes
del Fuero Real, del Ordenamiento de Alcalá, del Ordenamiento de Montalvo, y de las leyes de Toro. Por
lo demás, las antiguas leyes quedaron subsistentes, conforme al siguiente orden de prelación: Nueva
Recopilación, Fuero Real, Fuero Juzgo, Fuero Viejo de Castilla, Las Partidas.
Por el prestigio que tenían, y por el mayor conocimiento que tenían de él los jueces y abogados, el
derecho que se aplicaba ordinariamente era el contenido en las leyes de Partida. En cuanto a la Novísima
Recopilación de 1805, no tuvo aplicación entre nosotros porque la emancipación ocurrió antes de que se
comunicara aquella compilación. La Recopilación de las leyes de Indias, de 1680, tuvo escasa
significación en el orden del derecho civil porque su contenido era sustancialmente de derecho público.
3) La Constitución de 1853: En el texto constitucional aflora la preocupación que tenían los
constituyentes para que se dotara al país de una apropiada codificación, así el art. 67, inc. 11, confería al
Congreso la atribución de dictar los códigos Civil, Comercial, Penal y de Minería, por cuya vía se daba
cumplimiento al mandato del art. 24, que promovía la reforma de la legislación.
En cumplimiento de estas prescripciones, el senador Zuviría propició la sanción de una ley por la que
se autorizaba al Poder Ejecutivo para nombrar una comisión que proyectara los códigos, aprobado el
proyecto como ley 12, de 1854, fue promulgada por Urquiza, pero razones de orden financiero obligaron
al gobierno a postergar esa iniciativa.
4) La experiencia de Buenos Aires: Por la prédica de Sarmiento, que presionaba para que se
concretara la codificación, se sancionó una ley en 1857 por la que se autorizaba al Poder Ejecutivo para
invertir los fondos que demandase la redacción de los códigos Civil, Criminal y de Procedimientos,
nombrándose a los doctores Marcelo Gamboa y Marcelino Ugarte para que redactaran el Código Civil,
pero ensayo resultó frustrado.
Mayor suerte había tenido el Código de Comercio, encomendado a los doctores Dalmacio Vélez
Sarsfield, ministro del gobernador Obligado, y Eduardo Acevedo; la Legislatura aprobó el proyecto en
1859, como Código de Comercio del Estado de Buenos Aires, adoptado por la Nación en 1862, y
modificado en 1889.
5) Ley nº 36: Por iniciativa del diputado José María Cabral, el Congreso sancionó en 1863 esta ley,
por la que se autorizaba al Poder Ejecutivo para nombrar comisiones encargadas de redactar los proyectos
de códigos civil, penal, de minería, y de las ordenanzas del ejército.
A pesar que la ley preveía el nombramiento de comisiones pluripersonales, el presidente Mitre, por
decreto del 20 de octubre de 1864, refrendado por el ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública,
doctor Eduardo Costa, designó a Vélez Sarsfield, para que redactara el proyecto de Código Civil.
2
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
inspirado en el código francés de 1807, disponiendo el nombramiento de una comisión para que propiciara
la reforma que considerara conveniente.
En 1852, Urquiza creó una comisión de 14 miembros, presidida por Juan García de Cossio, para
proyectar los códigos Civil, Penal, Comercial, y de Procedimientos. La subcomisión del Código Civil
estaba formada por Lorenzo Torres, en calidad de redactor, Alejo Villegas y Marcelo Gamboa, como
consultores; Torres no aceptó el encargo y en su reemplazo fue nombrado Dalmacio Vélez Sarsfield, pero
la revolución de septiembre, que segrega a Buenos Aires, hace que la tentativa no tuviera éxito.
Como vimos, con la Constitución del ’53, se dieron las normas que establecieron la necesidad de una
codificación en el país, que concluye con la ley 36, por la cual el presidente Mitre nombra a Vélez
Sarsfield como redactor del proyecto de Código.
2) Vélez Sarsfield: su personalidad jurídica: Nació en Amboy, Calamuchita. Córdoba en 1800, se
recibió de bachiller de artes y luego de leyes, tuvo que realizar dos años de práctica forense para poder
ejercer como abogado, y en 1822 tomó posesión de estrados.
Hacia 1824, cuando se reunía en Buenos Aires el Congreso General Constituyente, fue designado
diputado de San Luis por José santos Ortiz, Gobernador de San Luis, y cuñando de Vélez Sarsfield, fue el
diputado más joven del congreso y uno de los que votaron la constitución unitaria de 1826.
La caída de Rivadavia y el triunfo de la federación le brindó una amistad con Quiroga (de quien fue su
abogado) tuvo una clientela muy importante hasta la muerte de Santos Ortiz y Quiroga (sus protectores),
en 1833 editó las “Instituciones de Derecho Real de España”del jurista Álvarez, en 1834 editó y anotó el
“Manual de práctica forense”.
En 1842 es desterrado a Montevideo en la pobreza hasta que vuelve gracias al perdón de Rosas en
1846. Durante la gobernación de Rosas, Vélez se dedicó al estudio del derecho: anotó y concordó los
“elementa iuris civiles” y las “recitaciones in elementa iurius civiles” de Heineccius; escribió “Derecho
público eclesiástico” por encargo de Rosas y “el gobierno de la iglesia del estado Oriental”a pedido de
Oribe.
Escribió “discusión de los títulos de Chile a las tierras del estrecho de Magallanes” también por
encargo de Rosas; redactó con colaboración de Acevedo el Código de Comercio para la Provincia de
Buenos Aires (1857), que fue adoptado por todo el país en 1862. Fue autor además de muchos trabajos
históricos y jurídicos y fundó “el nacional” periódico de combate. Su vasta obra jurídica terminó en la
redacción del Código Civil.
Después de Caseros, Vélez Sarsfield tuvo gravitación política, fue diputado a la legislatura de Buenos
Aires, en 1852, ministro de gobierno de los gobernadores Alsina y Obligado, ministro de Hacienda del
presidente Mitre en 1863, ministro del Interior de Sarmiento, de 1868 a 1871. Murió el 30 de marzo de
1875.
3) Elaboración y sanción:
a) Elaboración: En la redacción del Código, Vélez no tuvo colaboradores, sino encargados de pasar
en limpio los borradores, ellos fueron Victorino de la Plaza, Eduardo Díaz de Vivar y la hija del
codificador, Aurelia.
Para la realización del trabajo, Vélez fue escribiendo los borradores, llenos de enmendaduras,
entrelíneas e intercalaciones que se cosían al margen, de tales borradores los copistas sacaron los
ejemplares en limpio que fueron pasados al Gobierno para su impresión.
En julio de 1865, Vélez dio término al Libro Primero, que remitió al Poder Ejecutivo, éste dispuso la
impresión del proyecto y su distribución entre legisladores, magistrados y abogados, para que fuera
estudiado hasta que llegue el momento de su sanción.
A medida que fue adelantando el trabajo, Vélez siguió remitiendo los restantes libros, que fueron
publicándose: las dos primeras secciones del Libro Segundo, sobre obligaciones y hechos y actos
jurídicos, en agosto de 1866; la sección tercera del mismo libro, sobre los contratos, a principios de 1867;
el Libro Tercero, referente a los derechos reales, en 1868; y el Libro Cuarto, sobre sucesiones, en 1869,
quedando completa la obra a los cuatro años y dos meses de su inicio.
b) Sanción: Cuando se terminó la impresión del último libro, el presidente Sarmiento dirigió un
mensaje al Congreso, propiciando que la ley que pusiera en vigencia el proyecto de Código Civil, fuera
hecha a “libro cerrado”, dado la anterior distribución de los libros, confiando la reforma a las sucesivas
leyes dictadas a medida que la experiencia determine su necesidad.
La Cámara de Diputados, se dedicó a la tarea de encarar la inmediata aprobación del proyecto, que se
realizó el 22 de septiembre de 1869, luego de rechazar mociones de emplazamientos, así como las
objeciones a la sanción a libro cerrado. En el tratamiento en particular, sólo se discutió que el Código
entrara en vigencia el 1º de enero de 1871.
Remitida la sanción al Senado, éste lo consideró en su sesión del 25 de septiembre de 1869, y
finalmente aprobada quedó convertida en la ley 340, que promulgó Sarmiento. En 1870, se intentó
postergar la entrada en vigencia del Código hasta 1872, sancionado por la Cámara de Diputados, pero esto
no contó con la aprobación del Senado.
3
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
del código, que facilitaba la introducción de nuevas disposiciones o suprimirlas, sin retocar todo el
articulado, que no se justifica cuando el Código está completo.
2) Edición de Nueva York: Las deficiencias de la primera edición, obligaba a la impresión de una
nueva, Sarmiento le insinuó a Vélez la conveniencia de subsanar las faltas de idioma y estilo, éste, en carta
a su sobrino nieto Carlos Carranza, le pide que encare la tarea de revisar su trabajo y subsane los errores
que encuentre.
Mientras tanto, Sarmiento le encomendó al ministro en Washington, Manuel García, que licitase en
Estados Unidos la impresión de la obra, siendo adjudicado a Hallet Breen. Esta edición tampoco está
exenta de algunas fallas tipográficas, y mantiene la numeración de los artículos en función de cada título.
3) Ediciones posteriores: La ley 1196 de Fe de Erratas, disponía que se hiciera una nueva edición
oficial del Código Civil que recogiera las enmiendas introducidas, esta nueva edición apareció en el año
1883, conocida como edición de “La Pampa”, por ser éste el nombre del taller que la imprimió.
Esta edición se hizo bajo la dirección de los doctores Rafael Ruiz de los Llanos e Isaac Cavaría. En
esta edición, la numeración del articulado está hecha de forma corrida, posteriormente se sucedieron
numerosas ediciones comerciales-
4) Proyecto de nueva edición oficial: En 1900 Roca nombró a los doctores José Gustavino y Agustín
de Vedia, a fin de que preparasen una nueva edición del Código, que eliminara las partes derogadas por la
ley de matrimonio civil e introdujera las disposiciones de esta ley sin alterar el articulado, además de
salvar las incorrecciones o desarmonías que encontraran.
Concluido el trabajo, lo elevaron al Gobierno, y éste lo pasó a dictamen de la Facultad de Derecho,
que formó una comisión formada por los doctores Bibiloni, Llerena, Pizarro, Tezanos Pinto y Calixto de
la Torre, esta comisión encontró que los autores se había excedido de su cometido. Concluido el trabajo, el
Gobierno remitió al Congreso estos proyectos, pero nunca fueron tratados.
b) Leyes de Fe de Erratas:
1) Primera Ley de Fe de Erratas: Cuando llegaron los ejemplares de la edición de Nueva York, la
oposición al gobierno aprovechó los cambios advertidos para atacarla, esto obligó a Gobierno a nombrar a
los doctores Victorino de la Plaza y Aurelio Prado para que, comparando el texto de ambas ediciones
informara de las diferencias que se encontraran en el texto.
En 1871, el Gobierno declaró como edición oficial a la de Buenos Aires, en agosto, de la Plaza y
Prado manifestaron encontrar 1882 diferencias entre los textos comparados, pero muchas eran de tal
intrascendencia que podría salvarse el inconveniente de las modificaciones con sólo agregar un índice de
las más importantes.
El Gobierno siguió el consejo y remitió un proyecto de ley declarando oficial la edición de Nueva
York con una corta planilla de Fe de Erratas, que el Congreso convirtió en ley 527, de 1872, que introduce
en dicha edición una corrección de 24 tituladas erratas
2) Segunda Ley de Fe de Erratas: La opinión pública no se conformó con el paliativo, por otra parte,
la escueta planilla de la ley 527, había dejado de lado un buen número de errores. El senador Benjamín
Paz presentó un proyecto de enmienda, en 1878, que señalaba 29 fallas de copia o impresión, ese número
creció con el estudio de las comisiones, llegando a 285 en el texto de la ley 1196, sancionada en 1882.
Varias de las correcciones efectuadas por esta ley no se limitan a un retoque puramente formal, sino que
introducen variantes en la doctrina del Código.
F) Método:
1) Idea básica y método adoptado: Según la idea de Freitas, conviene comenzar un Código por las
disposiciones más generales, para pasar a considerar las que se refieren a los sujetos de toda relación
jurídica. Pero los hombres no viven aislados, sino en el seno de una familia, por lo que deberá seguirse por
el régimen de la misma.
Luego, el sujeto entra en el plano de las relaciones civiles, y tiene vinculaciones de persona a persona,
que son las “obligaciones”, o de la persona con las cosas que les están sometidas, que son los “derechos
reales”; finalmente queda por legislar sobre el conjunto de las cosas, o teoría del patrimonio, que funciona
principalmente cuando fallece el titular, que son las “sucesiones”.
También concurren los acreedores para hacer efectivo sus créditos sobre los bienes del deudor, de
donde nace la “teoría de los privilegios”, todavía queda la institución de la “prescripción”, que por
referirse a toda clase de derechos no es inapropiado poner en una sección dentro de las disposiciones
comunes a los derechos personales y reales.
En definitiva, el Código sigue el siguiente método:
Títulos Título I. De las leyes en general. (Art. 1 a 22)
Preliminares Título II. Del modo de contar los intervalos del derecho (Art. 23 al 29)
5
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
2) Valoración crítica: El método seguido por Vélez presenta grandes ventajas si se lo compara con el
seguido por el código francés, entre ellas:
a) Aunque mal ubicada, aparece una teoría de los hechos y los actos jurídicos, que en el derecho
francés es de creación doctrinaria posterior a la sanción del código;
b) Los derechos reales que participan de una igual naturaleza están reunidos en un solo libro,
mientras que en el código francés están dispersos;
c) El matrimonio se trata en el derecho de familia, y no conjuntamente con los contratos, con los que
no tiene parentesco;
d) Se vincularon los testamentos a las sucesiones, desglosándose las donaciones, que son contratos
entre vivos, para vincularlas a los otros contratos.
e) Se superó el error del código francés de referirlo todo a la adquisición del derecho de propiedad,
puesto que notoriamente la locación o el mandato no se refieren a la adquisición de la propiedad.
Con todo, subsisten en el método del Código ciertas fallas innegables, como son:
a) La sección de hechos y actos jurídicos, que se encuentra entre las obligaciones y los contratos, se
encuentra mal ubicada, debiendo estar en una parte general;
b) El título referente a las cosas, que se encuentra en el libro de los derechos reales, también debió
tratarse en los derechos personales;
c) El Título preliminar del Libro cuarto, sobre la transmisión de derechos, se encuentra desubicado,
porque es materia propia de una parte general;
d) Hay reglas concernientes a la forma y prueba de los contratos que debieron ser referidas a toda
clase de actos jurídicos;
e) Las modalidades de las obligaciones, también lo son de los actos jurídicos.
3) Las notas: El Código Civil presenta una característica muy singular, como es la que los artículos
llevan al pie “notas” en las que Vélez expresa los fundamentos de la solución adoptada, o bien transcribe
Leyes, o párrafos de tratadistas, o se limita a citarlos.
Dichas notas tienen interés doctrinario pero carecen de fuerza legal, desde el punto de vista
interpretativo han perdido actualidad con la incorporación de las reformas de la ley 17.711 que se inspiran
en una filosofía político-legislativa distinta a la de Vélez.
G) Reformas
1) Su necesidad: Los cambios que han ocurrido desde la sanción del Código, sugieren la conveniencia
de encarar la reforma integral del mismo, y de dotar al país de un instrumento legal adaptado a sus
necesidades actuales y a las elaboraciones científicas que la ciencia jurídica ha logrado.
Con todo, la idea de reforma tuvo que vencer, toda vez que se la trató, serias resistencias, sin embargo,
se fueron dando reformas legislativas, o mediante una inteligente elaboración jurisprudencial. Si bien
ciertas deficiencias del Código fueron superadas por la doctrina y la jurisprudencia, existen otras que no lo
fueron por el vacío de instituciones que no pueden ser introducidas por la sola voluntad del intérprete.
2) Reforma integral. Iniciativas:
a) Anteproyecto de Bibiloni: En 1926, el Poder Ejecutivo Nacional creó una Comisión con el
cometido de proyectar una reforma general del Código Civil. La Comisión designó a uno de sus
miembros, Dr. Juan A. Bibiloni, para redactar un anteproyecto sobre el que más tarde trabajaría aquella.
El anteproyecto le llevó seis años de dura labor y es hoy un antecedente valiosísimo para cualquier
intento futuro de reforma. El anteproyecto Bibiloni recoge en alguna medida aportaciones de la ciencia
6
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
jurídica alemana. Conserva gran parte de las disposiciones del código de Vélez aún con las mismas formas
gramaticales originarias.
Siguiendo el ejemplo de Vélez, Bibiloni puso notas explicativas al pie de muchas de las disposiciones
sobre el sentido de las modificaciones. Se le ha criticado al anteproyecto de Bibiloni el hecho de haberle
restado atención a las elaboraciones de la jurisprudencia nacional.
b) Proyecto de 1936: Bibiloni falleció poco después de entregar su trabajo. La Comisión reformadora
juzgó que era necesaria una revisión general del Anteproyecto y así lo hizo. Para lograr la unidad en la
sintaxis, se encargó a los doctores. Hector Lafaille y Gastón Federico Tobal la redacción definitiva. En
1936, el Poder Ejecutivo elevó el Proyecto al Congreso Nacional, en donde nunca fue considerado.
A pesar de sus innegables méritos científicos y técnicos, el Proyecto de 1936 fue recibido con frialdad,
suscitando escasos y no muy entusiastas comentarios doctrinales. El Proyecto está precedido de un
informe acerca los diversos títulos y las innovaciones introducidas. Debido a la generalidad de las
referencias e imprecisión acerca de las fuentes de cada precepto, el informe no suple las anotaciones con
que pudo acompañarse el artículo para su adecuado conocimiento.
Por otro lado, tiene como mérito el hecho de estar constituido por un número de artículos
relativamente breve (2144 artículos). Posee una técnica más moderna, según la cual cada artículo agrupa
en diversos párrafos la solución de las cuestiones relacionadas con el punto allí tratado. Si bien hace que
los artículos sean demasiado extensos y densos, facilita el estudio de la materia tratada por ellos.
c) Anteproyecto de 1954: Fue preparado entre 1950 y 1954 por el Instituto de Derecho Civil
dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación. Su redacción fue realizada por el doctor Llambías. El
Anteproyecto esta constituido por 1.839 artículos. Utiliza un lenguaje sencillo y de conceptos precisos.
Las fuentes principales del Anteproyecto son el Anteproyecto de Bibiloni, el Proyecto de 1936, el
Código italiano de 1942, el Código venezolano de 1942, el Código peruano de 1936, el Proyecto franco-
italiano de las obligaciones de 1927 y el Código suizo de 1912.
Se ha reunido en el primer libro las materias relativas a la Parte General; el segundo trata de la familia;
el tercero, de la herencia; el cuarto, de las obligaciones y contratos; y el quinto, de los derechos reales e
intelectuales. El proyecto esta acompañado de un volumen de concordancia y notas y de otro sobre
fuentes. El Anteproyecto fue editado por la Universidad Nacional de Tucumán recién en 1968, por lo
tanto, los juristas argentinos conocieron la obra varios años después de su elaboración.
d) Ley 17.711: A fines de 1966 la Secretaría de Estado de Justicia designó una Comisión, con Borda a
la cabeza para estudiar la reforma del Código Civil. La primera cuestión que se abordó fue si la reforma
debía ser integral o parcial. Finalmente se consideró preferible mantener la vieja estructura del Código.
La ley 17.711 fue sancionada el 22 de abril de 1968 y entró en vigencia el 1º de julio de ese mismo
año. Reformó acerca de 200 artículos. A pesar de ser una reforma parcial es sumamente importante y
trascendental, pues conmueve al Código en algunos de sus criterios medulares y toca algunos temas
fundamentales.
En su momento la ley 17.711 recibió duras críticas pero con el tiempo ha demostrado que significó un
notable avance de nuestra legislación civil, que tiene ahora una orientación menos individualista y más
solidarista.
e) Proyecto de Unificación Civil y Comercial: En el año 1986 la Comisión de Legislación General
de la Cámara de Diputados designó una comisión de “unificación de la legislación civil y comercial”, tal
cual era la corriente mundial.
En este proyecto de Unificación Civil y Comercial se profundizaban los principios que desde la óptica
de la autonomía privada y los negocios jurídicos tendían a proteger al consumidor, como parte débil,
frente a la empresa. En materia de daños afianzaba los derechos de los damnificados, ampliando la órbita
de la responsabilidad objetiva.
En 1987 se elevó el proyecto con notas explicativas al comienzo del mismo, en las que se comentan
brevemente las principales reformas propiciadas. El proyecto fue rápidamente tratado y obtuvo sanción de
la Cámara de Diputados. Pasado a la Cámara de Senadores, ésta dispuso su revisión por una Comisión.
Esa Comisión propició numerosas modificaciones al texto aprobado por la Cámara de Diputados.
Durante varios años el Proyecto quedó archivado sin que se llegara a un dictamen definitivo. Durante
estos años el gobierno cambió de radical a peronista y cuando en 1991 el Senado sancionó ese proyecto
como ley, ella fue vetada por el Poder Ejecutivo Nacional por entender que contrariaba su nueva política
económica, especialmente la ley de convertibilidad, dictada en abril de ese mismo año.
El Proyecto desató un debate intenso entre los juristas más prestigiosos y recibió tanto críticas como
elogios. Sin embargo, Rivera asegura que el proyecto es una obra de alto mérito, pues propicia la
unificación generalmente querida, y a la vez actualiza notablemente la legislación vigente.
f) Reforma de 1998: En 1998 el Ministerio de Justicia de la Nación recibió un nuevo proyecto de
unificación del Código Civil y del Código Comercial. El proyecto adopta la técnica de incluir partes
generales, de emplear definiciones, de respetar la concisión y la pulcritud lingüística. Esta constituido por
2532 artículos que contienen a los dos códigos actuales.
7
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
2.- El sujeto
A) Concepto jurídico de persona: El derecho designa con la palabra “persona” a todo ente dotado de
la aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones. El art. 30 dice: “Son personas todos los entes
8
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
B) Especies de personas: Nuestro ordenamiento jurídico “reconoce” dos especies de personas, según
lo dice el art. 31, primera parte: “Las personas son de una existencia ideal o de una existencia visible...”:
1) Personas de existencia visible: las define el art. 51: “Todos los entes que presentasen signos
característicos de humanidad, sin distinción de cualidades o accidentes, son personas de existencia
visible”. De acuerdo al Código, todos los hombres son reconocidos en el carácter de “persona” (arts. 31 y
51); con ello, el codificador logró un adecuado ordenamiento jurídico conformado a los principios básicos
instituidos en la Constitución que garantiza la igualdad de todos los habitantes ante la ley (art. 16 CN).
2) Personas de existencia ideal: junto a las personas visibles, o naturales, el derecho considera
también sujetos de derecho a las personas morales o colectivas, las llamadas “personas jurídicas”. Cuando
reconoce este segundo tipo de personalidad, no deja de lado la idea básica de personalidad, pues si el
ordenamiento “reconoce” en el ser humano el carácter de “persona” para la obtención de fines vitales,
debe igualmente reconocer el mismo carácter en sustratos compuestos por más de un individuo humano.
El modo por el cual puedan expresarse estos nuevos sujetos de derecho es asunto de mera técnica
jurídica. Lo importante es anotar cómo la personalidad no es una creación del legislador, sino el mero
reconocimiento de un sustrato humano provisto por la misma naturaleza de las cosas y apto para la vida
jurídica.
9
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
B) Carácter condicional de la personalidad: Aún en nuestro sistema legal el hecho del nacimiento
tiene también trascendencia respecto de la personalidad adquirida anteriormente, así lo dispone el art. 74:
“Si muriesen antes de estar completamente separados del seno materno, serán considerados como si no
hubiesen existido”.
Esto significa que el hecho del nacimiento sin vida actúa como una condición resolutoria de la
personalidad del “nasciturus”, dicho de otra manera, la personalidad de la persona por nacer no es
perfecta, sino imperfecta en cuanto está subordinada a la condición resolutoria del nacimiento sin vida.
Por el contrario, el nacimiento con vida de la persona no ejerce ninguna influencia sobre su personalidad
preexistente.
C) Condición jurídica de las personas por nacer: Por aplicación de las nociones, podemos resumir
la situación jurídica de la persona concebida en el seno materno, en la siguiente forma, ya atendiendo a su
personalidad, ya considerando su capacidad:
1) Desde la personalidad, el concebido es “persona” para el derecho, pero ostenta esa investidura
“sub-condictione”.
2) Desde la capacidad de hecho, es persona absolutamente incapaz (art. 54, inc. 1º), ya que no puede
celebrar por sí mismo acto alguno, su representante es quien ejerce sus derechos.
3) Desde la capacidad de derecho, es persona de capacidad restringida, en principio goza de amplia
capacidad para adquirir bienes, pero según la generalidad de la doctrina, no para obligarse.
1) Alcance de su capacidad de derecho: Sobre esta materia encontramos un precepto del Código,
según Llambías, exageradamente restringido, ya que según el art. 64 “Tiene lugar la representación de
las personas por nacer, siempre que éstas hubieren de adquirir bienes por donación o herencia”.
Para la doctrina parece reducirse la capacidad de derecho de estas personas a la adquisición de bienes
por esos medios. En realidad, esta mención de la donación o la herencia, es una alusión a los supuestos
ordinarios que habrán de motivar la representación de estos incapaces, pero no tiene el sentido de negar
otras fuentes de adquisición de bienes.
Por esto la doctrina concuerda en enunciar una serie de hechos jurídicos que pueden dar lugar a la
adquisición de bienes a favor de la persona por nacer, que son:
a) Bienes adquiridos por donación o herencia: en este punto no se encuentran dudas ante lo
expresado por el art. 64.
b) Bienes adquiridos por vía de legado: tampoco hay dudas, porque el art. 3733 dice: “Pueden
adquirir por testamento todos los que, estando concebidos al tiempo de la muerte del testador, no
sean declarados por la ley incapaces o indignos”.
c) Bienes que se adquieren por el cargo impuesto a un tercero: toda persona puede imponer el
cargo a otra en beneficio de una persona por nacer.
d) Acciones de estado: la persona por nacer dispone de las acciones pertinentes para acreditar el
estado civil que le corresponde, como su filiación.
e) Alimentos: la persona por nacer tiene derecho a reclamar alimentos de sus parientes que sean
deudores de esta prestación (art. 367 y ss.).
f) Daños y perjuicios por acto ilícito cometido contra sus parientes: la persona por nacer puede
resultar damnificada por el hecho, y en tal caso tiene acción contra el responsable para obtener el
resarcimiento de daño.
g) Daños y perjuicios por actos ilícitos cometidos contra ellos: la persona por nacer puede ser
directamente damnificada por un acto ilícito y por aplicación de los principios generales debe
admitirse su acción por resarcimiento de daño.
h) Derechos emergentes de leyes sociales: como las pensiones que en caso de muerte del trabajador
conceden las leyes a favor de sus hijos.
i) Derechos provenientes de estipulaciones efectuadas por otros: es el caso de los seguros que no
tienen discusión en la jurisprudencia francesa, y que no habría motivo para dudar de su procedencia en
nuestro derecho.
j) Derechos accesorios a los bienes del concebido: las personas por nacer tienen a su favor los
derechos que sean accesorios a los bienes recibidos por cualesquiera de las causas precedentes.
período dentro del cual necesariamente debió tener lugar la concepción de una persona determinada, que
es el período de concepción
2) Importancia: La importancia de esta determinación es fundamental para establecer la suerte de los
derechos que pudiera adquirir el concebido y para fijar el estado de familia de éste:
a) Derechos adquiridos: éstos quedarán desvanecidos si en función de la fecha de nacimiento de esa
persona se llega a establecer que la transmisión de los derechos se produjo antes de la época de la
concepción, pues en tal situación falta el sujeto que pudiese recibir los bienes de que se trate.
b) Estado de familia: si el período de concepción cae antes de la celebración del matrimonio o
después de su disolución, el hijo no será tenido como matrimonial; o será sin valor el reconocimiento
de hijo efectuado antes del nacimiento, si la época de la concepción cae después de la fecha de
reconocimiento
3) Determinación: Para establecer en el tiempo el período o época de la concepción, la ley aplica
nociones empíricas de larga data sobre la duración máxima y mínima del embarazo. Por tanto,
superponiendo ambos cómputos queda libre en un período de 120 días, durante el cual debió tener lugar
necesariamente la concepción de la persona nacida.
El Código determina, en su art. 76: “La época de la concepción de los que naciesen vivos, queda
fijada en todo el espacio de tiempo comprendido entre el máximum y el mínimum de la duración del
embarazo”, y el art. 77 dice: “El máximo de tiempo del embarazo se presume que es de trescientos días y
el mínimo de ciento ochenta días, excluyendo el día del nacimiento. Esta presunción admite prueba en
contrario”.
B) Embarazo
1) Concepto: Es el estado biológico d la mujer que ha concebido, mientras dura el período de la
gestación. En el derecho importa saber cómo se acredita ese estado por la incidencia del mismo en las
relaciones jurídicas pendientes.
La prueba del embarazo se establece por la simple denuncia de ese estado por cualquier persona
interesada, sin que quepa discusión o controversia sobre el punto. Esto es lo que expresa el art. 65 “Se
tendrá por reconocido el embarazo de la madre, por la simple declaración de ella o del marido, o de
otras partes interesadas”.
Por consiguiente, basta la simple denuncia para que se tenga por comprobada, provisionalmente la
existencia del embarazo, y para que se proceda a la institución del representante, si existe interés en ello.
Tal vez la denuncia resulte falsa, pero con todo la ley prefirió correr ese riesgo antes que tolerar
discusiones que darían lugar a la adopción de medidas lesivas para la dignidad de la mujer.
2) Denuncia: Según lo dispuesto en los arts. 65 y 66, pueden proceder a la denuncia del embarazo:
a) Madre: es quien está en mejores condiciones para conocer el hecho denunciado (art. 65).
b) Marido: de la madre embarazada, que según la presunción “juris tantum” resulta ser el padre de la
criatura (art. 65)
c) Los parientes en general del no nacido: (art. 66, inc. 1º) la ley no distingue clases de parentesco
ni grados; en cuanto a los primeros, se entenderá que comprende tanto a los parientes legítimos cuanto
a los ilegítimos; en cuanto a los segundos, Spota se refiere a parientes en grado sucesible.
d) Aquellos a quienes pertenecerían los bienes: (art. 66, inc. 1º) son los herederos o legatarios del
marido, que aún teniendo un interés contrapuesto al de la persona por nacer puede formular la
denuncia del embarazo a fin de pedir las medidas para impedir la suposición o sustitución del parto.
e) Acreedores de la herencia: (art. 66, inc. 2) éstos no tienen un derecho subordinado al
nacimiento, pero se les permite la denuncia del embarazo para que pueda instituirse la representación
de éste y ventilarse con el representante el cobro del crédito que tuvieren los acreedores sin necesidad
de esperar hasta que ocurra el nacimiento.
f) Ministerio de Menores: (art. 66, inc. 3) su mención se explica por ser el organismo al que se
confía la representación promiscua de todos los incapaces de hecho, y, por tanto, velará para que se
provea al concebido del representante necesario que se ocupe del cuidado de sus intereses.
3) Controversias: Como una consecuencia del sistema adoptado, se ha previsto la postergación de
toda discusión sobre la existencia misma del embarazo o sobre la calidad de la filiación del concebido,
hasta después del nacimiento de éste.
Es lo que establece el art. 67: “Las partes interesadas aunque teman suposición de parto, no pueden
suscitar pleito alguno sobre la materia, salvo, sin embargo, el derecho que les compete para pedir las
medidas policiales que sean necesarias. Tampoco podrán suscitar pleito alguno sobre la filiación del no
nacido, debiendo quedar estas cuestiones reservadas para después del nacimiento”.
El principio legal es tan terminante que los tribunales consideraron que los parientes del presunto
padre no pueden oponerse a que la mujer embarazada inicie la sucesión de aquél, antes del nacimiento del
hijo. Por otra parte, la prohibición de toda discusión alcanza a la misma mujer embarazada, como dice el
art. 68: “Tampoco la mujer embarazada o reputada tal, podrá suscitar litigio para contestar su embarazo
11
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
declarado por el marido o por las partes interesadas, y su negativa no impedirá la representación
determinada en este Código”.
4) Medidas de seguridad: En torno a la verificación del embarazo y del parto suelen entrar en
conflicto el interés de la madre con el de los parientes del padre, especialmente si ésta falleció, pues la
presencia del concebido puede alterar el orden sucesorio.
Todavía si la mujer embarazada no estaba casada con el causante, la existencia del hijo concebido
puede provocar grandes alteraciones en la distribución de la herencia, pues no llegando a ocurrir el
nacimiento o teniendo lugar el nacimiento sin vida, la persona del nasciturus no será jurídicamente
computable, y entonces la herencia tocará a los ascendientes o colaterales del causante; y si, por el
contrario, naciera con vida, podrá heredar al causante en iguales condiciones que los hijos matrimoniales.
Por tanto, en estas situaciones pueden ocurrir diferentes fraudes que la ley tratará de evitar, como son:
a) Supresión de parto: muerte del niño en el nacimiento, que realizaría una madre para heredar sin
contralor a su marido.
b) Ocultación de parto: desaparición de la criatura luego del nacimiento.
c) Suposición de parto: tiene lugar cuando luego de fingido el embarazo se fingiese también el
parto, aparentándose el nacimiento de una criatura.
d) Sustitución de parto: cuando sustituye la mujer el hijo propio nacido muerto, por otro vivo ajeno
a la madre.
Estos posibles fraudes hacen que a veces sea necesaria la adopción de medidas adecuadas para
prevenirlos, pero deben distinguirse las medidas referentes a la comprobación de la efectividad del
embarazo y de la efectividad del parto.
a) Medidas tendientes a verificar la efectividad del embarazo: Estas clases de medidas están por
completo prohibidas en nuestro sistema legal, el art. 78, es terminante al prescribir: “No tendrá jamás
lugar el reconocimiento judicial del embarazo, ni otras diligencias como depósito y guarda de la mujer
embarazada, ni el reconocimiento del parto en el acto o después de tener lugar, ni a requerimiento de la
propia mujer antes o después de la muerte del marido, ni a requerimiento de éste o de partes
interesadas”.
Esto significa que tratándose del reconocimiento del embarazo no hay lugar a la adopción de medida
alguna, ni aun cuando contara con la conformidad de la mujer. Por lo demás, este temperamento es la
consecuencia necesaria de lo dispuesto por el art. 65, pues si el embarazo se tiene por acreditado por la
simple declaración de cualquier interesado, quedaba por ello eliminada toda posibilidad de reconocimiento
en el cuerpo de la mujer. La única manera por la cual puede quedar desvirtuada la denuncia es por el
transcurso del lapso máximo del embarazo, pues quedaría demostrada la falsedad de la denuncia.
b) Medidas tendientes a verificar la efectividad del parto: Sobre este punto, existía una pugna entre
los textos, superada por la ley 23.264, que sustituyó el título de familia del Código, sin contemplar los
supuestos aludidos en los arts. 247 y 249.
Por un lado, el art. 78 dice: “No tendrá jamás lugar... ni el reconocimiento del parto en el acto o
después de tener lugar, ni a requerimiento de la propia mujer...”. Pero el art. 67 abre alguna fisura en el
precepto anterior, cuando dice: “Las partes interesadas aunque teman suposición de parto, no pueden
suscitar pleito alguno sobre la materia, salvo, sin embargo, el derecho que les compete para pedir las
medidas policiales que sean necesarias...”.
En ningún caso se admiten medidas judiciales tendientes a la verificación del embarazo o del parto.
Sólo si hay peligro de la comisión de algún delito se prevé la adopción de medidas no judiciales, sino
policiales, encaminadas a prevenir tal delito o procurar su castigo, según fuere el caso.
Podrá parecer exagerado, pues ahora no se piensa que sufra desmedro la dignidad de la mujer porque
se la someta a ciertos exámenes médicos para comprobar la efectividad del embarazo, cuando existan
motivos serios para la duda, ni menos sufre el pudor de la parturienta porque alguien que sea delegado por
el juez comparezca al acto del parto, que ya no se suele desenvolver en el hogar, sino en hospitales o
sanatorios.
Con todo, los arts. 247 y 249, derogados por la ley 23.264, permitían notoriamente lo que prohibían
los demás preceptos. El art. 247 decía: “La mujer que, muerto el marido, se creyera embarazada, debe
denunciarlo a los que, no existiendo el hijo póstumo, serían llamados a suceder al difunto. Los
interesados pueden pedir todas las medidas que fuesen necesarias para asegurar que el parto es efectivo
y ha tenido lugar en el tiempo en que el hijo deba ser tenido por legítimo”.
Por su parte, el art. 249 preceptuaba: “La mujer recién divorciada, que se creyere embarazada, debe
denunciarlo al juez o al marido, en el término de treinta días desde su separación; y éste podrá pedir las
diligencias necesarias para asegurarse también de que el parto es efectivo, y ha tenido lugar en el tiempo
necesario para que el hijo deba ser reputado legítimo”.
Se advierte la contradicción con el ordenamiento, por un lado, no se admiten medidas judiciales
tendientes a la verificación del parto (art. 78), sólo medidas policiales, cuando se teme la comisión de
12
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
delitos (art. 67). Por otro lado, se autorizaban medidas judiciales tendientes a asegurar la efectividad del
parto (arts. 247 y 249).
¿Cómo se armoniza esta disputa de los textos? Los autores se enrolaron en dos tendencias:
1) Opinión negativa (Salvat, Spota, Orgaz, Segovia): dicen que no es posible admitir en ningún caso
la verificación judicial de la efectividad del parto, porque sería ir en contra de una disposición terminante
y enfática como la del art. 78.
2) Opinión positiva (Borda, Arauz Castex, Busso, Lafaille, Llerena, Machado): dicen que debía
dejarse a la prudencia de los magistrados la adopción de ciertas medidas que permitan asegurar la
efectividad del parto, siempre que ellas no afecten el decoro ni el pudor de la mujer, tales como la
designación de parteras, o médicos que presencien el parto.
3) Opinión de Llambías: entiende que es necesario lograr la interpretación sistemática que reserva
para cada una de las disposiciones algún ámbito de vigencia propio. El principio general estaba dado por
el art. 78, que prohibía la verificación judicial del parto, por considerar que ello iba en desmedro de la
dignidad de la mujer.
Excepcionalmente, se admitía la verificación, en los supuestos de los arts. 247 y 249, en esos casos no
es posible negar la verificación judicial, pues ella estaba autorizada por esos preceptos legales, y con ello
no se negaba el principio general del art. 78.
5.- El nacimiento
A) Importancia, condición: No obstante aceptar que el momento de la concepción sea importante, el
nacimiento ejerce también influencia en las relaciones jurídicas pendientes susceptibles de ser modificadas
por la frustración de la persona “por nacer”.
13
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
Desde luego el nacimiento ejerce la mayor influencia sobre tales relaciones jurídicas pendientes,
cuando tiene lugar sin vida, pues el hecho aniquila retroactivamente la personalidad de éste y por
consecuencia desvanece los derechos constituidos en cabeza suya, como establece el art. 74: “Si muriesen
antes de estar completamente separados del seno materno, serán considerados como si no hubiesen
existido”.
Pero aún el nacimiento con vida no deja de tener también interés jurídico, pues hace desaparecer el
peligro que amenazaba los derechos de la persona por nacer, los cuales resultan definitivamente
consolidados por ese hecho, como dice el art. 70: “... Esos derechos quedan irrevocablemente adquiridos
si los concebidos en el seno materno nacieren con vida, aunque fuera por instantes después de estar
separados de su madre”, que es el efecto que produce la condición resolutoria de la presunción.
1) Instante en que se produce el nacimiento: Nacer es, en sentido directo, salir del vientre de la
madre, por lo tanto, el nacimiento quedará consumado cuando el concebido fuera expelido o sacado del
claustro materno, y quede separado de la madre.
La ley no distingue según que el nacimiento haya sido espontáneo o logrado mediante operación
quirúrgica, así lo declara el art. 71: “Naciendo con vida no habrá distinción entre el nacimiento
espontáneo y el que se obtuviese por operación quirúrgica”
B) Facultades del representante: El Código omitió considerar cuáles son las facultades, entonces es
preciso distinguir:
1) Representación ejercida por los padres: no hay motivos para pensar que sus facultades difieran
de las que tienen tratándose de los hijos impúberes, por ello, tales facultades son las que les corresponden
en razón de su patria potestad.
2) Representación de un curador: como éste instituto se refiere a los insanos o sordomudos, deben
aplicarse las disposiciones referentes a los curadores de bienes (arts. 485 y ss.). por el carácter provisional
del curador, éste debe ser considerado como un depositario de los bienes del incapaz, con facultades
limitadas para el cuidado de dichos bienes hasta el nacimiento del concebido.
14
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar
DERECHO CIVIL 1 - PARTE GENERAL
De acuerdo al art. 488, los curadores de bienes están sujetos a todas las trabas de los tutores o
curadores y sólo podrán ejercer actos administrativos de mera custodia y conservación, y los necesarios
para el cobro de los créditos y pago de las deudas. Por lo demás, a los curadores de bienes corresponde el
ejercicio de las acciones y defensas judiciales, y las personas que tengan créditos contra los bienes, podrán
hacerlos valor contra los curadores (art. 489).
15
Lo Descargaste en www.derechoanonimo.com.ar